
En la Cabalá, al unirse un hombre y una mujer no se trata de Adán y Eva, ni siquiera de los hombres y las mujeres. Se refiere a una parte de la humanidad que es masculina y otra parte que es femenina. La razón de su unión es complementarse y originar la corrección general de la humanidad. Cuando los hombres estudian la sabiduría de la Cabalá atraen la Luz, las mujeres les proveen la necesidad, el deseo, el combustible para dirigir su energía a la corrección. Cada uno tiene su parte, ninguno es más importante que el otro y ninguno puede lograrlo sin el otro.