Autor:
Rabbi Yehuda Ashlag
¿En torno a qué gira esta sabiduría? Los
rostros, las Sfirot y los mundos. Dos órdenes: de arriba-abajo y de
abajo-arriba. Nombres abstractos, la realidad en la sabiduría de la
Cabalá. Valores terrenales y nombres corpóreos en los libros
cabalísticos.
Ley de la raíz y la rama en relación a los
mundos. El lenguaje cabalístico es el lenguaje de las ramas. La
entrega de la sabiduría de un sabio cabalista a un estudiante que
comprende por sí mismo. Nombres extraños al espíritu humano.
Antes de empezar a explicar el
significado/importancia de la sabiduría cabalística, como muchos lo
hicieron antes, primero encuentro necesario explicar correctamente
la esencia de esta sabiduría, que a mi entender pocos la saben.
Por supuesto que no se puede hablar primero del
significado/importancia de una cosa sin saber de qué se trata
concretamente la esencia de esta sabiduría, que a mi entender pocos
la saben.
También, siendo esta sabiduría ancha y profunda
como el mar, trataré por todos los medios y con todo el conocimiento
que tengo, de dar una explicación coherente e iluminarla de manera
que toda persona pueda sacar las conclusiones correctas, sin dar
lugar a equivocaciones por parte de los lectores, como es común en
estos casos.
En torno a qué gira la sabiduría de la Cabalá
Una pregunta como esta, la pregunta toda
persona inteligente y para contestarla daré una definición fiel y
conservadora: que la sabiduría es ni mas ni menos que un orden de
raíces que se comBinán con las leyes de "principio y continuación”
(leyes de causa-y efecto) y “leyes fijas y absolutas”, que tienen un
objetivo superior, el descubrimiento de Su divinidad a los creados
en este mundo. Esto es para todos y para cada uno. Para "todos"
porque toda la humanidad está comprometida en forma determinante a
llegar a esta medida de desarrollo, el descubrimiento de Su
divinidad, como está escrito "porque la tierra será llena del
conocimiento de D’s como cubren la mar las aguas" (Isaías 11,9). "Y
no le enseñará uno al otro el conocimiento de D’s, porque todos me
conocerán, de pequeños a grandes " (Isaías 31), "Y no se ocultará Tu
Maestro y tus ojos verán a Tu Maestro " (Isaías 30).
En lo que respecta a "cada uno", porque antes
de que toda la humanidad llegue a ese punto de perfección, en cada
generación habrá alguien muy especial que llegue a ese punto de
sabiduría, el descubrimiento de Su divinidad, son los profetas y los
hombres de nombre, como dijeron nuestros Sabios Z"L, (Bereshit Raba-
Cap.74 ): " No hay generación que no tenga alguien como Abraham y
Yaacov", porque como vemos, la Divinidad de D’s se encuentra en
todas las generaciones y en nuestros sabios se puede confiar.
Los Rostros, las Sfirot y los mundos
De acuerdo a lo dicho, se presenta otra
pregunta: ¿qué significa el gran número de rostros, Sfirot, y todas
las interacciones variables, de las cuales están llenas los libros
de Cabalá?
La respuesta es que si tomamos el cuerpo de una
pequeña criatura viviente, cuyo único fin es el de alimentarse para
poder sobrevivir en el mundo un determinado tiempo, con el propósito
de reproducirse y cuidar de su especie, veremos que está compuesto
en forma complicada por una serie de miles de venas y ligamentos,
como descubrieron los hombres de ciencia (fisiólogos y anatomistas)
y por decenas de millones que aún no han sido descubiertos. De esto
podemos entender cuál es la magnitud de la comBináción de cosas y
canales que debe haber para descubrir el objetivo en su totalidad
(el creado).
Dos órdenes: de arriba hacia abajo y de abajo hacia arriba
En su totalidad, esta sabiduría se divide en
dos órdenes paralelas e iguales como dos gotas de agua .No hay
diferencia entre ellos, solamente que el orden primero desciende de
arriba a este mundo, y el segundo orden empieza en este mundo y va
de abajo hacia arriba siguiendo exactamente todos los caminos y
comBináciones que se anotaron en su raíz en el momento de su
descubrimiento y revelación de arriba hacia abajo.
