148. Los escrutinios de amargo y dulce, y de verdadero y falso
Existe un discernimiento llamado “amargo y dulce”, y existe otro llamado “ferdad y mentira”. El discernimiento de “verdad y mentira” se encuentra en la mente, y el de “amargo y dulce” radica en el corazón. Por eso se debe prestar atención al trabajo del corazón, para que este esté dirigido hacia otorgar y no hacia recibir.
Por naturaleza, lo único que el hombre percibe como dulce es la recepción, y el otorgamiento es percibido como amargo. Y el Trabajo de pasar de la recepción al otorgamiento se llama “el Trabajo del corazón”.
Por otra parte, la mente discierne entre “verdad y mentira”. Y para esto necesitamos trabajar por medio de la fe; es decir, creer con plena fe en los sabios. Esto se debe a que el trabajador no puede determinar con plena certeza por sí solo si algo es verdadero o falso.