Mezclar las cualidades femeninas y masculinas a nivel espiritual conduce a la infidelidad, la traición y las desviaciones sexuales en nuestro mundo.
Ciertamente a nadie le gusta que lo engañen. Pero, por más que queramos describir este fenómeno desafortunado como un comportamiento infame y propio de los animales en realidad existe una raíz espiritual detrás de él, porque cada fenómeno en nuestro mundo debe también existir en el mundo espiritual. ¿Entonces, cuál es esa raíz espiritual o el motivo de nuestra infidelidad? En la Cabalá, este motivo se llama "El rompimiento de las vasijas".
Esta mezcla de calidades no sólo es el motivo de la infidelidad y la traición, sino también de todas las desviaciones sexuales en nuestro mundo, como la homosexualidad y la identidad sexual desviada. Y estos fenómenos son más evidentes que nunca en nuestra época porque hemos llegado al nivel "más bajo" del discernimiento del rompimiento de las vasijas.
Las partes masculinas y femeninas no saben exactamente como deben actuar la una con la otra. En el estado ideal, que es el estado espiritual, las partes masculina y femenina se encuentran en posiciones contrarias: el hombre en posición opuesta a la mujer. Pero, en nuestro estado, después del rompimiento de las vasijas, descendieron y se mezclaron las unas con las otras y cada una adoptó características que le pertenecen a la otra. Por este motivo deseamos diferentes tipos de placer de diferentes fuentes.
Pero, si nos elevamos por encima de nuestra búsqueda de estos diferentes placeres, y aspiramos alcanzar el placer espiritual, entonces veremos quién es nuestro verdadero compañero en el camino espiritual. Esto nos llevaría al famoso versículo que dice "Hombre, mujer, y la Divina Presencia entre ellos".
Si el valor más grande para una persona es la espiritualidad, entonces él o ella van a encontrar al compañero correcto en su vida, su "otra mitad" que estará unida a él o ella en el camino espiritual. Y juntos van a alcanzar la adhesión con el Creador.