Nuestros niveles de desarrollo dependen de nuestro deseo de recibir. Esa es nuestra sustancia: nuestro deseo de recibir, que evoluciona continuamente. Sin embargo, el desarrollo del deseo de recibir es gradual.

Primero evoluciona dentro de deseos físicos, enfocándose en lo que el cuerpo necesita. Incluso si una persona vive sola, todavía desea comida, sexo, familia y hogar. Es lo que el cuerpo necesita. Así, estos deseos físicos fueron los primeros en desarrollarse durante las generaciones tempranas de la humanidad. Luego vino la necesidad de riqueza y dinero. El deseo de recibir seguía creciendo.

Luego del deseo de dinero, vino el deseo de honor y poder. Entonces vemos que mucha gente comenzó a evolucionar. Aquellos que se habían enfocado en los deseos físicos se desplazaron hacia los de deseos de riqueza. Aquellos con deseos de riqueza comenzaron a buscar el honor y el poder. Y luego del honor vino el deseo por el conocimiento científico, de la Edad Media en adelante, especialmente durante el Renacimiento.

En nuestros tiempos ha comenzado a nacer un deseo por la espiritualidad. Cada vez que llega gente al mundo trae un gran deseo de recibir con un ego más grande detrás de ese deseo. Es por eso que todas las enseñanzas deben ocultarse, para que la gente no haga mal uso de ellas.

¿Cuándo aparece el deseo de recibir espiritualidad? Después que una persona se ha desesperado completamente de su desarrollo en los niveles previos, y alcanzado el estado en que le parece que no hay nada en este mundo que la puede realizar. Sólo entonces se pregunta: ¿Cuál es el propósito de mi vida? ¿Por qué existo? ¿Cuál es la razón para esta vida y para todos los sufrimientos?

Estas preguntas llevarán a la persona a la pregunta sobre su origen: ¿De dónde viene mi vida? Estas preguntas pertenecen a un Plano Superior, por decirlo así. Este es el deseo terrenal de recibir, todo lo que nos ocurre aquí en este mundo. Y desde aquí comienza el deseo espiritual de recibir.

Ahora la persona comienza a preguntarse sobre cosas que están más allá de este mundo. En este momento llega la revelación de la sabiduría de la Cabalá. ¿Por qué? Porque la Cabalá responderá esas preguntas y cuando su sabiduría se revela, la revelación nos mejorará, nos dará apoyo y nos corregirá.

Una vez que estemos corregidos, estaremos protegidos de nuestros egos y no nos haremos daño a nosotros mismos. Además entenderemos cómo está construida la realidad y entenderemos el Mundo Superior. Y conoceremos la Providencia y el gobierno del Mundo Superior sobre nosotros.

Sólo entonces, después que la sabiduría de la Cabalá sea revelada, nos será permitido abrir todas las otras enseñanzas y aprender cuán incorrectamente hemos hecho todo en el pasado. Ciertamente, en ese punto ya no nos haremos daño a nosotros mismos.

Es por eso que actualmente el mundo entero afronta un período de crisis muy difícil. En el pasado, siempre que había una crisis era reemplazada por otra crisis. Si era una crisis económica, era reemplazada por una crisis espiritual.

Si era una crisis espiritual, se convertía en una crisis cultural, o en una crisis tecnológica. De alguna manera una reemplazaba la otra, y así venía evolucionando la humanidad.

Pero hoy, hemos alcanzado un punto en que no importa con qué clase de expertos hablemos -filósofos, físicos, humanistas, científicos, sociólogos- todos han detenido su desarrollo. Carecen completamente de la habilidad de prever el camino correcto a seguir. Son incapaces de ver o entender y se sienten incapaces de seguir desarrollándose.

En este punto, según los cabalistas, y sólo en este punto, debe ser revelada la sabiduría de la Cabalá, porque ofrece las respuestas que esos expertos están buscando. En otras palabras, en este momento hay una carencia, y la sabiduría de la Cabalá se revela conforme a esa carencia. Por eso ahora es el momento de revelarla.

¿Cuál es esta necesidad de la revelación, y qué hace? En tal sentido Baal HaSulam escribió lo siguiente en el artículo "La Esencia de la Sabiduría de la Cabalá":