Kabbalah.info - Kabbalah Education and Research Institute

Laitman - Artículos

Memorias de la viuda de Rabash

memoriasNosotros, la “rabanit” (nombre dado a la esposa del rabí) FeigueAshlag,viuda de mi maestro, y yo, decidimos organizar una pequeña reunión de recuerdos
Leer más...
 

Navegando hacia el futuro

internetLo vivimos, lo respiramos, hablamos con él, no podemos sin él; el internet se ha convertido en el corazón latiente de la realidad global.
Leer más...
 

Lección 1 "Tú me has moldeado desde atrás y desde antes"

Lección 1

2007-29-07

Rav. Doctor Michael Laitman

“Tú me has moldeado desde atrás y desde antes, es decir la revelacióny encubrimiento del rostro del Creador pues verdaderamente su reino rige sobre todo.”

Esto es que el Creador nos ha moldeado desde atrás y desde antes; o, en la revelación y ocultación; en todo momento.  El actúa en nosotros,  el deseo de recibir, la criatura.  ¿Por qué?   Para ponerla en movimiento, como está escrito, la expansión y la salida de la Luz hacen que la criatura encuentre valor en su tarea.  Por medio de la influencia de la Luz en los Kelim, estos se transforman, adquieren discernimientos, se eliminan,  se perciben a sí mismos, su falta de corrección, la comprensión de la corrección y la corrección por sí misma.  Todo ocurre por la Luz que hace su efecto en el kli. No hay nada dentro de este que pueda crearse por sí solo, porque no tiene el poder de actuar, únicamente tiene la necesidad, la deficiencia.  Y  hacer sus discernimientos, ¿por medio de qué?  A través de la sociedad.  ¿Me están escuchando?  El kli per se es totalmente pasivo, no puede hacer nada, más que sentir lo que la luz realiza en la vasija.

Según como la Luz actúe en la vasija sobreviene una reacción.  Si la acción es importante, la vasija va a tener una gran respuesta.  Si la acción es menor, la afectará menos.  Pero, sin importar de qué manera actúe,  no hay nada más en el kli. A través de las diferencias de la influencia en la vasija, despierta en ella un mecanismo de escrutinio.  Esta situación me afecta así, esta otra me afecta asa, esto me mueve a comportarme de una manera o de otra, por lo que crea en la vasija, el intelecto, la mente, el mecanismo cognoscitivo, la consciencia;  y de este mecanismo cognoscitivo el kli empieza a discernir sobre lo que quiere, pero todo se desarrolla por la influencia de la Luz, igual como programamos una computadora o entrenamos a un animal.

La Luz afecta de esta u otra manera con una multitud de influencias y entonces el kli empieza a discernir sobre la calidad o cantidad de la influencia, respecto a lo que es bueno o malo hacia la propia naturaleza de la vasija y  empieza a percibir a Quien le da.  Esto tiene también un impacto especial en la vasija, la sensación del Anfitrión, pues es el Anfitrión que le da a la vasija la sensación de sí misma y del Anfitrión y como resultado, la vasija empieza a comprender al Anfitrión y a discernir su propio estado con respecto al Anfitrión.  Entonces va a ver el bien y el mal en relación con  el deseo, la plenitud, y el bien y el mal en relación con el Anfitrión.  Todo esto lo despiertan las luces que han llenado el Kelim. La sensación de la plenitud y la sensación del contacto con el Anfitrión.

Así es que nos dice lo que significa “…la revelación y la ocultación del Rostro del Creador…”; es de esta manera que nos afecta y verdaderamente “…su reino rige sobre todo…” No hay forma o contorno en el kli que no sea resultado de la influencia de la Luz pero en el kli existen estados en que no percibe la fuente de donde provienen los cambios en los estados que experimenta y entonces le parece que es por su propia autoridad y que entiende, piensa y siente que hay transformaciones en ella misma y se figura que los ha realizado por sí misma. Pero, como está escrito, es por la revelación y ocultación, que algunas veces se revela y otras no se revela el Creador, con sus acciones, aún cuando su reino rija sobre todo, Él controla todos los estados.  El kli nunca está en algún estado, sino como resultado directo de las acciones del Creador.  El Creador no le tiene que preguntar al kli cómo se siente y lo qué piensa porque Él mismo ha creado esos pensamientos y sensaciones en el kli. Así que no tiene que preguntar nada.

Pero, como nosotros no tenemos sensación alguna o consciencia de donde proviene, entonces “…todo regresa a sus raíces…” porque no hay ningún lugar en donde Él no esté.  Siempre estás en contacto con Él.  “Pero, la diferencia está en el presente y en el futuro…” lo que significa,  sólo en la revelación del tiempo.  En realidad  en el “es” y “será”.  Aún en este momento estoy en Ein Sof, controlado por el Creador.  No puedo decir o hacer nada por mí mismo sólo que no me doy cuenta.

¿Pues a quién se le concede “…conectar a los dos mundos…” el oscuro…?   El mundo es un estado,  un estado en dónde sólo me descubro a mí mismo y otro estado en que descubro el gobierno de la Luz del Altísimo en mí.  Y los que conectan ambos mundos descubren en el presente en la realidad de esta vida, en todo lo que ocurre,  en todas las sensaciones y todos los pensamientos su Vestidura. ¿Qué quiere decir esto?  Que el Creador controla desde el ínfimo átomo hasta lo más grande.  El Creador actúa en todo; es la fuerza de la Naturaleza, que fusiona cada partícula de la creación, todos los elementos y los mueve unidos, de acuerdo a Su proyecto para conducirlos a conocerlo a Él, esa Fuerza Superior.

“…que todo lo que se hace es una vestidura para la revelación de la Divinidad.”   Así que todo lo que la criatura experimenta es tan sólo para poder descubrir al Creador para que pueda adquirir toda clase de discernimientos en sus emociones y en su intelecto, directa e indirectamente, con el fin de poder percibirlo a Él completamente.  En otras palabras, Él tiene que proveer toda clase de influencias, partiendo de su proyecto y diseño, sobre la manera en que desea revelársele y en este momento estará lista para captarlo y absorberlo.  A esto se le considera el “es”, es decir,  el presente.  ¿Qué es este “es”?  “…que aún también sale con sus Vestiduras Reales.” Esto es, aún ahora si ustedes desean descubrir al Creador en el presente, entonces, aún en este momento, Él está en todas partes y “…evidentemente nos muestra que el jinete no está subordinado al caballo.” Esto es que Él controla todo, en donde nos sentamos, en donde no nos sentamos, en donde  parece naturaleza muerta a nuestros ojos, o que pensamos que podemos hacer algo aquí, me equivoqué, no me equivoqué, podría hacerlo mejor o peor. Todo es de su dominio y mi propia confusión.

Pero, aunque aparece a nuestros ojos que el caballo (es decir nuestra propia naturaleza)  lleva al jinete,  esto es que nosotros tenemos algún control sobre la naturaleza por así decirlo, o que con nuestras relaciones, acciones o lo que sea, podamos actuar en las situaciones, la verdad es que el caballo, nosotros, nuestra propia naturaleza,  no puede ni intuir movimiento alguno por sí mismo, porque para comenzar es la Luz que lo pone en marcha y quien lo maneja.  La Luz es quien maniobra y el caballo es a quien se le acciona.  Así que al caballo sólo se le da la sensación de la brida y el cabestro del jinete.  El caballo no hace nada, sólo está ahí parado.  Cuando se le espolea, (es decir cuando hay una deficiencia) se mueve hacia delante, cuando uno le indica que pare, se para, se maniobra para que vaya a la derecha, a la izquierda, no hay problema, es tan sólo una máquina.  Y a esto se le llama “…la edificación de la estatura de la Divinidad…” cuando una persona descubre en su propio caballo, en su propia naturaleza, en su esencia, en su yo, por así decirlo, en sí mismo, esta dominación con brida y cabestro, hasta en el más mínimo detalle de su deseo, su intelecto o mente.  A esto se le llama cuando logra o alcanza verdaderamente en su carne el nivel de la Divinidad.  En otras palabras, es la dominación del Creador,  “…y a esto se le llama cara a cara.”  Cuando el Creador aparece en tu carne, en tu naturaleza en toda su profundidad, enteramente, y la persona está como sumergida en Él.  El Creador lo llena todo al punto que la persona no se da cuenta en dónde está.  Sólo se da cuenta de una cosa, el Creador me ha llenado y me controla enteramente y entonces ya no tiene ni una sola interrogante sobre si soy yo que mueve mi dedo, o es el Creador, este es mi pensamiento, o el del Creador.  Yo haré esto, el Creador hará aquello.  No habrá tal cosa, ambos estarán unidos, cuando el Creador esté Revestido completamente en la criatura.  A esto se le llama que el caballo sigue al Jinete al pie de la letra.

“Pero, a uno que no se le ha concedido la Santidad y que dedique todos sus actos sólo al Creador… ¿Qué quiere decir esto?   Que depende de la persona.  Se revela que el Creador se reviste y controla a la persona, sólo en la medida que esta persona desee descubrirlo. Por eso dice que la persona a la que no se le ha concedido que Le dedique todos sus movimientos.  Esto es, que depende de la persona en la medida que desee que se le revele para descubrir que el Creador actúa en ella y ¿cómo puede descubrir esto? Sólo conforme a la equivalencia de la forma,  en la medida que aceptes que el atributo de otorgamiento te llene y te controle.

“…y el caballo no se iguala con sus movimientos, a la brida y el cabestro del jinete…” Como si la persona tuviera dominio sobre sí misma, en que no desea y no está de acuerdo, no puede aceptar que el Creador lo llene completamente;  la persona no tiene lugar en su corazón o mente, sino que todo viene del Creador.  Yo no existo.  Y sólo la persona que sí existe que lo entiende y lo siente, debe hacer esa corrección.  Se le llama por encima de la razón, pero parece todo lo contrario.  ¿Por qué aparentemente todo lo contrario?  El Creador instila ese deseo en él, ese deseo opuesto, ese deseo contrario al Creador, contra la adhesión y su Vestidura.  El Creador lo hace.  ¿Quién más?  Es así como actúa en nosotros.  Eso es lo que significa, que se revela y se oculta, pero la persona ve las cosas al revés, como si fuera ella quien controlara y  no el Creador y que no desea darle al Creador la posibilidad de entrar en ella y gobernar.  No que entre, pero lo va a ver así.  A eso se le llama “atrás” desde la perspectiva de la persona  y la perspectiva del Creador porque el Creador le inspira estos pensamientos a la persona y la persona está de acuerdo en no estar de acuerdo con el Creador.

“…quiere decir,   no debes pensar que tú te apartaste de la Santidad…” Es decir, creer que el Creador no te controla.  Debes comprender ese estado: que no quieres conocer al Creador, la fuerza que actúa en ti, y te da las mismas sensaciones y pensamientos en contra de Él. Así que no te confundas pensando que estas son tus propias sensaciones y pensamientos.  Es Él que te los ha dado.

“…y todo lo que llega a tu mente, no lo será.   Así lo dice el Señor,  ‘realmente con su Mano Poderosa…’” Esto significa que por medio de todas estas confusiones: cuando comprendes, o no comprendes, cuando sientes, o no sientes, que vienen del Creador o de ti y no puedes unificarlas sino a través de tu investigación, cuando no lo abandonas, y por supuesto en ese momento necesitarás la fuerza externa, la fuerza de la sociedad que te empuje hacia esto, porque es difícil y muy confuso y no vas a desear permanecer en ello.

Así que aquellos que te detienen se les concede: “Para que aquel que está desterrado, no esté exiliado de ÉlY toda rueda da vueltas para regresar a la Santidad, a las raíces.  Por lo tanto, aunque parezca que el caballo lleva al jinete a su despreciable deseo, esto no es verdadero.  Porque el jinete lleva al caballo a su destino.” Y eso es lo que la persona descubre.  Que nada de lo que hay en su mente, en su corazón o intelecto o en su libre elección: no ha hecho nada por sí misma.  Pero esto no aparece en el presente,  sino en el futuro.  Resulta que este discernimiento está también unido a lo que tienes ahora pero espalda con espalda.

Quiere decir no por el deseo de la Vestidura,  que da estos estados a la criatura, y no por el deseo del que se reviste; y esos que hacen su voluntad, es decir que descubren sus Vestiduras Reales en el presente, que es lo que nosotros estamos tratando de hacer, descubren al Creador en el presente,  como la definición de la sabiduría de la Cabalá, la revelación del Creador a sus criaturas en este mundo,  pues están conectados en la forma de cara a cara en la medida en que lo descubran con la buena voluntad del que viste y la buena voluntad del que es vestido pues este discernimiento específicamente es su Voluntad.

http://files.kab.co.il/video/spa_t_rav_bs-achor-ve-kedem_2007-07-30_shiur_bb.wmv

 

El lenguaje de la Cabalá: los fundamentos de la terminología

Bases de la terminología

Se piensa que, debido a que  la Cabalá investiga las características fundamentales del origen del universo -en lo referente a las categorías básicas de nuestro mundo- que trascienden la imaginación humana como son el espacio, el tiempo y el movimiento, los científicos cabalistas utilizan definiciones abstractas en su terminología. En realidad, el estado de nuestra ciencia es completamente contrario a esta opinión.

La Cabalá, siendo un método práctico más que una herramienta de investigación, emplea nombres, títulos y términos únicamente a condición que correspondan genuinamente a los objetos y fenómenos que denotan. Existe una regla de hierro que cumple el investigador cabalista: "Todo aquello que no ha se ha alcanzado no puede ser designado por un nombre". La palabra alcanzar en sí misma, como un término, proviene del concepto que existe en uno de los textos cabalistas "cuando tu mano alcanza...". Significa que ese es el nivel necesario de conocimiento que se define como alcanzar, cuando hay una correspondencia del sentimiento igual a la reacción del cuerpo. La Cabalá se refiere a los niveles de conocimiento que no corresponden con esta definición que se ha dado, como comprensión, estudio, etc.

En este momento, debemos referirnos al siguiente punto. El problema del alcance implica también la cuestión de la profundidad del mismo: ¿Qué parte exactamente del fenómeno, mundo, u objeto investigado, puede alcanzarse y qué niveles de su existencia permanecerán fuera del marco de cualquier investigación?

A partir de los ejemplos más obvios del contacto humano con el ambiente, nos queda claro que la profundidad del alcance de la persona está limitada por sus necesidades. Existen fuerzas y fenómenos reales que se utilizan diariamente como los campos en la física y las ondas, cuya esencia no ha alcanzado el hombre. Sin embargo, aunque aún no conoce esta esencia, el hombre ha aprendido, investigado y utilizado sus cualidades y les ha dado nombres. Los nombres se determinan según las manifestaciones perceptibles de un objeto, o, muy precisamente, según el impacto que tienen en el hombre. 

Estas palabras se integran al lenguaje cotidiano y generan, en cada uno, un racimo de asociaciones conectadas a la suma de las manifestaciones del objeto. Lo anterior puede verse limitado al conocimiento que tenga el hombre en particular, ya sea en forma personal o por lo que ha escuchado. Es decir, esta suma de asociaciones crea en la persona el sentido de un objeto.

Esta es la realidad de cualquier cosa que se define por la existencia de una suma de impactos de un objeto sobre los sentidos del investigador. Lo anterior es verdadero por la razón antes mencionada y por las manifestaciones investigadas, así como por el impacto de los objetos y cuerpos de nuestro mundo, que afectan nuestros cinco sentidos. El conocimiento que de ellos tenemos, también está limitado por nuestra familiaridad con el impacto. La suma de las reacciones de nuestros sentidos a su impacto crea la imagen completa y suficiente de un objeto en nuestra percepción, a pesar de la ausencia de conocimiento sobre la esencia interna del objeto dado.

Lo mismo es verdad en lo referente al conocimiento interno del ser humano. Todo lo que la persona sabe sobre sí misma es una manifestación superficial de alguna esencia interior con la que ella está familiarizada.

En el proceso de estudio de los fundamentos de una ciencia, el individuo al principio llena el magnífico receptáculo de términos con imágenes tomadas de libros de texto. Piensa que estos nombres son el resultado de un impacto del fenómeno que definen en el especialista o aparatos que han investigado este fenómeno. En el proceso de avance futuro, la realidad de estos términos pasa a un nivel más alto como resultado de experimentar la influencia de estos factores a través de la experimentación.

Este principio es verdad para la investigación de los mundos, Partzufim, y Sefirot, para quien experimentar la influencia de la Fuerza Superior, llamada la Luz en la Cabalá, es una base completa y suficiente para nombrar cada nivel de manifestación de esta Fuerza Superior.

Por lo tanto, una de las reglas de la Cabalá expone: "Todo lo sujeto a evaluación y proveniente de la expresión de la Fuerza Superior en los diferentes niveles de la naturaleza, satisface completamente las necesidades del investigador". Así, el hombre nunca necesita nada que no esté en la naturaleza del universo, lo cual es una manifestación de la Fuerza Superior.

El Lenguaje de las Ramas

Una de las conclusiones de lo antes mencionado, es que un investigador no puede dar un nombre al material verdadero de los elementos del primer sistema llamado los mundos espirituales. Esto es porque nuestro lenguaje es un instrumento de conciencia, el cual nace de la combinación de sentimientos e ideas. A su vez, son un resultado de la influencia del mundo, limitada por las categorías de espacio, tiempo y movimiento.

La investigación de los científicos cabalistas ha mostrado que la estructura de todos los mundos es exactamente la misma, la única diferencia está en el "material". La diferencia está en el estado del elemento de recepción en ellos, determinado por un gran o menor grado de lejanía del estado de equivalencia con la Fuerza Superior.

Por lo tanto, cada parte siguiente es la manifestación de la Fuerza Superior en un nivel particular del alejamiento cualitativo de su carácter y siendo como la Fuerza Superior misma, naturalmente representa su propósito en este nivel. En esta calidad, la parte del sistema (como una unión de elementos de recepción e influencia; es decir, como una meta conquistada), constituye totalmente la Fuerza Superior para la parte más baja, dándole vida y definiendo, completamente, todas sus cualidades.

La identidad absoluta del nivel más alto al nivel más bajo y su habilidad para determinarlo, es la que dan los científicos en la frase siguiente o similar: "El destino de una brizna de hierba es golpeada desde el Mundo Superior, obligándola a crecer y alcanzar su objetivo".

Todo esto brinda a los científicos una oportunidad para aplicar un sistema especial de señales llamado el "lenguaje de las ramas" para transmitir la información sobre los niveles de la creación que está más allá de una simple descripción. Cada mundo en este sistema está atado, de forma semántica, a un objeto o fenómeno de nuestro mundo (la rama). Para la persona que alcanza el nivel en el cual existe la causa de este objeto (la raíz), indica el fenómeno u objeto de ese nivel.

Tal es la característica del lenguaje usado por los científicos cabalistas para transmitir la información necesaria al mundo entero. Ellos la pasan de uno a otro, para que pueda ser utilizada por las futuras generaciones, tanto en forma oral como escrita. Este lenguaje es muy adecuado, es decir, satisface por completo las necesidades de todo aquel que desea estudiar el universo y participar en la realización de su propósito.

Así, el enfoque integrado a la creación de la terminología en Cabalá, consiste en el principio del lenguaje de las ramas basado sobre el carácter de la estructura del universo como el tema de esta ciencia

Lamentablemente, es imposible dar una lista completa de otros aspectos muy importantes del sistema de signos cabalistas, como expresar información a través de una inscripción gráfica de las letras hebreas, o a través de su significado numérico, la tan llamada Guematría. Todo esto se estudia en un curso por separado. Sin embargo, para este artículo, necesitamos proporcionar un glosario conciso de algunos de los términos antes mencionados.

Nuestro mundo

La completa y por sí misma suficiente imagen que se presenta a nuestro 'deseo de recibir' a través de la combinación de los cinco sentidos y la consciencia, generada por ellos.

Causa original, El Creador

Como ya ha sido mencionado, un fenómeno de influencia, otorgamiento, cuya naturaleza no tiene analogía en el universo, y cuya realización está en el deseo de recibir, referido como la causa original en Cabalá. El fenómeno se logra al cambiar el deseo de recibir con la ayuda de un método especial hasta que éste adquiere una forma de influencia y alcanza una condición de equivalencia de forma. Permítanos citar algunas definiciones del Creador.

1. Su naturaleza no es un objeto de investigación directa porque cualquier investigación sólo es posible si se observa la ley de similitud de propiedades. Solamente podemos investigar el efecto de esa ley (se sabe que uno de los métodos aceptados de investigación es que un objeto con una serie de propiedades sea expuesto a alguna influencia con propiedades desconocidas que nosotros calculamos por los cambios en las propiedades del objeto investigado).

2. Su influencia (la Luz) es constante, invariable. Su estado está definido como de absoluta quietud, porque el movimiento es una función del estado de deficiencia.

3. Como un resultado del acto de la creación, la cual dejó a la parte de recepción carente del llenado, Su influencia se siente como deseada y buena.

4. El Creador es percibido como Uno que posee atributos, porque en la parte del universo que está más remota de Él, la cual es definida por los científicos como ocultamiento de la causa original o del Gobierno Superior, los objetos del universo están conscientes sólo de sus cualidades personales, por consiguiente, se proyectan a los llamados Reshimot, es decir, los efectos residuales del primer estado, que es el Mundo del Infinito.


Existencia

Esta es la realización del material de la creación, llamado el deseo de recibir, en sus diferentes niveles de proximidad a la causa original. La existencia de la causa original es indefinible, debido a la oposición de sus propiedades con las del investigador; solamente uno u otro aspecto de su influencia puede definirse.

La Meta

Este es el componente necesario de la existencia. Con su aparente evaluación y trascendental objetividad de la meta es, en efecto, portadora del contenido existencial y desempeña el papel de factor determinante para la ubicación en un cierto nivel en la jerarquía del universo. 

Este Mundo

Se define como el sentimiento de alejamiento extremo de la causa original, la incapacidad absoluta del más mínimo contacto con ésta, estando consciente de su existencia y anhelando revelarla completamente.
 

El lenguaje de los Cabalistas

Las palabras y las letras componen un código que señala el objeto espiritual y su situación única. Cuando un cabalista lee lo que otro cabalista ha escrito, puede reconstituir el texto y percibir exactamente lo que su colega cabalista quiso decir; tal como un músico puede reproducir una pieza musical que fue escrita por otro compositor 500 años atrás, a través de las notas, o como nosotros marcamos los signos matemáticos con números.

Supongamos que encontraramos una criatura del espacio exterior y ella hablara nuestro lenguaje, esto es, utilizara nuestras mismas palabras, pero el sentido que les diera fuera completamente diferente. ¿Podríamos llamarlo 'nuestro lenguaje'? Con el fin de aprenderlo, tendríamos que saber el significado que tienen para esta criatura esas palabras familiares. Los cabalistas también pueden transmitirse entre ellos el conocimiento en nuestra lengua; pero, dentro de las palabras hay un contenido completamente distinto que señala una sensación, una acción o un alcance del resultado 'correcto'. Y eso es porque ellos tienen sentimientos comunes y una base común para estas percepciones. Su lenguaje en nuestro mundo es el lenguaje de las ramas, en el cual cada nombre señala el objeto espiritual específico que simboliza.

Cuando los cabalistas toman un nombre de nuestro mundo, ven la raíz del Mundo Superior que está detrás de manera muy clara. Toda la diferencia entre los cabalistas y nosotros está en que, cuando leemos los libros de Cabalá, vemos ante nuestros ojos imágenes de nuestro mundo, que son completamente distintas a aquellas sobre las que los cabalistas escribieron. Mientras que, cuando un cabalista lee el libro, ve en las palabras las raíces espirituales del Mundo Superior

Por esta razón, con frecuencia encontramos en los libros de Cabalá palabras que son en apariencia inapropiadas a los términos espirituales, tales como beso, copular, abrazo, vagina, útero. Por supuesto que su significado espiritual no es el sentido espiritual que nosotros les adjudicamos a las palabras en nuestro mundo. Incluso, una persona que no esté familiarizada con la sabiduría de la Cabalá fácilmente estará de acuerdo con que esta área está por encima de nuestra razón.

Según nuestro entendimiento, la espiritualidad no puede provenir de estos ordinarios deseos egoístas y del uso de ese lenguaje mundano; entonces, ¿cómo es que encontramos esas 'vulgares' expresiones que, incluso en nuestra vida diaria casi nunca utilizamos?

La cuestión es que, una vez que los cabalistas han elegido las palabras en el "lenguaje de las ramas" para la descripción de objetos espirituales, no pueden cambiar una palabra por otra como a ellos les plazca. Deben usar palabras que, precisamente, señalan esas raíces superiores, y ellos no pueden renunciar ni a una sola palabra sólo porque les parezca vulgar o inapropiada. Al igual que dos cabellos no pueden crecer en una raíz, así dos ramas no pueden provenir de la misma raíz espiritual. Cada criatura tiene su propia raíz superior, que no se puede reemplazar con otra.

Cada objeto en nuestro mundo tiene una raíz superior que lleva el mismo nombre. No puede haber dos raíces diferentes con el mismo nombre, así como dos criaturas separadas en nuestro mundo no pueden llamarse igual, ya que son diferentes por lo menos en algo, o de otra forma serían una y la misma. Cada objeto o fenómeno de la naturaleza debe tener un nombre específico y una vez que se le ha designado no se le puede llamar por cualquier otro.

Si reemplazáramos las palabras 'indignas' por otras, podríamos romper la estrecha conexión entre la rama y su raíz superior. No podríamos saber cuál objeto espiritual se relaciona con qué palabra escrita; porque no hay otra ciencia en el mundo que tenga una correlación tan perfecta entre la raíz y la rama. Los cabalistas son personas que alcanzan estas raíces; claramente ven esos 'lazos' que nosotros no podemos, que unen la raíz con su rama inferior.

Desde el principio de la creación hasta su fin existe un proceso progresivo de corrección y elevación conforme a un plan que desciende desde el mundo superior y nos dicta todo. Cada criatura va por su propio camino en este proceso colectivo, y ningún "yo" desaparece en el proceso. Puede asumir diferentes formas, pero siempre se mantiene.

Claro que en ese sistema complejo no se puede reemplazar un nombre con otro. Con el fin de elegir un 'código de lenguaje' fiel, debe poder aplicarse bajo cualquier condición, esto es, siempre usar la palabra que señala a su raíz superior como en los libros genuinos de Cabalá. Las personas que escribieron estos libros alcanzaron las raíces y estaban en tal grado espiritual, que proporcionaron las definiciones adecuadas. Por esta razón, su lenguaje describe los mundos espirituales con absoluta precisión. Queda claro que los libros que están escritos por gente que se llama a sí misma 'cabalista', no tienen valor y sólo engañan y desvían al lector del camino correcto.

Todos los términos que encontramos en los libros cabalistas como: beso, copular, vestir/investir, extensión, carne, circuncisión, etc., hablan de las raíces superiores y de ninguna manera sobre procesos mundanos. Se llaman así sencillamente porque es imposible encontrar otro nombre que pueda señalar la raíz superior en nuestro lenguaje y no porque el proceso en la raíz superior de alguna manera se parezca al de nuestro mundo. No debemos imaginar cuerpos sublimes besándose o copulando.

Por esta razón, es muy difícil para una persona leer los libros de Cabala, si no sabe cómo traducir las palabras al lenguaje espiritual, y eso también se aplica a la Torá (la Biblia). En las leyendas y en la Torá, y sobre todo en el Cantar de los Cantares (que parece hablar de amor como nosotros lo entendemos), es muy difícil separar entre el sentido normal que le atribuimos a las palabras y su significado espiritual, ya que existe una sólida conexión entre las palabras y nuestras emociones. (Por cierto, es más sencillo para aquellos cuya lengua materna no es el hebreo, porque no conectan directamente las palabras hebreas a sus emociones)

Con el paso del tiempo el estudiante elimina esa connotación y gradualmente crea una nueva conexión dependiendo de su trabajo y esfuerzo para percibir los conceptos espirituales que están detrás del lenguaje de las ramas. Un lector común de la Biblia o la Guemara, sencillamente no puede liberarse de los significados familiares de las palabras que él conoce, las cuales, de hecho, simbolizan cosas que le son completamente desconocidas. El problema es que sólo un puñado de personas comprende correctamente la Torá que asimismo dice: "Los nombres del Creador son la Torá completa". Pero, ¿qué significa esto?

Designamos un objeto según sus atributos, una vez que los hemos alcanzado y conocemos precisamente cuál es su esencia. Cuando un cabalista se eleva con sus sentimientos al mundo espiritual, comienza a sentir la revelación del Creador, Sus acciones, Sus atributos, al Creador mismo, y le da nombre a lo que él siente. Solamente la persona que pueda sentir al Creador puede Nombrarlo. El nombre no es el resultado de leer un libro. Un cabalista llama al Creador por un nombre cuando Lo siente, en igual medida que nosotros sentimos algo en nuestro mundo.

Por eso la expresión: "Los nombres del Creador son la Torá completa", significa que la revelación de la Torá es sólo para aquellos que escalan sus sensaciones espirituales y pueden sentir al Creador.

La Luz que el cabalista recibe se llama Torá. Únicamente las personas que alcanzan las raíces, es decir, los cabalistas, pueden fácilmente comprender lo que está detrás de las palabras de la Torá. Todos nuestros libros sagrados están escritos de la misma forma, por eso se les llama sagrados. Hablan de la Divinidad, sobre el mundo y el Creador.

Al cabalista se le nombra por el grado más elevado que alcanza; la revelación más elevada del Creador que alcanza define su nombre. Por ejemplo, hemos aprendido que un Partzuf (objeto espiritual) recibe el nombre del tipo de Luz en su cabeza. Sí es la Luz de la sabiduría, es un Partzuf de sabiduría (Jojmá), si la cabeza contiene la Luz de la misericordia, se le dice Partzuf Bina. En nuestro mundo, nosotros también llamamos a una persona por su logro más importante: profesor, doctor, etc.

Es casi imposible entender los libros de Cabalá, porque fueron escritos en términos de nuestro mundo. Del primer hombre creado por el Creador se ha escrito que fue un ladrón; sobre la esposa de Moisés que era una "mujer vulgar"; sobre Laban (quien es realmente la Luz de la sabiduría, la Luz Superior), que fue "tramposo". Nosotros, sencillamente no entendemos el significado espiritual verdadero detrás de las palabras cotidianas. Cada lenguaje tiene su propia raíz espiritual; como todo en nuestro mundo, pero, ciertamente existe una diferencia entre una raíz espiritual y otra. Al final de la corrección, esas diferencias espirituales desaparecerán; pero hasta entonces, hay raíces Superiores y raíces inferiores, más importantes y menos importantes.

El mundo está construido como una pirámide espiritual y hasta el final de la corrección, no todos somos iguales en relación al mundo espiritual y no podemos determinar por su apariencia la posición que ocupa una persona que profundiza en la corrección espiritual. Quien está más cerca de entrar al mundo espiritual, puede tener un terrible carácter pero está más familiarizado con sus atributos, con lo bajo de su naturaleza. Aquellos que se encuentran más alejados de la entrada al mundo espiritual, tienen mejores atributos. Debemos recordar que sólo estamos hablando de personas que trabajan en su corrección espiritual. Sobre una persona que no estudia Cabalá, no hay nada que decir; porque ellos no pueden sentir aún nada real, pues no tienen una escala espiritual con la que puedan compararse. Por lo tanto, hay una diferencia entre la espiritualidad de las raíces Superiores y las ramas en nuestro mundo. Entonces, ¿cualquier idioma puede utilizarse para el lenguaje de las ramas? De hecho, cada idioma tiene su propia raíz superior, pero el hebreo es el único del que conocemos el código espiritual. El mundo fue creado con sus letras, y cada una de las palabras expresa la esencia del objeto.

Esta es la razón por la que la Torá fue 'entregada' en hebreo. En el Mundo Superior no existen letras; pero para nosotros los atributos espirituales fueron descritos en forma de letras hebreas.

El ARI, el gran Cabalista de Safed (ciudad hebrea) describió el mundo espiritual por medio diez Sefirot. Él transmitió las razones de todo lo que pasa en el mundo espiritual a través de una pantalla y la Luz Superior, lo que permite a cualquier principiante estudiar la Cabalá. Antes del ARI todos los libros se escribieron en el lenguaje de leyendas o Midrash, como el Zohar. Hasta entonces, los cabalistas habían escrito sus libros como historias relatando lo que veían en el mundo espiritual, y no como una descripción científica de lo qué sucede ahí, mediante la extensión de la Luz desde arriba hacia abajo, o las cinco fases en la vasija y la pantalla que se viste sobre ella. Usted podría decir con certeza que han existido cabalistas que lograron grados más elevados que el ARI, pero a él fue el primero a quien se le otorgó permiso desde arriba para transmitirnos la sabiduría de la Cabalá completa. Baal HaSulam, el Rabí Yehuda Ashlag, interpretó todos los pasajes en los escritos del ARI que necesitaban ser despojados de términos de tiempo, espacio y movimiento.

¿Cómo perfeccionó Baal HaSulam el lenguaje a tal grado que ahora no hay espacio para la materialización de la espiritualidad? Él 'solamente' explicó las diez Sefirot y nada más. Las primeras nueve Sefirot describen la forma en que el Creador se relaciona con la criatura y la última Sefira es Maljut; la criatura misma. En toda la creación no hay nada más que la inclusión del Creador con la criatura.

Con el siguiente ejemplo intentaremos entender más el 'lenguaje de las ramas'. Los científicos han medido el nivel de influencia que tiene el mundo exterior en una persona determinada, por medio de instrumentos que conectaron a los órganos sensoriales y al corazón que es la vasija receptora de la reacción. De esa forma, prepararon tablas y gráficos que expresan la dependencia entre las reacciones internas y otros estímulos. Acto seguido, conectaron la fuente de las señales eléctricas a su cuerpo y las enviaron al cerebro, como si vinieran de la fuente real. La persona no percibió ninguna diferencia, pensando que las señales provenían de la fuente real. Se dieron nombres técnicos a los experimentos: si se envía esta señal, se obtiene esta reacción. Así se crea un diccionario científico. De la misma forma operan los científicos cabalistas. Ellos efectúan experimentos con el efecto de la Luz del Creador (la única fuente de todas nuestras emociones) en ellos mismos, y más tarde describen sus reacciones.

El cabalista es al mismo tiempo el investigador y el objeto investigado. Por tal motivo, puede describir sus sentimientos en términos de una ciencia exacta y no únicamente a través de expresiones emocionales como la poesía o la música. Por eso a la Cabalá se le llama la "sabiduría de la verdad" o la "Torá de la verdad".

Para una persona en nuestro mundo, que aun no ha alcanzado el mundo espiritual, hay una vasija espiritual en su corazón llamada el 'punto negro'.Es un punto espiritual que no está físicamente en el corazón, sino que se siente a través de él. Si una persona estudia Cabalá con los maestros correctos, lentamente comienza a desarrollar ese punto en una vasija completa, un Partzuf espiritual. Es como si expandiera ese punto, lo inflara y creara un espacio dentro del cual posteriormente pueda recibir la Luz espiritual, la sensación del Creador. La sensación del Creador se llama "Luz" y el Partzuf espiritual es la "vasija" que puede recibirla. El tamaño del Partzuf determina el grado espiritual del cabalista. Un nombre en Cabalá (como Moisés) se utiliza para indicar el grado que Moisés, el Cabalista, alcanzó. A cualquiera que alcance ese grado, se le llamará también por ese nombre. La Cabalá no trata, de ninguna manera, con la descripción del cuerpo físico. Únicamente la dimensión de la revelación del Creador determina la estatura del grado espiritual de un cabalista. Cuando un cabalista lee un libro de Cabalá, sabe lo qué debe hacer para elevarse espiritualmente. Las acciones que realiza en su cuerpo espiritual se llaman "Mitzvot". Son acciones espirituales: "deseos del Creador", que se deben seguir para alcanzar la Luz y sentir al Creador.

Por esta razón los libros del Baal HaSulam pueden estudiarse sin ningún peligro de materializar los conceptos espirituales, sin imaginar objetos físicos que operan entre sí. Nosotros no afectamos el mundo espiritual por la realización mecánica de las Mitzvot. No existe conexión entre nuestros actos físicos y el mundo espiritual. La severidad de la prohibición de idolatría se refiere a la materialización de la espiritualidad y no a hacer una reverencia ante alguna pieza de madera o roca. Estas cosas ni siquiera son tema de discusión. La idolatría es la materialización de los términos espirituales, como si los poderes espirituales se revistieran en nuestro cuerpo, o en un trozo de carne. Debido a ese peligro se prohibió el estudio de la Cabalá. Baal HaSulam transmitió la sabiduría en sus libros, de tal manera, que todos pudieran estudiarlos sin materializar los conceptos espirituales. Antes de su época, los seres no estaban preparados para aceptarla, y la Cabalá permaneció oculta. De hecho, el propósito del desarrollo de la humanidad es llevarla a sentir y estar de acuerdo con que hay cosas que nosotros no podemos sentir, pero que existen; que son invisibles, y sin embargo son magníficas y que puede haber existencia más allá del tiempo y del espacio.

Lo anterior preparará a la humanidad para pensar que la espiritualidad puede existir, a pesar de que no se percibe y no puede describirse. La experiencia colectiva es tan importante ahora que estamos dispuestos, como nunca antes, a aceptar que todo es posible.
 

La ciencia de la Cabalá: un método para la investigación del hombre y del mundo

Es bien sabido que descubrimos el mundo utilizando nuestros órganos de percepción. Somos como una caja negra que sólo percibe todo aquello que proviene de fuera. Para ser más precisos, nada realmente penetra en la caja, sólo recibe estas sensaciones que la afectan "o presionan" para después reaccionar a ello.

Cualquier cosa que "entra" en nosotros, un sistema autónomo, mediante los cinco órganos de percepción es registrado, procesado y analizado. Todo aquello que no advierten nuestros cinco órganos de percepción no lo sentimos.

La fuerza externa en sí no la percibimos. No podemos juzgarla objetivamente. Solamente sentimos nuestra reacción a una fuerza externa. Por lo tanto, nuestra percepción está dentro de nosotros. Toda la información que nos llega no la procesa nada más que nuestros sentidos.

Todos los instrumentos físicos de los que disponemos simplemente sirven para ampliar la gama de nuestras sensaciones, pero no nos permiten ir más allá de sus límites. Ningún instrumento puede crear un nuevo órgano de percepción y no podemos imaginar como percibiríamos el mundo circundante si tuviéramos órganos diferentes de percepción.

Después de un análisis, toda la colección de sensaciones crea dentro de nosotros una imagen interna llamada "nuestro mundo." Esta es una imagen completamente subjetiva que no puede compararse con nada. Nunca podremos comparar la realidad objetiva que existe fuera de nosotros con la realidad subjetiva que existe dentro de nosotros.

No podemos evitar las limitaciones de nuestra percepción y estamos permanentemente encerrados en la estructura de nuestras sensaciones. Compartimos sensaciones comunes que nos brindan la oportunidad de comunicarnos entre nosotros, intercambiar señas, impresiones y entendernos.

Todos nuestros órganos de percepción, o para ser más precisos, los órganos de recepción de información reciben, registran, procesan, y evalúan exclusivamente según su utilidad personal. 

Cualquier forma de vida ha sido creada de tal forma que su único deseo es recibir placer. Esta ley se aplica a todos los niveles de existencia. El deseo de recibir una cantidad máxima de placer es la ley principal de la naturaleza inanimada, vegetativa, animada, y humana.

La Cabalá, ("recepción", en hebreo,) es un método que nos permite desarrollar un órgano de percepción adicional, es decir, recibir información suplementaria sobre lo que existe en el universo externo. Al dominar este método comenzamos a sentir el mundo circundante de un modo completamente diferente: ese mundo se percibirá como independiente de nuestro cuerpo egoísta y aislado de nuestro "Yo." A aquella persona que ha tenido esta sensación se le llama "cabalista."

Este es un antiguo método científico para alcanzar el Mundo Superior. Tiene su propio sistema matemático, metodológico y psicológico. Investiga plenamente la mecánica del mundo interior del hombre y demuestra cómo en cualquier situación uno puede ir más allá de sus sensaciones internas, con el fin de alcanzar las externas, incluso antes de que comiencen a afectar nuestros cinco órganos de percepción.

Equipado con la metodología cabalista, el hombre, dentro de su cuerpo físico, mientras vive en nuestro mundo, puede sentir más allá de las limitaciones de su "cuerpo" egoísta, es decir, su deseo de recibir. Puede adquirir la capacidad de sentir el mundo fuera de él.

Los cabalistas son gente común, como usted y yo, pero equipados con la metodología cabalista que han desarrollado por sí mismos hasta tal punto que comienzan a sentir el mundo objetivo. Ellos nos hablan sobre esto en sus libros, que fueron escritos empleando un lenguaje especial llamado "el lenguaje de ramas". El objetivo de los cabalistas es introducirnos al sistema de los Mundos Superiores.

En total, hay cinco mundos o cinco niveles de percepción. Cada mundo es la consecuencia del que le precede. Todas las señales se originan en el Mundo Superior más elevado, pasan a través de los mundos inferiores que sirven para debilitar la señal del Mundo Superior hasta el nivel apropiado, en el que nosotros, que existimos en el más bajo de mundos, las podamos percibir.

Todos los mundos están diseñados siguiendo el mismo esquema. Todo lo que existe en nuestro mundo: cualquier átomo, célula y organismo tienen su raíz o un prototipo en el Mundo Superior.

No hay objetos materiales en los Mundos Superiores, sólo fuerzas que den a luz a los objetos de nuestro mundo y a nuestras sensaciones. Sin embargo, podemos llamar a estas fuerzas, las raíces de todo lo que existe en nuestro mundo, por el nombre de sus ramas, creadas en nuestro mundo por estas mismas fuerzas.

Hay una conexión precisa y definida entre una fuerza en el Mundo Superior (causa, raíz) y una consecuencia (rama) en nuestro mundo. Por eso podemos llamar a cualquier raíz por el nombre de su rama en nuestro mundo. Este es el método para denominar llamado "el lenguaje de ramas" en el cual se han escrito los libros cabalistas.

Los cabalistas, al alcanzar los Mundos Superiores, pueden llegar a un nivel muy elevado, sentir la Fuente Misma y recibir información genuina, original que revela que todos los cinco mundos y nuestro mundo fueron creados con un objetivo. Al comprometerse con este proceso un hombre que vive en nuestro mundo desarrolla un órgano adicional de percepción, y se eleva a un nivel donde siente todos los cinco mundos en su interior. Él, de este modo, vive simultáneamente en todos los mundos sin dejar su cuerpo. Hasta que el hombre alcanza este estado, el sistema requiere que continúe renaciendo, descendiendo a este mundo, "abajo" de los cinco Mundos Superiores.

La Cabalá consiste de varias áreas del estudio, aunque todas ellas hablen del alcance del Campo Único - la Ley Común de la creación. Hay una sección que trata del descenso o creación de los mundos y las señales que bajan desde lo alto. Nos dice como el Campo Superior se restringe gradualmente a través del descenso nivel por nivel, cómo se materializa según los cinco niveles de la restricción hasta que llega a nuestro mundo. Cada mundo sucesivo representa una mayor ocultación del Campo Superior. Esta área de la ciencia de Cabalá investiga sólo los Mundos Superiores y su funcionamiento, gobierno, el efecto que tienen en nosotros, cómo los afectamos mediante nuestras acciones, y cómo, según nuestra reacción ellos, nos afectan también.

Otra área de la Cabalá trata con el método para el desarrollo del alma - la parte interior del ser humano que se coloca en él desde el Mundo Superior. El hombre es la única criatura viva en la cual existe el alma (una parte del Mundo Superior). Esto no tiene nada que ver con aquella fuerza vital que mantiene la vida de nuestro cuerpo, la cual es indistinta del cuerpo de un animal. De lo que estamos hablando ahora es de una especial sustancia energética, espiritual, que, cuando el hombre la realiza, marca el momento en el que él abandona la categoría de "criatura erguida en dos piernas" y entra a la categoría de "humano."

Todas las reencarnaciones relacionadas al descenso de esta parte espiritual a un cuerpo biológico, la salida de éste después de la muerte biológica y su subsecuente descenso a un nuevo cuerpo se llaman la reencarnación del alma. El cuerpo no reencarna. 

Existe un área del estudio cabalista que trata con la creación de un modelo matemático para la descripción de procesos espirituales que ocurren en un alma. Estos modelos permiten al cabalista relacionar los procesos dentro de él, desde punto de vista científico. Con ellos puede investigar los efectos de los Mundos Superiores en él, analizar, clasificar, y formular la conexión de señales que vienen desde arriba con las reacciones que aparecen dentro de él y vise versa. Mediante esto, puede recibir soluciones prácticas para una reacción óptima a esa energética parte espiritual (el alma) que recibió desde arriba. El modelo matemático de Cabalá consiste en:

  • Gematria - un registro numérico de estados espirituales de los mundos y un alma;
  • Figuras que reflejan los estados e interdependencia entre la influencia de los mundos en un alma y la influencia que un alma, un hombre, tiene en los Mundos Superiores;
  • Tablas, matrices, que reflejan varios caminos de engranaje entre cualidades de los mundos y un alma.
Después que un hombre alcanza los Mundos Superiores mientras vive en este mundo, comienza a sentir el sistema unificado de la creación y su único objetivo. Incluso antes de alcanzar la espiritualidad, cuando apenas comienza a estudiar Cabalá, el hombre empieza a darse cuenta que sin el desarrollo del sexto órgano altruista de percepción, no será capaz de ir más allá de los límites de su mundo, y que toda su existencia equivale a nada más que una huida del sufrimiento.

El máximo objetivo del sistema energético espiritual que estudiamos es la recepción por el hombre del placer supremo de alcanzar la perfección plena de su existencia: un conocimiento absoluto del que resulta un completo equilibrio dentro de todo el sistema interno (alma) y el sistema externo llamado "el Creador."

A través de los miles de años de la existencia humana cada generación difiere de la anterior por el nivel que alcanza la naturaleza egoísta de un alma; cada generación alcanza un nivel aun más alto. Como resultado, el método para alcanzar los Mundos Superiores es diferente en cada generación. El alcance de la espiritualidad ocurre dentro del alma, y, si ésta cambia cualitativamente entonces, por consecuencia, también cambia el método. 

La misión de los cabalistas que viven en cualquier generación es adaptar y ajustar la Cabalá, el método para alcanzar al Creador, de conformidad a la naturaleza de las almas de esa generación.

El gran Cabalista Rashbi (Rabí Shimon Bar Yochai, Siglo II de nuestra era) es el autor del primer método cabalista. Él vino a este mundo porque se necesitaba un nuevo método y lo presentó detalladamente en el libro del Zohar.

La necesidad de cambiar este método surgió hasta el siglo 16. El Cabalista quién creó el nuevo método para el nuevo tipo de almas en su generación fue el Ari (Isaac Luria Ashkenazi, 1534-1572). Como él escribe en el Prefacio a su enseñanza, "Desde ahora en adelante, aquel que quiera estudiar Cabalá puede hacerlo porque a partir de esta fecha todas las almas que descienden a este mundo son capaces de alcanzar la raíz de su origen y al completar su corrección, no regresar a nuestro mundo."

El último Cabalista quién creó un nuevo método para nuestra generación fue Baal HaSulam (1885-1954). Él escribió comentarios para el libro del Zohar, y los libros del Ari y creó un método para alcanzar el Mundo Superior espiritual, apropiado para las almas que descienden hoy en día a este mundo.

El hombre que posee un alto grado de egoísmo tiene una buena posibilidad de alcanzar la espiritualidad. Como todo en la naturaleza, el hombre también consiste de diferentes niveles de deseo: el inanimado, vegetativo, animado, y humano. El nivel inanimado caracteriza al grado más pequeño de egoísmo, el humano - el más grande.

Debido a que estudiamos el sistema de los Mundos Superiores, en donde todas las consecuencias de este mundo tienen su principio, podemos hablar de la aplicación espiritual del conocimiento cabalista, no sólo a la ciencia, sino también a las artes y todas las demás manifestaciones de la actividad humana.

Mediante el estudio de la Cabalá el hombre alcanza las leyes generales del universo incluyendo todas las leyes de nuestro mundo. Después del alcance de los Mundos Superiores, es posible ver el origen y la consecuencia de todas las ciencias de nuestro mundo. El investigador puede dibujar la línea entre algo que ya ha sido revelado, o lo que es inaccesible a la investigación científica. Él puede ver donde se termina la percepción producida por nuestros órganos de los cinco sentidos y su lógica, y donde comienza el mundo exterior. Sin embargo, esto sólo es posible después de dejar las limitaciones de nuestro mundo por la modificación de nuestras cualidades personales.  
 

Descubriendo al Creador en nuestro interior

Las condiciones del desarrollo del alma

El hombre no puede existir en nuestro mundo material sin algún conocimiento elemental acerca de las leyes de la naturaleza, y de lo que es útil y dañino para él en el mundo y para la gente que lo rodea. Igualmente, el alma del hombre no puede existir en el mundo espiritual sin el conocimiento de su propia naturaleza.

Tres períodos de crecimiento del cuerpo

Distinguimos tres períodos de crecimiento pertenecientes al cuerpo:

1. El primer pequeño estado empieza con la aparición del hombre en el mundo, cuando está desprovisto de cualquier conocimiento. En esta condición, el conocimiento necesario para la existencia lo recibe del padre y la madre, quienes sabiamente protegen al niño 

2. El segundo pequeño estado se caracteriza por el crecimiento y recepción del conocimiento necesario, que provee al hombre la oportunidad de permanecer alejado del daño y cuidar de sí mismo con la ayuda de su padre y madre.

3. El tercer estado adulto se alcanza cuando el conocimiento adquirido provee al hombre la fuerza para la existencia independiente.

Crecimiento del alma

Ocurre lo mismo con el alma. El hombre atraviesa por encarnaciones de vida hasta que comprende la sabiduría de la Cabalá. Sin embargo, el alma se desarrolla no a través de la acumulación del conocimiento, sino por el alcance nuevas características altruistas, que provienen de la adquisición del conocimiento de la naturaleza espiritual.

De esta manera el niño gradualmente gana fuerza en relación al conocimiento obtenido. Si la fuerza precede a la adquisición del conocimiento, eso podría causar daño. Igualmente, a menos que el alma posea la sabiduría necesaria, ciertamente se hará daño. Por lo tanto, puede solamente actuar en la medida del conocimiento alcanzado.

Las buenas obras son la base del desarrollo del alma. Ambos elementos -el conocimiento y las buenas obras- dependen del estudio de la Cabalá y llegan al mismo tiempo. Por consiguiente, cada alma alcanza a todas las otras almas desde Adam hasta el Final de la Corrección.

Cuerpo y Alma

El cuerpo es un deseo egoísta, cuya vida es una secuencia de buenos y malos estados alternados. De acuerdo a la ley de la naturaleza, los malos estados fuerzan a los buenos. Para empeorar las cosas, el hombre algunas veces cree que las otras personas se sienten bien. Por lo tanto, el cuerpo constantemente está presionado entre las ruedas del bien y el mal.

Alcance en lo material y lo espiritual


Todo lo que le ocurre al cuerpo lo determina él mismo y su naturaleza. La realidad material puede investigarse sin la comprensión de su fuente.

Sin embargo, las relaciones entre lo material y lo espiritual determinan todo lo que ocurre con el alma. La realidad espiritual puede alcanzarse solamente en la medida del alcance de su fuente, causa y efecto. De esta forma comprendemos la grandeza del Creador.

Alcance de las cualidades espirituales

La persona debe revelar dos aspectos de la espiritualidad:
  • No debe ser imaginario; y
  • Su alcance no debe dejar duda.
El término 'espiritual' indica que (como el aire) no tiene ni límites ni forma. Sin embargo, así como la realidad del aire es obvia a la percepción de la persona, también lo es la realidad espiritual.

La necesidad de alcanzar al Creador

La mente desea alcanzar al Creador, porque esta inspiración está impresa en su naturaleza. Este deseo no está limitado por el alcance del Creador; se manifiesta con respecto a todo lo que está oculto. Aspira a descubrir el misterio de las encarnaciones, los secretos guardados en los corazones de las personas, etc.

El alcance de los seres creados es una acción dirigida a la gente alrededor. Si solamente uno hubiera sido creado en el mundo, no habría aspirado a tal alcance.

El alcance del Creador es una acción, que realiza el alma con respecto a sí misma. Su estructura, HaVaYaH, constituye el estado en el que se percibe a sí misma como la creación. Todo la conduce al deseo en el que siente al Creador. La intensidad de esta sensación determina la capacidad del alma.

Alcance del Creador

¿Cómo podemos percibir al Creador, si Él no tiene forma material? Esto es posible solamente dentro de un nuevo deseo que despierta. En ese momento, podemos hablar de la espiritualidad y sus leyes. 

La mente se define por las sensaciones de la persona en el análisis de "verdadero y falso." Esta parte es otorgada desde arriba por el Creador. No tiene nada que ver con imaginación y es determinada exclusivamente por sensaciones. Es llamada realidad, y trasluce en las leyes y modos de la acción.

Esta ley es definida como la mente en sí misma y su imagen y es parte del Creador. Por lo tanto, esta imagen es revelada en la sensación de uno mismo y su realidad. 

La imagen en esta ley es una forma completa y constante de su estado, que no puede desaparecer completa o parcialmente. Se la llama necesaria y esencial, sin ninguna adición o reducción.

En otras palabras, si la revelación del Creador fuera una ley obligatoria, no habría necesidad de la sabiduría de la Cabalá. Sin embargo, el Creador se revela a Sí mismo de conformidad a su propio deseo, y no por obligación.

El alcance es posible solamente con la ayuda de la Cabalá

El Creador no requiere modelos filosóficos como prueba de Su existencia. Solamente con la ayuda de la sabiduría de la Cabalá será revelado el gobierno del Creador sobre las criaturas.

El carácter positivo de la realidad debe provenir de la sensación del Creador. Se le llama realización absoluta, y trae el Amor y la Divinidad del Creador; mientras que el árido conocimiento académico no eleva o disminuye a la persona.

El conocimiento perfecto es especial porque la evidencia inmediatamente se convierte en deseo.

La esencia de la percepción de la mente

Aquellos que son guiados por la mente del cuerpo físico no aspiran a alcanzar al Creador y son totalmente indiferentes al conocimiento de la humanidad. La mente, que se viste en la cubierta externa, percibe solamente la apariencia externa: el cuerpo del hombre y sus acciones. No considera que esto sea insuficiente. No le molesta la falta de conocimiento sobre la mente y la forma espiritual de su prójimo, ya que no siente obligación de conocer a su prójimo mejor que a sí mismo.

Por lo tanto, la persona que conoce bien las leyes de la naturaleza del mundo material dirá que conoce al Creador "cara a cara," porque se ha fusionado con Él en equivalencia de forma y en los movimientos de su mente.

La esencia de la mente consiste en la unidad de las criaturas espirituales. La ventaja del hombre sobre un animal radica en el hecho de que él tiene un órgano capaz de unir a todas las criaturas espirituales dentro de él. La ventaja de una persona sobre la otra está en la fuerza de atracción así como en las propiedades de los seres creados. Uno atrae criaturas más importantes; otro, a menos importantes.

La diferencia entre la criatura espiritual y la conducta
  • La criatura constituye una imagen generada por la mente que permanece sin cambio,
  • La conducta depende del tiempo, lugar e influencia del ambiente
Atracciones acumuladas en la mente del hombre

La antes mencionada preparación llamada la mente humana es un extracto de todos los órganos y cualidades de su cuerpo físico. Es sobrepuesta por las primeras atracciones que fueron impresas en la mente humana.

Por ejemplo, cuando el niño observa las formas de la creación en este mundo, una de ellas lo inspira a gravitar en la mente, otra lo empuja hacia la riqueza; la tercera lo atrae hacia el valor, etc.

Si el niño elige la importancia del conocimiento, significa que atrae una buena creación que, posteriormente, lo conducirá a una buena conducta. Si elige la riqueza, la creación que atrae es de menor valor.

En un estado posterior, un adulto abandona todas las cosas materiales y aspira a la espiritualidad, mientras que otro elige el conocimiento. Si el niño cultiva el valor del primero, atrae una bella creación a su mente.

Después, la persona define dos tipos de conocimiento - del Creador y de las criaturas.

Verifica si vale la pena recibir recompensa o no.

Cuando todas las imágenes se acumulan, el material que forman se llama la mente.
 

Prólogo al Libro de la Boca de un Sabio


Los cabalistas están convencidos que todas las personas tienen que estudiar la ciencia de la Cabalá. Si no lo hacen en esta vida, tendrán que regresar a este mundo una vez más y aprender esta ciencia. ¿Qué tiene de particular la ciencia de la Cabalá? ¿Por qué la gente tiene que dominar esta ciencia pues de lo contrario no valdría la pena vivir su existencia? ¿Por qué la perfección de un ser humano depende del conocimiento de la Cabalá?

Con el propósito de entenderlo, tenemos que aceptar el método cabalista que define, "Lo incomprensible no se describe" (no se dan nombres a las cosas que no pueden ser identificadas). Estamos hablando sobre cosas que están más allá de nuestra comprensión, por ejemplo, la esencia del Poder Superior. Por ejemplo, los cabalistas incluso se rehúsan a discutir teóricamente, a intentar identificar o dar nombres.

Por esta razón, cuando los cabalistas hablan sobre el Poder Superior, no se refieren a su esencia; aluden a la Luz que viene de este Poder. "Infinito" en la Cabalá es la Luz emitida desde la esencia del Poder Superior. Los sabios cabalistas definieron la Luz que viene del Creador hacia su creación como infinita y la nombraron "Infinito".

Existe para los cabalistas una ley inquebrantable que establece que está prohibido siquiera pensar en el Poder Superior, porque es imposible concebirlo. Asimismo, es imposible darle un nombre, ya que si lo intentáramos, significaría que lo entendimos hasta un cierto grado.

Sin embargo, la Luz que proviene del Poder Superior puede ser investigada, analizada, más adelante nombrada, y caracterizada basándose en este análisis. Todos nosotros recibimos esta Luz, la cual define la sustancia de nuestra existencia. Por eso su estudio y correcta aplicación es nuestra responsabilidad en esta vida; al efectuarlo, estudiamos el efecto del Poder Superior sobre nosotros. Este conocimiento es la sustancia de la Cabalá. Este conocimiento, en verdad, ésta ciencia, y su correcta aplicación, nos ayuda a llenarnos con la Luz del Poder Superior. Es una recompensa sublime por nuestros esfuerzos.

El Zohar nos dice que todo en los Mundos Superiores fue creado para conducir a cada persona a la perfección. En el principio fue la razón de la creación del Universo. Como está escrito en el Zohar, "El fin de la acción se halla en la idea de la creación". Todos los mundos, incluso nuestro mundo y el hombre dentro de este mundo, fueron creados para satisfacer el deseo de alcanzar el más elevado placer por medio de la Luz. Y, el hombre consiste de dos sustancias, una dentro de la otra: un alma dentro de un cuerpo físico.

Por lo tanto, en el principio, el Poder Superior colocó al hombre en su condición más baja: un cuerpo físico con el alma en su interior. Más adelante a través de un sistema de mundos descendientes, el Poder Superior lo perturba con el propósito de desarrollar su alma, un recipiente espiritual para la Luz, hasta que se llene de luz. Pues está escrito, "Y la tierra estará llena del conocimiento del Creador y cada uno lo conocerá a El".

