Tópicos examinados
en esta lección:
1. 5 sentidos
2. Revelación
3. Correcciones en los mundos espirituales
4. Atrayendo la Luz Circundante
5. Corrigiendo el ego
6. Una salida hacia los mundos espirituales
Incluso un cambio
insignificante en nuestros sentidos modificará de forma considerable
nuestra percepción de la realidad y nuestro mundo.
Todo lo que
sentimos es llamado Creación. Como nuestras sensaciones son
subjetivas, la imagen que construimos también es subjetiva.
Los científicos
tratan de expandir los límites de nuestros sentidos (con
microscopios, telescopios, todo tipo de censores, etc.), pero todas
estas ayudas no cambian la esencia de nuestras percepciones.
Es como si
estuviésemos impresionados por nuestros órganos sensoriales. Toda la
información que llega nos penetra a través de los 5 sentidos:
visión, audición, tacto, gusto y olfato.
La información
recibida sufre algún procesamiento dentro de una persona, es sentida
y evaluada siguiendo un algoritmo: es mejor o peor para mí.
Desde arriba
estamos dando la oportunidad de crear un sexto órgano de sensación.
Este es adquirido con la ayuda de la ciencia de la Cabalá.
Si la estudiamos
correctamente usando fuentes auténticas en un grupo de gente con la
misma disposición y bajo la guía de un maestro auténtico podemos
modificar cualitativamente nuestros órganos sensoriales y descubrir
el mundo espiritual y el Creador.
La Cabalá enseña
que la única cosa creada es el deseo de tener placer y gozo.
Nuestro cerebro está dirigido al desarrollo de esta sensación
midiéndola correctamente. El cerebro es una herramienta auxiliar,
nada más.
El resultado de
estudiar Cabalá correctamente es una experiencia entera y
comprensiva del verdadero universo, tan clara como la percepción
presente de nuestro mundo.
La percepción de
ambos mundos nos da un cuadro a gran escala y completo, incluyendo
la más alta fuerza: el Creador, quien rige el universo entero.
La Cabalá está
hablando acerca de nuevas sensaciones y sentimientos percibidos por
el hombre, ellos no aparecen en el cerebro del hombre sino en su
corazón. El corazón reacciona a las reacciones internas del hombre
aún cuando es simplemente una bomba.
En verdad nuestras
sensaciones (sentimientos) son una sustancia espiritual pura. Los
diversos órganos que nos capacitan “vivirlas” son también de una
naturaleza espiritual. El corazón simplemente reacciona, puesto que
actúa para proveer energía al cuerpo en concordancia con nuestras
reacciones.
En nuestra
condición inicial nosotros simplemente no comprendemos o percibimos
que algo está oculto de nosotros. Sin embargo, si durante nuestros
estudios empezamos a apreciar este hecho damos un paso hacia delante
en la dirección correcta.
Es más, empezamos
a sentir una fuerza superior que establece contacto con nosotros,
enviándonos diferentes situaciones, y sus causas y efectos llegan a
ser más claros. Esto ya es un cierto grado de revelación.
Una persona
empieza a evaluar sus propias acciones en concordancia con lo que el
Creador le envía. Comienza a criticar las acciones y reacciones
propias de sí misma.
Uno piensa: “esto
me es enviado por el Creador, así es que podría dejarlo ir” o “en
este caso tengo que comportarme de forma diferente”. Tal autocrítica
transporta a un hombre al nivel de “Hombre” porque tiene que llegar
a ser más que simplemente una criatura de dos piernas.
El hombre empieza
a sentir al Creador y ve que tales acciones son útiles o dañinas.
Como el hombre ve
todas las causas y efectos empieza a conocer qué es útil y qué no.
Naturalmente, nadie violaría de manera conciente si viera que
atraería una recompensa que lo llevaría a un castigo.
Por consiguiente,
la revelación del Creador otorga al hombre la oportunidad de
comportarse correctamente en cada caso específico con el máximo de
beneficio. Tal hombre es llamado entonces un “tzadik”, un hombre
justo. Percibe al Creador, la recompensa para todo lo bueno, así
como también la recompensa adicional de no violar un mandamiento.
Un hombre justo
siempre justifica al Creador. Cuando un hombre cumple de manera
progresiva los mandamientos espirituales, más y más Luz ingresa en
él. Esta Luz interior es llamada Torá.
Sobre revelaciones
más allá del Creador, el hombre asciende la escalera espiritual y
sobre cada peldaño ejecuta mandamientos, al margen de sí mismo, por
más bueno o malo que podría ser para él.
