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LECCI�N 1

T�picos examinados en esta lecci�n:

1. Tres fuentes: Rashbi, Ari, Baal HaSulam
2. Las cuatro fases
3. Dar por el fin de otorgar
4. El invitado y el anfitri�n
5. Equipar�ndose con el Creador
6. La libertad de elegir
7. La primera restricci�n
8. Las ra�ces de la Creaci�n
9. La estructura de la configuraci�n espiritual: Partzuf
10. Satisfacer el deseo de recibir

Nuestro conocimiento de los mundos espirituales fue dado por gente que tuvo el control para desarrollar una percepci�n de los mundos superiores y describi� los mecanismos y estructuras de aquellos mundos en sus escritos. Los m�todos del establecimiento del contacto con estos mundos fueron tambi�n transmitidos. Esta herencia nos permite entrar a los mundos espirituales, adquirir un conocimiento completo, percibir la perfecci�n completa, comprender el objetivo de la Creaci�n y as�, nuestro prop�sito existencial, mientras a�n vivimos en este mundo.

Este curso del Rav Dr. Laitman est� basado en tres fuentes: "El Zohar" del rabino Shimon Bar Yochai escrito en la segunda centuria de la era cristiana, los trabajos de Ari (el rabino Y. Luria) un cabalista que vivi� en Safed en el siglo 16, y finalmente los trabajos del rabino Yehuda Ashlag (Baal HaSulam), quien vivi� en la mitad el siglo 20.

Estos tres cabalistas son una misma alma que reencarn� varias veces para ense�ar un m�todo actualizado que llevara al dominio de los mundos espirituales, y, por consiguiente, facilitar el estudio de la Cabal� para las generaciones futuras.

Esta �nica alma alcanz� su m�s alto nivel durante su �ltima reencarnaci�n, dando vida al rabino Yehuda Ashlag (Baal HaSulam). Durante su viaje a trav�s de nuestro mundo esta alma fue capaz de proveer explicaciones de las estructuras de los mundos espirituales empezando con el m�s alto de los grados, desde el nacimiento del primer ser arriba hasta la finalizaci�n de la correcci�n del universo.

El rabino Yehuda Ashlag explica que "la Luz que emana del Creador" representa el deseo de crear seres y satisfacerlos. Esta fase se refiere a la Fase Ra�z o Fase 0. En hebreo, es llamada Bejin� Shoresh o Keter, tal como se muestra en la figura 1. 

Figura 1. Las Cinco Behinot

Despu�s esta Luz crea una Vasija  cuyo deseo de recibir se corresponde perfectamente. La Luz llena la Vasija y la satisface.  Esta es la Fase 1,  Bejin� Alef o Jojm�.

El atributo de esta Luz es dar, llevar el placer, mientras el atributo de la Vasija consiste en recibir, experimentar placer. Sin embargo, cuando la Luz entra a la Vasija, empieza a transferir a la Vasija sus atributos y la Vasija desea ser como la Luz; en vez de querer recibir, ahora quiere dar sin restricci�n. En este estadio, la Vasija desea ser como la Luz, dar sin restricci�n y, por consiguiente, rechaza recibir porque no tiene nada que dar. Esta fase es llamada Fase 2, Bejin� Bet o Bin�.

Estando vac�a de Luz, la Vasija empieza a considerar que el objetivo de la Luz es crear una Vasija y satisfacerla. Claramente, la Vasija puede solamente experimentar placer si recibe una porci�n de la Luz.

La pr�xima fase corresponde al deseo de recibir, digamos, diez por ciento de la Luz, de placer, pero con una intenci�n virada hacia el Creador (otorgamiento). Este proceso es en hecho una fase mezclada, Fase 3, Bejin� Gimel o Zeir Anpin.

Despu�s de haber alcanzado dicho estado, que consiste de estos dos elementos antagonistas, la "Vasija – Deseo" comprende que es m�s natural y mejor recibir que dar sin restricci�n. El atributo original de recibir y regocijarse est� reencendido. La Luz de Hassadim, la cual ha llenado solamente el diez por ciento de la Vasija, no puede transferir a la Vasija el atributo de dar sin restricci�n, lo cual lleva a la predominancia del atributo original de recibir.