El alma humana consiste de 613 deseos que deben llenarse con la Luz Superior. En principio, éste deseo es egoísta, y tiene la intención de llenarse para su beneficio propio. Sin embargo, al estudiar la Cabalá, el hombre desarrolla una nueva intención, conforme a la cual cada uno de sus deseos, desde el más diminuto hasta el más extenso será para satisfacerlo por el amor al Poder Superior.

Se llama acto de corrección a este cambio gradual de la intención que pasa de egoísta a altruista. Conforme a su semejanza con el Poder Superior, el deseo corregido se llena con la Luz Superior, con la sensación de su Poder, el Creador. Una vez que se han corregido las intenciones de todos los 613 deseos, el hombre absorbe dentro de sí toda la Luz que viene del Poder Superior. A esta condición se le llama, "Corrección Personal". De ésta manera, el hombre se vuelve uno con el Poder Superior.

Todas las almas son diferentes en sus atributos. Esta diferencia de los atributos es la razón de las diferentes características que tiene la gente. Pero las diferencias o semejanzas que existen en las almas no dependen de sus atributos. Dependen de la intención egoísta e individual que tiene cada alma de llenarse con la Luz. Cuando una persona corrige su intención, une su alma a otras almas y agrega a la suya el deseo y la Luz de ellas. Está condición se llama el "Corrección final del alma". El llenado completo con la Luz Superior se llama, "Universo del Infinito". Esta condición nos otorga una completa consciencia del infinito, la perfección, la paz y todo el conocimiento.

Las acciones de un hombre que se esfuerza por alcanzar los Mundos Superiores son las siguientes:
  1. La corrección de su intención cambia de egoísta a altruista. Un deseo, que deberá llenarse con la Luz Superior debe convertirse en altruista y semejante al Poder Superior.
  2. El deseo corregido se llena con la Luz Superior. Como resultado, el hombre comienza a entender los atributos del Poder Superior, sus metas, la idea de Su creación. Y ésta es su recompensa.
Hasta que se logre esta condición del alma, tendrá que regresar a este mundo una y otra vez, pues solamente durante la vida en esta Tierra es posible alcanzar el estado más elevado, el Mundo del Infinito, la unidad total de todas las almas cuando estén llenas con la Luz Superior. Por esta razón, cada generación repite a la anterior, esto es, las mismas almas aparecen en diferentes cuerpos.

Esto explica el significado práctico de la ciencia de la Cabalá.
 

Reflejo Interior


El Lenguaje de las Ramas

Cuando se trata de referirnos al Mundo Superior y decimos que es independiente del tiempo, del lugar y del movimiento, no tenemos palabras para describirlo, porque nuestro vocabulario proviene de la percepción de nuestros sentidos. Cuando nuestros órganos sensoriales o nuestra imaginación no funcionan, nos sentimos impotentes para expresar lo que experimentamos al adquirir este nuevo sentido que llamamos la pantalla.

En este caso ¿cómo podemos describir nuestra investigación y las sensaciones del Mundo Superior? ¿Además, cómo podemos revelar el Conocimiento Superior con la ayuda de palabras, escribiendo, por medio de libros, tal como es aceptado en la investigación científica? Ciertamente, la transmisión de la información debe ser absolutamente precisa, porque si el lenguaje no es exacto, por el uso incorrecto de una sola palabra, la noción entera se puede distorsionar y el estudiante se puede confundir.

Sin embargo, puesto que todos los objetos y las fuerzas de nuestro mundo se originan en las raíces del Mundo Superior (todo empieza en el Mundo Superior y gradualmente desciende hasta nosotros), los cabalistas formularon un lenguaje con el cual poder comunicarse entre ellos lo que alcanzan, ya sea oralmente o por escrito. Tomaron los nombres de las ramas en nuestro mundo, cuyo nombre corresponde a su raíz en el Mundo Superior. Los cabalistas han elegido este lenguaje especial para su ciencia y lo llamaron "el lenguaje de las ramas".

En ocasiones encontramos algunas definiciones "burdas" en Cabalá que no se utilizan comúnmente en el lenguaje cotidiano. No obstante, una vez que los cabalistas han elegido "el lenguaje de las ramas" para describir su investigación en el Mundo Superior, no pueden dejar de utilizar las definiciones por encontrarlas "burdas", ya que no es posible utilizar alguna otra rama en su lugar.

Todo lo que existe en el universo se origina en el Infinito

Las nociones que son opuestas a nuestra percepción están en unidad simple en el Infinito.

Nada de lo que percibimos con nuestros sentidos o aprehendemos con la mente está ausente en la Fuerza Superior. Sin embargo, es necesario entender que en nuestra percepción todas las nociones están separadas o son contradictorias. Por ejemplo, la palabra "ciencia" difiere de la palabra "placer", porque "ciencia" y "placer" son dos nociones distintas. De igual manera, las palabras "trabajador" y "trabajo" designan dos nociones diferentes. La distinción entre opuestos como "dulce" y "amargo" es aún más aguda porque definen gustos opuestos.

Sin embargo, "ciencia" y "placer", "trabajador" y "trabajo", "dulce" y "amargo", así como otros atributos y formas diferentes y opuestas, se encuentran unidas en la sencilla Luz Superior, sin distinción o separación entre ellas. Hay tres aspectos de la Luz.
  • Una, que implica que es totalmente homogénea.
  • Única, que quiere decir que el infinito número de formas que emanan de ella están unidas en su esencia.
  • Indivisible, sugiere que aunque la Luz realice muchas acciones, todas ellas se funden en una sola imagen que asume diferentes formas en nuestras sensaciones.
Dos diferentes tipos de la Providencia Superior: antes y después del alcance.

Todas las nociones en Cabalá son sencillas e indivisibles, aunque consistan de un gran número de formas y atributos en la percepción del hombre. El observador material y limitado distingue una forma en particular en la sencilla Luz Superior entre una multitud de otras formas.
Por lo tanto, deberíamos diferenciar dos aspectos en la influencia Superior: 
  • La forma del deleite Superior antes de su recepción: la simple e indivisible Luz Superior.
  • La forma individual y particular que la Luz Superior asume después que ha llegado hasta la vasija receptora dependiendo de los atributos de la vasija.
El alma es un aspecto del atributo Superior

Por lo anterior, nos queda claro lo que los cabalistas querían decirnos al hablar sobre la esencia del alma. No existe diferencia entre el alma y la Fuerza Superior, excepto porque la Fuerza Superior es un todo y el alma es una parte de ella. El alma es como una lasca desprendida de una piedra, y para el caso, la piedra sería el todo y la lasca una pequeña parte.

Sin embargo, ¿cómo podemos imaginar al alma como una parte de la Fuerza Superior (atributo de otorgamiento)? ¿Cómo podemos distinguir entre las dos?
Las entidades espirituales están separadas por la transformación de sus atributos.

Los objetos espirituales -los atributos de otorgamiento-, se separan debido a la transformación de sus atributos. Si un determinado objeto espiritual adquiere dos atributos de otorgamiento distintos, de inmediato se escinde en dos.

Al igual que los objetos materiales, al ser separados por una fuerza física, se alejan uno de otro. También los objetos espirituales se escinden cuando surge una diferencia en sus atributos de otorgamiento. El grado de esta diferencia determina la distancia espiritual entre ellos.

La diferencia entre los atributos de la Creación y el Infinito

El alma se separa de la Fuerza Superior de otorgamiento hasta tal punto que pueda considerarse su parte. Sin embargo, si la Fuerza Superior es la sencilla Luz que contiene toda la variedad posible de atributos y formas y abarca todos los opuestos en el mundo en una sencilla unidad que es "una, única e indivisible", ¿cómo pueden cambiar sus atributos? Cómo puede ser diferente la parte de la Totalidad y, en consecuencia, separarse de ella, al tiempo que retiene el mismo atributo de la Fuerza Superior de la cual se apartó?

El universo y todos sus mundos tienen dos aspectos: 
  • La forma ilimitada de esta realidad llamada la Luz del Infinito anterior a la restricción;
  • La forma de esta realidad después de la restricción, en donde todo existe dentro de los límites y medidas de los cuatro mundos: Atzilut, Briá, Yetzirá y Assiyá.
La esencia de la Fuerza Superior es inconcebible en la mente humana, por lo tanto, no podemos darle un nombre. Nosotros, únicamente podemos nombrar conforme al atributo que caracteriza el objeto. Todos nuestros términos y definiciones se refieren a la Luz que es emanada por la Fuerza Superior. La Luz que se expandió e interminablemente llenó la realidad entera, antes de la restricción, se llama Infinito.

El trabajo como la recompensa del alma

Primero, vamos a tratar de comprender el propósito de la Fuerza Superior al crear esta realidad total que incluye los mundos Superior y el nuestro. Si la intención de la Fuerza Superior es otorgar deleite a los seres creados ¿por qué tuvo que crear un mundo material tan desagradable y lleno de sufrimiento? ¿No hubiera sido posible deleitar a las criaturas sin necesidad de esto? Lo que es más ¿por qué fue necesario poner un alma en un cuerpo tan insignificante y egoísta?

Los cabalistas que alcanzan el Gobierno Superior, responden a estas preguntas de la siguiente manera. Alguien que sin merecerlo recibe placer experimenta vergüenza, convirtiendo así el deleite en sufrimiento. Para evitarlo, nuestro mundo fue creado para permitir a las criaturas realizar sus propios esfuerzos y recibir placer sin sentir vergüenza.

El esfuerzo comparado con el placer

¿Cómo podríamos comparar los esfuerzos que realiza el hombre en el transcurso de su breve existencia con el deleite eterno? Esta comparación nos muestra que los esfuerzos no pueden compensar los placeres, lo que quiere decir que la vergüenza permanece y el propósito, el deleite perfecto y eterno, no puede alcanzarse.

Sería como si una persona le dijera a otra: trabaja para mí un día y a cambio voy a satisfacer todas tus necesidades hasta el final de tus días. Parecería más un regalo que un trabajo, porque el trabajo que se realiza en este mundo transitorio, es incomparablemente insignificante frente a la recompensa y los deleites del mundo eterno.

Un pensamiento creó a toda la Creación

Un pensamiento, o más bien, una acción de la Fuerza Superior, creó el universo entero en su forma completa. Este pensamiento es la causa, la acción; y Quien realiza la acción, es la recompensa prevista y la esencia de todos los esfuerzos. Por encima de todo, incluyó todo lo que puede concebirse en el corazón y se fusiona en la Fuerza Superior Gobernante. Por consiguiente, el hombre debe creer que el universo existe en su forma única y perfecta, porque la Fuerza Superior altruista nos creó de esta manera. El hombre sólo necesita corregir su percepción de este estado ideal que él percibe como imperfecto, debido a la diferencia entre su egoísmo y el altruismo de la Fuerza Superior.

¿Cómo pudo el Creador perfecto crear acciones tan imperfectas?

Toda la abundancia y deleite, así como todos los defectos y fallas, se originan en la Fuerza Superior altruista, única y perfecta. Sin embargo ¿cómo pueden existir tantos atributos contrastantes?

Comprendiendo el pensamiento de la Creación

No cabe duda que el fin de la acción está incrustado en el pensamiento inicial. El fin de la acción es la meta de "deleitar a las criaturas", por la que todo fue creado. El pensamiento Superior de la Creación es instantáneo y final. A diferencia del hombre, la Fuerza Superior no requiere de tiempo ni de instrumentos para realizar una acción.
De lo anterior se deduce que el pensamiento "de crear seres y deleitarlos" aparece de inmediato y esta Luz se expande en todas las formas y medidas de deleite que la Fuerza Superior concibió. Todo está incluido en este único pensamiento. Los cabalistas lo llaman "el pensamiento de la Creación" o "la Luz del Infinito", porque no podemos aprehender o dar un nombre a la esencia de la Fuerza Superior.

La voluntad de otorgar crea el deseo de recibir

La voluntad de otorgar de la Fuerza Superior crea el deseo de recibir de la Creación. Ésta es una vasija en la que la Creación recibe el deleite.
Al principio de la Creación, la Luz del Infinito llenó la realidad entera, lo que significa que, debido a la voluntad de otorgar, la Luz se expandió desde la Fuerza Superior y el deseo de recibir la Luz/placer, fue por primera vez incluido en la Luz. Este deseo constituye la medida en que se expande la intensidad de la Luz; es decir, la cantidad de Luz correspondiente a la medida del deseo de disfrutarla.

El deseo crea un estado

El deseo de recibir placer que se origina en el pensamiento de la Creación, deriva placer de la Fuerza Superior, creando así el estado del Infinito, lo cual nos permite comprender la manera en que la Luz del Infinito emana de la esencia de la Fuerza Superior que no tiene nombre. La definición "Luz del Infinito", aparece porque el deseo de recibir está contenido en ella. Esta nueva forma o atributo constituye la cantidad de dicha Luz y no tiene nada que ver con la esencia de la Fuerza Superior.

No existe diferencia entre el deseo y el llenado en el Infinito

Aunque la Luz abandona a la Fuerza Superior cuando se reviste en el deseo de recibir, esta nueva forma aún no se ha definido como el cambio de la Luz de la Fuerza Superior, porque tanto el deseo (Maljut del Infinito) y el llenado (la Luz del Infinito) emanan de la Fuerza Superior, del Pensamiento de la Creación, y no se manifiesta una disparidad de atributos en el deseo. La Luz y el lugar son un conjunto.

La restricción del deseo induce la desaparición del placer

La esencia de la restricción del deseo se encuentra en el hecho que el deseo de recibir placer, que está en la Luz del Infinito (llamado Maljut del Mundo del Infinito) y que comprende toda la realidad, comparó su propio atributo con el de la Fuerza Superior. Como resultado, disminuyó su deseo de recibir, con la intención de corregirlo mediante la creación de todos los mundos hasta el nuestro y así poder ser semejante a la Fuerza Superior. Sin embargo, con la contracción del deseo de recibir, la Luz que lo llenaba desapareció, porque el deseo es el lugar en donde entra la Luz. Por lo tanto, la restricción del deseo, significa que Maljut del Mundo del Infinito redujo su deseo de recibir y expulsó a la Luz, pues no puede haber Luz sin un Kli (vasija).

Separación del alma

Ahora aclaremos la noción de la separación del alma, que se dice es "una parte de la Fuerza Superior". Se planteó la pregunta sobre ¿cómo cambia la forma (atributos) del alma para llegar a apartarse de la Fuerza Superior?

De lo anterior se desprende que hubo una transformación significativa de atributos en el alma, pues aunque la Fuerza Superior contiene todos los atributos, queda claro que el atributo del deseo de recibir está ausente en ella. Como el propósito de la Creación de las almas es el deseo de la Fuerza Superior de deleitarlas, el deseo de recibir se convirtió en la esencia de ellas. Y el cambio en los atributos del alma causó la separación de la Fuerza Superior.

De la misma forma que los objetos materiales se apartan uno de otro con la ayuda de una fuerza, los objetos espirituales se apartan como resultado del cambio en sus atributos. Entre mayor es el cambio, más grande la distancia entre ellos. Si sus propiedades cambian de tal forma que se convierten en opuestos, los dos objetos ya no pueden recibir uno de otro.

Dos sistemas separados de fuerzas positivas y negativas

Después que el deseo de recibir se restringe y adquiere una pantalla, ya no es un Kli de recepción y abandona el sistema de fuerzas positivas. En su lugar, la Luz reflejada es ahora utilizada en esta capacidad, mientras que el Kli del deseo de recibir pasa al sistema de fuerzas negativas.

Ahora, este Kli llamado deseo de recibir, se nulifica, se separa y es expulsado del sistema de fuerzas positivas y la Luz reflejada se convierte en el Kli de recepción en su lugar. Ésta es la diferencia entre los mundos positivos de ABYA (Atzilut, Briá, Yetzirá, y Assiyá), el sistema de fuerzas positivas, y los mundos negativos de ABYA, el sistema de fuerzas negativas. El Kli de recepción en el ABYA positivo, es la Luz Reflejada que está corregida y coincide en sus atributos con la Fuerza Superior. Al mismo tiempo, el ABYA negativo utiliza el deseo de recibir como su Kli de recepción. Este Kli es opuesto al Mundo del Infinito, restringido y, por lo tanto, está separado de la Luz.

El hombre bajo el poder de fuerzas negativas

El hombre recibe su sustento del sistema de fuerzas negativas; por tanto, él utiliza el deseo de recibir de la manera en que ellas lo hacen.

La raíz de todo el mal inicialmente se encuentra insertada en el pensamiento de la Creación, que es otorgar deleite a los seres creados. Como resultado del desarrollo de los cinco mundos de Adam Kadmon y la revelación de las fuerzas negativas en los mundos de ABYA, un cuerpo material negativo (egoísta) cobra vida. El sistema de fuerzas negativas lo sostiene.

El carácter negativo del deseo de recibir es opuesto a la Fuerza Superior, que es sólo el deseo de otorgar placer. Los deseos egoístas se definen como muertos porque como sus atributos son opuestas a la Fuerza Superior, se encuentran totalmente separados de ella y desprovistos de la Luz de la Vida.

Por lo tanto, el cuerpo sostenido por el sistema egoísta y que existe únicamente en el deseo de recibir, se desconecta de la Luz y su deseo siempre está dispuesto a devorar al mundo entero. Aún cuando la gente parece realizar actos de otorgamiento, sus intenciones son siempre egoístas, enfocadas a su propio beneficio.

Sólo con la ayuda de la Cabalá, con la intención de adquirir los atributos de otorgamiento genuinos y alcanzar la equivalencia en la forma con la Fuerza Superior, puede un estudiante corregir su intención de "para mí mismo" a "para la Fuerza Superior". Se le llama "purificación del cuerpo", que transforma en otorgante a la vasija de la persona.

Como resultado de tal transformación, los atributos de la persona se vuelven semejantes a los de la Fuerza Superior y se funde con ella.

La Creación entera se origina en el Mundo del Infinito

La Creación entera, a la cual dio origen la Fuerza Superior, fue creada de la nada, esto es, no tenía raíz antes de aparecer. Esta novedad se refiere estrictamente al deseo de recibir en cada ser creado. Nada más fue creado porque la Luz emana de la Fuerza Superior y no contiene nada nuevo. La Creación se origina en el Mundo del Infinito y desciende de la realidad existente. Sólo el deseo de recibir surge de la nada. Todo lo nuevo que aparece en el mundo es el resultado del cambio en el deseo.

El deseo de recibir es la única creación

Sin embargo, es indispensable generar en los seres creados un atributo nuevo transformado en la forma del deseo de recibir ¿Pues, cómo podrían apartarse de la Fuerza Superior y ser independientes?

El deseo de recibir placer es el atributo principal de la Creación entera, siendo su causa el pensamiento de la Creación. Sucede que es la medida del deleite; por lo tanto, se llama "lugar". Este deseo desciende al atributo de la muerte, separando a las vasijas de recepción de la Fuerza Superior.

La rama aspira a Su Raíz

Como la naturaleza de la rama coincide con su raíz, todas las propiedades inherentes a la raíz serán percibidas por la rama como buenas; va a desearlas y a aspirar a ellas. Por el contrario, la rama rechazará las propiedades que están ausentes en la raíz; las aborrecerá y se apartará de ellas. Esta ley se aplica a cada raíz y su rama.

Puesto que la Fuerza Superior es la raíz de todas las criaturas, naturalmente nos va a gustar todo aquello que la constituye y que desciende directamente hasta nosotros. Los atributos que están ausentes en ella, los sentiremos como antagonistas a nuestra naturaleza y los percibiremos como sufrimiento.

La fuente de todos los placeres y sufrimientos en el mundo

Nos gusta la paz y odiamos el movimiento tan intensamente, que todos nuestros movimientos aspiran a alcanzar paz y relajamiento. Se debe a que nuestra raíz está inmóvil y el movimiento es opuesto a nuestra naturaleza. Nosotros valoramos la sabiduría, el poder, la riqueza, las cualidades buenas, porque son inherentes a la Fuerza Superior. Por otro lado, detestamos la ignorancia, la debilidad, la pobreza y la humillación porque están ausentes en nuestra raíz. En consecuencia, como somos las ramas que descienden del Mundo del Infinito, percibimos todo lo que se origina en la raíz como placentero y relacionamos todo lo que está ausente con el sufrimiento.

Influencia indirecta de la Fuerza Superior

Si la Fuerza Superior y su creación es todo lo que existe, entonces todo lo que la creación recibe es emanada por la Fuerza Superior o se origina en la creación misma. Podemos deducir que todas las sensaciones desagradables son provocadas por los atributos de la creación y no provienen directamente de la Fuerza Superior. Es equivalente a una persona acaudalada que invita a un mendigo a su mansión y le ofrece comida y bebida. Le regala también joyas costosas. El mendigo simultáneamente experimenta placer y vergüenza. Ambas sensaciones las provoca el hombre rico con su actitud hacia el mendigo. Sin embargo, la influencia bondadosa proviene directamente del anfitrión, mientras que la incomodidad por recibir inmerecidamente se origina en la esencia del huésped como resultado de la acción indirecta del anfitrión.

Compensación de la vergüenza
De lo anterior se desprende que siempre sentimos como algo insoportable el atributo de recepción indirectamente instalado en nosotros por la Fuerza Superior. El deseo de recibir un nuevo atributo creado en el receptor no es malo en sí mismo. Lo que es más, constituye la esencia de la Creación. No obstante, la persona que detecta esta propiedad en su ser siente cuán intolerable es porque está ausente en su raíz.

Este mundo fue creado para permitir al hombre sentir vergüenza ante el Otorgante como resultado de recibir inmerecidamente, así como la diferencia en sus atributos. Para corregir esta situación, el alma desciende a este mundo, se encarna en el cuerpo y, por medio del estudio de Cabalá con la intención de ser similar a la Fuerza Superior, convierte al deseo de recibir en deseo de otorgar. El alma deja de correr tras el placer; ahora recibe deleite con el propósito de otorgar a la Fuerza Superior, porque Ella desea que las almas disfruten su Luz. Como resultado de la purificación de su deseo de recibir egoísta, el alma deja de experimentar vergüenza y en consecuencia, revela cuán absolutamente perfectos son los seres creados.

Por lo tanto, en vista de que el deseo de recibir es inherente a nuestra raíz, sentimos vergüenza y no lo podemos tolerar. Para corregir esta sensación, la Fuerza Superior nos hace capaces de transformar nuestro deseo egoísta en un deseo de otorgar. Este esfuerzo formidable sólo puede realizarse en este mundo.

Ganancia doble o pérdida doble

Nuestro mundo se encuentra totalmente desprovisto del deleite Superior y uno tiene que esforzarse para alcanzarlo. Este esfuerzo lo percibimos como sufrimiento porque viene indirectamente de la Fuerza Superior. Sin embargo, es imposible permanecer sin placer alguno, pues esto también contradice nuestra raíz que está llena de deleite. Por lo tanto, un hombre elige sufrir y trabajar duro para alcanzar la plenitud. No obstante, como recibir es egoísta, nunca está contento. Lo que es más, sufre el doble, al duplicar sus esfuerzos, pero permanece vacío y frustrado.

En contraste, los que transforman su "deseo de recibir" en "un deseo de otorgar" (esto es, reciben con la intención de dar) ganan el doble. Ellos se fusionan con la Fuerza Superior y alcanzan la paz, porque en ese caso, sin esfuerzo alguno, ellos reciben el deleite desde arriba.

El pensamiento de la Creación

La unidad de la Fuerza Superior manifiesta en nuestra comprensión que el único propósito detrás de todos los atributos y formas en el universo, en el incluyente pensamiento de la Creación, es "otorgar deleite a los seres creados". Este pensamiento envuelve a la realidad entera hasta su corrección completa, porque es el propósito de la Creación y al mismo tiempo, su fuerza motora. El pensamiento de la Fuerza Superior es una ley para los seres creados.

Puesto que el deseo de Él es complacernos, ella nos creó como los receptores de su deleite. Una vez que esta ley se convirtió en parte de nuestra naturaleza, perdimos contacto con el Creador y asumimos el estado de la Creación.

Al alejarnos de la Fuerza Superior, el alma alcanza el estado de "cuerpo separado" en este mundo. Mientras se encuentra en el estado opuesto a la Fuerza Superior, el hombre puede atraer la Luz Superior con la ayuda de la Cabalá. Corregirá su intención y en consecuencia convertiremos el deseo de recibir en un deseo de otorgar. Esta es nuestra recompensa, porque mientras que el deseo de recibir permanezca sin corrección con la intención "para otorgar", el hombre no pude recibir más placer sin sufrir la "vergüenza".

Sin embargo, al corregir el deseo de recibir, el hombre logra la equivalencia de forma con la Fuerza Superior y puede recibir deleite infinito.

Evidentemente, estos atributos espirituales como acción, corrección, trabajo, recompensa y muchos otros, se originan en un pensamiento incluyente del Creador, "para deleitar a sus criaturas".

Movimiento espiritual

El movimiento espiritual difiere del que podemos percibir con nuestros sentidos. Cualquier transformación en los atributos se llama movimiento porque un nuevo atributo se separa y se aleja del objeto espiritual. Adquiere un nombre y un lugar, lo que lo vuelve similar a un objeto material cuya parte se mueve a otro lugar. El movimiento espiritual indica la aparición de nuevos atributos.

Tiempo espiritual, pasado y futuro

La esencia del tiempo está en la sensación de movimiento. La mente humana imagina y da forma a un cierto número de movimientos que se perciben en una secuencia, uno tras otro, y crean el concepto de "tiempo". Sin embargo, si el hombre y su medio ambiente hubieran estado inmóviles, la noción del tiempo habría dejado de existir.
Lo mismo se aplica a la espiritualidad. Un número de atributos transformados, definidos como movimientos espirituales, uno ocurriendo tras otro bajo la forma de causa y efecto, se llaman "tiempo". Las nociones "antes" y "después" siempre significan causa y efecto.

Material de la Creación

El material de la Creación es el deseo de recibir placer y se le conoce como una vasija. Todo lo que existe en la Creación entera que no sea el deseo de recibir se refiere a la Fuerza Superior y es llamada Luz.

El deseo de recibir es la forma primaria de cada esencia
Puesto que no podemos aprehender la esencia, definimos la forma primaria como el material. Aunque "al deseo de recibir" se le conozca como la forma y la manifestación de la esencia ¿cómo podemos percibirlo como material de la esencia?

Pero lo mismo ocurre en los objetos materiales, en donde la forma primaria de la esencia se llama "el material primario" de esta esencia, porque ni percibimos ni aprehendemos ningún material, ya que nuestros órganos sensoriales son incapaces de detectarlo. Nuestros sentidos -vista, oído, olfato, gusto y tacto-, envían al cerebro las señales que reflejan algunos de los atributos de la esencia y que asumen una determinada forma sólo a través del contacto con nuestros sentidos.

Si tomamos, por ejemplo, los átomos que conforman la base primaria de alguna esencia aislada como resultado de un proceso químico, aún así no son sino propiedades que nuestros sentidos perciben de esta manera. Por otro lado, son discernibles gracias a la manifestación de su "deseo de recibir y ser recibido". En ellos, encontramos que conforme a las leyes de estas acciones, podemos distinguir estos átomos en varias combinaciones, al punto de identificar la materia primaria de esta esencia. Aún así, éstos constituyen las fuerzas de la esencia, no el material.

Por lo tanto, vemos que es imposible que nosotros comprendamos el material primario como no sea suponiendo que la forma primaria es el material primario que contiene todas las demás formas que se derivan de él. Así es particularmente en los Mundos Superiores, porque nada de los que percibimos con nuestros sentidos existe allí.
 

El alma como un sistema en el modelo del universo


Sistema: es una totalidad de elementos que existen en relación a, y en conexión el uno al otro, lo cual genera cierta integridad - unidad.

Características de un sistema

En nuestra opinión, el alma es un sistema unido y total del universo; siendo su característica principal la integridad, es decir, la inhabilidad de reducir cualquier sistema a la suma de sus partes. Esto significa que donde existe un alma común, llamada Adam, en realidad sólo esta alma existe. Todas las partes que se han separado no son sus fragmentos separados, sino algo completamente diferente. En un nivel en el cual se reúnan de nuevo en esa estructura común, estas partes ya forman un solo organismo común. Es decir, cualquier estado de cada alma individual, cada objeto individual, está definido sólo por el grado en el que esté conectado con el resto de los objetos. Únicamente en esto podemos encontrar su nivel o grado, para registrar su estado y definir sus cualidades. Podemos caracterizarlo sólo al nivel que es compatible con sus objetos remanentes, como también al nivel en que estos objetos separados, estas almas separadas, se interconectan unas a otras; esto quiere decir que cierto factor común -integridad, esencia, estructura, y orden-, emerge entre ellas. Esta estructura posee una cualidad completamente nueva y diferente. No es una simple suma de estos elementos separados, sino una creación cualitativamente diferente. Es lo que crean juntas, gracias a la interconexión entre cada una. Lo que ha sido creado es una nueva manera de obrar, un sistema totalmente nuevo.

Jerarquía

Cada componente de un sistema se ve a sí mismo como la parte más importante y como el organizador principal de las demás partes. Cada componente de un sistema se comporta exactamente de la misma manera. Cada alma independiente es la principal en relación con el resto de ellas.

Es decir, como resultado de la separación en diferentes partes del alma común y la subsiguiente reconexión, tenemos una situación en la cual éstas se imponen a las demás y cada una de ellas adquiere las cualidades de la asociación entera. Es de común acuerdo que la cantidad de almas individuales después del rompimiento del alma original, el objeto unificado, es de seiscientas mil.

Entonces, nosotros teníamos una sola alma, la cual se quebró en seiscientos mil pedazos, y ahora, reuniéndonos todos juntos, estas piezas forman un nuevo sistema que es equivalente al original, multiplicado por seiscientos mil: estas son seiscientas mil almas individuales, existiendo entre ellas, imponiéndose a cada una de las demás almas. Esto significa que obtenemos un sistema que es absoluto, ya que cada uno de sus elementos es el principal, definiendo y conectando al resto y al mismo tiempo, dejando a los demás conectarse a él.

Pluralidad de descripciones

La pluralidad de descripciones resulta del hecho de que cada objeto original consiste en sus cuatro niveles: inanimado, vegetativo, animado y humano. Por lo cual, cada uno de estos niveles se dividen en varios sub-niveles, etc., lo que significa que, principalmente, es ilimitada en cada una de sus partes y su interacción total. Es por eso que podemos describir un sistema, estructurarlo en cada uno de sus niveles y verlo desde diferentes ángulos; la totalidad de éstos, en general, es equivalente. Nosotros no podemos decir cuál de esas partes es mejor, peor, alta o baja, ya que si el sistema es perfecto (y así resulta al final), entonces cada aspecto de él es también perfecto. Sólo expresa su perfección de diferentes maneras, en un lenguaje diferente. Un hombre puede ser descrito como una planta, un animal, un elemento biológico, social, o espiritual. Y esto incluiría toda su información.

Desde el punto de vista de un psicólogo o un filósofo, la personalidad de un humano es un objeto sistemático que es parte de diferentes sistemas (físico, social, etc.); un humano es un sujeto activo y la personalidad misma es un sistema especial que es abierto y en desarrollo. Sobre esto algunas características específicas se podrían añadir a las comunes, tales como el propósito de la existencia de un ser vivo técnicamente complejo, así como los sistemas sociales y sus habilidades auto-organizativas, cambiando su propia estructura.

La ciencia de la Cabalá tiene la oportunidad de examinar el alma humana como un sistema abierto de auto-desarrollo del universo y de buscar nuevas características de este sistema y nuevas formas de su funcionamiento.
 

Tiempo de Actuar


Durante mucho tiempo he sentido la responsabilidad de ofrecer al gran público información auténtica sobre la sabiduría de la Cabalá.

Antes de que apareciera la industria editorial, no existían libros con contenidos superfluos, pues no tenía sentido pagar una sustancial suma de dinero a un escriba por una mercancía que carecía de valor. Por otro lado, los cabalistas siempre intentaron ocultar la sabiduría de la Cabalá de aquellos que no tenían una verdadera necesidad de ella. Por ello, si un libro cabalista veía la luz, era realmente genuino.

Pero con la invención de la imprenta, la "fiebre por escribir libros" se extendió por todo el mundo, y los autores no necesitaron más de los costosos servicios de un escriba para copiar sus composiciones. Los libros se abarataron, y un gran número de irreflexivos autores en busca de honor y riqueza podía ahora "producir" libros.

En consecuencia, surgieron todo tipo de "expertos", cada uno en su campo, que fueron publicando de manera indiscriminada todo aquello que les vino en gana con el único objetivo de llegar a ser ricos y famosos. Algunos de ellos incluso se erigieron como grandes jueces, dictando al público qué libros debían leer.

En las últimas décadas, tales "expertos" también se han atrevido a explicar la Cabalá, sin entender que este conocimiento sólo puede ser desvelado por alguien que lo haya recibido, a su vez, de un reconocido cabalista.

Sin embargo, estos "expertos" en Cabalá sólo persiguen la fama y el dinero. Y por consiguiente, proliferan los libros de autores que nunca han estudiado las fuentes auténticas con un erudito autorizado. Estas personas escriben y publican composiciones llenas de ignorancia sin estar conscientes del daño que causan a las generaciones venideras.

Por lo tanto, se ha corrompido en gran medida la percepción de lo auténtico por parte del gran público. Y esto ha llevado a tal superficialidad de criterio, que cualquiera que se tome la molestia de hojear un texto cabalístico se siente autorizado para sacar conclusiones sobre esta sabiduría que estudia la parte oculta de la creación.

Todo ello es lo que me ha obligado a revelar el verdadero conocimiento de la Cabalá a un amplio círculo de lectores.
 

La Educación

Determinando la tarea

La educación es el problema central de la humanidad. Si pudiéramos proporcionar un sistema correcto de educación y sus fundamentos, por lo menos a una generación, podríamos entonces estar seguros que las generaciones futuras estarían educadas adecuadamente y vivirían de una manera óptima. La razón es que cada generación que recibe el método correcto de educación, puede y será capaz de educar apropiadamente a la siguiente generación.
Alternativamente, el fracaso en la educación de una generación, incluso en una sola sociedad y observar que cada generación que la sigue es inferior comparada con la anterior, nos corrobora el hecho que la humanidad nunca ha tenido el método correcto de educación.  

Método de educación

El método correcto de educación debe estar basado en entender:

  1. La verdadera naturaleza de la humanidad, de la sociedad y la persona (el estado original);
  2. El objetivo común de la humanidad, la sociedad y el individuo (el estado final);
  3. Los medios para conducir a cada persona, sociedad y humanidad a este objetivo.
1. Nuestra verdadera naturaleza la conocemos parcialmente. La experiencia de vida nos permite concluir que los seres humanos son egoístas y egocéntricos, que todo lo que hacemos es para satisfacer nuestras propias necesidades.

2. El propósito de nuestra vida, o nuestra predestinación, son desconocidos. Carecemos del conocimiento de nuestra forma final de existencia, el objetivo por el cual nos esforzamos, y la óptima organización de la sociedad y del mundo. Sólo podemos suponer que la naturaleza tiene esa información sobre nuestros estados futuros, y que contiene el conocimiento sobre la meta de cada persona, de la sociedad y de la existencia de la humanidad.

3. Los medios para alcanzar esta meta no pueden crearse hasta no descubrir cuál es el propósito de nuestra existencia. Conocer nuestra verdadera naturaleza original y ese estado final que, según el esquema de la creación, debemos alcanzar, nos permitirá entender cuáles son los atributos que necesitamos para efectuar estos cambios. Lo anterior a su vez determinará la estructura que deberán tener los cimientos de la educación.

La razón de los fracasos en la educación
De lo anterior se deduce que mientras no tomemos consciencia de la necesidad de definir la meta de la creación para después determinar los medios para alcanzar esa meta, todos nuestros esfuerzos para crear el método correcto de educación fracasarán. El egoísmo humano contribuirá a este fracaso si sigue creciendo de generación en generación, y, para su propia satisfacción, este carácter egoísta del ser humano lo consumirá todo.

La solución al problema

Es necesario investigar ampliamente la naturaleza humana para que amplios sectores de la sociedad se convenzan que, esencialmente, somos seres egoístas. Aunque tal sea la naturaleza de nuestro mundo, los seres humanos, a diferencia del resto de naturaleza, no estamos dotados con un programa conductual interno, así que requerimos de uno. Los animales no tienen necesidad de que su descendencia se someta a una educación, puesto que sus instintos conductuales son inherentes a su naturaleza. Esto es suficiente para que se comporten correctamente durante toda su vida. De todas las criaturas vivientes, solamente los humanos carecen del programa de la naturaleza para comportarse correctamente; sólo los humanos son libres en la elección de sus acciones. La persona que no tiene consciencia de esto, vive con una perspectiva particular de vida, con metas que él mismo se ha fijado y una línea de acción que él mismo ha definido. Esta persona elige y crea su propio sistema de educación y todos esos sistemas están destinados al fracaso.

La ausencia de las reglas instintivas de comportamiento se debe suplir con el método correcto de educación. Hasta que no aprendamos las leyes de la naturaleza, y a vivir correctamente en el mundo, no tenemos nada que transmitir a la siguiente generación. Además, no tendremos la certeza si estamos educando a las generaciones adecuadamente y nuestra vida se convertirá en una secuencia de errores repetitivos. Por consiguiente, tenemos la obligación de investigar nuestra naturaleza y el objetivo, y basados en tales investigaciones, crear un programa de comportamiento para nuestra vida en este mundo para después enseñarlo a nuestra descendencia.

Educación - correspondencia con la naturaleza suprema

Cuando observamos la naturaleza de nuestro mundo, encontramos que cada tipo de creación, ya sea una criatura, célula u órgano, sirve a las necesidades de los otros. Este es el mecanismo natural del mundo, el universo, y la realidad. Toda la vida actúa como un sistema cerrado siguiendo un solo programa. Con el propósito de existir cómodamente dentro de este sistema, la humanidad tiene que alcanzar una semejanza y homeostasis con éste. Lo logrará mediante el equilibrio correcto entre la recepción y otorgamiento de cada persona con relación a la naturaleza circundante y a la sociedad. La fórmula correcta de comportamiento de cada persona, depende de los atributos naturales de cada quien y las oportunidades que le rodean lo cual calcula la ciencia de Cabalá. Por lo tanto, si no tenemos el conocimiento de esta ciencia, no alcanzaremos una interacción correctamente equilibrada entre la gente que nos rodea, la naturaleza, y la sociedad. Tampoco tendremos nada que enseñar a nuestra descendencia.
 

Las drogas como una Inclinación Inevitable



La creciente adicción a las drogas se está convirtiendo en un problema estratégico para el mundo entero. Los políticos no se muestran particularmente interesados en este problema, pues únicamente sienten necesidad de gobernar algo o a alguien. Es por eso que hacen todo lo posible por ocultarlo y ni siquiera le dan prioridad en sus campañas electorales. Esto se debe a que sienten su impotencia y consideran este asunto como una misión fallida. Pero, si prestamos atención, no solamente a lo que esta ocurriendo en este momento, sino también al reconocimiento de esta tendencia, ciertamente concluiríamos que la humanidad, como una parte inteligente y volitiva del universo, está entrando en un período de autodestrucción.  

El problema de la drogadicción en el mundo moderno ha sido minuciosamente investigado, descrito y presentado en numerosas conferencias. Está en la agenda de las Naciones Unidas y se discute en debates gubernamentales tanto a puerta cerrada como de manera pública. Por tanto, para no resultar repetitivos, vamos a abordar directamente en qué consiste la solución que ofrecemos.

Desde el punto de vista de su producción, las drogas resultan mercancías muy baratas. Fácilmente se podrían surtir a toda la humanidad. Así que, ¿por qué no se hace precisamente eso? Hay tanta gente sobre la Tierra que sufre de enfermedades, desempleo, drogadicción, falta de un hogar o dolencias. Los presupuestos sanitarios exceden los gastos militares. Recibiendo su dosis diaria, los drogadictos no supondrían ninguna amenaza para la sociedad. En comparación con cualquier otro problema de un ciudadano desempleado medio, sólo requerirían un cuidado mínimo. Ellos existen en su propio mundo, separados de los problemas de la sociedad y no causan ningún daño serio.

El problema es que un estado de anulación por narcóticos en el individuo frena el desarrollo de la humanidad, contradice la ley fundamental de la Naturaleza. La Naturaleza nunca permitirá la desconexión del hombre del proceso de comprensión consciente del sentido de la vida. Nunca verá con buenos ojos un consumo incontrolado de drogas.

La humanidad conoce los narcóticos desde hace miles de años. Sin embargo, nunca los había utilizado excesivamente en el pasado. La gente no sentía la imperiosa necesidad de desconectarse de la sensación de la vida, pues de alguna manera lograban satisfacer sus deseos. La persona deseaba recibir placer y adquirir aquello que contemplaba en el mundo que le rodeaba. Todo lo que deseaba estaba más o menos a su alcance. Al considerar una meta, decidía si valía la pena esforzarse para alcanzarla. Siempre decidía si ir tras un determinado objetivo o no, y se decidía por este o aquel camino. Nunca se quedó con una pregunta abierta que no recibiera una respuesta. 

El individuo trabajaba arduamente, atravesaba sufrimientos increíbles, era vendido como esclavo, pero aún creía en el placer que tanto ansiaba, lo anticipaba. La persona claramente comprendió que a cambio de algo, o realizando algún tipo de esfuerzo, podía conseguir lo que quería. Si su sueño no era realista, prefería olvidarlo, porque el cuerpo (el deseo de recibir) no desea sufrir y lo elimina de su campo visual, tal y como está escrito: "El plebeyo no pedirá la mano de la hija del Rey".

Incluso cuando la meta parece distante, la persona está dispuesta a trabajar arduamente durante años para alcanzarla. No necesita drogas como una vía de escape a la realidad, porque él espera la satisfacción por venir.

¿Cuándo se recurre a las drogas? Cuando la persona no puede llenar sus deseos en este mundo. Al no encontrar otra opción, prefiere desconectarse del sentimiento de deficiencia y frustración, y recurre a las drogas. El hombre nunca las hubiera buscado si hubiera logrado percibir una fuente de placer.

Sabemos que los deseos humanos crecen y se desarrollan de una generación a otra: desde necesidades corporales y placeres como alimento, sexo, casa y familia, que la persona tiene incluso cuando vive sola y apartada de la sociedad, hasta los deseos de:


- Riqueza,
- Honor, fama, poder, y
- Conocimiento.

Cada persona tiene todos estos deseos en diversas combinaciones, pero en el transcurso de la historia se han desarrollado tanto en cantidad como en calidad. El progreso de la humanidad viene determinado únicamente por el crecimiento de estos deseos en cada persona..

Resulta que cuando el crecimiento de todos los deseos humanos se detiene, surge un nuevo deseo y aspiración por algo vago e incomprensible. El individuo ni siquiera puede describirlo, simplemente quiere algo sin saber lo qué es o si será capaz de encontrarlo en este mundo.

Estas personas denominan este estado depresión. Esto conduce a una gran cantidad de divorcios. El hombre siente la necesidad de cambiar algo en su vida y cree que un nuevo matrimonio solucionará su problema. Por regla general, descubre cuán vano es su comportamiento y se desilusiona y lo invade una soledad aún más profunda.

Muchas personas interpretan la aparición de este nuevo deseo por algo desconocido como una aspiración a la espiritualidad, al más allá. Cada vez más personas lo perciben y engrosan el número de drogadictos y pacientes bajo tratamiento psicológico. 

A la larga, la persona gradualmente descubre que este nuevo anhelo es realmente un deseo por el Mundo Superior. La gente empieza a precipitarse en busca de un método para alcanzar la fuente de la satisfacción espiritual. Viajan a la India y otros países del Este buscando gurúes; las librerías están repletas de toda clase de literatura sobre métodos y búsquedas espirituales.

Todos los deseos de una persona se les conoce como su "corazón." Y a este deseo por lo desconocido que surge y que ninguna fuente puede llenar se llama "punto en el corazón."

La ciencia ha confirmado recientemente la existencia del Mundo Superior. Cada vez más científicos prominentes, en el trascurso de su investigación sobre la materia y la energía, llegan a la conclusión de que existe otro tipo de realidad. Por regla general, son físicos nucleares, biólogos, etc., es decir, personas que, cada uno en su propio campo, estudian la materia.

La humanidad tiene a su disposición el método para alcanzar el Mundo Superior. Este método se llama Cabalá. La Cabalá es un medio para llenar ese deseo por el placer espiritual desconocido. Deberíamos confirmar este método, no rechazarlo. No hay otra alternativa al creciente problema de depresión, divorcios, distanciamiento entre la gente y lo más importante el abuso de drogas.

La situación sólo empeora . La gente va a continuar comprando drogas. Y se producirá un tremendo aumento en su producción; aparecerán pequeñas fábricas por todas partes; se cultivarán enormes plantaciones de plantas narcotizantes; los estupefacientes se elaborarán en laboratorios caseros.

Sin embargo, todo alcanzará tales dimensiones que políticos, economistas y otras figuras influyentes verán que no tienen a nadie quien controlar. Ya no sentirán placer con el dinero y el reconocimiento, etc. ¡El problema se convertirá entonces en "estratégico!"

Cuando una persona descubre la Cabalá, empieza a darse cuenta de que existe una solución, una respuesta. Es cierto que aún puede tomar unos cinco o diez años, pero la solución está allí. En este caso, la persona no tendrá necesidad de drogas, porque ya vive anticipando el futuro. En lugar de los narcóticos tendrá la revelación del propósito y con ello una oportunidad para sentirse pleno.

La esencia de la Cabalá

Esta sabiduría revela a las personas la fuerza más integral y general de la naturaleza. Al estudiarla, la persona descubre que hacia el final de su evolución la humanidad entera deberá llegar inevitablemente a la revelación del universo y su propósito.

Esta revelación no ocurre simultáneamente en toda la gente. Es un proceso individual dentro del progreso colectivo de todos. A partir del siglo veinte, la mayoría de la humanidad alcanza un cierto nivel en su desarrollo. Como consecuencia , muchas personas sienten un deseo por alcanzar algo que sobrepasa los límites de este mundo.

La ciencia de Cabalá se divide en dos caminos paralelos: 

1. El orden de descenso de las Fuerzas Superiores, desde el mundo más elevado hasta este mundo, y 

2. El orden de alcance desde abajo hacia arriba. Desde este mundo la persona asciende por los niveles de alcance que se formaron durante el descenso. Tiene la obligación de alcanzar gradualmente cada nivel de plena conformidad con las leyes establecidas durante el descenso de las Fuerzas Superiores. "Alcance", significa un nivel de comprensión más elevado.

La realidad del alcance espiritual es similar a nuestro examen cotidiano de las fuerzas que nos rodean. La realidad material, percibida a través de nuestras sensaciones, se compone de cosas verdaderas, cuya esencia no podemos comprender ni siquiera con nuestra imaginación. Por ejemplo, pensemos en fenómenos como la electricidad y el magnetismo. ¿Podríamos afirmar que son irreales, si nuestro conocimiento sobre ellos nos satisface completamente, a pesar de que no tenemos la más mínima idea sobre su esencia?  

Lo principal en el conocimiento no es la esencia, sino sus manifestaciones. Nuestro conocimiento de cualquier objeto material o persona - de todo lo que podemos tocar - no es otra cosa que "familiarizarse con las acciones," que nos proporcionan impresiones al entrar en contacto con nuestros sentidos. Esto nos da plena satisfacción , aunque no conozcamos nada sobre la esencia.

El alcance del Mundo Superior ocurre de forma similar. El estudiante se siente plenamente satisfecho con el conocimiento completo, aunque sólo alcance las acciones. Esto aparece como consecuencia del contacto que establece la Luz Superior con aquel que la alcanza. Lo anterior se asemeja a la persona que no siente ninguna necesidad de tener un sexto dedo, pues con cinco, está más que satisfecha .
 

Condiciones para la revelación del conocimiento cabalista

Existen tres razones para ocultar el conocimiento cabalista

  • No hay necesidad de revelar
  • Imposible de revelar
  • Es el secreto personal del Creador

Las tres prohibiciones antes mencionadas, se aplican simultáneamente a cada mínimo detalle en la Cabalá, y no se concede permiso para revelar el conocimiento a menos que se reúnan las tres condiciones.

La prohibición "No hay necesidad de revelar" permite la revelación de la sabiduría si es para el bien de la humanidad. La Cabalá afirma, "Quien acumula conocimiento trae pesar". Si el conocimiento cae en manos de personas sin escrúpulos e inmorales, puede utilizarse en detrimento de la sociedad. Observamos los resultados de la incontrolada divulgación del conocimiento en nuestra afligida existencia, en la amenaza de destrucción, en el terror. La razón de esta falsedad es el hecho de que la mayoría de la gente vive con el principio "¿Y qué?" Estos individuos superficiales difunden la sabiduría de la Cabalá innecesariamente y sin consideración alguna. Por lo tanto, los cabalistas aceptaron sólo a aquéllos estudiantes que pudieran mantenerla en secreto y se abstuvieran de revelarla innecesariamente.

La prohibición "Imposible de revelar" proviene de las limitaciones del lenguaje que no puede expresar las sutiles nociones espirituales que no podemos percibir. Puesto que todos los intentos verbales están condenados al fracaso y sólo conducen a conclusiones erróneas, únicamente un cabalista, quien ha logrado un elevado nivel espiritual y ha adquirido una cualidad especial para revelar claramente la sublime sabiduría, puede hacerlo.


Esta cualidad especial ha quedado descrita en las obras del notable cabalista, el Ari: "Sabed que las almas de los grandes cabalistas están colmadas con la Luz Exterior (Circundante) o con la Luz (llenado) Interior". Las almas plenas de la Luz Circundante tienen el don de exponer el conocimiento de la Cabalá, revistiéndolo con palabras claras, para que sólo las personas dignas puedan entenderlo. El alma del gran Rashbi fue colmada con la luz Circundante, por lo tanto, él tuvo el poder de explicar las cosas de tal manera que, cuando hablaba ante la Gran Asamblea, sólo lo entendían quienes lo merecían. En consecuencia, sólo él recibió el permiso divino de escribir El Libro del Zohar, aunque los cabalistas que vivieron antes que él, sabían más. Ellos no tenían este don de revestir nociones espirituales con palabras."

De este modo vemos que las condiciones para divulgar la sabiduría dependen no de cuán entendido es el cabalista, sino de las cualidades de su alma, de su habilidad de expresar lo imperceptible. Solamente a causa de éste don, él sí recibe permiso para revelar una cierta parte de la sabiduría de la Cabalá.
Es por eso que no encontramos ninguna obra fundamental sobre la Cabalá antes de El Libro del Zohar. Aquellas que están disponibles, contienen alusiones vagas y sin consecuencia. Después de Rashbi (el segundo siglo D.E.) sólo al Ari (siglo 16 D.E.) le fue permitido divulgar la sabiduría de la Cabalá. Aunque los cabalistas que habían vivido antes de él sabían más, ellos no recibieron permiso de revelar la sabiduría, por las razones arriba mencionadas. Por lo tanto, ellos se abstuvieron de escribir y publicar salvo algunos comentarios ambiguos. Por eso desde los tiempos del Ari, todos los cabalistas auténticos no usan otros libros y sólo estudian sus obras y El Libro del Zohar.

La prohibición "El secreto personal del Creador" consiste en que el conocimiento cabalista sólo se revela a quienes sin interés propio se dedican a la idea de ser semejantes al Creador. Por lo tanto, los cabalistas del pasado siempre seleccionaron sólo a aquellos estudiantes que sinceramente aspiraban a aprender con el fin de alcanzar la equivalencia de forma con el Creador. Puesto que todos los otros fueron rechazados y la Cabalá quedó oculta del público, muchos impostores se hicieron pasar por cabalistas y sacaron provecho de la adivinación, fabricando amuletos, protegiendo a la gente del mal de ojo y vendiendo otros "milagros", atrayendo personas sencillas. Hasta nuestros días hay un gran número de estos "cabalistas" y clientes de sus "divinos" amuletos, brazaletes rojos, agua bendita, etc.

Originalmente se ocultó la Cabalá por esta misma razón; por lo tanto, los verdaderos cabalistas se vieron obligados a someter a sus discípulos a un riguroso examen. Esto explica por qué sólo unas cuantas personas en cada generación tuvieron permiso para estudiar la sabiduría de la Cabalá, y revelar una porción de ella, a condición de que las tres arriba mencionadas prohibiciones fueran levantadas.

El hecho es que sólo si "el punto en el corazón del hombre" despierta, aspirará a alcanzar las propiedades del Mundo Superior y la semejanza con el Creador. Sólo a estas personas se les podrá enseñar la Cabalá. El resto sencillamente está ansioso de aprender "magia para controlar el destino y manipular a los demás". Por supuesto, lo que ellos producen es un efecto psicológico, el cual, a propósito, puede en algunas ocasiones hacer "maravillas". No obstante, no debemos confundirlo con las Fuerzas y Propiedades Superiores. Por lo tanto, hasta hoy hay dos clases de sabiduría: "Cabalá para consumidores" y "la Ciencia de la Cabalá". La primera sirve a los intereses de los vendedores de amuletos; la segunda es para aquéllos que verdaderamente aspiran a descubrir la espiritualidad.

No se debe pensar que estas tres prohibiciones impuestas en la divulgación del conocimiento cabalista dividen a la Cabalá en tres partes. No, cada parte, palabra, noción, y definición caen bajo estas tres interdicciones.


Sin embargo, surge una pregunta: si se ocultó esta ciencia con tanto celo, ¿cómo aparecieron todas las composiciones cabalistas? El hecho es que las dos primeras prohibiciones difieren de la tercera. La última prohibición es la más estricta, mientras que las primeras dos están sujetas a cambio. Con el desarrollo de la sociedad, la prohibición, "No hay necesidad de revelar" se convierte en un mandamiento, "Es necesario revelar," como en los casos del Ari, Rashbi y, en menor grado, otros cabalistas. De igual forma, en nuestra época la prohibición, "No hay necesidad de revelar" se convierte en, "Es necesario revelar," por lo tanto la Cabalá se revela a toda la humanidad.

 

Introducción

La ciencia y la religión son dos caminos paralelos, que la humanidad ha transitado mientras investigaba este mundo, intentando comprender el lugar y las posibilidades del Homo Sapiens y determinar el propósito y el significado de su existencia.

Estos estudios continuaron durante miles de años, sin rendir ningún resultado definitivo. Para lograrlo, la humanidad tuvo que recorrer un largo y arduo período de desarrollo. Entretanto, en el transcurso de este tiempo, se creaba una ciencia fundamental sobre la estructura entera del universo, sobre el lugar único que ocupa el hombre y su propósito, así como sobre las propiedades y la estructura del alma humana que era transmitida de generación en generación.  

Esta ciencia se llama Cabalá. Los antiguos filósofos, teólogos medievales y físicos contemporáneos intentaron profundizar en sus secretos. Hoy en día en que el momento del desarrollo material de la humanidad está llegando a su fin, la Cabalá se vuelve accesible a todo aquel que desea recibir respuestas a las "preguntas máximas" - accesible en la medida que exista la posibilidad de ofrecer a todos la oportunidad de familiarizarse con sus principios básicos y comprender en qué dirección la humanidad se desarrollará en el futuro.

Como un fenómeno histórico, la Cabalá tiene múltiples facetas. En las etapas iniciales de su desarrollo se trataba de una tradición oral, cuyo conocimiento no salía de los límites de un círculo cerrado de iniciados. Pero, al surgir las publicaciones impresas, aún cuando esta sabiduría todavía se expresaba por medio de alusiones en forma simbólica y metafórica, la Cabalá siempre ha creado la ocasión para que se le den varias interpretaciones. Y, estas interpretaciones la han acompañado constantemente a través de su historia. Por eso precisamente, en retrospectiva, esta enseñanza tiene diversas escuelas, direcciones y tendencias. A pesar de ello, su profundo sentido filosófico no ha cambiado fundamentalmente. 

La Cabalá no es ni misticismo, ni filosofía, ni una ciencia en el sentido que no puede considerarse totalmente igual a estos fenómenos espirituales. Pero, ciertamente contiene un significado místico, religioso, filosófico y, sin duda, científico. En este aspecto, la Cabalá puede considerarse como una singular formación espiritual, una forma particular de consciencia irracional, que al mismo tiempo contiene en sí misma una dimensión estrictamente racional.  

Muy a menudo la gente habla sobre la Cabalá como una enseñanza secreta. Precisamente como la Cabalá estuvo oculta, surgieron alrededor de ella gran número de leyendas, falsificaciones, ficción, afirmaciones y explicaciones sin base científica. Solamente a fines del siglo pasado la Cabalá empezó a extenderse alrededor del mundo. El conocimiento más profundo sobre los principios fundamentales de la creación, sus leyes, su metodología particular sobre la consciencia del mundo han ido acumulándose en la Cabalá durante miles de años, esperando el momento en que la humanidad desarrollara a un nivel en el cual fuese capaz de aceptar el conocimiento cabalista y utilizar este conocimiento adecuadamente.  

La humanidad constantemente anda en busca de una justificación lógica de su existencia; el hombre ha investigado las leyes de la naturaleza durante miles de años. Los científicos contemporáneos descubren que entre más avanzan en sus investigaciones más vaga y confusa se vuelve la imagen del mundo y las respuestas a las preguntas sobre el propósito de la existencia de este mundo y de la humanidad no han sido descubiertas hasta ahora. 

La Cabalá como una ciencia propone su propio método de investigación al mundo. Desarrolla en el ser humano la habilidad de percibir la parte secreta del universo. La palabra Cabalá ("recepción" en hebreo) expresa el deseo humano de recibir el Conocimiento Superior para percibir la verdadera imagen del mundo. Los cabalistas nos hablan de las posibilidades, la técnica de recepción basándose en su propia experiencia personal. En sus libros detallan el método para la investigación del universo y recibir la respuesta a la pregunta sobre el propósito de la existencia. 

Por consiguiente, el objetivo de la Cabalá es dar respuesta a las preguntas eternas sobre la esencia y el significado de la existencia del universo y del hombre, quien tiene un determinado concepto filosófico sobre la creación, y al mismo tiempo, es un sistema viviente de desarrollo espiritual particular.  
 

La Mente Creadora

La razón por la cual el hombre fue creado en el estado con el cual está destinado a alcanzar el final de su desarrollo, es su semejanza con el Creador, al fusionarse con Él. Todas las leyes de la Naturaleza tienen como único propósito realizar este propósito. La fusión del hombre con el Creador se consigue cuando éste llega a la equivalencia de forma con Él, logrando que sus atributos sean similares a los del Creador. 


Cada persona tiene la obligación de alcanzar el propósito de su creación, es decir, fusionarse al Creador, en una de sus encarnaciones en este mundo.

¿Pero, por qué la semejanza con el Creador conduce a fusionarse con Él? Lo podremos entender mediante el siguiente ejemplo: cada acción se origina en la mente de la persona que actúa. La mente del ebanista y su destreza están presentes en la mesa que fabrica, porque utiliza la mente al hacer su trabajo. Por lo tanto, al mirar la mesa se alcanza la mente del artesano, pues durante su trabajo la acción fue una con la mente.  

Cuando la persona contempla la acción del Creador, comprende Su Mente. Quien logra aprehender las acciones con las cuales el Creador creó el mundo y su orden, se fusiona con la mente del Creador. Esto es lo que quiere decir que se fusiona con el Creador. Por lo tanto, se dice que el hombre revela los apelativos del Creador - Sus manifestaciones en la creación, y por lo tanto se fusiona con Él.  
 

La Ciencia de la Cabalá

La humanidad está en la constante búsqueda lógica de la justificación de su existencia. Con este fin, el hombre ha estado estudiando las leyes de la naturaleza durante miles de años. 

