53. Acerca de la limitación
El asunto de la limitación consiste en limitar el estado en el que uno se encuentra, y no desear Gadlut (heb: Grandeza). Por el contrario, uno desea permanecer por siempre en su estado actual, y esto recibe el nombre de Dvekut (heb: Adhesión) eterno. Sin importar el grado de Gadlut que uno posea, aun si uno posee el más mínimo Katnut (heb: Pequeñez), si brilla para siempre, se considera que se le ha otorgado Dvekut eterno.
No obstante, cuando uno desea más Gadlut se considera lujuria. Y a esto se refiere la frase “cualquier aflicción será remanente”; o sea, que la tristeza viene a la persona, porque esta desea lujos. Esto es lo que quiere decir cuando Israel vino a recibir la Torá, y Moisés trajo a la gente al pie del monte, tal como está escrito: “...y ellos se quedaron al pie del monte”.
Har (Monte, Montaña) implica Hirhurim (pensamientos). Moisés los guió hasta el final del pensamiento, del entendimiento y de la razón; es decir, al grado más bajo que existe. Solamente entonces, cuando accedieron a tal estado, a transitar por él sin vacilar ni desviarse, sino sólo permaneciendo en ese nivel como si tuviesen el mayor Gadlut que existiera, y alegrarse por ello, son merecedores de “servir al Señor con regocijo”. Esto se debe a que durante el Gadlut es irrelevante decir que Él les da trabajo para que estén en (un estado de) júbilo, ya que durante el Gadlut el júbilo surge por sí solo. En lugar de eso, el trabajo con regocijo les es impartido durante el tiempo de Katnut, para que puedan sentir regocijo a pesar de encontrarse en Katnut. Y este sí es un gran trabajo.
Esta viene a ser la principal parte del grado, que consiste de un discernimiento de Katnut. Este discernimiento debe ser permanente, mientras que el Gadlut debe ser sólo un agregado. Además, uno debe aspirar por la parte principal, no a las añadiduras.