Según la sabiduría de la Cabalá el techo de paja de la Sucá, nos  sugiere el camino para atraer armonía y alegría a nuestras vidas

Por Natan Hamster

Si eres mujer, seguro reconocerás los nombres de estas compañías de cosméticos de renombre multinacional, como NIVEA, CHANEL, LANCOME o DIOR y  es posible que utilices  sus  productos.

Pese a que logramos revestir nuestro aspecto exterior por medio de estos productos cosméticos,  no podemos revestir nuestros sentimientos internos. Hoy en día muchas personas experimentan sensaciones desagradables y falta de satisfacción. La humanidad sufre catástrofes, enfermedades, divorcios, desempleo, sin saber el origen de todo este sufrimiento y cuál será su fin.

Resulta que estamos capacitados para cambiar esta situación.

La sabiduría de la Cabalá nos describe otra realidad: un mundo favorable  y perfecto, y nos explica de qué modo podemos llegar a él, paso a paso. Según la Cabalá, todo el dolor que la humanidad padece, está relacionado a la incapacidad de cubrir nuestro ego.

Durante el paso de las generaciones nuestro ego  creció y se  desarrolló.   Mientras la humanidad tuvo un ego pequeño, los hombres se conformaban  con poseer una pequeña choza y un poco de alimento, y así lograron vivir en unión, paz y armonía. Sin embargo hoy, todos deseamos devorar todos los placeres de la vida, tener dinero, lograr honor y poder, a costa del prójimo y aprovecharnos del entorno en pos del beneficio  propio. Mientras el ego crece, perdemos la sensación de unión entre nosotros y nos  volvemos distantes y separados  unos de otros.

¿Cómo enfrentar mis deseos ilimitados?

Según la sabiduría de la Cabalá el techo de paja que cubre la Sucá (tabernáculo o tienda erigida para celebrar esta fiesta) representa la conciencia a cerca de la necesidad de revestir nuestro ego. Para ello, debemos reconocer que el ego es la fuente de nuestra separación y como resultado de tal, la sensación de  carencia. En este mundo donde cada individuo se preocupa por sí mismo, no es casual que nos  comportemos de un modo defensivo, sin lograr la armonía y la felicidad.

En la fiesta de Sucót, construimos una tienda como símbolo de la acción interna que debemos realizar: la construcción del techo de paja o revestimiento del ego, para ocultarlo en la sombra. El ocultamiento del ego no  hace desaparecer   nuestros deseos egoístas, pero  nos  permite construir en nuestro interior un nuevo deseo, el otorgar al prójimo.

Si estamos  felices de hallarnos ocultos en la sombra, y desde allí deseamos construir dentro de nosotros el deseo  de otorgar y unirnos al prójimo, entonces la armonía y unión volverán a servirnos, y llegará  a nosotros la Luz de la fiesta de Sucót, que traerá la calma y la felicidad a nuestras vidas.

Natan Hamster- Terapeuta floral especializado en flores autóctonas israelíes y estudiante del Instituto “Cabalá para todos”