A pesar de ello, los científicos modernos están descubriendo que cuanto más avanzan en sus investigaciones científicas, la imagen del mundo se vuelve menos clara y más confusa. Aún no se han encontrado las respuestas a la pregunta sobre el propósito de este mundo y de la humanidad.

La Cabalá, como ciencia, ofrece un método específico de investigación del mundo. Este método permite a una persona desarrollar la capacidad de percibir la parte del universo que está oculta de nosotros. La palabra "Cábala" significa "recibir"; es un método que permite recibir el conocimiento más elevado y percibir la verdad "objetiva". Los cabalistas nos explican esta técnica sobre la base de sus experiencias. Ellos han escrito libros que enseñan la metodología de la investigación del universo y cómo recibir la respuesta a la pregunta sobre el sentido de la vida. 

Desde el inicio de los tiempos el hombre ha buscado respuestas a las principales preguntas de la vida: ¿Quién soy yo? ¿Cuál es la meta de mi existencia? ¿Por qué existe el mundo? ¿Seguiremos existiendo después de la muerte? Estas preguntas sin respuesta sobre el propósito y el sentido de nuestra vida se añaden el sufrimiento humano de todos los días. ¿Por qué todos tenemos que sufrir? No nos permite sentir satisfacción, aun cuando algunos de nuestros deseos cotidianos queden satisfechos temporalmente.

Una persona, tras haber alcanzado el objetivo deseado, rápidamente comienza a sentir de nuevo insatisfacción. Mirando hacia atrás, puede comprobar cuánto tiempo pasó en angustiosos intentos por alcanzar el objetivo deseado, pero al compararlos no sintió un placer acorde con el esfuerzo por lograrlo. 

Como no hay respuestas a las preguntas de la vida, la búsqueda continúa en muchas diferentes direcciones. Las antiguas creencias y las enseñanzas orientales tradicionales actuales forman parte de esta búsqueda. La meditación, así como los ejercicios físicos y el intelecto permiten que una persona se sienta más cómodo en este mundo, pero tan sólo son tentativas para distraernos de las preguntas, ya que nuestros deseos permanecen insatisfechos y no descubrimos el sentido de la vida. Todos estos métodos relajan al individuo, ya que logran disminuir los deseos de la persona, no porque hayan descubierto la respuesta sobre el propósito de su existencia y el significado del sufrimiento.

Sin embargo, el hombre pronto descubre que es imposible ignorar la verdad. Empieza a darse cuenta que el volumen de conocimiento indispensable para continuar viviendo se halla oculto, y siente la poderosa necesidad y urgencia de descubrir esta verdad. 

El alcance del conocimiento

En el proceso del estudio de la Cabalá, el hombre debe alcanzar el conocimiento de los sistemas fundamentales del Universo. 

Creación. El proceso de la creación y desarrollo de los mundos en una medida concebible para el hombre. Es decir, la forma en que la fuerza Superior, por medio de restricciones consecutivas, creó los mundos y los objetos dentro de ellos. 

Las leyes de la interacción de los mundos espirituales y el material, y sus consecuencias. El propósito de la creación del hombre es lograr que la creación sea capaz de comprender la grandeza de la Conciencia Superior y, en última instancia, ser como Él. 

Funcionamiento. La entrada del hombre en este mundo y su salida. ¿Cómo evocan las acciones del hombre una reacción en los Mundos Superiores, y cómo afecta esta reacción a nuestro mundo a y cada individuo? El camino individual de cada persona desde el momento de la creación de los mundos hasta alcanzar el de la Meta suprema. 

La circulación de las almas. El estudio de la esencia de cada alma y de su circulación. Las acciones del hombre en esta vida y sus consecuencias en las siguientes vidas desde el principio hasta el fin del mundo. ¿De qué manera y por qué razón el alma desciende al cuerpo, y qué rige a un determinado cuerpo que toma un alma específica? El Secreto del Azar y la investigación de la historia de la humanidad, como consecuencia de un orden específico y de la transferencia de las almas. La conexión del alma con el control común del sistema de los mundos, la circulación del alma, los ciclos de la vida y la muerte: de lo cual dependen todos nuestros caminos en este mundo. 

Gobierno. El estudio de nuestro mundo: la naturaleza del inanimado, vegetativo, animado, su esencia, la función y gestión desde el mundo espiritual. El Gobierno desde arriba, nuestra percepción de la naturaleza, tiempo y espacio. 

El Método de la Cabalá

De todas las ciencias que están en constante desarrollo y la investigación del mundo que nos rodea, la Cabalá es una ciencia que nos ayuda a desarrollarnos en forma totalmente única. Además del mundo material que estudian las ciencias, también existe otro mundo que se esconde de nosotros. La ciencia de la Cabalá estudia este mundo oculto. Percibimos que existe este mundo oculto. ¿Por qué sin ver este mundo sospechamos que existe? Al descubrir sólo leyes parciales del Universo, entendemos que deben existir leyes más completas, más lógicas, capaces de explicar todos los aspectos de nuestra vida. Esto significa que algo escapa a nuestros sentidos y que por ahora no lo estamos comprendiendo.

Entendemos que si tuviéramos otros órganos sensoriales (por ahora ni siquiera podemos imaginar de qué tipo), entonces, evidentemente, percibiríamos un mundo diferente. Nuestra percepción sería más amplia y profunda de alguna otra manera. Pero, por el momento, no tenemos esos órganos. Esta falta de conocimiento de las leyes del universo, causa una sensación de gran malestar en nuestro interior. Sufrimos porque no sabemos cómo comportarnos correctamente con los demás y con la naturaleza, y no vemos los ciclos de nuestra vida, muerte y nacimiento.  

En el curso de la investigación del mundo, nuestro conocimiento siempre llega a un límite que impide que avancemos más. Existen diferentes metodologías que desarrollan nuestra capacidad de predecir el futuro e ir más allá de las fronteras de la percepción regular, pero éstas también, por lo general, añaden poco. Somos capaces, vagamente, de predecir el futuro, pero no podemos percibir con claridad el mundo que nos rodea e interactuar adecuadamente con él. El hombre (que es aparentemente un ser tan desarrollado) se siente aún más desamparado y perdido al continuar con su desarrollo y progreso. En última instancia, parece que las metodologías científicas que investigan el medio ambiente en realidad no pueden alcanzar el objetivo deseado. Entonces nos vemos forzados a reconocer que la raíz del problema radica en las limitaciones de nuestros órganos sensoriales. 

Existe una metodología clara que permite el desarrollo de un órgano sensorial adicional: el "sexto sentido" (se le puede llamar la pantalla o la luz reflejada). Este órgano nos permite ver, sentir e investigar la parte del Universo que no es perceptible a través de los cinco órganos de los sentidos comunes. La diferencia es que nosotros recibimos los cinco sentidos en el momento del nacimiento, sin embargo, el sexto sentido tenemos que desarrollarlo gradualmente nosotros mismos. 

En algún momento el hombre recibe una señal desde arriba. Empieza a sentir la necesidad de desarrollar este sexto órgano, la necesidad de experimentar el universo oculto o exterior. Esto ocurre gradualmente. El hombre y la humanidad se desarrollan conforme a los diferentes niveles de los deseos: inicialmente, existe sólo el deseo de placeres animales (sexo, comida, etc.), luego de riqueza, poder, rango, fama, conocimiento, y después de estos, surgen los deseos para el alcance del reino Superior o espiritual. Estos últimos son los deseos situados más allá de nuestras percepciones regulares.

Este primer deseo de percibir lo que se encuentra más allá de nosotros es la semilla del sexto sentido. Después de esto le corresponde a la persona desarrollarlo. El hombre no lo puede desarrollar por sí mismo. Existe una metodología específica que ha sido entregada a la humanidad. 

En cada generación, las personas que reciben desde arriba esta sensación que es necesario desarrollar el sexto sentido, de una u otra forma llegan hasta los maestros y los libros y amplían este sentimiento dentro de ellos mismos. Se les llama cabalistas, lo que quiere decir recibir la información exterior o más elevada. Han escrito esta información en libros que describen sus percepciones, impresiones, y nos transmiten su experiencia y la metodología de cómo realizar el proceso de la creación del órgano del sexto sentido para llegar a este estado superior. En principio, describen cómo el hombre, después de haber realizado todos sus deseos de placeres animales, riqueza, rango, fama, y el conocimiento, llega a la necesidad de alcanzar el universo exterior, oculto. 

En última instancia cada persona llegará a este estado, si no en esta vida entonces en la siguiente. Como resultado de todas las vidas, el hombre debe llegar a un estado de existencia más allá del tiempo y del espacio, más allá de los cinco órganos sensoriales, con un nuevo órgano de percepción. Esto es esencial para alcanzar el estado de la eternidad, la paz universal, y el conocimiento ilimitado. 

Todos los Cabalistas señalaron nuestra época como el punto desde donde se iniciará una asimilación masiva del reino espiritual, o un desarrollo masivo del órgano y sexto sentido en el hombre. La Cabalá estudia la estructura de nuestra alma, su camino, su descenso desde el estado más elevado, el mundo del Infinito, a través de muchos mundos hasta "nuestro mundo". Este camino descendente se terminó al final del siglo pasado (los Cabalistas señalaron la fecha exacta - en los años 1991-1995) y ahora el camino ascendente ha comenzado. 

Todos los Cabalistas que existieron antes de nuestra época eran sólo personas que caminaron por este camino y prepararon para nosotros una metodología de ascenso. Somos la primera ola, el primer grupo de almas que descendieron a este mundo y que debe comenzar a ascender en forma masiva.

En nuestro tiempo la ciencia de la Cabalá es cada vez más popular, a pesar de que muy pocas personas entienden lo que es, por qué se le llama una ciencia, y por qué llega a la gente de esta manera. Sin embargo, la atracción se puede observar y se percibe en el nivel de las masas, que es lo que los cabalistas anunciaron hace muchos siglos. 

¿Qué debe hacer una persona cuando surge un claro deseo de entender el conocimiento más elevado? Debe comenzar por desarrollar el "punto en el corazón" (en la Cabalá así se le llama a este deseo), con la metodología que crearon los cabalistas. Después de algún tiempo (que pueden ser algunos años) la persona empieza a sentir gradual y en forma creciente el mundo exterior. Sólo entonces se empiezan a comprender las razones detrás de todo lo que ocurre en nuestro mundo. Ya puede contemplar la imagen de eso hacia donde todas las señales de nuestras acciones, nuestra fortaleza y pensamientos se dirigen. 

Para ver esta imagen, es necesario desarrollar el sexto sentido. En nuestros cinco órganos sensoriales no es perceptible. Nuestro "yo" - la verdadera esencia del hombre - sólo se percibe en el sexto sentido. Tan pronto como se desarrolla, el hombre comienza a sentir lo que se denomina el "alma". Empiezan a ver, literalmente, los pensamientos y deseos. Es capaz de percibir de qué manera pasan de él a otras personas, de qué manera recibe de ellos y está bajo la influencia de otros, y cómo todo esto se conecta al universo entero con toda la naturaleza circundante y desciende de nuevo hasta nosotros. 

El hombre recibe la oportunidad de vislumbrar con claridad el pasado, presente y futuro en un tiempo real. El concepto del tiempo desaparece y, en última instancia, contempla todo de forma abierta e igual. Además de la visión, comienza a evaluar correctamente lo que está sucediendo. Y lo más importante, surge la oportunidad de influir en el control anterior que de fuera gobierna a nuestra sociedad y a nosotros. El individuo no sólo puede predecir lo que está por venir, sino literalmente cambiarlo. Estas habilidades sólo surgen en una persona en la medida en que es capaz de superar su naturaleza egoísta y comienza a pensar de conformidad con las leyes del Mundo Superior. 

Todas estas cosas son reales y absolutamente accesibles para todos. Además, toda la Naturaleza, es decir, la ley común de control de toda la creación, funciona de tal forma que constantemente nos hace avanzar en la dirección necesaria. Toda la humanidad está progresando inconscientemente, pero la persona que conscientemente avanza hacia esta meta (el alcance del Universo y la vida en todo su volumen), esta persona ya no siente la presión de la Naturaleza (es decir, el sufrimiento), y de inmediato todo el Universo parece estar lleno de bien en lugar de mal. 
 

El aspecto histórico de la ciencia de la Cabalá

El origen y la época del surgimiento de Cabalá han sido materia de numerosos debates en su historia. Cualquiera que haya intentado abordar este tema estará de acuerdo que el tema es objeto de constante debates. Algunos científicos afirman que la Cabalá es una creación nueva que nació entre los Siglos 12 y 13 de nuestra era, mientras que hay otros que aseguran que la Cabalá apareció antes. Ambos argumentos son válidos y pueden explicarse porque se basan en diferentes planteamientos de la investigación de la historia y los escritos de la Cabalá. La cuestión de saber cuál punto de vista tiene prioridad es prácticamente irresoluble. El momento en que se inicia la tradición está de hecho más allá de los períodos históricos en los que podríamos establecer una cronología que tuviera al menos un cierto grado de exactitud.

Una de las hipótesis a la que los cabalistas, quienes al alcanzado el Mundo Espiritual, se adhieren es que la Cabalá, como una ciencia que estudia el Universo que nos rodea, data de la antigua Caldea (en Mesopotamia) en la ciudad de Ur. Las crónicas de esa época dan cuenta de la historia de un habitante de Mesopotamia, llamado Abraham, quien fue el primero en investigar la relación entre la percepción de la realidad circundante y el desarrollo volitivo de un nuevo sexto sentido.

El método de este desarrollo recibió el nombre de Cabalá, y empezó a extenderse entre los descendientes de Abraham y sus discípulos. Con el tiempo, el grupo creció para convertirse en una nación de alrededor de tres millones de personas. Los integrantes no formaban parte de la nación por nacimiento; únicamente se unían quienes se suscribían al método. Por consiguiente, es imposible llamar a este grupo una nación, basándonos en las características y definiciones de "lo que constituye una nación". Era sencillamente un grupo de cabalistas, es decir, un grupo de investigadores que examinaban lo que se alcanzaba y sentía dentro del sexto órgano de percepción. El grupo empezó a llamarse a sí mismo "la nación de Israel" cuando todos sus miembros adquirieron, al mismo tiempo, una adecuada sensación del mundo en el sexto sentido. Lo que expresamos aquí tan sencillamente representa un nuevo planteamiento en la historia de la humanidad y únicamente una inercia psicológica nos impide adoptar esta percepción de nosotros mismos y del mundo. Los miembros de este grupo cabalista desarrollaron en sus hijos una percepción suplementaria de la realidad Suprema y éstos la acogieron con toda naturalidad.

Así continuaron hasta un determinado momento histórico, en que el grupo entero instantáneamente perdió la capacidad de percibir la realidad Suprema (la explicación de este importante momento histórico se presentará más adelante). Hasta ese momento, la nación estaba constituida por un grupo que vivía al interior de las sensaciones del Mundo Superior. Sin embargo, después de que perdieron la sensación del Mundo Superior, se convirtieron en una nación como las demás. Dejó de ser un fenómeno especial en el mundo, ya que la existencia del grupo se justificaba tan sólo por el grado de percepción espiritual. Por el contrario, de inmediato adquirió la forma correspondiente a la de una nación dispersa entre las naciones del mundo. Sin la sensación del Mundo Superior, este grupo no tenía derecho a llamarse "La Nación de Israel", es decir, la nación que vive según las leyes del sexto sentido de percepción, ya que Israel significa "Yashar-El" (traducido del hebreo, "que aspira al Creador"). Habiendo perdido la sensación del Mundo Superior, en lugar de acciones espirituales, el grupo empezó a practicar sus interpretaciones físicas, atribuyéndoles el nombre de acciones espirituales.

El desarrollo del egoísmo, una etapa necesaria en la historia del desarrollo de la humanidad

Siguiendo su creciente deseo de llenarse de placer, o como la Cabalá lo apunta, con el crecimiento del egoísmo en cada generación, la humanidad lucha por satisfacer sus deseos. Esto determina nuestro progreso, el cambio de estructuras de estado, relaciones sociales, estilo de vida, avance tecnológico, desarrollo cultural, etc.

Nuestra historia empieza con la aparición de un ser humano con un deseo egoísta de recibir el grado cero (aspereza, profundidad). Es un deseo minúsculo en el que la persona sólo siente un impulso por los placeres corporales que están presentes en un animal: sexo, comida, familia y un ambiente limitado. La humanidad se ha estado desarrollando dentro de este deseo durante miles de años.

A medida que el deseo crecía y se volvía más egoísta, el lapso de tiempo para satisfacerlo y reemplazarlo con otro, se fue contrayendo como corresponde. En nuestra época podemos observar la dramática rapidez de la transformación, mientras que hace cien años los mismos cambios hubieran requerido de mayor tiempo.

Cuando la persona empezó a evolucionar de estos deseos corporales a otros de mayor nivel, empezó a ansiar tener riqueza, honor, poder y conocimiento, hasta llegar a la cuarta etapa del deseo de recibir (un deseo espiritual). Por consiguiente, los deseos: 
  • corporales,
  • por riqueza,
  • por honor y poder,
  • por conocimiento, y
  • por la espiritualidad,
se sustituyen unos a otros en el proceso de la evolución humana.

Hoy en día, con el surgimiento de la sabiduría de la Cabalá en el Siglo 20, hemos llegado a una etapa que los cabalistas ya habían descrito. Ellos afirmaron que a partir de 1995 en adelante, la humanidad experimentaría una necesidad interior por la espiritualidad, porque el hombre ya habría agotado todos los deseos que había tenido a lo largo de sus encarnaciones. Su egoísmo se ha desarrollado lo suficiente y aunque todos sus deseos anteriores todavía se encuentran presentes dentro de él, la aspiración espiritual prevalece sobre el resto. La persona empieza a sentir que nada más puede satisfacerlo.

Está escrito en el Libro del Zohar que hacia finales de su desarrollo, la humanidad llegaría a comprender que el Mundo Superior es de hecho el reino en donde estamos destinados a existir. Entonces, ¿por qué no pudimos percibirlo antes y no es sino hasta ahora sentimos este deseo? Esta oportunidad de desarrollo, empezando por el nivel de los deseos egoístas originales, existió mucho antes de la era de los antiguos filósofos en los Siglos 8 y 10 (antes de nuestra era) cuando el Zohar ya había sido escrito. Por diversas razones, la Cabalá no podía entonces demostrar la necesidad de corregir el egoísmo que iba surgiendo en cada etapa del crecimiento de las naciones de esa época. Los antiguos filósofos estudiaron Cabalá, pero no fue aceptada como un método práctico de corrección de la naturaleza humana, así que el mundo continuó evolucionando bajo el poder de su deseo egoísta no corregido. El Libro del Zohar (Siglo 3 de nuestra era) claramente indica que la sabiduría quedaría oculta hasta finales del Siglo 20, cuando el egoísmo humano crecería tanto que las personas se darían cuenta cuán perjudicial es. Por otra parte, el hombre no encontrará nada en este mundo que de alguna forma llene su egoísmo. Estas dos sensaciones lo obligarán a escuchar el consejo que le ofrece la sabiduría de la Cabalá. 

Un deseo de recibir placer constituye nuestra esencia y se llama Alma. ¿Cómo puede ser llenada? Este deseo de recibir placer siente cinco tipos de llenado a través de nuestros cinco sentidos:
  • Vista
  • Oído
  • Olfato
  • Gusto y
  • Tacto
A través de estas cinco "aberturas" en el cuerpo, el hombre recibe la información desde fuera y la absorbe con la ayuda de los sistemas analíticos de su mente, memoria y cerebro, dependiendo de su educación, carácter, ánimo, capricho momentáneo y muchas otras peculiaridades humanas. Después de esto, goza o sufre para después atraerla o rechazarla.

Cualquier investigación que el individuo realiza sobre lo que se encuentra fuera, la acumula dentro de sí. El hombre es totalmente incapaz de trascenderse y percibir la realidad exterior. Sólo podemos expandir el alcance de nuestros sentidos naturales, aumentar su sensibilidad y ampliar su percepción utilizando un microscopio o telescopio además de nuestros propios ojos, un sonar en lugar de nuestro oído y así sucesivamente.

Aunque todo está cambiando constantemente en el mundo, los cinco sentidos funcionan siempre igual. No importa cuántos aparatos o instrumentos podamos inventar o los conocimientos que podamos adquirir sobre nuestro cuerpo, siempre estaremos confinados a las sencillas reacciones que experimentamos de lo que proviene de fuera. Hacia finales del Siglo 20, los científicos finalmente agotaron el sistema existente de aprendizaje. La investigación de nosotros mismos y el estudio de nuestras reacciones a algo que es externo, no nos permite controlar nuestra realidad y existencia.

Las ciencias naturales nos enseñan que toda célula viviente, o un organismo completo deben estar en equilibrio con su ambiente para poder existir y sobrevivir. Sus cualidades interiores deben armonizarse con la realidad exterior. Tiene la obligación de cumplir con este principio de homeostasis. En la ausencia de este equilibrio, el organismo percibe incomodidad y hasta puede perecer.

De este principio se deduce que al adquirir el conocimiento sobre el mundo exterior más allá de nuestras sensaciones corporales, descubrir la forma que tiene en realidad, nos permitiría volvernos similares a él y por consiguiente lograr un estado óptimo de existencia.

Por lo tanto, queda clara la lógica de un deseo en desarrollo: la pasión por el conocimiento es el más fuerte de entre los deseos terrenales y antecede a la aspiración por la espiritualidad. La razón es que lleva al hombre a necesitar el Mundo Superior, haciéndole ver que no podrá sobrevivir sin él. El aprendizaje de las leyes de la naturaleza y el Mundo Superior le otorga al hombre la oportunidad de familiarizarse con las fuerzas de la naturaleza que lo afectan. Si logramos la homeostasis con ellas, nuestra existencia se volverá perfecta.

Una de las consecuencias que habrá al recibir la información espiritual será la desaparición de la noción del tiempo. Adquiriremos un conocimiento absoluto del futuro y controlaremos nuestro destino. La ciencia de hoy comprende la necesidad de ir más allá de nuestros cinco sentidos, pero carece de un método para tal empresa. Descubre la cuarta etapa de su enfoque en la investigación de la realidad.

1. Durante miles de años, el desarrollo de la ciencia se ha basado en la suposición que existe una realidad objetiva que el hombre observa e investiga. Aún cuando no exista un observador, la realidad continúa existiendo. En la mecánica clásica, los eventos ocurren a pesar del observador. La realidad existe objetivamente, ya sea que la perciba o no. De la misma forma, la mecánica cuántica tradicional sólo analiza los cambios que se efectúan en el objeto mismo.

2. Un análisis más profundo nos lleva a concluir que ese no es el caso: nuestra percepción de la realidad depende de nosotros. Einstein introdujo una corrección de velocidad que pertenece al observador. Esto sencillamente toma en cuenta los procesos que ocurren en el universo y que no se manifiestan en la vida diaria del hombre.

3. La observación de cualquier objeto es una interacción entre el observador y el objeto observado. Con esto, la observación de inmediato transforma el estado interior, tanto del objeto observado como del observador. Es imposible hablar del objeto investigado sin tomar en cuenta al investigador. Los cambios en el objeto siempre estarán determinados por el cambio en el observador. Un cambio de condición no sólo depende de la información, sino también del observador. La probabilidad es una característica del futuro como lo es del pasado porque está condicionado al momento psicológico personal del observador. Hue Everett fue el primero en demostrarlo mediante cálculos matemáticos en su artículo, Formulando la mecánica cuántica a través de la noción del 'estado correspondiente'. En otras palabras, en esta teoría de mecánica cuántica tanto el objeto como el observador cambian su estado.

4. Una percepción más elevada del objeto se basa en el hecho de invariabilidad del universo entero, en la unicidad de la Causa y Propósito, en la unicidad del atributo de la Fuerza Superior: la bondad y el otorgamiento. Todos los cambios ocurren únicamente en el observador, en la dualidad de su atributo de recepción-otorgamiento con respecto al único atributo (otorgamiento) de la Fuerza Superior. Solamente la comparación de estos atributos genera la auto-consciencia de la criatura y la sensación del mundo que lo rodea. Esto es, la percepción del universo se realiza por dos influencias en el hombre:
  • La ley invariable de otorgamiento absoluto.
  • La creación que avanza constantemente hacia la semejanza con la Fuerza Superior.
De lo anterior se deduce que la absolutamente perfecta Fuerza Superior ha creado al hombre en toda la magnificencia que conviene, en perfecta armonía con sus propios atributos, pues si es perfecta no puede de ninguna manera crear algo imperfecto. Por lo tanto, nuestra mente procede para que sea forzoso que comprendamos y aceptemos el opuesto de lo que observamos y decidamos que en realidad somos criaturas perfectas, magníficas y en armonía con la Fuerza Superior que nos creó.

Además, todos los atributos sublimes pueden surgir de los nuestros que son insignificantes e inferiores. Por consiguiente, se debe observar el final de una acción y de ella alcanzar la concepción entera de nuestra creación.

La Cabalá se adhiere al cuarto planteamiento; no existe una realidad en la ausencia de un observador. Fuera del hombre sólo hay la Luz Superior, una fuerza excelsa. Esta luz es una, única y homogénea. No existe nada en ella y lo que la persona percibe es tan sólo el resultado de su reacción a esta influencia externa invariable. Al transformar sus propios atributos, la persona siente un cambio en el ambiente, aunque todas las transformaciones ocurren dentro de él. En otras palabras, la realidad no es sino una copia de los atributos interiores del hombre.

Si las persona se vuelve semejante a la Fuerza Superior en su atributo de otorgamiento, sus sensaciones trascienden los limites de sus deseos, deja de depender de la vida y la muerte del cuerpo, del espacio, del tiempo y el movimiento. La ciencia moderna está preparada y dispuesta a adoptar esta propuesta, por consiguiente la antigua y largamente olvidada sabiduría de la Cabalá ha resurgido en esta época.

La sabiduría de la Cabalá sugiere que no debemos preocuparnos por los atributos humanos terrestres, porque no pueden ser corregidos directamente. Sin embargo, la misma diferencia entre nuestros atributos y los espirituales evocan en nosotros la sensación del sufrimiento.

La sabiduría de la Cabala hace este ofrecimiento: si la persona desea alcanzar una existencia perfecta, debe copiar la ley espiritual de otorgamiento para que las leyes interiores y exteriores se vuelvan equivalentes.

Históricamente en el transcurso de nuestro desarrollo (esto es, el crecimiento de un deseo egoísta del nivel 0 al nivel 4) nos oponemos más y más a la ley Superior de otorgamiento. Mientras estamos en los niveles 0, 1 y 2 nuestra oposición no es tan extrema. Sin embargo, después de alcanzar los niveles 3 y 4 de nuestro desarrollo egoísta, que coinciden con nuestra época, nos hemos vuelto una antítesis exacta de la Fuerza Superior y nos exponemos a mayores sufrimientos como nunca antes. Estos sufrimientos son de carácter distinto; se manifiestan como depresiones, desorientación y temor a la destrucción.

Para desarrollar aún más las ciencias, sus representantes deberían colaborar de cerca con los cabalistas. De esta forma. al menos se abrirían para nosotros sorprendentes oportunidades. 
  • Al estudiar teóricamente la sabiduría de la Cabalá, se podrían transferir conclusiones y leyes a otras ciencias y revelar nuevas conexiones y patrones.
  • Al transformar prácticamente su atributos para asemejarse a la Fuerza Superior, cualquier científico convertido en cabalista, recibiría la oportunidad milagrosa de aplicar su conocimiento de las leyes del mundo Superior a su ciencia en esta mundo y por lo tanto avanzar en su campo tanto teórica como prácticamente.
Existe una necesidad urgente de crear una ciencia integral con los consiguientes institutos, especialistas, etc. Hasta ahora hemos logrado comprender el mundo dentro de nosotros, más o menos ampliando el campo de nuestra percepción sensorial. La sabiduría de la Cabalá abre ante nosotros la realidad exterior; con su ayuda, descubriremos las leyes que nos afectan. En la medida que la persona pueda igualar su estructura interior con la Fuerza exterior, podrá utilizarla para su propio beneficio.

Al conectar la investigación de la naturaleza con el equilibrio y las leyes generales que los rigen, regresaremos al punto mismo donde los antiguos filósofos se separaron de los cabalistas y siguieron cada cual su propio camino. A partir de este momento podemos volver a caminar juntos.

Durante los últimos siglos, la psicología materialista empezó a desarrollarse en lugar de la filosofía. La ciencia que estudia nuestros atributos, sentimientos y visión expuso las limitaciones de nuestra percepción y probó que tan sólo percibimos todo dentro de nosotros mismos. Esto nos dio la oportunidad de comprender lo que la Cabalá nos ofrece: trascender los límites de nuestros sentidos.

La semejanza de los atributos con la fuerza general se alcanza paso a paso. A la comparación gradual de los atributos del hombre con el atributo característico de otorgamiento de la Fuerza Superior se le llama ascender los niveles de los mundos espirituales de Assiyá, Yetzirá, Briá, Atzilut, Adam Kadmon y finalmente el Mundo del Infinito, en donde alcanzamos la absoluta equivalencia con la Fuerza Superior (ver el dibujo 1).

Dibujo 1
alt












Este ascenso incluye 125 niveles: 5 mundos que contienen 5 Partzufim con 5 Sefirot en cada uno de ellos. Todo suma 125 grados de comparación entre los atributos del hombre y el atributo de otorgamiento de la Fuerza Superior. La persona puede positivamente influir en sí mismo y en su ambiente en la medida de su semejanza con la ley general.
 

La materia y la forma en Cabalá

En conjunto, la ciencia se subdivide en dos partes: la primera se llama el conocimiento de la materia y la segunda, el conocimiento de la forma. Esto quiere decir que no existe nada en la realidad circundante en donde la materia y la forma no puedan discernirse. Por ejemplo, examinemos una mesa. Consiste de material, digamos, la madera, y posee la forma de una mesa. La materia (la madera) es el vehículo de una forma (una mesa). Lo mismo pasa con la palabra "falso": su materia es un hombre, y su forma es "falso", por lo que la materia del hombre lleva la forma de falsedad. Esto se aplica a todo.  

De igual manera, la ciencia que investiga la realidad también se subdivide en dos partes: la que estudia la materia y la que estudia la forma. La parte que investiga las propiedades de la materia existente (tanto pura como revestida en su forma) se refiere al "conocimiento de la materia". Este conocimiento tiene una base empírica, es decir, está basada en evidencia y comparación de los resultados de experimentos prácticos, que se toman como fundamentos confiables para deducciones válidas.

La otra parte de la ciencia sólo analiza la forma abstracta sin relación con la materia. En otras palabras, las formas de "verdad" y "falsedad", separadas de la materia, esto es, de las personas que portan esa forma. Estas forman se analizan como significativas y sin sentido, ya que no están revestidas en alguna tipo de materia. Esto es conocido como "el conocimiento de una forma".

Este tipo de conocimiento no tiene bases empíricas, porque estas formas abstractas no pueden percibirse en prácticas experimentalmente confirmadas. Están más allá de los límites de la realidad existente. La forma abstracta es sólo un fruto no existente de la imaginación.

Por consiguiente, cada investigación científica de esta clase está basada estrictamente en una suposición teórica. No está confirmada por experimentos prácticos y es el resultado de una discusión teórica. Toda la filosofía tan aclamada se refiere a esta categoría. La mayoría de los científicos modernos la descartan, debido que se encuentran totalmente descontentos con las discusiones sin sentido, que se basan en teorías, que desde su punto de vista es una base totalmente indigna de confianza.

La ciencia de la Cabalá, de igual forma, se subdivide en las dos antes mencionadas partes: el conocimiento de la materia y el conocimiento de la forma. Sin embargo, a diferencia de la ciencia convencional, hasta el conocimiento de una forma en ella se basa totalmente en investigación científica y experiencia práctica.

 

La Esencia de la Ciencia de la Cabalá

¿Cuál es la base de la ciencia de la Cabalá?

La ciencia de la Cabalá es el orden de causa y efecto del descenso de las fuerzas Superiores. Se sujeta a leyes invariables y absolutas que están interconectadas y aspiran a la revelación de la fuerza Superior (el Creador) al hombre en este mundo.

La ley del general y del particular

La ley del general consiste en el hecho de que al final de su evolución, la humanidad esta destinada a revelar la fuerza Superior y a alcanzarla completamente.

La ley del particular afirma que inclusive antes de que toda la humanidad alcance tal perfecto estado, ciertos individuos en cada generación pueden lograr esta meta.

La pluralidad de cuerpos espirituales, Sefirot, y mundos.

La ciencia de la Cabalá estudia las maneras de alcanzar el propósito supremo - la similitud del hombre con la fuerza Superior. Consecuentemente estudia la estructura e interconexiones entre la multitud de cuerpos espirituales.

Para aclarar esto, vamos a tomar el ejemplo de un animal pequeño, cuyo papel se reduce a sobrevivir por un periodo de tiempo necesario para reproducirse, dando de esta forma, continuación a su especie. Mientras lo estudiamos, descubrimos que éste constituye un complejo conglomerado que consiste de miles y miles de fibras y tendones. Los fisiólogos y anatomistas se han cerciorado que esto es un hecho, aunque muchos otros miles de conglomerados similares todavía son ignorados por el hombre.

Por analogía, de este ejemplo podemos entender la diversidad de las múltiples combinaciones y conexiones que necesitamos aprender con el fin de alcanzar el máximo propósito.

Dos caminos: de arriba hacia abajo y de abajo hacia arriba

La ciencia de la Cabalá esta dividida en dos caminos paralelos de alcance de la fuerza Superior. Estos son iguales, la única diferencia entre ellos es que el primer camino desciende desde Arriba hasta abajo, a este mundo. Mientras que el segundo camino principia en este mundo y asciende a través de los mismos niveles que fueron formados por el primero. Las raíces Superiores descienden desde Arriba a través del primer camino y se manifiestan gradualmente, por lo tanto la Cabalá le llama "la orden de descenso de los mundos, Partzufim y Sefirot." Al segundo camino se le denomina "el alcance de la fuerza Superior."

Durante el alcance de la fuerza Superior, el hombre debe ascender por el mismo camino, aprendiendo gradualmente cada detalle y cada nivel en completo acuerdo con las leyes que fueron establecidas durante el descenso de la fuerza Superior. El pleno alcance de la fuerza Superior es un proceso gradual. Es percibido en las sensaciones del hombre durante un cierto período de tiempo y depende del ritmo de purificación de su egoísmo, hasta que alcance todas las propiedades de todos los niveles descendientes.

El alcance consecutivo de todos los niveles está predeterminado; siendo cada alcance subsiguiente más alto que el que le precedió. Esto se parece a los peldaños de una escalera.

Los términos abstractos

Mucha gente asume equivocadamente que todos los nombres y nociones usadas por la ciencia de la Cabalá son abstractos. Esta opinión errónea apareció debido a que la Cabalá estudia el mundo Superior que trasciende tiempo y espacio, el reino que sólo puede ser percibido por aquel quien ha dominado el método cabalista.

Ya que muy poca gente ha dominado esta sabiduría y alcanzado el mundo Superior, muchas personas creen que todo lo que concierne al mundo Superior es un conjunto de categorías abstractas completamente distantes de la realidad.

De hecho, es todo lo contrario: la Cabalá no describe nada que no refleje la realidad alcanzada por los cabalistas. La rigurosa ley cabalista afirma: "Solamente el verdadero alcance puede ser descrito y nombrado. Todo lo que no es alcanzado no puede ser definido mediante palabras."

Un alcance en la Cabalá significa un nivel más elevado de entendimiento. Los cabalistas se refieren al alcance solamente cuando se ha logrado un entendimiento claro y tangible. De otra manera, ellos utilizan diferentes denominaciones, como comprensión, conocimiento, etc.

La realidad comprendida en la ciencia de la Cabalá

Similarmente, hay cosas que percibimos en nuestra realidad material cuya esencia no podemos entender ni siquiera en nuestra imaginación. Vamos, por ejemplo, a tomar los fenómenos de la electricidad y el magnetismo. Quién podría negar que sean reales, puesto que el conocimiento que tenemos de ellos es muy satisfactorio y el hecho de desconocer su esencia es completamente irrelevante. Sus nombres son tan reales y familiares, como si realmente les sintiéramos. Hasta un niño pequeño conoce la palabra "electricidad" tan bien como "pan" o "azúcar," etc.

Además, al igual que no podemos alcanzar casi nada de la esencia de la fuerza Superior, de la misma forma es inalcanzable la esencia de los seres creados por ella. Todos los objetos materiales que nuestra mano puede tocar, son alcanzados mediante acciones que nos proveen con una impresión como resultado de la interacción de nuestros sentidos con ellas. Esto nos satisface plenamente, a pesar del hecho de no saber nada de su esencia. Tampoco podemos alcanzar nuestra propia esencia; todo lo que sabemos de nosotros mismos es una secuencia de acciones que se derivan de la esencia.

Por consiguiente, todos los términos y definiciones encontrados en los libros cabalistas son reales aunque no podamos alcanzar su esencia. Las personas están muy satisfechas con su pleno conocimiento, aunque sean sólo las acciones las que se hayan alcanzado. Este alcance se logra como resultado de la interacción del hombre con la fuerza Superior.

Sin embargo, es totalmente suficiente para nosotros, y no sentimos ninguna carencia de conocimiento así como no sentimos la necesidad de un sexto dedo estando perfectamente contentos con cinco.

La dificultad de la descripción del alcance Superior.

No podemos expresar las nociones del mundo Superior usando sonidos o letras de nuestro mundo por que nuestro vocabulario es un reflejo de lo que perciben nuestros sentidos. Se vuelve crucial cuando necesitamos poner en palabras el conocimiento exacto que fue recibido mediante discusiones. Esta es una investigación habitual típica de esta ciencia, y el cabalista tiene que utilizar definiciones muy precias con el fin de transmitir la información relevante.

La ley de raíz y rama en los mundos


El universo consiste de cuatro mundos llamados en su orden de descenso Atzilut, Bri, Yetzirá y Assiyá. Desde mundo más elevado, Atzilut, hasta nuestro mundo de Assiyá, todos tienen la misma estructura, idéntica en todos sus detalles. La realidad y todas sus manifestaciones existen en el primer mundo y están presentes en el siguiente por debajo de él sin ningún cambio. Lo mismo es verdad para todos los mundos subsecuentes hasta el mundo material que percibimos.

La única distinción entre los mundos es la cualidad del material del que están hechos. Esta cualidad determina el nivel de cada mundo, para que, el material del mundo más alto sea más "delgado" comparado con el de los inferiores. El material del segundo mundo es más "grueso" que el del primer mundo pero más "delgado" que el de los niveles inferiores subsecuentes. Este orden continúa hasta nuestro mundo, cuyo material es "más grueso" y "más oscuro" que el de todos los mundos precedentes.

Sin embargo, los objetos y las formas son similares en cada mundo en todos sus detalles, tanto en cantidad como en cualidad. Esto se asemeja a la impresión de un sello en donde cada pequeño detalle del sello pasa a la impresión. Lo mismo es verdad con todos los mundos: el mundo inferior es como la impresión del mundo por encima de éste. Todas las formas existentes en el mundo más elevado están impresas en el inferior.

Por lo tanto, no hay ni el más mínimo detalle o fenómeno en el mundo inferior que esté ausente en el más elevado. A esto se le denomina "raíz y rama," y significa que cada detalle en el mundo inferior constituye una rama, una copia de su raíz, de su original en el mundo más alto. Este detalle se origina en el mundo más alto y es impreso en el mundo inferior. En otras palabras, la raíz, llamada "destino" le impulsa a crecer tanto cualitativa como cuantitativamente y a adquirir las cualidades inherentes a la impresión del sello. Esta ley de raíz y rama esta vigente en todos los mundos, en todas las manifestaciones de la realidad con respecto al mundo más elevado.

El lenguaje cabalista de las ramas.

El lenguaje de las ramas significa que fue creado conforme a órdenes e instrucciones recibidas por las ramas de nuestro mundo desde sus raíces en los mundos Superiores. No hay nada en el mundo inferior que no se origine en el más elevado. Una raíz en el mundo Superior impulsa a la rama correspondiente de abajo a tomar su forma y adquirir sus propiedades.

Desde una conexión entre las raíces y las ramas, los cabalistas crearon un vocabulario que les permite hablar sobre las raíces espirituales del mundo Superior utilizando el nombre de sus ramas, que se perciben claramente en las sensaciones de este mundo. Esto hace posible para el receptor de la información alcanzar la raíz Superior porque el material de la rama, siendo el resultado de su raíz, precisamente aspira a ello. 

De esta manera cada objeto de nuestro mundo nos provee con un nombre exacto que refiere a su raíz Superior, aunque la raíz misma, que está más allá de cualquier imaginación, no pueda ser nombrada por alguna palabra o sonido. Sin embargo, debido a la presencia de las ramas perceptibles en este mundo, la expresión oral de las raíces Superiores tiene derecho a existir.

Esta es la esencia del lenguaje oral de los Cabalistas, con cuya ayuda comparten sus conocimientos el uno con el otro, transmitiéndola de generación en generación, tanto oralmente como por escrito. Su mutuo entendimiento es suficiente pues posee el adecuado grado de exactitud necesario para la investigación de esta ciencia. Los cabalistas han fijado un preciso esquema infalible debido a que cada detalle tiene su nombre único inherente solo a éste, por lo que indica precisamente su raíz espiritual.

Transfiriendo el conocimiento de maestro a estudiante.

Las palabra pronunciadas por un maestro rinden un conocimiento supremo que está mas allá del tiempo, espacio y movimiento. Solamente "el lenguaje de las ramas" es capaz de expresar la interconexión entre las ramas y sus raíces Superiores.

Sin embargo, sólo la persona que ve la interconexión entre las ramas y sus raíces puede entender este lenguaje. La conexión rama-raíz no puede ser alcanzada de abajo hacia arriba, es decir, mirando a las ramas debajo de ella, es imposible discernir cualquier analogía a las raíces Superiores o imaginarlo con la ayuda de la fantasía. Al contrario, habría que alcanzar primero las raíces Superiores, y sólo entonces seriamos capaces de ver la conexión entre cada rama y su raíz en el mundo Superior.

Sólo después de descubrir y alcanzar la conexión entre la raíz y la rama, el hombre adquirirá un lenguaje común con su maestro-cabalista. El lenguaje de las ramas permitirá al maestro transmitir todos los matices de su sabiduría a su discípulo así como la información sobre los mundos Superiores que él recibió de sus maestros y que alcanzó por sí mismo. Esto se debe a que ahora ellos tienen un lenguaje común y pueden entenderse mutuamente.

Pero a menos que el estudiante conozca este lenguaje y vea la conexión entre la raíz y la rama, el maestro no tiene manera de explicarle ni siquiera una sola palabra de la sabiduría Superior. Mientras no exista un lenguaje común, no serán capaces de hablar sobre la investigación cabalista. En otras palabras, no hay manera de transmitir el conocimiento de la Cabalá a la persona que no sabe, ni entiende.

¿Pero, cómo puede el estudiante alcanzar el conocimiento de este lenguaje por sí mismo? Lo puede lograr con la ayuda de los libros cabalistas que lo conducirán gradualmente a la percepción del mundo Superior. Sólo al alcanzar por lo menos un nivel mínimo del mundo Superior y habiendo dominado el lenguaje de ramas en aquel nivel, será capaz de recibir la sabiduría de su maestro-cabalista, puesto que ya cuentan con un lenguaje común.

Nombres descorteces en la Cabalá

De lo anterior podemos entender por que los cabalistas usan palabras tales como "beso", "coito", "abrazo", y "parto" para expresar ideas elevadas. Trasluce que esta ciencia no puede ser explicada con ningún otro lenguaje más que "el lenguaje de ramas," pues es el que indica más exactamente las conexiones entre cada raíz con su rama correspondiente. Así, es imposible rechazar cualquiera de las ramas debido a la bajeza de su nivel, y dejar de usarlo para la descripción de las conexiones en la Cabalá, pues ninguna otra rama en nuestro mundo puede sustituirlo.

Si rehusáramos utilizar algún nombre, conduciría no sólo a la pérdida de la noción espiritual correspondiente, sino también dañaría muy seriamente a la ciencia en su conjunto. En ese caso, uno de los eslabones en la cadena de la sabiduría se caerá y trastornará la interconexión entre todos los demás eslabones.

No nos debería sorprender el uso de palabras "indecentes" porque en este caso no tenemos libertad de elección y no debemos sustituir una palabra indecente por otra más decente. Los cabalistas están obligados a ser exactos en la utilización de una rama que claramente señala a su raíz Superior. Además deben proporcionar una explicación detallada, formular una definición suficientemente precisa para los estudiantes.
 

La Esencia del alcance espiritual

Distinguimos entre muchos niveles y muchas singularidades de los mundos (superiores, espirituales). Es conocido que cuando se habla sobre los niveles y diferencias, se habla (sólo) con respecto a la comprensión de las almas de lo que se recibe de estos mundos; conforme al principio de que lo que no se puede comprender, no se puede conocer por su nombre, y esto es porque la palabra 'nombre' connota comprensión; es similar a una persona que nombra algo luego de comprender algunas de sus características, según la profundidad de su comprensión.

Bajo este principio, la totalidad de la existencia se divide, en lo relativo a la comprensión espiritual, en tres distinciones:
  1. Atzmutó (la Esencia Inalcanzable, "El Yo Bendito") - está más allá de las palabras y el lenguaje. La razón es que la raíz y el origen de las criaturas comienzan a partir del Pensamiento de la Creación; es decir, donde están incluidas en el secreto de, "Lo que termina en acción, comienza en pensamiento".
  2. El Infinito indica el Pensamiento de la Creación - "Él desea deleitar a Sus criaturas, en el aspecto de Infinito" (placer sin fin).
Y esta es la conexión que existe entre la Fuerza Superior y Las Almas. Esta conexión la comprendemos nosotros en el secreto del deseo de deleitar a las criaturas. El Infinito es el comienzo de la actividad. Y Él es llamado "Luz sin Vasija", ya que allí comienza la raíz de las criaturas, es decir, la conexión que existe entre el Creador y lo creado, llamado Su deseo de hacer el bien a Sus criaturas. Este deseo comienza en El Mundo de Infinito (Ein Sof) y se extiende hasta el Mundo de Assiyá.

3) Las Almas. Los receptores del deleite, que existen dentro del deseo de deleitar a las criaturas.

El Infinito es llamado de este modo porque esta es la conexión que existe entre Atzmutó y las Almas, que nosotros (las criaturas) comprendemos como el secreto del deseo de dar placer a Sus criaturas. Y fuera de esta conexión del deseo de dar placer no tenemos palabras. Y allí es donde la actividad comienza. Y esto es llamado Luz sin Vasija; sin embargo, es allí que comienza la raíz de las criaturas, es decir, la conexión entre el Creador a las criaturas que se llama Su Deseo de deleitar a Sus criaturas, y este deseo comienza en el Mundo de Infinito y se extiende hasta el Mundo de Assiyá.

Todos los mundos (superiores) como son en sí mismos son como Luz sin Vasija, y no se habla de ellos. Se consideran en el mismo aspecto que Atzmutó. De este modo no existe comprensión de ellos que no esté en relación con las Almas.

No se sorprendan al distinguir allí (en los mundos) muchas diferencias; esto es porque estas singularidades están allí en una apariencia de potencialidad, que posteriormente, con la llegada de Las Almas, estas diferencias se convierten luego en manifiestas para Las Almas que reciben la Luz Superior según su grado de corrección y disposición. Entonces, estas diferencias se revelan en la realidad. Sin embargo, mientras Las Almas no capten la Luz Superior, todo lo que ellos (los Mundos Superiores) son en sí mismos se consideran como el mismo aspecto de Atzmutó.

Y en relación a las Almas que reciben de los mundos, estos mundos se disciernen en el secreto de El Infinito (Ein Sof). Esto es porque la conexión que existe entre los mundos y Las Almas, es decir, lo que los mundos otorgan a Las Almas, es la constante desde el Pensamiento de la Creación, que es el aspecto de una relación en común entre Atzmutó y Las Almas, y se hace referencia a esta relación con el nombre de El Infinito (Ein Sof).

Y toda la pluralidad de los nombres es sólo en relación a los recipientes, por lo tanto, el primer nombre que se hizo manifiesto en el secreto de la Raíz de las criaturas se conoce como Atzmutó. Y la manifestación de este nombre permanece absolutamente sin cambio alguno. Todas las restricciones y multiplicaciones de las diferencias se realizan sólo en relación a los recipientes. Y Él brilla siempre con el Primer Nombre conocido como Su deseo de deleitar infinitamente a Sus criaturas. Y que posteriormente existe un final, esta es una corrección para beneficio de los recipientes que pueden recibir la Luz.

La Luz Superior se compone de dos aspectos: uno que comprende (el alma), y un concepto (la luz, una idea que es comprendida). Todo lo que se dice con referencia a la Luz Superior es sólo en relación a la comprensión del alma que es afectada por la idea. Sin embargo, cada componente existe por sí mismo solo, es decir, el alma que comprende sola o la idea (que es comprendida) sola; a ninguna de ellas se las denomina con el nombre de El Infinito. Más bien la idea (sola, sin un alma que la comprenda) se la denomina con el nombre de Atzmutó, y el alma que comprende (sola, sin una idea para comprender) se denomina con el nombre de Almas - que es un nuevo aspecto, que está separado del todo. Y esto (las Almas) es nuevo en el sentido de que se implanta dentro de ella el deseo de recibir. Y por esta (nueva) manifestación a la creación se le llama Yesh Mi Ain (Existencia de la Ausencia).

Con respecto a sí mismos, los mundos se definen como una unidad simple - no hay diferenciación alguna en lo Superior, en lo Espiritual - que es el secreto Yo el Señor (Dios, el tetragrámaton) no cambio. Y en Dios, las Sefirot y los aspectos manifiestos son irrelevantes. Incluso los nombres que son los más sutiles no nombran a la Luz como Es en Sí Misma - ya que el aspecto de Su propio Yo Bendito está más allá de la comprensión. Más bien, de las Sefirot y diferencias (en los Mundos Superiores), se habla de ellas sólo a partir de lo que el hombre puede comprender de ellas. Porque El Creador Bendito deseó que comprendamos y entendamos el fluir (de Su Luz, la Luz de los Mundos Superiores, Su benevolencia) hacia nosotros en el secreto de Su deseo de deleitar a Sus criaturas.

Y para que seamos capaces de comprender lo que Él deseó que comprendiéramos y entendiéramos en el secreto de Su deseo de deleitar a Sus criaturas, Él creó y nos dio estos cinco sentidos, y estos sentidos perciben los efectos de la Luz Superior.

Y con esto se produjeron y repartieron para nosotros muchas diferencias debido a que el sentido general (universal), llamado el Deseo de recibir, está dividido en muchas, muchas partículas de acuerdo a la medida en que los recipientes son capaces de recibir. A este respecto hay muchas categorías y detalles que se denominan ascensos y descensos (espirituales), éxtasis, separación (del cuerpo), etc.

Y siendo que el deseo de recibir se llama "criatura" y "una nueva manifestación", por lo tanto, es precisamente desde ese lugar donde el Deseo de recibir comienza a ser estimulado - desde allí comienza el habla. Y el habla se diferencia por las singularidades en la estimulación (verbos). Pues aquí (donde el habla es relevante) ya existe un lado en común entre la Luz Superior y el Deseo de recibir.

Y esto se denomina Luz y Vasija. Sin embargo, con respecto a la Luz Sin Vasija, el habla no es relevante, como se expuso anteriormente. Pues la Luz que no es una idea para ser comprendida por el recipiente se la distingue entonces como El Bendito Yo, ya que allí el habla no es permisible debido a que no es posible la comprensión. ¿Y cómo sería posible darle un nombre a algo incomprensible?

Y a partir de esto entendemos que apelar al Creador tiene dos aspectos:
  1. El creador. Que denota Atzmutó. Aquí el habla no está permitida, como ya hemos discutido anteriormente.
  2. Que lo que emana continuamente de Él, que denota la Luz que se extiende dentro de nuestras vasijas, es decir, dentro de nuestro Deseo de recibir, es eso que es llamado El Infinito (Ein Sof). Esta es la conexión que existe entre el Creador y las criaturas, que son la manifestación de Su deseo de deleitar a Sus criaturas. De este modo, el Deseo de deleitar denota la Luz que se extiende porque su propósito (el de la Luz que se extiende) es el Deseo de recibir.

Y mientras el Deseo de recibir recibe la Luz que se extiende, entonces la Luz que se extiende recibe el nombre de El Infinito, y llega a los recipientes a través de un gran número de vestiduras para que aquéllos que están abajo (sobre la tierra) sean capaces de recibirlas.

Por lo tanto, conforme a esto, todas las singularidades y diferencias son relevantes específicamente para el recipiente con respecto y de acuerdo al (grado de) estímulo que recibe el recipiente de ellas (la Luz que se extiende sobre el recipiente). Pero nosotros necesitamos comprender la perspectiva del orador; cuando hablamos acerca de las diferencias en los mundos (Superiores), uno habla de singularidades en potencia, y cuando el recipiente comprende (alcanza) esas manifestaciones, entonces se habla de ellas como realmente existentes.

La comprensión espiritual es cuando el alma que comprende y la idea que es comprendida se unen. Ya que sin un alma que comprenda, no existe forma para esa idea que (será) comprendida, puesto que no hay nadie para recibir la forma de la idea que (será) comprendida. Por lo tanto, este aspecto (de la idea sin forma) se distingue con el nombre de Atzmutó, y no ha lugar hablar de ello en absoluto. Y es irrelevante decir que la idea que es comprendida recibió alguna forma por sí misma. Y nosotros no tenemos nada que decir, sino desde una postura en que nuestros sentidos son estimulados por la Luz que se extiende, la cual es una manifestación de Su deseo de deleitar a sus criaturas y llega hasta los recipientes en la realidad.

Y esto es similar a cuando observamos una mesa. Entonces, conforme a nuestro sentido del tacto, sentimos algo duro. Y también su largo, y ancho y el resto de ella conforme a nuestros sentidos. Pero no podemos decir que la mesa debe aparecer de esta manera a alguien con otro tipo de sentidos, por ejemplo, un ángel, que cuando contempla la mesa con sus ojos, la ve conforme a sus sentidos. Por lo tanto, nosotros no tenemos ninguna manera de determinar la forma (de la mesa) con respecto al ángel, debido a que no tenemos ningún conocimiento de sus sentidos...

Y por esto, es evidente que no tenemos nada que decir acerca de la forma de los mundos conforme a Él; sólo comprendemos los mundos conforme a nuestros sentidos y sentimientos. Y esta es la interpretación de: "No hay ningún cambio en la Luz". De este modo, todas las modificaciones están en las vasijas, es decir, en nuestros sentidos; pues todo se mide conforme a nuestras nociones. A partir de esto podemos deducir que si muchas personas contemplan un mismo objeto espiritual, cada una de ellas lo comprenderá de acuerdo a sus conceptos y sus sentidos. Y por esto se puede inferir que si muchas personas miran a un objeto espiritual, cada una lo comprende según su noción y sus sentidos. Y por lo tanto, cada una lo ve en forma diferente. Y de manera análoga, en la persona misma, la forma cambia conforme a sus propios estados positivos o negativos de su mente. Como se menciona anteriormente, la Luz es una Luz simple, y todas las modificaciones están únicamente en los recipientes.

 

La mesa del comedor

Del libro, "Alcanzando los mundos superiores"
Primer acto


En una casa brillantemente iluminada, con cuartos espaciosos, un hombre de agradable apariencia está ocupado en la cocina. Está preparando una comida para su tan esperado huésped. Mientras maniobra con las ollas y sartenes, trae a su memoria los manjares con los que su huésped tanto se deleita.

La feliz expectativa del anfitrión es más que evidente. Lleno de gracia, con los movimientos de un bailarín, llena la mesa con cinco platillos diferentes. Próximas a la mesa hay dos sillas acolchonadas.

Llaman a la puerta y el huésped entra. El rostro del anfitrión se ilumina al ver al huésped y lo invita a sentarse a la mesa para cenar. El huésped toma asiento y el anfitrión lo mira con cariño.

El huésped mira las delicias puestas ante él y las huele a una distancia cortés. Es evidente que le gusta lo que ve, pero expresa su admiración con tacto y recato, sin dejar saber que él está inconsciente que la comida es para él.

Anfitrión: Toma asiento por favor. He hecho estas cosas especialmente para ti porque sé cuánto te agradan. Ambos sabemos cuán familiarizado estoy con tus gustos y hábitos de comida. Sé que tienes hambre y sé cuánto puedes comer, y por eso he preparado todo exactamente como te gusta, en la cantidad precisa, con la que puedes terminar sin dejar una miga.

Narrador: Si quedara comida después de que el huésped estuviera saciado, el anfitrión y el invitado estarían inconformes. El anfitrión, estaría insatisfecho, porque eso significaría que él desea dar a su huésped más de lo que éste desea recibir.  
Por su parte, el huésped estaría decepcionado al no poder satisfacer el deseo del anfitrión de consumir toda la comida. El huésped también lamentaría estar saciado, mientras quedan todavía manjares, sin poder gozar ni uno más de ellos. Eso significaría que al huésped le faltó el deseo suficiente de disfrutar todo el placer ofrecido. 
Huésped: (Solemnemente) De hecho, has preparado exactamente lo que quería ver y comer en la mesa durante la cena. Incluso la cantidad es justo la correcta. Esto es todo lo que siempre quise de la vida: disfrutar todo esto. Para mi, sería el máximo placer divino.

Anfitrión: Bien, entonces tómalo todo y disfrútalo. Me llenará de placer.

El huésped comienza a comer.

Huésped: (Obviamente gozando y con su boca llena; no obstante, parece algo preocupado) ¿A qué se debe que cuanto más como, menos disfruto la comida?
El placer que recibo quita el hambre y, por lo tanto, mi gozo es cada vez menor. Mientras más cerca estoy de tener la sensación de estar pleno, menos disfruto la comida.
Y cuando ya he recibido todo el alimento, no me queda más que la memoria del placer, no el placer mismo. El placer estaba allí solamente mientras tenía hambre. En el momento en que se desvaneció, ocurrió lo mismo con el gozo. He recibido lo que tanto anhelaba y, sin embargo, me he quedado sin placer ni alegría. No quiero nada más, no hay nada que me provoque alegría.

Anfitrión: (Un poco resentido) He hecho todo lo posible para causarte placer. No es mi culpa que la simple recepción del placer, acabe la sensación de deleite, porque el anhelo se ha ido. En todo caso, ahora tú ya estás lleno con todo lo que te he preparado.

Huésped: (Defendiéndose) Al recibir todo lo que me has preparado, ni siquiera te puedo agradecer, porque he dejado de gozar la abundante comida que me has dado. Lo principal es que siento que tú me has dado a mí, mientras que yo no te he dado nada a cambio. 
Por lo tanto, tú me has hecho sentir vergüenza al manifestar de forma desconsiderada que tú eres el que otorga y yo el que recibe.

Anfitrión: No te demostré que fueras el receptor y yo el otorgante. Pero el simple hecho de que tú hayas recibido algo de mí sin ser recíproco, te dio la sensación de que estabas recibiendo algo de mí, a pesar del hecho que la benevolencia es mi naturaleza.
Lo único que quiero es que aceptes mi comida. Eso no lo puedo cambiar. Por ejemplo: Yo crío pescados. A éstos no les importa quién les provee la comida y los alimenta... También me ocupo de Bob, mi gato. A él tampoco le importa, ni siquiera un poco, de qué manos le llega el alimento. Pero a Rex, mi perro, sí le importa y no tomaría el alimento de cualquiera.

