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Sobre mi lecho por la Noche, Artículo Nº 23 1984-85

 

Sobre mi lecho por la Noche

Artículo No 23, 1984-1985

El Zohar (en Tazria (Cuando una mujer da a luz) p 1, y en el comentario Sulam, Item 1) pregunta acerca del verso, “Sobre mi lecho por la noche”. Aquí están sus palabras: “Rabí Elazar comenzó, ‘Sobre mi lecho por la noche, yo busqué a Aquel a quien mi alma ama’. Él pregunta, ‘Dice, ‘Sobre mi lecho,’ pero debería haber dicho, ‘En mi lecho,’ ¿porqué ‘Sobre mi lecho’’? Y él responde, ‘La congregación de Israel habló ante el Creador y le preguntó sobre el exilio, pues ella está sentada entre el resto de las naciones con sus hijos, y ella yace en el polvo. Y debido a que ella yace en la tierra, una que es impura, ella dijo,  ‘Pregunto sobre mi lecho, pues yo yazco en el exilio’, y el exilio se llama ‘noches’. Por ello, ‘Yo busqué a Aquel a quien mi alma ama para que me libre de eso’’”.

Se sabe que la asamblea de Israel es Maljut, que contiene todas las almas. Asimismo, se sabe que cada persona es considerada un mundo pequeño, como está escrito en el sagrado Zohar que el hombre consiste de setenta naciones del mundo, que corresponden a las siete Sefirot, donde cada Sefirá consiste de diez, de esa manera hay setenta Bejinot (discernimientos). Estos son lo opuesto de Kedushá (santidad), ya que hay siete Sefirot de Kedushá y las setenta naciones de las cuales el hombre está incluido. Esto significa que cada nación tiene un deseo especial que le pertenece, y el hombre contiene los setenta deseos que existen en las naciones del mundo en general.

Existe además el discernimiento de Israel también dentro de una persona, el cual es su propia esencia. Sin embargo, es llamado un punto en el corazón, que significa que es un punto de oscuridad, es decir que el Israel en él no está brillando y se considera como Ajoraím (posterior). La razón es que ella está en exilio, bajo el gobierno de las setenta naciones que existen en una persona.

¿Y con qué controlan el Israel en él? Se hace mediante preguntas que le plantean al discernimiento e Israel cuando desea hacer algo para el Creador, que es llamado Yashar El (directo al Creador). En ese momento, le dejan entender que no es de valor trabajar (a menos que sea) sino sólo por amor propio. Pero en lo que se refiere a otorgar, preguntan “¿Qué?”, es decir “¿Qué quieres decir con este servicio?”; que aprendimos que es la pregunta del malvado. Y si uno desea superar su argumento, entonces la pregunta del Faraón viene a él, quien dijo, “¿Quién es el Señor para que yo escuche Su voz?”

Y si esas preguntas no afectan a una persona al aparecer una vez, las preguntas regresan repetidamente todo el día, como está escrito (Salmos 42:11), “Como con un crujir en mis huesos, mis adversarios me provocan; mientras me dicen todo el día, ‘¿Dónde está tu Dios?’” Uno no puede salir de su dominio y ellos degradan el Israel en el hombre hasta el polvo, y está escrito (Salmos 42:26), “Porque nuestra alma es sometida hasta el polvo”, nos causa que, “Nuestro vientre se adhiere a la tierra”. “Vientre” se relaciona con las vasijas de recepción del hombre, y significa que el punto en el corazón es considerado polvo. Esto que nuestros Kelim se adhieran a lo mundano, que es el amor propio.

Sin embargo, si el reino de los cielos fuera glorificado, sería un honor para nosotros si pudiéramos servir al Creador de alguna manera, y consideraríamos el más pequeño servicio una fortuna. Tal honor valdría el ceder todos los placeres que vienen a nosotros a través del amor propio. Esto es lo que decimos en la oración suplementaria (Musaf) de los tres festivales de peregrinación (Shalosh Regalim), “Nuestro Padre, nuestro Rey, apresura y revela la gloria de Tu reino sobre nosotros”. Significa que pedimos al Creador que ya que el reino del cielo está en bajeza y es considerado como “Divinidad en el polvo,” deseamos que el Creador descubra ante nosotros la importancia y la gloria del reino del cielo. Entonces será un gran privilegio para nosotros, el ser así recompensados con la salida del amor propio y que se nos conceda el amor del Creador.

Esta es la interpretación del Zohar a, “Por ello, ‘Yo busqué a Aquel a quien mi alma ama para que me libre de eso’”.

Se sabe que el hombre consiste de tres Nefashot (almas): 1) Nefesh de Kedushá (santidad); 2) Nefesh de Klipat (Klipa de) Noga; y 3) Nefesh de los tres Klipot impuros.

Nefesh de Kedusha brilla como un mero punto. Por lo tanto, Nefesh de Klipat Noga debe conectarse a Nefesh de Kedusha, como explicamos en los ensayos previos de Baal HaSulam. Y ya que el operador principal es Nefesh de Klipat Noga - dado que la Nefesh de los tres Klipot impuros no puede ser corregida, y la Nefesh de Kedushá no requiere corrección porque ella es santidad - todo el trabajo es con la Nefesh de Klipat Noga.

