41. Qué significan la grandeza y la pequeñez en la fe
Está escrito: “y creyeron en el Señor y en Moisés, Su siervo”. Debemos saber que las Luces de Pésaj (heb: Pascua judía) tienen el poder de impartir Luz y fe. Sin embargo, no crean que la Luz de la fe sea algo de poca importancia, porque la grandeza y la pequeñez son categorías que dependen sólo de quienes la reciben.
Cuando uno no trabaja de acuerdo al atributo de la verdad, cree que posee demasiada fe y que con la medida de fe que posee, puede dispensársela a varias otras personas; y así todos podrán ser temerosos y plenos.
No obstante, quien realmente desea servir al Creador, y que se está examinando a sí mismo permanentemente, si de veras desea trabajar devotamente “y con todo su corazón”, se siente constantemente en un estado de insuficiencia de fe; o sea, que siempre esta corto de fe.
Solamente cuando uno tiene fe puede sentir que está siempre sentado ante el Rey. Cuando uno percibe la grandeza del Rey, puede descubrir el amor de dos maneras: de una buena, y a través de violentos Dinim (juicios). Por ende, aquel que va tras la verdad es el que necesita “la Luz de la fe”. Si tal persona escucha o ve algún modo de obtener “la Luz de la fe”, ha de alegrarse como si encontrara una gran fortuna.
Por lo tanto, leemos en la Parashá (heb: Porción de la Torá) acerca de esas personas que vislumbran la verdad durante la festividad de Pésaj, la cual es propicia para obtener la Luz de la fe, lo siguiente: “y creyeron en el Señor y en Moisés, Su siervo”. Se debe a que ése es un tiempo apropiado para alcanzar esto.