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33. Las suertes en Yom Kipurim y con Hamán

Lo escuché el 6 de Terumá, 12 de febrero de 1943

Está escrito (Levítico 16:8): “Y echará Gora­lot (suertes) Aarón sobre los dos machos cabríos; una suerte por el Señor, y otra suerte por Aza­zel”. Respecto de Hamán está escrito (Ester 3:7): “fue echada Pur, esto es, la suerte (Goral)”.

El sino se aplica allí donde no puede realizar-se ninguna averiguación racional, dado a que la mente no alcanza a distinguir entre el bien y el mal. En ese estado se lanza un Pur (heb: suerte), cuando ya no se confía más en la mente, sino en lo que designe el destino. Entonces, cuando se usa la palabra Goral (heb: Sino, Suerte, Desti­no), significa que ahora debemos actuar por en­cima de la razón.

En lo concerniente al séptimo día de Adar (heb: sexto mes del calendario hebreo) en que Moisés nació y murió, debemos entender lo que significa "Adar”. Viene de la palabra “Adéret” (heb: Manto), tal como está escrito acerca de Elías (Reyes 1 19:19): “y le echó su manto enci­ma”. Adéret” viene de la palabra Adéret Sear” (heb: Vello, Cabello), que se discierne como Searot (heb: Cabellos) y Dinim (heb: senten­cias), que se refiere a los pensamientos extraños y demás ideas que surgen a lo largo del trabajo, y que lo distancian a uno del Creador.

Aquí aparece el problema de cómo superar esto. Y aunque uno encuentre muchas contradic­ciones en Su Providencia, aun así debe superar este estado con fe por encima de la razón y de­cir que la Providencia es benevolente. Este es el sentido de lo que está escrito acerca de Moisés: “Y Moisés ocultó su rostro”. Significa que vio todas las contradicciones, y las mantuvo a raya a través del esfuerzo realizado por medio del poder de la fe por encima de la razón.Tal como dijeron nuestros sabios: “En contrapartida de ‘Y Moisés ocultó su rostro, pues temía mirar’ fue recom­pensado con ‘y la similitud del Señor observa él’”. Este es el sentido de “¿Quién es ciego, sino Mi siervo?, ¿o sordo, como Mi mensajero?”.

Es sabido que los Einaim (heb: Ojos) también son llamados raciocinio, intelecto, refiriéndose a los ojos de la mente. Esto se debe a que siempre decimos que vemos que la mente y la razón re­quieren que así lo digamos cuando algo es perci­bido dentro de la mente.

Por lo tanto, quien trasciende la razón es como quien no tiene ojos y es llamado ciego, pues fin­ge estar ciego. También, quien no desea oír aque­llo que los espías le dicen, y pretende ser sordo a ello, es llamado sordo. Este es el sentido de “¿Quién es ciego, sino Mi siervo; o sordo, sino Mi mensajero?”.

Pero cuando dice “que tienen ojos y no ven; que tienen oídos y no oyen” quiere decir que no desea obedecer aquello que la razón requiere y aquello que los oídos oyen, tal como está escrito acerca de Josué, el hijo de Nun, que jamás algo malo entró por sus oídos. Este es el significado de “Adéret Sear”; es decir, que encontró muchas contradicciones y Dinim (heb: Juicios). Cada contradicción recibe el nombre de Sear (heb: ve­llo, cabello), y bajo cada Sear se encuentra un hoyuelo.

Esto significa que uno hace una abolladura en su cabeza; o sea, que pensamientos ajenos hacen mella en uno y le producen una fisura en la cabeza. Cuando uno tiene tantos pensa­mientos ajenos, se considera que tiene muchas Searot; y esto recibe el nombre de Adéret Sear.