Al primer orden se le llama en términos
cabalísticos “el orden de los mundos”, los rostros y las Sfirot,
sean los mundos fijos o cambiantes. El segundo orden se llama
"Hasagot" o la escala de la profecía y del Espíritu Divino, y el
hombre, que es merecedor de ello debe pasar por los todos los
caminos para alcanzar el objetivo determinado en cada uno de sus
niveles, lentamente y de la misma manera que cuando fueron dados o
emanados en su revelación de arriba hacia abajo. Esto sucede así
porque la revelación de Su divinidad no apareció rápidamente, como
aparecen los objetos materiales, sino que aparece en continuidad, en
un tiempo determinado, que depende de la pureza del que lo quiera
conseguir, hasta que se le revelan todas los niveles, que fueron
ordenados con anterioridad de arriba hacia abajo. Los niveles están
ordenados uno atrás de otro, uno arriba de otro, como los peldaños
de la escalera.
Nombres abstractos
Las personas creen que todas las palabras y los
nombres en la sabiduría cabalística son nombres abstractos, ya que
la Cabalá se ocupa de la divinidad y de la espiritualidad, que están
por encima del lugar y del tiempo y que ni siquiera la imaginación
pueden controlar. Por ello determinaron que cualquier nombre que se
utiliza en esta sabiduría deberá ser abstracto, y aún más que
abstracto. Pero esto no es real, sino que es todo lo contrario. La
sabiduría cabalística no utiliza nombres que no estén de acuerdo con
su practicidad y realidad, y ésta es una ley de hierro para todos
los cabalistas: " todo lo que no se puede conseguir no puede ser
definido con palabras o nombres". Y esto es para que sepamos que la
palabra "Hasaga", que es el último peldaño en la escalera de la
comprensión, viene de "tasig iadeja", todo lo que tu mano consiga,
tome. Esto explica que hasta que algo no este aclarado totalmente
como si estuviera tomado entre las manos, los cabalistas no le dan
el nombre de Hasaga sino que lo llaman comprensión, cultura o
nombres parecidos.
La realidad en la sabiduría de la Cabalá
También en la realidad fisica, la de nuestros
sentidos, hay cosas reales que a pesar que no las entendemos, como
la electricidad y el magnetismo que se denominan fluidos, nadie
diría que no son reales desde el momento que sabemos cómo funcionan
y no nos importa que no sabemos nada al respecto. Esos nombres son
tan reales y cercanos a nosotros, que hasta los niños pequeños
conocen, como el nombre de la electricidad, los nombres del pan y
del azúcar.
Pero si queremos profundizar más, les diría que
así como no podemos entender al Creador en lo mínimo, de esta misma
manera no podemos entender a Sus creados. Sólo conocemos a nuestros
amigos y cercanos, aquellos que podemos tocar con nuestras manos.
Este conocimiento es un conocimiento de "acción", o sea, las
acciones que nacen y que resultan de la interacción de nuestros
sentidos con los sentidos de nuestros conocidos, lo cual nos
satisface, a pesar de que no entendamos la esencia de ellos. Tampoco
conocemos nuestra esencia, lo único que conocemos de ella es el
proceso de acciones (y la interacción de las mismas) que emanan de
nuestra esencia.
Ahora podemos entender fácilmente, que todos
los nombres que están en los libros cabalísticos son reales, a pesar
de que no entendamos al respecto. Los que los utilizan, los conocen
lo suficiente, o sea que conocen las acciones que son resultado de
la interacción de la Luz superior. Y esto es más que suficiente, por
lo cual, el principio: " Todo lo que sale de Su Providencia, bendito
sea, y llega a toda la realidad de la naturaleza de la Creación, es
suficiente". Porque a nadie se le ocurriría pedir un sexto dedo en
la palma de su mano, porque con cinco le es suficiente.
