T�picos examinados
en esta lecci�n:
1. Tres fuentes: Rashbi, Ari, Baal HaSulam
2. Las cuatro fases
3. Dar por el fin de otorgar
4. El invitado y el anfitri�n
5. Equipar�ndose con el Creador
6. La libertad de elegir
7. La primera restricci�n
8. Las ra�ces de la Creaci�n
9. La estructura de la configuraci�n espiritual: Partzuf
10. Satisfacer el deseo de recibir
Nuestro
conocimiento de los mundos espirituales fue dado por gente que tuvo
el control para desarrollar una percepci�n de los mundos superiores
y describi� los mecanismos y estructuras de aquellos mundos en sus
escritos. Los m�todos del establecimiento del contacto con estos
mundos fueron tambi�n transmitidos. Esta herencia nos permite entrar
a los mundos espirituales, adquirir un conocimiento completo,
percibir la perfecci�n completa, comprender el objetivo de la
Creaci�n y as�, nuestro prop�sito existencial, mientras a�n vivimos
en este mundo.
Este curso del
Rav Dr. Laitman est� basado en tres fuentes: "El Zohar" del
rabino Shimon Bar Yochai escrito en la segunda centuria de la era
cristiana, los trabajos de Ari (el rabino Y. Luria) un cabalista que
vivi� en Safed en el siglo 16, y finalmente los trabajos del rabino
Yehuda Ashlag (Baal HaSulam), quien vivi� en la mitad el siglo 20.
Estos tres
cabalistas son una misma alma que reencarn� varias veces para
ense�ar un m�todo actualizado que llevara al dominio de los mundos
espirituales, y, por consiguiente, facilitar el estudio de la Cabal�
para las generaciones futuras.
Esta �nica alma
alcanz� su m�s alto nivel durante su �ltima reencarnaci�n, dando
vida al rabino Yehuda Ashlag (Baal HaSulam). Durante su viaje a
trav�s de nuestro mundo esta alma fue capaz de proveer explicaciones
de las estructuras de los mundos espirituales empezando con el m�s
alto de los grados, desde el nacimiento del primer ser arriba hasta
la finalizaci�n de la correcci�n del universo.
El rabino Yehuda
Ashlag explica que "la Luz que emana del Creador" representa el
deseo de crear seres y satisfacerlos. Esta fase se refiere a la Fase
Ra�z o Fase 0. En hebreo, es llamada Bejin� Shoresh o Keter, tal
como se muestra en la figura 1.
Figura 1. Las Cinco Behinot
Despu�s esta Luz
crea una Vasija cuyo deseo de recibir se corresponde perfectamente.
La Luz llena la Vasija y la satisface. Esta es la Fase 1, Bejin�
Alef o Jojm�.
El atributo de
esta Luz es dar, llevar el placer, mientras el atributo de la Vasija
consiste en recibir, experimentar placer. Sin embargo, cuando la Luz
entra a la Vasija, empieza a transferir a la Vasija sus atributos y
la Vasija desea ser como la Luz; en vez de querer recibir, ahora
quiere dar sin restricci�n. En este estadio, la Vasija desea ser
como la Luz, dar sin restricci�n y, por consiguiente, rechaza
recibir porque no tiene nada que dar. Esta fase es llamada Fase 2,
Bejin� Bet o Bin�.
Estando vac�a de
Luz, la Vasija empieza a considerar que el objetivo de la Luz es
crear una Vasija y satisfacerla. Claramente, la Vasija puede
solamente experimentar placer si recibe una porci�n de la Luz.
La pr�xima fase
corresponde al deseo de recibir, digamos, diez por ciento de la Luz,
de placer, pero con una intenci�n virada hacia el Creador (otorgamiento).
Este proceso es en hecho una fase mezclada, Fase 3, Bejin� Gimel o
Zeir Anpin.