Narrador: La gente está constituida de tal manera que hay algunos que reciben sin sentir que alguien les está dando, y solamente toman. ¡Algunos incluso roban sin remordimiento! Pero cuando las personas desarrollan un sentido de sí mismas, saben cuando se les está otorgando, y eso les despierta la conciencia de que son receptoras. Eso trae consigo vergüenza, auto-reproche y agonía.

Huésped: (Algo apaciguado) Pero ¿qué puedo hacer para recibir placer sin considerarme el receptor?, ¿cómo puedo neutralizar la sensación interna de que tú eres el que otorga y yo el que recibe? Si hay una situación de dar y recibir, y eso provoca en mí esta vergüenza, ¿qué puedo hacer para evitarla?
¡Quizás puedas actuar de tal forma que no me sienta como el receptor! Pero eso sería posible solamente si no estuviera consciente de tu existencia (al igual que tus peces), o si te hubiera percibido, pero sin entender que tú me estabas dando algo (como un gato o un ser humano subdesarrollado).

Anfitrión: (Contrayendo sus ojos en señal de concentración, y hablando en tono pensativo) Pienso que después de todo, existe una solución. ¿Quizás seas capaz de encontrar una manera de neutralizar la sensación de recepción dentro de ti?

Huésped: (Sus ojos se iluminan) Ah, ¡Entiendo! Tú siempre has querido tenerme como tu huésped. Así es que mañana, vendré aquí y me comportaré de tal manera que te haga sentir como si tú fueras el receptor. Yo seguiré siendo el receptor, por supuesto, comiendo todo lo que tú hayas preparado, pero me consideraré el que otorga.


Segundo acto


Al día siguiente, en el mismo cuarto, el anfitrión ha preparado comida fresca exactamente con las mismas delicias que el día anterior. Se sienta a la mesa y el huésped entra, con una expresión desconocida y un tanto misteriosa en su rostro.

Anfitrión: (Con una sonrisa resplandeciente, inconsciente del cambio) Te he estado esperando. Estoy tan contento de verte. Siéntate. 

El huésped se sienta a la mesa y huele la comida cortésmente.

Huésped: (Mirando la comida) ¿Todo esto es para mí?

Anfitrión: ¡Pero, por supuesto!, ¡solamente para ti! Me encantaría si estuvieras dispuesto a recibir todo esto de mí.

Huésped: Gracias, pero en realidad no lo deseo tanto.

Anfitrión: Bien, ¡eso no es verdad!, ¡tú sí lo deseas y yo lo sé, lo doy por hecho!; ¿por qué no lo quieres tomar?

Huésped: No puedo tomar todo esto de ti. Me hace sentir incómodo.

Anfitrión: ¿Qué quieres decir con incómodo?, ¡deseo tanto que comas todo esto!; ¿para quién piensas que lo he preparado? Me daría tanto placer si te lo comieras todo...

Huésped: Quizás tengas razón, pero yo no deseo comer toda esta comida.

Anfitrión: Pero no sólo estás recibiendo una comida; también me estás haciendo un favor al sentarte a mi mesa, disfrutando todo lo que he preparado. Todo eso no lo he hecho para ti, sino porque disfruto que lo recibas de mí.
Por eso es que al aceptar comer me estarías haciendo un favor. ¡Tú estarías recibiendo todo eso para mí! No estarías tomando, sino dándome una gran alegría. De hecho, no serías tú quien recibiría de mi comida, sino al contrario, yo obtendría una gran alegría de ti. Tú serías el que está dándome a mí, y no al revés. 

El anfitrión desliza implorante el oloroso plato delante de su renuente huésped. Este último lo aparta de sí. El anfitrión desliza otra vez el plato hacia su huésped, y él se lo rechaza nuevamente. El anfitrión suspira, revelando a través del lenguaje corporal cuánto desea que su huésped acepte los alimentos. 
El huésped asume la postura del otorgante, quien está haciendo un favor al anfitrión.

Anfitrión: ¡Te imploro! Por favor, hazme feliz.

El huésped empieza a comer, luego se detiene a pensar. Después, comienza otra vez, y de nuevo se abstiene. Cada vez que para, el anfitrión lo anima a continuar. Sólo después de alguna persuasión el huésped continúa.

El anfitrión sigue agregando nuevos manjares ante su huésped, suplicándole cada vez que lo complazca al aceptarlos.


Huésped: Si pudiera asegurarme que estoy comiendo porque eso te causa placer a ti y no porque yo lo deseo, entonces tú te convertirías en el receptor y yo en el que otorga el placer. Sin embargo, para que eso ocurra, debo estar seguro que estoy comiendo solamente por ti y no por mí.

Anfitrión: Pero por supuesto que estás comiendo solamente por mí. Después de todo, te sentaste a la mesa y no probaste ni siquiera algo, hasta que te demostré que no estabas solamente comiendo, sino provocándome una gran alegría. Tú has venido aquí para causarme placer.

Huésped: Pero si aceptara algo que no deseé inicialmente, no disfrutaría recibiéndolo, y tú no gozarías viéndome aceptar voluntariamente tu ofrecimiento. Así es que, resulta que tú puedes recibir placer sólo al grado en que yo disfrute tu ofrecimiento.

Anfitrión: Yo sé exactamente cuánto te gusta esta comida y cuánto puedes comer de cada plato. Por lo tanto, he preparado estos cinco platos. Después de todo, yo sé cuánto deseas este platillo o el otro, y ninguna otra cosa en tu vida.
El saber cuánto los disfrutas evoca en mí la sensación de tu placer. También me agrada que goces de mi comida. No tengo duda que el placer que recibo de ti es genuino.

Huésped: ¿Cómo puedo estar seguro que estoy gozando estos manjares solamente porque tú así lo deseas y porque has preparado todo esto para mí?, ¿cómo puedo estar seguro que no debo rechazarlos porque al recibirlos de ti, en realidad, lo que hago es darte alegría?

Anfitrión: ¡Muy sencillo! Porque tú rechazaste por completo mis ofrecimientos hasta estar seguro que estabas haciéndolo por mi placer. Entonces tú aceptaste. Después de cada bocado sentirás que estás comiendo por mi placer, y percibirás la alegría que me causas.

Huésped: Puedo librarme de la vergüenza y enorgullecerme al darte placer si pienso, cada vez que recibo, que lo estoy recibiendo por ti.

Anfitrión: ¡Pues cómelo todo! Tú lo deseas todo, ¡y así me estarás dando todo placer ilimitado!

Huésped: (Disfrutando la comida y terminando hasta el último plato, pero después, dándose cuenta que aún no está satisfecho) Entonces, ahora he terminado toda la comida y la he gozado. No hay más comida para disfrutar. Se acabó mi placer porque no tengo más hambre. Ya no puedo traer alegría a ninguno de nosotros. ¿Y ahora, qué hago?

Anfitrión: No lo sé. Tú me has dado un gran placer al recibir de mí. ¿Qué más puedo hacer por ti, de modo que puedas gozar una y otra vez?, ¿cómo es posible que desees comer de nuevo si lo has terminado todo?, ¿qué te provocará apetito una vez más?

Huésped: Cierto, mi deseo de disfrutar se ha convertido en un deseo de conferirte alegría, y si ahora no puedo gozar, ¿cómo puedo complacerte? Después de todo, ¡no es posible crear dentro de mí apetito para otra invitación de cinco platos!

Anfitrión: Yo no he preparado más que lo que tú deseaste. He hecho todo lo posible de mi parte para complacerte. Tu problema es: "Cómo puedo seguir deseando más, mientras recibo más y más".

Huésped: Pero si el placer no satisface mi hambre, no puedo percibido como placer. La sensación de placer llega cuando satisfago mis necesidades. Si no estuviese hambriento, no podría disfrutar la comida y, por lo tanto, tampoco podría conferirte alegría. ¿Qué puedo hacer para permanecer con ese deseo constante, y continuamente brindándote alegría al mostrarte mi placer?

Anfitrión: Para lograr eso, necesitas una fuente distinta de deseo y diversos medios de satisfacción. Al usar tu hambre para recibir tanto la comida como la satisfacción de comerla, eliminas a ambas. 

Huésped: ¡Entiendo! El problema es que me abstuve de sentir alegría si consideraba que tú te beneficiarías de eso. Lo rechacé hasta tal punto que, aunque toda la comida estaba frente a mí, no la podía aceptar por vergüenza de recibirla. Esta vergüenza era tan intensa que yo estaba dispuesto a morirme de hambre, aún sólo para evitar la sensación de vergüenza de ser el receptor.

Anfitrión: Pero entonces, una vez que estuvieras convencido de que no estabas recibiendo para ti mismo, comenzaste a recibir para mi beneficio. Debido a eso, gozaste tanto la comida como el placer que me causabas. Por esa razón, el alimento debe ser acorde a tu voluntad. Después de todo, si no fuera por el placer de la comida, ¿qué otro placer me podrías brindar?

Huésped: Sin embargo, no es suficiente recibir para ti, sabiendo que tú gozas de hacerlo por mí. Si mi placer viniera de tu alegría, entonces el origen de mi placer no sería el alimento, ¡sino tú! Necesito sentir tu alegría.

Anfitrión: Eso debe ser fácil, ya que estoy totalmente abierto a eso.

Huésped: Sí, ¿pero de qué depende mi placer? Depende de ti, a quien le estoy dando el placer. Eso significa que mi placer depende de la magnitud de mi deseo de conferirte; es decir, el grado en que percibo tu grandeza.

Anfitrión: ¿Qué puedo hacer entonces?

Huésped: Si supiera más sobre ti, si tuviese un conocimiento más íntimo de ti, si realmente fueras grande, entonces tu grandeza y omnipotencia se me habrían revelado. En ese caso, habría disfrutado no sólo por darte placer, sino también habría estado consciente de quién lo estaba recibiendo.
Por lo tanto, mi placer habría sido proporcional a la revelación de tu grandeza.

Anfitrión: ¿Eso depende de mí? 

Huésped: Mira, si yo doy, para mi es importante saber cuánto estoy dando y a quién. Si es a los seres queridos, por ejemplo, a mis hijos; entonces, estoy dispuesto a dar en la misma proporción al gran amor que les tengo. Esto me da alegría. Pero si alguien de la calle viene a mi casa, estoy dispuesto a darle algo porque puedo sentir empatía hacia un necesitado, y espero que cuando yo esté en una terrible necesidad alguien me ayude.

Anfitrión: Este principio es sobre el cual radica el concepto global del bienestar social. Las personas se dieron cuenta que al no haber ayuda mutua, todos sufrirían. Es decir, ellos mismos sufrirían cuando llegaran a convertirse en los necesitados. El egoísmo obliga a la gente a dar, pero eso no es en verdad otorgar. Es simplemente una manera de asegurar la supervivencia de uno.

Huésped: En realidad, no pienso que esta clase de entrega sea genuina. Toda nuestra "generosidad" no es más que una forma para que recibamos placer al satisfacernos a nosotros mismos y a nuestros seres queridos.

Anfitrión: Entonces, ¿cómo podría darte placer que va más allá del placer encontrado en tus alimentos?

Huésped: Eso no depende de ti, sino de mí. Si la persona que viene a mi casa fuera una personalidad muy importante, recibiría mayor placer en darle algo que si se tratara de una persona común. Eso significa que mi placer depende no de la comida, ¡sino de quién la preparó!

Anfitrión: ¿Qué puedo hacer entonces para que me respetes más?

Huésped: Debido a que recibo para tu beneficio, no el mío, cuanto más respeto tenga por ti, más placer recibiré al saber a quién le estoy dando.

Anfitrión: Entonces, ¿cómo puedo profundizar tu estima hacia mí?

Huésped: ¡Háblame de ti!, ¡muéstrame quién eres! Así, podría obtener placer, no simplemente de recibir la comida, sino también de conocer quién me la está brindando; de saber con quién tengo una relación. La porción más pequeña de alimento recibida de una gran figura me dará una cantidad de placer mucho mayor, el cual crecerá en proporción a cuán grande considere que seas.

Anfitrión: Eso significa que para que el placer llegue a ser grande, yo debo abrirme y tú debes desarrollar en ti la habilidad de parecerte a mí.

Huésped: ¡Exactamente! Eso es lo que crea una nueva hambre en mí, el deseo de darte crece en proporción a tu grandeza. Eso no es porque quiera escapar de la sensación de vergüenza, pues ésta no me dejará satisfacer mi hambre.

Anfitrión: De esa manera, tú comienzas a sentir no el hambre, sino mi grandeza y tu deseo de causarme placer. Entonces, ¿estás diciendo que no deseas saciar mi apetito, sino deleitarte con mi grandeza y tu deseo de complacerme?

Huésped: ¿Y eso, qué tiene de malo? Puedo recibir placer de la comida muchas veces más que el que la comida en sí, puede dar, ya que le agrego al hambre un segundo deseo: la voluntad de otorgarte.

Anfitrión: Eso también lo debo cumplir.

Huésped: No. La voluntad de hacer esto -y su cumplimiento- lo crearé en mí mismo. Para eso sólo necesito conocerte. Revélate a mí y crearé dentro de mí el anhelo de otorgarte. También recibiré placer de dar, y no por la eliminación de la vergüenza.

Anfitrión: ¿Qué ganarás con eso, aparte del hecho que tu placer se incrementará?

Huésped: (Claramente insinuando que ese es el meollo del asunto) Hay otro beneficio primordial: si creo en mí una nueva voluntad, aparte del hambre inherente, me convierto en el dueño de esa voluntad. Siempre puedo aumentarla, siempre llenarla de placer, y siempre conferirla a ti al recibir placer. 

Anfitrión: ¿No te parece que se pierde ese deseo cuando está lleno, tal como a ti se te quitó el hambre?

Huésped: No, porque siempre puedo crear dentro de mí una impresión más grande de ti. Siempre puedo crear nuevos deseos de conferirte, y al recibir de ti los pondré en marcha. Ese proceso puede continuar indefinidamente.

Anfitrión: ¿De qué depende?

Huésped: Depende del descubrimiento continuo de nuevas virtudes en ti y de percibir tu grandeza.

Anfitrión: Esto significa que a fin de lograr la auto-indulgencia permanente -en la que al recibir un placer egoísta el hambre no cesará, sino que aumentará por esa recepción- debe formarse un hambre nueva: la voluntad de sentir a quien otorga.

Huésped: Si, además de recibir los placeres (los manjares), el que recibe desarrollará un sentido de grandeza del que otorga. El descubrimiento del anfitrión y de los manjares, por lo tanto, llegan a ser lo mismo. Es decir, el placer mismo crea conciencia acerca del que otorga, Éste, la comida y los atributos del que otorga son uno y los mismos.

Anfitrión: Resulta que lo que tú subconscientemente querías en un inicio era que el otorgante se revelara. Para ti esto es, de hecho, un relleno y nada más.

Huésped: Al principio, ni siquiera comprendía que esto era lo que deseaba. Solamente miré la comida y pensé que eso era lo que quería.

Anfitrión: Lo hice a propósito, a fin de que tú desarrollaras, gradualmente tu propia voluntad independiente, la cual se supone crearías para llenarla por ti mismo. De forma simultánea estarías tomando el lugar del huésped y del anfitrión.

Huésped: ¿Por qué todo eso está hecho de esa manera?

Anfitrión: Con el propósito de llevarte a la plenitud. De modo que desees cada cosa en su totalidad y logres la satisfacción suprema. Para que puedas disfrutar cada deseo al máximo, y a fin de que el placer sea ilimitado. 

Huésped: ¿Por qué entonces no sabía de esto desde un principio? Todo lo que veía a mi alrededor eran objetos que deseaba, sin sospechar que lo que realmente quería todo ese tiempo eras tú.

Anfitrión: Está hecho de tal manera que mientras te encontraras en una situación en la que no me percibieras, vendrías a mí y crearías esa voluntad interna por ti mismo. 

Huésped: (Desconcertado) Pero si yo puedo crear esa voluntad dentro de mí, ¿dónde figuras tú?

Anfitrión: Soy yo quien creó en ti la simple voluntad egoísta, y continúo desarrollándola al rodearte constantemente con nuevos objetos de deleite.

Huésped: Pero ¿para qué es todo eso?

Anfitrión: El propósito es convencerte de que perseguir placer nunca te satisfará por completo.

Huésped: Puedo verlo. En el momento que consigo lo que quiero, el placer desaparece de inmediato, y de nuevo añoro algo más grande o completamente diferente. Por lo tanto, estoy en una caza constante de placer, pero sin nunca alcanzarlo del todo; en el minuto que lo tengo en mis manos, se me resbala.

Anfitrión: Y esa es precisamente la razón por la que desarrollas tu sentido de ti mismo y llegas a estar consciente de la inutilidad de este tipo de existencia.

Huésped: Pero si estuvieras por desarrollar en mi el panorama de cómo son las cosas en realidad, ¡entendería el significado y el propósito de todo lo que estaría ocurriendo! 

Anfitrión: Este cuadro es revelado solamente después que tú estés totalmente convencido de la falta de propósito de tu existencia egoísta, y te des cuenta que se requiere de una nueva forma de conducta. Necesitas conocer tus raíces y el significado de tu vida.

Huésped: Pero ese proceso dura miles de años. ¿Cuándo termina?

Anfitrión: Nada es creado innecesariamente. Todo lo que existe está allí con el único propósito de revelar a las creaciones una forma distinta de existencia. Ese proceso es lento porque cada pequeño deseo necesita aparecer y ser reconocido como algo que no vale la pena utilizar en su forma preliminar.

Huésped: ¿Y hay muchos deseos de ese tipo?

Anfitrión: Muchísimos, y en proporción directa al placer que tú recibirás en el futuro. Pero el placer de recibir la comida no cambia. Tú no puedes comer más que un almuerzo por día. La capacidad de tu estómago no cambiará. Por lo tanto, la cantidad que llega de mí y que es recibida por ti no cambia. 
Sin embargo, cuando tú cenas en mi mesa para complacerme a mí, ese pensamiento específico crea en ti una nueva voluntad de comer y un nuevo placer, aparte del placer de la comida. Ese placer se mide según tamaño y poder, o en cantidad y calidad, según la cantidad de placer que obtienes al cenar en mi mesa con el fin de satisfacerme.

Huésped: Entonces, ¿cómo puedo aumentar mi deseo de recibir placer para tu beneficio?

Anfitrión: Eso depende de tu aprecio y respeto por mí. Eso depende de cuán grande me consideres.

Huésped: Entonces, ¿cómo podría aumentar mi aprecio por ti?  
Anfitrión: Para eso, simplemente necesitas saber más sobre mí, verme en cada acción que desempeño, observar y estar convencido de cuán grande realmente soy. Estar totalmente consciente de que soy omnipotente, compasivo y benévolo.

Huésped: Entonces, ¡manifiéstate!

Anfitrión: Si tu petición proviene de un deseo de conferirme, me revelaré. Pero si proviene del deseo de agradarte a ti mismo al verme, no sólo me abstendré de revelarme a ti, sino que me ocultaré todavía más profundamente.

Huésped: ¿Por qué?, ¿acaso no te da igual la manera que sea en la que reciba de ti? Después de todo, tú deseas que disfrute. ¿Por qué ocultarte de mí?

Anfitrión: Si me revelo por completo, recibirás tanto placer por mi eternidad, omnipotencia y plenitud, que no serás capaz de aceptar ese placer para mi beneficio. Ese pensamiento ni siquiera te cruzará por la mente, y luego, te sentirás nuevamente avergonzado. Además, debido a que el placer será perpetuo -tal como lo hemos visto con anterioridad-, eliminará tu deseo y de nuevo quedarás sin voluntad. 

Huésped: (Finalmente percatándose) Así es que esa es la razón por la que te ocultas de mí, ¡para ayudarme! Y yo pensé que era porque tú no querías que te conociera.

Anfitrión: Mi deseo más grande es que tú me veas y que estés cerca de mí. Pero, ¿qué puedo hacer si en ese caso no serías capaz de sentir placer?, ¿no sería eso lo mismo que morir? 

Huésped: Pero si no tengo conciencia de ti, entonces, ¿cómo puedo progresar? Todo depende de cuánto te reveles a mi.

Anfitrión: De hecho, solamente la sensación de mi presencia crea en ti la capacidad de crecer y de recibir. Sin ese sentido, tú simplemente consumes todo y, de inmediato, dejas de sentir cualquier placer. Por eso, cuando aparezco ante ti, sientes vergüenza, la sensación del que otorga, y la voluntad de recibir los mismos atributos del proveedor.

Huésped: Pues, ¡revélate a mí lo más antes posible!

Anfitrión: Lo haré, pero solamente hasta el punto que sea para tu beneficio, pese a que siempre me habría gustado aparecer ante ti. Después de todo, me oculto a propósito, a fin de crearte condiciones de libre elección. De esta manera, puedes ser libre de actuar y elegir cómo pensar independientemente de mi presencia. No habrá presión por parte del anfitrión.

Huésped: Entonces, ¿cómo te revelas a mí?

Anfitrión: Lo hago lenta y gradualmente. Cada nivel de revelación es llamado un Mundo, desde el nivel más oculto al más expuesto.


FIN

 

El Sexto Sentido

La ciencia y la filosofía avanzan junto con el progreso de la humanidad. Hoy, todos los científicos y filósofos están de acuerdo que la investigación del hombre sobre el mundo que lo rodea es limitada.

Es posible decir que el hombre es como una "caja negra" que percibe, comprende y recibe sólo lo que viene de afuera. En todas nuestras investigaciones, estamos limitados por nuestros cinco sentidos. Y todos los instrumentos que construimos, y que serán construidos en el futuro, no escapan a las limitaciones de nuestros cinco sentidos. Ellos simplemente agrandan los límites de nuestros sentidos.

Esto es porque somos incapaces de imaginar la carencia de nuestros sentidos. A saber, qué otro sentido adicional necesitamos para reconocer la verdadera realidad alrededor nuestro. No sentimos carencia por esto, al igual que no sentimos la carencia de un sexto dedo en nuestras manos. Aquello por lo que no sentimos carencia, no puede ser algo que nosotros pediríamos. Por consiguiente, todas las investigaciones de nuestro mundo se realizan solamente en función de nuestros cinco sentidos, y no podemos ver, percibir y comprender aquello que está más allá de ellos. Éstas son las limitaciones de nuestros conceptos.  

También, nuestra imaginación es el producto de nuestros cinco sentidos, y las experiencias que surgen de ellos. No podemos imaginar cualquier objeto o criatura que no se parezca a lo que resulta familiar a nuestros cinco sentidos.  

Por ejemplo, si quiero que alguien dibuje para mí alguna criatura de otro planeta, ciertamente lo dibujaría de acuerdo a los elementos que nos son familiares a nuestro mundo. Y si yo le pidiera que describiera algo imaginario me diría sin duda algo que es muy similar a este mundo.  

Y esto ejemplifica todas nuestras limitaciones: todos nosotros vivimos dentro de un mundo pequeño, y no podemos sentir, y por consiguiente imaginar, nada fuera de él. Y ya que nuestras limitaciones son absolutas, ninguna ciencia o filosofía pueden ayudarnos a comprender lo que está más allá de este mundo.  

Podría ser que en el mismo espacio, en otras dimensiones existen otras criaturas, otros mundos. Y nosotros no podemos sentirlos porque nos faltan las vasijas adecuadas - los sentidos para percibirlos. Podría ser que en este otro mundo más vasto que el nuestro fuéramos capaces de encontrar las razones de nuestra existencia, de todos los incidentes que nos ocurren, y la causa de nuestra muerte. Y nosotros, ignorantes de estas causas, vivimos sin el verdadero conocimiento y sin una verdadera meta, como seres inconscientes en nuestro mundo.  

Hay personas en nuestro mundo que reciben sentidos adicionales que les hace posible percibir la existencia mayor que nos rodea. Estas personas se llaman cabalistas, ya que saben recibir un conocimiento más elevado que el nuestro. 
Estas personas dicen que alrededor nuestro, existen mundos por encima de nosotros. Y que todos estos mundos son como las capas de una cebolla, en donde nuestro mundo se encuentra en medio de todos esos mundos. Y nosotros, quienes existimos en este mundo, somos capaces de percibir sólo este mundo, la más interna esfera de toda la existencia. Y nacemos, vivimos y morimos en esta esfera que se llama este mundo.  

Los cabalistas nos dicen que "este mundo" es llamado así, porque éste es simplemente un pequeño fragmento de la verdadera realidad que podemos percibir con nuestros sentidos. Y si pudiéramos desarrollar los sentidos adicionales, entonces lo que podríamos percibir con ellos se llamaría - el mundo por venir.  

El método que nos ayuda a llevarnos a sentir y experimentar el mundo por venir se llama la Sabiduría de Cabalá.  

 

La Libertad de Elección

¿Existe la libertad de elección?

Una antigua plegaria dice: "¡Señor!, dame fuerza para cambiar las cosas que pueda cambiar, dame valor para aceptar las cosas que no puedo cambiar y, otórgame sabiduría para ver la diferencia".

¿En concreto, ¿en qué cosas de nuestra vida podemos influir? 

¿Disponemos de suficiente libertad para cambiar nuestro destino? 

¿Por qué no podemos conseguir, de forma natural, esta sabiduría? 

¿Por qué, a pesar del hecho de que nuestra naturaleza está basada en la pereza y el sano egoísmo (deseo de recibir el máximo a través del mínimo esfuerzo), a diferencia de los animales, realizamos acciones irreflexivas e inefectivas? 

¿Quizás actuamos donde todo está predeterminado y nuestro papel ha de ser mucho más pasivo?

¿Quizás, en muchos casos, nuestra vida está preordenada, pero elegimos creer que el curso de los acontecimientos depende de nosotros? 

¿No deberíamos, quizás, transformar nuestra vida y dejar de pensar que somos quienes tomamos nuestras decisiones, dejando las cosas fluir y quedándonos en actitud pasiva, actuando sólo cuando realmente podamos cambiar algo?

Los niños pequeños actúan de forma imprudente porque su desarrollo se produce inconsciente, instintivamente. Un adulto define un objetivo y, la voluntad por conseguir dicho objetivo es la que le provee de energía.

Resulta evidente que nos equivocamos al intentar delimitar nuestras habilidades para conseguir el objetivo. En otras palabras, deseamos conseguir lo imposible o intentamos cambiar lo que no podemos.

La Naturaleza no nos dice en cuál de nuestros actos somos realmente libres. Esto nos permite cometer errores, como individuos y como humanidad. Su intención es la de conducirnos hacia desilusionarnos de nuestro propio poder de transformar algo en nuestra vida y nosotros mismos. ¿La Naturaleza desea confundirnos y desorientarnos con respecto a cómo debemos vivir? Entonces debemos detenernos y determinar aquello que realmente podemos influir.

La esencia de la libertad.

De forma general, la libertad puede asociarse a la ley de la Naturaleza, la cual traspasa todos los aspectos de la vida. Vemos como los animales sufren cuando están en cautividad. Esto demuestra cómo la naturaleza se rebela contra cualquier forma de esclavitud. La humanidad ha combatido en distintas guerras durante cientos de años hasta obtener algún grado de libertad personal.

En cualquier caso, nuestra idea de la libertad es extremadamente vaga y, si profundizamos más en ella, no quedará casi nada de ella. Antes de exigir la libertad personal, deberíamos suponer que cada persona la anhela. Primero, debemos asegurarnos de que esta o aquella persona puede ejercer su libre albedrío.

Nuestra vida está entre el placer y el sufrimiento.

Si analizamos las acciones de los seres humanos, descubriremos que ninguno de ellos es libre. Tanto su naturaleza interna como sus circunstancias externas lo empujan a actuar de acuerdo a un algoritmo de comportamiento arraigado en él.

La naturaleza nos sitúa entre el placer y el sufrimiento y, no somos libres de elegir sufrir o de renunciar al placer. El hombre tiene la ventaja, con respecto a los animales, de poder visualizar la meta distante, por consiguiente, estará de acuerdo en padecer una determinada cantidad de sufrimientos, si espera una compensación en el futuro.

De hecho, no hacemos nada más que cálculos cuando, viendo el beneficio esperado, consentimos en sufrir en espera de un posible placer. Estamos de acuerdo en someternos a operaciones quirúrgicas, incluso pagamos por ello. Aceptamos el trabajar duro con el fin de aprender una profesión que nos permita tener un trabajo bien remunerado. Todo se reduce a nuestro propio cálculo cuando sustraemos el sufrimiento del placer esperado y recibimos cierto saldo positivo.

Esta es la forma en la que estamos diseñados. Aquellos que parecen temerarios o imprudentes, o bien, abnegados o románticos, en realidad no son más que personas calculadoras, para las que el pasado se muestra, al igual que el presente, tan evidente que, están dispuestas a cargar sobre sus espaldas dolores inusitados por los otros, lo cual solemos tomar como una hazaña heroica.

Pero, de hecho, incluso en este caso, nuestro cuerpo realiza un cálculo consciente o inconsciente. Los sicólogos saben que las prioridades de cada hombre pueden cambiar, y hasta un cobarde puede convertirse en héroe. El futuro puede llegar a parecer tan elevado a los ojos del hombre que, no dudará en padecer cualquier clase de miseria por ese motivo.

De esto se deduce que no hay diferencia entre el hombre y los animales, y si es así, no existe la elección libre e inteligente.

¿Quién determina nuestros placeres?

No sólo no tenemos casi libertad de elección sino que tampoco la característica del placer es prerrogativa nuestra. Éste no sucede según nuestra libre voluntad sino que es dictaminado por los deseos de otras personas. No elegimos la moda, la forma de vivir, las aficiones, el ocio, la comida, etc. Todas estas cosas nos son impuestas según los gustos y deseos de nuestro entorno.  

Preferimos funcionar con deseos simples, sin sobrecargarnos, pero toda nuestra vida estamos obligados a movernos bajo formas de actuar aceptadas como normas por la sociedad, lo cual deriva en las leyes de la existencia y comportamiento humano. Si esto es así, ¿dónde está, entonces, nuestra libre elección? Se descubre que ninguno de nuestros actos tiene recompensa o castigo.

¿Por qué cada uno se percibe así mismo como un ser individual? ¿Qué es lo que hay, tan especial, en cada uno de nosotros? ¿Cuáles de nuestras cualidades podemos variar, de forma independiente? Si, en efecto existimos, seguramente podemos sacar una de ellas a la luz, distinguiéndola así del resto de nuestras cualidades, y desarrollarla.

Cuatro Factores.

Cada ser creado está determinado por cuatro factores:

1. La base es la materia esencial del ser particular, de la cual éste emergió.
Las cualidades invariables de la base son el orden a su desarrollo. Por ejemplo, un grano de trigo podrido engendra un nuevo brote de la misma clase. Un grano se pudre, es decir, su forma externa desaparece por completo; de forma similar, nuestro cuerpo se desintegra en la tierra. Sin embargo, la base queda ahí, haciendo nacer un nuevo retoño, al igual que nuestra alma fuerza a un nuevo cuerpo a nacer para poder vestirse en él.

2. Las cualidades invariables de la base. La base (en nuestro caso, un grano de trigo) nunca tomará la forma de otro cereal, por ejemplo, la cebada, sino sólo la forma previa del trigo, la cual se había perdido. Dependiendo del ambiente (suelo, agua, fertilizante y sol) es posible que el retoño experimente algunas variaciones cualitativas y cuantitativas pero, la forma del trigo, es decir, la esencia original, no sufre ninguna variación.

3. Las cualidades que varían bajo la influencia de las fuerzas externas. Afectada por factores externos, la forma exterior de la esencia experimenta variaciones cualitativas (el grano se mantiene como grano pero, su forma exterior se transforma de acuerdo con las condiciones ambientales. Factores externos suplementarios unidos con la esencia y juntos generaron una nueva cualidad bajo la influencia del ambiente. Dichas condiciones pueden ser el sol, el suelo, los fertilizantes o el agua (si hablamos del grano) o la sociedad, el grupo, los libros y el maestro (en lo relativo al hombre).

4. Cambios en las fuerzas externas. El hombre necesita de un entorno que desarrolle y que afecte, constantemente, a su propio desarrollo. Mientras evoluciona, el hombre a su vez influye, en su ambiente, forzándolo a desarrollarse. De hecho, ambos se desarrollan simultáneamente.

Estos cuatro factores determinan el estado de cada ser creado. Incluso, si un hombre pasara todo su tiempo en la investigación, no podría variar o añadir nada de lo que incluyen estos cuatro factores. Todo lo que pensamos o hacemos existe dentro de estos cuatro factores. Cualquier cosa que añadamos será puramente cuantitativa, mientras que cualitativamente se quedará igual. Estos factores determinan, forzosamente, nuestro carácter y nuestra forma de pensar.

1. El hombre no puede variar su esencia.

2. No puede variar las leyes según las cuales se transforma su esencia.

3. No puede variar las leyes de la transformación de sus cualidades internas, como resultado de la influencia externa.

4. El ambiente, del cual el hombre depende por completo, ¡puede ser variado!

Al poder influir en su ambiente en el momento presente, el hombre determina su estado futuro. Los únicos factores que el ambiente puede modificar son la velocidad y la calidad del avance del hombre. El hombre puede pasar por el dolor, el temor, la angustia e interminables y terribles problemas en su camino o bien ir hacia delante calmada y cómodamente, ya que siempre aspira hacia la meta. Ésta es la razón por la que los Cabalistas nos apremian a abrir centros educativos, para formar grupos (el ambiente ideal para todos los que desean alcanzar el propósito de la creación).

Libre elección.

A pesar de que no podemos determinar nuestra base, es decir, quién y cómo nacer, sí podemos influenciar estos primeros tres factores eligiendo nuestro ambiente, a saber, amigos, libros y maestros. De cualquier modo, habiendo elegido el entorno, estamos permitiendo que éste moldee nuestras condiciones futuras.

En un principio, existe la oportunidad de elegir libremente tanto maestros como libros y amigos quienes nos inspirarán buenos pensamientos. Si la persona no hace esto, naturalmente va a encontrarse en malos ambientes; leyendo libros inútiles (existen muchos y, son mucho más agradables) y, como resultado de ello, recibirá una educación deficiente y, actuará de forma incorrecta en la vida.

De esto se deduce que se le manda al hombre una recompensa o un castigo no por sus malas acciones o pensamientos, sobre los cuales no tiene libertad de elección, sino por no elegir el ambiente correcto, ya que allí la persona tiene, indudablemente, una oportunidad de elegir libremente. El hombre debe ser juzgado y castigado para que tome consciencia: no es juzgado por sus delitos sino por elegir el ambiente equivocado.

De ahí que, la persona que realiza un esfuerzo por elegir en cada momento un ambiente mejor, tendrá éxito (no por sus buenos pensamientos sino por su persistencia en mejorar su entorno, lo cual la va a llevar a esos buenos pensamientos). Una persona así es premiada con un estado mejor, más avanzado.

El Libro del Zohar da un ejemplo sobre un sabio pobre que fue invitado a mudarse a la casa de un rico. El pobre declinó dicha invitación argumentando: "¡Bajo ninguna condición me instalaré en un lugar sin sabios alrededor!". "Pero, tú eres el mayor sabio de la generación", exclamó el hombre rico. "¿De quién podrías aprender?". El sabio respondió: "Incluso el hombre más sabio se vuelve ignorante si se rodea de gente necia".

Por lo tanto, deberíamos seguir el siguiente consejo conocido: "Consigue un maestro, consigue un amigo". En otras palabras, debemos crear nuestro propio entorno, porque sólo este factor puede conducirnos al éxito. Una vez que elegimos nuestro entorno, nos volvemos totalmente dependientes de él, como arcilla en las manos de un escultor.

Todos somos cautivos de nuestra naturaleza egoísta. Liberarnos implica elevarnos sobre los límites de nuestro mundo y entrar en la realidad Superior. Puesto que estamos bajo el completo dominio de este mundo, sólo podremos liberarnos si, en vez de nuestro natural entorno egoísta, artificialmente nos rodeamos de gente que comparta nuestros puntos de vista y aspiraciones, y caemos bajo el poder del entorno regido por las leyes del Mundo Superior. Liberarnos de nuestros lazos egoístas y revelar el atributo de otorgamiento, es la manera de realizar nuestra libertad de elección.

Protección contra los tres factores restantes.


El hombre actúa, de forma automática, bajo la influencia de factores internos y externos, simplemente siguiendo sus órdenes.

Si desea salir del control de la naturaleza, tiene que exponerse a la influencia del entorno que elija. Deben elegir un Maestro, un grupo y libros, para que le dicten qué hacer, puesto que él es, siempre, producto de estos cuatro parámetros.

El Poder de la mente sobre el cuerpo.

Al descubrir que la mente del ser humano es el resultado de la experiencia de vida, podemos concluir que, dicha mente no tiene poder sobre el cuerpo porque es un reflejo de las circunstancias y eventos de la vida de la persona; el poder de hacer mover el cuerpo, dirigirlo hacia cosas buenas y protegerlo del daño.

Sin embargo, la imaginación del hombre utiliza la mente de la misma forma que los ojos usan un microscopio. Una vez que el hombre descubre, con la ayuda de un microscopio, los diminutos organismos dañinos, se aparta de ellos. De esta forma, un microscopio (no las sensaciones del hombre) le permite evitar la influencia dañina (microbios, bacterias, virus) donde no se siente.

Vemos que, en algunos casos, cuando el cuerpo no puede detectar daño o beneficio, la mente se vuelve relevante y tiene completo control sobre el cuerpo, permitiéndole alejarse de las cosas perjudiciales y apegarse a las buenas.

Cuando el hombre comprende que la mente es el resultado de la experiencia de vida, está listo para aceptar la mente de alguien más y la sabiduría como la ley, si confía en dicha persona.

Esto recuerda la historia del hombre que pide consejo a un doctor y, confiando en la mente y experiencia del mismo, sigue su consejo, a pesar de que no tiene ni idea de la medicina. Así es como usa la mente de otras personas, lo que lo beneficia no menos que su propia mente.

Dos formas de gobernar.

Existen dos formas de gobierno divino que garantizan el éxito del hombre en la empresa de alcanzar el propósito de la creación:


2) El camino del sufrimiento.

3) El camino de la Cabalá.


El camino de la Cabalá consiste en confiar en la mente de aquellos que ya han logrado el objetivo máximo, como si fuera nuestra propia experiencia de vida. Pero, ¿cómo puedo estar seguro de que esa mente, en la que he puesto mi fe, es verdadera? Por otro lado, si no uso esa mente sabia de la misma forma en que sigo el consejo del médico, me condeno a un largo camino de sufrimiento, como una persona enferma, que rechaza seguir las instrucciones de su doctor y comienza a aprender medicina, ignorando que, quizá muera antes de tener alguna idea sobre ello.

Tal es el camino del sufrimiento, en comparación con el de la Cabalá. Aquél que no tiene fe en la sabiduría de la Cabalá, puede intentar alcanzar esta sabiduría de forma independiente pasando por los problemas de la vida mientras que existe la experiencia que acelera tremendamente el proceso y permite desarrollar la sensación de comprensión de la maldad, no por elección propia sino a través de los esfuerzos hechos por adquirir un buen ambiente.

Siguiendo a la mayoría.

Donde quiera que exista un conflicto entre la mayoría y un individuo, debemos tomar las decisiones conforme a la voluntad de la mayoría. Sin embargo, esta ley provoca la regresión de la humanidad ya que, las masas estarán en retroceso mientras que los más desarrollados siempre serán una minoría.

Con todo, puesto que la Naturaleza nos coloca en una sociedad, estamos obligados a respetar todas las leyes sociales, pues de lo contrario, la Naturaleza nos castigará, sin reparar en si entendemos sus leyes o no. Por lo tanto, la ley de la vida en común está considerada como una de las leyes de la naturaleza y, debemos respetarla con gran cuidado.

Esta ley debe permitir que alcancemos a entender el amor propio como malo y el amor por los otros como bueno ya que, ésta es la única forma de amar al Creador.

Sin embargo, la mayoría no tiene el derecho de reprimir la opinión de un individuo en sus relaciones con el Creador y, cada cual es libre de hacer lo que crea que es correcto. De todo esto trata su libertad personal, es decir, las relaciones del hombre con el Creador están reguladas por él mismo, mientras que otras leyes de comportamiento están dictadas por la ley "sigue a la mayoría".

La ley de la sociedad determina: la minoría debe someterse a la mayoría.

Sin embargo, ¿en que se funda la mayoría para adjudicarse el derecho de reprimir la libertad personal del individuo? Frente al hecho, no es otra cosa sino represión.

Puesto que la naturaleza nos impone vivir en sociedad, huelga decir que cada uno de sus miembros tiene la obligación de aceptar servir a la sociedad, cuidarla y contribuir a su prosperidad.

Lo anterior no es posible a no ser que se observe la ley de "sumisión", es decir, todos deben obedecer la ley aceptada por la sociedad.

Pero, está bastante claro que, en todos estos casos, cuando no se infringen los intereses materiales de la sociedad, la mayoría no tiene derecho a limitar, de ninguna manera, la libertad del individuo. Aquellos que lo hacen son criminales, ya que prefieren hacer justicia por la fuerza, porque en este caso la Naturaleza no obliga al hombre al someterse a la voluntad de la mayoría.

En cada generación hay individuos que están más desarrollados que las masas. Si la sociedad que comenzó a desarrollarse conforme a las leyes de la Naturaleza se da cuenta de la necesidad de salvarse de los sufrimientos, se debe someter al individuo y seguir sus instrucciones.

De este modo, en cualquier cosa referida al desarrollo espiritual, el derecho de la mayoría se convierte en el deber de seguir a un individuo, esto es, a un personaje con personalidad altamente evolucionada. Estas personas avanzadas y educadas constituyen una parte insignificante de la sociedad; por lo tanto, todos los logros y descubrimientos, en la esfera espiritual, están determinados por la minoría.

De esto se deduce que, la sociedad debe guardar cuidadosamente las ideas de tales personas. La sociedad debería darse cuenta de que su propia salvación no está en manos de la mayoría gobernante sino que se encuentra en los individuos ilustrados.

Epílogo

A través de la experiencia acumulada a lo largo del tiempo, la humanidad llega, gradualmente, a la conclusión de que, a pesar de todos sus esfuerzos por cambiar el curso de la historia y el desarrollo de la sociedad, la vida impone su propio camino y todo ocurre según un escenario que no depende de nosotros. Por tanto, ¿estamos sentenciados por el destino?

El estudio del universo a través del método de la Cabalá nos revela que la esencia del hombre consta de tres partes:

Primera: la parte animal, la cual se expresa en los deseos corporales por comida, sexo, familia y hogar. Está presente en todas las personas, independientemente de su entorno.

Segunda: la parte humana, la cual se expresa en los deseos de riqueza, honor (fama, poder) y conocimiento; los cuales nos hacen dependientes de la sociedad.

Tercera: la parte espiritual, la cual crea en nosotros una aspiración por el Mundo Superior (se produce por una sensación de muerte, de vacío en la vida, de ignorancia sobre el origen de la existencia).

El hombre nace en este mundo para descubrir el reino Superior en el transcurso de su vida. A partir de ese momento, existe en ambos mundos y, una vez que su cuerpo muere, siente el mundo espiritual mucho más intensamente que cuando vivía en un cuerpo físico. Si el hombre no consigue entrar en el mundo espiritual durante su vida, su alma desciende otra vez a este mundo, encarnando un nuevo cuerpo biológico con el mismo propósito. El alma solamente puede revelar el Mundo Superior mientras está en un cuerpo físico.

De esto se deduce que:


- Este mundo y nuestra existencia en él están diseñados solamente para ayudarnos a descubrir el mundo superior. 

- La parte primera (animal) y la segunda (humana) no existen en nosotros por sí mismos, su papel queda determinado por cuánto contribuyen a la realización de la tercera parte (la espiritual), es decir, cómo nos ayudan a lograr nuestra misión, la cual consiste en la revelación del reino espiritual mientras vivimos en este mundo. Las acciones del hombre son evaluadas solamente en la medida de su conexión con el progreso espiritual, porque es esta parte la que tiene que transformarse.

- Nuestra primera y segunda parte no cambian en sí mismas. De hecho, tampoco dependen de nuestros deseos. Es la realización de la tercera (la espiritual) la que determina sus transformaciones.

- Todas las acciones que realizamos, referidas a las partes primera y segunda, no son libres. Están programadas por la naturaleza y forman un rígido esqueleto en nuestra estructura. Cuando elegimos cómo desarrollarnos espiritualmente, determinamos nuestros estados tanto en la primera como en la segunda (animal y humana) y, en definitiva, en la tercera.

- Cuando el hombre rechaza el llevar a cabo acciones vanas e insensatas, relacionadas con sus deseos animal y humano y, concentra todos sus esfuerzos en descubrir la realidad Superior, adquiere la habilidad de controlar todas las cosas en este mundo (tanto en la primera como en la segunda parte). En otras palabras, el camino para regir este mundo se alcanza a través del Mundo Superior, puesto que todas las señales, todos los eventos van descendiendo desde arriba hasta que toman su forma final en este mundo.

Este artículo demuestra que todas las acciones y estados del hombre, en este mundo, están predeterminados; todas excepto una, la cual determina el resto: la aspiración al Mundo Superior, a su revelación, al dominio de las leyes de la Divina Providencia.
 

La Cabalá como una raíz de todas las ciencias

La revelación de este mundo y el sistema de su existencia es una ciencia sorprendente. De la misma manera, la revelación de la luz del Creador en el mundo como una realidad de niveles y formas de influencia, constituye una ciencia igual de maravillosa. Por ejemplo, la física, que representa una forma particular de conocimiento, relevante en un mundo en específico, es algo especial en su propio campo y no hay otra ciencia que esté incluida en ella.

La sabiduría de la Cabalá está basada en el conocimiento universal de todos los niveles (inanimado, vegetativo, animado y humano) y de todas sus manifestaciones particulares que están incluidas en el plan de la Fuerza Superior gobernante, es decir, todo lo que corresponde a su propósito. Por lo tanto, todas las ciencias en el mundo están incluidas en la sabiduría de la Cabalá que las uniforma y las lleva a ser acordes con ella.

Por ejemplo, la física, la astronomía y la música precisamente corresponden con el sistema de los mundos y las Sefirot. Esto es, todas las ciencias están reguladas conforme a una conexión con la Cabalá y se asemejan a ella. Esto indica que la sabiduría de la Cabalá depende de todas las ciencias, y estas a su vez dependen de ella. Por lo tanto, el progreso de las ciencias depende de su integración con la Cabalá, que originalmente las incorpora a todas ellas.

La necesidad de estudiar Cabalá

Ya que la sabiduría de la Cabalá habla sobre la revelación del mundo Superior, innecesario es precisar que haya otra ciencia que tenga tanta importancia para nuestra existencia. Toda la humanidad gradualmente evoluciona y empieza a darse cuenta que sin el conocimiento de la incluyente fuerza gobernante, no podremos sobrevivir.

Científicos/Cabalistas intentaron crear un sistema de comprensión que pudiera ser apropiado para nuestra época en que la humanidad finalmente tome consciencia de la necesidad de revelar la Divina Providencia. Por esta razón, durante muchos siglos hasta nuestros días, los cabalistas estuvieron desarrollando secretamente esta sabiduría. Sin embargo, la ciencia tuvo que permanecer oculta por un determinado período de tiempo. Como El Libro del Zohar dice, "La sabiduría de la Cabalá será revelada al final de los días." Todos alcanzarán todos los niveles excelsos, la esencia de los seres creados y su conducta en este mundo, que es como una impresión del mundo Superior.

La revelación de la Divina Providencia no es un acto momentáneo, sino un proceso paso-a-paso de alcance sobre una cantidad de tiempo sustancial. Este proceso de alcance espiritual consiste de niveles, uno sobre el otro, como peldaños de una escalera.

Oponentes de la Cabalá pudieran objetar al estudio de la sabiduría, asegurando que solamente está destinada para aquellos que ya hayan alcanzado un cierto grado de revelación de la fuerza Superior gobernante. En ese caso, ¿qué obligación y necesidad puede haber para la mayoría de las personas para estudiar esta sabiduría?

Sin embargo, hay acciones que todos en este mundo deberían hacer para lograr el propósito de su existencia. Ya que la revelación de la Fuerza Superior es solamente posible al grado de la semejanza con ella, la intención de llegar a tal estado debería acompañar al estudio de la Cabalá. A condición de que la persona tenga esta intención, puede revelar la fuerza Superior mucho más rápido.

Pero, ya que la persona no posee inicialmente una intención para cambiar sus atributos egoístas a los altruistas, para adquirir aún una mínima aspiración para su similitud, necesita una sociedad que pueda estimular tal deseo en él (ver el artículo, Libertad de Elección)

Así es que, dominar la sabiduría de la Cabalá cae en dos etapas:
  • Revelación de la Fuerza Superior;
  • Estudiando y utilizando la fuerza Superior
La persona pasa a través de estas dos etapas al estudiar la sabiduría de la Cabalá. De aquí, vemos la diferencia entre la Cabalá y las ciencias naturales. Si bien alcanzamos las ciencias naturales en nuestros cinco sentidos innatos, la investigación de la sabiduría de la Cabalá comienza mientras aún no podemos sentir el tópico de nuestros estudios. En el proceso de aprendizaje, adquirimos un nuevo sentido, que marca el principio de una segunda etapa de nuestro alcance del mundo Superior y la fuerza gobernante, a saber la correcta Cabalá. La primer etapa es solamente una preparación, muy parecida a cualquier profesión en este mundo que requiere entrenamiento preliminar.

Responsabilidad para transmitir el método de percepción

De acuerdo con la ley general de la Naturaleza, cada ser humano en el mundo debería desarrollar su sexto sentido de percepción y alcanzar al universo entero dentro de él. A la luz del propósito de la creación, el grupo de Cabalistas es responsable de:
  • Enseñar a su propia gente el método de desarrollar el sexto sentido
  • Transmitir este método a la humanidad completa
La incapacidad para cumplir con esta misión representa la causa de anti-Semitismo, el resentimiento de todas las naciones contra los judíos por su mal comportamiento y la omisión de revelar la bondad Divina. Los mismos judíos subconscientemente se sienten culpables.

Por el otro lado, se puede decir que después que el pueblo judío perdió todo contacto con la Cabalá y se volvió una leyenda del pasado, el Judaísmo surgió como un conjunto de rituales para las masas, lo cual más adelante dio lugar al Cristianismo y al Islam.

Debido a que el pueblo aún recordaba los alcances de sus antepasados, remplazó la sabiduría perdida con ritos externos y tradiciones. Tiempo después, los judíos inclusive olvidaron la noción misma de un diferente nivel de percepción del mundo, en el cual sus antecesores existieron.

Baal HaSulam lo describe con una parábola acerca de un hombre que se encontraba en un país extraño. Olvidó completamente su tierra natal, hasta que un día cayó en sus manos un libro que hablaba acerca de un lugar lejano y maravilloso; de pronto recordó el bello país de donde el provenía. Igualmente, todos nosotros deberíamos recuperar la destreza para percibir el mundo Superior.

La forma correcta de enseñar Cabalá

Hasta últimamente, ninguno de los científicos/Cabalistas habían sido capaces de formular un método por medio del cual, todas las personas y naciones pudieran estudiar Cabalá. Sólo el último Cabalista del Siglo Veinte, Yehuda Ashlag (Baal HaSulam) pudo revelar y explicar en sus obras el camino que conduce al propósito de la creación, y que es conveniente para todos. Este sendero se llama, "El Camino para Invertir". La revelación de este camino no es mérito de Baal HaSulam, sino el resultado del desarrollo de nuestra generación y de su disposición para alcanzar la corrección total.

Aunque otras ciencias pueden ser utilizadas par explicar mejor las nociones cabalistas (ya que están incluidas en la sabiduría), la manera más apropiada para enseñar la Cabalá es impartir el conocimiento del Mundo Superior conforme a las raíces y las ramas, las causas y los efectos.

Por consiguiente, Baal HaSulam es el primer cabalista cuyo método facilita a la gente comprender todas las fuentes cabalistas.

Alcanzando la sabiduría de la Cabalá

El alcance de la Cabalá es posible a través de:


1. Entender el texto que se estudia. Esto es similar a un investigador de nuestro mundo, que debe trabajar con gran diligencia para poder entenderlo, aunque lo vea todo con sus propios ojos.

2. Sintiendo el texto. Además de la información, el texto contiene una propiedad particular que permite a todos los que lo estudian, ir gradualmente ingresando en la sensación del mundo Superior, incluso sin entender de lo que está escrito en el texto.

 

Conferencia de Düsseldorf, Alemania, marzo 2006

La sabiduría clásica de la Cabalá y la evolución a una nueva y urgente conciencia planetaria

Documento presentado por el doctor Michael Laitman en el Simposio científico "Sabiduría y ciencia en un diálogo: La nueva consciencia planetaria" 
que se efectuó en Dusseldorf, Alemania, en marzo 2006



Queridos amigos,

1. La creciente crisis global requiere una solución. Muchos renombrados científicos y filósofos alrededor del mundo estudian e investigan la crisis, pero en la actualidad no podemos decir que entendemos su causa y, menos aún, las acciones que deberíamos emprender para resolverla.

Hoy ya no podemos negar su existencia. Abundan teorías y sugerencias concernientes ya sea a la naturaleza de la crisis como a los medios para su eliminación. En esta presentación, trataré de describir el estado actual de la humanidad desde la perspectiva de la ciencia con la que he estado comprometido durante los últimos treinta años de mi vida - la ciencia de la Cabalá.

2. En la antigüedad, el hombre era más cercano a la naturaleza y trataba de mantenerse ligado a ésta. Había dos motivos para ello:
  • El egoísmo no desarrollado generó que el hombre no se distanciara de la naturaleza e hizo sentir a los seres humanos como parte integral de ésta;
  • El insuficiente conocimiento de la naturaleza provocaba temor hacia ella, obligando al hombre a considerar la naturaleza como superior.
3. Por estas dos razones, el hombre aspiró no sólo a acumular el conocimiento sobre los fenómenos del mundo circundante, sino a conocer las fuerzas que gobiernan el mundo. La gente no podía esconderse de los elementos como lo hace hoy, evitando las fuerzas de la naturaleza en un mundo creado artificialmente. Sus órganos sensoriales, aún no deformados o degenerados por la tecnología contemporánea, eran capaces de sentir el mundo circundante con mayor profundidad. El miedo a la naturaleza y, simultáneamente, la proximidad a ella, impulsó al hombre a descubrir lo que la naturaleza quería de él, si esto tenía una meta, y para qué creó los humanos. La humanidad aspiró a entenderlo tan profundamente como le era posible.

4. Los antiguos científicos compartieron su conocimiento acerca de la naturaleza. Los cabalistas también compartieron sus conocimientos con los científicos. La Cabalá estudia el sistema que gobierna nuestro mundo. Su principal tarea es explicar las causas y metas de la Creación.

Naturalmente, no me refiero a lo que actualmente es vendido bajo el título "Cabalá", capitalizando en su popularidad. La Cabalá auténtica es una ciencia seria que investiga la estructura del universo, y que dio el conocimiento básico a muchas otras ciencias. El contacto entre los cabalistas y los filósofos antiguos dio lugar a la filosofía antigua, convirtiéndose en el origen de la ciencia. En honor a los organizadores de nuestro simposio, a propósito elegí declaraciones de científicos alemanes y eruditos en este tema.

5. Johann Reuchlin escribe en su libro De Arte Cabbalistica: "Mi maestro Pitágoras, el padre de la filosofía, tomó su enseñanza de cabalistas..., él fue el primero que tradujo la palabra Cabalá, desconocida por sus contemporáneos, a la palabra griega filosofía... La Cabalá no nos deja vivir nuestras vidas sin sentido, sino que eleva nuestra mente a la altura del conocimiento."

Durante muchos siglos, la Cabalá había permanecido como una enseñanza oculta, una sabiduría secreta, dando lugar a numerosas leyendas y falacias alrededor de ella, que desconciertan a cualquier persona de nuestra época que trata de establecer las fuentes verdaderas.  
En particular, el gran matemático y filósofo, Leibnitz, escribió sobre esta en su libro Hauptschriften zur Grundlegung der Philosophie: "Debido a que el hombre no tenía la llave del secreto, la sed de conocimiento finalmente se redujo a toda clase de trivialidades y supersticiones que trajeron consigo una especie de "Cabalá vulgar" que tiene poco en común con la verdadera Cabalá, así como varias fantasías bajo el nombre falso de magia, y esto es lo que llena los libros."

6. La filosofía asimiló una parte de la Cabalá y la orientó hacia una dirección diferente. Dio lugar a las ciencias modernas que investigan nuestro mundo material y sus leyes dentro del marco de los fenómenos percibidos por nuestros cinco sentidos.

Mientras tanto, las antiguas enseñanzas, la Cabalá incluida, permanecieron fuera del ámbito de interés de los investigadores. Lo que la ciencia fuera incapaz de comprender, lo que para ella siguiera siendo inaccesible, cayó dentro del reino de las religiones, rituales, y costumbres. ¡Las enseñanzas antiguas fueron gradualmente olvidadas!

7. La ciencia y la religión son dos caminos paralelos con los que la humanidad siguió investigando este mundo, y tratando de entender el lugar del hombre y sus posibilidades, y de definir el objetivo y significado de la existencia. Sin embargo, ambos senderos hicieron que la humanidad se apartara del rumbo de alcanzar la Fuerza Gobernante Superior, de su comunicación con ella. El hombre estudió la naturaleza no a fin de aprender lo que ésta quiere de él, y así cambiar, sino para modificar y conquistar a la naturaleza por el propio egoísmo del hombre.

8. Las crisis en todos los reinos de la actividad humana, desde la ciencia a los problemas personales, apuntan hacia las mismas eternas preguntas sobre el sentido y el objetivo de la vida. Estamos cada vez más seguros que no sabemos nada sobre la naturaleza, la razón de nuestra existencia, el proceso gobernante, y el propósito de la existencia.

Los problemas nos conducen a aceptar la existencia de la Gran Sabiduría, del Plan Superior en la naturaleza. Debido a que la ciencia es incapaz de contestar nuestras preguntas, esto nos obliga a tratar de encontrar un nuevo acercamiento a la naturaleza, conduciéndonos a buscar la verdad en la religión, las creencias, y el misticismo. La crisis externa nos ha conducido a una crisis interna y nos encontramos confundidos en este mundo.

9. El abrumador interés por estas enseñanzas, en explicar nuestras vidas no a través de la investigación científica sino utilizando toda clase de métodos "celestiales", ha florecido durante los últimos 30 años, y se marchita ahora ante nuestros propios ojos. De todas las ideas erróneas de los seres humanos, la humanidad todavía tiene que probar, rechazar, y finalmente olvidar unos cuantos sistemas de creencia restantes.

Hoy es una época en la que, a través del misticismo, la humanidad está redescubriendo las verdaderas sabidurías antiguas. La ciencia de la Cabalá, la cual se ha revelado en años recientes, debe desempeñar un papel fundamental en este proceso.

La Cabalá apareció hace aproximadamente 5,000 años en Mesopotamia, la cuna de la civilización, como lo hicieron todas las antiguas enseñanzas. Fue en aquel entonces que la humanidad las descubrió, y las olvidó hasta nuestro tiempo. Ahora están siendo nuevamente redescubiertas. No es coincidencia que donde una vez estuvo la antigua Mesopotamia, ahora es el centro del choque moderno de las civilizaciones.