Y cuando (una persona) hace Mitzvot, Klipat Noga se une a la Kedushá, y cuando él peca,  Nefesh de Klipat Noga se une a Nefesh de los tres Klipot impuros.

Pero Nefesh de Kedushá está en Ajoraím, ella no ilumina y ella está en bajeza. Esto es la razón de por qué no deseamos esforzarnos en hacer buenos actos de manera que la Klipat Noga se una a la Kedushá.

Por lo tanto, “Sobre mi lecho por la noche, yo busqué a Aquel a quien mi alma ama”, para que me lleve fuera de ella, ya que Nefesh de Kedushá pertenece a la congregación de Israel, y ella está en la otra, la tierra impura, y le pide a Él, a Aquel a quien mi alma ama, que me libere de esta, de la tierra impura. Esto significa que ya que Nefesh de Kedushá está en bajeza, Nefesh de Noga hace lo que las tres Klipot impuras quieren. De esto por lo tanto resulta que Nefesh de Kedushá debe tolerar el gobierno de las Klipot impuras, que gobiernan entonces. Esto es por lo que Nefesh de Kedushá pide ser liberada de este exilio, que es llamado “noche”.

Allí, en El Zohar (y en el comentario Sulam, Ítem 9), está escrito, “Rabí Aha dijo, ‘El Creador decreta que la gota sea hombre o mujer, y tú dices, ‘Una mujer que insemina primero, alumbra un hijo varón”. Así, el decreto del Creador es redundante’”. Rabí Yosi dijo,  ‘En verdad, es el Creador quien decide entre una gota de hombre o una gota de mujer. Y debido a que Él lo ha discernido, Él decreta si es que será un varón o una mujer’”.

La respuesta que está dando es confusa - eso porque Él distingue si es un hombre, Él decide. ¿Porqué necesita decidir si es un hombre o una mujer de todas maneras? Él explica ahí en el comentario Sulam, “Significa que tres participan en un hombre: El Creador, su padre y su madre. El padre da lo blanco en él; su madre da lo rojo en él, y el Creador le da el alma. Si la gota es un hombre, el Creador entrega el alma de un hombre. Si es una mujer, el Creador entrega el alma de una mujer”. Resulta que la mujer que insemina primero no hace que la gota llegue a ser un hombre, si el Creador no instila un alma de hombre en ésta. Este discernimiento de que el Creador distingue en la gota, que es digna de un alma de un hombre o de una mujer es considerado como la decisión del Creador. Si El no hiciera esa distinción y no mandara un alma de hombre, la gota no resultaría ser un hombre. De esto sigue que los dos versos no se contradicen.

Para entender todo lo arriba mencionado en el trabajo, debemos interpretar que los tres toman parte en una sola persona. Su padre y madre causan el nacimiento de un hijo. Su padre es llamado “el hombre”, Es llamado “un hombre” y lo suyo es llamado “integridad”, porque un hombre es considerado integridad. Además, su padre entrega lo blanco porque “blanco” es considerado integridad, que no hay suciedad (como suciedad) allí. Su madre es llamada Nekeva (una mujer). Ella es llamada “una mujer” y es llamada “una carencia” porque Nekev (apertura) significa una deficiencia, y es llamada “rojo”. Es como decimos, “Hay una luz roja allí; no podemos pasar por ahí”. Esto se llama “una barrera”, cuando no podemos avanzar. Y el Creador da el alma porque el hombre puede hacer cualquier cosa, pero el espíritu de vida pertenece al Creador.

El orden del trabajo es que un hombre debe dividir el día de trabajo en día y noche. “Día” significa integridad y “noche” significa deficiencia. Porque un hijo que vive anhela nacer, ese hijo debe nacer por su padre y su madre porque su padre le da el blanco, es decir la integridad, lo cual es considerado “una persona masculina”, y su madre le da la carencia, que es llamado “una persona femenina”.

La integridad y carencia deben existir, ya que una persona necesita comida para vivir, y entonces puede trabajar. Similarmente, aquí en el trabajo del Creador, un hombre debe recibir alimento espiritual y entonces puede ver lo que necesita ser corregido. De otra manera, no tiene energía para trabajar, sin alimento, y el alimento es recibido solo de la integridad.

Por lo tanto, podemos suscitar integridad mientras nos ocupamos de la Torá y Mitzvot. En ese momento, no es necesario considerar qué tanto nos esforzamos en la Torá y Mitzvot, para hacer lo mejor que podemos, sin fallas, es decir examinándonos y viendo si estamos bien o no. Sino que, entonces es el momento de considerar la Torá y Mitzvot en y por sí mismas, es decir, de Quién es la Torah y Mitzvot que estoy observando.

Debemos pensar en el Otorgante de la Torah, al bendecir, “Bendito eres Tú, Oh Señor, Dador de la Ley”. (Torá significa “ley” e “instrucción” en hebreo). Y con respecto a los Mitzvot (mandamientos), decimos, “Quien nos santificó con Sus Mitzvot”, es decir saber que estamos guardando las Mitzvot del Creador.

