36. Cuáles son los tres tipos de cuerpos en el hombre
El hombre está constituido por tres tipos de Gufim (cuerpos):
A. El Guf (cuerpo) interno, que representa una vestidura para el alma de Kedushá (Santidad).
B. La Klipá (cáscara) de Noga.
C. La piel de la serpiente.
Para uno poder salvarse de los dos cuerpos, para que estos no interfieran con Kedushá y parapoder utilizar sólo el cuerpo interno, la solución es contemplar solamente aquellas cosas que con-ciernen a este cuerpo interno.
Esto significa que el pensamiento de uno debe permanecer siempre bajo la autoridad única, que es “No existe nadie más que Él”. “Él” hace y hará todas las cosas, y no existe creación en el mundo que pueda separarlo de la Kedushá.
Y debido a que uno no piensa en esos dos cuerpos, estos mueren por falta de sustento y de nutriente, ya que los pensamientos que tenemos para ellos son su provisión. Este es el sentido de “Ganarás el pan con el sudor de tu frente”. Antes del pecado del Árbol del Conocimiento, el sustento no dependía del pan. Es decir, no había necesidad de prolongar la Luz y el sustento, dado que iluminaba.
Sin embargo, después del pecado, cuando Adam HaRishón (el primer hombre) se apegó al cuerpo de la serpiente, la vida se vinculó al pan, es decir, al alimento que siempre debe renovarse. Y si la persona no recibe alimento, muere. Y esto se convirtió en una gran corrección, con el fin de ser salvada de esos dos cuerpos.
De esta manera, uno debe tratar con todas sus fuerzas de no tener pensamientos sobre estos cuerpos, y quizás esto sea lo que han querido decir nuestros sabios: “Los pensamientos de transgresión son peores que la transgresión misma”, porque los pensamientos les sirven de sustento. En otras palabras, reciben vitalidad de los pensamientos que uno tiene acerca de ellos.
Por lo tanto, uno debe pensar sólo para el cuerpo interno, pues este representa una vestidura para el alma de Kedushá. Esto quiere decir que uno debería tener pensamientos de cosas que trascienden la piel. “Más allá de su piel” significa fuera de su cuerpo, y esto se refiere a más allá de su beneficio personal, y sólo cuando sean para beneficiar a otros. Y esto se llama “más allá de su propia piel”.
La razón es que más allá de la piel, las Klipot (plural de Klipá, cáscara) no tienen a qué aferrarse, pues estas se sostienen sólo de aquello que se encuentre “por debajo de la piel de uno”; en otras palabras, a aquello que pertenece al cuerpo de uno, y no fuera de él, llamado “fuera de su propia piel”. Eso significa que se apoderan de todo lo que hay en la vestidura del cuerpo, y no pueden sostener nada que no se encuentre revestido por el cuerpo.
Cuando uno persiste en tener pensamientos que trascienden su propia piel, es recompensado con lo que está escrito: “Y después de deshecha mi piel, en mi carne he de ver a Dios” (Job 19, 26). Se refiere a la Sagrada Shejiná (Divinidad), y esta se encuentra más allá de la piel de uno. Al decir “deshecha” se refiere a que se corrigió para mantenerse “más allá de mi piel”.En ese momento obtiene “en mi carne he de ver a Dios”.
Quiere decir que la Kedushá llega y se viste en el interior del cuerpo, especialmente cuando uno accede a trabajar fuera de su propia piel; lo cual significa, sin vestidura alguna. No obstante, los malvados que desean trabajar precisamente cuando el cuerpo posee vestiduras, es decir, dentro de su piel, “morirán sin sabiduría”. Esto se debe a que no tienen vestiduras, y tampoco ganan nada. Sin embargo, son justamente los Tzadikim (justos) quienes son recompensados con la vestidura dentro del cuerpo.