10. La evolución del egoísmo del hombre determina, define y, de hecho, diseña la historia completa de la humanidad. El egoísmo en desarrollo impulsa a los seres humanos a estudiar el medio ambiente para percatarse de los crecientes deseos egoístas. En contraste con lo inanimado, vegetativo y animado de nuestro mundo, los humanos evolucionan sin cesar en cada generación, y ocurre en cada individuo durante su breve existencia.

El egoísmo humano evoluciona en cinco niveles de intensidad. En la antigüedad, el hombre no era lo suficientemente egoísta para oponerse a la naturaleza. Percibía la naturaleza y todo lo que le rodeaba, y la sensación de reciprocidad era su forma de comunicación con ella. En muchos aspectos era hasta silencioso, como en la telepatía, en un cierto nivel espiritual. Este modo de comunicación todavía puede ser encontrado entre pueblos indígenas.

El primer nivel de crecimiento egoísta provocó una revolución en la humanidad. Esto creó un deseo de cambiar la naturaleza por el propio bien del hombre, en vez de cambiar al hombre para hacerse similar a la naturaleza. Metafóricamente, este deseo es descrito como un deseo de construir una torre que alcanza el cielo, para dominar la naturaleza.

11. El aumentado egoísmo arrancó al hombre de la naturaleza. En vez de corregir la incrementada oposición a la naturaleza, el hombre se atrevió a imaginar que podría alcanzar al Creador egoístamente, no a través de la corrección del egoísmo, sino que dominando todo.

Así, el hombre colocó su "yo" en contraste con el ambiente, opuesto a la sociedad y la naturaleza. En vez de percibir a los demás como similares y cercanos, y a la naturaleza como el hogar, los seres humanos dejaron de comprender a la naturaleza y a los demás. El odio reemplazó al amor; la gente se alejó la una de la otra, y la única nación del mundo antiguo fue dividida en dos grupos, los cuales se bifurcaron en este y oeste. Como consecuencia, cada grupo se dividió en muchas naciones, y hoy, de nuevo estamos siendo testigos del comienzo de un acercamiento y de una reconexión hacia una sola nación.

12. La Torá describe esto alegóricamente (Génesis, 11:1-8) de la siguiente manera: "Y toda la tierra tenía una sola lengua y un solo discurso. Y esto quedó en el pasado, cuando viajaron el este, y encontraron una llanura en la tierra de Shinar; y allí se establecieron..., y dijeron: 'Vamos, edifiquemos una ciudad, y una torre, con su cúspide en el cielo, y hagámonos un nombre; no vaya a ser que seamos dispersados en el extranjero sobre la faz de toda la tierra.' Y el Señor descendió para ver la ciudad y la torre que los niños y los hombres construyeron. Y el Señor dijo: 'contempla, son un solo pueblo, y todos tienen una misma lengua; y esto es lo que comienzan a hacer; y ahora nada les será imposible, lo que se propongan a hacer. Vamos, descendamos y confundamos su lengua, para que no puedan comprender el lenguaje del otro.' Entonces el Señor los dispersó en el extranjero, sobre la faz de toda la tierra; y dejaron de construir la ciudad".

13. Flavio Josefo escribe que Nimrod instó a la gente a desafiar al Creador. Les aconsejó que construyeran una torre más alta de lo que las aguas pudiesen elevarse, por si el Creador enviase de nuevo una inundación, y así se vengarían del Creador por la muerte de sus antepasados. Sin ningún entusiasmo o esfuerzo comenzaron a construir una torre. Al ver que la gente no se corrigió después de la lección de la inundación, el Creador les hizo hablar muchas lenguas. Ya no se entendieron el uno al otro y se dispersaron. El lugar donde la torre fue construida es ahora llamada Babilonia, ya que fue el lugar donde las lenguas se mezclaron, en vez del único idioma que antes existió.1

14. A principios del siglo 20, un arqueólogo alemán, Robert Koldewey, descubrió en Babilonia las ruinas de la torre de una dimensión equivalente a 90x90x90 metros. A su vez, Herodoto (aproximadamente 484-425 AEC) describió la torre como una pirámide de ese mismo tamaño con 7 niveles. 

Las fuentes históricas dicen que en el centro de Babilonia se encontraba el templo de la ciudad Esagila, y cerca, el templo de la deidad suprema, Marduk, la Torre de Babel. Fue llamado Etemenanki, lo que significa la piedra angular del cielo y la tierra.

En aquel tiempo, Esagila era el centro religioso del mundo en la lucha contra la religión monoteísta. La astrología, los signos del Zodíaco y los horóscopos, la adivinación, el misticismo numerológico, el espiritualismo, la magia, la brujería, la grafología, el mal de ojo, la invocación de malos espíritus, todos ellos fueron desarrollados en Esagila. Estas creencias todavía persisten, y en particular hoy somos testigos de su explosión definitiva.

15. Desde aquel tiempo, y durante los últimos 5,000 años, el hombre ha estado confrontando a la naturaleza, el atributo del altruismo absoluto. En vez de corregir el siempre creciente egoísmo en altruismo, en vez de semejarse a la naturaleza, la humanidad ha erigido un escudo artificial para protegerse de ella. Para ayudar a protegerse, la humanidad ha estado desarrollando la ciencia y la tecnología durante los últimos 5,000 años, y esta es, de hecho, la erección de la Torre de Babel. Así, en vez de corregirnos a nosotros mismos, queremos gobernar la naturaleza.
__________________

En Arameo, Babel proviene de la palabra Bilbul, que significa confusión y mezcla

16. El egoísmo en la especie humana ha aumentado desde entonces, y hoy en día es la culminación. La humanidad se ha desilusionado, llenando el egoísmo a través del desarrollo social o tecnológico. Hoy, comenzamos a darnos cuenta que desde el tiempo de la crisis en Babel, hemos forjado nuestro camino en vano.

Particularmente hoy, cuando reconocemos la crisis y el callejón sin salida de nuestro desarrollo, se puede decir que la confrontación del egoísmo con el Creador es, en realidad, la destrucción actual de la Torre de Babel. Antes, la torre de Babel fue destruida por la Fuerza Superior, pero hoy está siendo demolida en nuestra propia conciencia, como si fuera por nosotros. La humanidad está dispuesta a confesar que el camino que eligió -compensar la oposición egoísta de la naturaleza por la tecnología, en vez de corregir el egoísmo en altruismo-, nos conduce a un punto sin salida.

17. El proceso que comenzó en Babel, de separación en dos grupos, los cuales fueron dibujados divididos geográfica y culturalmente, culmina hoy. Durante los últimos 5,000 años, cada grupo evolucionó en una civilización de muchos pueblos distintos. Un grupo es lo que llamamos la Civilización Occidental, y el otro, comprende la Civilización del Este, e incluye India, China, y el mundo Islámico.

No es una coincidencia que hoy presenciemos un titánico choque de civilizaciones que amenaza la sostenimiento de la humanidad. Este es uno de los factores claves en la crisis global. Además, este choque refleja la culminación del proceso que comenzó con la caída de la Torre de Babel. En Babel, la única nación fue dividida porque el egoísmo separó a sus miembros, y ahora, este es el tiempo para que los miembros de la única nación de la especie humana se reúna en un solo pueblo unificado. Hoy, estamos en el punto de separación que ocurrió en la época de Babel, excepto que ahora estamos conscientes de nuestra situación.

De acuerdo a la sabiduría de la Cabalá, este choque, la crisis global, y el surgimiento del misticismo y de la superstición, son el principio de la reconexión de toda la humanidad en una nueva y unida civilización, similar a su estado antes de la torre de Babel.

18. En la época de la confusión babilónica, la Cabalá fue descubierta como una fuente de conocimiento de la causa del crecimiento paulatino del egoísmo humano. La Cabalá establece que la naturaleza de todo lo que existe es un deseo egoísta de satisfacción personal.

Sin embargo, los deseos egoístas no pueden ser cumplidos en su forma natural, porque la satisfacción de un deseo lo anula, y como resultado, ya no es sentido. Del mismo modo, el alimento reduce la sensación de hambre y, a su vez, el placer de la comida desaparece gradualmente.

Pero debido a que somos incapaces de existir sin placer, somos obligados a desarrollar constantemente nuevos deseos de modo que podamos satisfacerlos. De lo contrario, no sentiremos el placer. Esta búsqueda interminable de placer constituye toda nuestra vida, aunque el placer mismo sea imposible de alcanzarlo. Por último, el desencanto y el vacío causan la depresión y lleva a las drogas.

19. ¿Si la satisfacción anula tanto el deseo como la satisfacción misma, es posible entonces experimentar una satisfacción duradera?

Las antiguas sabidurías metafóricamente cuentan que el hombre fue creado como una sola criatura. Es decir, originalmente, toda la gente está conectada como un solo ser humano. Esta es exactamente la manera en que la naturaleza se relacionada con nosotros, como a un solo ser humano.

Este prototipo colectivo es llamado "Adán", de la palabra la Domé (similar). En Arameo, el lenguaje hablado de la antigua Babilonia, significa "similar al Creador". Originalmente, fuimos creados internamente conectados como un solo individuo. Pero cuando nuestro egoísmo creció, gradualmente perdimos la sensación de unidad, y nos distanciamos cada vez más uno del otro. Finalmente, hemos llegado a un punto de odio recíproco.

20. De acuerdo a la sabiduría de la Cabalá, el plan de la naturaleza es que nuestro egoísmo crezca hasta que reconozcamos nuestra condición. En la actualidad, la globalización nos muestra que, por una parte estamos todos relacionados, y por otra, nuestro enormemente inflado egoísmo nos distancia uno del otro.

La razón por la cual fuimos primero creados como una sola criatura y luego separados en individuos egoístas, distanciados y alejados, es que este es el único camino para que logremos ver nuestra absoluta oposición al Creador y reconocer así el atributo del egoísmo absoluto que poseemos. En este estado, reconoceremos su mezquindad, su limitada naturaleza y desesperanza, y lleguemos a odiar nuestra forma de ser egoísta, la cual nos separa el uno del otro y de la naturaleza, y desarrollemos así, el deseo de unir, transformar nuestra naturaleza en la opuesta naturaleza altruista. Así, de forma independiente, encontraremos una manera de transformarnos en altruistas y conectarnos de nuevo con la humanidad entera, como uno todo único, unido. 

21. Así como las células egoístas que se unen en un solo cuerpo y anulan su egoísmo individual en beneficio de la existencia del cuerpo y, por consiguiente, sienten la vida del cuerpo entero, de la misma manera debemos alcanzar tal unión entre nosotros. Entonces, según el éxito en nuestra unificación, sentiremos la existencia eterna de la naturaleza en vez de sentir nuestra existencia física actual.

El principio antiguo "Ama a tu prójimo como a tí mismo" nos pide hacer eso. Este principio existió, en realidad, hasta la edificación de la Torre de Babel, y fue incorporado más tarde a los rudimentos de todas las religiones que surgieron de la antigua sabiduría babilónica, después de la destrucción de la Torre de Babel y de la división del pueblo en naciones y estados. Al cumplir esta regla, cada uno deja de ser un egoísta aislado y vacío, sino que siente la vida de todo el organismo, Adán, en semejanza al Creador. En otras palabras, en ese estado sentimos la existencia eterna y perfecta de la naturaleza.

22. Especialmente ahora, el altruismo se ha hecho necesario para la supervivencia de la humanidad. Esto se debe a que hoy en día está claro que somos todos completamente interdependientes. Esta convicción da lugar a una nueva definición del altruismo: Cualquier intención o acción que no proviene de un deseo de ayudar, sino de una necesidad para unir a la humanidad en un todo único es considerada realmente altruista. Según la sabiduría de la Cabalá, todas las acciones altruistas que no apuntan hacia la unión de toda la humanidad en un solo cuerpo se manifestarán como acciones sin sentido. Además, en el futuro, se hará evidente que nosotros no tenemos que realizar ninguna acción o efectuar cualquier corrección en la sociedad humana, sólo unirnos como un cuerpo.

23. La transformación de la actitud de uno hacia nuestro semejante, de egoísta a altruista, eleva nuestra percepción de otro mundo. Percibimos el mundo con nuestros órganos sensoriales, y aceptamos lo que se presenta ante nuestros sentidos como nuestra sensación de la vida. La actual percepción egoísta nos permite sentir sólo nuestras propias impresiones del ambiente. La corrección de nuestra naturaleza nos permitirá sentir no lo que pasa dentro de nosotros, sino lo que sucede fuera de nosotros, la naturaleza completa.

Así, al percibir lo que está fuera de nosotros en vez de nuestro interior, cambiamos la percepción de todo el mundo circundante, en vez de un fragmento de éste. Al fin de cuentas, descubrimos que el mundo a nuestro alrededor es una sola fuerza altruista de la naturaleza.

Cuando nos unimos a ella, sentimos nuestra existencia de la manera en que la naturaleza existe - eterna y perfecta. Nos identificamos con esa sensación, nos gobierna, y en ese estado, aún cuando nuestro cuerpo muere, sentimos como si siguiéramos existiendo en la naturaleza eterna. En tal estado, la vida física y la muerte no afectan nuestra sensación de la existencia porque la percepción egoísta interna ha sido sustituida por la percepción altruista externa.

24. El Libro del Zohar, escrito hace aproximadamente 2,000 años, relata que al final del siglo 20, la humanidad alcanzaría su máximo egoísmo y, al mismo tiempo, su máximo vacío. Dice que en esa época la humanidad necesitaría el método de supervivencia, de satisfacción. Entonces, cuenta el Libro de Zohar, habrá llegado el tiempo de revelar la Cabalá a toda la humanidad, como un método para alcanzar la semejanza con la naturaleza.

25. La corrección de un ser humano y de toda la humanidad, de alcanzar la semejanza con la naturaleza altruista no sucede de repente, ni de manera simultánea para todos. Mejor dicho, la corrección es posible al grado en que cada persona y toda la humanidad reconocen la crisis global.

La corrección comienza cuando una persona se da cuenta que su naturaleza egoísta es la fuente de todo el mal. Por consiguiente, uno busca los medios para cambiar esta naturaleza. La búsqueda lleva a la conclusión de que sólo la influencia de la sociedad puede ayudar en esta misión. Esto significa que si la sociedad cambia sus valores y eleva el valor del altruismo, será la única manera de lograr la corrección del hombre. Por altruismo me refiero no a la ayuda mutua, sino a la unificación de toda la humanidad en semejanza al Creador, como el único valor en el mundo.

26. La sociedad tiene que elevar la conciencia humana hasta el nivel de comprensión de nuestra responsabilidad colectiva. Esto es porque el Creador se relaciona con nosotros como hacia un solo ser humano unido, Adán. El hombre ha tratado de alcanzar sus objetivos de forma egoísta, pero hoy, la humanidad descubre que los problemas deben ser solucionados colectivamente, de manera altruista. Una exposición gradual del egoísmo nos obligará a implementar el antiguo método de la Cabalá, el cual no logramos poner en práctica en la antigua Babilonia.

27. La fuente de todo el sufrimiento que aparece en el mundo es el hombre en oposición a la naturaleza. Todas las otras partes de la naturaleza, inanimado, vegetativo y animado, siguen definitivamente los mandamientos de la naturaleza por instinto. Sólo el comportamiento del hombre lo sitúa en contraste con lo inanimado, la naturaleza vegetativa, y animada.
Debido a que el hombre es lo más alto de la creación de la naturaleza, todas las demás partes de ésta (inanimado, vegetativo, y animado) dependen de él. A través de la corrección del hombre, todas las partes de la naturaleza, todo el universo, se elevará a su estado inicial, al nivel perfecto, a la completa unidad con el Creador.

28. Según el plan del Creador, todo el universo debe alcanzar este estado, y el tiempo asignado para la corrección es limitado. El Libro del Zohar indica que la corrección debe ser puesta en práctica al principio del siglo veintiuno. A partir de esta época, la humanidad será impulsada a la corrección al intensificarse sus sufrimientos.

El reconocimiento del propósito de la Creación y el conocimiento del método de corrección nos permitirá acercarnos a la meta conscientemente, de manera más rápida, de modo que el sufrimiento no nos tome desprevenidos. Así, en vez del sufrimiento, sentiremos la satisfacción y la inspiración aún cuando todavía estemos en el camino de la corrección.

Todo depende de nuestros esfuerzos para explicar a la sociedad la causa de la crisis y el modo de resolverla. Debemos explicar que la crisis es necesaria para nosotros, a fin de conseguir el estado más hermoso, eterno y perfecto del ser. La explicación de este objetivo no es una tarea simple, pero la escalada de la crisis nos permite a todos nosotros percibir el proceso como algo necesario y con un propósito. Lo que hace que la época en que vivimos sea especial es que junto a la crisis que se intensifica, una ventana de oportunidad de cambio se abre ahora. Somos capaces y, de hecho, estamos obligados a explicar la crisis como el estado óptimo para el logro y la creación de una nueva civilización corregida.
 

Conferencia de Arosa, Enero 22-25, 2006

La crisis y su solución

El documento presentado por el doctor Michael Laitman ante el Foro Mundial de Sabiduría que se efectuó en Arosa, Suiza en enero de 2006.

Contenido:
  • La crisis
  • El altruismo es el principio de la vida
  • Surgimiento de un conflicto
  • El placer duradero sólo puede radicar en los deseos altruistas
  • Un camino largo y un camino corto para la corrección de la crisis
  • Altruistas y egoístas en la sociedad
  • Plan para resolver la crisis
  • Creando una nueva civilización
  • El equipo de rescate de la humanidad
Apéndice: Plan táctico a corto y mediano plazo
  • Objetivos del plan
  • Trabajo en colaboración
  • Centro de información
  • Departamentos de información y aclaraciones (en orden de prioridades)
1. Internet
2. Medios de comunicación masiva
3. Publicaciones
4. Audio
5. Publicidad
6. Colaboración con organizaciones similares
7. Contactos con instituciones globales
8. Creación de un Instituto Internacional de Investigación para el Altruismo
9. Propuesta para presionar a las corporaciones a convertirse en benévolas
10. Ejemplos prácticos para el establecimiento de los conceptos anteriores
  • Urgencia
Contenido

La crisis

La criss global de la humanidad es obvia. Depresión, drogas, desintegración de la familia, terrorismo, sistemas sociales insostenibles, la amenaza del uso de armas nucleares, y catástrofes ecológicas, son todas señales de ella. El nuevo libro del profesor Ervin Laszlo, The Chaos Point (El Punto de Caos, en español), presenta una descripción muy clara e informativa acerca de la extensa crisis global.

El riesgo creciente del uso de armas nucleares hace que la amenaza a la existencia de toda la humanidad sea más inminente. Muchos científicos creen que la humanidad no tiene mucho tiempo para prevenir la escalada de la crisis hacia una guerra mundial termonuclear o de una catástrofe ecológica global.

Aunque los signos de la crisis son evidentes, por regla, su existencia y empeoramiento son ocultados por gobiernos, organizaciones sociales, científicos, sociólogos y psicólogos. La razón de ocultar de manera deliberada la crisis radica en el hecho que aquellos que la ocultan no ven los medios para corregir la situación actual. Así, la política de ostracismo simplemente agrava el problema y acelera la aproximación de la catástrofe.

Un proverbio del gremio médico dice que un diagnóstico certero es la mitad de la cura. La ocultación de nuestra enfermedad y el subestimar su gravedad constituye una amenaza directa a la vida.

Pese a que el principal problema de la civilización es superar la crisis global, para resolverla se requiere primero solucionar el grave problema de explicar el estado de la crisis al público. Si el público comprende la razón de la crisis y la acepta, esto en sí facilita su solución. Hoy en día, muchas personas todavía buscan una solución en el progreso científico, tecnológico, cultural y social, olvidando que el confiar en ellos con el propósito de progresar es lo que nos ha traído a la desafortunada situación actual.

Para prevenir una escalada mayor de la crisis se requiere:

1. reconocer la existencia de la crisis;
2. revelar sus causas;
3. percatarse de la existencia de una alternativa y de las posibilidades de resolver la crisis;
4. diseñar un plan para resolver la crisis;
5. ejecutar el plan.

Lamentablemente, no sólo la humanidad y la sociedad se encuentran en un estado crítico. Junto a nosotros, toda la naturaleza se está acercando a una catástrofe. Por lo tanto, para comprender el origen de la crisis debemos analizar los rudimentos de la naturaleza misma.  

El altruismo es el principio en la vida

El altruismo se define como velar por el bienestar del prójimo. La investigación sobre el altruismo revela que no sólo existe en la naturaleza, sino que es la base fundamental de la existencia de cada ser viviente.

Un objeto viviente es el que recibe de su ambiente y le otorga. Todo organismo vivo comprende una combinación de células u órganos que trabajan juntos y se complementan entre sí en perfecta armonía. En este proceso, están obligados a conceder, influenciar y ayudarse mutuamente. La ley de integración de la célula y el órgano de acuerdo al principio altruista de "uno para todos" opera en cada organismo viviente.

En cambio, la esencia de toda la materia constituye diferentes medidas del deseo a ser satisfecho con poder, vitalidad y disfrute. La intensidad de este deseo crea varios niveles de la naturaleza: inanimado, vegetativo, animado, y humano. La intensidad del deseo determina cada proceso dentro de estos niveles, constituye y forma cada fenómeno en este mundo que existe ante nosotros. Cada nivel superior es una manifestación de un deseo mayor y contiene todos los niveles previos.

A través del logro de la unidad de la naturaleza bajo el principio de "uno para todos", comenzamos a percibir la peculiaridad del fenómeno humano y su lugar en el mundo. La particularidad de los humanos, comparada con el resto de la naturaleza, radica no sólo en el poder y en la naturaleza de los deseos humanos, sino en el hecho que los deseos humanos cambian y evolucionan continuamente. Así, los deseos humanos son la fuerza motivadora que impulsa y hace evolucionar a la civilización.

Con excepción de los humanos, toda la naturaleza consume sólo lo que necesita para su sustento. Los seres humanos ansían más alimento, más sexo y más comodidad física que la que necesitan para su sustento. Este estado es especialmente cierto respecto a los deseos que son únicamente humanos, en la búsqueda (sin fin) de riqueza, poder, honor, fama, y conocimiento.

Los deseos de cosas que son necesarias para la existencia no son consideradas egoístas, sino naturales, ya que llegan como órdenes de la naturaleza. Estos deseos están presentes en lo inanimado, vegetativo, y animado, así como en los humanos. Sólo aquellos deseos que exceden lo que es necesario para la existencia son egoístas. 
Además del hecho que los deseos humanos crecen exponencialmente, éstos incorporan placer al degradar a otros, o al ver el sufrimiento de otros. Estos deseos no nos son dados por naturaleza, sino que son inculcados en nosotros a través de la educación y el ambiente social.

Nuestro continuo desarrollo de esos deseos indica que no hemos completado nuestra evolución. Sólo estos deseos pueden ser considerados altruistas o egoístas, según el propósito con el que los usamos. En el presente, su desarrollo genera progreso además de una extensa crisis.

Tal como se ha mencionado antes, todas las fuerzas de la naturaleza, aparte del ego humano, están en balance, formando un solo sistema, y únicamente el hombre perturba la armonía de ellas. Todo en la naturaleza está conectado y aspira alcanzar el equilibrio dentro de sí y con su entorno. La violación del balance conduce a una desintegración del organismo, enfermedad, y la muerte del organismo. La posibilidad de mantener y restaurar el equilibrio es una condición necesaria para la existencia de la vida. 

Surgimiento de un conflicto

De toda la naturaleza, sólo los seres humanos se relacionan con otros con intenciones maliciosas. Ninguna otra criatura hace daño, degrada, explota a otra criatura, le produce placer el oprimir a otros, o disfruta de su aflicción. El uso egoísta de los deseos humanos, con la intención de auto-elevarse a expensas de otros, conduce a un precario desequilibrio con el mundo circundante. El egoísmo humano es la única fuerza destructora que existe; por lo tanto, el mundo no podrá persistir a menos que cambiemos nuestro enfoque egoísta hacia la sociedad.

El egoísmo de una parte conduce a la muerte del todo. Si una célula en un organismo vivo comienza a relacionarse de manera egoísta con otras células, se hace cancerosa. Tal célula comienza a consumir células alrededor, haciendo caso omiso de ellas y de las necesidades de todo el organismo, y así, eventualmente se extingue todo el cuerpo, incluyendo ella misma. Lo mismo se aplica al egoísmo humano con respecto a la naturaleza: al desarrollarse para sí mismo, separado del resto de la naturaleza y no como una parte integral de ella, el egoísmo lleva todo hacia la muerte, incluyendo a sí mismo. 
Las células pueden existir, desarrollarse y multiplicarse únicamente al interactuar como un todo. La ley de interacción altruista funciona en cada ser a excepción de los humanos. A los seres humanos se les ha dado el libre albedrío para percibir completamente la necesidad del altruismo y mantener voluntariamente esta exhaustiva ley de la naturaleza.

La globalización y la evolución de la sociedad humana nos obliga a ver al mundo como un todo comprendido por opuestos. La investigación del mundo circundante revela la interconexión entre todas sus partes, su desarrollo de causa-efecto, y el propósito de las acciones. La perfección del mundo radica en la unidad de sus elementos; se logra sólo mediante la coexistencia de todas las partes de la naturaleza, mientras que cada parte trabaja para sostener todo el sistema.

Tal como se mencionó previamente, salvo para los humanos, toda la naturaleza cumple estrictamente su predestinación. Por lo tanto, es evidente que el problema de la humanidad es equilibrar con la naturaleza los deseos excesivos de cada persona, con el fin de llegar a ser una parte integral de ella y actuar como un solo organismo. Planteado de manera diferente, la tarea de la humanidad es convertirse en altruista. 

El placer duradero sólo puede radicar en los deseos altruistas

El placer es sentido sólo en el punto de contacto entre un deseo y su cumplimiento. El minuto en el que el placer satisface el deseo, el deseo desaparece, porque el deseo recibió lo que quería. Por consiguiente, el placer desaparece junto al deseo.  
Así, mientras mayor es el deseo, uno está más vacío al intentar satisfacerlo. Este vacío e incapacidad de saciar nuestros deseos nos obliga constantemente a buscar nuevas formas de satisfacernos y a pasar todas nuestras vidas en este estado, hasta que nos extenuamos por completo.  

La solución a este "enredo" yace en la satisfacción altruista. En la satisfacción altruista, el lugar que es llenado es diferente al lugar del deseo, porque en el altruismo uno obtiene placer de complacer a otros. Debido a que el placer está en otro, esto no neutraliza mi deseo; en ese sentido, mientras más satisfago a otros más lo disfruto. Este modus operandi es el principio de recibir el placer eterno que todos tanto deseamos. 

Un camino corto y un camino largo para la corrección de la crisis

Uno puede avanzar hacia la comprensión de que el egoísmo es la ruta del mal a través del camino del sufrimiento o mediante un camino mucho más corto de corrección. Además, el camino del sufrimiento no es un camino, simplemente la extensión de tiempo requerido para la comprensión de todas las horribles consecuencias de la testarudez y el egoísmo.  

De todas formas, tan pronto se haya acumulado la medida de sufrimiento suficiente, una persona se percata de que es mayor el beneficio de la corrección que del sufrimiento y se esfuerza por cambiar. Así, en vez de pisar el camino largo, hay un camino corto y fácil de corrección. Podemos lograr conocimiento acerca de la estructura del mundo, su causalidad y propósito, antes de enfrentarnos con la aflicción. A través de este conocimiento, aceleramos el entendimiento de que el egoísmo es malo, evitando así la necesidad de darnos cuenta del mal que existe en el egoísmo bajo la presión de las aflicciones.

Pese a que esto pareciera como si fuéramos libres de hacer a nuestro antojo, en verdad, nosotros seguimos las órdenes de nuestros genes y nos adherimos a la influencia del ambiente social. Esas influencias y órdenes determinan todos nuestros valores, mostrándonos cuán provechoso es ser poderoso y próspero. Nosotros trabajamos duro durante nuestras cortas vidas sólo para ganar el reconocimiento de la sociedad dependiendo de qué tan exitosos somos para mantener sus valores. Al final de cuentas, no vivimos para nosotros en absoluto, sino que nos esforzamos por encontrar gracia en los ojos de nuestros hijos, nuestros familiares, nuestros conocidos, y la sociedad en general.

Por lo tanto, para corregir, debemos cambiar los valores sociales, los parámetros que establecen y sus definiciones de éxito. Por lo tanto, claramente, tener éxito en resolver la crisis depende del cambio de los valores de la sociedad. De esta manera, si queremos evitar el sufrimiento y la destrucción y llegar a una nueva civilización de manera fácil y rápida, debemos diseminar el conocimiento acerca de la crisis, su causa, y su corrección.

Altruistas y egoístas en la sociedad

De acuerdo a los científicos, los altruistas representan el 10% de la humanidad. El porcentaje de altruistas en la sociedad es constante. El porcentaje está genéticamente condicionado y existe independientemente de condiciones externas, tales como la influencia de la familia, la educación y la sociedad. Los altruistas no desaparecen, el gen altruista se oculta dentro de la persona y no puede ser destruido. 

Pese a que el 90% de las personas en una sociedad son egoístas, la cultura, la ciencia, el arte, la religión, la ética, la ley, y la educación, todas se basan por completo en los conceptos del 10% altruista en la sociedad. Esto se debe a que el comportamiento altruista es beneficioso para todos. El altruismo rige la educación: las escuelas nos enseñan a ser altruistas; nos dicen que seamos honestos, empeñosos, respetuosos de los demás, compartir con otros lo que tenemos, ser amigables y amar a nuestros semejantes. Todo esto pasa porque el altruismo es provechoso para la sociedad.

La funcionalidad de las leyes de los organismos vivos nos enseña que la existencia de un organismo depende del trabajo cooperativo de todas sus partes. Los altruistas innatos naturalmente se involucran en acciones altruistas; sin embargo, para los egoístas tales acciones parecen completamente imposibles. A pesar de su naturaleza egoísta, el conocimiento de la ley de los organismos vivos conduce a una coexistencia altruista de células en cada organismo.  

De manera similar, la percepción de los beneficios del comportamiento altruista está presente en una sociedad humana egoísta. Nadie en el mundo se opone activamente a las acciones altruistas. Por el contrario, todas las organizaciones y personalidades difunden su participación en acciones altruistas y se enorgullecen de ellas. Nadie objeta la diseminación de ideas altruistas en el mundo. Por lo tanto, evidentemente, el éxito en traer a la humanidad fácil y rápidamente a la nueva civilización depende únicamente de las organizaciones altruistas y de la difusión de su mensaje.

Plan para resolver la crisis

La meta de las fuerzas altruistas es formar valores altruistas en la sociedad. Los medios para modificar nuestro comportamiento de egoísta a altruista es cambiar nuestras prioridades y valorar jerarquías. Necesitamos estar convencidos de que el otorgamiento a la sociedad es mucho más importante y valioso que recibir de ella. En otras palabras, cada persona debe llegar a sentir una satisfacción mucho mayor como producto de dar a la sociedad que de una adquisición egoísta. 

La opinión pública es el único medio para facilitar esta meta porque la cosa más importante para una persona es el aprecio de la sociedad. Los seres humanos están diseñados de tal forma que el recibir simpatía por parte de la sociedad es el propósito en la vida.

Este elemento es tan intrínseco que el propósito de cada acción es adquirir el aprecio de la sociedad. La cuestión acerca de nuestra motivación para realizar las acciones nos agarra desprevenidos. Es probable que argumentemos que nos motiva la curiosidad, incluso el dinero, pero no admitiríamos cuál es el incentivo real, ¡el reconocimiento de la sociedad!

Como se mencionó previamente, los humanos están diseñados de tal forma que el ambiente humano determina todas nuestras predilecciones y valores. Nosotros estamos completa e involuntariamente controlados por la opinión pública. Esta es la razón por la cual la sociedad puede inculcar en sus miembros cualquier estilo de comportamiento y cualquier valor, inclusive el más abstracto.

Un buen ejemplo del dominio de la sociedad es el sistema de consumo de mercancías de hoy en día. Así, la sociedad sistemáticamente se involucra en crear valores artificiales y modas, empujando de esta manera a un mayor consumo.

Para permitir la formación de valores altruistas en la sociedad humana, su parte altruista debe unirse e influir en los medios de comunicación masivos, instituciones educativas, así como diversos estados y organizaciones sociales.

El público debe recibir conocimientos acerca de lo siguiente:

  • la naturaleza del mundo y su totalidad (integridad), el propósito, y el programa;
  • la naturaleza de la crisis;
  • la causa de la crisis: la naturaleza egoísta de la humanidad;
  • y la posibilidad de superar la crisis sólo por medio del cambio de la naturaleza humana.
El peligro de una situación crítica requiere que la humanidad -fuera del temor de la autodestrucción- exalte el valor máximo del altruismo utilizando los medios masivos de comunicación y todos los medios posibles. Una continua y decidida formación de la opinión pública proveerá a cada persona el ambiente que lo empujará a conferir a la sociedad.

La modificación de las tareas de la sociedad requerirá el cambio de sistemas educativos y planes, comenzando desde una etapa muy temprana. Además, demandará transformaciones cardinales en todas las áreas de la educación y cultura. Todos los medios de comunicación tendrán que elogiar y evaluar los eventos de acuerdo a su beneficio a la sociedad, así como crear un ambiente de otorgamiento hacia la sociedad. Al usar cada uno de los medios masivos de difusión, publicidad, persuasión, y educación, la nueva opinión pública debe abierta y decididamente denunciar las acciones egoístas y exaltar las acciones altruistas como el valor más preciado.  
A través de la influencia decidida de la sociedad, todos aspirarán a recibir únicamente lo necesario para el sostenimiento de la sociedad y no escatimarán ningún esfuerzo para beneficiar a la sociedad a fin de recibir el aprecio o reconocimiento de ella.  
Al principio, todos trabajarán para beneficiar a la sociedad bajo presión e influencia del ambiente. Pero el apoyo y reconocimiento de las acciones por parte de la sociedad proveerán una satisfacción tan completa que la gente comenzará a evaluar el acto de otorgamiento a la sociedad como el valor máximo y único, aún sin la recompensa del ambiente por cada acción de dar. Este proceso elevará el nivel de conciencia humana a un nivel de la nueva civilización.

Debido a que la actividad de las fuerzas altruistas del mundo conducirá al mundo hacia el equilibrio con la naturaleza, la humanidad recibirá el soporte de la naturaleza manifestado mediante la reducción significativa de los síntomas de la crisis. La creciente similitud a la naturaleza producirá una transformación positiva en la ecología y en la sociedad.

Creando una nueva civilización

La transición de la humanidad de una civilización egoísta a una altruista se divide en dos etapas:
  • La unificación de todos los elementos altruistas en el planeta;
  • La inclusión de toda la humanidad en sus rangos.
El equipo de rescate de la humanidad

Debe establecerse un Centro para la Unificación de los Elementos Altruistas del Mundo (organizaciones e individuos).
Los altruistas representan un 10% de la sociedad, El 10% de estos altruistas están altamente motivados y preparados para realizar acciones altruistas de inmediato, mientras que el 90% de los altruistas no están tan fuertemente motivados. Por lo tanto, este último sector no está listo para actuar de manera independiente, sino que ayudará en la misión de manera pasiva.

Nosotros pertenecemos al 10% activo de los altruistas, quienes son el 1% de la humanidad. Es, por tanto, nuestro deber designar un plan de acción y comenzar su implementación activa. Este compromiso requiere que evitemos discusiones inútiles, adoptemos el plan y comencemos a llevarlo a cabo.

Este pequeño grupo del 1% de la humanidad es justamente el grupo que puede desarrollar y circular el método de corrección. La historia nos demuestra que las ideas progresistas siempre tuvieron su origen en pequeños grupos. Naturalmente, nuestro centro debe estar conformado por este 1%.

El 90% de la humanidad egoísta nunca será capaz de unirse, precisamente porque su naturaleza es egoísta. Por eso, aunque seamos sólo un 1%, cuando nos unimos llegamos a ser una fuerza ponderosa.

Además, necesitamos crear un centro de coordinación para integrar todas las fuerzas altruistas en el mundo, bajo un Parlamento Mundial Altruista, cuya base serían los miembros del WWC. Este centro producirá material informativo dirigido a la unificación del 10% de los elementos altruistas del mundo. 

La circulación de la idea de una "nueva civilización" debe comenzar entre el 10% activo de los altruistas (1% de la humanidad). Debido a que los altruistas se preocupan por el bienestar de la humanidad, ellos están preparados para eso por naturaleza. Para este fin, debemos tomar parte en todas las sociedades altruistas alrededor del mundo, y eventualmente integrarse a ellas sobre la base del concepto de la Nueva Civilización. 

Apéndice: Plan Táctico a Corto y Mediano Plazo


Objetivos del plan

El propósito del plan es comprender las decisiones tomadas en la conferencia WWC en Tokio, las cuales han sido incorporadas en la Declaración de Tokio. El "Plan Nueva Civilización" fue preparado con el espíritu de la conferencia de Tokio en mente, y este plan táctico responde a ese mismo espíritu.

El presente plan lleva las metas ideológicas de diseño a acción, y propone formas prácticas para implementar y asimilar patrones de pensamiento altruista en el público en general en todo el mundo. Esperamos que después de adoptar estas medidas, demos inicio a un proceso que producirá gradualmente la información deseada, revirtiendo la escalada de la crisis y facilitando el establecimiento de la nueva civilización.

Trabajo de colaboración

Con el propósito de generar un cambio en el mundo, tenemos que diseñar una agenda entre los miembros del WWC en la que los principales miembros colaboren en el intercambio de ideas y en la producción de materiales explicativos que llevarán nuestro mensaje. 
Los materiales explicativos deben ir dirigidos a diversas audiencias como la juventud, gobierno y organizaciones públicas, personas con un nivel educativo elevado, a europeos, norteamericanos, distintos países asiáticos, etc. Pese a que el material comprenderá los mismos mensajes básicos, cada audiencia cautiva lo recibirá mediante un canal apropiado y en un "envoltorio" que se acople a su lenguaje, mentalidad y patrones de pensamiento.  

Centro de información


El WWC debe establecer un centro de información que desarrolle contenidos para audiencias variadas. El centro de información servirá como "conducto ideológico" de la organización, canalizando contenido para varios departamentos de información el cual será "recubierto" en varios formatos, una selección de la cual haremos una presentación próximamente.

El desarrollo concentrado de contenido nos permitirá ahorrar en costos. El mismo contenido puede ser empaquetado en diferentes productos de acuerdo a las necesidades. Por ejemplo, el material que es "empacado" como una película subsecuentemente será presentado en un formato de audio, texto, y será expuesto en Internet. Eventualmente, esto será recopilado y producido en un libro. De esta manera, el proceso de producción de material se hace más rentable y eficaz.  

Departamentos de información y aclaraciones (en orden de prioridades)

1. Internet

Hasta la fecha, el Internet es el punto de convergencia multinacional. A través de la red, podemos llegar a una grande, diversa e inteligente audiencia, la cual es predominantemente joven (40 años o menos). Los usuarios de Internet tienden a tener conciencia social, a involucrarse en temas sociales y de influencia social mayor que quienes no utilizan Internet.

La red ofrece evidentes beneficios para nosotros:

Disponibilidad inmediata de información; facilidad relativa en la amplia diseminación de la información, y en varios idiomas; accesibilidad a audiencias multinacionales, debido a que la mayor parte del mundo está conectada a banda ancha de Internet, con la excepción de Europa del Este y áreas subdesarrolladas en Asia y África; bajos costos.

Por las razones antes mencionadas, el departamento de Internet debe encabezar la diseminación de nuestro mensaje. La idea es crear sitios de contenido en múltiples idiomas, los cuales serían actualizados con frecuencia. Un fuerte énfasis debe hacerse en la presentación de los sitios en un formato moderno.

Además de los sitios de contenido, debemos desarrollar foros y conferencias virtuales, así como realizar extensivos esfuerzos para difundirlos mediante motores de búsqueda, foros, chats y blogs apropiados.

Otro proyecto consiste en establecer nuestro propio canal de televisión por Internet: El Canal de la Sabiduría (The Wisdom Channel, en inglés). A diferencia de los canales tradicionales de televisión en los que los costos de producción y de transmisión son exorbitantes, un canal transmitido por Internet es económico y fácil de ofrecer. En tal canal, muchos de los costos -los cuales ahora son asequibles- irían destinados a la producción de contenido.

2. Medios de comunicación masiva
  • Producción de un docudrama al estilo de What the Bleep (con el contenido apropiado).
  • Producción de programas educativos y documentales para televisión, tales como Discovery, National Geographic, Arte; una serie de programas sobre tópicos variados presentando a miembros del WWC. Cada capítulo podría enfocarse en diferentes aspectos de nuestros mensajes, presentado por uno o más de los miembros.
  • Iniciar y documentar reuniones entre los miembros del WWC y diversos intelectuales prominentes y científicos.
  • Producir películas sobre ciencia y cortos en los que aparezcan individuos conocidos públicamente que lleven nuestro mensaje de una manera contemporánea y atractiva.
  • Sacar al aire un canal de satélite sobre Sabiduría o Altruismo, con programas producidos por miembros del WWC o que respalden las metas del WWC.


3. Publicaciones
  • Publicar libros conteniendo ensayos selectos de miembros del concejo. Esta iniciativa debe ser ejecutada a la brevedad. No es suficiente publicar dos o tres títulos que se dirijan ligeramente a diferentes audiencias. También es importante traducirlos a los idiomas que más se hablan.
  • Debemos intentar publicar ensayos y artículos en las revistas más importantes. Se requiere que sincronicemos nuestras acciones, porque el contar con artículos elaborados por varios escritores permite tener una mayor diversidad en el tipo de revistas a las que podemos tener acceso. Debemos traducir los artículos a los principales idiomas y difundirlos entre las revistas más conocidas de la prensa mundial.
  • Elaboración de folletos informativos en varios idiomas, conteniendo los conceptos esenciales de los miembros del concejo y hacerlos circular a través del mundo.
  • Realizar un esfuerzo de largo plazo para interesar a la principales revistas (por ejemplo: Time, Newsweek) sobre la idea de un reportaje a profundidad. Esta última iniciativa puede que demore más en llevarse a cabo.

4. Audio

Grabar una o más canciones exitosas que lleven el mensaje (Es posible interesar a Peter Gabriel y pedirle que escriba una canción acerca de la importancia de dar a la sociedad y denunciar el egoísmo, o acerca de la crisis mundial y las maneras de resolverla) Un proyecto de este tipo podría mover muchos corazones y producir un alto grado de conciencia a un corto plazo, especialmente entre los jóvenes. Un buen ejemplo es la canción lanzada por Peter Gabriel en 1980, que convirtió a Stephen Bantu Biko -un destacado activista pacífico en contra del Apartheid en Sudáfrica, quien murió a manos de la policía de Sudáfrica- en una persona de renombre mundial. Cada uno de estos "éxitos" estará acompañado por un vídeo corto a través del cual podríamos llevar nuestro mensaje.

Si el proyecto de las canciones tiene éxito, y sólo si ellos quieren participar en él, podemos recurrir a personas como Peter Gabriel, Bob Geldof y otros de perfil similar para llevar a cabo un evento musical de gran escala, como Live Aid y otros que han sido producidos en los últimos 20 años. La meta de tal evento será llamar la atención de nuestro mensaje y hacerlo un tópico interesante en la agenda pública. La resonancia de tales eventos, especialmente si se realizan de manera simultánea en diferentes lugares del mundo, es impactante.

5. Publicidad

Lanzar una campaña global para hacer del altruismo algo "de moda", y el egoísmo "obsoleto". Debemos confiar nuestro mensaje en celebridades de varios campos: estrellas de cine y TV, artistas, deportes, y otras figuras conocidas que influyen en la opinión pública global. También crear lemas y consignas que se difundan constantemente, que "inunden" a la opinión pública con el mensaje que queremos hacer circular. Esta campaña debe ser similar a las campañas orientadas a combatir el SIDA, los accidentes de tránsito y otras iniciativas similares.

6. Colaboración con organizaciones similares

Buscar un acercamiento con muchas organizaciones altruistas que se preocupen por la crisis global y crear alianzas con ellas sobre la base de una plataforma predefinida o un terreno común suficientemente amplio (ver "El Plan Nueva Civilización"). Debemos explicar nuestro programa y ofrecerles cooperación sobre esa base. De esta manera, podemos construir un apoyo generalizado a los mensajes apropiados y aumentar el público al cual queremos llegar.

Una vez que una base así de amplia haya sido lograda, debemos establecer un prototipo de un "gobierno futuro mundial" que funcione como un cuerpo ideológico- político que promueva el altruismo en la sociedad como principio fundamental.

7. Contactos con instituciones globales

Propiciar un acercamiento con las Naciones Unidas, gobiernos e instituciones, con el propósito de solicitar sostener discusiones serias sobre el tema del altruismo, en las que los miembros del consejo hablarán en su calidad de expertos en la temática de la crisis global y sugerirán soluciones. A pesar de la falta de voluntad de estos cuerpos para reconocer la crisis -ya que esto podría señalarlos como responsables-, la discusión en estas instituciones generará publicaciones de protocolos que provoquen resonancia alrededor del mundo. Esta dirección también podría ser una opción factible para recaudar fondos en el futuro.

8. Creación de un Instituto Internacional de Investigación para el Altruismo

El Instituto Internacional de Investigación para el Altruismo y la Paz será un instituto multidisciplinario de investigación, sin fines de lucro y de carácter privado, dedicado a encontrar soluciones científicas a la actual inestabilidad mundial y a hacer que avance la paz mundial a través del desarrollo del altruismo.

El objetivo de IRIA (siglas del inglés) será avanzar en la investigación y formar mecanismos de colaboración entre los científicos a nivel internacional que estén comprometidos con la investigación del desarrollo de una sociedad internacional benevolente. 
El IRIA proveerá varios servicios para ayudar y unir a la comunidad científica involucrada en la investigación del altruismo. Estos servicios serán gratis e incluirán ayuda para la formación de instancias de colaboración por parte de universidades; recaudación de fondos, solicitud de donativos y organización de conferencias.
El instituto será fundado con recursos propios mediante la creación de una comisión. Este instituto podría ser el punto de partida de influencia y acceso a todas las organizaciones políticas y gubernamentales influyentes a nivel internacional.

9. Propuesta para presionar a las corporaciones a convertirse en benévolas.

Establecer un sistema de valoración para medir las actividades filantrópicas anuales por parte de las corporaciones, similar a la tabla de valoraciones financieras de Moody's o de Dun & Bradstreet.

Objetivos:

I. Identificar claramente cuáles corporaciones son en la actualidad más benevolentes.
II. Ejercer presión en otras compañías para que incrementen sus niveles de benevolencia o que se "avergüencen" ante la opinión pública, al darse a conocer la lista corporativa.


10. Ejemplos prácticos para el establecimiento de los conceptos anteriores
  • Los miembros del WWC se dividirán en grupos de trabajo. Cada grupo estará a cargo de un campo específico, por ejemplo: Ciencia y Ecología, Economía, Comportamiento Social, Historia y Filosofía, etc.
  • Cada grupo recopilará una base de datos concerniente al comportamiento altruista en su campo, lo analizará y concebirá un plan de trabajo para la diseminación de la información, como parte del concepto de que cada parte del universo se comporta de manera altruista salvo el hombre.
  • Todos los grupos estarán subordinados a una junta directiva encabezada por el Prof. Laszlo. Esta instancia examinará los planes sugeridos por los grupos de trabajo y decidirá qué planes ejecutar y cómo.
  • Dentro de cada grupo, a cada persona le será asignada la responsabilidad de difusión a través de una forma específica de medios. Por ejemplo, en el grupo de trabajo Ciencia y Ecología una persona estará a cargo de establecer contacto con canales de TV y promover películas que muestren cómo los animales se comportan de manera altruista, cómo las células del cuerpo producen su beneficio "personal" antes que el beneficio de todo el organismo, y cómo el resultado es un organismo más saludable en el que incluso aquellas células que se produjeron por sí mimas son "más felices".
  • Otra persona estará a cargo de la publicación de investigaciones científicas y académicas en revistas como Ciencia y Naturaleza, y periódicos prestigiosos como el New York Times.
  • Una persona adicional deberá gestionar publicaciones en Internet para colocar investigaciones pertinentes y descargar el contenido apropiado en el sitio Web del WWC. El contenido debe demostrar no sólo de qué manera el estado de nuestro planeta se empeora, sino también que esto se debe a la forma en que nosotros los seres humanos nos comportamos en contra de la naturaleza, siendo ésta la causa de nuestra desgracia.
  • Junto a los grupos de trabajo, estableceremos una red de comunicación que se mantenga en contacto constante, reportando nuestro progreso a la directiva, y más importante, ayudarse, apoyarse y alentarse entre sí a lo largo del proceso.
  • Una vez que el plan esté en marcha, la reunión semestral será una oportunidad para que afinemos nuestra estrategia, logremos pulir nuestro mensaje y aumentemos el vínculo entre todos nosotros.
Urgencia

Para tener éxito en los planes antes mencionados, o en cualquier otro que sea creado en la reunión del WWC, debemos ponernos de acuerdo para comenzar inmediatamente. Debemos comenzar el establecimiento de un centro logístico con la infraestructura para todos los departamentos. 
El Instituto Bnei Baruj para la Educación e Investigación de la Cabalá está gustosamente dispuesto a apoyar con la infraestructura a su disposición -técnica y logística- al WWC. A la fecha, hay decenas de sucursales independientes alrededor del mundo en las que participan decenas de miles de personas. También existe una infraestructura bien desarrollada y una vasta capacidad y experiencia técnica, la cual está lista para promover nuestra meta común de crear una nueva civilización consciente y altruista.  
 

¿Por qué me siento mal?

CIENCIASFISICACABALA El dolor nos empuja hacia adelante. Ya sea que nos sintamos deprimidos, vacíos o confundidos, todos estos sentimientos desagradables aparecen para hacernos reflexionar acerca de su razón y propósito. En nuestro mundo, tan sólo vemos la capa externa de la realidad. No percibimos lo que se oculta detrás de la naturaleza, la sociedad, una persona o el cosmos y no tenemos control alguno sobre ninguno de ellos. Como en los bordados, las puntadas y los hilos atraviesan todo el entramado y el diseño sólo podemos verlo en el reverso. De igual forma, no vemos la relación entre los acontecimientos en nuestra realidad, únicamente sabemos que "algo pasó de pronto por alguna razón". ¿Cómo puedo saber las consecuencias de mis actos? De repente, sufro un revés y no comprendo por qué ocurrió o de dónde provino. "¿En dónde me equivoqué?" "¿Qué hice para merecer esto?" Y hasta "¿Qué caso tiene todo?" Cualquiera puede interpretar la razón de su propio dolor o el de los demás según su criterio. Pero todos estamos de acuerdo en que el dolor nos hace pensar sobre su causa y propósito, que desde el punto de vista de la Cabalá es uno y el mismo. La ciencia de la Cabalá nos dice que sólo hay una razón de todo el dolor, para que nos preguntemos cuál es su significado. Podemos utilizar estas interrogantes para elevarnos de nuestro nivel de existencia terrenal, donde se encuentran escondidas las causas, hasta un nivel de existencia superior, donde la razón del sufrimiento es revelada. La ciencia de la Cabalá nos otorga la oportunidad de descubrir que existe una fuente de vida: la Luz Superior, el Creador, y lograr la adhesión con esta fuente. Tales preguntas acerca del origen del dolor, el propósito del sufrimiento y el sentido de la vida conducen a una persona a la Cabalá.
Leer más...
 

La Cabalá comparada con otras ciencias

El verdadero criterio del valor de las ciencias

El valor de cualquier ciencia en el mundo está determinado por el valor de su propósito. No existe una ciencia que no tenga un propósito. El valor de una ciencia está condicionado por su importancia, por la utilidad y ventaja que proporciona.

En consecuencia, si el valor de una ciencia se mide por el beneficio material que aporta, la desaparición de este beneficio en el futuro ciertamente degradaría el valor de la ciencia. Aunque una ciencia en sí misma tiene una considerable ventaja sobre su propósito, ya que siempre tiene una base superior, se le valora conforme a su propósito. Si el propósito es pasajero, entonces la ciencia desaparecerá junto con éste.

El valor de la Cabalá

Basado en lo antes mencionado, aclaremos la importancia de la ciencia de la Cabalá:
  • La Cabalá se dedica a comprender el gobierno de la Fuerza Superior sobre los seres creados y estudia cómo se establece el contacto de la persona con Ella. La ciencia, por lo tanto depende de la Fuerza Superior, el significado de lo cual es difícil sobreestimar. Por lo tanto, la Cabalá es también de inestimable valor para la humanidad;
  • Ya que el tema de la Cabalá es la existencia eterna, esta sabiduría es eterna; y
  • La persona que estudia Cabalá merece honor, porque el propósito de la Cabalá es estar en contacto con la Fuerza Superior (el mejor de todos los objetivos imaginables).
La razón del reducido número de cabalistas

La razón principal del número tan reducido de cabalistas es que cada principiante quiere llegar a dominar completamente esta sabiduría y revelar la Divina Providencia tan rápido como le sea posible. Ciertamente esto requiere de conocimiento, pero es imposible adquirirlo a través del estudio ocasional del material, como es aceptado en otras ciencias. El principiante primero debe aprender el lenguaje altruista, porque la ciencia de la Cabalá está escrita en ese lenguaje.

El alcance llega como resultado del esfuerzo

Un requerimiento obligatorio en todas las ciencias sostiene que: para llegar a ser científico en cualquier esfera, se debe hacer un esfuerzo serio por dominar la ciencia. El alcance llega como resultado del trabajo arduo.

Lenguaje científico

Cada ciencia utiliza su propio lenguaje. Aquellos que fueron los primeros en el estudio, definieron el tema de la ciencia y explicaron su esencia en ese lenguaje. Por lo tanto, el propósito de un lenguaje es servir como enlace intermedio entre la esencia de la ciencia y el estudiante. El lenguaje de la ciencia contiene oportunidades extraordinarias: puede dar una descripción lacónica o una profunda explicación 

Representantes de la ciencia

El científico comprometido en la investigación científica no le da importancia al bienestar material. Utiliza su valioso tiempo para descubrir e inventar y no lo desperdicia persiguiendo las comodidades de la vida. Elige hacer caso omiso de éstas a cambio del conocimiento.

El máximo placer terrenal que posiblemente podríamos imaginar es el reconocimiento de la sociedad. Vale la pena renunciar a otros placeres y realizar grandes esfuerzos por lograr este deleite. Cautiva la atención de los mejores representantes de cada generación. No nos detendríamos ante nada para conseguirlo. 

Representantes de la ciencia de la Cabalá

Mientras el reconocimiento de la sociedad tenga algún valor para una persona, ésta no estará lista para estudiar la sabiduría de la Cabalá. La razón es que (al igual que aquellos que buscan bienestar material) perdería el tiempo tratando de ganar este reconocimiento y su corazón se cerraría para alcanzar a la Fuerza Superior a través de la sabiduría de la Cabalá.

Por lo antes mencionado, está claro que las condiciones que son válidas para cualquier ciencia pueden también aplicarse a la Cabalá. Sin embargo, la ciencia de la Cabalá requiere del estudiante no solamente que desprecie la vida material, sino además de eso, el cabalista tiene la obligación de devaluar el reconocimiento de la sociedad.

Promoción de la ciencia

Resulta que los representantes de la ciencia convencional aspiran al reconocimiento. Se toman muchas molestias para presentar su ciencia de tal manera que sea aceptada por las masas populares. Todo se promueve por medio de las masas, porque constituyen el núcleo de la humanidad. (Esto no se refiere a prominentes y desinteresados científicos, aunque incluso ellos se encuentran obligados a promover sus ciencias y recibir asignaciones para desarrollarlas).

Ocultamiento de la ciencia de la Cabalá

Los cabalistas nunca trataron de promover su ciencia entre la sociedad, porque la persona se acerca a esta sabiduría bajo el apremio de un llamado interior. Solamente entonces ya está preparado para desatender:
  • Los deseos del cuerpo;
  • El bienestar material; y
  • El reconocimiento de la sociedad
En el pasado, los cabalistas nunca compartieron su método con el público en general, porque ellos creían que la ciencia de la revelación de la Fuerza Superior solamente podía entregarse a aquellos que la entendieran correctamente.

De otra manera la revelación de la ciencia de la Cabalá privaría a la sociedad de la oportunidad de disfrutar la disipación, la riqueza, el poder y el aprecio que tiene en tan alta estima. Mientras el público continúe complaciéndose en:
  • La depravación;
  • La riqueza y
  • El poder y la estima (reconocimiento en la sociedad),
y no esté dispuesta a renunciar a ellos para establecer contacto con la Fuerza Superior, debe permitírsele continuar, porque al perseguir placeres la gente crece y se desarrolla, hasta que empieza a aspirar por lo espiritual.

Por lo tanto hoy en día, cuando la sociedad en su conjunto está desilusionada de los placeres antes mencionados, e internamente está preparada para conectarse con la Fuerza Superior, la sabiduría de la Cabalá revela su esencia y propósito al público en general.
 

Introducción al Libro del Zohar

Todo concepto tratado en Cabalá está relacionado con las diez Sefirot llamadas KaHaB (Kéter, Jojmá, Biná), HaGaT (Jésed, Gevurá, Tiféret), NHYM (Nétzah, Hod, Yesod, Máljut) y sus derivados. Ellas son absolutamente adecuadas para desvelar la esencia de cualquier objeto o de cualquier aprendizaje. Sin embargo, el principiante debería tener presentes una serie de normas si quiere llevar a cabo un estudio correcto de la sabiduría de la Cabalá.

1. Hay tres límites que debemos ser cautelosos de no transgredir al estudiar la Cabalá.

Existen 4 categorías de conocimiento denominadas:
  • Materia
  • Forma de la materia
  • Forma abstracta; y
  • Esencia
Ocurre lo mismo con las diez Sefirot.

Primera limitación: La sabiduría de la Cabalá no se ocupa de conceptos tales como la Esencia de las Sefirot o de su Forma Abstracta. Teniendo en cuenta que la Forma es portadora de la Materia, la Cabalá va a ocuparse o bien de la Forma de las Sefirot o bien de la Materia que éstas contienen.
Todo aquello que existe en la realidad Divina en relación a la creación de las almas y sus formas de existencia, se encuentra condicionado por los siguientes tres estados:

El Mundo del Infinito;
  • El Mundo de Atzilut; y
  • Los tres Mundos denominados Beriá, Yetzirá y Assiyá (BYA)
Segunda limitación. La Cabalá investiga únicamente los mundos de BYA. Nada más. Sólo habla del Mundo del Infinito y del Mundo de Atzilut en la medida que los mundos de BYA reciben de ellos.

En cada uno de los mundos de BYA hay tres aspectos:
  • Diez Sefirot, cuya luz brilla en todos los mundos;
  • Las almas humanas; y
  • El resto de la realidad por debajo de las almas humanas.
Tercera limitación. En cualquier caso, uno debe saber que, aunque la sabiduría de la Cabalá explica meticulosamente cada detalle de los mundos, su principal foco de atención siempre se centra en las cuestiones relacionadas con las almas humanas en su respectivo mundo. Cualquier otro aspecto tratado o desarrollado, tiene como único objetivo la comprensión de aquello que las almas reciben. La Cabalá no se pronuncia en torno a cuestiones que no guardan relación con lo que reciben las almas.

Estos tres aspectos fundamentales nos servirán como punto de partida. Si el estudiante no los tiene siempre presentes o traspasa este marco, todo se volverá confuso.