Despu�s de haber
alcanzado dicho estado, que consiste de estos dos elementos
antagonistas, la "Vasija – Deseo" comprende que es m�s natural y
mejor recibir que dar sin restricci�n. El atributo original de
recibir y regocijarse est� reencendido. La Luz de Hassadim, la cual
ha llenado solamente el diez por ciento de la Vasija, no puede
transferir a la Vasija el atributo de dar sin restricci�n, lo cual
lleva a la predominancia del atributo original de recibir.
Como resultado, la
Vasija decide que debe llenarse a s� misma con un cien por ciento de
placer, recibir la Luz entera. Esta es la Fase 4, Bejin� Dalet o
Maljut. Tal Vasija completamente llena es definida como una
verdadera o genuina creaci�n puesto que sus deseos provienen de
dentro de s� misma, la cual es diferente a la Fase 1, en la cual no
hay deseos independientes de su propiedad, estando llena con la Luz
porque el Creador as� lo dese�.
S�lo la Fase 4 es
la verdadera elecci�n de recibir la Luz que emana del Creador, est�
hecha por el mismo ser creado. El primer deseo, recibir placer de la
Luz, nace dentro del ser creado.
Como se muestra en
la Figura 2, Jojm�, Bin�, Zeir Anpin y Maljut son las cuatro fases
de la emanaci�n de la Luz. La Luz de Keter que emana del Creador
est� destinada a formar el deseo de recibir o la verdadera creaci�n.
Figura 2. Las cuatro fases de emanaci�n de la Luz
"No hay nada en
este mundo excepto el deseo del Creador de satisfacer y el deseo del
ser creado de recibir aquel placer". Todo est� fundamentado en esto.
La Creaci�n entera en todos sus estados posibles de desarrollo (inanimado,
vegetativo, animado y "hablante") desea recibir una chispa de la
Luz, de recibir placer.
El Creador ha
formado la Creaci�n, as� es que por encima de recibir la Luz, puede
experimentar infinito y eterno placer, no de manera ego�sta, m�s
bien de una manera perfecta y absoluta. Si la Luz entra a la Vasija
y la llena completamente, esta Vasija no puede por m�s tiempo
recibir el deseo, est� saturada por la Luz, y en la ausencia de un
deseo el placer muere.
S�lo es posible
recibir continuamente cuando no recibes para tu propio fin (te
regocijas por el fin de un proveedor). Entonces, la Luz que entra a
la Vasija no se neutraliza con el deseo de recibir.
Por medio de la
experiencia sabemos que cuando tenemos hambre y empezamos a comer,
despu�s de cierto plazo no sentimos por m�s tiempo el hambre a�n
cuando se trate del m�s delicioso de los platillos.
El placer es
experimentado en la frontera entre el placer por s� mismo y el deseo
por �l. Si embargo, tan pronto el placer da paso al deseo y
empieza a satisfacerlo, este deseo lentamente se marchita. Y si este
placer es m�s fuerte que el deseo, �ste puede incluso llevar a la
repulsi�n.
�C�mo el placer
puede ser convertido en algo perfecto e ilimitado? Un esquema
espec�fico ha sido provisto por el Creador. Si el hombre siente
placer no por s� mismo, sino mientras satisface a otros, este placer
es infinito porque depende solamente de la cantidad de placer que
puede dar y a quienes esta d�ndolo. "A cuanta m�s gente d� placer,
m�s placer me hago sentir". Esta condici�n produce una eterna
existencia, la perfecci�n, lo cual es uno de los atributos del
Creador. Este es exactamente el estado que el Creador quiere
anunciarnos.
Si el ser creado
desea exclusivamente recibir, se encuentra a s� mismo atrapado en un
c�rculo vicioso. Puede sentir solamente todo lo que est� dentro de
�l. Si el ser creado pudiese sentir el placer del Creador desde el
regocijo de la Creaci�n, experimentar�a el placer sin fin, tal como
una madre, quien sin ego�smo entrega a sus hijos.