A eso se refiere lo que está escrito acerca de Eliseo: “Elías se fue de allí y encontró a Eliseo, el hijo de Shafat, que estaba arando. Delante de Eliseo iban doce yuntas de bueyes, y él mismo llevaba la última. Elías se dirigió a él y le echó su capa encima” (Reyes 1, 19). (Una yunta es un par de Bakar (buey), puesto que estaban arando con pares de bueyes, sujetados entre sí. Esto se llama yunta). Baker proviene de la palabra Biko­ret (crítica), y “doce” se refiere a la plenitud del escalón (como doce meses y doce horas).

Esto sugiere que uno ya posee todos los dis­cernimientos de Searot que existen en el mundo. La Adéret Searya está formada. No obstante, con Eliseo, esto se manifestó bajo la forma de la mañana de Yosef, tal como está escrito en “En cuanto llegó la mañana, los hombres fueron en­viados fuera de allí en sus asnos”.

Esto se refiere a que uno ya ha sido recom­pensado con la Luz que reposa sobre estas con­tradicciones, pues a través de estas, de la crítica, conseguimos doblegar este estado sólo atrayen­do sobre ellas la Luz. Está escrito: “Aquel que venga a purificarse, será asistido”.

Debido a que uno ya ha atraído la Luz hacia toda esa crítica, y no tiene nada más que añadir puesto que toda esa crítica ya ha sido comple­tada dentro de sí, esta y las contradicciones en él terminan por sí solas. Esto sigue la regla que indica que no existe operación que carezca de un propósito, ya que tampoco existe operador que carezca de uno.

Es preciso saber que aquello que aparece como si estuviera contradiciendo la directriz de Dios que es Bueno y Benefactor, simplemente tiene como propósito forzar a uno a atraer Luz Superior sobre estas contradicciones cuando de­sea sobreponerse a ellas. De lo contrario, no po­drá prevalecer. Esto que uno extrae cuando sur­gen las contradicciones, llamadas Dinim (heb: Juicios), recibe el nombre de “la grandeza del Creador”.

Eso quiere decir que las contradicciones pue­den anularse, cuando uno desea sobreponerse a ellas, solamente si extrae la grandeza del Crea­dor. Pueden ver que estos Dinim son los causan­tes de que se pueda extraer la grandeza del Crea­dor. Este es el sentido de lo que está escrito: “y lanzó su manto sobre él”.

Quiere decir que luego le atribuyo a Él, al Creador, el manto entero de Searot; o sea, que ahora ve que el Creador le dio este manto inten­cionadamente, para que extrajera la Luz Superior sobre las Searot.

Pero uno solamente puede ver eso más tarde, cuando ya se le ha concedido la Luz que reposa sobre estas contradicciones y Dinim que tenía al comienzo. Esto se debe a que ve que, sin el cabe­llo, es decir, sin los descensos, no habría un lugar en el que pueda entrar la Luz Superior, pues no puede haber Luz sin un Kli (heb: vasija).

Por ende, uno ve que toda la grandeza del Creador que ha alcanzado, fue por las Searot y por las contradicciones que tuvo. A esto se re­fiere la frase “el Señor en lo Alto es poderoso”. Quiere decir que la sensación de la grandeza del Creador se adquiere a través del Adéret; y este es el sentido de “Dejad que las sublimes alaban­zas a Dios estén en sus bocas”.

Esto significa que a través de sus fallos en el trabajo de Dios, uno va ascendiendo, ya que uno no puede realizar movimiento alguno sin un em­pujón previo. Es normal que uno acceda a per­manecer en la situación en la que se encuentra.

Pero cuando uno desciende a un nivel más bajo del que le corresponde según su entender, esto le da fuerza para sobreponerse, pues uno no puede permanecer en tal situación negativa, porque no puede aceptar quedar así, en ese estado en el cual ha caído.