2. Las diez Sefirot se denominan Kéter, Jojmá, Biná, Jésed, Gevurá, Tiferet, Nétzah, Hod, Máljut. A menudo, las seis Sefirot Jésed, Gevurá, Tiferet, Nétzah, Hod, Máljut, se combinan en una sola Sefira, denominada también Tiferet. En este caso, nos vamos a referir a las diez Sefirot como Kéter, Jojmá, Biná, Tiferet y Máljut - HuBTuM, en su forma abreviada.

Estas diez Sefirot constituyen todo el universo e incluyen todos los mundos:

- La Sefira de Kéter incluye el Mundo de Adam Kadmon
- La Sefira de Jojmá - el Mundo de Atzilut
- La Sefira de Biná - el Mundo de Beriá
- La Sefira de Tiferet - el Mundo de Yetzirá
- La Sefira de Máljut - el Mundo de Assiyá

Cada uno de esos mundos, no sólo contiene estas diez Sefirot, HuBTuM, sino que hasta el más mínimo detalle en cada uno de esos mundos contiene estas mismas diez Sefirot HuBTuM.

3. En el Libro del Zóhar se emplea el nombre de cuatro colores para nombrar a estas diez Sefirot HuBTuM:

- Blanco para la Sefira de Jojmá
- Rojo para la Sefira de Biná
- Verde para la Sefira de Tiféret
- Negro para la Sefira de Máljut

Esto se asemeja a un instrumento óptico con cuatro lentes de colores que se corresponden a los mencionados anteriormente. A pesar del hecho de que la Luz es algo íntegro, al atravesar una lente adquiere color y se convierte en una de las cuatro luces: blanca, roja, verde o negra.

Así, la luz que encontramos en cada una de las Sefirot es la luz del Creador. Es una luz simple y unificada, que va desde el comienzo del Mundo de Atzilut hasta el final del mundo de Assiyá. La segregación de esta luz tiene lugar en las Sefirot HuBTuM. Cada Sefira es como un pequeño separador que la luz del Creador atraviesa en su trayecto hacia las almas receptoras. Este es el modo en que cada Sefira confiere un color diferente a la luz que pasa por ellas:

- El Mundo de Atzilut pasa la luz blanca, es decir, la luz superior no sufre transformación alguna al pasar por él. Esto es así debido a que todo en el Mundo de Atzilut es similar a la Fuerza Superior.
La luz que atraviesa los mundos de Beriá, Yetzirá y Assiyá hasta las almas receptoras, cambia y se oscurece:
- La luz se vuelve roja en la Sefira Biná del Mundo de Beriá
- La luz se vuelve verde en la Sefira Tiféret en el Mundo de Yetzirá
- La luz se vuelve negra en la Sefira Máljut del Mundo de Assiyá

Esta alegoría de las cuatro luces conlleva una importante alusión adicional: La sabiduría (Jojmá) que contiene cada libro no es revelada al estudiante con el color blanco de la Sefira de Jojmá, sino únicamente bajo tres colores. Es decir, los pigmentos empleados para escribir las letras del libro en conjunción con la luz (Or) de Jojmá:

-Rojo
-Verde
-Negro

El color blanco que hay en el libro se corresponde con el Mundo de Atzilut, cuya esencia es Jojmá. En otras palabras, no nos es posible alcanzarlo, pues toda revelación reflejada en el Libro del Cielo proviene de las Sefirot Biná, Tiféret y Máljut. Estas tres Sefirot, que constituyen los tres mundos de BYA, son los colores en los que ha sido escrito el Libro del Cielo. Las letras y sus permutaciones son reveladas a través de los tres colores anteriormente mencionados. La Luz Divina se revela únicamente por medio de ellos tres.

Sin embargo, deberíamos darnos cuenta de algo: Mientras que el color blanco constituye la base de un libro, todas las letras están "casadas" con él. Por ello, sin el color blanco, no serían posibles las letras ni la revelación de la sabiduría a través de ellas. Ocurre lo mismo con el Mundo de Atzilut, que es la Sefira Jojmá. Constituye la base para la revelación de la luz de Jojmá, la cual es manifestada a través de los mundos de BYA.

Tal y como afirma la segunda limitación, la sabiduría de la Cabalá no habla acerca del mundo de Atzilut, ya que éste es el color blanco del libro. Habla sobre la irradiación de su luz sobre los tres mundos de BYA. Estos tres mundos son los colores así como las letras y sus distintas permutaciones dentro del libro. Esto se manifiesta de dos maneras:
  • Mientras se encuentran en su ubicación, los tres mundos de BYA reciben la emisión luminosa desde el Mundo de Atzilut. Posteriormente, esta luz va perdiendo intensidad una y otra vez. Y esto ocurre hasta que llega a convertirse en la simple luminiscencia de los mundos de BYA; o bien
  • Los mundos de BYA se elevan hasta la ubicación de las Sefirot Biná, Tiféret y Máljut del Mundo de Atzilut y reciben la luz en el lugar donde ésta brilla.
En cualquier caso esta alegoría no refleja por completo la esencia, ya que el libro de la sabiduría de este mundo consiste en un fondo blanco y el color de las letras, en el cual no se encuentra el espíritu de la vida. La revelación de la sabiduría no se encuentra en su esencia, sino fuera de ellas. Es decir, en el intelecto de todo aquel que las estudia.

Por otro lado, con respecto a los cuatro mundos de ABYA que abarca el Libro del Cielo, toda sabiduría, sea del mundo espiritual o del material, queda comprendida en ellos y fluye desde ellos. En relación a esto, no debemos olvidar que el color blanco que aparece en el libro es un objeto de estudio en sí mismo. La misión de los otros tres colores es ponerlo de manifiesto.

4. Hay cuatro categorías de conocimiento que ya hemos mencionado en la primera limitación, a saber:
Materia;
  • Forma de la materia;
  • Forma abstracta; y
  • Esencia.
Vamos a intentar explicarlas empleando ejemplos de este mundo. Por ejemplo, cuando decimos "embustero" hacemos una distinción entre:
  • La materia de la que la persona está compuesta - el cuerpo
  • La forma en la que esta materia se perfila - fuerte, sincero o embustero.
  • La forma abstracta - podemos llegar a comprender el aspecto abstracto de fuerte, sincero o embustero, independientemente de la materia de una persona; y estudiar estas tres formas en sí, sin que tengan que plasmarse en ningún cuerpo o materia. En otras palabras, podemos investigar acerca de cualidades como fuerza, sinceridad y falsedad. Somos capaces de discernir su grandeza o su bajeza incluso cuando se encuentran en forma abstracta y no bajo una forma material; y
  • La esencia de una persona.
La esencia de una persona como tal, nos es totalmente imposible percibirla sin su revestimiento material como ya vimos en la primera limitación. Esto se debe a que, ni nuestros cinco sentidos ni la imaginación, pueden ofrecernos más que la revelación de las acciones de una esencia; nunca la esencia en sí misma.

Por ejemplo:
  • Nuestra visión sólo percibe las ondas que provienen de la esencia de lo que está ante nuestros ojos, según la luz que refleje.
  • Nuestra audición no es otra cosa que la influencia de las ondas sonoras que se mueven en el espacio tras haber sido emitidas por una esencia. Este aire, bajo la influencia de una onda sonora, va a ejercer una presión sobre la membrana del tímpano. Así es cómo oímos los sonidos a nuestro alrededor.
  • Nuestro sentido del olfato consiste en una irritación de los nervios receptores que reaccionan a los olores que llegan por el aire desde la esencia que los emana hasta nosotros. Así es cómo funciona nuestro olfato; y
  • Nuestro sentido del gusto es producto del contacto entre una esencia y nuestras papilas gustativas.
Los cuatro sentidos hasta ahora mencionados únicamente nos ofrecen la revelación de acciones que emanan de alguna esencia. Nunca revelan la esencia en sí.
  • Incluso nuestro sentido más potente, el del tacto, capaz de distinguir entre caliente y frío, firme y suave, no es más que la revelación de acciones en una esencia. Sin embargo, también éstas son simplemente la manifestación de la esencia. Es posible enfriar algo que está caliente o calentar algo frío. Es posible derretir lo sólido y convertirlo en líquido. Es posible hacer que un líquido se evapore y llevarlo a un estado gaseoso para que ya no sea perceptible por nuestros cinco sentidos. No obstante, la esencia se mantiene y podemos volver a transformar el gas en líquido o los líquidos en sólidos.

Tan claro como un día de sol parece el hecho de que nuestros cinco sentidos no van a revelarlos ninguna esencia, únicamente retazos de las manifestaciones de las acciones llevadas a cabo por estas esencias. Debemos también saber que todo aquello que no sea susceptible de ser captado por nuestros sentidos, no tiene cabida en nuestra imaginación. Todo aquello que no somos capaces de imaginar, nunca tendrá lugar en nuestros pensamientos. Y por ende, no tenemos manera de percibirlo.


En general, es imposible percibir la esencia a través del pensamiento. Es más, ni siquiera tenemos la capacidad de percibir nuestra propia esencia. Sé y siento que ocupo un cierto volumen dentro de este mundo, que soy sólido, que desprendo calor, que razono, etcétera. Todo esto no son más que manifestaciones que ejercen influencia sobre mi esencia. Sin embargo, si alguien me preguntara "¿Cuál es la esencia de la que brotan todas esas manifestaciones?", yo no sabría qué contestar. Después de todo, la Supervisión nos impide alcanzar la esencia. Sólo alcanzamos las manifestaciones y el modo de actuación que se desprenden de la esencia.

Somos capaces de comprender la Materia en su totalidad, algo de lo que ya hablamos en la primera limitación, es decir, manifestaciones de la acción de toda esencia. Esto es porque la explicación que nos ofrece la materia acerca de la esencia, nos deja totalmente satisfechos. Y esto explica el que no sintamos ningún tipo de sufrimiento por no poder percibir la esencia en sí. Es más, ni siquiera lo anhelamos. De la misma manera que no sentimos necesidad de un sexto dedo en nuestra mano. En otras palabras: nuestra comprensión de la materia, es decir la manifestación de las acciones de una esencia, se muestra suficiente de cara a nuestros requerimientos e investigaciones tanto para alcanzar nuestra esencia como la de algo externo.

También somos capaces de comprender la forma de la materia, descrita en la segunda limitación; y así lo hacemos, basándonos en la experiencia de las acciones visibles a partir de las reacciones que nos ofrece la materia. Así, adquirimos todo ese sublime conocimiento sobre el que podemos apoyarnos.

La tercera limitación es forma abstracta. Esto quiere decir que, una vez que la forma se nos revela a través de la materia, el poder de nuestra imaginación nos permite desvincularla por completo de la materia. Es entonces cuando uno puede observar de forma abstracta, desvinculada de la materia, las virtudes y cualidades recogidas, por ejemplo, en los libros de temática moral. Cuando abordamos las cualidades de sinceridad, falsedad, ira, heroísmo, etc., tenemos en mente una forma abstracta desprovista por completo de materia. A esas formas abstractas les atribuimos virtudes o defectos.

Debemos además señalar que los científicos más rigurosos contemplan esta tercera limitación con la mayor de las cautelas, puesto que es imposible concederle un cien por cien de fiabilidad. Esto es así porque resulta fácil equivocarse con algo que está desprovisto de materia. Por ejemplo, un idealista laico, que tenga en muy alta consideración la categoría abstracta de sinceridad, puede llegar a la conclusión de que nunca dirá una mentira, ni siquiera en el caso de que con ella lograra salvar vidas o que de ello dependiera la salvación del mundo.

De hecho, si él hubiera examinado la sinceridad y la falsedad cuando se encuentran provistas de materia, esta persona juzgaría dichos conceptos de acuerdo con lo bueno o lo malo que acarrean en la materia. Y habiendo observado numerosos experimentos en el mundo, habría comprobado todos los estragos y perjuicios que causan los mentirosos con sus mentiras. Es más, llegaría a percibir el gran beneficio de los que son sinceros y nunca faltan a la verdad. Llegaría a la conclusión de que no hay mayor virtud que la sinceridad, ni nada más rastrero que la falsedad.

Si un idealista comprende esto, ciertamente estaría en consonancia con lo que dice la Torá y aceptaría que la falsedad, incluso si salva una sola vida, tiene un valor y una importancia mayor que cualquier verdad abstracta. Y esto es así porque estas categorías abstractas que se encuadran dentro de la tercera restricción, carecen por completo de claridad. No merece la pena debatir sobre formas abstractas que no se han materializado aún en este mundo: sólo supone una pérdida de tiempo.
Tras esta explicación detallada de estas cuatro categorías:

  • Materia;
  • Forma de la materia;
  • Forma abstracta; y
  • Esencia,

A través de ejemplos muy simples queda claro que:

  • En principio, carecemos de toda posibilidad de llegar a comprender la cuarta categoría, es decir, la esencia.
  • Estudiar la tercera categoría puede llevarnos a engaño; y
  • Sólo el primer tipo de conocimiento, la materia, junto con el segundo tipo, la forma revestida de materia, van a servirnos para alcanzar una comprensión clara de la Providencia Superior. Con su ayuda, uno también puede asimilar la realidad de los niveles espirituales de los mundos Superiores de ABYA. Hasta el más insignificante de los elementos se encuadra dentro de estas cuatro categorías. Por ejemplo, todo componente del mundo de Beriá tiene su vasija de color rojo (materia, deseo) cuya luz se vuelca sobre aquellos que existen en el mundo de Beriá.

Las vasijas rojas del mundo de Beriá, representan una forma "encerrando" una esencia. Esto hace referencia a la primera forma de alcance. Aunque sólo se trata de un color, es decir un detalle y manifestación de las acciones de la esencia, nunca seremos capaces de captar la esencia en sí misma, únicamente la manifestación de sus acciones. Llamamos a una manifestación de ese tipo "esencia", "materia", un "cuerpo" o una "vasija".

La luz del Creador "revistiéndose" y atravesando el color rojo representa una esencia "revestida" de forma. Esta es la segunda forma de alcance. Es por eso que se presenta como una luz roja que apunta a ello, revestida y emanando a través de la esencia, es decir, el cuerpo y la materia del color rojo.

Sin embargo, si una persona desea todavía separar la luz Superior de su esencia, de su color rojo, o si empieza a estudiar la luz independientemente, sin que llegue a materializarse, esto se correspondería con la tercera forma de alcance: es decir, la forma abstracta, la cual llevaría a la persona a sacar conclusiones engañosas. En ese sentido, existe la más estricta de las prohibiciones que nos veta el estudio de los mundos Superiores, ningún cabalista auténtico lo abordaría.

No sirve de nada mencionar el término "esencia", aunque haga referencia a la parte más ínfima de la creación, pues somos incapaces de comprenderla. Y puesto que no podemos comprender la esencia de objetos en nuestro mundo corpóreo, aún menos llegamos a comprender la esencia de manifestaciones espirituales.

Así, tenemos ante nosotros cuatro aspectos:

  • La vasija de Beriá, que representa el color rojo y es definida como la esencia o la materia del mundo de Beriá;
  • El llenado de la vasija del mundo de Beriá con la luz Superior, que es la forma de la materia;
  • La luz Superior en sí misma, desprovista de la materia de Beriá; y
  • La esencia.

De este modo hemos aclarado detalladamente la primera restricción: la Cabalá únicamente trata el primer y segundo tipo de conocimiento. Los textos cabalísticos no hacen ningún tipo de mención al tercer y cuarto tipo de conocimiento.

Todo lo que hemos explicado en relación al mundo de Beriá se cumple en general para los cuatro mundos de ABYA, en los que los colores rojo, verde y negro en los tres mundos de BYA son la materia y la esencia. El blanco del mundo de Atzilut es forma dentro de la materia, es decir, en los tres mundos denominados BYA. El mundo del Infinito, como tal, es esencia.

Como hemos mencionado en la primera restricción, la esencia se encuentra más allá de nuestra comprensión: es el cuarto tipo de conocimiento que cada ser esconde en su interior, incluso dentro de los seres de nuestro mundo. El color blanco permanece por su cuenta y no se "reviste" de los tres colores de los tres mundos de BYA: es decir, la luz de Jojmá no se "reviste" de Biná, Tiféret y Máljut, sino que es una forma abstracta a la que no prestaremos atención.

Nada se menciona sobre ello en Cabalá. Sólo se habla del primer tipo, es decir, los tres colores de BYA, considerados materia, y que representan las tres Sefirot - Biná, Tiféret y Máljut. También habla la Cabalá sobre el segundo tipo, que representa la iluminación del mundo de Atzilut, "revestido" de los tres colores de BYA, es decir la luz o Jojmá, "revestida" de Biná, Tiféret y Máljut - la forma cuando se "reviste" de materia.
Entonces, según esto, si un estudiante no es consciente de que al estudiar Cabalá sus pensamientos y comprensión estarán siempre constreñidos a los límites de estos dos tipos de conocimiento, se equivocará inmediatamente al abordar todo tipo de cuestiones ya que va a despojar a las palabras de su verdadero significado.

Lo explicado acerca de los cuatro mundos de ABYA es cierto en general para cada uno de los mundos. También se cumple en relación a cada unos de sus componentes, por pequeños que sean: tal y como es el principio del mundo de Atzilut, es el final del mundo de Assiyá, pues incluye HuBTuM. También incluye Jojmá como forma, y Biná, Tiféret y Máljut como materia en la que queda plasmada la forma. También posee la primera y la segunda definición, cuyos objetos examina la sabiduría de la Cabalá, así como la Sefira Jojmá, cuando no contiene a Biná y TuM, la forma libre de materia. De esto tampoco se ocupa la Cabalá. Por tanto, muy ciertamente, no aborda en ese pequeño componente, la esencia: el mundo del Infinito.

Así, nuestro estudio se limita a la Biná, Tiféret y Máljut que se encuentran en cada uno de los componentes. Incluso en Atzilut, evitamos el estudio de lo abstracto. Kéter y Jojmá son consideradas aparte, independientemente del lugar en que se encuentren, incluso en la Máljut de Sof en el mundo de Assiyá. Sólo las estudiamos en la medida que se materializan en Biná y TuM.

Por tanto, los límites de la primera y la segunda restricción han quedado lo suficientemente claros: Aquellos que estudien Cabalá examinarán o bien materia, o bien la forma de la materia; es decir, la primera restricción y los mundos de BYA o la luminiscencia de Atzilut en estos mundos, es decir, la segunda restricción.

Hablaremos ahora de la tercera restricción. Aunque la ciencia de la Cabalá estudia cada mundo sólo desde el punto de vista de las Sefirot, que son iluminaciones de la Luz Superior en esos mundos, y cada componente de los grados (inanimado, vegetativo, animado y hablante o creaciones de los respectivos mundos); no obstante, el objeto que principalmente examina la Cabalá es el grado de hablante en cada uno de los mundos.

Veamos unos ejemplos de nuestro mundo corpóreo. Hemos mencionado los cuatro niveles:

  • Inanimado,
  • Vegetativo,
  • Animado, y
  • Hablante
que representan los cuatro niveles del deseo de recibir en cada uno de los mundos, incluido el nuestro. Además, cada uno de ellos tiene cuatro grados: inanimado, vegetativo, animado y hablante.

Un hombre en este mundo debe recibir sustento de todos estos cuatro niveles - del inanimado vegetativo, animado y hablante - para poder crecer. Incluso en la alimentación humana se encuentran cuatro ingredientes de estos cuatro niveles y es consecuencia del hecho de que su cuerpo consta de cuatro niveles (inanimado, vegetativo, animado y hablante). Éstos son:
  • El deseo de recibir para la subsistencia;
  • El deseo de recibir en exceso para la subsistencia, busca excesos, pero es capaz de restringir los deseos animales;
  • El anhelo de placeres sociales, como gozar del respeto general o de puestos como mandatario; y
  • La aspiración a las ciencias.
Éstos encuentran su raíz en los cuatro niveles de su deseo de recibir:
  • El deseo de recibir para la subsistencia, que se corresponde con el nivel de deseo inanimado;
  • La aspiración de recibir deseos animales se corresponde con el nivel vegetativo del deseo. Es el deseo de recibir que se le otorga con el fin de aumentar y llenar con placer su vasija - la carne de su organismo;
  • El deseo por placeres humanos, que se corresponde con el nivel animal de deseo; y
  • La aspiración a las ciencias, que es nivel hablante del deseo.
Encontramos que una recepción desde Behina Alef (primera fase), la medida de la necesidad de subsistencia, y desde Behina Bet (segunda fase), el nivel de los deseos animados que sobrepasan la necesidad de subsistencia, son para él, recepción y sustento desde los grados inanimado, vegetativo y animado, todos los cuáles son más bajos que él. 

Sin embargo, en el caso de Behina Gimel (tercera fase), que representa el placer derivado del reconocimiento social como ocurre con la distinción y el poder, recibe y se llena de aquellos que son iguales que él.

Recibe placer de Behina Dalet (cuarta fase) y se llena con aquellos que están por encima de él, es decir con la esencia de la sabiduría y la inteligencia, que son categorías del mundo espiritual Superior.

Puesto que todos los mundos son una impronta unos de otros, desde el más elevado hasta el más bajo, todo lo que se encuentra en los niveles de inanimado, vegetativo, animado y hablante en el mundo de Beriá, queda impreso en los niveles de inanimado, vegetativo, animado y hablante del mundo de Yetzirá.

Es más, todo lo que se encuentra en los niveles de inanimado, vegetativo, animado y hablante del mundo de Yetzirá, queda impreso en los niveles de inanimado, vegetativo, animado y hablante del mundo de Assiyá. Y de nuevo, los niveles de inanimado, vegetativo, animado y hablante del mundo de Assiyá, quedan reflejados en los niveles inanimado, vegetativo, animado y hablante de este mundo.

La ciencia de la Cabalá lo aclara de la siguiente manera:
  • El nivel inanimado en el mundo espiritual se denomina "palacios";
  • El nivel vegetativo en el mundo espiritual se denomina "vestidos";
  • El nivel animal se denomina "ángeles";
  • El nivel hablante se compone de las almas de la gente en su respectivo mundo; y
  • Las diez Sefirot en cada mundo es la Divinidad (la Luz Superior).
Las almas de la gente están en el centro de cada mundo y reciben el llenado de toda la realidad espiritual del mundo correspondiente. Del mismo modo, una persona en el mundo corpóreo se llena con toda la realidad corporal de nuestro mundo.

Tiene lugar de la siguiente manera:
  • En Behina Alef, que es el deseo de recibir para la propia subsistencia, recibe la iluminación de palacios y vestidos que allí se encuentran;
  • En Behina Bet, que es el exceso de deseos animados para desarrollar el cuerpo, recibe la luz espiritual de los ángeles que se encuentran allí en cantidades superiores de lo que es necesario para sustentar su existencia, para desarrollar las vasijas espirituales de las que el alma se reviste. La razón es que recibe de Behina Alef y Bet, que se encuentran en un nivel más bajo que él, y están compuestos de palacios, vestidos y ángeles, que allí se encuentran, y cuyo nivel es inferior al de las almas humanas.
  • En Behina Gimel, el nivel humano del deseo de recibir que desarrolla el espíritu (ruaj) de un hombre, en este mundo recibe de sus semejantes. Así, él también recibe allí de sus semejantes: es decir, de todas las almas que se encuentran en ese mundo. Con su ayuda, él amplifica la luz de ruach que llena su alma; y
  • En Behina Dalet del deseo de recibir, que es la aspiración por las ciencias, él recibe de las Sefirot del mundo correspondiente, obteniendo de ellas HaBaD de su alma.
El alma humana tiene que desarrollarse y perfeccionarse en cada uno de los mundos empleando todo lo que se encuentra en cada uno de esos mundos. Éste es la tercera restricción de la que debemos ser conscientes: que toda la sabiduría de la Cabalá habla sobre cada uno de los componentes del mundo Superior que estudiamos, ya sean Sefirot, almas, ángeles, vestidos o palacios. Y aunque los estudiamos tal y como son, el estudiante siempre debe tener presente que se hace referencia a ellos únicamente en relación al alma del hombre, pues ésta recibe de ellos, se llena con ellos. Esto significa que todos ellos atienden las necesidades de esa alma. Si uno sigue esta dirección en sus estudios, llegará a comprender todo y recorrerá el camino con éxito.

Con ayuda de las diez Sefirot, uno encuentra todas las imágenes materiales en la Cabalá. Dichas imágenes son superior e inferior, subida y bajada, contracción y expansión, estado pequeño y estado grande, separación y unión, cifras, etc. En resumen: todo lo que los inferiores, con sus buenas o malas acciones, provocan en las diez Sefirot. A primera vista resulta extraño: ¿cómo es posible que los cambios en los Mundos Superiores vengan provocados por las acciones de los inferiores?

Incluso si uno ve preciso afirmar que nada dentro de la Luz Superior actúa "revistiéndose" a sí mismo y brillando en las diez Sefirot, que esto sólo ocurre en las vasijas de las Sefirot, que no son divinas, éstas, sin embargo, han sido creadas sólo con la creación de las almas. Y esto sucede así para poder ocultar o revelar el grado de alcance, a la medida y con la rapidez requerida para que las almas logren la deseada Corrección Final. Es como mencionamos en un ejemplo anterior, con un dispositivo óptico que se compone de cuatro cristales tintados: blanco, rojo, verde y negro.

Esto se asemeja a la situación en la que el color blanco de un libro así como el material que compone sus letras, son todos posibles en los tres mundos de BYA, donde se encuentran las vasijas de las Sefirot que han sido creadas, pero no la divinidad. Sin embargo, carecería totalmente de sentido que opináramos sobre su existencia en el mundo de Atzilut, donde las vasijas de las diez Sefirot también representan la absoluta divinidad, fusionadas con la Luz Superior que las llena, según la conocida regla de: "Él, la luz y Sus acciones son uno", lo cual significa: 
  • "Él" quiere decir la esencia de las Sefirot;
  • "Su luz" es la luz que llena las Sefirot; y
  • "Sus acciones" quieren decir las vasijas de las Sefirot.
Si esto es cierto, ¿cómo podemos comprender todos los cambios que allí tienen lugar y que están causados por las acciones del hombre?
Para poder entender esto, debemos recordar lo dicho en el párrafo 17:
  • La esencia que crea la realidad es una sustancia misteriosa que no podemos llegar a comprender, ni en las esencias del mundo material, ni en nuestra propia esencia, ni en Aquel Que Crea la Realidad;
  • El mundo de Atzilut es la forma;
  • Los tres mundos de BYA son la materia; y
  • La luminiscencia de Atzilut en BYA es la forma revestida de materia.
Aquí debemos saber que el nombre del Mundo del Infinito no es el nombre de la esencia que crea la realidad, pues, "¿cómo podemos dar nombre a algo que no podemos comprender?". Es más, ya que nuestra imaginación y nuestros cinco sentidos no son capaces de reproducir nada que esté relacionado con la esencia, ni siquiera en los límites del mundo material, ¿cómo es posible que existan pensamientos acerca de Él, Aquel que crea la realidad? Uno debe entender, no obstante, el nombre del mundo del Infinito, como lo que se nos dice en la tercera restricción la cual afirma que todo lo que expresa la Cabalá está únicamente relacionado con las almas.

Por tanto, el nombre del Mundo del Infinito expresa no sólo la esencia de Aquel Que Crea la Realidad en sí, sino que indica que todas las almas y mundos están incluidos dentro de Él. Esto queda de manifiesto en el propósito de la creación, y precisamente sobre ello se ha dicho "La culminación de la acción se encuentra en el plan inicial", lo cual conecta a toda la Creación con Él hasta la corrección final. A eso se le denomina el Mundo del Infinito.

Esto es lo que la Cabalá designa como "primer estado de las almas", cuando todas las almas existían en el Creador colmadas con todo tipo de placeres; los mismos que serán recibidos en el estado de corrección Final.

Permítanme ofrecerles un ejemplo tomado de nuestro mundo. Supongamos que una persona quiere construir una hermosa casa. Su primer pensamiento dibuja una casa con todas las habitaciones y con todas las comodidades una vez acabada de construir. A continuación, elabora el plan para construirla con todo lujo de detalles y así poder ir transmitiendo a los constructores todos los detalles: madera, ladrillos, metales, estructuras, etc. Sólo después comienza la verdadera edificación de la casa, y la obra continuará hasta que quede construido aquello que planeó inicialmente.

Deberían saber que en el Mundo del Infinito, que es el misterio del plan inicial, allí toda la Creación está lista en su perfección plena. Sin embargo, esta alegoría no encierra todo el significado, pues pasado y futuro son uno sólo para el Creador, y el diseño inicial es implementado en Él. A diferencia de nosotros, Él no necesita instrumentos para la acción. Por tanto, la realidad verdadera se encuentra en él.

El Mundo de Atzilut es como un plan detallado y bien trazado que será consumado. Y a continuación se dará paso a la verdadera edificación de la casa. Deben saber que ambos, tanto el diseño inicial, que es el Mundo del Infinito, como el deliberativo plan detallado, que en su momento será llevado a cabo, no tienen nada que ver con las criaturas. Todo se encuentra aún en la etapa de diseño, en la que nada se ha puesto en marcha todavía.

De manera análoga, la persona realiza todo esto, y aunque ha pensado en todos los detalles (ladrillos, piezas metálicas, madera) que serán necesarios durante la construcción, aún no tiene nada; únicamente la imagen de la casa que formó en su mente. La principal diferencia reside en que el plan mental de una persona no es realidad mientras que el diseño del Creador es la realidad en sí misma y es infinitamente más grande que la realidad de las criaturas.

Así, hemos explicado el misterio del Mundo del Infinito y del Mundo de Atzilut: todo lo que ambos expresan tiene que ver únicamente con la creación de las criaturas, tal y como existen en el diseño, pero su esencia aún no ha sido revelada. Como en nuestro ejemplo de la casa, aún no hay nada en el plan de construcción de la humanidad: ni ladrillos, ni madera ni piezas metálicas.

Los tres mundos de BYA, junto con este mundo, son la encarnación de una acción planificada, al igual que el material de construcción es necesario mientras la construcción no esté acabada. Del mismo modo, la Luz Superior brilla en los mundos de BYA pues las almas deben recibirla para alcanzar su plenitud. La Luz Superior se reviste de diez Kelim ,KaHaB, HaGaT y NHYM, que son los auténticos Kelim en relación al Creador. Es decir, no están relacionados con el Creador, sino que han sido expresamente creados para las necesidades de las almas.
Del ejemplo anterior, uno debe comprender que los tres elementos que componen el diseño del constructor de la casa están relacionados unos con otros por medio de causa y efecto, encontrando la raíz de todo en el diseño inicial. No hay ni un sólo elemento en el plan que no esté dirigido a la culminación de la acción, según el plan inicial: nada que no estuviera contemplado en el plan inicial será llevado a cabo durante el proceso de construcción.

Debe quedar claro que no hay nada que exista, ni siquiera el elemento nuevo más insignificante, que no haya tenido su origen en el Mundo del Infinito. Es decir, las almas en su estado inicial se encuentran en su estado de Corrección Absoluta, lo cual cobra sentido al decir "La culminación de la acción existe en el plan inicial".
Todo aquello que será revelado en la Corrección Final existe allí, y emana inicialmente desde el Mundo del Infinito hasta el Mundo de Atzilut. Ocurre del mismo modo que en el plan mental del ejemplo mencionado anteriormente, donde el diseño inicial se va comprendiendo a medida que la casa va siendo edificada.

Por consiguiente, no hay ni un solo componente en este mundo que no haya emanado del Mundo del Infinito, y esto define la condición de todas las almas en el estado inicial. El Mundo de Atzilut emana desde el Mundo del Infinito, que es la relación personal hacia cada nuevo componente existente en nuestro mundo. Desde el Mundo de Atzilut, cada nueva emanación hacia estos tres mundos de BYA desemboca en acción en los mundos de Yetzirá, Assiyá y hasta el nivel más bajo en nuestro mundo. No hay nada nuevo en este mundo que no haya emanado de la raíz común en el Mundo del Infinito del Creador, y de su raíz personal en el Mundo de Atzilut que bajó hasta los mundos de BYA y que fue convirtiéndose en la creación a medida que nuestro mundo iba desplegándose.

Asimismo, debemos comprender que todos los cambios que tienen lugar en el Mundo de Atzilut no tienen nada que ver con el Creador en sí. Hablamos únicamente de las almas, en la medida que ellas reciben del Mundo de Atzilut a través de los tres mundos de BYA. Este mundo se corresponde con el Mundo del Infinito del mismo modo que el plan mental se corresponde con el diseño inicial. Sin embargo, estos dos mundos (el Mundo del Infinito y el Mundo de Atzilut) no contienen almas todavía. Tal y como sucede con el plan mental de una persona, no existen en él trozos madera, ni piezas metálicas ni ladrillos.

Las almas empiezan a aparecer en el mundo de Beriá. Es por eso que los Kelim de las diez Sefirot, que miden el volumen y el ritmo de las almas, no pueden considerarse divinas en ningún caso. Más bien se trata de nuevas creaciones, porque la Luz Superior no sufre cambios ni posee características cuantitativas. Este es también el motivo por el que relacionamos los Kelim de las diez Sefirot de los tres Mundos de BYA con los colores rojo, verde y negro. Es más, resulta imposible pensar que son divinas, pues la Luz Superior no experimenta cambio alguno. 

Sin embargo, la luz que se "reviste" en los diez Kelim en los Mundos de BYA es una simple unidad divina sin desorden alguno. Incluso la luz que llena el Kli más bajo del Mundo de Assiyá, es pura divinidad sin el más mínimo cambio, porque la luz tiene una única naturaleza. Son los Kelim quienes realizan los cambios. Las Sefirot no son divinas y por tanto tienen los tres colores mencionados anteriormente. Estos tres colores suponen la base para numerosas combinaciones.

Es obvio que los Kelim de las diez Sefirot de los Mundos de BYA reciben todos sus componentes y detalles desde el Mundo de Atzilut. Existen allí a modo de diseño mental de todos los componentes, los cuales se materializarán en un determinado orden cuando se construyan los Mundos de BYA.

Según esto, entendemos que los Kelim de las diez Sefirot HuBTuM, de los Mundos de BYA, reciben de los correspondientes Kelim HuBTum del Mundo de Atzilut: es decir desde ese diseño mental. Por tanto, cualquier parte del plan puesto en marcha en la realidad es una consecuencia de su correspondiente parte en el plan mental; por eso las vasijas de Atzilut decimos que son blancas, pues el blanco ni siquiera es un color - es la ausencia de coloración.

Por otro lado, el blanco es la fuente de todos los colores. Al igual que el blanco de las páginas de un libro (y aunque nada puede ser comprendido simplemente a través del color blanco), es la base portadora de todo lo escrito en un libro cabalístico. Por eso reluce alrededor de cada letra y también dentro de ellas, otorgándolas su forma característica y determinando un lugar especial para cada combinación.

Y podríamos describir esto diciéndolo del modo contrario. No podemos alcanzar nada a través del material de las letras (rojo, verde o negro). Toda comprensión o conocimiento recibido a través de las letras del libro nos llega gracias al color blanco. La luminiscencia que rodea los contornos de cada letra, en su exterior y en su interior, les da forma, y ésta nos revela toda la información de la sabiduría de la Cabalá.

Esta es la esencia de las diez Sefirot del Mundo de Atzilut. Son similares al color blanco, y nada podemos saber sobre ellas: ni cantidad ni cambios. Sin embargo, al mismo tiempo, la luminiscencia del blanco sobre los Mundos de BYA, que son los tres colores de las letras, crea las vasijas de las diez Sefirot de Atzilut

De lo que acabamos de mencionar, uno debe comprender que los tres componentes en los que se divide el Mundo de Atzilut son: "Él, Su luz y Sus acciones que son uno". Y esto a pesar de que únicamente existe simple unidad, sin nada que provenga de las criaturas:

Él - significa Divinidad en sí, cuya esencia no comprendemos; y "Sus acciones" se refiere a los diez Kelim de HuBTuM que existen en Él y que se asemejan al color blanco en un libro de sabiduría. Incluso la cantidad es imposible discernirla sobre el blanco, pues nada se puede medir sobre él ya que nuestros ojos sólo pueden ver blanco.

Sin embargo, nosotros no sólo le damos características cuantitativas, sino que también encontramos toda una variedad de cambios en los Mundos de BYA (el material de las letras) que inicialmente estaban en los Kelim de HuBTuM en el Mundo de Atzilut. Sin embargo, esto sólo ocurre con la ayuda del color blanco que confiere forma a las letras, pero que carece de forma en sí. Vemos como el color blanco tiene muchas formas, aunque no posea ninguna forma de por sí.

Las diez Sefirot en el Mundo de Atzilut se revelan a sí mismas en numerosos cambios, de acuerdo con su luminiscencia en el Mundo de BYA, lo cual es similar a la manera en que un diseño mental se vuelve realidad cuando construimos una casa. En cierto modo, todo cambio en los Mundos de BYA ocurre bajo la influencia de la luminiscencia de los Kelim de las diez Sefirot HuBTuM del Mundo de Atzilut. En relación a aquellos que reciben dentro de los Mundos de BYA, podemos diferenciar los numerosos cambios que tienen lugar en el blanco. En cuanto al Mundo de Atzilut en sí, es como el color blanco: no adquiere el color de las letras. De hecho, no hay cantidad ni ninguna otra cosa en él.

"Su Luz" se refiere a la luz en el interior de la luz blanca que constituye las vasijas. Esta luz es comprendida por nosotros sólo en la medida que concierne a las almas que reciben del Mundo de Atzilut. Sin embargo, no nos referimos a la esencia de la Divinidad en sí, que viene designada por la palabra "Él". Es decir, cuando los tres Mundos de BYA ascienden hasta Atzilut, con las almas de la gente, la luz que allí reciben se denomina la luz de las almas.

Estos tres componentes son analizados sólo en la medida en que afectan a aquellos que reciben, y donde "acciones" significa la luminiscencia (luz atenuada) de los Kelim en los Mundos de BYA, bajo el Parsá del Mundo de Atzilut, pues la luz de Atzilut nunca descenderá por debajo del Parsá.

"Su Luz Divina" es la luminiscencia del Mundo de Atzilut, es decir, cuando BYA se eleva hasta Atzilut. "Él" es la Esencia Divina totalmente insondable. Aunque nosotros, los receptores de esto, distinguimos estos tres componentes en el Mundo de Atzilut, éstos son sólo relevantes para aquellos que reciben. Sin embargo, con respecto al Mundo de Atzilut, incluso "Sus acciones" quiere decir "Él", la Esencia Divina. Es por eso que es imposible comprender el mundo de Atzilut en sí. Ese es el misterio de la expresión "luz blanca", que no puede ser comprendida en sí misma y todo lo que contiene es simple unidad.

El hecho de que los Kelim de HuBTuM, en el Mundo de Atzilut, aumenten o disminuyan como resultado de las acciones de la gente, significa que en la propia Luz Superior no hay nada más que su simplicidad, pues en ella no existe posibilidad de cambio. Y, dado que el plan inicial de la creación es dar placer a Sus criaturas, comprendemos que Él tiene un deseo de otorgar.

De lo que podemos constatar en este mundo, donde el otorgante crece cuando el número de los que reciben de él crece, decimos que la luz en el Mundo de Atzilut crece cuando los inferiores son merecedores de recibir la abundancia del Mundo de Atzilut, o en otras palabras, cuando lo alimentan. Y viceversa: cuando los inferiores no son merecedores de recibir Su abundancia, la sabiduría disminuye en la misma medida, es decir, nadie recibe de Él.

Esto es similar al hecho de que para una vela carece de importancia si se encienden con ella diez mil velas más o ninguna. La vela en sí no experimentará ningún cambio. Del mismo modo, reciban las almas su luz o no, en el Mundo de Atzilut no hay cambios. Todo el crecimiento (avance) concierne sólo a las almas.

¿Por qué es necesario describir todos estos cambios que tienen lugar dentro del Mundo de Atzilut? ¿No hubiera sido mejor describirlo en relación a la recepción en los mundos de BYA y no acumular tantas definiciones del mundo de Atzilut las cuales parece que tengamos que justificar?

Este pensamiento encierra un gran secreto. Todas esas imágenes, que crean una impresión sólo en las almas receptoras, van a mostrarles cómo participa con ellas la Fuerza Superior con el objetivo de aumentar la comprensión de las almas al máximo. Es similar al padre que se está escondiendo, lleno de dolor y alegría, de su hijo favorito sin importar que él no sienta ni dolor ni alegría. Y lo hace sólo para obligar a su hijo a que desarrolle su entendimiento y para jugar con él. Sólo cuando el hijo crezca y madure se dará cuenta de todo lo que su padre hizo por él.

Existe la misma actitud hacia nosotros. A pesar de que todas las imágenes y cambios comienzan y acaban sólo en las impresionadas almas. La manifestación del Creador da lugar a una representación imaginaria, como si existieran dentro de Él. El Creador incrementa y ensancha al máximo la compresión de las almas, de acuerdo con la ley del pensamiento de la creación - "para dar placer a los seres creados".

Podemos ver un fenómeno similar en Sus leyes, que gobiernan el mundo material. Fíjense en nuestra visión, por ejemplo. Cuando contemplamos el mundo ante nosotros, en todo su esplendor, no lo vemos tal y como es en realidad, sino tal y como es en nuestro interior. Esto quiere decir que en la parte trasera del cerebro, hay una especie de "cámara fotográfica" que retrata todo lo que nuestros ojos ven, pero no lo que se encuentra fuera de nosotros.

Es más, el Creador dispuso en nuestro cerebro algo parecido a un eficaz espejo que da la vuelta a todo lo que nuestro ojo percibe del revés, de manera que así podríamos ver las cosas desde fuera, desde el exterior de nuestro cerebro. Aunque lo que vemos en nuestro exterior no es la realidad, incluso así, deberíamos estar agradecidos por el hecho de que el Creador, en Su supervisión, hizo este eficiente espejo en nuestro cerebro que nos permite ver y comprender todo lo que está fuera de nosotros. Mediante esto, nos dio la capacidad de aprender, de alcanzar un conocimiento completo y claro, así como la posibilidad medir todo objeto desde el interior y desde el exterior. Pero con ello, no lograremos alcanzar nada ni tampoco desarrollar nuestras ciencias.

Lo mismo se cumple en relación a la sabiduría Divina. A pesar de que todos los cambios que ocurren en el interior de las almas receptoras, éstas lo ven todo en el Otorgante. Sólo así obtienen el privilegio de recibir todo el conocimiento y los placeres del plan de la creación. Y si no, juzguen por el ejemplo. A pesar de ello, vemos prácticamente todo delante de nosotros. En cualquier caso, cualquier persona medianamente sensata sabe que todo lo que vemos se encuentra en el interior de nuestro cerebro. Las almas son exactamente igual. Aunque ven todas las imágenes en el Otorgante, saben que todo se encuentra únicamente en su interior y no en Él. 
 

Exilio y Redención

"Y entre estas naciones no encontrarás ningún reposo". (Deuteronomio 28:85)
"Y no ha de ser lo que habéis pensado. Porque vosotros decís: Seamos como las naciones". (Ezequiel 20:32)


La historia demuestra que aunque el pueblo de Israel se esparció entre otras naciones, no se pudieron mezclar con ellos, de acuerdo a lo que dice la profecía, "El Señor te llamará desde lejos y Lo buscarás y Lo encontrarás". Faltar al cumplimiento de su destino y la revelación de la Fuerza Superior acarrea problemas al pueblo de Israel para hacerle ver cuán inevitable es la Divina Providencia.

Además, el pueblo de Israel ha sido predestinado a desarrollarse más rápidamente que los otros pueblos ya que tiene la obligación de revelar a la Fuerza Superior, por medio de la sabiduría de la Cabalá.

Antiguamente, cuando por primera vez el pueblo de Israel tuvo deseos de satisfacer su egoísmo terrenal e intentó imitar a otros pueblos, eso lo llevó a la destrucción del Primer Templo. Sin embargo, la caída fue continua y puesto que la Cabalá prohíbe los placeres egoístas, los judíos [de esa época] la repudiaron y adoptaron las costumbres de sus vecinos y disfrutaron la vida como lo exigía su egoísmo.  

El resultado fue que se dividieron en dos partes:
  • Los partidarios de los reyes egoístas y sus cortesanos, y
  • Aquellos que deseaban alcanzar la semejanza con el Creador.
En la época del Segundo Templo, el cisma se agravó dividiendo a las personas en dos facciones:
  • Saduceos, llenos de egoísmo, y por lo tanto acaudalados y presuntuosos, y
  • Fariseos, seguidores de la Cabalá.
Los saduceos facilitaron el establecimiento de la ley romana sobre el pueblo de Israel, lo que condujo al exilio que siguió. 

Ideales mundanos y espirituales

El ideal terrenal es satisfacer los deseos egoístas. Por lo tanto, no puede elevarse por encima de él. Su base reposa en el aprecio de la sociedad. Su recompensa es la fama entre las personas (incluso si la persona es despreciada por sus contemporáneos, espera ganar el reconocimiento de las futuras generaciones).

El ideal espiritual es alcanzar el atributo del Creador y ascender por encima de los atributos humanos. La base del ideal espiritual es adquirir la gloria a los ojos del Creador. Por lo tanto, la persona que estudia Cabalá puede ascender por encima de los atributos humanos.

Mientras las personas de Israel se adhirieron a los principios de la Cabalá se hallaban protegidas: explotadas por los otros pueblos, pero permanecían espiritualmente fuertes.

Sin embargo, un gran número de judíos se apresuró a satisfacer sus deseos egoístas, perdió el propósito espiritual de la vida (semejanza con el Creador), se enriquecieron y presentaron sus metas falsas como dignas de aprecio y maravillosas. Gastaron sus riquezas en las diversiones de la vida y no fueron diferentes de las personas entre las que vivían.

Como resultado, provocaron el odio de las personas que los rodeaban y una influencia severa desde Arriba. Descuidar la sabiduría de la Cabalá los llevó muy cerca de la destrucción. Si hubieran cumplido con los requerimientos de la Cabalá, hubieran percibido a la Divina Providencia como buena y bondadosa.  

Concordancia entre el propósito del Creador y la estima humana

Sobre una base de experiencia histórica y los consejos de los cabalistas, al pueblo de Israel se le puede ofrecer examinar todos los infortunios que le han acontecido incluso aún después del regreso a su tierra, y con la ayuda de la Cabalá volver a vivir conforme a las leyes altruistas prescritas por la Divinidad.

A menos que el pueblo de Israel, (altamente evolucionado y renuente a comprometerse) siga este consejo, constantemente va a socavar su propia estabilidad. Otro destruirá de inmediato lo que uno edifique. La esperanza generalizada de que el adversario verá el peligro y se guarde su opinión, es totalmente irrealista. Ninguna amenaza obligará a nadie a renunciar a la realización de sus propias intenciones.  

Por consiguiente hay una solución: el pueblo debe abandonar sus metas y proyectos mundanos y aceptar el elevado propósito de alcanzar al Creador. Únicamente en este caso, la Divina Providencia positivamente se ocupará de cada individuo y de la nación como un todo, y a través de él del mundo entero.
 

Del Prólogo al Libro del Zohar

Está escrito en el libro del Zohar que todos los mundos - el Superior y el inferior, y todo lo que existe en ellos, fueron creados solamente para hombre. Todos estos niveles fueron creados con un solo propósito- llevar a todas las almas a la perfección; a la adhesión con el Creador en el nivel que carecen desde el momento del Pensamiento de la Creación.

Al principio de la creación, se formaron cinco niveles, o mundos desde el Creador hasta nuestro mundo para que el alma pudiera vestirse dentro del cuerpo material de nuestro mundo. El cuerpo material de nuestro mundo se llama "deseo de recibir", sin dar nada a cambio. Esta es la forma final de un deseo por placer. Es por esto que, en términos de sus atributos, que una persona en nuestro mundo es absolutamente opuesta al Creador.

Mediante el estudio de la Cabalá, el hombre gradualmente adquiere el atributo de otorgamiento y, en consecuencia, asciende progresivamente. Durante este proceso el hombre va adquiriendo las propiedades de los niveles que descienden. Estos niveles se caracterizan por el atributo de otorgamiento, hasta el nivel en que uno otorga sin recibir nada a cambio. Como resultado, una persona completamente se funde con el Creador: alcanza el estado por el cual fue creado. Es por eso que se dice que todos los mundos fueron creados por el bien del hombre.

El alma pasa a través de 125 niveles en su camino del ocultamiento total del Creador al estado de Su completa revelación. Cada uno de estos niveles revela al Creador en un grado diferente. Entre más bajos los niveles, más se ocultan. En el momento exacto que una persona levanta la cortina más baja que lo separa del siguiente nivel, la Luz del Creador brilla directo sobre él o ella y empieza a ver manifestaciones de la Fuerza Superior en todo lo que lo rodea a él o a ella en este mundo.

Para esta persona, la naturaleza (los niveles inanimado, vegetativo, animado, y humano), todo lo que sucede a su alrededor y dentro de él o ella, todos los deseos por placeres animales, riqueza, poder, aspiración por el conocimiento y la ciencia se convierten en una manifestación del Creador. Una persona siente cómo el Creador afecta el "yo" de él o ella por medio de la realidad circundante y los atributos de la Luz Superior. El primer nivel de la revelación es el más difícil, pero al mismo tiempo es el más importante. Al superarlo, la persona adquiere inmediatamente una conexión con el Creador, aunque sea mínima y nunca la pierde. Algunas veces le parece a la persona que cae de este nivel y pierde lo que ha alcanzado. Pero, esta sensación en enviada desde arriba para que más adelante la persona pueda elevarse aún más. El grado del ocultamiento depende de lo la persona puede superar.

Todos los mundos espirituales existen en el alma de un hombre, formando una escalera entre el hombre y el Creador. El hombre está rodeado únicamente de esto: un atributo absolutamente altruista de otorgamiento y placer. El hombre llama a este atributo el Creador. La sensación del Creador que llena a una persona, dependiendo del grado de corrección de esta persona, se llama "ascenso espiritual" de un nivel al otro, de un mundo a otro. Todo sucede exclusivamente dentro de una persona.

El mundo circundante no es otra cosa sino la reacción de los atributos internos del hombre a la influencia del Creador. Esto es, todos los mundos - Partzufim, Sefirot - todo lo que pensamos, existe dentro de una persona y nada existe fuera de ella. Podemos decir que solamente existen cuatro atributos de la Luz directa fuera del hombre.

La luz que llega hasta una persona lo construye a él y a todos sus atributos interiores. Todos los mundos espirituales dentro de una persona son solamente diferentes medidas de sentir al Creador. Inicialmente, estos mundos se restringieron, nivel tras nivel, mundo tras mundo, y descendieron al nivel de nuestro mundo. Esto sucedió para poder vestir al alma dentro de un cuerpo en nuestro mundo. En otras palabras, para vestir el "yo" del hombre dentro de atributos absolutamente egoístas que están muy distantes y opuestos al Creador. Por eso es que a estos atributos se les llama, "atributos de este mundo." No nos referimos a los objetos materiales que nos rodean como fluidos, gaseosos, o materia dura. Por "mundo material" nos referimos a los atributos absolutamente egoístas que nos caracterizan a todos por igual, desde el menos importante hasta que al más sobresaliente. Puede tratarse de un bebé o el adulto más egoísta en el mundo. No tiene importancia.

Por "el cuerpo de este mundo" los cabalistas quieren decir un deseo de recibir placer. Está el "cuerpo de este mundo" (un deseo egoísta de recibir) y el "cuerpo espiritual" (un deseo de recibir que tiene una pantalla), es decir, un deseo egoísta convertido en uno altruista.

El Mundo de Briá (en hebreo la palabra Briá tiene la misma raíz que la palabra Bar que significa afuera, exterior), es el primer mundo por debajo del mundo de Atzilut. Empezando desde el mundo de Atzilut, las almas empiezan su transición al estado de la "acción". El mundo de Briá es el primer mundo en el que las almas, de alguna manera, dejan el Pensamiento de la Creación y se vuelven más como un objeto, existiendo "independientemente". Todos los pensamientos y deseos en nuestro mundo y en el mundo espiritual llegan a una persona desde arriba. La ciencia de la Cabalá investiga lo que el hombre tiene que hacer con estos pensamientos y deseos.

Todo lo que existe dentro y fuera de una persona no lo crea ella. Una persona reacciona a cualquier irritación externa según su naturaleza animal. Uno puede calcular las reacciones de una persona por adelantado y predecir que es lo que él o ella harían en una situación dada. Entonces surge la pregunta: ¿existe la libertad de elección, o el libre albedrío?"

El mundo entero promulga la voluntad del Creador y no se mueve un solo átomo en contra de su voluntad. La única diferencia es que el cabalista conscientemente intenta alinear sus propios movimientos con las acciones del Creador. En decir, interiormente, en todos sus deseos, un cabalista quiere permanecer exactamente en la misma corriente que el Creador establece para el Universo entero. De esta manera, el cabalista se encuentra en el estado más cómodo de absoluta libertad y perfección.

El tiempo desaparece y todo se esfuma excepto la sensación del Infinito, porque no hay fallas ni contradicciones entre el que comprende, el resto del Universo y el Creador. Se dice que todas las almas están incluidas en el Maljut del mundo del Infinito, llamado "el punto central." Este punto es el Pensamiento de la Creación: todas las vasijas, todos los atributos del alma salen del allí. Sin embargo, este acto empieza en el mundo de Briá y continúa en los mundos de Yetzirá y Assiyá.

Todo lo que existe en los mundos del Infinito, Adam Kadmon y Atzilut, aún pertenecen al Pensamiento de la Creación. Esto está descrito en las cuatro fases de emanación de la Luz directa: la luz emanando del Creador se llama Fase Shoresh (literalmente en hebreo "fase raíz", base cero). Más adelante esta Luz crea una vasija. Sin embargo, la vasija aún no tiene sensaciones independientes y se llama Fase Alef (la primera fase). La Luz emana del Creador en la Fase Shoresh, una Vasija en la Fase Alef. Estos dos estados aún están bajo el control absoluto del Creador; existen en el Pensamiento de la Creación y aún no están separadas de Él. El mundo de Adam Kadmon corresponde a la Fase Shoresh, del mundo de Atzilut o Fase Alef. Partzuf Galgalta es la raíz de las Luces, AB (la raíz de las vasijas).

La tarea del hombre es tomar consciencia de lo que le está sucediendo, ver la forma en que el Creador trabaja con él y llegar a estar totalmente de acuerdo con las acciones del Creador. Cuando una persona alcanza el estado de total auto-sacrificio y deleite, la Luz Superior pasa a través de él, regresando a la misma fuente. A eso se le llama, la luz reflejada. Desciende desde arriba como luz directa y es reflejada de regreso, llenando la vasija completamente. La Luz directa se viste en la luz reflejada y la persona se vuelve una con el Creador.

En el momento que una persona recibe atributos espirituales, el tiempo y el espacio se fusionan en un punto donde no existe el movimiento. Entonces, la persona ve que todo a su alrededor está absolutamente estático; esto es, nada está sucediendo a su alrededor y todo sucede solamente dentro de él. Dependiendo de su estado interior, o sus atributos espirituales, una persona empieza a ver un mundo completamente diferente a su alrededor. Cada vez que sus atributos se transforman, surge en la persona una imagen completamente diferente.

En otras palabras, lo que existe es lo inmutable, indeterminada, sencilla Luz Espiritual llamada el Creador. El hombre percibe al Creador a través de sus sentidos, los cuales crean dentro de él una imagen conjunta del Universo, llamada nuestro mundo o este mundo. Si los sentidos cambiaran un poco, o fueran menos opuestas a esta Luz adquiriendo atributos más cercanos a los de la Luz, entonces la persona percibiría la Luz con mayor exactitud; es decir, más de acuerdo con lo que la Luz realmente es. El mundo de Assiyá es un ejemplo de esta sensación conjunta. En otros mundos, el mundo de Assiyá no es sino una medida de percepción de la equivalencia a o la diferencia de la Luz, el Creador. Por eso se dice que todos los mundos existen dentro de una persona.

Si una persona perfecciona sus sentidos, él o ella reciben una imagen que se llama el mundo de Yetzirá, la cual es aún más verdadera y semejante a la Luz, etc. En el nivel más elevado, esta imagen se percibe como la sencilla Luz Superior sin distorsiones. En otras palabras, al llenar una vasija, la luz homogénea entrará en ella a través de los cinco sentidos sin que estos la distorsionen. Eso le permitirá a uno sentir al Creador Mismo, Sus verdaderos atributos, pensamientos y deseos dirigidos hacia la creación.

Existen cinco niveles de existencia:

● Inanimado
● Vegetativo
● Animado
● Humano
● El nivel más elevado - el nivel del Creador

Estos son cinco niveles de la naturaleza. Cinco niveles del desarrollo de los atributos interiores que existen también en el mundo espiritual.

¿Qué significa nivel inanimado? La creación permanece en el mismo estado, inmutable, sin movimiento, como objetos inmóviles de la naturaleza. En otras palabras, en el nivel inanimado la creación actúa sin involucrarse o sin intención espiritual individual.

La transición a un nivel más elevado (vegetativo) ocurre cuando uno toma ventaja del método de la Cabalá, que "tira de" una persona fuera de este mundo y convierte a "una piedra" en una "planta". La acción se efectúa solamente mediante la intención, cambiando una intención de recibir placer "para uno mismo" a una de recibir placer "por Creador". La magnitud de la intención determina el nivel espiritual que el cabalista alcanza a través de esta acción.

Al interactuar con el Creador, interiormente, una persona se va volviendo semejante al Creador hasta que llega a la completa equivalencia de forma con Él. La totalidad de las interacciones entre una persona y el Creador se dividen en 620 acciones diferentes. Estas son 620 leyes o acciones espirituales que un cabalista realiza mientras pasa a través de todos los niveles, empezando desde nuestro mundo hasta la completa adhesión con el Creador.

El hombre nace como cualquier otro animal en nuestro mundo lo que significa que no hay nada espiritual en él. Solamente tiene una característica distintiva: a una persona se le puede dar un deseo que no existe en nuestro mundo. Es el deseo altruista de otorgar, el cual es un deseo espiritual. Se llama "punto en el corazón" porque, inicialmente, no está lleno de luz.

Al desarrollarse, el punto gradualmente crece y aparecen en su interior diez Sefirot. Inmediatamente después de la aparición de las diez primeras Sefirot, estas se incluyen dentro del Partzuf espiritual más elevado y a eso se le llama "concepción". Este punto es Sefira Kéter, y es el origen del alma. Las diez primeras Sefirot que surgen en la criatura se llaman "el alma" o "la vasija del alma", y la luz que las llena es "la luz del alma".

Por lo tanto, existe lo siguiente:
  • Infinito
  • 10 Sefirot de ocultación - pantallas
  • Las almas
Si el alma existe detrás de las diez "cubiertas", no siente el mundo del Infinito. Los grados para sentir el mundo del Infinito se llaman "mundos": Adam Kadmon, Briá, Yetzirá, Assiyá, o la escalera espiritual, por llamarla de manera diferente.

Las almas adquieren los atributos de la Luz dependiendo de la cantidad de Luz que reciben, así como en qué nivel de las diez Sefirot y bajo qué "cubierta" existen. Sin embargo, la luz dentro de las diez Sefirot es absolutamente indivisible e inamovible en todos los niveles de todos los mundos. Las almas que reciben esta luz, por el contrario, están divididas en diez niveles que corresponden a los atributos de los nombres de estos niveles. Lo que se quiere determinar es que el Creador es uno e inamovible en el Infinito. Cuando un alma (existiendo en cierto nivel) recibe Luz, la recibe a través de las pantallas u ocultamientos del Creador. Obviamente, se deduce que el alma recibe Luz distorsionada.

