49. Lo más importante es la mente y el corazón
Debe haber una preparación en el discernimiento de “mente”, en el trabajo que se refiere al discernimiento de la fe. Esto significa que si uno es negligente con el trabajo de la fe, cae en el estado de desear sólo conocimiento, que es una Klipá (cáscara), y se opone a la Sagrada Shejiná (Divinidad). Por eso, el trabajo de uno consiste en fortalecer cada vez, el discernimiento de la “mente”.
De manera similar, si uno siente que es negligente en el trabajo del corazón, necesita fortalecer el trabajo que se refiere al discernimiento del corazón, y a ejecutar operaciones opuestas; en el sentido de que causen aflicción al cuerpo, que es opuesto al deseo de recibir. La diferencia entre la negligencia en el trabajo de la mente y el trabajo del corazón consiste en que hay una Klipá (cáscara) malvada en contra de la mente, la cual puede inducir a un estado de “sopesar el principio”.
Por lo tanto, uno debe llevar a cabo acciones contrarias, es decir, en cada renovación del discernimiento de la mente, habrá de asumir remordimiento por el pasado y aceptación del futuro. Uno puede recibir la fuente que lo genera a través del discernimiento de “inerte”. Y en cuanto a la vestidura de la fe, esto es algo perpetuo y eterno. Por ende, uno siempre contará con ella como una medida para ver si su trabajo es limpio o no, ya que la vestidura de la Shejiná se retira solamente a raíz de alguna falla o defecto en la mente o en el corazón.