Por esta razón uno siempre debe sobreponerse y salir de un estado de descenso. En un estado así debe atraer la grandeza del Creador. Eso, en contrapartida, le lleva a extraer, desde Arriba, fuerzas más elevadas; de lo contrario permane­cerá por siempre en ese estado de insignificancia. De esto se desprende que por medio de las Searot uno revela gradualmente la grandeza del Crea­dor, hasta que descubre los nombres del Crea­dor, denominados los trece atributos de Rajamim (heb: Misericordia). Este es el sentido de “y el mayor habrá de servir al menor”, y de “los malvados habrán de prepararlo, pero los rec­tos habrán de vestirlo”, y también de “y servi­rás a tu hermano”.

Esto se refiere a que todo el estado de esclavi­tud en el que se encontraba, o sea, todas las con­tradicciones que tuvo, parecían estar obstruyen­do la santa Labor, y estar trabajando en contra de la Kedushá (Santidad). Ahora, cuando obtiene la Luz de Dios, que es volcada encima de estas contradicciones, uno descubre lo contrario; es decir, que estaban sirviendo a la Kedushá. Esto sugiere que a través de ellas hubo un sitio para que Kedushá se envolviera con sus vestiduras. Y esto recibe el nombre de “los malvados habrán de prepararlo, pero los rectos habrán de usarlo”; o sea, que proporcionaron los Kelim (heb: vasi­jas) y el espacio para la Kedushá.

Ahora podemos interpretar lo que nuestros sabios escribieron (Talmud, Jaguigá 15a): “Re­dimido: un justo. Este toma su parte, y la de su amigo, en el Cielo. Convicto: un malvado. Este toma su parte, y la de su amigo, en el infierno”. Esto significa que uno toma los Dinim y los pen­samientos extraños de su amigo. Estos debemos interpretarlos en sentido del mundo entero, pues esta es la razón por la cual el mundo fue creado poblado con tantas personas, que cada una posee sus propios pensamientos y opiniones, y todos estos están presentes en un mismo mundo.

Esto fue hecho intencionadamente, para que cada persona esté incorporada en los pensamien­tos de todos y cada uno de sus amigos. De este modo, cuando uno se arrepiente, es recompensa­do con la integración.

Puesto a que, cuando uno desea arrepentirse, debe determinar a favor de sí mismo y del res­to del mundo en una balanza de méritos, pues él mismo está incorporado en todas las nociones ajenas y en los pensamientos del mundo entero. A esto se refiere “Convicto: un malvado. Este toma su parte, y la de su amigo en el infierno”.

Resulta que mientras uno seguía siendo mal­vado, también llamado “convicto”, su propia parte o porción consistía de Searot, contradiccio­nes y pensamientos ajenos. También se encontra­ba integrado con la parte de sus amigos que, a su vez, estaba sentenciada en el infierno; dicho de otro modo, estaba incorporado en todas las no­ciones de todas las personas del mundo.

Por lo tanto, cuando posteriormente uno es “Redimido: un justo”, o sea, cuando se arre­piente, se coloca a sí mismo, y al mundo entero, “en el platillo privilegiado en una balanza de mérito; toma su parte, y la de su amigo, en el Cielo”. La razón de esto es que uno también debe extraer Luz Superior para los pensamientos extraños de todas las personas del mundo, puesto que se encuentra integrado con ellas y debe dic­taminar a favor de ellos.

Esto se consigue precisamente extrayendo la Luz Superior para volcarla encima de estos Di­nim de las gentes. Aunque los demás no puedan recibir esta Luz que uno ha extraído para ellos, debido a que no poseen los Kelim preparados para ello, pero de todas formas, uno lo hace para ellos también.

No obstante, debemos comprender lo que in­dica la famosa regla respecto de quien extiende Luz de los escalones superiores. Se dice que en la misma medida de Luz que uno induce en el grado de arriba, uno recibe abajo, ya que fue el causante de la misma. En correlación con esto, los malvados también deben recibir una parte de las Luces que han inducido en los justos.