Como resultado, la Vasija decide que debe llenarse a s� misma con un cien por ciento de placer, recibir la Luz entera. Esta es la Fase 4, Bejin� Dalet o Maljut. Tal Vasija completamente llena es definida como una verdadera o genuina creaci�n puesto que sus deseos provienen de dentro de s� misma, la cual es diferente a la Fase 1, en la cual no hay deseos independientes de su propiedad, estando llena con la Luz porque el Creador as� lo dese�.

S�lo la Fase 4 es la verdadera elecci�n de recibir la Luz que emana del Creador, est� hecha por el mismo ser creado. El primer deseo, recibir placer de la Luz, nace dentro del ser creado.

Como se muestra en la Figura 2, Jojm�, Bin�, Zeir Anpin y Maljut son las cuatro fases de la emanaci�n de la Luz. La Luz de Keter que emana del Creador est� destinada a formar el deseo de recibir o la verdadera creaci�n.


 

Figura 2. Las cuatro fases de emanaci�n de la Luz

"No hay nada en este mundo excepto el deseo del Creador de satisfacer y el deseo del ser creado de recibir aquel placer". Todo est� fundamentado en esto. La Creaci�n entera en todos sus estados posibles de desarrollo (inanimado, vegetativo, animado y "hablante") desea recibir una chispa de la Luz, de recibir placer.

El Creador ha formado la Creaci�n, as� es que por encima de recibir la Luz, puede experimentar infinito y eterno placer, no de manera ego�sta, m�s bien de una manera perfecta y absoluta. Si la Luz entra a la Vasija y la llena completamente, esta Vasija no puede por m�s tiempo recibir el deseo, est� saturada por la Luz, y en la ausencia de un deseo el placer muere.

S�lo es posible recibir continuamente cuando no recibes para tu propio fin (te regocijas por el fin de un proveedor). Entonces, la Luz que entra a la Vasija no se neutraliza con el deseo de recibir.

Por medio de la experiencia sabemos que cuando tenemos hambre y empezamos a comer, despu�s de cierto plazo no sentimos por m�s tiempo el hambre a�n cuando se trate del m�s delicioso de los platillos.

El placer es experimentado en la frontera entre el placer por s� mismo y el deseo por �l. Si embargo, tan pronto el placer da paso al deseo y empieza a satisfacerlo, este deseo lentamente se marchita. Y si este placer es m�s fuerte que el deseo, �ste puede incluso llevar a la repulsi�n.

�C�mo el placer puede ser convertido en algo perfecto e ilimitado? Un esquema espec�fico ha sido provisto por el Creador. Si el hombre siente placer no por s� mismo, sino mientras satisface a otros, este placer es infinito porque depende solamente de la cantidad de placer que puede dar y a quienes esta d�ndolo. "A cuanta m�s gente d� placer, m�s placer me hago sentir". Esta condici�n produce una eterna existencia, la perfecci�n, lo cual es uno de los atributos del Creador. Este es exactamente el estado que el Creador quiere anunciarnos.

Si el ser creado desea exclusivamente recibir, se encuentra a s� mismo atrapado en un c�rculo vicioso. Puede sentir solamente todo lo que est� dentro de �l. Si el ser creado pudiese sentir el placer del Creador desde el regocijo de la Creaci�n, experimentar�a el placer sin fin, tal como una madre, quien sin ego�smo entrega  a sus hijos.

El esquema �ptimo se corresponde con la perfecci�n. La Luz no transmite solamente un placer simple, sino incluye el placer procurado por un conocimiento ilimitado, existencia infinita, auto-conocimiento y auto-an�lisis, un sentimiento de eternidad y armon�a, el cual penetra todo.

El esquema ideal que incluye el Creador derrama inflexiblemente la Luz sobre el ser creado. El ser creado acepta recibir la Luz s�lo si por hacerlo satisface al Creador. Este sistema es referido como Luz Devuelta o Luz Reflejada, como opuesta a la Luz Directa que emana del Creador.

Para que este esquema funcione, debe existir ante todo un deseo que atraiga la Luz Directa hacia el ser creado. En segundo lugar, el ser creado debe localizar una Cortina en el camino de la Luz. Esta Cortina previene la experiencia del placer por el fin propio y permite al ser creado recibir placer, pero s�lo en la proporci�n que pueda dar por el fin del Creador. Entonces, el ser creado llega completamente a ser como el Creador.

En otras palabras, el siguiente intercambio toma lugar: el Creador procura placer al ser creado quien acepta con la  condici�n exclusiva que por hacerlo as� satisfaga al Creador.

