Mi maestro anotó todo lo que escuchaba de su padre.
Cuando llegaba a estudiar con él y empezaba a hacerle preguntas
difíciles que me molestaban, siempre eludía la respuesta, hasta que
al fin un día me ofreció sus notas para que las leyera. En ellas,
he podido descubrir lo que me interesa y entender lo necesario al
leerlas una y otra vez encontrándome en diferentes estados de ánimo.
Estas notas serán suficientes para el resto de mi vida, aunque él se
haya ido.
Nuestra conversación tuvo lugar en 1981 y me dio su
libreta de anotaciones. Hice una copia y la leí durante diez años.
En 1991 un día antes de su muerte me entregó el original. Me dijo:
“Léelo, es para ti”. Me pidió que fuera a verlo temprano al día
siguiente. Sabía de antemano lo que ocurriría pero yo no. Llegué
tarde, él estaba casi inconsciente y murió mientras yo lo miraba.
Los artículos y anotaciones que me dio son muy
importantes y de profundo contenido. Cada vez que uno los lee piensa
que comprende algo, pero cuando vuelve a hacerlo se da cuenta cuan
equivocado estaba en lo que había entendido y constantemente
continúa descubriendo nuevos significados. La manera en que uno
percibe lo que lee depende del ánimo en el que se encuentre.
Estos textos fueron escritos desde el nivel más
elevado, o desde la altura del logro absoluto. Sin embargo,
cualquiera puede leerlos aún si se encuentra en los niveles más
bajos, incluyendo el de este mundo. Todos podemos identificar
nuestra situación personal en estos artículos, así como lo que
necesitamos hacer y lo que el autor quiere decir al lector en ese
momento.
Recomiendo que todos lean estos artículos; unas
cuantas líneas son suficientes. Mi Rav solía abrir su libreta antes
de ir a dormir, tan sólo unos segundos y esto era suficiente para
permitir que la Luz inundara su alma.
Ahora mismo, tú y yo vamos a leer uno de los textos
más profundos y serios del Rav, que debe ser el manual de cabecera
para todo aquel que quiera unirse al Creador. Este artículo contiene
toda la Torá de Baal HaSulam, todo su planteamiento acerca de la
Creación y todo aquello que una persona debe conservar
constantemente en su interior y percibir.
Este es el primer artículo del libro titulado
“Shamati” que he publicado. Se llama “No hay nadie más aparte
de Él”:
“Está escrito que: ‘No hay nadie más aparte de Él’”,
lo que quiere decir que no existe otro poder en el mundo con la
facultad de hacer algo en contra de Él. Y si un hombre ve que hay
cosas en el mundo que niegan su vinculación con lo superior es
porque esa es Su voluntad”.
“Y esto se considera una corrección, llamada “la
izquierda rechaza y la derecha atrae”, significando que lo que la
izquierda rechaza se considera una corrección. Quiere decir que hay
cosas en este mundo que desde un principio pretenden desviar a una
persona del camino correcto y que lo alejan de la santidad”.
“Y la ventaja de estos rechazos es que por medio de
ellos la persona recibe la necesidad y el deseo absoluto de que el
Creador lo ayude, puesto que se da cuenta que de otra forma está
perdido. No solamente no progresa en su trabajo sino que le parece
que está retrocediendo y que le falta la fuerza para guardar la Torá
y los Mitzvot ni siquiera por Lishmá (literalmente por
amor al Creador). Y que sólo venciendo verdaderamente todos los
obstáculos, por encima de la razón, puede cumplir con la Torá y los
Mitzvot”.
“Pero no siempre tendrá la fuerza de vencer por
encima de la razón, y al contrario se verá obligado a desviarse,
Dios no lo permita, del camino del Creador, e incluso ni siquiera
por amor al Creador. ¿Y aquél que siempre siente que lo que se ha
roto es mayor que lo entero, esto es, que hay muchos más descensos
que ascensos y que no ve el final de estos aprietos y que siempre se
va a encontrar fuera de la santidad, ya que advierte que le es muy
difícil cumplir aunque sea con una pizca, a menos que no venza por
encima de la razón, que no siempre puede vencer? ¿Cuál será el
resultado de todo esto?”
“El Creador es el soberano en la Creación y es Él que
ha creado al hombre con una serie de características específicas y
lo ha dotado de las fuerzas necesarias. Rodea al hombre de un medio
ambiente óptimo que le asista para avanzar hacia el propósito de la
Creación. Sin embargo, vemos que a pesar de esto, el Creador no
sólo no le brinda su ayuda directamente sino que constantemente lo
confunde con diversos problemas, tales como la pérdida de su
empleo, problemas familiares, diversas enfermedades, desgracias,
sufrimientos y muchas otras cosas más“.