El hombre ve al
Creador como absolutamente bondadoso y todas sus acciones perfectas.
Todo esto es el resultado de un cierto grado de revelación del
Creador.
A medida que él se
moviliza a lo largo de los 6,000 peldaños de la escalera, el hombre
se da cuenta que todo lo que el Creador hace para él y sus
compañeros se empaña con el deseo del placer sin fin de todos los
seres creados. El hombre es entonces conquistado por un sentimiento
de gratitud infinita y un deseo de agradecer al Creador por medio de
todas sus acciones.
Estas acciones se
orientan a dar al Creador. Esto significa, hacer más y más para
satisfacer al Creador. Tal situación es llamada: la situación de
amor eterno e infinito por el Creador.
En este estadio el
hombre comprende que el Creador sólo le deseó el bien en el pasado.
Antes, cuando el hombre estaba en su situación no corregida, creyó
que el Creador a menudo lo metió en el problema llevándole tristeza.
La Luz del
Todopoderoso es uniforme, pero cuando ingresa un deseo antagónico
despierta un sentimiento antagónico.
El mundo
espiritual es percibido sólo en el filo de las situaciones positivas
y negativas. Uno no debería temer a ninguna situación que pueda
ocurrir.
Cuando uno
comienza a estudiar Cabalá, súbitamente problemas previamente
desconocidos empiezan a surgir. Sin la enseñanza de la Cabalá esto
tendría que tomar un número de años. Ahora justamente el proceso ha
sido acelerado.
Para este
acontecimiento uno puede usar la proporción de un día por diez años.
Esto no significa que un número de eventos planeados para cada uno
es reducido. Más bien que la velocidad de sus ocurrencias es
comprimida en un lapso de tiempo más breve.
Si un estudiante
asiste al grupo de lecturas y comprende correctamente mientras
achica su ego, su orgullo y su conocimiento superficial empezarán a
penetrar dentro de lo que escucha, y le prestará más atención.
Estudiamos el
proceso de emanación de los mundos desde arriba hacia abajo con el
objetivo de atraer la Luz Espiritual en relación con el material
estudiado. Esta Luz gradualmente purifica nuestras Vasijas, las
corrige y las hace altruistas.
Tenemos alumnos
que han estado estudiando por diez años juntos a quienes han
comenzado recientemente, unos pocos meses atrás; pero, cada uno es
capaz de avanzar en consecuencia sin obstáculo.
En efecto los
estudiantes de hoy vienen con un mayor deseo de comprender todo, sus
almas son más experimentadas y preparadas.
La duración de
tiempo que estudies Cabalá no es importante en sí misma. Lo que es
más importante es con qué magnitud el estudiante se une con el deseo
del grupo, cómo se funde con él y se humilla con respeto. Debido a
esta unión con el grupo es posible alcanzar después de unas pocas
horas niveles espirituales que habrían tomado años obtener a través
de esfuerzos propios.
Uno necesita
evitar pseudo-cabalistas, fanáticos religiosos que están lejos de la
verdadera Cabalá. Uno debe estudiar sólo literatura auténtica y
pertenecer a un único grupo encabezado por un único maestro.
Cuando descubrí la
Cabalá, quise encontrar cómo nuestro mundo, el cosmos, los planetas,
las estrellas y de más estaban designadas; ya sea que hubiera vida
fuera en el espacio, cuál era la correlación entre todos estos
aspectos.
Estuve interesado
en varias formas de vida biológica y su significado. Mi
especialización es cibernética biológica. Quise descubrir el sistema
de la regulación de los organismos.
Mientras seguía
este camino fui impulsado desde arriba hacia la Cabalá. Como aprendí
más y más me volví menos y menos interesado en tales asuntos. Empecé
a comprender que la Cabalá no trata del cuerpo biológico, su vida o
muerte, ya que no es afín a la esfera espiritual.
El mundo
espiritual penetra nuestro mundo material y modela todo lo que
existe en él: inanimado, vegetativo, animal y humano.
Gracias a la
Cabalá nuestro mundo puede ser estudiado correctamente comprendiendo
sus raíces espirituales y sus interacciones con él.
Por ejemplo, el
estudio de Talmud Esser HaSefirot escrito por Baal HaSulam nos
cuenta acerca del nacimiento del alma en los mundos espirituales. Si
uno lo lee letra por letra, no difiere de la concepción de un ser
humano en su vientre materno, el período del embarazo, nacimiento y
el amamantamiento. Suena como medicina pura y absoluta.