Baal HaSulam cita el ejemplo muy simple y eterno del invitado y el anfitri�n. El anfitri�n  presenta a su invitado una mesa llena de exquisiteces. El invitado se sienta pero no se atreve a comer porque no quiere estar en una posici�n de recibir y no est� seguro si el anfitri�n es sincero en su deseo de satisfacerlo. El invitado est� turbado porque tiene s�lo que recibir mientras el anfitri�n dar. Esto es porque el invitado rechaza lo que es ofrecido con el objetivo de comprender el verdadero deseo del anfitri�n.

Si el anfitri�n insiste, rogando a su invitado hacer honor a la comida y d�ndole confianza en que estar� muy complacido si lo hace, entonces el invitado empezar� a comer. Lo har� porque est� convencido en que satisfar� al anfitri�n y no por mucho tiempo sentir� que est� recibiendo del anfitri�n sino d�ndole (le entrega placer).

Los papeles han sido invertidos. Incluso si es el anfitri�n, el que prepar�  toda la comida y act�a como el convidador, claramente comprende que el cumplimiento de su deseo de satisfacer depende �nicamente de su invitado. El invitado posee la llave del �xito de la cena y por consiguiente, domina la situaci�n.

El Creador especialmente ha hecho al ser creado en una situaci�n tal que bajo la influencia de la Luz se sentir� avergonzado de s�lo recibir. El ser creado, usando su libertad de libre albedr�o, alcanzar� un nivel donde el placer no es experimentado de forma ego�sta y de esta manera, satisfacer al Creador. En este caso el ser creado se iguala al Creador, Maljut asciende al nivel de Keter y adquiere atributos divinos.

Estos atributos divinos, estos sentimientos est�n m�s all� de la descripci�n y no podemos concebirlos. La entrada a los mundos espirituales por adquirir s�lo un grado de similitud con el Creador ya significa eternidad, placer absoluto y logro.

La ciencia de la Cabal� estudia el desarrollo de la Creaci�n. Describe la ruta a lo largo de la cual nuestro mundo y todos los otros mundos, el universo completo, deben andar mientras se logra su progresiva correcci�n (Tikun) para alcanzar el nivel del Creador, el �ltimo grado de perfecci�n y eternidad. Necesitamos emprender este trabajo de correcci�n mientras vivimos en este mundo, en nuestras circunstancias diarias y ataviados con nuestro cuerpo.

los cabalistas han alcanzado este grado de perfecci�n y lo describen para nosotros. Todas las almas sin excepci�n deben alcanzar este nivel �ltimo a su debido tiempo. La reencarnaci�n de almas en nuestro mundo se llevar� a cabo hasta que la �ltima haya completado su camino. S�lo en nuestro mundo es donde la correcci�n es posible con el objetivo ulterior de entrar al mundo espiritual y eventualmente alcanzar el Punto Cero o Keter.

�Podr�a este proceso llevarse a cabo en una sola vida? No, esto es imposible. Cuando una persona nace, recibe un alma que ya ha estado en este mundo. Esta alma ha experimentado ciertos grados de correcci�n y ha ganado experiencia. Esa es la raz�n por la cual la gente que nace hoy es m�s h�bil y tiene m�s experiencia que las generaciones previas. Est�n m�s preparadas para funcionar en condiciones tecnol�gicas y culturales modernas, varias transformaciones toman lugar en la sociedad moderna. En nuestra generaci�n, el deseo de estudiar Cabal� ha llagado a ser m�s y m�s popular. Las almas han ganado tal nivel de experiencia y han alcanzado tal comprensi�n durante pasadas vidas que una persona de 20 a 25 a�os no puede proseguir sin conocimiento espiritual. En el pasado, por el contrario, solamente un pu�ado de entre millones vagamente sintieron la necesidad por la espiritualidad.

S�lo en unos pocos a�os ser� posible alcanzar el logro espiritual en el transcurso de una vida.  Este es el objetivo de la creaci�n que ha sido predeterminado. Cada uno de nosotros es un fragmento del �nico y mismo Maljut (el alma original) y estamos dotados de atributos particulares y una parte espec�fica para desempe�ar en este mundo. Por transformar sus atributos con la ayuda del sistema cient�fico de la Cabal� cada fragmento ejecuta su correcci�n con el objetivo de alcanzar su m�s alto grado.