“Esta forma de relación con el Creador dura mucho
tiempo, pero el individuo no tiene otra manera de avanzar sino ir
pasando por estas situaciones e ir adquiriendo la experiencia que
más adelante le va a permitir alcanzar la perfección, la eternidad,
el infinito y la unidad con el Creador”.
“Este período de tiempo llega a su fin cuando la
persona toma la decisión de que únicamente el Creador le puede
ayudar. Esta decisión trae como consecuencia que en el corazón de la
persona surja una petición para que el Creador le abra los ojos y el
corazón y que realmente lo acerque a la eterna unión con Él”.
“El Creador desea que el hombre adquiera todos los
atributos de los mundos al ir ascendiendo hacia ellos desde nuestro
mundo y reemplazando al Creador en cada uno de ellos. Sin embargo,
no es posible hacerlo sin la ayuda del Creador. Una persona no
puede realizar nada por sí misma. Todos nuestros sufrimientos y
desventuras ocurren porque nuestros deseos o atributos son
contrarios a los del Creador, es decir, son opuestos a la Luz”.
“Como resultado de la oposición de nuestros
atributos, todo lo que vemos en nuestro mundo no existe en realidad,
sino que es una mera proyección de nuestros atributos en la Luz que
contemplamos. Cuando ésta viene de arriba la persona no siente la
Luz, sino que percibe sus propios atributos contrastados. Con el
fin de percibir la Luz misma, el individuo debe librarse de la
corrupción de su egoísmo o de sus limitaciones”.
“Cuando la persona clama al Creador para que lo
ayude, de pronto se da cuenta de que ‘todos los rechazos que
experimentó provenían del Creador’”.
“Esto quiere decir que eran percibidos no porque
estuviera en falta, por no ser capaz de vencer, sino que estos
rechazos están destinados a aquellos que realmente desean acercarse
al Creador. Y con el fin de que esta persona no se encuentre
satisfecha con tan sólo un poco, que no permanezca como un niño
pequeño sin conocimiento, recibe ayuda desde lo Alto, para que no
pueda decir que gracias a Dios, observa la Torá y hace buenas obras,
y se conforme”.
“Y únicamente si esta persona siente un deseo
verdadero, va a recibir ayuda desde lo Alto. Y constantemente se le
van a mostrar sus errores en su condición actual; esto significa que
se le envían pensamientos y perspectivas que van en contra de sus
esfuerzos. Ocurre para que pueda percatarse que no es uno
con el Creador. Y por mucho que supere, siempre va a encontrarse en
una posición aún más alejada de la santidad que los que se sienten
uno con el Creador”.
“Y además, por otra parte, siempre tiene quejas y
peticiones y no puede justificar el comportamiento del Creador y
como le trata. Y le duele no estar unido al Creador y hasta llega a
pensar que no tendrá participación alguna en la santidad”.
“Y aunque ocasionalmente se le envíe desde lo Alto un
despertar, que le da nuevos bríos, pronto cae nuevamente. Sin
embargo, esto es lo que lo lleva a tomar conciencia de que
únicamente el Creador lo puede ayudar y realmente acercarlo a Él”.
“Un hombre debe intentar adherirse al Creador, es
decir, siempre debe estar pensando en Él. Esto significa que aún
cuando se encuentre en el estado más deplorable desde el cual ya no
pueda descender más, no debe abandonar el camino del Creador,
pensar que existe otra autoridad que le impide entrar en la santidad
y que tiene el poder de beneficiarlo o perjudicarlo”.
“No debe pensar que se trata de una cuestión del
poder del Otro Lado, Sitra Achra, que no le permite realizar
buenas obras y seguir los caminos del Creador; sino que debe pensar
que todo lo hace el Creador”.
“El Creador inflige a la persona golpes dolorosos con
el fin de traerlo nuevamente a la Meta de la Creación. Por lo
general, si una persona se siente bien, está feliz con su
situación y no le preocupa de si el Creador existe o no. Sin
embargo, es muy importante para un individuo ser uno con el
Creador, especialmente cuando está en una buena situación. Por este
motivo el Creador nos envía desgracias –con el fin de que las
personas se acuerden de Él. Cuando una persona se siente mal, de una
forma u otra empieza a pensar en el Creador. Sin embargo, todo el
trabajo consiste en estar con el Creador cuando uno se siente bien”.