El esquema �ptimo
se corresponde con la perfecci�n. La Luz no transmite solamente un
placer simple, sino incluye el placer procurado por un conocimiento
ilimitado, existencia infinita, auto-conocimiento y auto-an�lisis,
un sentimiento de eternidad y armon�a, el cual penetra todo.
El esquema ideal
que incluye el Creador derrama inflexiblemente la Luz sobre el ser
creado. El ser creado acepta recibir la Luz s�lo si por hacerlo
satisface al Creador. Este sistema es referido como Luz Devuelta o
Luz Reflejada, como opuesta a la Luz Directa que emana del Creador.
Para que este
esquema funcione, debe existir ante todo un deseo que atraiga la Luz
Directa hacia el ser creado. En segundo lugar, el ser creado debe
localizar una Cortina en el camino de la Luz. Esta Cortina previene
la experiencia del placer por el fin propio y permite al ser creado
recibir placer, pero s�lo en la proporci�n que pueda dar por el fin
del Creador. Entonces, el ser creado llega completamente a ser como
el Creador.
En otras palabras,
el siguiente intercambio toma lugar: el Creador procura placer al
ser creado quien acepta con la condici�n exclusiva que por hacerlo
as� satisfaga al Creador.
Baal HaSulam cita
el ejemplo muy simple y eterno del invitado y el anfitri�n. El
anfitri�n presenta a su invitado una mesa llena de exquisiteces. El
invitado se sienta pero no se atreve a comer porque no quiere estar
en una posici�n de recibir y no est� seguro si el anfitri�n es
sincero en su deseo de satisfacerlo. El invitado est� turbado porque
tiene s�lo que recibir mientras el anfitri�n dar. Esto es porque el
invitado rechaza lo que es ofrecido con el objetivo de comprender el
verdadero deseo del anfitri�n.
Si el anfitri�n
insiste, rogando a su invitado hacer honor a la comida y d�ndole
confianza en que estar� muy complacido si lo hace, entonces el
invitado empezar� a comer. Lo har� porque est� convencido en que
satisfar� al anfitri�n y no por mucho tiempo sentir� que est�
recibiendo del anfitri�n sino d�ndole (le entrega placer).
Los papeles han
sido invertidos. Incluso si es el anfitri�n, el que prepar� toda la
comida y act�a como el convidador, claramente comprende que el
cumplimiento de su deseo de satisfacer depende �nicamente de su
invitado. El invitado posee la llave del �xito de la cena y por
consiguiente, domina la situaci�n.
El Creador
especialmente ha hecho al ser creado en una situaci�n tal que bajo
la influencia de la Luz se sentir� avergonzado de s�lo recibir. El
ser creado, usando su libertad de libre albedr�o, alcanzar� un nivel
donde el placer no es experimentado de forma ego�sta y de esta
manera, satisfacer al Creador. En este caso el ser creado se iguala
al Creador, Maljut asciende al nivel de Keter y adquiere atributos
divinos.
Estos atributos
divinos, estos sentimientos est�n m�s all� de la descripci�n y no
podemos concebirlos. La entrada a los mundos espirituales por
adquirir s�lo un grado de similitud con el Creador ya significa
eternidad, placer absoluto y logro.
La ciencia de la
Cabal� estudia el desarrollo de la Creaci�n. Describe la ruta a lo
largo de la cual nuestro mundo y todos los otros mundos, el universo
completo, deben andar mientras se logra su progresiva correcci�n
(Tikun) para alcanzar el nivel del Creador, el �ltimo grado de
perfecci�n y eternidad. Necesitamos emprender este trabajo de
correcci�n mientras vivimos en este mundo, en nuestras
circunstancias diarias y ataviados con nuestro cuerpo.
los cabalistas han
alcanzado este grado de perfecci�n y lo describen para nosotros.
