136. La repartición entre las primeras cartas y las últimas
La repartición entre las primeras cartas y las últimas radica sólo en la copia de la escritura; es decir, en el contenido de la escritura que surgió de la casa del Rey. Y los autores del rey expanden el contenido para hacerlo entendible a todos.
El contenido era meramente “que debían estar preparados para ese día”. Y los autores lo interpretaron con respecto a las naciones, y que estas están destinadas a vengar a los judíos. Y esa fuerza fue tal, para que Hamán pensara “¿A quién habría de deleitar el rey con el fin de honrar, aparte de mí?”. Por ende, en las últimas cartas específicamente escribió, directo del Rey que “los judíos” deben estar listos. Por el contrario, en las primeras cartas no escribió específicamente “los judíos”. Por eso, tenían la fuerza para reclamar.
El hecho es que esta fuerza fue dada, porque uno no debe justificar ningún deseo de recepción de las Luces, para extender las Luces superiores hacia abajo, pues el trabajo entero consiste de otorgar. Por lo tanto, al darle fuerzas a Hamán, específicamente desea las Luces mayores, tal como lo atestigua su nombre “Hamán el Agagita”, que esel Gag (heb: Techo) del grado, que es GaR.