Valores terrenales y nombres corpóreos en los
libros cabalísticos
Asimismo, toda persona lógica, comprende que
cuando tratamos un tema espiritual y no debemos mencionar a D’s, no
tenemos palabras ni letras para expresarlo.
Porque todas nuestras palabras están compuestas
por letras de la imaginación y los sentidos, las cuales no nos
pueden ayudar. Tomemos por ejemplo, la palabra más simple que se
puede utilizar en esos textos, como " Luz Superior", o " Luz
Simple”, también esta Luz está prestada por la Luz del sol o la Luz
de una vela, o por la satisfacción de una persona cuando resuelve
algún conflicto. ¿Y cómo utilizarlas cuando hablamos de aspectos
espirituales o de los Caminos Divinos? Estas palabras serán vacías y
falsas. En los textos cabalísticos, en donde prima la característica
de dar y tomar (masa umatan), debe el estudioso de la Cabalá
utilizar las palabras precisas para no confundir al lector, porque
si se equivocara en una sola palabra, causaría una gran confusión en
el lector, que no entendería todo lo que se dice antes o después de
dicha palabra y lo relacionado con ella. Esto lo sabe todo el que
lee y estudia libros cabalísticos.
Por ello nos preguntaremos: ¿cómo puede el
cabalista utilizar palabras no reales para explicar las relaciones
cabalísticas?, ya que es sabido que las palabras falsas no tienen
definición alguna y que la mentira no tiene pies para apoyarse.
Primero, debemos conocer la ley de la raíz y la rama en la
interrelación de los mundos.
La ley de la raíz y la rama en la interrelación de los mundos
Los sabios de la Cabalá encontraron cuatro
mundos, los cuales son denominados: Atzilut, Bria, Yetzirá, Asiyah (
Emanación, Creación, Formación, Acción), comenzando por el mundo más
alto llamado Atzilut (Emanación), hasta llegar al mundo físico y
concreto , llamado Asiyah (Acción).. La forma de estos mundos es
igual en todos sus detalles y aspectos. Todas las cosas que ocurren
en el primer mundo, todas ellas se encuentran en el mundo que está
abajo, sin ningún cambio y así sucesivamente en los mundos que
siguen hasta llegar a este mundo concreto.
No hay diferencia entre ellos. La única
diferenciación entre ellos es el nivel, que se manifiesta en el
contenido material, en los detalles que se encuentran en cada uno de
los mundos. El material o sustancia contenido en el mundo, primero
es más puro que en los mundos que vienen abajo de él. La sustancia
del segundo mundo está más engrosada que en el primer mundo, pero
más pura que en el mundo que está en un nivel más bajo que él. Y de
esta manera hasta llegar al mundo nuestro, en donde la sustancia es
la más engrosada y más oscura, en relación a los mundos que lo
anteceden. La forma de lo que lo compone y todo lo que les ocurre
son iguales en todos los mundos, la relación cantidad y calidad no
tiene diferenciación.
Esto se compara con un sello y un objeto que es
sellado, que todas las formas del sello pasan completamente y en
todos sus detalles al objeto sellado. Así es en los mundos, cada
mundo inferior lleva el sello del mundo que está arriba de él y
todas las formas y detalles que hay en el Mundo Superior son
copiadas en cantidad y calidad al mundo inferior, de manera que no
hay detalle que esté en el mundo inferior que no se encuentre en el
Mundo Superior, de igual manera como dos gotas de agua, y esto se
llama la raíz y la rama. Lo cual quiere decir que el mismo detalle
que está en el mundo inferior, está en condición de rama en relación
al Mundo Superior, que es la raíz de todo detalle inferior, porque
la rama está formada y existe desde la raíz.
Esta es la intención de nuestros sabios Z"L,
cuando dijeron: "Cada hierba de abajo tiene Mazal (fortuna) y un
guardián de arriba que le ordena y le dice crecer; es decir, que la
raíz, llamada Mazal, le obliga a crecer y recibir todas las
características, en cantidad y calidad, como el sello y el sellado
explicado anteriormente.
