238. Feliz es el hombre que no se olvida de Ti, y el hijo del hombre que se esfuerza por Ti
“Feliz es el hombre que no se olvida de Ti, y el hijo del hombre que se esfuerza por Ti” (suplemento de la plegaria de Rosh haShaná). Cuando uno avanza a través del camino de la blancura, siempre debe recordar que todo lo que ha obtenido ha sido sólo a causa de haber asumido el discernimiento de la negrura. Y debe esforzarse precisamente en el “por Ti”, de acuerdo con “y todos ven que Él es un Dios de fe”, aunque de momento no vea ningún lugar donde pueda trabajar por medio de la fe, por el hecho de que todo le está siendo revelado directamente. No obstante, debe creer “por encima de la razón” que todavía hay donde creer y poner en uso su fe.
Y este es el significado de “Y los hijos de Israel vieron la gran Labor… y creyeron en el Señor”. De este modo, aunque adquirieron el discernimiento de “vieron”, que alude al hecho de ver, todavía tenían la fuerza de creer a través de la fe.
Y esto requiere un esfuerzo mayor, de lo contrario, uno pierde el grado en el que se encuentra.
Como Libni y Shimei. Esto quiere decir que, de no ser así, uno podría escuchar Torá y Mitzvot (preceptos) precisamente en un momento de blancura; esto es una especie de condición. Pero uno debe escuchar incondicionalmente. Por eso, en un tiempo de blancura, uno debe tener cuidado con mancillar la negrura. Y esto es suficiente para el que entiende.