Todas las almas sin excepci�n deben alcanzar este nivel �ltimo a su
debido tiempo. La reencarnaci�n de almas en nuestro mundo se llevar�
a cabo hasta que la �ltima haya completado su camino. S�lo en
nuestro mundo es donde la correcci�n es posible con el objetivo
ulterior de entrar al mundo espiritual y eventualmente alcanzar el
Punto Cero o Keter.
�Podr�a este
proceso llevarse a cabo en una sola vida? No, esto es imposible.
Cuando una persona nace, recibe un alma que ya ha estado en este
mundo. Esta alma ha experimentado ciertos grados de correcci�n y ha
ganado experiencia. Esa es la raz�n por la cual la gente que nace
hoy es m�s h�bil y tiene m�s experiencia que las generaciones
previas. Est�n m�s preparadas para funcionar en condiciones
tecnol�gicas y culturales modernas, varias transformaciones toman
lugar en la sociedad moderna. En nuestra generaci�n, el deseo de
estudiar Cabal� ha llagado a ser m�s y m�s popular. Las almas han
ganado tal nivel de experiencia y han alcanzado tal comprensi�n
durante pasadas vidas que una persona de 20 a 25 a�os no puede
proseguir sin conocimiento espiritual. En el pasado, por el
contrario, solamente un pu�ado de entre millones vagamente sintieron
la necesidad por la espiritualidad.
S�lo en unos pocos
a�os ser� posible alcanzar el logro espiritual en el transcurso de
una vida. Este es el objetivo de la creaci�n que ha sido
predeterminado. Cada uno de nosotros es un fragmento del �nico y
mismo Maljut (el alma original) y estamos dotados de atributos
particulares y una parte espec�fica para desempe�ar en este mundo.
Por transformar sus atributos con la ayuda del sistema cient�fico de
la Cabal� cada fragmento ejecuta su correcci�n con el objetivo de
alcanzar su m�s alto grado.
La ruta del
fragmento est� predefinida desde Arriba. Todos nacemos en este mundo
con un alma particular y cualidades espec�ficas. Ninguno de nosotros
ha elegido nuestras almas con anticipaci�n. Nuestro camino tambi�n
est� predeterminado. Entonces, �qu� vamos a hacer?, �d�nde est�
nuestro libre albedr�o?, �de qu� forma somos seres inteligentes y no
simplemente elementos mec�nicos sobre quienes tales y cuales
acciones son consumadas?, �para qu� el Creador ofreci� expresarnos
por nosotros mismos?. �l lo hizo seg�n el requerimiento de una
condici�n importante: "Un hombre tiene que desear por s� mismo para
avanzar en la ruta de la correcci�n y elevaci�n y poder empujarse
en proporci�n a la fuerza con la cual estimula sus propios
deseos".
Cada uno de
nosotros tiene que empezar desde el punto de partida y
eventualmente alcanzar el punto final. No hay libre albedr�o para
esto. As� mismo, no hay libre albedr�o para el camino porque cada
uno tiene que atravesar todas sus fases y sentimientos y
progresivamente integrarlos por s� mismo. En otras palabras, debemos
"vivir" el camino.
La libertad
significa estar en concordancia con lo que sucede a lo largo del
camino, justificando cada paso y seleccionando la m�xima velocidad
para experimentar el proceso de correcci�n y enlazarse con el
Creador. Este es el �nico factor humano dependiente y es donde
radica la esencia de la Creaci�n: Desear por s� mismo para
deshacerse lo m�s r�pidamente de la condici�n inicial, la ruta que
el Creador le cre�, para experimentar una correcci�n de los
atributos y en el punto final unirse al Creador.
Dependiendo de
cu�nto el hombre exprese este deseo, puede ser llamado un hombre; de
otra manera, es una criatura totalmente impersonal. La Cabal� es la
�nica ciencia que ayuda al hombre a desarrollarse y a ser una
personalidad independiente, individual y verdaderamente libre.
Las cuatro fases
que llevan a la formaci�n de la Vasija (Kli) pueden ser
diferenciadas por su deseo de deleite (Aviut, espesor o tosquedad).
