167. La razón por la cual se llama Shabat Teshuvá
La razón por la cual se llama “Shabat Teshuvá” (heb: Shabat del Arrepentimiento), es que (al final de los diez días de penitencia, en Yom Kipur, o Día del Perdón) decimos “por un pecado”. Y todo aquel que examine el sentido de la frase “por un pecado” no encontrará su sitio allí en al menos un sesenta por ciento; y apenas cuarenta por ciento podrá llegar a ser explicado y justificado; quizás exista allí una duda que él no esté sintiendo. Pero en (al menos) un sesenta por ciento, definitivamente no habrá de encontrarse a sí mismo.
Esta es la razón por la cual existe la virtud del Shabat: la Luz del Shabat puede brillar y manifestarse para que uno pueda encontrarse a sí mismo en todo el cien por ciento del “por el pecado” que le fuera dado solamente a él, y no a los demás. Pero sin la Luz, no podemos sentir.
Por eso se le llama “Shabat Teshuvá”. El Shabat es bueno para la Teshuvá (heb: Arrepentimiento), para que uno pueda sentir el pecado. Esto se debe a que primero debemos confesar el pecado, y luego debemos pedir perdón. Pero si dijéramos “por un pecado” sin sentir el pecado, ¿qué clase de confesión sería esta? Después de todo, con el corazón estaríamos negando el pecado. Y la confesión que se realiza con la boca, pero sin la aceptación del corazón, no vale nada.