119. Aquel discípulo que aprendió en secreto
A aquel discípulo que aprendió en secreto, Bruriá (sabia discípula del Talmud) lo golpeó y dijo: “ordenado en todo”, si es que existe ordenado en los 248 (órganos físicos). “Jashai” (heb: secreto) se refiere a Katnut (heb: pequeñez), de la palabra Jash-Mal. “Jash” hace referencia a los Kelim de Panim (heb: vasijas frontales), y “Mal” hace referencia a Kelim de Ajor (heb: vasijas posteriores), que son los Kelim que se encuentran debajo del Jazé, y que inducen Gadlut (heb: Grandeza).
Aquel discípulo pensó que al adquirir el estado de Jash, que corresponde al deseo de otorgar y que todas sus intenciones están dirigidas a otorgar, habría conseguido todo. Pero el propósito de crear los mundos era hacer el bien a Sus creaciones para que estas recibieran los placeres más sublimes y que el hombre pudiera alcanzar nivel más alto, incluso debajo del Jazé, que corresponde a todos los 248. Por eso Bruriá le dijo el versículo “ordenado en todo”, en todos los 248.
Esto significa que también se ex1tendería debajo del Jazé; o sea, que también habría de extender Gadlut hacia el punto en el que se encuentra. Esto es “Mal”, hablar, que viene a ser revelación, para revelar el nivel entero. Sin embargo, para evitar perjuicio, uno primero debe recibir el Katnut, llamado Jash, que aún se encuentra en un estado de secreto; aún no ha sido revelado. Más tarde, uno también necesita analizar el discernimiento de “Mal”, el Gadlut, y entonces el nivel entero será revelado.
Este es el sentido de “ordenado… y seguro”; es decir, cuando el estado de Katnut ya se encuentra seguro dentro de él, y él ya puede atraer el estado de Gadlut hacia sí sin temor.