En la Fase 0 (Fase Ra�z) y Fase 1 este deseo est� ausente. Cuanto
m�s alejado est� el ser creado del Creador, m�s fuerte el deseo de
gozar, m�s tosco y ego�sta es, m�s quiere recibir.
La cuarta fase,
Maljut, es absolutamente ego�sta y este deseo resulta de su propia
decisi�n. Cada fase subsecuente contiene a la anterior: Keter est�
dentro de Jojm�, ambos est�n contenidos dentro Bin� y las tres
est�n dentro de Zeir Anpin. Maljut comprende las 4 fases previas.
Cada fase previa ayuda a la pr�xima y provee a su existencia.
La cuarta fase ha
recibido toda la Luz, la cual se llen� completamente. Sabemos que
cuando la Luz llena la Vasija con placer, la Vasija gradualmente
recibe de la Luz su atributo de dar. Maljut entonces empieza a
sentir que su atributo es completamente opuesto al atributo de la
Luz. Empieza a enterarse de su ego�smo comparado con el proveedor,
el cual engendra tal sentimiento de verg�enza que decide detener la
recepci�n de la Luz y quedarse vac�o.
El rechazo de la
Luz desde Maljut es denominado Tzimtzum Alef, la Primera
Restricci�n. Una vez que Maljut est� vac�o, un estado de equilibrio
con el dador se establece; ninguno de ellos recibe o da, no hay
placer rec�proco. Entonces, �c�mo es posible que Maljut se
iguale al Creador?.
Por imitaci�n del
ejemplo del invitado y el anfitri�n, Maljut empuja toda la Luz
ingresada porque no quiere sentirse como el receptor. Entonces,
establece la condici�n con la cual aceptar� una porci�n de la Luz,
aunque no para su propio gozo, sino porque quiere satisfacer al
Creador, sabe que el Creador desea su disfrute. La recepci�n de esa
manera es como dar, as� Maljut est� ahora en una posici�n de ser el
dador.
Podemos ver que la
Luz necesita experimentar las cuatro fases si un verdadero deseo es
tra�do a la vida. El mismo proceso toma lugar con todos nuestros
deseos cualquiera sean estos. Previo a la manifestaci�n de un deseo
dentro de nosotros, este deseo atraviesa todas las fases del
desarrollo de la Luz que emana del Creador, hasta que lo sentimos
finalmente. Ning�n deseo puede emerger sin la Luz. La Luz viene
primero, el deseo despu�s.
Examinemos la
estructura de la Creaci�n creada durante la Fase 4 (ver figura 3).
La Luz que emana del Creador es llamada Luz Directa (Or Yashar), la
Luz que Maljut empuja es llamada Luz Reflejada (Or Hozer) y
finalmente, la Luz que ingresa parcialmente dentro de la Vasija es
llamada Luz Interior (Or Pnimi).
Figura 3. La Vasija
Cuando el invitado
enfrenta al anfitri�n y la mesa llena de exquisiteces primero
rechaza todo, luego decide comer un poco con el objetivo de
satisfacer al anfitri�n a�n cuando querr�a engullir todo de una sola
vez. Esto significa que uno debe usar su deseo ego�sta de una manera
altruista. Cuando el invitado empieza a considerar las cosas,
comprende que no puede aceptar la cena completa por el fin del
anfitri�n, puede solamente aceptar una peque�a porci�n de ella.
Ese es el motivo
por el cual el ser creado, despu�s de haber desarrollado una
restricci�n, puede aceptar con altruismo una peque�a porci�n de la
Luz; digamos, un veinte por ciento empuja el ochenta por ciento
restante. La parte del ser creado que toma una decisi�n de cu�nta
Luz puede aceptar para el fin del Creador es llamada Rosh (cabeza).
La parte que acepta la Luz es llamada Toj (parte interna) y la
�ltima parte, la cual queda vac�a es llamada Sof (el final). �ste es
el lugar donde el ser creado ejecuta una restricci�n y no por mucho
tiempo acepta la Luz.