Cada uno de estos nombres: Kéter, Jojmá, Biná, Hesed, Gvurah, Tifferet, Netzah, Hod, Yesod, y Maljut se refieren a cierto atributo que oculta y revela. Por un lado, cada nombre indica en que medida oculta del Creador, y por el otro, cada uno señala la medida que el alma revela al Creador elevándose al nivel correspondiente.

Las pantallas de ocultamiento en cuestión operan solamente en el mundo de Briá y descienden porque las almas que reciben esta luz existen solamente en los mundos de Briá, Yetzirá y Assiyá

En los mundos de Adam Kadmon y Atzilut las almas existen solamente como el pensamiento de la Creación y aún no están separadas del Creador. Es por esto que diez "cubiertas" operan solamente en diez Sefirot que están presentes en tres mundos. Briá, Yetzirá y Assiyá. Pero aún aquí las diez "cubiertas" son consideradas como manifestaciones del Creador, hasta llegar al mundo de Assiyá.

En otros mundos, no existe absolutamente diferencia entre los Sefirot y el Creador, como antes de todas las restricciones. La diferencia radica solamente en las vasijas de estas diez Sefirot. El poder de las diez Sefirot, no se manifiesta lo suficiente en los mundos de Adam Kadmon y Atzilut. Estas diez existen ahí como el Pensamiento de la Creación. Las vasijas de las diez Sefirot empiezan a manifestar su poder de ocultamiento solamente en los mundos de Briá, Yetzirá y Assiyá.

Sin embargo, estas cubiertas o pantallas no alteran la luz existente en esas diez Sefirot, como se ha dicho: "Yo, el Señor no cambio", "la luz está en eterna quietud."

Pero surge entonces una pregunta. ¿Si las almas que están recibiendo la Luz no se manifiestan en los mundos de Adam Kadmon y Atzilut, entonces por qué existen en ellas diez Sefirot (diez vasijas)? Si allí no hay almas, para empezar, ¿por qué existen los mundos de Adam Kadmon y Atzilut? Si estos mundos no ocultan nada, no impiden nada, entonces, ¿cuál es su papel? ¿Si ellos guardan medidas diferentes de su propia luz allí, para quién lo hacen?

Hay dos respuestas a esta pregunta:

1. Así es como todos los mundos y Sefirot tienen que desarrollarse.

2. Las almas recibirán la luz, la cual es el deleite de las diez Sefirot en los mundos de Adam Kadmom y Atzilut en el futuro. Esto sucederá después de que los tres mundos, Briá, Yetzirá, y Assiyá se eleven al mundo de Atzilut, y más tarde al mundo de Adam Kadmon. Para que estos tres mundos, Briá, Yetzirá y Assiyá puedan ascender a los mundos de Adam Kadmon y Atzilut (para unirse a ellos) y para recibir una revelación mayor del Creador, los mundos de Adam Kadmon y Atzilut tienen que contener por adelantado niveles o lugares preparados para este proceso.

De otra manera, el alma no es capaz de ascender. Se eleva solamente en conjunción con los mundos de Briá, Yetzirá, y Assiyá. Así es como las almas tienen que ascender allí. Los mundos de Adam Kadmon y Atzilut brillarán para las almas, elevándose a este nivel junto con los mundos de Briá, Yetzirá y Assiyá. De esta manera, las almas recibirán su propio nivel de estas diez Sefirot.

Las Sefirot y Partzufim en cualquier lugar espiritual están divididas en tres partes principales: la esencia del Creador, vasijas de recepción y la luz. Nosotros no podemos ni comprender ni sentir al Creador Mismo. La luz que existe en las Sefirot es la medida de la luz del Creador que las almas reciben conforme a sus atributos corregidos. Esto es porque todo emana del Creador, tanto las vasijas receptoras como la luz que las llena.

No podemos distinguir entre la luz del Creador y el Creador Mismo. El Creador Mismo (en el exterior de la vasija de recepción) es absolutamente imperceptible. No podemos alcanzarlo a Él de ninguna manera. Únicamente alcanzamos lo que penetra en nuestras vasijas; nuestros atributos corregidos que consisten de diez Sefirot. Por eso llamamos Luz a todo lo que percibimos como proviniendo del Creador. Sin embargo, esta es una sensación subjetiva dentro de los atributos corregidos de nuestras almas.

La vasija se percibe a sí misma como si existiera independientemente y esta es una ilusión. ¿Qué podría revelar en el Creador? Solamente puede revelar sus propios atributos corregidos. Atribuye al Creador los mismos atributos que utiliza para nombrar sus propios atributos corregidos: "misericordia", "bondad", etc. Esta es la meta de la existencia de la creación. Ser completamente uno con el Creador y percibir Su absoluta grandeza, alcanzar eternidad y perfección.
 

Cuatro Mundos

Alcance de la materia y su forma

Nosotros alcanzamos:
  • La materia en el mundo de Assiyá
  • Forma de la materia en el mundo de Yetzirá
  • Medios para sustentar la existencia de materia y forma en los mundos de Assiyá y Yetzirá - en los mundos de Briá y Atzilut.
Cada uno de los mundos de ABYA es tanto otorgar como recibir con respecto a las almas.

Los cabalistas solamente investigan la materia y la forma en los mundos de Assiyá y Yetzirá, porque el mundo de Briá difícilmente lo percibe la mente racional.

El mundo de Assiyá es una base que contiene el material de una multitud de deseos individuales, cada uno con su propia forma. Esto es fácil de entender por la mente y desarrollarlo. La mente puede investigar cada deseo individual y distinguirlo de los demás. El propósito de este trabajo es alcanzar las ventajas de la luz sobre la oscuridad en cada detalle de la realidad existente.

Cuatro Formas: Punto, Línea, Plano y Cubo

Existen cuatro formas:
  • Punto
  • Línea
  • Plano y
  • Cubo - figura 3-D, el resultado de la multiplicación de las formas previas.
Estas cuatro formas incluyen todas las formas de este mundo y del los mundos Superiores. Los detalles en todos los mundos son lo mismo.

Este mundo es un material impreso por el descenso de los Mundos Superiores. Mientras se trabaja en este mundo, alcanzamos todo en la forma material y no hay manera que entendamos algo más allá de él.

Por lo tanto, se alcanza al Creador en el nombre HaVaYaH que incluye todo tipo de formas que existen en el mundo, donde,
  • La letra Yud es un punto
  • La letra Hey es un plano
  • La letra Vav es una línea
  • La Hey es una figura en 3-D
La última letra Hey es una revelación de la primera, pero que se realiza de una forma más material mientras que las tres formas que preceden no toman lugar alguno.

Se puede alcanzar la punta de la letra Yud; por lo tanto, este nombre es una fuente de todos los nombres existentes. Cada nombre es la manifestación del Creador en la creación, esto es, recepción y otorgamiento. La esencia del Creador es absolutamente inalcanzable; nosotros aprehendemos Su influencia, por lo tanto, la creación completa constituye los nombres del Creador. La persona investiga y combina el nombre recibido con la raíz en su intento por otorgar, esto es, un nombre es algo que recibe como un resultado de su investigación y alcance del Otorgante.

A la persona se le nombra según la manifestación del Creador en su alcance, de acuerdo a Su nombre. Aquellos que están en la oscuridad y no pueden ver las emanaciones del Creador no tienen un nombre. El investigador descubre que un nombre es un resultado de la bondad que emana del Creador. Con esto eleva la chispa del Creador que descendió sobre él por encima de sus deseos egoístas.

De tal manera, de acuerdo con la plenitud del análisis y la medida del alcance, la persona comprende la grandeza del "Nombre" y se fusiona con Él en sus pensamientos. Esto ocurre a través de la elevación de MAN y el descenso de MAD, a través de continuas elevaciones y caídas. La comprensión de la persona crece tan tremendamente que por último se convierte en el compañero del Creador en Su acto inicial. Al ser semejante al Creador, la persona crea los mundos y los llena como el otorgante y el receptor.

Acto de Corrección

Aunque el análisis ocurre en los pensamientos del hombre, éste está obligado a revelar al Creador hasta el mundo de Assiyá - para evocar la unión con Él a través de acciones correctivas prácticas.

Tres Pactos

Existen tres pactos:
  • De los ojos
  • De la lengua y
  • Del prepucio
La parte superior (GE, ojos y boca) de cada Partzuf bajo se viste en la parte baja de (AHP) del Partzuf superior. Esto significa que lo espiritual se alcanza solamente por nuestros "ojos" y "boca" y nuestra unión con el Mundo Superior ocurre en estos dos pactos.

Es por esto que todas las formas descienden hasta nosotros del Partzuf superior al más bajo, desde el Rav a su discípulo, tanto por escrito como oralmente. Al escribir y leer con la ayuda de nuestros ojos compartimos y recibimos el conocimiento sobre este mundo y lo expresamos con nuestra boca.

Todos los mundos fueron creados para la sabiduría de la Cabalá, para implementar estos tres pactos:
  • En la escritura - con la ayuda de nuestros ojos,
  • Oralmente - con la ayuda de nuestra boca (lengua) y
  • Secretamente - por el prepucio
Letras y Puntos

El otorgamiento se manifiesta a través de letras y puntos. Un ojo no puede percibir más que las letras y puntos que el corazón de la persona pueda comprender. Una boca solamente percibe letras. A este tipo de percepción se le llama "corazón", porque el conocimiento se recibe a través de 32 canales de otorgamiento. La Gematría (valor numérico) de 32 designa la palabra Hebrea "Lev" (corazón), 22 letras y diez puntos que constituyen las formas básicas del mundo lleno de sabiduría y vida.

El nombre HaVaYaH incluye en sí mismo todas las formas de escritura y habla, porque la estructura de las letras consiste de líneas y puntos, y cada punto es una contracción y cada línea es una expansión.

Esencia y deseos

La esencia y deseos indican dos tipos de luz:
  • Aquella que se refiere a la fuente de su influencia; y
  • Aquella que se refiere a su recipiente.
Esta es una base de las esencias masculinas y femeninas, de la línea y el Reshimo, el alma y el cuerpo, el Creador y Maljut, misericordia y juicio. El trabajo entero debe completarse en su unión.

La esencia es revelada en el deseo según su despertar y disposición.

La naturaleza de la esencia es discernible solamente en el deseo en el cual esté vestida. Los deseos permiten la utilización de la consciencia. La consciencia no percibe nada fuera del deseo en el cual la esencia está vestida.

No podemos alcanzar al Creador, porque todos nuestros alcances se refieren a los deseos corregidos, en los cuales la esencia del Creador está vestida. Como en todas nuestras medidas, medimos no la esencia misma, sino su manifestación en el aparato de medición, su interacción con éste. Por consiguiente, la visión de la Providencia del Creador significa la verdadera revelación de Él.
 

Cuerpo y Alma

Tres Teorías sobre el Cuerpo y Alma

Todas las teorías difundidas sobre el cuerpo y alma pueden combinarse en las tres teorías siguientes:

1. Teoría de la fe

Esta teoría sostiene que no existe nada sino el alma (o espíritu). Los partidarios de esta teoría opinan que existen entidades espirituales separadas unas de las otras por atributos que son llamadas almas humanas. Existen independientes antes de descender y encarnarse en cuerpos humanos.

Más adelante, cuando el cuerpo muere, su muerte no se extiende a estas entidades, porque son espirituales y no compuestas. En su percepción, la muerte es solamente una separación entre los elementos que componen una entidad. Se refiere, por lo tanto, al cuerpo material que constituye un conglomerado de elementos separados por la muerte. Pero, como es una entidad espiritual, el alma es sencilla y no se puede desintegrar de manera que su estructura pudiera verse afectada. Por consiguiente, el alma es inmortal y existe eternamente.

Según los partidarios de esta teoría, el cuerpo es el atuendo del alma. El alma se viste en el cuerpo y manifiesta sus poderes, atributos y diversas facultades a través de él.

De esta manera, el alma provee al cuerpo vida y movimiento y lo protege de daños. El cuerpo se vuelve materia exánime e inerte cuando el alma la abandona. Todos las señales de vida que observamos en un ser humano no son sino las manifestaciones de los poderes del alma.


2. La teoría del dualismo

Aquellos que creen en la dualidad, han fraguado esta teoría. Según su opinión, el cuerpo es una creación perfecta que puede vivir, comer, protegerse de todo daño y no necesita ayuda de ninguna entidad espiritual.

Sin embargo, no se considera a este cuerpo la esencia de la persona. Este papel lo asume el alma inteligente, una entidad espiritual (lo cual coincide con la primera teoría).

La diferencia entre estas dos teorías solamente concierne al cuerpo.
El desarrollo acelerado de la ciencia revela que la naturaleza ha instalado en el cuerpo todas las necesidades vitales importantes. Por lo tanto, la función del alma en el cuerpo queda confinada a transmitirle buenos atributos espirituales y habilidades. Los seguidores del dualismo creen en las dos teorías al mismo tiempo, pero aseguran que el alma origina al cuerpo.

3. La teoría de la negación

Los investigadores que niegan la existencia de alguna realidad espiritual y solamente creen en la corporalidad del cuerpo, comparten esta teoría. Los seguidores de esta teoría niegan completamente la presencia de alguna entidad espiritual en la estructura del cuerpo humano. Con una certeza indiscutible, creen que la mente humana no es nada sino un derivado del cuerpo. Imaginan al cuerpo como una máquina eléctrica con cables que conectan las extremidades y órganos con el cerebro. Todo el mecanismo es activado por estimulaciones externas que se transmiten como dolor o placer al cerebro, que a su vez envía una orden a un determinado órgano para que actúe. Todo está controlado a través de los nervios (cables) y tendones adheridos a los órganos programados para evitar las fuentes de dolor y buscar las fuentes de placer. Así es como los defensores de esta teoría perciben el proceso de comprensión humana y sus reacciones a cada situación en la vida.

Nuestra percepción de la inteligencia y la lógica dentro del cerebro es muy parecida a la impresión fotográfica de lo que está sucediendo dentro del cuerpo. Si comparamos al hombre a cualquier otro representante del mundo animal, la ventaja del hombre consiste en el hecho que todo lo que sucede en su cuerpo, se refleja en su cerebro como una fotografía percibida como la mente y la lógica. Así es que los partidarios de esta teoría consideran a la mente como un resultado de todos los procesos que ocurren en el cuerpo.

De manera similar, algunos de los seguidores de la teoría del dualismo están de acuerdo completamente con la teoría de la negación. Sin embargo, le añaden la esencia espiritual eterna llamada "alma", que en su opinión viste al cuerpo. Ellos afirman que el alma es la esencia de la persona, mientras que el cuerpo sirve de caparazón. Generalmente, así es como las humanidades han descrito las nociones de "alma y cuerpo" hasta ahora.

Cuerpo y alma como nociones científicas en la Cabalá

La ciencia de la Cabalá tiene como propósito la revelación del Mundo Superior con el mismo grado de claridad y fiabilidad que las ciencias terrenales nos revelan nuestro mundo. Todo lo que sabemos sobre el Mundo Superior lo recibimos de los investigadores cabalistas y son el resultado de los experimentos que realizaron en ellos mismos. Por lo tanto, no hay ni una sola palabra en la Cabalá basada en la teoría; todo se describe como resultado del alcance práctico. 

Es un hecho obvio que, por su naturaleza, la persona esta expuesto a la duda y cualquier conclusión que la mente humana haya definido como evidente, se pone en tela de duda. Por lo tanto, el poder de teorizar crece y los hechos anteriores reciben una explicación diferente, que a su vez es considerada como obvia.

Si la persona es realmente capaz de pensar abstractamente, continúa moviéndose dentro de este círculo toda su vida. Lo que resultaba obvio el día de ayer se convierte en la duda de hoy, y lo que queda claro este día se volverá una duda mañana. Así es que la certeza absoluta solamente puede ser posible "hoy".

Lo revelado y lo oculto

La ciencia moderna ya ha llegado a comprender que nada absolutamente es obvio en la realidad. En Cabalá está prohibido teorizar y realizar hipótesis.

Los cabalistas dividen la ciencia en dos partes: lo revelado y lo oculto.

La parte revelada de la ciencia incluye todo lo que entendemos sencillamente porque lo captamos, siempre y cuando el estudio se funde en bases prácticas, sin especulación alguna.  

La parte oculta de la ciencia comprende el conocimiento que hemos alcanzado nosotros mismos, o de fuentes confiables, pero es insuficiente para el análisis desde el nivel del sentido común y la simple comprensión. Por lo tanto, temporalmente estamos obligados a aceptar como "fe sencilla" esta parte de la información y nunca intentar investigarla, porque está basada en especulaciones y no en la experiencia práctica.

Sin embargo, las palabras "revelado" y "oculto" no indican un cierto tipo de conocimiento, sino aquello que la persona ha comprendido. Esto es, el conocimiento que la persona haya adquirido de su experiencia práctica puede llamarse "revelado". El conocimiento que todavía no haya alcanzado con cierto grado de comprensión puede definirse como "oculto".

De lo antes dicho, se deduce que nunca ha existido una persona en ninguna generación, que no posea estas dos partes del conocimiento, el revelado y el oculto. La persona está solamente autorizada a estudiar e investigar la parte revelada porque cuenta con una base real para ello.

La prohibición impuesta a las humanidades

La Cabalá no permite utilizar las humanidades puesto que sólo confía en los conocimientos probados empíricamente.

Por lo tanto, no podemos recibir ningún conocimiento científico sobre las nociones de "alma y cuerpo" de las tres teorías antes mencionadas, porque las conclusiones están basadas en argumentos religiosos. Solamente podemos aceptar la información sobre el alma y cuerpo como conocimiento científico basado en la sabiduría de la Cabalá.

De conformidad con esto, tenemos el derecho a utilizar únicamente la tercera teoría, que trata del cuerpo, en todas las conclusiones probadas empíricamente que no susciten dudas. La Cabalá prohíbe todas las explicaciones generales, lógicas provenientes de cualquier teoría.

Crítica a la tercera teoría

Sin embargo, la tercera teoría es extraña para el espíritu de la persona educada, porque se aleja de la personalidad y la presenta como una máquina activada por fuerzas externas. De esto, se deduce que la persona no es libre en sus deseos y está totalmente controlada por poderes de la naturaleza. Todos sus actos son forzados, y no es ni recompensada ni castigada por sus propias acciones, ya que la ley de recompensa y castigo solamente se aplica a la persona que tiene libre albedrío.

Esta teoría es igualmente rechazada por las masas religiosas, quienes creen en la recompensa y el castigo del Creador al igual que las personas seculares. Resulta que cada uno de nosotros es como un juguete en las manos de una Naturaleza ciega que nos guía a un destino desconocido. Por lo tanto, la tercera teoría es inaceptable en este mundo.

Se decidió, por lo tanto, que el cuerpo que se llama una máquina en la tercera teoría, no constituye un ser humano. La esencia de la persona, su "Yo" es una esencia invisible e imperceptible, oculta dentro del cuerpo.

Aún así, ¿cómo puede esta esencia activar al cuerpo, si de acuerdo a la filosofía, lo espiritual no tiene contacto con lo material y de ninguna manera lo influye? Es por eso que no hay respuesta a la cuestión del alma en la filosofía y en la metafísica.

Conclusión

1. Sentimos todo con nuestros cinco sentidos. La imagen combinada de todo lo que percibimos en nuestros sentidos es procesada y analizada en nuestro cerebro, comparada con lo que ya conocemos y enviada a nuestra consciencia como una imagen de nosotros mismos y del mundo circundante. De esta manera, la persona percibe su propio cuerpo y al mundo como resultado de las sensaciones de sus sentidos. Ni el cuerpo ni el mundo existen por sí mismos; no son sino la consecuencia de nuestras sensaciones. Baal HaSulam escribe: "Siento mi cuerpo como sólido y de un cierto tamaño, porque mis sensaciones me lo presentan de esta manera..."

2. Si no tuviéramos ningún sentido, no nos sentiríamos. Si nuestros sentidos fueran diferentes, percibiríamos al mundo y a nosotros mismos de diferente manera.

3. Todo lo que sentimos en nuestro cinco sentidos se llama "revelado." Naturalmente, cada individuo revela su propia medida de información dependiendo de su sensibilidad e inteligencia. Lo revelado es:
  • Particular, individual.
  • Generalmente revelado a la humanidad entera a cada paso de su desarrollo.
4. Lo "oculto" es la información que aún espera ser revelada en el futuro. Lo oculto es de dos tipos:
  • Aquello que revelaremos en nuestros sentidos en el futuro, y
  • aquello que no seremos capaces de revelar en nuestros cinco sentidos.
5. La información que es imposible revelar en nuestros cinco sentidos podemos recibirla en un sexto sentido. Cada persona lleva en sí misma la raíz de un sexto sentido y puede desarrollarlo. El método para desarrollar el sexto sentido se llama Cabalá. La sensación, que se experimenta en el sexto sentido, puede también dividirse en dos elementos, a semejanza de la sensación del cuerpo y la realidad circundante en nuestros cinco sentidos:
  • El cuerpo, referido como el "alma", y
  • La realidad circundante llamada el "Mundo Superior".
La sensación del Mundo Superior es percibida como eternidad, perfección y omnisciencia.
 

Arvut (Garantía Mutua)

El Pueblo de Israel es responsable el uno con el otro


17 (cont.) Sólo después de haber pedido a cada persona que tome sobre sí misma la responsabilidad de cumplir la condición "Ama a tu prójimo como a ti mismo", es decir, que cuide de los demás no menos de lo que se cuida a sí mismo, y una vez que toda la nación haya aceptado y dicho unánimemente: "Haremos y escucharemos", serán dignos de recibir el método de la corrección.

Cada miembro de Israel se responsabiliza de que nada le falte a ningún otro integrante de la nación. Con esta responsabilidad global cada miembro de la nación se deja de preocuparse por las necesidades de su propio cuerpo, y puede observar el precepto "Amarás a tu prójimo como a ti mismo" en toda su extensión y proporcionar a cada miembro necesitado todo lo que posee, pues ya no se preocupa por la existencia de su propio cuerpo: ahora sabe que seiscientos mil amigos leales están dispuestos a atenderlo.

Por lo tanto, sólo después de salir de Egipto, cada uno de ellos tuvo la seguridad de que sus necesidades estarían cubiertas.

Sin embargo, incluso si sólo unos cuantos entre los miembros de Israel deserta y vuelve a la corrupción del amor propio sin consideración hacia sus compañeros, esa misma cantidad de necesidad depositada en las manos de esos pocos, sobrecargaría a Israel con la necesidad de atenderse a sí mismos. 

De este modo, junto con el cumplimiento de los mandamientos de la Nación de Israel de ser responsables unos de otros, hay otro aspecto negativo. Vemos que si una parte de la nación no quiere mantener la garantía, provoca que el resto de la nación permanezca inmersa en su amor propio sin encontrar nunca una salida a su corrupción.

18. Por lo tanto, la garantía mutua (arvut) es similar a dos personas en un bote, en el que, de pronto, uno de ellos de pronto comienza a agujerear el fondo. Su compañero le pregunta: "¿Por qué haces un agujero?", y él responde, "¿Qué te importa? Estoy perforando debajo de mí, no debajo de ti." De modo que el primer hombre le dijo: "¡Necio, ambos nos ahogaremos juntos!"

Del mismo modo, la gente inmersa en el amor propio erige una pared entre ellos y la corrección de "Ama a tu prójimo como a ti mismo", que constituye la escalera hacia el Creador, y todos nos ahogamos con ellos.

19. Rabí Eleazar, el hijo de Rabí Shimon, clarifica este concepto aún más, al decir que no es suficiente que todo el pueblo de Israel sea responsable el uno del el otro, sino que todo el mundo debe estar incluido dentro de esta garantía.

No obstante, es suficiente empezar con una nación para que dé comienzo la corrección del mundo.

Como dijeron los sabios, el Creador ofreció la Cabalá a cada nación del mundo, pero a todas les desbordaba el amor propio hasta el cuello y rechazaron aceptar el método para la corrección del egoísmo. Fue imposible incluso hablarles acerca de renunciar.

El Creador no encontró una sola nación que estuviera preparada para comenzar la corrección del egoísmo excepto el pueblo de Israel, cuyos antepasados Abraham, Isaac y Jacob habían llevado a cabo las correcciones antes de que el método fuera entregado a toda la nación. Debido a la elevación de sus almas, fueron capaces de lograr los niveles espirituales y adherirse con el Creador sin la realización previa de los aspectos prácticos de las acciones altruistas, las cuales no tuvieron posibilidad de observar.

La elevación de sus almas y sus logros espirituales influyeron sobre sus descendientes de tal manera que cada uno de ellos aceptó la responsabilidad de este sublime trabajo, y todos proclamaron como uno "Haremos y escucharemos" (Na'asé VeNishmá). Por lo tanto, por herencia, se vieron obligados a ser el pueblo elegido entre todas las naciones.

De este modo, los hijos de Israel aceptaron la condición de la garantía mutua (Arvut), mientras que las otras naciones no tomaron parte en ello porque la realidad misma dictó que este fuera el curso de los acontecimientos.

20. El final de la corrección del mundo llegará cuando todos se unan en un anhelo por el Creador. Entonces Él Se revelará, como dijeron los sabios: "Y el Señor será rey sobre toda la tierra. En ese día el Señor será uno y Su nombre será uno. Y la tierra se llenará del conocimiento del Señor, y todas las naciones fluirán hacia Él."

El rol de Israel hacia el mundo se asemeja al rol de nuestros antepasados hacia la Nación de Israel:
  • Las correcciones hechas por ellos ayudaron a sus descendientes a elevarse y convertirse en dignos de recibir el método de corrección.
  • De igual modo, el pueblo de Israel está obligado a ascender espiritualmente y preparar al resto de naciones para aceptar este trabajo elevado ("Ama a tu prójimo...").
Todos los preceptos que cada componente de Israel ejecuta con la intención "para beneficio del Creador" (complacerlo sin exigir ninguna recompensa a cambio), sirve como impulso para el desarrollo de la humanidad, dado que esto no se hace todo de una vez, sino a través del desarrollo gradual, hasta alcanzar una cantidad que pueda traer a todo el mundo la pureza deseada.

21. Cuando Rabí Eleazar, el hijo de Rabí Shimon, dice que el mundo es juzgado por su mayoría, se refiere al rol de la Nación de Israel a la hora purificar el mundo de su egoísmo hasta que sean dignos de tomar sobre sí mismos Su trabajo.

Este grado de pureza es el mismo que la Nación de Israel alcanzó para recibir el método de la corrección. En este nivel, las correcciones y el amor altruista sobrepasan al egoísmo.

Sólo entonces podrán decir como uno "¡Haremos y escucharemos!" (Na'asé VeNishmá) como lo hicieron los hijos de Israel.

Cada miembro de la Nación de Israel que hace una corrección, está contribuyendo a que prevalezca el amor altruista sobre el egoísmo.

Por lo tanto, cada corrección realizada por un integrante de Israel hace más virtuoso al mundo entero, dado que la decisión final es imposible sin su acción.

De este modo, Rabí Eleazar, el hijo de Rabí Shimon, no contradice las palabras de nuestros sabios acerca de que todo Israel es responsable el uno del otro. Simplemente habla de la corrección futura del mundo, mientras que nuestros sabios hablan del presente, cuando sólo Israel ha recibido el método para la corrección.

22. Rabí Eleazar, el hijo de Rabí Shimon, también habla del verso: "Un pecador perderá mucho bien", pues la persona que actúa en beneficio del Creador se siente tan inspirada como uno que actúa en favor de su semejante.

Él está obligado a realizar todas estas acciones en beneficio del Creador, sin esperanza de cara a amor propio o recompensa alguna por su esfuerzo. En este punto, tan elevado, el amor por el Creador se fusiona con el amor por el prójimo.

Incluso una sola acción de este tipo de una única persona, acerca a toda la humanidad hacia el amor altruista, haciendo que, a la postre, la balanza se incline hacia el lado del mérito, porque la decisión depende de cada uno de nosotros.

Es más, aquel que comete un pecado, el que no puede vencer y conquistar su amor propio corrompido, provoca que, tanto él como toda la humanidad se inclinen hacia el mal porque con la revelación de la corrupción del amor propio, la baja naturaleza de la creación se hace más intensa. De este modo, la persona se encuentra sustrayendo una cierta cantidad de bien de la balanza, algo que su amigo había colocado en ella. Así arrastra una persona a todo el mundo hacia atrás.

23. Todo lo anterior explica por qué el método de corrección sólo fue dado una vez que la Nación de Israel se hubo unido.

El propósito de la creación es para todo el mundo, independientemente de los diferentes orígenes, hasta el nivel más inferior de amor propio que gobierna a toda la humanidad tal y como los egipcios gobernaron al pueblo de Israel.

En este estado de esclavitud egoísta no había modo de negociar con ninguna otra nación salvo el pueblo de Israel, que había sido esclavizado en el brutal reino de Egipto durante cuatrocientos años terribles, y persuadirlos para que accedieran, incluso como una promesa sin base, a llevar a cabo el éxodo desde el estrecho marco del egoísmo hacia el amplio mundo del amor por el prójimo. Es sabido que el sufrimiento es la fuerza que obliga al hombre a purificarse del egoísmo.

Es más, ellos recibieron el concepto del propósito de la creación y la preparación interior para ello de sus antepasados.

La nación fue llamada Israel (en singular) porque todos ellos renunciaron como uno al amor propio, y todas sus aspiraciones se encaminaron a la realización de la condición "Ama a tu prójimo como a ti mismo". Sólo después de formar una nación (como un sólo hombre, con un sólo corazón) pudieron recibir el método Cabalístico.

24. Así, debido a las condiciones indispensables descriptas anteriormente, la Cabalá le fue dada sólo a la Nación de Israel, a los descendientes Abraham, Isaac y Jacob, dado que era inconcebible que cualquier extranjero tomara parte en esto. La palabra "Cabalá" significa "recepción" o "recibido".

Por lo tanto, la Nación de Israel había sido construida como una especie de puerta de acceso a través de la cual puedan brillar las chispas de purificación sobre toda la raza humana. Estas chispas se multiplican diariamente hasta que alcancen la cantidad deseada, hasta que se desarrollen y llegue a comprenderse el placer y la paz que se encuentran en la esencia del amor hacia el prójimo. Entonces sabrán cómo inclinar la balanza hacia el bien y cargarán sobre sí mismos esta responsabilidad, y el mal será erradicado del mundo.

25. De lo anterior, comprendemos que la Cabalá no le fue dada a los ancestros porque el precepto "Ama a tu prójimo como a ti mismo" es el punto central, el principal, mientras que el resto de las correcciones son sus partes. Esto no puede ser observado por un individuo sino sólo a través del consenso de una nación entera. Por esa razón, no fueron dignos de observarlo con anterioridad al éxodo de Egipto. Sólo cuando a cada miembro de la nación se le preguntó si estaba dispuesto a asumir esto y su respuesta fue afirmativa, se les entregó el método Cabalístico de corrección.

26. Sin embargo, ¿cómo preguntó el Creador a la Nación de Israel y cómo recibió la aceptación de observar este precepto?

El Creador le dijo al pueblo de Israel: "Por tanto, ahora, si obedecéis realmente mi voz, y observáis mi alianza, entonces seréis mi propio tesoro de entre todos los pueblos, pues toda la tierra es Mía. Y vosotros seréis para mí un reino de sacerdotes y una nación santa." Entonces toda la nación respondió como uno: "¡Haremos todo lo que el Creador nos tiene destinado!"

El significado de las siguientes palabras permanece poco claro:
  • ¿Qué es "voz?
  • ¿Qué es "alianza"?
  • ¿Cuál es la esencia del trabajo? Y
  • ¿Cuál es la esencia de la recompensa?
  • ¿Debe uno hacer un esfuerzo de corrección para llegar a ser el pueblo elegido, o viene dado como    un acto de benevolencia?
  • ¿Cómo puede uno aceptar este trabajo sin saber todo esto?
  • ¿Cuál es la diferencia entre "un reino de sacerdotes" y "una nación santa"?
27. "...Y ustedes serán para mí un reino de sacerdotes." Al igual que los sacerdotes no tienen ninguna propiedad en este mundo y sólo sirven al Creador, del mismo modo el pueblo, la tierra y la propiedad de la Nación de Israel deberán consagrarse sólo a Él. Cada uno debe trabajar para satisfacer las necesidades de su semejante para que nadie vuelva a necesitar preocuparse por sí mismo.

De esta manera, todas las actividades del hombre en este mundo son similares al trabajo del sacrificio en el Templo, porque aquellos que trabajan con el propósito de alimentar a su prójimo son como los sacerdotes que ofrecían un sacrificio al Creador. Es más, el precepto "Ama a tu prójimo como a ti mismo" es mucho más importante que el precepto del sacrificio.

Las palabras "un reino de sacerdotes" expresa la esencia del trabajo de "Ama a tu prójimo como a ti mismo", de organizar la sociedad de manera que todos los miembros sean sacerdotes, y ninguno posea otra propiedad que no sea el Creador.

Sin embargo, esto significa que el Creador es su única posesión, que no tienen ninguna otra propiedad, lo cual incluye todas las correcciones.

La corrección del egoísmo está dirigida a unir muchos deseos egoístas en un deseo puro llamado "el pueblo de Israel", para recibir la recompensa de "adherirse con el Creador", que es el propósito de la Creación.

Las palabras "una nación santa" señalan la recompensa de "adherirse con el Creador". Nosotros lograremos la santidad en nuestro anhelo por el Creador, como está escrito, "Ustedes serán... una nación santa, pues Yo, vuestro Creador, soy santo."

En consecuencia, las palabras "una nación santa" expresa la esencia de la recompensa de la adhesión con el Creador.

28. Ahora comprendemos totalmente que observar la alianza significa ser el pueblo elegido: "Vosotros actuaréis como un remedio para Mí, y las chispas de purificación del cuerpo pasarán a través de ustedes hacia todas las naciones del mundo, uniéndolas en un todo. Debido a que las naciones del mundo aún no están preparadas para ello, os convertiréis en Mi pueblo elegido dado que toda la tierra es mía, lo cual significa que todas las naciones del mundo Me pertenecen y se adherirán a Mí."

Por consiguiente, necesito una nación elegida de entre todas las naciones. Yo gobernaré sobre vosotros y vosotros seréis para Mí "un reino de sacerdotes", es decir, observaréis el precepto "Amarás a tu prójimo como a ti mismo", la esencia de la Torá y todos sus Mandamientos.

"Una nación santa" es una recompensa en su forma última, adherirse con el Creador, algo que incluye todas las recompensas que uno pueda imaginar.

29. Ahora podemos comprender completamente la esencia del trabajo, como fue explicado en las palabras "un reino de sacerdotes", que es la definición final de "Amarás a tu prójimo como a ti mismo". Es concebible que Moisés haya tenido que ocultar de la gente la esencia completa del trabajo al elevadísimo nivel espiritual de "un reino de sacerdotes", para evitar que Israel no quiera desprenderse de sus posesiones materiales y darle sus posesiones al Creador.

El Rambam escribe que está prohibido revelar el significado de "el trabajo puro" a las mujeres y los niños, lo que lo obliga a uno a no recibir recompensa, y esperar hasta que crezcan en sabiduría y puedan así comprender lo que esto significa verdaderamente.

Por lo tanto, el Creador advirtió a Moisés que se asegurara de ofrecerles la verdadera naturaleza del trabajo, tal y como queda expresada en las palabras "un reino de sacerdotes".

Moisés podría haber revelado el significado del placer y lo elevado de adherirse con el Creador para, de este modo, persuadirles en la aceptación del trabajo de sacerdotes y hacer que olvidaran sus posesiones en este mundo.

De este modo, a Moisés se le advirtió que no hablara de la recompensa incluida en las palabras "una nación santa". Si les hubiera hablado acerca de las cosas maravillosas que se encuentran en la esencia de la recompensa, habrían aceptado Su trabajo con el objetivo de lograrlo para sí mismos, algo que hubiera sido considerado como trabajar para uno mismo, para el amor propio.

Como resultado, vemos que con respecto a la esencia del trabajo que queda expresada en las palabras "un reino de sacerdotes", se le advirtió "no menos", y acerca del tamaño de la recompensa, expresado en las palabras "una nación santa", se le advirtió "no más".
 

Prefacio

¿Quién soy y por qué existo?

¿Por qué razón he nacido?

¿Dónde voy y por qué estoy aquí?

¿Por qué razón existo en este mundo?

¿Estoy ya aquí?, ¿Volveré?

¿Podré comprender todo lo que me sucede?

¿Puedo yo verdaderamente entenderme con el universo?

¿Cuáles son las razones del sufrimiento en este mundo? ¿Es posible prevenirlas de una manera?

¿Puedo alcanzar la satisfacción, la perfección y la serenidad?

¿Cómo podemos llegar a la serenidad, a la plenitud, a la felicidad?

La única respuesta a estas preguntas es reconocer y tener conciencia de que el Mundo Superior está lleno de placeres. El medio para llegar a la perfección es la Cabalá. La sabiduría de la Cabalá permite al ser humano penetrar mediante todos sus sentidos en el Mundo Superior, que es el mundo de las causas de todo lo que aquí ocurre.

De esta manera, el ser toma en la mano su vida y trasciende los límites del tiempo y del espacio. Satisface de esta manera el fin de la Creación, que es el sentido de su vida, la serenidad, la alegría, sin límites y sin fin, todo esto viviendo aún en este mundo.

El objetivo es guiarnos hacia las primeras etapas del aprendizaje del reino espiritual.
 

La diferencia entre la ciencia de la Cabalá y la religión

La religión asume que el Creador cambia Su actitud hacia una persona dependiendo de sus acciones. La ciencia de la Cabalá, sin embargo, establece que la Fuerza Superior es invariable y que las acciones de una persona no pueden afectarla de ninguna manera. En vez de esto, las acciones de la persona pueden cambiar.

La persona tendrá la habilidad de percibir el Gobierno Superior de una manera diferente, como si sus propios cambios tuvieran como finalidad asemejarse a Él. Podrá percibirlo como bueno y amable, mientras que si se incrementa la diferencia entre sus propiedades (recibir) y las del Creador (otorgar), sentirá que la actitud del Creador es negativa.

Hay muchas expresiones en los textos cabalistas indicando la firmeza en la actitud del Creador hacia los seres creados: "No cambio mi nombre" (del hebreo: Ani HaVaya lo Shiniti), "Él es bueno y otorga bondad a Sus criaturas, buenas y malas (Tov ve Metiv le Raim u le Tovim), la Luz Superior es absolutamente inamovible" (Or Elion Nimzta be Menuja Mujletet).

Por lo tanto, un rezo es llamado auto-juicio o auto-análisis. Esto ocurre cuando una persona no apela al Creedor, sino que se juzga a sí mismo, se analiza a sí mismo con respecto a la Fuerza Superior invariable.

Esta actitud hacia sí mismo y hacia el Creador constituye la diferencia entre la Cabalá y la religión. A pesar de que la religión provoca ciertos cambios personales, ésta se basa en implorar al Creador. En este mundo, las religiones son similares a las creencias más antiguas, que en gran medida practican el soborno a las fuerzas superiores de la naturaleza.

La Cabalá es rechazada por las religiones de masas, basándose en la convicción que una persona sólo necesita pedir al Creador y todo cambiará desde arriba para su ventaja, ya que el Creador dirigirá su mirada hacia ella. Un creyente está convencido que Él existe y que todo lo gobierna. A fin de mejorar cualquier cosa, sólo se necesita pedirle al Creador, en vez de cambiar uno mismo. Las masas religiosas interpretan los cambios religiosos como la siembra de buenas semillas, por ejemplo , ayudar a otros por compasión, pero sin cambiar la naturaleza de uno mismo y hacerlo de igual forma ante el Creador.

La convicción de cambio en la actitud del Creador hacia la persona es motivo de envidia: ¿Quién recibe un trato más amoroso por parte del Creador y quién es más "escogido por la Divinidad"? Esto causa antagonismo que surge no sólo dentro de la gente, sino también dentro de las religiones. Los representantes de varias denominaciones religiosas, tienen disputas sobre cuáles plegarias están inclinadas a ser más tomadas en cuenta por el Creador.

La Cabalá establece que el Creador es invariable. En el proceso de corrección de una persona, esta merece ver una mejoría en la firmeza de la actitud del Creador. Por lo tanto, mientras más corregida esté una persona, más justificará las acciones del Creador. La Cabalá define que en vez de rezar, uno debería empezar a cambiar. En consecuencia, la Cabalá provoca odio por parte de grupos religiosos, ya que indirectamente ésta los acusa de hipocresía.

Para una mejor comprensión de la actitud de los cabalistas hacia el Creador, podemos tomar un libro de rezo cabalista. No contiene palabras ordinarias que expresen emociones humanas. Por el contrario, consiste en numerosos símbolos que designan acciones espirituales que la persona debe realizar mientras se corrige a sí misma para recibir, como consecuencia, la Luz del Supremo. Esta es la diferencia entre las nociones de un Dios religioso y de un Creador cabalista.

El estudio cabalista de la estructura del universo le da a una persona una idea clara del Creador, cuyas propiedades están en la cúspide de la escalera espiritual y las de sí mismo, que se encuentran en la parte más baja de la escalera. Los peldaños de la escalera representan los diversos mundos. El propósito de la creación es ascender de forma independiente y fusionar los deseos de uno mismo con los del Creador.

Este ascenso implica un cambio interno de las propiedades de la persona, que parte de una intención egoísta en todos sus pensamientos y deseos y llega a una intención altruista. El hombre asciende los peldaños de la escalera, donde cada uno de ellos representa un grado de similitud con el Creador.

Naturalmente, estudiar la estructura del universo de forma tan minuciosa, previene a la persona de imaginar que su relación con el Creador depende de los pedidos que haga. Imagine un padre de familia perfecto en nuestro mundo. Es obvio que un niño no puede evocar ningún amor adicional por sí mismo por ninguna de sus acciones, ya que el amor de padre o madre es eterno y perfecto. La proyección externa de este amor (la percepción del niño), depende únicamente de los estados por lo que la persona pasa a fin de llegar a conocer la Creación en su totalidad, para ganar experiencia y para igualarse al Creador en su mente y en su corazón.

De esto se deduce que aunque podamos hacer la transformación deseada dentro de nosotros mismos, y por consecuencia, sentir la invariable buena actitud del Creador hacia nosotros, de hecho, difícilmente puede ser llamada corrección. Esto es porque tenemos que transitar a través de todos los niveles, los estados extremos, los cambios y las sensaciones, a fin de obtener la experiencia y la habilidad necesarias para sentir el universo en su totalidad de principio a fin.

La corrección sólo significa nuestra actitud hacia cualquier cosa que nos ocurra. Cuando, a pesar de lo que suceda, evaluemos y aceptemos todo lo que pasa como algo absolutamente beneficioso, hará surgir la sensación de felicidad y placer. Esto lleva a una situación en la que la persona descubre que en realidad nada cambia, excepto su actitud hacia el estado constante en el que existe. La persona ha sido creada y ha existido siempre en dicho estado.

De más está decir que el estudio de la Cabalá ofrece el concepto de la Creación y del lugar que la persona ocupa dentro de ésta, el que naturalmente lo disuade del rezo, lo cual es la parte más importante y el acto central en las prácticas religiosas, todo lo demás está organizado a su alrededor.

En el caso de la sabiduría de la Cabalá, ésta dirige a la persona de manera natural hacia una reflexión interna y a la transformación, la cual hace que evite los ritos o siga cualquier orden religiosa. Es por ello que todas las religiones se oponen a la Cabalá.
 

Condiciones para revelar los secretos de la Cabalá

Existen varias razones para mantener secreta la Torá:

1. "No hay necesidad"

2. "Es imposible"

3. "Es el secreto privado del Creador"

No existe ni un solo detalle de la Cabalá que no esté relacionado con todas estas prohibiciones.

1. "No hay necesidad". Esto implica que no hay motivo para revelar los secretos. Esto sería posible sólo si existiera algún beneficio inmediato para la sociedad. De otro modo, sólo suscitaría la reacción "¿y qué?" Tal sería la reacción de quienes creen que los cabalistas se ocupan y ocupan a otros de asuntos sin importancia. Por este motivo, los cabalistas aceptaban como alumnos sólo a quienes podían guardar un secreto sin revelarlo salvo en caso de extrema necesidad.

2. "Es imposible". Esto alude a la prohibición de revelar secretos por causa de las limitaciones del lenguaje. Este lenguaje (el nuestro) es incapaz de transmitir los sutiles conceptos espirituales. Todos nuestros intentos de explicarlos con palabras están destinados al fracaso, desorientando al estudiante. Por lo tanto, para revelar estos secretos, se requiere un permiso de arriba.

Permiso de arriba. Esto se menciona en las obras del famoso cabalista llamado Ari. En estas se dice: "Sabe que las almas de los grandes están llenas de una Luz exterior (circundante) o interior (que llena). Y aquéllos cuyas almas están llenas de la Luz Circundante, tienen el don de comunicar los secretos, haciéndolo de modo tal que la persona indigna de recibirlos no los comprende".

El alma del Rabí Shimon Bar Yojai, por ejemplo, estaba llena de esta Luz exterior. Tenía tal poder que incluso cuando aparecía ante una congregación, sólo lo comprendían quienes habían recibido instrucción de arriba para escribir en el libro del Zohar. Hubo cabalistas antes que él que sabían más que él. Sin embargo, no poseían su capacidad de poner en palabras los conceptos espirituales.

Así queda claro que la presentación de la Cabalá no depende del nivel de conocimiento del cabalista. Más bien depende de las cualidades de su alma. De acuerdo a éstas, recibe instrucciones de arriba para revelar cierta parte de la Torá. De tal forma que no podemos encontrar ningún tipo de obra fundamental acerca de la Cabalá antes del Zohar. Las obras que tenemos incluyen tan sólo vagas y oscuras alusiones.

Después del Rabí Shimon, el único que fue autorizado a "abrir" otra parte de la Cabalá fue el Ari. De nuevo, es posible que algunos cabalistas anteriores a Ari supieran mucho más, pero no tenían el permiso de arriba. Desde que aparecieron los libros de Ari, todos los que se han ocupado de la Cabalá han abandonado los otros libros, estudiando tan sólo el Zohar y los libros de Ari.

3. "Es el secreto privado del Creador". La esencia de esta prohibición reside en el hecho de que los secretos de la Torá sólo pueden ser revelados por quienes son fieles al Creador y Lo respetan. Esta es la razón más importante para ocultar los secretos de la Torá. Demasiados charlatanes han usado la Torá en beneficio propio. Han formulado profecías y dado hechizos, engañando así a personas confiadas. Precisamente por este motivo se ocultó inicialmente la Torá. Los auténticos cabalistas se comprometieron a examinar muy estrictamente a sus estudiantes. Las muy escasas personas autorizadas a acercarse a la Cabalá en cada generación, estaban obligadas bajo el más estricto de los juramentos. Tenían prohibido revelar aún el detalle más pequeño e insignificante que estuviera relacionado con las tres prohibiciones mencionadas.

No debemos entender que esta división en tres prohibiciones divida a la Cabalá en tres. No. Estos criterios de ocultamiento se aplican a cada parte, a cada palabra. Los tres criterios están constantemente actuando en esta ciencia.

Sin embargo, uno se pregunta: si esta parte secreta de la Torá estaba tan profundamente escondida ¿cómo aparecieron tantos diferentes escritos sobre ella? La respuesta radica en la diferencia entre las dos primeras condiciones de secreto y la última. Esta es la más importante. La condición "No es necesario" con demasiada frecuencia puede cambiar según las circunstancias externas, tornándose en "Es necesario". Esto puede suceder, por ejemplo, debido a un desarrollo de la humanidad en conjunto o porque se ha dado el permiso de arriba. Este permiso fue concedido al Rabí Shimon, al Ari y en menor medida a otros. Es por ello que de vez en cuando recibimos algunos libros auténticos sobre la Cabalá.

Así recibí yo mi conocimiento de mi maestro. Lo recibí bajo las mismas estrictas condiciones: guardar y ocultar. Sin embargo, a causa de los motivos mencionados previamente en "El tiempo de actuar", la condición "No es necesario" se transformó en "Es necesario". Y de este modo estoy revelando una parte, manteniendo en reserva y ocultas las otras dos, según me comprometí bajo juramento.
 

Éxodo: de lo físico a lo espiritual

Una charla con el Rav Dr. Michael Laitman

Las personas de este mundo son personas ordinarias, pero a un persa llamado Abram (más tarde Abraham), el Creador se le reveló a Sí mismo. Llegó a ser un "yehudi" (judío), de la palabra "Yehudi" (sólo-único): él y el Creador llegaron a ser uno. Entonces, ¿quién es este Abraham? Él es un hombre que estaba dotado con una chispa espiritual, una sensibilidad del Creador. Pero aparte de eso él era una persona ordinaria.

No hay ninguna santidad en ningún órgano de nuestro cuerpo. Así, no sucede nada si un corazón que no funciona bien es reemplazado por otro corazón humano o por el corazón de un cerdo. Nuestro corazón es pura materia, como el de cualquier animal. No son sagrados, no están conectados con el Creador.

Por lo tanto no hay diferencia entre un judío y un gentil, salvo la chispa del Creador encontrada en el judío. Eso significa que si esa chispa existe en el corazón de una persona, esa persona es llamada judía. Si desaparece, el judío de nuevo se convierte en gentil. Lo segundo, en cambio, es una situación imposible, porque la santidad siempre aumenta y nunca disminuye. Es una ley espiritual, por la cual todo es llevado más cerca del Creador.

El éxodo al mundo espiritual es un proceso lento. Al principio un hombre es capturado por los deseos de este mundo. Gradualmente, el hombre se da cuenta de la falta de sentido de su existencia física, como si no existiera esa chispa, el hombre es sólo uno de tantos...

La Hagadá dice: "Al principio, nuestros padres adoraron dioses extraños". Adorar un dios extraño (paganismo) es un estado posible sólo después de que uno ha hecho contacto con el Creador y se llega a la conciencia de la oposición entre los atributos nuestros y los del Creador, y, entonces, se elige actuar contra el deseo del Creador. Por esto, el paganismo tiene un cierto grado de conciencia, de habilidad para manejarse más allá de la naturaleza que se tiene desde el nacimiento.

En efecto, nuestros padres adoraron dioses extraños, pero entonces el Creador se les reveló a Sí mismo y la Luz que vino con ello fue aceptada como una orden para emigrar desde Mesopotamia a la Tierra de Israel. Así, nosotros vemos que en este mundo también uno se mueve de un sitio a otro, siguiendo la voluntad interna de uno, siguiendo el corazón de uno.

Los cabalistas escriben que podemos vivir en la Tierra de Israel, provistos con algo comparado a su nivel espiritual. De lo contrario, estaremos exiliados de aquí justo como antes. El Creador ha vuelto a traer nuestros cuerpos, pero continúa nuestro deber de realizar nuestro regreso interior al estado espiritual llamado la Tierra de Israel, para ser dignos de esta tierra ¡que es todo lo que necesitamos!

Abraham, el Patriarca, es un testimonio de ello. Una vez que llegó a ser un judío, D-s le dijo: "Vete de tu tierra y de tu patria y de la casa de tu padre a la tierra que Yo te mostraré". Y Abraham se movió (interiormente) a la Tierra de Israel: él empezó a desarrollar vasijas espirituales, vasijas de otorgamiento.

Pero para alcanzar la unidad con el Creador, más que la habilidad de dar (otorgar por otorgar), hay que tener la habilidad para recibir en orden de otorgar, a través de las vasijas de recepción, corregidas por el ánimo de otorgar al Creador. Pero ¿dónde obtenemos esas vasijas, esos deseos? Cuando uno se encuentra en la Tierra de Israel y quiere otorgar al Creador, uno se da cuenta que no tiene nada para darle y se llega a estar hambriento, hambriento de otorgar.

Entonces, uno se exilia en Egipto. Pero ¿por qué? ¿para qué? porque renunciando a nuestro deseo de recibir vamos en contra de nuestra propia naturaleza humana. Puede ser que nadie lo comprenda. Ningún otro método, sino la Cabalá, lo usa, porque este acto se opone a la naturaleza humana. Todos los otros métodos son producto de nuestra naturaleza interna y se proponen hacer nuestra vida más confortable, más placentera; todos menos la Cabalá, que fue concedida a Abraham junto con la sublime revelación del Creador.

Pero ¿realmente esto sucede en Egipto?

Como hemos dicho, el hombre está confundido, hambriento (tanto física como espiritualmente). Las metas materiales toman prioridad, pero es así que uno puede darse cuenta de que el espíritu es superior a la materia. Se puede obtener placer espiritual en actos materiales, pero el verdadero sabor del placer permanece solamente para el prudente (aquel que aspira a la sabiduría, quien asciende al espíritu para vivir los verdaderos deseos), y por ello es quien obtendrá los más grandes placeres.

Cuando uno progresa en los estudios, se ve a sí mismo como más y más viciado. Todos los peores deseos se despiertan en él. Precisamente éste es el exilio a Egipto: cuando se aspira a ascender por la escalera hacia el espíritu, se cae bajo el gobierno del deseo de recibir.

Es por esto por lo que se dice que los hermanos de José le visitaron en Egipto. El exilio a Egipto ocurre cuando uno pierde sus vasijas de otorgamiento, cuando caen bajo el gobierno de las vasijas de recepción. Este estado permanece tranquilo mientras dura la progresión en la espiritualidad.

Cuando uno empieza a estudiar, está lleno de vida, despreocupado. Pero después de unos meses las cosas cambian. La espiritualidad no es tan tentadora como lo era antes, las interrupciones materiales aparecen y uno siente que nunca verá abiertas las puertas del cielo.

¿Por qué ocurre esto?

Porque las vasijas de recepción deben ser desarrolladas, una cortina (Masaj) tiene que ser alcanzada y desplegada sobre los deseos de Egipto. En verdad, se tienen las vasijas de otorgamiento, pero están ocultas. Cuando empieza el trabajo en Egipto, uno echa de menos la espiritualidad, pero cuanto más se la echa de menos, más se la encuentra inalcanzable.


El tiempo de la "esclavitud en Egipto" dura tanto como uno se siente esclavo, hasta que se eleva un nuevo rey, uno que no conoció José. Uno siente el gobierno de su faraón interior sobre él, llevándole contra el Creador.

Pero, si el deseo de recibir me permite disfrutar ¿qué es lo que falla? ¿Cómo es que su gobierno es nocivo para mí?

Si quiero algo más que la satisfacción del deseo, por ejemplo, si quiero contactar con el Creador, pero siento que los placeres materiales me alejan de El, empiezo a percibirles como un obstáculo, como algo malvado que va en mi contra.

Entonces, una batalla interna empieza dentro de mí. Empiezo a preguntarme si "Yo" es quien quiere pegarse al Creador, o si "Yo" busca los placeres materiales. Entonces ¿Quién es mi "Yo"?

Una guerra estalla entre ambos deseos: en una mano Moisés y Aarón y en la otra el faraón. Uno no puede decir quien gana, porque los magos del faraón hacen los mismos milagros que el Creador.Por lo tanto, la huida del gobierno de la naturaleza solamente es posible después de que el Creador golpee diez veces (las diez plagas de Egipto).

Para que mi neutral "yo" pueda sentir de dónde procede la Luz, requiere sentir los diez golpes -justo como el faraón que está dentro de mí se opone al Creador-,. De esa manera el yo puede separarme de él, alcanzando un estado donde el faraón mismo dirá: ¡Vete! ¡Me has traído bastante dolor!

Los diez golpes muestran al hombre que el gobierno del faraón es una cosa odiosa, intolerable. Entonces el hombre mismo quiere escapar de ello. Quiere ¡pero no puede! Por consiguiente, para que la huida del Faraón tenga efecto, se requieren ciertas condiciones externas. Debe haber un apuro, una ocultación y la oscuridad de la noche.

Solamente entonces el hombre puede acumular sus deseos de otorgamiento, separarles de su propio deseo de recibir y ocultarles de ello. La huida se realiza de noche, cuando las luces espirituales están apagadas. La fe se sobrepone a la razón, yendo contra su propio juicio para escapar de su naturaleza.

Se dice: "Si tú has trabajado y lo encuentras, entonces cree". Eso significa que uno ha puesto bastante trabajo para que el Creador sea revelado, pero no es consciente de que este trabajo es suficiente para salir de este mundo y entrar en el Mundo Superior. La salida de nuestra naturaleza es un hecho repentino.

El hombre no tiene control sobre este proceso, él simplemente toma parte en él. Camina sobre la tierra, entre las paredes del Mar Rojo, las barreras y entra...en un desierto ¿Qué ha ganado con ello? El hombre entra en Egipto con una chispa del Creador, echando de menos al espíritu y sale con las vasijas de la recepción vacías- la sensación de un desierto.

Se dice que Israel marchó con "joyas de plata y joyas de oro y vestidos". Esto significa que el hombre tiene deseos corruptos para recibir y debe empezar ahora a trabajar con ellos y corregirlos. Mientras estas vasijas pertenezcan a Egipto, le darán solamente la sensación de oscuridad, de un desierto. Pero cuando les corrija y les use correctamente, recibirá a través de ellas la Luz superior.

Así el hombre entra en el desierto. No está todavía en la Tierra de Israel. Ahora necesita de la Luz para poder distinguir cuánto de cada atributo es digno de usar para su progresión en el mundo espiritual. La recepción de esta Luz es llamada "la recepción de la Torá".

Una persona que salga de este mundo hacia el espiritual, empieza a trabajar en tres líneas. Una izquierda, una derecha y una intermedia. Debemos darnos cuenta que no somos los que estamos trabajando, es el Creador, es el trabajo del Creador ¡Debemos aceptar Su trabajo sobre nosotros! Todo ha sido creado en su estado perfecto, pero la criatura solamente puede calcular la perfección desde su opuesto. Esto es por lo que el hombre debe experimentar todos los estados imperfectos. El trabajo del hombre es un proceso de auto-conciencia; conciencia del trabajo que el Creador está haciendo sobre él.

Hay un mundo y dentro de él un alma. El contacto con el Creador se compone de tres partes: Olam (mundo), Shaná (año), Neshamá (alma). Shaná es la extensión de contacto entre Olam y Neshamá. El mundo Olam proviene del mundo He´elem (ocultación). Esto significa que Olam es la extensión de la ocultación del Creador.

¿Es posible obtener resultados espirituales desarrollando actos físicos?

Todo lo que hace el hombre, lo hace porque quiere. La roca, que no tiene movimiento, también quiere mantener su condición. La planta quiere crecer. Extraña la Luz y crece hacia ella.

El deseo del hombre está siempre expresado por cierto acto. Esto es porque cualquier movimiento que un animal haga, es exactamente el movimiento que debe ser hecho.

Aunque cada deseo es expresado en el exterior, el hombre no siempre es consciente de sus deseos. Desde fuera, uno no puede entender el propósito de los actos del otro. Por esto la ciencia que estudia las intenciones es llamada "La sabiduría de lo oculto", porque nadie sabe lo que está en el interior de tu corazón, a menudo incluso ni tú mismo. Pero como siempre la forma exterior indica el deseo interior.

Nosotros no estamos todavía en los mundos espirituales y no podemos unir otras almas a nuestra pantalla. Mientras tanto, nuestro trabajo se mantiene en el nivel de este mundo, desplegando la sabiduría de la Cabalá. Este acto es totalmente espiritual. A través de él, uno ayuda a otros a unir su camino a través de actos físicos; uno ayuda a la apertura de la espiritualidad en este mundo.

