229. Los bolsillos de Hamán
Acerca de comer los “Hamán Tashim”, o sea, los “Bolsillos de Hamán” [33], dijo que comemos los Bolsillos de Hamán, ya que “el hombre debe embriagarse en Púrim hasta no poder distinguir entre el malvado Hamán y el bendito Mordejay”.
Esto es, para que podamos recordar que Hamán no nos dio más que bolsillos, o vasijas, pero no el contenido. Quiere decir que sólo es posible recibir los Kelim (heb: Vasijas) de Hamán, y no las Luces, que vienen a ser el contenido o parte interna. La razón de esto es, que las vasijas de recepción se encuentran en el dominio de Hamán, y es esto de lo cual debemos despojarlo.
No obstante, es imposible atraer las Luces con los Kelim de Hamán. Esto se puede hacer concretamente con los Kelim de Mordejay, que son vasijas de otorgamiento. Pero las vasijas de recepción están restringidas. Y esto está explicado así en el siguiente versículo: “Ahora Hamán dijo con su corazón: ‘¿A quién se deleitará el rey honrando aparte de mí?’”.
Esto viene a ser “un verdadero deseo de recibir”. Por eso dijo “que traigan un manto real con el que se haya vestido el rey, y un caballo en el cual el rey haya montado y en cuya cabeza se haya colocado una diadema real”. Pero en realidad, las vasijas de Hamán, que son las vasijas de recepción, no reciben nada a causa del Tzimtzum (heb: Restricción). Todo lo que tiene es un deseo y una carencia; es decir, sabe cómo pedir. Por eso está escrito “Entonces el rey dijo a Hamán: ‘Toma presto el manto y el caballo como has dicho, y hazlo así con el Judío Mordejay (heb: Mardoqueo)’”.
Esto recibe el nombre de “las Luces de Hamán dentro de las vasijas de Mordejay”, o lo que es lo mismo: dentro de las vasijas de otorgamiento.
[33] Los “Bolsillos de Hamán” conocidos como “Orejas de Hamán”, que es una pasta tradicional de Púrim.