La ruta del fragmento est� predefinida desde Arriba. Todos nacemos en este mundo con un alma particular y cualidades espec�ficas. Ninguno de nosotros ha elegido nuestras almas con anticipaci�n. Nuestro camino tambi�n est� predeterminado. Entonces, �qu� vamos a hacer?, �d�nde est� nuestro libre albedr�o?, �de qu� forma somos seres inteligentes y no simplemente elementos mec�nicos sobre quienes tales y cuales acciones son consumadas?, �para qu� el Creador ofreci� expresarnos por nosotros mismos?. �l lo hizo seg�n el requerimiento de una condici�n importante: "Un hombre tiene que desear por s� mismo para avanzar en la ruta de la correcci�n y elevaci�n y poder empujarse en  proporci�n a la fuerza con la cual  estimula sus propios deseos".

Cada uno de nosotros tiene que empezar  desde el punto de partida y eventualmente alcanzar el punto final. No hay libre albedr�o para esto. As� mismo, no hay libre albedr�o para el camino porque cada uno tiene que atravesar todas sus fases y sentimientos y progresivamente integrarlos por s� mismo. En otras palabras, debemos "vivir" el camino.

La libertad significa estar en concordancia con lo que sucede a lo largo del camino, justificando cada paso y seleccionando la m�xima velocidad para experimentar el proceso de correcci�n y enlazarse con el Creador. Este es el �nico factor humano dependiente y es donde radica la esencia de la Creaci�n: Desear por s� mismo para deshacerse lo m�s r�pidamente de la condici�n inicial, la ruta que el Creador le cre�, para experimentar una correcci�n de los atributos y en el punto final unirse al Creador.

Dependiendo de cu�nto el hombre exprese este deseo, puede ser llamado un hombre; de otra manera, es una criatura totalmente impersonal. La Cabal� es la �nica ciencia que ayuda al hombre a desarrollarse y a ser una personalidad independiente, individual y verdaderamente libre.

Las cuatro fases que llevan a la formaci�n de la Vasija (Kli) pueden ser diferenciadas por su deseo de deleite (Aviut, espesor o tosquedad).  En la Fase 0 (Fase Ra�z) y Fase 1 este deseo est� ausente. Cuanto m�s alejado est� el ser creado del Creador, m�s fuerte el deseo de gozar, m�s tosco y ego�sta es, m�s quiere recibir. 

La cuarta fase, Maljut, es absolutamente ego�sta y este deseo resulta de su propia decisi�n. Cada fase subsecuente contiene a la anterior: Keter est� dentro de Jojm�, ambos est�n contenidos dentro Bin� y las tres est�n dentro de Zeir Anpin. Maljut comprende las 4 fases previas. Cada fase previa ayuda a la pr�xima y provee a su existencia. 

La cuarta fase ha recibido toda la Luz, la cual se llen� completamente. Sabemos que cuando la Luz llena la Vasija con placer, la Vasija gradualmente recibe de la Luz su atributo de dar. Maljut entonces empieza a sentir que su atributo es completamente opuesto al atributo de la Luz. Empieza a enterarse de su ego�smo comparado con el proveedor, el cual engendra tal sentimiento de verg�enza que decide detener la recepci�n de la Luz y quedarse vac�o.

El rechazo de la Luz desde Maljut es denominado Tzimtzum Alef, la Primera Restricci�n. Una vez que Maljut est� vac�o, un estado de equilibrio con el dador se establece; ninguno de ellos recibe o da, no hay placer rec�proco. Entonces, �c�mo es posible que Maljut se iguale al Creador?.

Por imitaci�n del ejemplo del invitado y el anfitri�n, Maljut empuja toda la Luz ingresada porque no quiere sentirse como el receptor. Entonces, establece la condici�n con la cual aceptar� una porci�n de la Luz, aunque no para su propio gozo, sino porque quiere satisfacer al Creador, sabe que el Creador desea su disfrute. La recepci�n de esa manera es como dar, as� Maljut est� ahora en una posici�n de ser el dador.

Podemos ver que la Luz necesita experimentar las cuatro fases si un verdadero deseo es tra�do a la vida. El mismo proceso toma lugar con todos nuestros deseos cualquiera sean estos. Previo a la manifestaci�n de un deseo dentro de nosotros, este deseo atraviesa todas las fases del desarrollo de la Luz que emana del Creador, hasta que lo sentimos finalmente. Ning�n deseo puede emerger sin la Luz. La Luz viene primero, el deseo despu�s.

