El programa de televisión "Super Nanny" (reality educativo) despertó en mí muchas preguntas sobre la educación de los niños, y principalmente esta: ¿el hecho de que me haya convertido en madre es un diploma en formación? ¿Dónde comienza y dónde termina mi educación?

   Por: Sharabi Reut   

Las preguntas crean una base para pensamientos y desconciertos, pero lo que la educación de los niños exige ahora son medidas prácticas. La vida sigue y yo descubro a la educadora  en mí, que reacciona en forma intuitiva a todo lo que sucede,  mientras que trato de examinarme a mi misma y al beneficio educativo que les doy a mis hijos. Yo uso todo lo que tengo a mi alcance - lo que me inculcaron mis padres, lo que he absorbido durante toda mi vida, los consejos de aquellos más experimentados que yo y los distintos programas educativos para niños -  camino a paso minucioso,  constantemente en busca de la dosis correcta que todos dicen que existe, sin conseguir realizarlo.

Educación Natural

La primera vez que oí hablar de educación, sin sentir la necesidad de entrar en estado de alerta, fue a través de la sabiduría de la Cabalá. Lo primero que descubrí fue la respuesta a mi pregunta: la educación no tiene principio ni fin, sino que es el camino de cada uno de nosotros sin relación a la edad.

Lo segundo fue, que la educación tiene mucho más sentido de lo que pensaba. Más allá de nuestro deseo como padres de inculcar valores a nuestros hijos, buen comportamiento y éxito en todo, parece que tenemos la posibilidad de aprender y descubrir, a través de la sabiduría de la Cabalá, las causas por la cuales se rigen el mundo y la vida.

De esta manera, no solo tenemos la posibilidad de adivinar si actuamos bien o no  y poder verificar nuestro éxito sólo en el futuro, sino que podemos asegurarnos que le damos a nuestros hijos la educación adecuada - la educación que coincide con el poder de la naturaleza que actúa alrededor de nosotros, que es el poder de amor y otorgamiento. Esta fuerza actúa en todos los niveles de la naturaleza y lleva a la armonía y a la perfección que observamos, por ejemplo, en grupos de animales. Cuando obramos de acuerdo a esta ley y educamos a nuestros hijos también hacia el amor y la entrega al prójimo, nos incluimos en la armonía de la naturaleza y les aseguramos un futuro mejor.      

Educación - no sólo para niños

El reconocer que yo misma me encuentro en un proceso de educación, me ubica completamente en otro lugar en relación a la educación de mis hijos.

La educación es educación. Su indispensabilidad y su importancia son idénticas para mí y para mis hijos, solo que para los pequeños, utilizo las herramientas que coinciden con la comprensión mental y emocional de ellos, por ejemplo en los cuentos y los juegos que demuestran que nosotros, los adultos, aprendemos con ellos y a través de ellos. Cuando un niño siente que sus padres se educan como él, siente una verdadera capacidad para contribuir, a pesar de su edad.       

La educación es el camino de nuestra vida, tanto para grandes como para pequeños.

Reut Sharabi, madre a horario completo y estudiante del instituto  "Cabalá para todos"