Esta es la ley de la rama y la raíz. Es
aplicable a todos los detalles de nuestra realidad y ocurre en cada
mundo, en relación al Mundo Superior que le sigue.
El lenguaje cabalístico es el lenguaje de las ramas
Las ramas nos revelan los ejemplos que les han
sido dados por las raíces en los mundos superiores, ya que no hay
realidad en el mundo inferior que no venga del Mundo Superior
inmediato a él. Y como en el ejemplo del sello y del sellado, la
raíz del Mundo Superior obliga a su rama, del mundo inferior, a
revelarse en toda su forma y contenido, y a esto dijeron nuestros
sabios: Mazal del Mundo Superior, que le corresponde a la hierba en
el mundo inferior, le ordena a esa hierba y la obliga a crecer de
acuerdo a sus condiciones. Por lo que cada rama en este mundo define
perfectamente su ejemplo en el Mundo Superior.
Por ello, los sabios de la Cabalá encontraron
un vocabulario determinado, suficiente y específico, es el lenguaje
hablado entre ellos y les es asombrosamente útil. Pueden hablar de
las raíces espirituales en los mundos superiores, cuando solamente
se refieren a la rama inferior concreta en este mundo, la cual está
determinada por los sentidos físicos, y el que escucha entiende que
se refieren a la raíz superior de la cual esta rama física depende y
lo entiende por su cuenta.
Esta es la característica del lenguaje que
utilizan los sabios de la Cabalá. A través de éste son transmitidas
las expresiones espirituales de uno a otro, de generación a
generación, en forma oral o escrita, y se entienden entre ellos de
manera satisfactoria. No es posible equivocarse, porque cada rama
tiene su determinación natural y especifica a ella. También la raíz
que le corresponde en el Mundo Superior tiene también su
determinación específica.
Debemos saber que el lenguaje cabalístico de
las ramas es el más fácil para explicar términos de la Cabalá. Es
más fácil que otros lenguajes. Estos lenguajes confunden al público
en su uso, porque de tanto que usan las palabras, éstas pierden su
significado y así resulta difícil explicar y transmitir ideas.
Esto no sucede con el lenguaje cabalístico de
las ramas, cuyos términos fueron tomados de los nombres de la
Creación y de sus eventualidades, que están determinadas en las
leyes de la naturaleza y que no cambian nunca.
Por ello quien lee o escucha no se equivocará
nunca en entender las palabras, porque las leyes naturales no
cambian nunca. La entrega de la sabiduría de un sabio cabalista a un
estudiante que entiende por sí mismo.
Así escribió el Rambam en el prólogo a su
comentario a la Torá: " Todo el que lee este libro no entenderá lo
que yo escribo, si no le es explicado por boca de un cabalista que
entiende por sí mismo". Lo mismo escribe el rabino Jaim Vital Z"L.
Nuestros sabios, en Jaguiga 11, nos dicen: "No
debe pedirse la carroza ante personas que no sean sabias y entiendan
por sí mismas". Por lo cual, entendemos que la enseñanza deberá
venir de un sabio cabalista y que el que estudia deberá ser también
sabio y entender por sí mismo y aunque fuera la persona más buena y
justa, pero no es sabia ni entiende por sí misma, está prohibido
enseñarle. Entonces, surge una pregunta: Si es sabio y entiende por
su cuenta, ¿para qué tiene que aprender de otros?
Ahora se comprenderá más fácilmente lo que se
ha dicho con anterioridad.
Dijimos que con las palabras que conocemos no
se puede explicar ningún tema espiritual y divino, que están fuera
del alcance del lugar y del tiempo. Por ello, existe el lenguaje de
las Ramas, que están relacionadas con sus raíces superiores.
