Me has cercado por detrás y por delante
Fragmentos seleccionados del artículo original
"Me has cercado por detrás y por delante”, que se refiere a la revelación y ocultamiento del rostro del Creador, pues en verdad “Su reino domina sobre todo" (Tehilim/Salmos 119:3), y todo retornará a su raíz porque no hay un lugar vacante en Él. Pero la diferencia está en el tiempo presente o en el tiempo futuro, porque aquel que conecta los dos mundos, descubre en el presente Su vestidura: pues todo lo que se ha hecho no es sino una vestidura para la revelación de la Divinidad. Y esto se considera como tiempo presente, es decir que ahora Él también se revela con sus vestiduras reales y evidentemente muestra que el jinete no está subordinado al caballo. Pero, aunque pueda parecer que el caballo conduce al jinete, la verdad es que el caballo responde a cualquier movimiento, sólo con sentir la brida y el dogal del jinete. Y a esto se le dice la construcción de la estatura de la Divinidad, y a esto también se le dice cara a cara.
Pero si alguien todavía no consagra todos sus movimientos sólo al Creador, y el caballo no hace coincidir sus movimientos a los de la brida y el dogal del jinete, sino que parece que hace lo contrario, y es como si la sierva mandara sobre su ama, a esto se le llama "por detrás", es decir que no debes pensar que te apartas de la santidad, porque "no sucederá, empero, de ninguna manera el pensamiento que surge en vuestra mente". Así dice el Señor, "que con mano fuerte y con brazo extendido”, etc. (Ezequiel 20:32-33), "Para que el desterrado no permanezca alejado de Él”. (Samuel 2, 14:14) Y cada rueda gira para llegar a la Santidad, a sus raíces. Por lo tanto, aunque parezca que el caballo dirige al jinete a través de su deseo despreciable, esto no es verdad. Es el jinete quien conduce al caballo a su destino". Sin embargo, esto no se manifiesta en el presente, sino en el futuro. Por lo tanto, de esta manera también existe un contacto pero espalda contra espalda, es decir, no por el deseo de aquel que viste o del que es vestido.
Pero aquellos que hacen Su voluntad descubren por sí mismos los ropajes reales en el presente, conectados cara a cara por el deseo de aquel que viste, pues ese es precisamente Su deseo.
Y este es el significado de, "Por cuanto no serviste al Señor, tu Dios, con alegría” (Deuteronomio 28:47). Pues lo servirás de cualquier forma, pero la diferencia es que de esta manera será "en el asedio y en la estrechez" (Deuteronomio 28:57), es decir involuntariamente, y de la otra forma será por la abundancia de todas las cosas, es decir, voluntariamente.