162. Acerca del Jazak que decimos después de completar la serie
El Jazak [28] que decimos después de completar la serie significa que el estado de plenitud debe darnos la fuerza necesaria para completar todos los grados. Del mismo modo que el cuerpo tiene 248 órganos y 365 tendones, el alma también tiene esta cantidad de canales que suman 613, por los cuales se pasa la abundancia, que esta extiende hacia sí. Y estos canales se abren por medio de la Torá. En la medida que no estén todos estos canales abiertos, aunque aparezca una sola deficiencia en un grado particular, este grado particular se encuentra incluido en el todo.
De este modo, si falta un elemento del todo, ese mismo discernimiento también estará faltando respecto de cada individuo, y estos se habrán de encarnar gradualmente según el orden de los grados. Y cuando queden completados, se habrá llegado al final de la corrección. Antes de esto emergerán y habrán de corregirse uno por uno.
Ahora podemos entender lo que nuestros sabios dijeron: “la Torá precede al mundo”. Significa que antes de que apareciera la limitación del mundo, la Torá ya estaba allí.
¿Y entonces cómo pudo brillar dentro del mundo, que representa un límite? Lo que sucede es que la Torá brilla a modo de “uno después del otro”. Y cuando se completan todos los discernimientos, uno debe abandonar este mundo, pues ya habrá cosechado todo lo que había de aprehender de la Torá. Por ende, cada final nos debe brindar las fuerzas necesarias para seguir avanzando. Y los cinco libros de la Torá corresponden a las siete Sefirot, que esencialmente son cinco, ya que Yesod y Maljut no son parte de la esencia, sino que sólo están incluidas (en el resto).
[28] La palabra hebrea “Jazak” significa “fuerte”, y alude a una bendición que se dice después de terminar cada uno de los cinco libros de Moisés que conforman el Pentateúco.