Este lenguaje es más adecuado, en comparación a
otros lenguajes para intercambiar ideas en los estudios cabalísticos
.Y es así que el que escucha y es sabio, entiende la relación entre
ramas y raíces, porque estas relaciones no se pueden explicar de
abajo hacia arriba, lo cual significa que mirando las ramas
inferiores no es posible encontrar ninguna línea para comprender a
las raíces superiores. Por el contrario, de lo superior se estudia
lo inferior, se empieza consiguiendo las raíces superiores en su
medida de espiritualidad y cuando éstas son conseguidas en su
totalidad, puede el estudiante ver las ramas concretas en este mundo
y saber cómo cada rama se relaciona con su raíz en el Mundo Superior, de acuerdo a un orden en cantidad y calidad.
Cuando el estudiante sabe todo esto y lo
entiende perfectamente, encuentra un lenguaje en común con su
Maestro, y es el lenguaje de las "Ramas". De acuerdo con este
lenguaje el cabalista podrá transmitir al estudiante todos los
estudios relacionados con los mundos superiores espirituales, lo que
el mismo recibió de sus maestros, lo que el aprendió por sí mismo,
porque ahora tienen un lenguaje en común y se entienden entre sí.
Dado que el estudiante no es sabio y no
comprende por su cuenta, no entenderá el lenguaje ni la relación
entre las raíces y las ramas, por lo cual el maestro no podrá
explicarle ni una sola palabra de esta sabiduría espiritual. No
podrán discutir temas de Cabalá porque no tienen un lenguaje en
común para utilizar entre ellos, y es como estar entre mudos. Así,
no se enseñan las Obras de la Carroza, que es la sabiduría
cabalística, sino es que el estudiante es sabio y entiende por su
cuenta.
Es aquí donde surge otra pregunta: ¿Cómo es que
el estudiante es lo suficientemente sabio para entender la relación
existente entre rama y raíz a través del estudio de las raíces
superiores? Y la respuesta es que debe el hombre tener la ayuda
divina, ya que el que encontró agrado en los ojos de D’s , es
favorecido con sabiduría, comprensión y conocimiento para saber
estudios superiores. Ayuda así no se puede conseguir de una persona
de carne y hueso. Por ello, después de haber hallado gracia ante los
ojos de D’s y Su Providencia divina, el estudiante está listo para
recibir toda la sabiduría cabalística de boca del sabio, porque
ahora tiene con él un lenguaje en común. No existe otra forma.
Nombres extraños al espíritu humano
Por todo lo expresado anteriormente se
comprenderá por qué en los libros cabalísticos aparecen nombres que
son extraños al espíritu humano. Y estas expresiones son más
frecuentes en los libros como el Zohar, los Tikunim y los libros del
Ari Z"L .
Esto es sorprendente. ¿Por qué utilizaron
nuestros sabios palabras tan bajas para explicar temas tan altos y
sagrados? Pues a medida que se va conociendo lo anteriormente
explicado, se comprenderá el tema como es debido. No se puede
explicar esta sabiduría de manera alguna, sino sólo mediante el
lenguaje de las "Ramas", en relación con sus raíces superiores.
Está entendido que no se puede abandonar
ninguna rama por más baja que sea, porque no hay otra rama que ocupe
su lugar. Como no hay dos cabellos que salgan de un sólo folículo,
no hay dos ramas que se relacionen a la misma raíz. Si dejamos
afuera una rama y no la utilizamos para explicar la idea espiritual
del Mundo Superior, perdemos esta idea y de esta manera dañamos a
toda la sabiduría. Es como perder un eslabón en una cadena.
No hay otra sabiduría en el mundo como la
Cabalá, en la cual todos los temas están unidos entre sí, desde el
principio al fin, como los eslabones de una cadena, que al perderse
un sólo eslabón, por más pequeño que sea, toda la sabiduría se
oscurece, se daña, ya que sus temas están unidos fuertemente entre
sí y forman un todo.
Por lo tanto, no es extraño que los
sabios cabalísticos utilicen términos extraños, porque no tienen el
derecho de elegirlos libremente y no pueden cambiarlos por mejores o
peores. Tienen que utilizar con precisión la rama que define a la
raíz superior, con mucha exactitud y también explicar los temas de
manera específica, para que así la reciban sus amigos que estudian
la sabiduría.
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