Diferentes
t�rminos son atribuidos a las diversas partes de la creaci�n usando
analog�as con el cuerpo humano. No hay t�rminos, r�tulos y n�meros
en los mundos espirituales. Es, sin embargo, m�s f�cil y conveniente
usar palabras.
los cabalistas han
elegido expresarse en un lenguaje muy simple: dando por hecho que
todo en nuestro mundo resulta de los mundos espirituales, en
concordancia con las conexiones directas que descienden desde Arriba
hacia Abajo, desde cada objeto espiritual a cada objeto en nuestro
mundo. Entonces, para todo lo que tiene un nombre en nuestro mundo
podemos tomar el nombre de un objeto de nuestro mundo y usarlo para
designar el objeto espiritual que lo engendra.
Tomemos el ejemplo
de una piedra en nuestro mundo. Hay una fuerza Arriba la cual genera
la piedra: por consiguiente, ser� denominada "piedra". La �nica
diferencia es que la "piedra espiritual" es una ra�z dotada de
atributos espec�ficos, la cual a su vez corresponde a una rama en
nuestro mundo llamada "piedra", un objeto material. As� es c�mo el
lenguaje de las ramas fue creado. Por medio de nombres,
denominaciones y acciones de nuestro mundo podemos aludir a
elementos y acciones en los mundos espirituales.
Ninguno de los
aut�nticos escritos de Cabal� menciona nuestro mundo, ni siquiera en
una palabra sencilla, aunque quiz�s usen el lenguaje de nuestro
mundo. Cada objeto de nuestro mundo se refiere a un objeto
correspondido en los mundos espirituales.
Por lo tanto, la
regi�n de un objeto espiritual responsable para el an�lisis y la
consideraci�n es llamada Cabeza (Rosh), ver figura 4. La parte de la
Cortina localizada arriba de Maljut y la cual permite a la Luz
entrar es llamada Boca (Peh). La parte a donde la Luz entra es
llamada Cuerpo (Guf). La l�nea que ejercita una restricci�n dentro
del Guf es llamada Ombligo (Tabur). La parte m�s baja la cual esta
vac�a de Luz es llamada Terminaci�n (Sium). Este objeto como un
conjunto constituye la Creaci�n, el alma, Maljut.
Figura 4. El Partzuf
As�, despu�s de
haber recibido un veinte por ciento de la Luz en Toj, la regi�n del
Guf donde la Luz es realmente filtrada, el Partzuf empieza a sentir
la presi�n ejercida desde fuera por la Luz Circundante (Or Makif).
Se dice: "Ven qu� placentero es aceptar una porci�n de la Luz, no
saben cu�nto placer queda afuera, s�lo traten de aceptar algo m�s".
Podemos entender que es mejor experimentar un poco de placer que
todo el placer. El placer ejerce presi�n desde afuera y desde
adentro y, por consiguiente, llega a ser mucho m�s dificultoso
oponerse.
A pesar de que no
haya estado aceptando algo de Luz de alg�n modo, el Partzuf podr�a
permanecer en ese estado por un largo tiempo, pero la Luz ejerce
presi�n desde adentro y desde afuera. Si el Partzuf acepta algo m�s
de Luz, significa que act�a por su propio deleite, porque la fuerza
de su resistencia al ego�smo se iguala solamente en un veinte por
ciento. El Partzuf se deteriora al hacerlo as�. Hizo la Primera
Restricci�n, no para actuar ulteriormente de tal manera. Esto ser�a
totalmente inapropiado. Hay una sola soluci�n la cual consiste en
rechazar la Luz con el objetivo de revertirse al estado inicial, la
manera que estuvo antes de aceptar la Luz (ver figura 4). Y esto es
exactamente lo que el Partzuf hace.
La presi�n
ejercida simult�neamente por Or Pnimi y Or Makif sobre el Tabur es
llamada "Bitush Pnim uMakif" (el golpe desde adentro y afuera).