Para entender esto debemos empezar por el asunto de los Goralot (heb: sinos). Hubo dos si­nos, como está escrito: “un sino para el Señor, y el otro para Azazel”. Se sabe que un Goral es un concepto que está por encima de la razón. Por lo tanto, cuando el Goral está por encima de la razón, esto causa que la otra sea para Azazel.

Este es el sentido de “la tempestad que se pre­para, sobre la cabeza de los malvados reposará”. Esto se debe a que uno habrá extendido la Luz Superior a través de estas contradicciones. Se puede ver que de esta forma aumenta la grandeza del Creador; y esto es un inconveniente para los malvados, ya que todo su deseo se encuentra sólo dentro del ámbito de la razón. Y cuando aumenta la Luz que se basa en el discernimiento por encima de la razón, ellos se debilitan y quedan anulados.

Por ende, todo lo que los malvados tienen es su ayuda para que los justos puedan extraer la grandeza del Creador; y luego quedan anu­lados. A esto se le llama “Redimido: él toma su parte, y la de su amigo en el Cielo” (esto se re­fiere sólo a aquel que ha colaborado en realizar la corrección, en la creación de la revelación de la Luz por medio de buenas acciones, a través de lo cual se construye la realidad en semejanza con la Luz. Así, este acto permanece en Kedus­há y recibe aquello que se produce Arriba para hacer un lugar a la expansión de la Luz. En ese estado, el inferior recibe aquello que origina en el Superior. Sin embargo, las contradicciones y los Dinim son cancelados, porque son rempla­zados por la grandeza del Creador, que aparece por encima de la razón, mientras que aquéllos, en cambio, desean que aparezca específicamente dentro de los Kelim bajo el dominio de la razón. Y por ello son cancelados; y así es como puede interpretarse esto).

No obstante, también permanece la Luz cuya extracción y atracción la masa del público había causado para regar con la grandeza del Creador encima de sus pensamientos ajenos. Cuando sean aptos para recibir, lo harán de acuerdo con el grado de incidencia de cada uno con respecto a la Luz Superior que atraiga sobre sí mismo.

A esto se refiere la frase que aparece en el Sa­grado Zóhar (Parte 15; y en el Comentario “Su­lam”, punto 33, pág. 56), y que distingue entre la derecha y la izquierda: “Una senda que corre por la escisión de un cabello”. También representa los dos Goralot que había en Yom Kipurim, en relación al arrepentimiento por medio del temor. También hubo un Goral en Púrim, que es el arre­pentimiento por medio del amor.

Esto se debe a que sucedió antes de la cons­trucción del Templo, y en ese entonces necesi­taban arrepentimiento por amor. Pero primero debía existir una necesidad para que se arre­pintiesen. Esta necesidad causa Dinim y Searot (heb: vellos, cabellos). Y a esto se refiere el que Hamán haya recibido autoridad de Arriba, a modo de “establezco un gobierno sobre vosotros, para que él os rija”.

Por eso fue escrito que Hamán “lanzó Pur; es decir, el sino” en el mes de Adar, que es el dé­cimo segundo, del mismo modo que fue escrito con respecto a Eliseo “doce bueyes”. Está escri­to: “dos filas; seis en una fila”. Esto corresponde al mes de Adar, que es Adéret Sear; o sea, los mayores Dinim.

De este modo, Hamán supo que vencería a Israel, ya que Moisés había fallecido en el mes de Adar. Sin embargo, ignoraba que Moisés tam­bién hubiera nacido en ese mes, a modo de “y vieron que era bueno”. La razón de esto es que cuando uno se fortalece en las situaciones más duras, obtiene las mayores Luces, llamadas la grandeza del Creador.

Este es el sentido de la expresión “fino lino trenzado”. En otras palabras, por causa de que se les hubo concedido la senda que corre en la es­cisión de un cabello, “dos filas; seis en una fila”, resulta que trenzado” viene de las palabras “un extraño retiró”. Esto quiere decir que la Sitra Ajra, que viene a ser el extraño, ha sido anulada y se ha retirado; porque ya ha cumplido su objetivo.

