67. Retirarse del mal
Debemos tener cautela con “retirarse del mal”, para conservar los cuatro Britot (pactos):
El Brit [17] (pacto) de los ojos, que consiste en cuidarse de mirar mujeres. Y la prohibición no existe necesariamente porque pueda derivar en un pensamiento. Esto queda evidenciado por el hecho de que la prohibición también incumbe a un anciano de 100 años. La verdadera razón surge de una raíz muy elevada: si uno no tiene cuidado, puede llegar a mirar de frente a la Sagrada Shejiná (heb: Divinidad).
El Brit de la lengua, que consiste en distinguir con cuidado la verdad de la falsedad. Los escrutinios que ahora existen, luego del pecado de Adam HaRishón, son escrutinios que conciernen a la dualidad de verdadero-falso. Sin embargo, previo al pecado del Árbol del Conocimiento, los escrutinios concernían a la dualidad de dulce-amargo. Pero cuando el escrutinio se apoya en la dualidad de verdadero-falso, es ciertamente diferente. A veces comienza dulce y termina amargo. Por lo tanto, vemos que puede existir una realidad que esté en correspondencia con el discernimiento de “amargo”, y a la vez ser verdadera.
Por esta razón, debemos ser cuidadosos en cambiar nuestras palabras. Aunque uno piense que sólo esté mintiéndole a su amigo, debemos saber que el cuerpo es como una máquina: una vez que se acostumbra a funcionar, continúa funcionando. Por lo tanto, cuando se habitúa a la falsedad y al engaño, resulta imposible seguir marchando de otro modo; y esto lo fuerza a uno a proceder con falsedad y engaño también con uno mismo.
De esto se desprende que uno debe engañarse a sí mismo en lugar de decirse la verdad, puesto que no encuentra ningún atractivo especial en esta.
Podríamos decir acerca de quien cree que está engañando a su amigo, que en realidad está engañando al Creador; ya que aparte del propio cuerpo, sólo existe el Creador. Esto se debe a que lo más importante de la Creación consiste en que el hombre sólo es considerado “criatura” con respecto a sí mismo. El Creador desea que el hombre se sienta como una realidad separada de Él Mismo. Pero excepto por esto (uno mismo), “la Tierra entera está llena e impregnada de Su gloria”.
Por ende, cuando uno le miente a su amigo, le está mintiendo al Creador; y cuando hiere a su amigo, está hiriendo al Creador. Por esta razón, si uno se habitúa a decir la verdad, esto le ayudará con respecto al Creador. Significa que si uno le ha prometido algo al Creador, tratará de mantener su palabra; porque no estará acostumbrado a cambiar su palabra, y de esta forma será recompensado con “el Señor es su sombra”. Si uno mantiene su palabra y cumple con lo dicho, en contrapartida el Creador también mantendrá lo siguiente: “bendito sea el que dice y hace”.
En el Brit de la lengua existe una indicación de no hablar acerca de todo, ya que al hablar uno revela lo que guarda su corazón; y esto da asidero para que lo externo se aferre a él. Esto se debe a que, mientras uno no esté perfectamente limpio al revelar algo de su interior, la Sitra Ajra tendrá el poder para reclamar Arriba y quejarse de su trabajo. Ella dice así: “¿Qué clase de trabajo está dedicando al de Arriba si la intención entera de su trabajo se encuentra dirigida hacia abajo?”.
La respuesta a esta gran pregunta es la siguiente: es sabido que “una Mitzvá induce a otra Mitzvá”; pero entonces, ¿por qué vemos en muchas oportunidades que uno decae en su (estado de) trabajo? Tal como hemos dicho más arriba, la Sitra Ajra difama y reclama respecto del trabajo de uno; y luego desciende y se lleva su alma. Significa que, puesto que ya ha difamado Arriba, y ha dicho que su trabajo no era limpio, sino que estaba trabajando bajo la forma de recepción “para sí mismo”, ella desciende y se lleva el “espíritu de vida” de uno al hacer la siguiente pregunta: “¿Qué pretendes por medio de este servicio?”. De esta manera, aun cuando uno es recompensado con cierta luminosidad del espíritu de vida, la vuelve a perder.
En esta situación se aconseja “ve con humildad”, que significa que ella –la Sitra Ajra- no se entera de la labor de uno, siguiendo la máxima que dice “él no revela del corazón a la boca”, para que la Sitra Ajra no sepa acerca de su trabajo. Así, ella no podrá saber sobre su trabajo, puesto que sólo conoce aquello que es revelado a través de palabra o acción; y esto es a lo que ella puede aferrarse.
Y debemos saber que el dolor, el sufrimiento, viene principalmente a través de aquellos que difaman. Por lo tanto, debemos ser tan cuidadosos como podamos al hablar. Por otra parte, debemos saber que incluso cuando se están diciendo palabras mundanas, se están revelando los secretos de su corazón. Este es el sentido de la frase “Mi alma se pone al descubierto cuando habló”. Y a esto se refiere el Brit de la lengua; y debemos tener mucho cuidado.
Y especial cuidado debe tenerse durante el período de ascenso, ya que durante el de descenso es más difícil de caminar con el mismo grado de cuidado.
[17] Convenio