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119. Aquel discípulo que aprendió en secreto

Lo escuché el 5 de Tishrey, 16 de septiembre de 1942

A aquel discípulo que aprendió en secreto, Bruriá (sabia discípula del Talmud) lo golpeó y dijo: “ordenado en todo”, si es que existe orde­nado en los 248 (órganos físicos). Jashai” (heb: secreto) se refiere a Katnut (heb: pequeñez), de la palabra Jash-Mal. Jash” hace referencia a los Kelim de Panim (heb: vasijas frontales), y Mal” hace referencia a Kelim de Ajor (heb: vasijas posteriores), que son los Kelim que se encuen­tran debajo del Jazé, y que inducen Gadlut (heb: Grandeza).

Aquel discípulo pensó que al adquirir el estado de Jash, que corresponde al deseo de otorgar y que todas sus intenciones están diri­gidas a otorgar, habría conseguido todo. Pero el propósito de crear los mundos era hacer el bien a Sus creaciones para que estas recibieran los placeres más sublimes y que el hombre pudiera alcanzar nivel más alto, incluso debajo del Jazé, que corresponde a todos los 248. Por eso Bru­riá le dijo el versículo “ordenado en todo”, en todos los 248.

Esto significa que también se ex1tendería de­bajo del Jazé; o sea, que también habría de exten­der Gadlut hacia el punto en el que se encuentra. Esto es Mal”, hablar, que viene a ser revelación, para revelar el nivel entero. Sin embargo, para evitar perjuicio, uno primero debe recibir el Kat­nut, llamado Jash, que aún se encuentra en un estado de secreto; aún no ha sido revelado. Más tarde, uno también necesita analizar el discerni­miento de Mal”, el Gadlut, y entonces el nivel entero será revelado.

Este es el sentido de “ordenado… y seguro”; es decir, cuando el estado de Katnut ya se en­cuentra seguro dentro de él, y él ya puede atraer el estado de Gadlut hacia sí sin temor.

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