Esto es por lo que debemos considerar la importancia del Otorgante, y esto debe darnos vitalidad y alegría por haber sido recompensados con guardar lo que Él nos ordenó, hasta cierto punto, y decir que mientras guardar no es “realmente guardar” aún, realizado completamente para el Creador, pero debemos de todas formas creer que hay personas que nunca consideraron siquiera guardar la Torá y Mitzvot en su voluntad y corazón, incluso en la menor parte. A nosotros, sin embargo, el Creador nos ha dado el deseo y el anhelo de observar algo, es decir con poco entendimiento, pero sin embargo hacemos algo. Pero las personas ni siquiera tienen ese algo. Y cuando notamos eso, nos da vitalidad y sustento.

Esto se llama, “su padre da lo blanco”, como dijimos que la integridad se llama, “blanco”, donde no hay suciedad. Hay una ganancia doble aquí:

  1. Mediante eso, el recibe buen ánimo, dado que es anexado al Íntegro, es decir al Creador, y lo que Él da, debemos creer que es completo. Y la integridad complementa a una persona para hacerlo sentir también completo. Así, él naturalmente toma sustento de eso, de manera que puede vivir y existir, para entonces tener la fuerza para hacer el trabajo sagrado.
  2. De acuerdo a la medida  que adquiera durante el trabajo de integridad, él tendrá más tarde espacio para sentir la carencia en su trabajo, que no es realmente puro. En otras palabras, entonces puede imaginar cuánto pierde con su inactividad en el trabajo, ya que compara la importancia del Creador con su propia bajeza, y esto la da fortaleza para trabajar.

Sin embargo, uno debe corregirse, también, o permanecerá en la oscuridad y no verá la luz verdadera que ilumina en los Kelim calificados, que son llamados “vasijas de otorgamiento”. La corrección de los Kelim es llamada “Nukva”, “una carencia,” ya que él está trabajando para corregir sus faltas. Esto es llamado “su madre da lo rojo”, es decir que en ese momento el ve la luz como roja, que son las barreras que están en su camino y que no lo dejan llegar a la meta.

Entonces viene el tiempo de la plegaria, ya que una persona ve las medidas del trabajo que él tiene en los asuntos de mente y corazón, y cómo él no está avanzando en el trabajo de otorgamiento. El también ve como su cuerpo es débil, que no tiene la fortaleza para superar su naturaleza. Por esta razón, él ve que a menos que el Creador lo ayude, está condenado, y está escrito (Salmos 127), “A menos que el Señor construya la casa, aquellos que la construyen laboran en vano”.

De esas dos, la integridad y la carencia, que son su padre y su madre, resulta que el Creador lo ayuda, dándole el alma, el espíritu de vida. Y entonces nace un recién nacido. Esto es por lo que nuestros sabios dijeron, “Tres toman parte en un hombre.” Este recién nacido que ha nacido es considerado una semilla sostenible, es decir que vivirá por largo tiempo. De otra manera, si no tiene lo que el Creador le está dando -un alma- este recién nacido es considerado abortivo, es decir es insostenible y “cae de su grado”. Debemos saber que en cuanto al Creador, Él desea dar, como se explica en muchos lugares, “La Luz Superior no cesa de iluminar”, pero debemos tener Kelim que sean capaces de recibir.

Así, depende de la preparación del hombre. Y ya que hay dos fuerzas en el hombre, hay dos discernimientos que hacer sobre esto: 1) fuerzas de recepción; 2) fuerzas de otorgamiento. Esas dos fuerzas deben ser corregidas a ser para otorgar. La fuerza de otorgamiento en una persona se llama “hombre”. y la fuerza de recepción de una persona se llama “mujer”, “femenino”. “Plantar” significa que una persona hace un esfuerzo para obtener algo. Por ejemplo, cuando una persona necesita trigo, él planta trigo, y recibirá trigo de su labor. Y si necesita papas, plantará papas. En otras palabras, una persona trabaja de acuerdo a lo que quiere, y esto es lo que recibe.

Es similar en el trabajo del Creador. Si él desea corregir las vasijas de otorgamiento, las cuales se llaman “masculino”, “hombre”, lo cual se considera que el hombre planta primero - es decir que su pensamiento es el de corregir las vasijas de otorgamiento - entonces ella da a luz a una mujer. Esto es así porque es sabido que hay una relación inversa entre las Luces y los Kelim, y la luz femenina es llamada Katnut (pequeñez).

Y si la mujer planta primero, es decir que él desea corregir las vasijas de recepción para otorgar, ella da a luz a un hombre, es decir la luz masculina, que es una luz de Gadlut (grandeza). “Y el Creador da el alma”. El Creador distingue la gota, es decir qué especie estaba plantando la persona, es decir la preparación. En otras palabras, si él desea que las vasijas de recepción sean para otorgar, el Creador le da un alma masculina, que es llamada “un alma de Gadlut”. Y si él es considerado “una persona”, es decir, desea solo que las vasijas de otorgamiento sean para otorgar, recibe del Creador la luz de Katnut, llamada “femenina”.

 

 

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