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17. ¿Qué quiere decir que la Sitra Ajra se denomina “Maljut sin corona”?

Lo escuché en1941, en Jerusalén

Corona quiere decir Kéter; y Kéter alude al Origen de la emanación y a la Raíz. La Kedushá (heb: Santidad) está conectada a la raíz, es de­cir, que la Kedushá está en equivalencia de for­ma con su raíz. Esto quiere decir que sólo desea otorgar, al igual que nuestra raíz, el Creador. Como está escrito: “Su deseo de hacer el Bien a sus criaturas”, entonces, Kedushá implica sólo otorgar al Creador.

No sucede lo mismo, sin embargo, con Sitra Ajra. Esta únicamente aspira a recibir para sí misma. Por eso, no se encuentra en adhesión con la raíz, que es Kéter. Por lo tanto, se con­sidera que Sitra Ajra no tiene Kéter. Dicho de otro modo, no tiene Kéter porque se encuentra separada de Kéter.

Ahora podemos entender lo que dijeron nuestros sabios (Talmud, Sanedrín 29): “Todo aquel que añade, sustrae”. Esto significa que si uno añade a la cuenta, estará sustrayendo. Está escrito (Zóhar, Pekudey, punto 249): “Aquí pasa lo mismo. En relación a lo que está den­tro, escribe: ‘Por otra parte, habréis de fabricar un tabernáculo con diez cortinas’. En relación con lo que está por fuera, dice: ‘once cortinas’, añadiendo letras, o sea, añadiendo la letra Ayin a las doce, y sustrayendo de la cuenta. Sustrae una del número doce, debido a la adición de la letra Ayin a las doce”.

Es sabido que el cálculo se implementa sólo en Maljut, que es la que estima la altura del gra­do a través de la Or Jozer (la Luz que retorna) que allí se encuentra. También, es sabido que Maljut es llamada “el deseo de recibir para sí mismo”.

Cuando Maljut anula su voluntad de recibir ante la raíz, y no desea recibir más, sino sólo otorgar a la raíz, tal como esta hace, entonces, Maljut, que también se llama Aní (yo) se con­vierte en Ein (nada). Sólo entonces puede ex­traer la Luz de Kéter para construir su Partzuf, y se convierte en los doce Partzufim de Kedushá.

Sin embargo, cuando Maljut desea recibir para sí misma, se transforma en el Ayin (ojo) malvado (mal de ojo). Dicho de otro modo, don­de antes había una combinación de Ein, es decir, anulación ante la raíz, que es Kéter, ahora se ha convertido en Ayin (que implica ver y conocer dentro de la razón).

Esto se llama “añadir”, y significa que uno quiere añadir conocimiento a la fe y trabajar con la razón. En otras palabras, afirma que es preferi­ble trabajar dentro de la razón, para que, de este modo, el deseo de recibir no se oponga al traba­jo Esto provoca un déficit, en el sentido de estar separados de Kéter, también llamada “deseo de otorgar”, que es la raíz. A partir de entonces deja de haber equivalencia de forma con la raíz, de­nominada Kéter. Por lo tanto, Sitra Ajra se llama “ Maljut sin corona”, y significa que Maljut de Sitra Ajra no tiene Dvekut (adhesión) con Kéter. Por esta razón, sólo tienen once Partzufim, sin Partzuf Kéter.

Este es el sentido de lo que escribieron nues­tros sabios: “noventa y nueve perecen por mal de ojo”. Se refiere a que no poseen discernimiento de Kéter; y que su Maljut, que es el deseo de recibir, no desea anularse ante la raíz, que es Kéter. Esto significa que no quieren convertir al Aní (yo), también llamado deseo de recibir, en un discernimiento de Ein (nada), que es la anulación del deseo de recibir.

En vez de ello, desean añadir. Y a esto se le llama el Ayin malvado[4]. Entonces, donde de­bería haber Eincon Álef, ellos insertan el Ayin (ojo [5]) malvado. De este modo, caen de su grado debido a la falta de adhesión con la raíz.

A esto se referían nuestros sabios al decir: “Acerca de todo aquel que sea orgulloso, el Creador dice: ‘él y Yo no podemos cohabitar en la misma morada’”, pues él genera dos autorida­des. Sin embargo, cuando uno se encuentra en un estado de Ein y se anula ante la raíz, es decir, que la única intención de uno es el otorgamien­to, como la raíz, encuentra una sola autoridad: la autoridad del Creador. Entonces, todo lo que recibe en el mundo es sólo con el fin de otorgar al Creador.

Este es el sentido de lo que fue dicho: “El mundo entero fue creado para mí; y yo, para servir a mi Hacedor”. Por este motivo debo re­cibir todos los grados en este mundo, para poder darle todo al Creador; y esto se llama “servir a mi Hacedor”.

[4] Ayin quiere decir “ojo”, y en hebreo se escribe como Ein, pero reemplazando la letra Álef por la letra Ayin.

[5] La palabra “ojo” y el nombre de la letra Ayin se pronun­cian igual.

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