“Puede observarse que la Cabalá habla de las
percepciones más sutiles del alma. Los individuos no esperan una
desgracia. Viene inesperadamente, cuando la persona se encuentra
separada del Creador. Todos y cada uno de nosotros estamos bajo Su
tutela personal. Esta se manifiesta cuando nos olvidamos de Él. A
fin de que Lo recordemos, nos envía avisos en forma de azares del
destino y esta es Su muy particular manera de decirnos que siempre
debemos orientar nuestros pensamientos hacia el Creador, no se
requiere nada más“.
“El Ba’al Shem Tov dijo que todo aquél que asegura
que hay otro poder en el mundo, o sea las cáscaras (Klipot),
está en el estado de “servir a otros dioses” que no es
necesariamente el pensamiento de herejía que constituye el pecado,
pero si piensa que hay otra autoridad y fuerza además del Creador,
en esto comete un pecado. Es más, quien dice que el hombre es dueño
de sí mismo, asegurando que en el pasado no quiso seguir los caminos
del Creador, a esto también se le considera cometer un pecado de
herejía, ya que implica que no cree que sólo el Creador conduce al
mundo”.
“No hay un sólo pensamiento en nuestra mente que no
provenga del Creador. Así quedó predeterminado en el propósito de
la Creación y no hay nada que podamos cambiar. En este caso, ¿quién
soy “yo”? “yo” soy aquel que siente lo que está pasando Arriba. Al
principio, percibimos todo esto como confusión y se debe a que lo
espiritual que está arriba está adentrándose en nosotros o en lo
material”.
“Sin embargo, paulatinamente empieza a encontrar su
lugar dentro de la persona y a operar, y entonces comprendemos que
las cosas no pueden ser de otra manera. “El Ascenso” ocurre cuando
la persona está de acuerdo con lo que el Creador está haciendo y por
tanto, percibe satisfacción, perfección, eternidad, se separa de su
cuerpo y se relaciona sólo con la espiritualidad”.
“Pero cuando ha cometido un pecado, y ciertamente
debe lamentarlo y sentirse apenado por haberlo cometido -sin
embargo, aquí también debemos darle el lugar correcto al dolor y a
la aflicción: dónde sitúa la causa del pecado- ese es el punto por
el cuál debe sentirse apenado”.
“Y el hombre debe lamentarlo y decir: “Cometí ese
pecado porque el Creador me arrojó lejos de la santidad a un lugar
de inmundicia, al lavatorio, donde hay suciedad”. Es decir, que el
Creador le dio el deseo y el ansia de entretenerse y respirar el
aire en un lugar maloliente.” (Y podrías decir, como está escrito en
los libros, que en algunas ocasiones un hombre se encarna en el
cuerpo de un cerdo para que reciba el deseo y el antojo de gozar de
cosas que ya aunque había determinado eran inmundicia, no obstante
desea volver a vivirlas)”.
“Y también, cuando un hombre percibe que asciende y
se enorgullece de su trabajo no debe decir: “Ahora ya me encuentro
en un estado en que comprendo que vale la pena servir al Creador”.
Más bien, debe darse cuenta que ahora el Creador le tiene en estima
y por esta razón lo llama cerca de Él y por esto tiene esa
sensación. Y debe tener mucho cuidado de no separarse del camino de
la santidad y andar diciendo que hay otra fuerza que opera aparte
del Creador. (Y esto quiere decir que, acogido favorablemente por
el Creador, o lo contrario, no depende del hombre por sí mismo sino
que todo depende del Creador. Y el hombre con su mente imperfecta no
puede comprender por qué el Creador le muestra su agrado unas veces
si y otras no)”.
“Y de igual forma cuando se lamenta porque el Creador
no lo acerca a Él, debe cuidarse de no estar afligido por sí mismo,
por haber sido separado del Creador, pues de esta forma se
convierte en un receptor en su propio beneficio y el que recibe está
separado del Creador. Más bien debe deplorar su exilio de la Divina
Presencia, por infligir sufrimiento a la Divina Presencia”.
“El Creador otorga sólo bienestar a una persona. Sin
embargo, cuando se atraviesa el egoísmo se percibe como mal, como
enfermedad, opresión y demás infortunios en la vida. Cuando un
individuo se siente mal no tiene la capacidad de agradecer al
Creador al mismo tiempo. Si esta persona supiera y pudiera percibir
la aflicción del Creador al ver que toda la bondad que le envía es
recibida como maldad, esta persona se comportaría de otra forma. O,
si tuviera la posibilidad de percibir la alegría del Creador cuando
la persona se siente bien”.
“En otras palabras: todos los pensamientos, todas las
acciones y todo lo que ocurre deben orientarse al Creador. Es la
única manera en que la persona va a salir de su “yo” o su cuerpo y
esto quiere decir entrar en la espiritualidad”. |