Uno entonces
empieza a discernir por qué percibimos en nuestro mundo tales
consecuencias de las leyes espirituales del desarrollo. El
desarrollo del alma es explicado en un lenguaje que describe el
desarrollo del cuerpo en nuestro mundo.
Los diversos tipos
de horóscopos, astrología y predicciones no tienen nada que ver con
la Cabalá. Las mismas están referidas al cuerpo y sus propiedades
animales para sentir cosas diferentes. Perros y gatos pueden también
sentir la aproximación de algunos fenómenos naturales.
En momentos
actuales mucha gente se abalanza para utilizar algo llamado técnicas
de la “Nueva Era” tratando de cambiarse a sí mismos, sus vidas y sus
destinos. El destino puede ser cambiado, en verdad, si ejercitas
influencia sobre tu alma y aprendes cómo controlarla.
Cuando se empieza
a estudiar la leyes de los mundos espirituales empezamos a
comprender las leyes de nuestro mundo. La mayoría de las ciencias
tal como la física, química, biología, etc., llegan a ser más
simples y más inteligibles cuando son vistas a partir del punto de
vista de la Cabalá.
Sin embargo,
cuando el hombre alcanza el nivel espiritual apropiado no se
inquieta tanto por ciencias materiales, las cuales están menos
organizadas. Las sustancias que están organizadas espiritualmente
ahora llegan a ser de supremo interés e importancia.
Un cabalista sueña
levantarse por sobre su presente nivel más no descender. Cualquier
cabalista puede percibir las raíces del desarrollo de todas las
ciencias si quiere.
Baal HaSulam (el
rabino Ashlag) algunas veces escribió acerca de la correlación entre
las ciencias materiales y las espirituales. Un gran cabalista (Gaón
de Vilna) gozó haciendo comparaciones entre las leyes espirituales y
las materiales. Él incluso escribió un libro de geometría.
Percibiendo uno de los más altos mundos espirituales fue capaz de
atraer una conexión directamente desde allí hasta la ciencia de
nuestro mundo.
En cuanto a
nosotros, por no tener idea de los mundos espirituales, leeremos
simplemente estos libros pronunciando palabras.
Pero, incluso por
sólo pronunciar estas palabras estamos conectándonos invisiblemente
a lo espiritual por la atracción de Or Makif (Luz Circundante),
desde un cierto nivel donde estuvo el autor. Cuando se leen los
libros de un cabalista genuino permitimos al Or Makif conducirnos
más allá.
La diversidad de
niveles y tipos de almas cabalistas dan razón por la variedad de
estilos expresados en los trabajos cabalísticos, así como también
los diversos grados de intensidad de Luz que podemos atraer cuando
los estudiamos.
Sin embargo, la
Luz que emana desde los diferentes tipos de libros de la Torá,
siempre está relacionada con la Cabalá.
El cabalista
Moisés escribió un libro acerca del andar errante de su gente en el
desierto. Si sólo tomamos estos escritos literalmente como
historias, entonces la Torá no tendrá impacto en nosotros.
Pero, si
penetramos más profundamente y comprendemos lo que está descrito
verdaderamente allí, entonces los Cinco Libros llegan a ser una
revelación cabalística en donde todos los grados de comprensión de
los mundos espirituales están explicados. Esto es lo que exactamente
Moisés quiso dejarnos como legado.
Lo mismo cuenta el
“Cantar de los Cantares” del Rey Salomón. Todo depende de cómo es
leído y percibido. Sólo como una canción de amor o como una
revelación espiritual, sobre la cual el Zohar comenta como la más
alta conexión con el Creador.
Es importante
encontrar fuentes cabalistas auténticas cuyos contenidos inducirán
pensamientos acerca del Creador y el objetivo que necesita ser
alcanzado. Entonces no hay duda que lo alcanzarás.
Las fuentes que lo
desvían a uno del objetivo verdadero no traerán ningún bien. La Luz
Circundante (Or Makif) es atraída de acuerdo al deseo de uno. La
Luz no brillará si el deseo de uno no se dirige a un objetivo
genuino.
Hablamos del
número de 6,000 almas, ¿dónde se origina esto? Desde un Partzuf
hecho de 6 Sefirot y donde cada uno a su vez está compuesto de 10.
Este Partzuf ha subido al nivel 10,000, hasta alcanzar el número
600,000.
Producimos
constantemente diferentes deseos, cualquiera que estos sean. Nuestro
desarrollo depende del nivel de estos deseos.
Al principio,
nuestros deseos están en el nivel más bajo (llamados deseos
animales). Más tarde, estos son seguidos por deseos de riqueza,
honor, posición social y así en adelante.