Pueden ver que todos los Dinim y las con­tradicciones sólo vienen a enseñar la grandeza del Creador. Por lo tanto, con Jacob -que era un hombre lampiño, sin Searot-, resultaba imposi­ble revelar la grandeza del Creador, ya que no te­nía motivo ni necesidad alguna para extraer esta Luz. Por esta razón, Jacob no estaba apto para recibir las bendiciones de Isaac; es decir, por ca­recer de Kelim. Y no puede haber Luz sin un Kli. Por eso, Rebeca le sugirió tomar las vestiduras de Esaú).

Y este es el significado del versículo que dice “y su mano se había aferrado al talón de Esaú”. Esto quiere decir que aunque no tuviera pelo, lo tomó de Esaú. Esto es lo que vio Isaac, y dijo: “las manos, son las manos de Esaú; pero la voz, es la voz de Jacob”. Dicho de otro modo, a Isaac le agradó la corrección que había realiza­do Jacob, y mediante ello fueron construidos sus Kelim para las bendiciones.

Esta es la razón por la cual necesitamos un mundo tan grande, con tantas personas, para que cada uno esté incorporado en su amigo. De esto se deduce que cada individuo se encuentra in­corporado, con sus pensamientos y deseos, en el mundo entero.

Por eso se dice, de cada persona, que es un mundo en miniatura. A esto también se refiere la expresión “No redimido”. Esto significa que cuando uno aún no se ha purificado, “toma su parte, y la de su amigo en el infierno”. Quiere decir que está incorporado con el infierno de su amigo.

Es más, aun cuando uno ya haya corregido su propia parte del infierno, si no ha corregido la parte de su amigo, o sea, la parte propia que se encuentra incorporada en el mundo, todavía no podrá considerarse por completo.

Ahora comprendemos que aunque Jacob fue­ra lampiño, es decir, sin Searot, aún se aferrara al talón de Esaú. Significa que toma las Searot a través de la incorporación con Esaú.

Por lo tanto, cuando uno logra corregir las mismas, toma la parte de su amigo en el Cielo. Esto se refiere a la medida de la grandeza de la Luz Superior que extendió sobre las Searot de las gentes. Obtiene esta recompensa aunque la masa del público aún no pueda recibirla, por no estar debidamente preparada para ello.

Ahora podemos entender la discusión de Ja­cob y de Esaú. Esaú dijo “Yo tengo suficiente”, y Jacob dijo “Yo tengo todo”, es decir, “dos filas; seis en una fila”, que implica por medio de la razón, y “por encima de la razón, que corres­ponden con el deseo de recibir y con la Luz de adhesión.

Esaú dijo “Yo tengo suficiente”, que corres­ponde a una Luz que entra en los Kelim de recep­ción, dentro de la razón. Jacob declaró que tenía todo, o sea, ambos discernimientos. En otras pa­labras, estaba usando los Kelim de recepción, y también tenía la Luz de adhesión.

A esto se refiere mediante la muchedumbre que construyó el becerro y que dijo “Este es tu dios, Oh Israel”, sugiriendo Éleh (Estos) sin el Mi (Quién); es decir, sólo deseaban conectarse con el Ele” y no con el Mi”. Esto significa que no deseaban ambos, a Mi y a Ele, que juntos forman el Nombre Elokim (Dios), que implica suficiente y todo. Esto es lo que no quisieron.

Este es el sentido de los querubines, que son Kravia y Patia. Un querubín en un extremo, que corresponde al discernimiento de suficien­te”; y un querubín en el otro extremo, que co­rresponde al discernimiento de “todo”. A esto también se refiere “la voz hablándole de entre los dos querubines”.