�C�mo la extensi�n
de la Luz dentro del Guf (veinte por ciento en este caso) toma
lugar? La Cortina la cual estuvo inicialmente posicionada en el
nivel del Peh de Rosh (la boca de la cabeza), es bajada por la
presi�n de la Luz cerca de un veinte por ciento debajo del Peh
dentro del Guf, hasta que alcanza la l�nea del Tabur.
Cuando la Luz es
expulsada desde el Guf, la Cortina sube progresivamente desde el
Tabur al Peh de Rosh, apartando la Luz. Antes de la extensi�n de la
Luz dentro del Guf, el Partzuf tom� toda la informaci�n disponible
en el Rosh. Conoci� qu� tipo de Luz es, qu� clase de deleite trae,
supo qu� es su propio deseo y cu�n firme su fuerza est� opuesta al
deleite por su propio fin.
De acuerdo con
toda esta informaci�n as� como tambi�n con la informaci�n que
permanece desde el estado cuando el Partzuf estuvo lleno con la Luz,
y desde el estado que sigue a la restricci�n de la Luz, el Partzuf
mantiene memoria del pasado (una marca) la cual es llamada Reshim�.
�Qu� existe en lo
espiritual? Nada, excepto el deseo de gozar y los placeres para
satisfacer este deseo. La informaci�n acerca del deseo per se en el
Partzuf es denominada Aviut, y la informaci�n que corresponde a la
Luz, la cual se vestir�a a s� misma con un Kli (vasija) es llamada
Hitlabshut. Uno puede decir con justicia que existe s�lo el Creador
y la Creaci�n.
Desde el estado
previo siempre queda un Reshim� de Hitlabshut y un Reshim� de Aviut.
Estos dos par�metros son suficientes para definir el estado previo
del Partzuf. Despu�s de haber rechazado la Luz, un Partzuf sabe
precisamente qu� filtr� cuando la Luz se aloj� en su Guf. Con esta
experiencia sabe c�mo actuar y qu� clase de c�lculos tiene que
llevar a cabo.
El Partzuf
mostrado en la figura 5, comprende que no es posible por mucho
tiempo retener el veinte por ciento de la Luz. La decisi�n es tomada
para saborear el quince por ciento para el fin del Creador.
Figura 5. Los 5 Partzufim: Galgalta, AB, SAG, MA, BON
Para que esto
suceda, el Partzuf necesita bajarse un poco, por lo que su Rosh y
Peh ser�n ubicadas debajo del nivel del Partzuf previo. La Luz que
golpea la Cortina es apartada y quiz�s solamente un quince por
ciento ingrese.
�C�mo Hitlabshut y
Aviut est�n determinados? El c�lculo empieza en el Mundo de Ein Sof
(El Mundo del Infinito), donde Maljut (Aviut Dalet, Deseo del Nivel)
4) est� lleno totalmente con la correspondiente Luz (Hitlabshut
Dalet, Luz del Nivel 4). Este estado de Maljut est� caracterizado
brevemente por "Dalet – Dalet" y es designado por (4,4).
El pr�ximo Partzuf
retiene los datos que ahora son capaces de llenarlo a s� mismo con
Luz, la cual corresponde s�lo a Aviut Gimel, Deseo del Nivel 3 y as�
en adelante.
Cada uno de los
siguientes Partzufim baja su capacidad de llenar su Guf con la Luz
por el fin del Creador m�s y m�s.
En conjunto hay 25
Partzufim, los cuales emergen desde arriba hacia abajo. Cuando el
turno del �ltimo Partzuf llegue, su parte m�s baja atraviesa la
l�nea de separaci�n, la Barrera (Majsom) entre el mundo espiritual
y nuestro mundo, y empieza a brillar en nuestro mundo. Nuestro mundo
es un estado de Maljut caracterizado por la ausencia de una
cortina. |