En un nivel
superior están los deseos de conocimiento, música, arte, cultura,
etc. Finalmente, encontramos los más elevados deseos de
espiritualidad.
Tales deseos
gradualmente aparecen en las almas después de muchas encarnaciones
en este mundo o como decimos, con el desarrollo de las generaciones.
Ante todo, las
almas viven exclusivamente en sus vidas naturales animales donde
fueron encarnadas en nuestro mundo. Entonces, las próximas
generaciones de almas experimentaron el deseo por el dinero, honor y
poder. Finalmente, estas transfirieron el deseo por las ciencias y
por algo más alto que las ciencias no pueden proveer.
Es imposible para
el hombre experimentar dos diferentes deseos porque esto
significaría que no han sido definidos de manera apropiada.
Después que ellos
son cuidadosamente analizados y clasificados aparece el único deseo.
Un hombre recibe varios deseos simultáneamente. Él entonces
selecciona sólo uno de ellos si es capaz de evaluar correctamente su
nivel.
La Vasija
espiritual (Kli) se rompió en 600,000 partes y perdió su Cortina.
Ahora la Cortina tiene que ser reconstruida y las partes rotas por
sí mismas deben ejecutar esta tarea, para que puedan “vivir” el
camino del retorno, sentir que ellas existen y que crean en el
Creador mas allá de ellas mismas.
La Vasija
espiritual consiste en dos partes: una que se extiende desde Peh
hasta el Tabur, la cual es llamada Kelim de Ashpa’a (Vasijas del
Otorgamiento), la cual corresponde a los deseos de dar sin
restricciones.
Aún cuando son
internamente egoístas operan de acuerdo a los principios de dar sin
restricciones.
La segunda parte
se extiende desde el Tabur hacia abajo y está compuesto por deseos
puramente egoístas, los cuales operan para recibir, no dar, y son
llamados Kelim de Kabbala (Vasijas de Recibimiento).
El centro de la
materia no es que los deseos superiores sean buenos y los inferiores
malos, sino que los deseos superiores son “pequeños” y los
inferiores “grandes”.
Por esta razón hay
una Cortina sobre los deseos superiores como opuesta a los
inferiores. La parte superior del Partzuf es llamada Galgalta ve
Eynaim y la parte inferior AHP.
Los deseos más
débiles sufren sus correcciones primero (no necesitan mucho tiempo
para este proceso). Luego los deseos debajo del Tabur son corregidos
(estos son más egoístas).
Los deseos
altruistas llamados Galgalta ve Eynaim necesitan ser corregidos
primero y luego los deseos egoístas llamados AHP. Al final de este
proceso todos se fusionan en un Kli común. Eso es porque la
diferencia entre Vasijas altruistas y Vasijas egoístas se desploman
todas al momento de la corrección.
El tiempo para la
corrección Galgalta ve Eynaim ha llegado y sus deseos son expuestos.
Han alcanzado el más alto grado de desarrollo.
Por otro lado, el
AHP no puede avanzar en la corrección de sus deseos por lo que estos
están aún ocultos en un estado latente.
Pero cuando llegue
el momento, comprenderemos cuánto más grandes son los deseos de AHP
comparados con los de Galgalta ve Eynaim. Tan pronto como estas
almas empiecen su corrección, las almas ya corregidas de Galgalta ve
Eynaim serán capaces de subir gracias a ellos.
El Kelim egoísta
(el AHP) por virtud de su corrección venidera, establece altas
demandas en Galgalta ve Eynaim (el Kelim altruista). Muchos de los
últimos aún no han empezado su corrección y obstruyen la corrección
del primero.
Con el objetivo de
alcanzar el mundo espiritual nuestra generación necesita leer
literatura muy específica. Hoy en día es el Talmud Esser HaSefirot.
500 años atrás fueron los libros escritos por el Ari (el Rabino
Itzjak Luria). Antes del Ari fue el Libro del Zohar.
A cada generación
le es ofrecido un libro especial que sirve como una llave para
ingresar a los mundos espirituales. Este libro corresponde al
desarrollo de las almas de la generación pasada.
En la actualidad,
una persona alcanza de una vez el mundo espiritual al leer todos los
libros, porque ahora ve que cada uno de ellos es apropiado.
Igualar al mundo
espiritual, alcanzar sus atributos significa observar internamente
todas sus leyes. Como consecuencia, el alma se desarrolla.
Cuando el tiempo
del logro completo venga, todos los mundos (espiritual y material)
se fusionarán en un todo único. El hombre será capaz de vivir en
todos los mundos en el mismo momento. |