Examinemos la estructura de la Creaci�n creada durante la Fase 4 (ver figura 3). La Luz que emana del Creador es llamada Luz Directa (Or Yashar), la Luz que Maljut empuja es llamada Luz Reflejada (Or Hozer) y finalmente, la Luz que ingresa parcialmente dentro de la Vasija es llamada Luz Interior (Or Pnimi).

Figura 3. La Vasija

Cuando el invitado enfrenta al anfitri�n y la mesa llena de exquisiteces primero rechaza todo, luego decide comer un poco con el objetivo de satisfacer al anfitri�n a�n cuando querr�a engullir todo de una sola vez. Esto significa que uno debe usar su deseo ego�sta de una manera altruista. Cuando el invitado empieza a considerar las cosas, comprende que no puede aceptar la cena completa por el fin del anfitri�n, puede solamente aceptar una peque�a porci�n de ella.

Ese es el motivo por el cual el ser creado, despu�s de haber desarrollado una restricci�n, puede aceptar con altruismo una peque�a porci�n de la Luz; digamos, un veinte por ciento empuja el ochenta por ciento restante. La parte del ser creado que toma una decisi�n de cu�nta Luz puede aceptar para el fin del Creador es llamada Rosh (cabeza). La parte que acepta la Luz es llamada Toj (parte interna) y la �ltima parte, la cual queda vac�a es llamada Sof (el final). �ste es el lugar donde el ser creado ejecuta una restricci�n y no por mucho tiempo acepta la Luz.

Diferentes t�rminos son atribuidos a las diversas partes de la creaci�n usando analog�as con el cuerpo humano. No hay t�rminos, r�tulos y n�meros en los mundos espirituales. Es, sin embargo, m�s f�cil y conveniente usar palabras.

los cabalistas han elegido expresarse en un lenguaje muy simple: dando por hecho que todo en nuestro mundo resulta de los mundos espirituales, en concordancia con las conexiones directas que descienden desde Arriba hacia Abajo, desde cada objeto espiritual a cada objeto en nuestro mundo. Entonces, para todo lo que tiene un nombre en nuestro mundo podemos tomar el nombre de un objeto de nuestro mundo y usarlo para designar el objeto espiritual que lo engendra.

Tomemos el ejemplo de una piedra en nuestro mundo. Hay una fuerza Arriba la cual genera la piedra: por consiguiente, ser� denominada "piedra". La �nica diferencia es que la "piedra espiritual" es una ra�z dotada de atributos espec�ficos, la cual a su vez corresponde a una rama en nuestro mundo llamada "piedra", un objeto material. As� es c�mo el lenguaje de las ramas fue creado. Por medio de nombres, denominaciones y acciones de nuestro mundo podemos aludir a elementos y acciones en los mundos espirituales.

Ninguno de los aut�nticos escritos de Cabal� menciona nuestro mundo, ni siquiera en una palabra sencilla, aunque quiz�s usen el lenguaje de nuestro mundo. Cada objeto de nuestro mundo se refiere a un objeto correspondido en los mundos espirituales.

Por lo tanto, la regi�n de un objeto espiritual responsable para el an�lisis y la consideraci�n es llamada Cabeza (Rosh), ver figura 4. La parte de la Cortina localizada arriba de Maljut y la cual permite a la Luz entrar es llamada Boca (Peh). La parte a donde la Luz entra es llamada Cuerpo (Guf). La l�nea que ejercita una restricci�n dentro del Guf es llamada Ombligo (Tabur). La parte m�s baja la cual esta vac�a de Luz es llamada Terminaci�n (Sium). Este objeto como un conjunto constituye la Creaci�n, el alma, Maljut.

Figura 4. El Partzuf

As�, despu�s de haber recibido un veinte por ciento de la Luz en Toj, la regi�n del Guf donde la Luz es realmente filtrada, el Partzuf empieza a sentir la presi�n ejercida desde fuera por la Luz Circundante (Or Makif). Se dice: "Ven qu� placentero es aceptar una porci�n de la Luz, no saben cu�nto placer queda afuera, s�lo traten de aceptar algo m�s". Podemos entender que es mejor experimentar un poco de placer que todo el placer. El placer ejerce presi�n desde afuera y desde adentro y, por consiguiente, llega a ser mucho m�s dificultoso oponerse. 

