Reflexiones diarias, 14.02.2012

¿Para qué existe el contacto entre nosotros, con qué necesidad tenemos este contacto, cuál es la razón, por qué? ¿Nos conectamos para descubrir al Creador? ¿Vamos a convocarlo como testigo, ya que sin Él seguro no tendremos éxito?

No hay conexión, excepto cuando hay  presencia de la Fuerza Superior, y solamente para que la Fuerza Superior aparezca, nosotros realizamos la conexión.

Yo quiero desear conectarme para llegar a la adhesión con el Creador. De otro modo, ¿para qué conectarse? Tu súplica y la reacción desde abajo no pueden ser completas sin "Israel, la Torá, el Creador, son uno". En nuestro mundo no tiene ningún sentido conectarse – tú no vienes aquí para hacer una reconciliación o tener un beneficio  material. Si aclaras tu carencia de manera íntegra llegarás a "Israel, la Torá, el Creador, son uno". Si es una petición completa no puede terminar sin el Creador – en el origen de quien recibes fuerza – la fuerza del cambio, la comprensión, la mente, la consciencia. Sin eso, es como si enviaras una carta sin dirección.

Si deseamos conectarnos para llegar al otorgamiento mutuo para otorgarle al Creador- es suficiente.

La sociedad tiene que ser para mí como una moda, hacerme tipos de imágenes de las que me impresiono, que si no alcanzo la espiritualidad entonces es preferible mi muerte a mi vida…Así tiene que ser la influencia de la sociedad sobre mí, y entonces tendré fuerzas para llegar a la Meta. Todo depende del entorno, en la medida de sofisticación  que tiene para hacer una buena y adecuada actuación ante los compañeros. Y si las personas acuerdan entre ellas que de ese modo actúan, conversan, se muestran a sí mismas, y especialmente con el lenguaje del cuerpo – mostrando a los demás cuán importante es para ti sentarte, estudiar, apresurarte para llegar a la clase, sentarte en ella con intención, hacer de eso una especie de ritual – entonces eso influye a los demás. Y de ese modo "cada uno ayudará a su amigo" – que lo que no se halla en nuestro entender lo recibiremos por encima de nuestro entender. Como un diamante que no tiene valor por sí mismo y solamente la sociedad le proporciona el valor.

Si nos dirigimos al amigo, tenemos que dirigirnos a su punto en el corazón, todo lo demás, entretanto, lo dejamos de lado – excepto si viene a acusar. Y con su punto en el corazón quiero hacer un contacto, aproximarme a él, que tengamos una sola mente, que nos sintamos realmente juntos. Que el ego que  hay sea neutralizado supuestamente mediante nuestra mutua atracción.

Un entorno mejor – es cuando yo valoro a los compañeros hoy más que ayer.

Superación – a pesar que yo no quiero, me humillo a mí mismo y voy en busca de un deseo superior.

La persona tiene la ilusión que el Mundo Superior se encuentra arriba y separado de este mundo, y como resultado de eso estudia la sabiduría de la Cabalá de forma personal y no tiene impulso en conectarse con los demás. Desde esa imagen nosotros comenzamos porque somos egoístas. Y después de años, como efecto de la Luz que reforma, despiertan en la persona la comprensión y la necesidad de conectarse con el grupo, y que allí dentro del grupo encuentre al mundo espiritual. Es una conmoción muy grande en la esencia del hombre – este comienza a comprender que el mundo espiritual no se halla en algún lugar allá al lado de la luna sino en el contacto entre los seres humanos – en una posición totalmente anti-egoísta, y entonces él debe aumentar y agudizar ese punto. Y en la próxima etapa el individuo comprende que él, el grupo y toda la humanidad tienen que conectarse para asemejarse al Creador.