¿Pero cómo puede ser posible? Después de todo, son extremos, opuestos entre sí. Aun así, tuvo que hacer un Patia (heb: bobo) para poder recibir. Y esto se llama por encima de la razón, pues hace lo que se le dice, aunque no compren­da nada de lo que se le esté diciendo.

En lo referente al “todo”, que se considera por encima de la razón, uno debe tratar de trabajar con regocijo, pues de esta manera aparece la medida real del todo. Si uno no siente regocijo, se tendrá que afligir por no sentirlo, ya que este constituye el principal campo de trabajo; es decir, descubrir regocijo trabajando por encima de la razón.

Por ende, cuando uno no se deleita de su tra­bajo, debe afligirse por ello. Y este es el signifi­cado del texto que dice “cuyo corazón lo lleva a querer”, que se refiere a estar enfermo y ator­mentado, y no sentir regocijo en esta labor.

Este es también el sentido de “Porque ser­viste al Señor tu Dios con alegría a razón de la abundancia de todas las cosas”. En vezde eso, dejaste el todo y tomaste sólo lo suficiente. Por lo tanto, al final te encontrarás muy abajo y sin nada, pues también perderás lo suficiente. Pero en la medida en que uno tenga el “todo”, y sienta alegría, al mismo grado se le concederá lo “suficiente”.

De acuerdo con esto debemos interpretar “las mujeres llorando por Tamuz” (Dios mesopotámi­co) (Ezequiel 8). Rashi interpreta esto diciendo que ellas eran idólatras, que él tenía plomo en los ojos, y que ellas lo estaban calentando para derretir el plomo de los ojos.

Aquí debemos interpretar el hecho de que llo­raban en el sentido de que no sentían regocijo, por causa de que había polvo en los ojos. El pol­vo implica el cuarto estado, que es el Reino de los Cielos, y que corresponde a la fe por encima de la razón.

Este discernimiento tiene forma del polvo, en el sentido de que no es importante. Y este trabajo sabe a polvo, lo cual significa que es tan poco trascendente como el polvo. La alegoría acerca de las mujeres que están llorando por Tamuz su­giere que queman esta idolatría, para que a través de la alta temperatura, el polvo pueda separarse y salir del plomo.

Esto implica que están llorando por el trabajo que les fue dado, para creer en Su Providencia benevolente por encima de la razón, mientras que, estando dentro del dominio de la razón, sólo consiguen ver contradicciones en Su Providen­cia. Este es el trabajo de Kedushá; y ellas quieren quitar el polvo, se refiere al trabajo por encima de la razón, llamado “polvo”. No obstante, los ojos, llamados “vista”, implican el hecho de es­tar viendo Su Providencia bajo el dominio de la razón. Y esto se llama “idolatría”.

Esto alude a una persona cuyo negocio con­siste de fabricar utensilios y vasijas con la tie­rra; que trabaja haciendo utensilios de arcilla. Los pasos del proceso indican que primero debe hacer las bolas de arcilla, luego las corta y hace los agujeros. Y cuando su hijo pequeño ve lo que su padre está haciendo, grita: Padre, ¿Por qué estás estropeando las bolas que has hecho?” El hijo no comprende que el objetivo principal del padre consiste en hacer los agujeros, ya que sólo estos pueden convertirse en receptáculos; y el hijo desea tapar los agujeros que el padre ha tallado en las bolas de arcilla.

Lo mismo sucede aquí. Este polvo dentro de los ojos bloquea la visión de forma tal que don­dequiera que se mire, verá contradicciones en la Providencia. Sin embargo, esto representa el Kli entero por medio del cual puede descubrir las chispas de amor incondicional, llamadas “regoci­jo de Mitzvá” (precepto). Acerca de esto se dice: “De no haberlo ayudado el Creador, él no hubiera prevalecido”. Esto quiere decir que si el Creador no le hubiera transmitido estos pensamientos, no hubiera podido obtener grandeza alguna.

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