A pesar de que no haya estado aceptando algo de Luz de alg�n modo, el Partzuf podr�a permanecer en ese estado por un largo tiempo, pero la Luz ejerce presi�n desde adentro y desde afuera. Si el Partzuf acepta algo m�s de Luz, significa que act�a por su propio deleite, porque la fuerza de su resistencia al ego�smo se iguala solamente en un veinte por ciento. El Partzuf se deteriora al hacerlo as�. Hizo la Primera Restricci�n, no para actuar ulteriormente de tal manera. Esto ser�a totalmente inapropiado. Hay una sola soluci�n la cual consiste en rechazar la Luz con el objetivo de revertirse al estado inicial, la manera que estuvo antes de aceptar la Luz (ver figura 4). Y esto es exactamente lo que el Partzuf hace.

La presi�n ejercida simult�neamente por Or Pnimi y Or Makif sobre el Tabur es llamada "Bitush Pnim uMakif" (el golpe desde adentro y afuera).

�C�mo la extensi�n de la Luz dentro del Guf  (veinte por ciento en este caso) toma lugar? La Cortina  la cual estuvo inicialmente posicionada en el nivel del Peh de Rosh (la boca de la cabeza), es bajada por la presi�n de la Luz cerca de un veinte por ciento debajo del Peh dentro del Guf, hasta que alcanza la l�nea del Tabur.

Cuando la Luz es expulsada desde el Guf, la Cortina sube progresivamente desde el Tabur al Peh de Rosh, apartando la Luz. Antes de la extensi�n de la Luz dentro del Guf, el Partzuf tom� toda la informaci�n disponible en el Rosh. Conoci� qu� tipo de Luz es, qu� clase de deleite trae, supo qu� es su propio deseo y cu�n firme su fuerza est� opuesta al deleite por su propio fin.

De acuerdo con toda esta informaci�n as� como tambi�n con la informaci�n que permanece desde el estado cuando el Partzuf estuvo lleno con la Luz, y desde el estado que sigue a la restricci�n de la Luz, el Partzuf mantiene memoria del pasado (una marca) la cual es llamada Reshim�.

�Qu� existe en lo espiritual? Nada, excepto el deseo de gozar y los placeres para satisfacer este deseo. La informaci�n acerca del deseo per se en el Partzuf es denominada Aviut, y la informaci�n que corresponde a la Luz, la cual se vestir�a a s� misma con un Kli (vasija) es llamada Hitlabshut. Uno puede decir con justicia que existe s�lo el Creador y la Creaci�n.

Desde el estado previo siempre queda un Reshim� de Hitlabshut y un Reshim� de Aviut. Estos dos par�metros son suficientes para definir el estado previo del Partzuf. Despu�s de haber rechazado la Luz, un Partzuf sabe precisamente qu� filtr� cuando la Luz se aloj� en su Guf. Con esta experiencia sabe c�mo actuar y qu� clase de c�lculos tiene que llevar a cabo.

El Partzuf mostrado en la figura 5, comprende que no es posible por mucho tiempo retener el veinte por ciento de la Luz. La decisi�n es tomada para saborear el quince por ciento para el fin del Creador.

Figura 5. Los 5 Partzufim: Galgalta, AB, SAG, MA, BON

Para que esto suceda, el Partzuf necesita bajarse un poco, por lo que su Rosh y Peh ser�n ubicadas debajo del nivel del  Partzuf previo. La Luz que golpea la Cortina es apartada y quiz�s solamente un quince por ciento ingrese.

�C�mo Hitlabshut y Aviut est�n determinados? El c�lculo empieza en el Mundo de Ein Sof (El Mundo del Infinito), donde Maljut (Aviut Dalet, Deseo del Nivel) 4) est� lleno totalmente con la correspondiente Luz (Hitlabshut Dalet, Luz del Nivel 4). Este estado de Maljut est� caracterizado brevemente por "Dalet – Dalet" y es designado por (4,4).

El pr�ximo Partzuf retiene los datos que ahora son capaces de llenarlo a s� mismo con Luz, la cual corresponde s�lo a Aviut Gimel, Deseo del Nivel 3 y as� en adelante.

Cada uno de los siguientes Partzufim baja su capacidad de llenar su Guf con la Luz por el fin del Creador m�s y m�s.

En conjunto hay 25 Partzufim, los cuales emergen desde arriba hacia abajo. Cuando el turno del �ltimo Partzuf llegue, su parte m�s baja atraviesa la l�nea de separaci�n, la Barrera (Majsom) entre el mundo espiritual y nuestro mundo, y empieza a brillar en nuestro mundo. Nuestro mundo es un estado de Maljut caracterizado por la ausencia de una cortina.

 

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