La falta de satisfacción de la mujer tiene su raíz espiritual y sólo puede llenarse con la espiritualidad. No es un secreto que en nuestro mundo, las mujeres sufren más que los hombres.
Cualquier mujer, ya sea una reina o una mujer perteneciente a una tribu en África, de alguna manera está descontenta con su existencia, tiene algún problema, se siente dependiente, o de plano insatisfecha. Ella quiere más cariño, amor; anhela más apoyo y cuidados.
No es que el mundo sea responsable de esta situación. La falta de plenitud interior está incrustada en su naturaleza de mujer, y ya que la razón es la espiritualidad, sólo la espiritualidad puede resolverla. Una mujer nunca estará totalmente satisfecha o plena a menos que alcance la espiritualidad.
Podemos darnos cuenta cuán profunda es la necesidad de la mujer comparada con la del hombre en nuestro mundo. Un hombre obtiene placer tan sólo al mirar a una mujer. ¿Qué mujer siente placer al simplemente mirar a un hombre? Un hombre tiene múltiples placeres: fútbol, mujeres, cerveza, TV y aventuras. Una mujer desea algo más profundo que eso.
La Cabalá nos explica la razón por la cual nuestro mundo está constituido de esta manera. Nos dice que en la espiritualidad, la mujer es la que siente la falta de satisfacción en primer lugar y lo único que es necesario hacer es que ella formule correctamente esta necesidad y la utilice para impulsar a un hombre a alcanzar la meta espiritual, atraer la Luz desde Arriba y la traiga hasta ella.
En estos momentos, no comprendemos totalmente el funcionamiento. Pero, nuestra tarea es continuar siguiendo las recomendaciones de los cabalistas y permitir que nos abran los ojos. Seremos capaces de ver cómo es que puede utilizarse esta enorme necesidad que el Creador ha puesto en la mujer: su desesperación y ansiedad, su necesidad de satisfacción, de apoyo, seguridad, su necesidad de amor y cariño- y hacerlo en para lograr la meta espiritual. Es a partir de esto que la Luz viene a llenar todas las necesidades que siente una mujer.