 

Llegó el momento de actuar

(Extraído de Matan Torá) Rabino Yehuda Ashlag

Hace ya mucho tiempo que día a día me siento con la necesidad imperiosa de escribir algo referente al alma judía y a la religión, con conocimiento de los orígenes de la Sabiduría de la Cabalá y ofrecerlo a todos en general, para que puedan conocer su contenido y entender que se trata de aspectos elevados en el mundo, con sus características verdaderas.

Antes de que fuera descubierta la imprenta en el mundo, no había entre nosotros libros falsos que trataran acerca del alma judía, porque no existía entre nosotros autor que no fuera responsable de sus palabras escritas.

Esto es por un motivo muy sencillo y es que una persona irresponsable no se encuentra entre la gente famosa. Siendo así, si por casualidad apareciera un escritor que se atreviera a escribir algo, no encontraría quien se lo editara, porque no le pagarían por su esfuerzo, que sería grande y ese escrito no llegaría al público.

También es que en esa época los que conocían el tema no tenían gran interés en escribir al respecto, porque esos temas no son necesarios para el pueblo en general. Por el contrario, tenían interés o sus razones para ocultarlo, ya que "ocultar cosas es respeto hacia D's", porque nos fue ordenado ocultar el alma de la Torá y Su servicio a seres que no la necesitan o que no son dignos de ella, para no faltarle el respecto al presentarla en vidrieras a los ojos de los que buscan grandezas. Esto es lo que nos obliga nuestro respeto a D's.

Sin embargo, desde que apareció la imprenta, y los escritores no necesitaron de quienes les copiaran sus escritos, bajaron los precios de los libros, preparando el camino a esos autores no responsables de sus actos para escribir libros de acuerdo con su voluntad, con fines de obtener ganancias y respeto, etc. Sus trabajos no fueron tomados en cuenta y sobre lo que escribían no miraban (no les importaba).

Y así empezaron a multiplicarse libros de ese tipo, sus autores no recibieron instrucción alguna o aprendizaje a través de un maestro calificado para ello (rabino), y tampoco tenían conocimiento de los libros primordiales y primeros que existían acerca del tema. Asimismo, dieron sus opiniones personales, absurdas por supuesto, y con ellas quisieron pintar el alma del judaísmo y su grandioso tesoro. Tampoco sabían que tenían que tomar precauciones. Las ideas equivocadas que escribieron pasaron a las generaciones. Solamente para satisfacer sus deseos mezquinos (lucro-respeto), pecaron e hicieron pecar a las generaciones venideras.

Finalmente, el mal olor llegó muy alto porque clavaron sus uñas en la Sabiduría de la Cabalá, sin darse cuenta que esta sabiduría esta cerrada y encerrada dentro de miles de eslabones hasta este preciso día, de manera que el que quiere investigar no comprende una palabra y menos comprende la relación que existe entre una palabra y las demás palabras.

Porque todos los libros verdaderos, que se escribieron hasta hoy, contienen solamente insinuaciones finas que rara vez son suficientes para un estudiante que comprende por sí mismo y deberá recibir explicación de boca de un sabio cabalista que está calificado para ello.

Y también "las víboras han anidado y puesto sus huevos y empollado bajo su sombra", y se han multiplicado en nuestros días ese tipo de escritores, que hacen su nombre de esta manera y que dan repugnancia a quienes los miran.

Y hay de ellos, que se llevaron a sí mismos hasta la cima de la montaña y se consideran importantes entre la generación. Se consideran sabios que pueden explicar los libros primeros y verdaderos, aconsejando qué libros conviene leer y de qué libros no conviene leer porque están llenos de falsedades, ¡Jalila! Esto despierta enojo, porque hasta ahora la explicación estaba en boca de uno de los diez grandes sabios de cada generación, de quien no sabe se abusa.

Por ello, el conocimiento del público respecto al tema está confundido. Además, se creó una atmósfera de falta de responsabilidad y cada uno piensa para sí mismo que es suficiente una hora libre para investigar asuntos tan elevados y sublimes, y pasan volando sobre el mundo de esta sabiduría como un ángel, y sacan sus propias conclusiones de acuerdo a su propio espíritu.

Y estos son los motivos que me han llevado a decidir que "llegó el momento de actuar para H" y salvar lo que todavía puede ser salvado. Tomé a mi cargo descubrir parte de la sabiduría y entregarla al pueblo.

 

Temas selectos de Cabalá

La plegaria

La plegaria es el trabajo del corazón. Ésta expresa los deseos que vienen del corazón. Pero el hombre no tiene poder sobre esos deseos por sí mismo. Él ha sido creado de tal manera que nunca sabe realmente qué buscar o cuáles son sus verdaderas intenciones; por lo tanto, también la naturaleza esencial de sus plegarias es inalcanzable. Por el contrario, todo lo que es expresado en el libro de plegarias, es lo que el hombre debe aprender a querer. Si el hombre trabaja en sí mismo para dirigir y controlar sus deseos y pensamientos, alcanzará el nivel de deseos y ruegos de los autores del libro de plegarias, los miembros de la Gran Asamblea (quienes escribieron el libro de plegarias judío hace dos mil años durante un largo exilio.)

Para que una persona haga concordar de forma armoniosa sus deseos con los de los autores del libro de plegarias, son requeridos algunos pasos preliminares: debemos entender la naturaleza del mal y lo que esto trae consigo. El hombre está esencialmente inclinado al egoísmo, debe entender que éste es la fuente del mal. Debe entenderlo y sentirlo de la manera más intensa posible en la parte más profunda de su alma. 

 

La evolución de las almas

Todo es alcanzado por comparación. Al comparar los atributos del Creador con los nuestros, nos damos cuenta de Su poder y de nuestra bajeza. Uno necesita estar de ese modo al tanto de Su magnificencia y Su omnipotencia. La fe significa sentir al Creador y Su Presencia.

Todas las almas pasan a través de los siguientes estados:

1. La fase que precede su descenso a nuestro mundo.

2. La fase durante la cual son dotadas con cierta deficiencia llamada egoísmo. Esto es lo que las almas perciben como la encarnación física.

3. La fase durante la cual las almas se perciben a sí mismas y al universo espiritual completo después de la consumación final.

La fase que precede al descenso inicial del alma es llamada Olam Ein Sof, , "el Mundo Sin Fin", donde las almas reciben sin límite la Luz del Creador. Después, el alma es envestida con egoísmo y desciende al Olam Ha Ze,, "este mundo", en el cual su unión al mundo espiritual es remota. Allí, el alma no siente más al Creador y no percibe más su condición previa. "Este mundo" se refiere a la percepción del momento presente, o sea, la parte de la creación del Creador que percibimos por medio de nuestros órganos sensoriales. El egoísmo es colocado dentro de los sentidos.

El siguiente nivel es alcanzado al poner bajo control los órganos sensoriales, y al ser un nivel alto, lleva a una percepción de la creación más amplia. Este nivel es sentido antes del proceso de alcanzar "el mundo por venir", el mundo que percibiremos super-sensorialmente, que es lo opuesto al "real" en el que vivimos. Cuando percibimos nuestro medio ambiente y a nosotros mismos, percibimos "este mundo". No obstante, es en el presente que empezamos a contemplar el futuro y la sensación inducida al proyectarnos al futuro, es llamada "el mundo por venir". El proceso se repite a sí mismo "el siguiente día" cuando el "mundo por venir" se convierte en "este mundo", y así sucesivamente.

Un examen atento a las escrituras de Baal HaSulam, puede ayudarnos a entender el proceso por el que atravesamos a cada momento. Por ejemplo, en lo que concierne al comportamiento espiritual del hombre, el asenso solo puede seguir "la línea central" (el comportamiento no polarizado en uno de sus extremos.) La progresión a lo largo de esta línea central, establece la condición en la cual las Escrituras (Torá)-Creador-Israel emergen en una sola cosa. 

 

El trabajo de la Torá

El Creador es la fuente que el hombre anhela. La Torá es la Luz que llena al hombre en el momento presente. Israel es el hombre en sí mismo, esto es, su deseo de unión con el Creador. ¿Cómo pueden esos conceptos totalmente independientes ser idénticos? La meta de la Creación consiste en crear al hombre en este mundo de forma que él pueda adherirse al Creador mientras aún vive en su cuerpo físico. El hombre asciende y cruza los mundos espirituales para alcanzar al Creador. Para ser más exactos, los mundos espirituales penetran en él a tal extremo que él y el Creador se vuelven idénticos. Esto es lo que significa la unión con el Creador. Uno ama al Creador, sigue Sus caminos y observa Sus mandamientos. A este nivel, todas las cualidades del hombre, sus deseos y sus atributos, se han hecho idénticos a los del Creador. La Torá se da al hombre de tal forma que él pueda acceder a este perfecto y eterno nivel y alcanzar el propósito de la Creación. La Torá solo puede ser dada al hombre después de su descenso a este mundo, donde él es dotado de un cuerpo físico con egoísmo. Los ángeles no pueden recibir la Torá  porque entre todas las criaturas sólo el hombre posee absoluto egoísmo. Si el hombre escoge el camino de la Torá, puede neutralizar su cuerpo egoísta y sus deseos, de tal forma que estos no actúen como un obstáculo entre él y el Creador. El hombre y el Creador se unen. Esta unión es un salto atrás al "Estado de la Procreación", anterior al descenso del alma a este mundo, antes de que el alma sea "incapacitada" por el egoísmo. Mas allá, al corregir su egoísmo, el ser humano puede escalar los peldaños de la escalera espiritual y alcanzar el nivel del Creador. Algunas criaturas están desprovistas de egoísmo y, por lo tanto, no tienen una herramienta para progresar y se mantienen en su nivel inicial. Con excepción del hombre, se dice que todas las criaturas están "espiritualmente inanimadas y sin movimiento". Incluso los ángeles, las fuerzas divinas a través de las cuales el Creador gobierna la Creación, no son independientes de la "fuerza-deseo", sino sólo ejecutores de Su voluntad. El hombre, al transformar sus muy desarrollados deseos egoístas, puede llegar a ser igual al Creador.

El alma es una parte del Creador localizada en el hombre, quien nace con una envoltura de egoísmo y sin poder  percibir ni al Creador ni lo espiritual. El egoísmo penetra sus órganos sensoriales que poseen cualidades opuestas a la espiritualidad. Cuando el hombre transforma su egoísmo en altruismo removiendo su cubierta de egoísmo, empieza a percibir la esencia de la Creación en tal forma que nada lo separa del Creador. A este nivel los tres puntos arriba mencionados se unen. Nuestra tarea es remover, con la ayuda de la Torá, todos los obstáculos entre el alma y el Creador. De todos los estudios de la Torá, la Cabalá es el más eficaz, porque infiere en el hombre un rayo de Luz de la más alta intensidad mientras la estudia.

 

Egoísmo

No hay algo semejante al movimiento de un mundo al otro en el "espacio" espiritual. Sólo hay estados interiores, que nos habilitan para percibir nuestra envoltura interna. Es al Creador a Quien nosotros percibimos, pero esta percepción está nublada por pantallas que representan las diferentes manifestaciones de nuestro egoísmo. La percepción del Creador (Creación y espacio), es progresivamente revelada cuando los obstáculos son suprimidos, pero nosotros no nos damos cuenta de eso.  Las porciones de egoísmo que removemos corresponden a los niveles de la escalera espiritual o a los mundos que ascendemos.

Los mundos no son nada más que grados de percepción que tenemos del Creador. El egoísmo que separa nuestra percepción del verdadero conocimiento puede ser encontrado solamente en el hombre. Esto no sucede con el Creador porque la perfección y apertura define su relación con el hombre. La ausencia del Creador sólo es sentida por la persona que esconde los mundos de sí misma, como si se estuviera escondiéndose detrás de los velos de su propio egoísmo. La remoción del egoísmo no ocurre a la primera.

Al principio, el Creador concede al hombre períodos de tiempo correspondientes a vidas en este mundo, como una oportunidad para elevarse a sí mismo en forma espiritual. El ser humano es el maestro del proceso entero. Durante cada una de sus vidas consecutivas, la persona debe remover cierta parte de su naturaleza egoísta y acercarse más al Creador. El hombre repetirá de nuevo una vida mientras no se corrija a sí mismo. La corrección significa que sus deseos llamados "cuerpo" en Cabalá, no formarán más una barrera entre él y el Creador. Cuando esto ocurre, los atributos del ser humano lo vincularán al Creador sin importar el mundo en el cual el hombre se encuentre.

El abandono de la cubierta egoísta  es llamada "la muerte terrestre" y nos guía a renacer en nuestro mundo. Las partes corregidas del egoísmo del alma emergen y una clase de "redistribución" toma lugar. Esto es porque todas las almas son una sola creación y todas las envolturas o cubiertas son puro egoísmo.  La corrección del alma original se hizo posible al dividir en partes la única creación: el alma de Adán. Esas partes son almas individuales y es más fácil corregir cada fragmento que corregirlo entero.

Esto explica por qué las almas se mueven de un mundo a otro durante la corrección. Cuando la corrección se complete, todas las almas individualizadas serán de nuevo unidas dentro de un deseo primordial. El alma primordial recibirá toda la Luz del Creador revelándose Su perfección. Finalmente, sólo existe el mundo sin fin: el mundo de perfecta unión con el Creador. Fuera de ese mundo, todo lo que el hombre percibe no es sino fragmentos de la perfección infinita, del mundo sin fin.

Un fragmento del mundo sin fin es llamado Adam Kadmon, el siguiente Atzilut, luego Briá, Yetzirá y Assiá, el más pequeño fragmento del Mundo Sin Fin que corresponde a nuestro mundo. En otras palabras, el Mundo Sin Fin, tal y como nosotros lo vemos con nuestros sentidos, se contrae hasta alcanzar el tamaño de nuestro mundo. Cuando nuestra percepción se agranda, podemos llamar a este mundo, por ejemplo, el mundo de  Briá y así sucesivamente. Todo depende del alcance de nuestra percepción. El sujeto de nuestros estudios es solamente el hombre. Aparte del hombre y sus sensaciones sólo existe el Mundo Sin Fin. Maljut del Mundo Sin Fin debe pasar por numerosas correcciones.

Nada es creado en vano. Rabí Yehuda Ashlag (Baal HaSulam) cita el ejemplo de un pequeño insecto en la jungla que pasa toda su vida buscando comida y cuya existencia es totalmente desconocida. Aún este insecto y todas sus partes son muy importantes para el cumplimiento de la consumación final. Nada es creado en vano por el Creador y todos los eventos ocurren en armonía con la meta a la que nos acercamos. Este proceso nos concierne lo queramos o no, lo entendamos o lo ignoremos por completo. Todo progresa hacia el cumplimiento de la corrección como fue planeado por el Creador, hacia su completa revelación a todas las criaturas en este mundo.

Las diferentes partes de Maljut del Mundo Sin Fin, difieren en la intensidad de sus deseos. Corresponden en nuestro mundo a las partes del reino natural (mineral, vegetal, animal, humano). De manera similar, la humanidad esta compuesta de muchos tipos de personas. Entonces, ¿por qué  nosotros estudiamos al hombre tan cercanamente y no estudiamos, por ejemplo, la corrección espiritual que las piedras necesitan alcanzar? ¿Acaso no han sido colocadas en nuestro mundo para alcanzar el propósito de la Creación?

El hombre se sitúa aparte. La corrección de la Naturaleza depende de la corrección humana. Trabajando en sí mismo el hombre "anima" a la Naturaleza a ayudarse para alcanzar el estado de completa corrección. No obstante, todos los hombres no han recibido la Torá de nuestro mundo de la misma forma: la gente del mundo ha recibido 7 mandamientos, los judíos 613. Esos mandamientos son también observados en diferentes formas, dependiendo del número de correcciones que un alma debe completar cuando llega a este mundo. Haber nacido en la nación de los judíos no garantiza privilegios específicos. Los judíos tienen más correcciones que cumplir con relación a los demás.  

 

Preceptos y espiritualidad

Los individuos necesitan observar mitzvot (preceptos) de acuerdo a su naturaleza. No obstante, esto no depende de su deseo de estar cerca del Creador; muchos creyentes y no creyentes nunca se preguntan a sí mismos nada acerca del Creador, o el propósito de la Creación, o sobre las correcciones y así sucesivamente. Estos hombres simplemente no han recibido de arriba el deseo de transformarse a sí mismos y  cumplen mecánicamente lo que la tradición les ha enseñado. Son esos gestos mecánicos los que diferencian al hombre, a las naciones, al marido y la esposa, los niños y los adultos. Es claro que un hombre que desea elevarse a sí mismo espiritualmente, ha recibido esta aspiración del Creador. Él, entonces, será diferente a otro hombre que no ha recibido la misma aspiración desde arriba. Por lo tanto, la persona no debe ser distinguida por su apariencia, raza o género. Si estudia o no la Cabalá no es el problema. Quienes la estudian son simplemente los que han recibido la llamada de arriba y expresan el deseo de estudiarla. Entre las mujeres hay también ejemplos, como el de las profetisas Debora y Hulda que también fueron cabalistas.

Los ángeles son como robots que cumplen ciertas tareas en el mundo espiritual, nada más "mueven" cosas de un lugar a "otro". Ellos no pueden crecer espiritualmente o moverse a través de varios niveles espirituales como los seres humanos. Son las fuerzas espirituales actuando en cada nivel espiritual.

Los grados de profecía resultan de los esfuerzos personales. En nuestro mundo sólo existe el Creador, el hombre y el camino que lleva al Creador, al cual se le llama Torá. El medio ambiente del ser humano (sociedad, familia, amigos), son sólo capas que lo separan del Creador y por medio de las cuales él nos influencia. El hombre es puesto en frecuentes situaciones complejas e insoportables, algunas veces llevándolo al sufrimiento y  a la decepción.

 

¿Cómo llegamos a este mundo?

El Creador remueve de sí mismo una pequeña parte (por decirlo de alguna manera) e implanta en ella egoísmo. Este egoísmo "universal" entonces se rompe en pequeñas partes egoístas. Más tarde, una reintegración progresiva de esas partes causa la creación de los Mundos Superiores: Atzilut, Briá, Yetzirá, Assiá. Los "fragmentos" más puros son usados para la creación de los mundos espirituales más altos. Luego, los deseos más egoístas, precisamente el corazón de la Creación, el Maljut del Mundo Sin Fin, lleva a la creación del alma de Adam (Adán), el primer hombre. Entonces, después del pecado de Adán, de nuevo la chispa de Divinidad, atrapada en el egoísmo, se subdivide a sí misma de nuevo en pequeños y más pequeños fragmentos que forman nuestras almas.

Los principiantes que estudian Cabalá frecuentemente no perciben cómo está gobernado el mundo. Se preguntan si las acciones dependen de su elección o del Creador. Antes de que el hombre pueda iniciar un proyecto, debe estar convencido de que sus acciones tienen consecuencias. Aún después de tener éxito, "paradójicamente", debe entender que todo depende solamente del Creador. Si pensamos de esa forma, progresaremos de manera correcta.

Hay cosas que sólo se pueden sentir, no se pueden explicar. La encarnación de lo espiritual en lo material es difícil de describirse en palabras. La ciencia moderna puede justificarse a sí misma, pero ¿cómo puede ser explicado el proceso por el cual un mundo toma la forma de otro? Las explicaciones cabalísticas sólo pueden ser posibles hasta el punto donde el alma de Adán es fragmentada. Esto no es debido a que los cabalistas no quieran aportar más explicaciones, sino porque la explicación corresponde a lo que el hombre siente y no se puede explicar.

El egoísmo es una fuerza espiritual tan poderosa, que el pensamiento en relación a deshacerse de él difícilmente cruza nuestra mente. Para conocernos a nosotros mismos necesitamos vernos desde afuera, para sentir algo diferente a nosotros mismos, para compararnos con algo fuera de nosotros. Los objetos que nos rodean son percibidos porque están hechos del mismo egoísmo, de lo contrario, permanecerían invisibles. El egoísmo toma muchas formas, la más restringida es en la que sólo se percibe a sí mismo y corresponde a la percepción que el hombre tiene en nuestro mundo. Somos tan egoístas que solamente nos podemos percibir a nosotros mismos.

Cuando "crecemos" un poco, nuestro egoísmo llega más allá de los límites de nuestro mundo y empezamos a percibir al Creador. El egoísmo se vuelve espiritual, con lo cual nuestro deseo no se basa más en el placer físico y mundano sino en el disfrute espiritual traído por la Luz del Creador.

El hombre es animado sólo por los deseos conscientes e inconscientes. Nuestra razón nos ha sido otorgada para ayudarnos a tener sentido y alcanzar todos nuestros deseos, por consiguiente, el hombre no puede elevarse más arriba de sus deseos. Motivado por sus deseos y emociones, el hombre dirige primero el curso de sus acciones y sólo después de elegirlas se hace consciente de ellas por su finalidad.

¿Cómo se vuelve en verdad consciente de un evento que sucede? En reacción a las acciones del hombre el Creador manifiesta por grados Su majestuosidad, para darle al hombre una mayor conciencia retrospectiva de las consecuencias de sus acciones. Incluso el recordar nuestra forma de actuar depende del Creador. Él nos enseña el significado de nuestras acciones respondiéndonos, dándonos placer o sufrimiento, de acuerdo a nuestro mérito o culpa.

Nuestra educación es, por lo tanto, un proceso que se desarrolla cada segundo, pero no puede hacer que nos corrijamos a nosotros mismos de ninguna forma. Sólo debemos estar conscientes de nuestro egoísmo y de cómo nos encontramos impotentes cuando lo confrontamos: el Creador busca todo lo que no sea parte de esta conciencia. A medida que el hombre avance en el camino espiritual, logrará moderar más su propia autoestima y entenderá más su verdadera naturaleza. En la medida en que el Creador se revele a sí mismo, el hombre se dará cuenta gradualmente de lo que es en realidad con respecto al Creador. Cuando sabemos esto progresamos en el camino espiritual.

Imaginemos a una persona que ha alcanzado el 99% de su corrección. El remanente 1% que no ha sido corregido, parece mucho mayor que el 99% previo: la "pequeña paja en el ojo" parece enorme. Nuestras acciones y nuestro estudio nos habilitan para estar conscientes del Creador y de nosotros mismos. Cuando el hombre se da cuenta de su absoluta insignificancia se desespera, no ve al Creador, y el mundo entero le parece oscuro. Si mientras se encuentra en este estado oscuro la persona tiene en mente que la fuente espiritual de todo no es más que el Creador -a quien él puede pedir cosas y de quien depende todo-, estará  conciente de su lazo espiritual con Él y, entonces, dejará de desesperarse. Entenderá que esas aparentes condiciones negativas son enviadas en forma temporal desde arriba y que son inevitables.

La forma por medio de la cual nos conectamos nosotros mismos con el Creador no le interesa a Él. Lo más importante para el hombre es entender que Él existe. El Creador envía los deseos  para que podamos reaccionar a Él y crecer espiritualmente.

 

Mandamientos con intención

Yo no me hago entender a mí mismo y ese es mi problema. Cuando uno hace énfasis en el desarrollo espiritual interior, la observación mecánica no se echa a andar, simplemente no es evocada. La atención es puesta en la intención detrás del mandamiento, no en su observación física. Una tercera parte puede concluir que la observación física es ignorada. Se dice que: "Un mandamiento sin intención es como un cuerpo sin alma" (mitsvah bli kavaná keguf bli neshamá, en hebreo). La diferencia entre los cabalistas y los creyentes, los no creyentes, los judíos, los gentiles, radica en el hecho de que los cabalistas quieren desarrollar la intención localizada dentro de las acciones físicas; es decir, no contemplan las acciones físicas como tales. La forma de observar los mandamientos concierne a la Torá revelada (convencional).

Está escrito en el Código de Ley Judío Shulján Aruj que las  leyes descritas en éste código deben ser seguidas por todos, son fácilmente entendibles y no requieren de ningún prerrequisito.

La intención localizada en el cumplimiento de los preceptos no tiene importancia y los mandamientos no transforman al hombre o lo obligan al crecimiento espiritual. Esos mandamientos pueden ser cumplidos repetidamente por un individuo, sin modificar a la persona egoísta que era cuando se transformó en observante de ellos.

Usualmente la observancia de la ley es cuestión de educación. A uno no se le pregunta si la quiere observar o si escoge ser libre de actuar de cierta forma. Uno es educado desde la cuna y nuestro comportamiento está condicionado por hábitos, y esos hábitos son llamados guirsa de yankuta. Promesas de todas las bendiciones de este mundo y del mundo por venir refuerzan esos hábitos. Como el hombre es egoísta, disfruta y acepta esas promesas, e incluso muchas situaciones son resueltas por él mucho mejor que por la gente ordinaria que no sigue los mandamientos.

 

Tiempos modernos

Hoy en día, debido a que las almas espirituales "maduras" descienden a nuestro mundo, la educación, de la que hemos hablado antes, se vuelve insuficiente. El hombre necesita dejar que su intención sea modificada para igualar sus deseos. La Cabalá capacita al hombre a cambiar sus intenciones egoístas por altruistas. Usando una pantalla o Masaj uno empieza a trabajar en sus deseos dirigidos hacia sí mismo, con la intención de dirigirlos hacia el Creador.

El proceso de corrección del egoísmo es llamado "la observación espiritual de los mandamientos". El hombre es dotado con deseos para que él pueda desarrollar su intención de usarlos "tornados hacia el Creador". Esos deseos no eran de él desde mucho antes porque no tenía la capacidad de crear una pantalla o Masaj. Son deseos nuevos, de naturaleza espiritual, lo que significa que corresponden al deseo de regocijo en la Divina Presencia. Son cultivados en un hombre capaz de construir una pantalla contra los deseos egoístas (llamados Klipot o "deseos impuros") para regocijarse en el Creador. En esta etapa el hombre se ha sobrepuesto a los deseos mundanos como el sexo, riqueza, fama, poder y ahora ansía más placeres espirituales.

Existen 613 deseos impuros. Estos nacen en el hombre y van del más fácil al más difícil de corregir. Cuando el hombre adquiere una pantalla en contra de sólo recibir para sí mismo Klipá, se recibe una intención "tornada hacia el Creador" (Kedushá.) Los deseos corregidos en uno pueden entonces recibir la "Luz" espiritual, con la cual es posible sentir al Creador, trayéndonos la alegría de tener equivalencia de forma con Él.

La corrección de los deseos se corresponde con lo conocido como "la observancia de los mandamientos". La Luz espiritual recibida, es la percepción del Creador, y se corresponde con la Torá. Está claro que la observación física de los mandamientos difiere de la espiritual. No obstante, la observación interior espiritual no previene o cancela a la física, esto es precisamente debido a que quien observa los mandamientos, vive en ambos mundos y puede reconciliar dentro de uno mismo los dos modos de observación.

De lo anterior resulta que la observancia física de un código de leyes no afecta los mundos espirituales; esto es a lo que se refiere la oración "un mandamiento sin intención es como un cuerpo sin alma" (espiritualmente muerto). Un mandamiento no puede ser inspirado por una intención Lishmá  cuando los gestos correspondientes no se refieren a la observancia espiritual. Un hombre puede estar sin manos y aun así observar todos los mandamientos espirituales que requieren "manos espirituales": por ejemplo, los deseos espirituales.

Nuestra alma es referida como un cuerpo, Partzuf, y está compuesta de 613 partes, correspondientes a los atributos de nuestro cuerpo biológico. Cada una de las 613 partes de este "cuerpo" espiritual, este Partzuf, corresponde a un deseo específico. El Partzuf se divide a sí mismo en dos partes, dos tipos de deseos: los deseos que corresponden a dar sin restricción (lehashpia al menat lehashpia, en hebreo) y los que corresponden al deseo de recibir sin restricción, pero no para nuestra propia satisfacción (lekabel al menat lehashpia, en hebreo). 

 

División de deseos

Los 613 deseos del alma están divididos en 248 deseos positivos, a través de los cuales el hombre puede alcanzar una intención Lishmá y 365 deseos negativos, que el hombre no puede usar en orden de ganar una intención Lishmá. La diferencia entre los dos tipos de deseos no tiene nada que ver con la intención. En ambos casos la intención es natural y exclusivamente "tornada hacia el Creador". La diferencia radica en el poder del deseo en sí mismo: si el deseo es débil, no despertará placer intenso.

 No obstante, este deseo lo capacita a uno para sentir la unión con el Creador. El placer sentido es llamado el placer de dar sin restricción, es decir, el deseo de satisfacer al Creador porque sólo es posible satisfacerlo al recibir de Él. Pero debido a que este deseo no puede ser sentido con suficiente intensidad, él no puede dar verdaderamente al Creador. Este deseo existe solamente en el nivel de equivalencia de forma con Él.

Todos los deseos nacidos en el hombre son egoístas. Esto significa el deseo de recibir sólo para nuestro propio placer. Únicamente la intención "tornada hacia el Creador" transformará aquel deseo en un deseo altruista, por lo tanto, la diferencia radica solamente en el propósito. Eso es lo que hace a la Cabalá muy importante, porque nos ayuda a transformar nuestra intención.

La intención "tornada hacia el Creador" es llamada "pantalla" porque previene de "recibir para uno mismo" y genera, justamente, que la intención sea "tornada hacia el Creador".

 

Nacimiento del alma

Esta transformación es llamada "el nacimiento" del alma, por que el alma corresponde a los deseos vueltos hacia el Creador. Cuando esta fase toma lugar, se revela el alma del hombre. La intención de este nuevo deseo es ayudar a la persona a  sentir al Creador. Este deseo de recibir placer acoplado con la intención "tornada hacia el Creador", lo llena a sí mismo con Su presencia, Dicha Espiritual y Luz (todos estos son sinónimos de la misma sensación). Las intenciones correctas aparecen progresivamente a lo largo del tiempo con el estudio de la Cabalá. Esta es la ciencia de la intención (Kavaná) y capacita el corazón del hombre para anhelar la espiritualidad. Si el hombre estudia Cabalá  pero no puede experimentar un cambio altruista en su intención mientras está estudiando, se dice que está en el período Lo Lishmá, durante el cual no hay orientación hacia el Creador. En esta etapa el hombre aún trabaja para sí mismo y pertenece a sus deseos egoístas, a nuestro mundo. Este es el nivel que precede a cruzar el Majsom (barrera).

Si el hombre no se preocupa por la transformación de su intención,  está en el nivel Lo Lishmá. Los actos que él hace no tienen vida, no obstante, todos los seres deben eventualmente retornar al Creador. El cambio en la perspectiva también tendrá lugar para aquellos que observen los preceptos mecánicamente. Serán obligados a clarificar su relación con la vida, con su fuente, con el Creador y moverse de Lo Lishmá a Lishmá. En cualquier caso, los actos físicos son justificados, pero el hombre debe esforzarse para sobreponerse a sus límites. Esto es lo que hace a los cabalistas diferentes.

 

El Mesías: ¿Una fuerza o un hombre?

El Mesías es una fuerza espiritual, es la Luz que penetra los deseos de recibir del hombre, para corregirlos de tal forma que se conviertan en altruistas; es decir, idénticos a los del Creador. En nuestro mundo todas las fuerzas espirituales son manifestadas en vestiduras materiales.

Por ejemplo, Rabí Shimon, el ARÍ, Yehuda Ashlag, representa la fuerza espiritual radiando la Luz de la corrección. Esta fuerza aparece en nuestro mundo como un hombre, un cabalista, un profesor, el autor de un libro. Por lo tanto, el Mesías es un guía que es aceptado por la humanidad de forma progresiva. La humanidad seguirá el camino señalado por el Mesías, porque maldad y sufrimiento serán sentidos por todos y no habrá otra salida. La gente se encuentra en un nivel donde no pueden imaginar la venida del Mesías como una Luz sino sólo como una escalera humana. Sin embargo, para los cabalistas el Mesías es la fuerza espiritual de corrección (en la imagen del mundo de A'B-SA"G).


 

 

 

¿Quién soy yo?

"Abre un poco tu corazón para mí y abriré el mundo para ti"
(El Libro del Zohar)

¿Quién soy y por qué propósito existo? ¿Cómo hemos aparecido aquí y hacia adónde vamos? ¿No es posible que hayamos estado en este mundo antes? ¿Cómo podemos conocernos a nosotros mismos y conocer al universo? ¿Por qué sufre el hombre? ¿Acaso es posible evitar el sufrimiento? ¿Cómo encontrar la paz, la satisfacción y la suerte? ¿Cómo podemos lograr la tranquilidad, la plenitud y la felicidad?

Mucha gente, en cada generación, ha intentado encontrar respuestas a esas preguntas de forma persistente. El hecho de que esto ocurra de generación en generación, indica que todavía no se han encontrado respuestas satisfactorias. Estudiando la Naturaleza, el cosmos, encontramos que todo los que nos rodea existe y funciona de acuerdo a reglas estrictas e intencionadas.

Considerándonos a nosotros mismos como la culminación de la Creación natural, encontramos a la humanidad como si estuviera fuera del sistema.

Por ejemplo, al ver la manera sabia y lógica en que la Naturaleza ha creado cada parte de nuestro organismo, al ver el propósito preciso que tiene cada una de las células del cuerpo, somos incapaces de responder a la pregunta: ¿cuál es el propósito de este organismo viviente?

Todo lo que nos rodea está impregnado de la relación causa y efecto: nada se crea sin un propósito. En el mundo de los cuerpos físicos hay leyes definidas de movimiento, dinámica, rotación, etc. Una lógica similar existe en la plantas y en el Reino Animal. Pero la pregunta primordial, ¿por qué propósito existe todo esto? es decir, no sólo nosotros mismos sino también el mundo que nos rodea, todavía permanece sin respuesta ¿Existe una persona en el mundo que nunca, al menos una vez en su vida, se haya preocupado por esto?

Las teorías científicas existentes sostienen que el mundo es gobernado por leyes físicas invariables que somos incapaces de cambiar. Nuestro simple propósito cosiste en utilizar sabiamente esas leyes para vivir bien unos 70 o 120 años de nuestra vida, preparando el terreno, literal y figuradamente, para las generaciones futuras. ¿Pero, a fin de qué?

¿Evolucionó la humanidad a través de la evolución de formas simples? o ¿fue la vida traída de otros planetas? o ¿no tiene eso ninguna relevancia estas preguntas?

Hay dos fechas, nacimiento y muerte, y todo lo que ocurre entre ambas es único, por consiguiente, precioso ¿O es a la inversa? ¿es la vida nada si después de ésta hay un final, una oscuridad, un precipicio? ¿dónde está la sabia Naturaleza lógica, que todo lo observa, que nada crea en vano? o ¿existen leyes y objetivos que todavía no se han descubierto?

Nuestro estudio del mundo es en esencia el estudio de la reacción del mundo a nuestras acciones, aquello que percibimos a través de nuestros cinco sentidos: vista, oído, gusto, tacto, olfato, o por instrumentos que aumentan su alcance. Todo lo que está más allá de nuestros estudios, no lo percibimos en absoluto y no existe en lo que respecta a nosotros. Es más, todavía somos incapaces de darnos cuenta de la carencia de un sentido, de la misma forma en que no extrañamos un sexto dedo o en la forma en que es imposible explicar la vista a alguien que nació ciego. Por esta razón el hombre nunca descubre las formas ocultas de la Naturaleza mediante los métodos a su disposición.

De acuerdo a la Cabalá, el mundo espiritual existe pero no es percibido por los órganos de los sentidos; nuestro universo es una pequeña parte de este mundo ubicado en el centro, y nuestro planeta, la Tierra, es su centro interno. Este mundo de información, pensamientos y sentimientos, nos afecta a través de leyes (perceptibles) de la Naturaleza, y el azar nos pone en ciertas situaciones que determinan la forma en que actuamos.

No tenemos influencia en asuntos como el tiempo y lugar de nuestro nacimiento, o quiénes vamos a ser, a quién vamos a conocer en nuestra vida, qué consecuencias van a tener nuestras acciones.

De acuerdo a la Cabalá, hay cuatro tipos de conocimiento disponibles al hombre, los cuales debe comprender:

l. El estudio de la Creación y el desarrollo de los mundos: cómo el Creador lo ha creado, cómo el mundo espiritual y el material interaccionan: el propósito de la creación humana.

2. El funcionamiento: Estudio de la naturaleza humana, de su conexión con el mundo espiritual, conocida también como Cabalá práctica.

3.El circuito de las almas: El estudio de la naturaleza de cada alma y sus recorridos. Cómo el hombre actúa en esta vida y en las siguientes. Cuál es el propósito del descenso de un alma en un cuerpo y por qué cierto cuerpo recibe cierta alma. También trata de la historia de la humanidad como resultado de cierto orden y transferencia de las almas.

4. El gobierno: El estudio de nuestro mundo, los objetos inanimados, las plantas y los animales, su naturaleza y su rol; cómo ellos son gobernados desde el mundo espiritual. El gobierno supremo y nuestra percepción de la Naturaleza, del tiempo, del espacio. El estudio de los poderes supremos que mueven los cuerpos materiales hacia un cierto punto ¿Es posible adivinar el misterio máximo de la vida humana sin preguntarse acerca de su fuente? Cada hombre trata de reflexionar acerca de esto.

Una búsqueda del propósito y del sentido de una vida individual, así como la vida de la humanidad en perspectiva, es el asunto central de la vida espiritual del hombre. Desde la mitad del siglo XX, hemos observado un renacimiento de la orientación religiosa de la humanidad.

El progreso tecnológico y los cataclismos mundiales, que han dado nacimiento a todo tipo de teorías filosóficas sin que hayan podido darle al hombre satisfacción espiritual ¿Cómo lo explica la Cabalá?: de todos los placeres existentes nuestro mundo sólo ha recibido una pequeña chispa. Su presencia en los objetos materiales nos da placer. En otras palabras, todas las sensaciones agradables que el hombre experimenta en las diversas situaciones y que son causadas por diferentes cosas, son sólo posibles debido a la presencia de esta chispa. Es más, al pasar el tiempo, el hombre tiene que continuar buscando nuevos objetos de placer con la esperanza de experimentar placeres cada vez más grandes, sin saber que todos esos objetos no son más que las cortezas (corazas, conchas, cubiertas) y que la esencia de Ner Dakik permanece igual.

Hay dos formas de traer a la persona a la absoluta satisfacción a través de la realización de la necesidad de elevar el espíritu sobre la materia: (1) La vía de la Cabalá, (2) La vía del sufrimiento.

La primera vía es el estudio de la Cabalá, a través del cual el hombre puede liberarse poco a poco del egoísmo. La segunda vía es usual: sentir repentinamente un sentimiento de hambre espiritual y buscar una fuente de satisfacción. Solamente podemos aconsejar a los lectores el seguir la vía de la Cabalá a tiempo y no esperar por la vía del sufrimiento.

Este sitio web que en forma simple presenta los principios de la Cabalá, está basado en la obra del prominente cabalista el Rabí Ashlag (1885-1955). El Rabí Yehuda Ashlag nació en Varsovia y llegó a Israel en 1921. Escribió siete importantes libros sobre la Cabalá, incluyendo un comentario sobre la principal obra cabalística, el Zohar y dos colecciones de tratados populares sobre el tema. Su hijo mayor, el rabino Baruj Shalom Ashlag (1906-1991), continuó su obra, y quien escribe, Rav Dr. Laitman, tuvo la suerte de ser su discípulo.

 

La Cabalá como una enseñanza moderna

Percepción de la realidad circundante

 
Mucha gente no está muy  segura de que  la Cabalá pueda ser considerada  una ciencia. Incluso si es considerada como ciencia, ¿se trata de una ciencia natural como la física, la química y otras, o es similar a semi-ciencias como la filosofía y la psicología? O quizás, sea una ciencia especial que requiere de los investigadores no sólo conocimiento, sino una característica especial con la que uno no nace.

 

Nosotros consideramos  como  ciencia  una investigación de la realidad circundante que pueda ser registrada, repetida, reproducida. Del mismo modo que  investigamos el mundo con nuestros cinco sentidos y con la ayuda de dispositivos que amplían el rango de su sensibilidad, así, adquiriendo un  sexto sentido adicional (pantalla, alma), analizaremos también las alteraciones percibidas, vamos a registrarlas y resumirlas en un único todo. Estas observaciones han sido realizadas a través de muchos siglos y han sido confirmadas por miles de investigadores-cabalistas. La diferencia entre los investigadores cabalistas y los no-cabalistas radica en el hecho de que el cabalista investiga la realidad con ese  sentido adicional que  puede ser adquirido por cualquiera que lo desee.

Por otro lado, los científicos han descubierto recientemente que la imagen del mundo es completamente subjetiva y  está determinada totalmente por el observador. De ser así, todas las ciencias pueden ser definidas como el conocimiento que una persona obtiene con sus sentidos innatos, mientras que la Cabalá resulta ser una ciencia sobrenatural, porque sólo puede ser percibida una vez  que la  persona adquiere un sentido adicional.

Es ciertamente  inusual descubrir de pronto una oportunidad potencial para adquirir un sentido adicional y recibir en él  información complementaria acerca del mundo que  uno, normalmente, acostumbra a sentir con sus cinco sentidos. Sin embargo, tan pronto una persona esté dispuesta a aceptar este supuesto, todo lo demás empieza a percibirse de manera muy natural y la investigación del mundo desde este sentido adicional podrá denominarse ciencia sin lugar a dudas.

Los logros del cabalista son reales, repetibles y reproducibles tanto por él como por los demás. En realidad, todos los libros cabalistas representan los medios para sintonizar ese  sentido de percepción y describen la información percibida. Es similar a las conclusiones que elabora un físico o un químico. Cualquiera podría repetir el mismo experimento y obtener resultados similares.

Siendo esto así, podemos concluir que la Cabalá es una ciencia mucho más real que las otras, porque toma en consideración desde el principio el hecho que el entendimiento de una persona depende totalmente de sus sentidos.

Dominar un sentido que percibe la realidad circundante de acuerdo a sus propios atributos es algo absolutamente nuevo para una persona. Esto lo eleva a un nivel superior de comprensión, lo convierte en un investigador, porque al cambiar sus propiedades percibe imágenes absolutamente nuevas. Todas ellas son muy reales, y sólo el ajuste gradual de este sentido revela las diferencias entre ellas.

Debido a una comprensión equivocada de lo que sienten y logran los cabalistas, la gente, erróneamente, les atribuye :

  •         Milagros diversos, sortilegios, manipulación con fuerzas sobrenaturales;
  •         Utilización de pulseras rojas, exorcismos, agua bendita, así como prácticas de brujería.

De lo citado anteriormente vemos claramente el error de asociar la Cabalá (la ciencia de la realidad circundante) con religión, misticismo o cualquier otra esfera de acción de la actividad humana.

Aspecto Histórico de la Sabiduría de la Cabalá


La Cabalá se remonta hasta la antigua ciudad caldea de Ur (Mesopotamia). Las crónicas de ese tiempo narran la historia de un habitante de Mesopotamia llamado Abraham, que fue el primero en investigar la relación entre la percepción de la realidad circundante y el desarrollo volitivo de un sexto sentido.

El método para este tipo de desarrollo recibió el nombre de "Cabalá" y comenzó a difundirse entre los descendientes y discípulos de Abraham. Con el transcurso del tiempo el grupo creció y se convirtió en una nación de alrededor de 3 millones de personas. Dado que sólo los seguidores de este método pertenecían al grupo, difícilmente puede ser llamado una "nación". Este era un simple grupo de cabalistas que investigaban lo que percibían con el sexto sentido. En el momento en que todos sus miembros lograron una sensación adecuada del mundo con el sexto sentido, este grupo se autodenominó "pueblo de Israel".. Lo que aquí se está enunciando de manera tan normal supone una nueva forma de ver la historia de la humanidad, y sólo la inercia psicológica nos impide aceptar esta percepción de nosotros mismos y del mundo. Los miembros de este grupo cabalista desarrollaron una percepción adicional de la realidad superior en sus descendientes, los cuales la adoptaron de una manera muy natural.

Esto prosiguió hasta que el grupo entero perdió de pronto la habilidad de percibir el mundo superior. Hasta entonces, los judíos habían constituido un grupo que vivía en las sensaciones del reino espiritual. Pero, posteriormente se transformaron en una nación común. Sin embargo, dado que la existencia del grupo sólo se justificaba por el grado de percepción espiritual, dejaron de constituir un fenómeno especial en el mundo. Muy al contrario, se adoptó inmediatamente una imagen de nación dispersa entre los otros pueblos del mundo. Sin una sensación del mundo superior, este grupo no tiene ningún derecho a llamarse el "pueblo de Israel" (vivir observando las leyes del sexto sentido), donde Israel significa "Isra-El" (aspiración hacia lo espiritual). Habiendo perdido la sensación del mundo superior, en lugar de las acciones espirituales, el grupo comenzó a poner en práctica sus interpretaciones físicas.

Obligación de transmitir este método de percepción

 

De acuerdo con la ley general de la naturaleza, llegará un momento en que toda persona en este mundo tendrá que revelar  su sexto sentido y alcanzar el universo entero en él. Basándose en este propósito de la Creación, los cabalistas están obligados a:

  •         Enseñar a su propio pueblo el método de desarrollo del sexto sentido espiritual;
  •         Transmitir este método a toda la humanidad.

El incumplimiento de esta misión constituye la verdadera explicación del antisemitismo, el resentimiento que los pueblos del mundo sienten hacia lo que ellos consideran el mal comportamiento de los judíos, por no abrir a todos el método de corrección que traiga la verdad y la bondad al mundo entero. A decir verdad, el mismo pueblo judío, subconscientemente, tiene este sentimiento arraigado de responsabilidad no cumplida.

Por otro lado, podemos afirmar que en el momento en  que los judíos dejaron de percibir el mundo superior a través de la Cabalá, se produjo el surgimiento del Judaísmo como práctica masiva de rituales religiosos, seguido después del  Cristianismo y del Islam .

Precisamente porque el pueblo judío conservó cierta memoria de aquello que alcanzaron sus ancestros, lo reemplazaron con ritos y tradiciones superficiales. La idea misma de un nivel diferente de percepción del mundo ha desaparecido por completo. Los judíos dejaron de entender que sus ancestros vivieron en un nivel espiritual totalmente diferente.

El gran cabalista Baal HaSulam describe esto en una parábola acerca de una persona que vive muy lejos de su hogar olvidado hace tiempo, hasta que, por casualidad, encuentra un libro acerca de un maravilloso país lejano. A medida que va leyendo, comienza a recordar que el lugar maravilloso descrito en el libro es su patria.

Del mismo modo, todos nosotros tendremos que redescubrir la sensación del mundo superior.

 

 

El Mundo del Infinito

 

No sabemos nada sobre el Creador, excepto Su voluntad para crearnos y darnos placer. Sobre Su mecanismo, el deseo del placer no provino de nada.

La voluntad del Creador de la creación es llamada Keter (corona), ya que rodea como una corona Su voluntad para darnos placer.  La creación de Keter puede ser imaginada como una vasija (Kli) lista para recibir el placer, o la Luz del Creador (Or). Este punto de la creación es llamado Jojmá (sabiduría) y el placer que llena el Kli es llamado Or Jojmá (Luz de sabiduría).

Ya que el deseo del placer es el único deseo humano, el Creador nos dirige usándolo. En muchos países, durante los días calurosos del verano, vemos a vendedores de sandías conduciendo coches o carretillas modestas y buscando compradores ¿Por qué estos hombres trabajan tan duramente bajo el ardiente sol? El Creador les dio el deseo de llevar placer a sus familias, pero ellos también llevan placer a los demás vendiendo la jugosa fruta. Así la Luz da a la criatura no sólo el placer en sí mismo, sino también la capacidad de dar placer a los demás. Pero la criatura (Kli) rechaza tener esta capacidad. El placer de la negación voluntaria  de recibir la Luz se llama Or Jassadim. Esta etapa del desarrollo de la criatura es llamada Biná. 

Pero la vida es imposible sin la Luz (Or Jojmá). La nueva forma de la criatura (Biná) comienza a recibir una mínima porción de la Luz y de ahí es transformada en una clase nueva llamada Zeir Anpin. El posterior desarrollo de la criatura trae un deseo nuevo de disfrutar de la Luz y llega a ser un objeto nuevo: Maljut (el Reino, es decir el reino del deseo). 

A continuación, se detallan las etapas siguientes de la Creación y del desarrollo de la criatura (Kli):

 

 l. Keter: La voluntad del Creador para crear Kli y darle placer.

 2. Jojmá: Deseo de placer resultante de la Luz.

 3. Biná:. El placer no de la Luz sino de su devolución al Creador.

 4. Zeir Anpin (Z"A): Recepción de alguna porción de Or Jojmá necesaria para la vida normal.

 5. Maljut: Sintiendo la importancia de Or Jojmá, Z"A desea recibir esta Luz y así se convierte en Maljut, siendo Maljut el único y verdadero Kli (la criatura), porque desea para sí mismo recibir el placer entero del Creador. Las formas anteriores no son Kli verdadero, sino solamente las etapas de su desarrollo. La voluntad del Creador es crear el Kli al que le gustaría disfrutar de Su Luz. Maljut lleno de la Luz se llama Olam Ein Sof (el mundo sin fin). El movimiento es el deseo dado al nacer a las criaturas (Kli) próximas. El tiempo es una cadena desde la causa (el deseo primario) al efecto (el deseo secundario). Olam Ein Sof significa una vasija llena de placer sin ningún límite, es decir, el deseo insatisfecho. Esto es la condición de Kli-Maljut. Por lo tanto, desde el punto de vista del Creador, Maljut es la terminación del programa de Creación. 

El objetivo de la Creación es crear una cosa nueva, la criatura, y llenarla con un placer inmenso y absoluto. De esta forma, el Creador ha dado a la criatura un gran deseo de recibir el placer. 

"El deseo de recibir", Ratzon Lekabel (R"K) puede ser imaginado como un vasija (Kli) que tiene una capacidad proporcional de la capacidad del deseo y al placer recibido, a la cantidad de Luz que llena la vasija. La Luz que viene del Creador había existido desde antes de la Creación. Esta Luz es una naturaleza integral del Creador. En cuanto al deseo de recibir el placer, el Creador mismo no tiene, sino que lo da a las criaturas. Todos los mundos no son nada más que diferentes formas de demostrar el deseo de recibir y disfrutar de la Luz del Creador.

Siendo todos nosotros partes de Kli-Maljut, deseamos recibir alimento, calor y otros placeres, así como pequeñas porciones de Luz en nuestro mundo. Somos perfectos desde el punto de vista del Creador, pero debemos ir a través de un camino largo de mejora para sentir los mundos espirituales. 

Cada criatura tiene el único deseo de disfrutar. Así, dando un programa al hombre, cambiando cosas necesarias durante su vida, el Creador evoca ciertas acciones; pero al hombre le parece como si actuara por sí mismo, bajo su voluntad y opción. Cuando el hombre comprende la dependencia de su comportamiento sobre los deseos de su cuerpo y comienza a luchar contra su cuerpo, puede liberarse de los deseos del cuerpo y pasar al mundo espiritual, para vivir conforme a las cosas necesarias de su alma. El placer es el resultado de llenar el Kli con la Luz. Es sólo una pequeña chispa de Luz espiritual en nuestro mundo. Esta chispa, llamada ner dakik, puede ser encontrada en cosas diferentes y es por eso que estas cosas nos atraen a los placeres ocultos allí. 

La posibilidad de placer o de liberación de sufrimiento, es el único motivo poderoso para todos nuestros pensamientos y emociones. No podemos pensar o actuar de manera diferente debido a nuestra naturaleza egoísta. En cuanto a los mundos espirituales, consisten en kelim (el plural de Kli) altruistas, capaces de actuar a pesar de su naturaleza. Si un hombre comprende su propio egoísmo como un mal que no le trae nada más que sufrimiento, él puede pedir al Creador cambiar su naturaleza, por ejemplo, para darle poder de ser en realidad libre.

Todos los deseos de las criaturas, son de hecho uno: el deseo de la Luz. El Creador nos gobierna gobernando nuestros deseos. Comprendiendo la carencia de algo, el Creador nos obliga a actuar y a esforzarnos por las cosas de las que carecemos en nuestra vida. Se dice que "el amor y el hambre gobiernan el mundo". Esto significa que todas las acciones humanas están determinadas. Si el Creador no diera a la madre el placer de la lactancia, los bebés pasarían hambre. Nadie debería moverse de su lugar, si no para buscar mejores condiciones. La evolución, el progreso, la búsqueda espiritual, todo esto refleja nuestra inclinación a encontrar la satisfacción de nuestros deseos.

En cuanto a los deseos mismos, nos son dados por el Creador sobre el programa de nuestro desarrollo, que tiene su objetivo en abandonarnos al placer absoluto. La Cabalá es necesaria para la humanidad, porque está relacionada con el objetivo y el plan de la Creación, con la recompensa humana para el rescate del egoísmo. Dos poderes de desarrollo humano obligan al hombre a buscar ese objetivo: el sufrimiento del momento y el placer esperado en el futuro. Estas dos fuerzas se parecen a dos locomo-Torás que tiran de un tren sobrecargado: la primera delante del tren, y la segunda, detrás de él.

Sobre la voluntad del Creador, la humanidad finalmente llegará a la condición de la mejoría absoluta, esto significa que se desarrollará desde el egoísmo al altruismo. Y la Cabalá ayuda a cada uno de nosotros a encontrar nuestro propio camino para esta condición.

 

 

Paz en el Mundo

Todo es evaluado no de acuerdo con lo que parece en cierto momento, sino por su grado de desarrollo.

Todo lo que hay en la realidad, lo bueno, lo malo y aún lo más pernicioso en el mundo tiene derecho a existir. Esto significa que no debe ser destruido por ningún medio. Nuestra tarea es simplemente corregirlo y retornarlo a la Fuente.

Es suficiente con echar una mirada atenta al proceso de la Creación para darse cuenta de la grandeza y la perfección del acto y de Aquel que lo realiza. Por lo tanto, debemos comprender y ser sumamente cuidadosos en despreciar cualquier parte de la Creación y decir que es superflua e innecesaria. Porque es una calumnia respecto del acto de la Creación.

Sin embargo, es bien conocido que el Creador no completó la Creación en el momento de su formación. Vemos que nuestra realidad está gobernada por las leyes del desarrollo gradual, que se inicia en la etapa que precede a la concepción y continúa hasta que finaliza el crecimiento. Por este motivo no percibimos que el sabor amargo de una fruta sea un defecto en el comienzo de su crecimiento.

Lo mismo es aplicable a los otros elementos de la realidad: si algo parece malo y perjudicial, sólo significa que este elemento se encuentra en una etapa de transición en su desarrollo. Por lo tanto no tenemos derecho de definirlo como malo y desecharlo, ya que es poco sensato.

Quienes "corrigen el mundo" se equivocan.

 

Esta conclusión nos permite  entender que las personas que han tratado de "corregir el mundo" en cada generación, perciben erróneamente al hombre como una máquina que no funciona de manera apropiada y requiere una mejora, es decir, reemplazar las partes defectuosas por otras mejores.

Todos sus esfuerzos estuvieron enfocados a destruir el mal que existe en la raza humana. A decir verdad, si el Creador no se hubiera opuesto a ellos, seguramente habrían tenido éxito en "cernir a la Humanidad a través de un cernidor" y dejar en ella sólo lo bueno y útil.

Sin embargo, el Creador tiene el máximo cuidado con cada partícula diminuta de Su Creación, impidiendo que alguien destruya algo en Su dominio. De acuerdo con esto, todos los "correctores" desaparecerán, mientras  que el mal permanecerá en el mundo. Éste existe y cuenta las etapas en el desarrollo de cada elemento de la Creación hasta que alcanza su estado final.

Entonces las malas propiedades se convertirán en buenas y útiles, de la forma que el Creador las concibió inicialmente. Esto se asemeja a una fruta colgando de la rama del árbol durante días y meses, hasta que  madura para que cada persona descubra su sabor y su fragancia.

Acelerando la corrección de la naturaleza

 

Sin embargo, la mencionada ley de desarrollo se extiende a toda la realidad y garantiza la transformación de todos los actos malos en buenos y útiles sin preguntar la opinión de la gente. Al mismo tiempo, el Creador dotó al hombre con poder y le permitió controlar esta ley acelerando el proceso de desarrollo por  su propia voluntad, libremente y sin importar que el tiempo fluya.

Se desprende que  hay dos clases de poder actuando en el proceso antes mencionado:

El "Poder Celestial" que garantiza que todo lo malo y dañino se convierta en bueno y útil. Sin embargo, esto ocurrirá "a su debido tiempo", en forma lenta y dolorosa, ya que el "objeto en desarrollo" atraviesa terribles sufrimientos, aplastado implacablemente por la aplanadora de la evolución.

El "Poder Terrenal" que representa a las personas, que tomaron el control sobre la mencionada ley de desarrollo, que pueden liberarse de las ataduras del tiempo. Estas aceleran en forma considerable el proceso para alcanzar la etapa final. En otras palabras, completan su propia evolución y corrección.

Si lo merecen, serán capaces de tomar la ley de desarrollo en sus propias manos. Esta ley está destinada a transformar sus propiedades negativas en otras positivas. Esto significa que deben empezar a trabajar con sus propiedades negativas y corregirlas. Esto los liberará de los límites del tiempo, y el logro del más alto nivel de desarrollo sólo dependerá de su propio deseo, es decir, de la calidad de sus acciones y pensamientos.  De esta manera acelerarán el proceso para alcanzar la etapa final.

Aún si no merecen controlar el desarrollo de sus propiedades negativas y las dejan en manos de la Providencia, la corrección final y la redención todavía  les están garantizadas. En este caso el proceso será completado a término y condicionado al tiempo.

De acuerdo con la ley del desarrollo gradual, el proceso de  corrección debe incluir muchos niveles diferentes. Es un proceso lento,  difícil y sumamente largo. Debido a que los "objetos en desarrollo" en cuestión viven y sienten, en consecuencia, mientras avanzan a través de las etapas son obligados a experimentar sufrimientos enormes y horribles. El poder que  compele a la persona a pasar de un nivel al siguiente es nada más que la fuerza de la angustia y el dolor. Los sufrimientos se acumulan en el nivel inferior y llegan a un grado tan insoportable que la persona es obligada a  abandonarlo y elevarse hasta el nivel superior.

Tal es el final garantizado basado en la ley del desarrollo gradual y el desarrollo dependiente del tiempo, "a su debido tiempo".  El completamiento del proceso es inevitable, porque la persona está destinada a tomar el desarrollo de sus propiedades en sus propias manos (esto es llamado "Me apuraré").

El bien y el mal son evaluados de acuerdo con las acciones de un individuo  respecto de la sociedad.

 

Antes de empezar a investigar la corrección del mal en la raza humana, debemos determinar primero el valor de nociones abstractas tales  como "bien" y "mal". En otras palabras, mientras analizamos las acciones o propiedades de bien y mal, debemos aclarar con respecto a quiénes pueden ser considerados como tales. Comprender que se debe conocer el valor relativo de lo particular en comparación con el todo, es decir, del individuo con respecto a la sociedad en la que vive y de la cual recibe tanto el sustento material como espiritual.

La realidad demuestra claramente que un individuo no tiene derecho a existir si se aísla de la sociedad, que le serviría y satisfaría sus necesidades. De esto sigue que el hombre fue inicialmente creado para vivir dentro de una sociedad. Cada individuo es como un pequeño engranaje dentro de un mecanismo. Ningún engranaje individual tiene libertad de movimiento. Está implicado en el movimiento general de todos los engranajes en una cierta dirección para que todo el mecanismo pueda completar la tarea asignada. Si uno de los engranajes se rompe, no es considerado como el daño de un engranaje particular. Es estimado desde el punto de vista de su rol en el mecanismo total.

De manera similar, el valor de cada individuo en la sociedad está determinado no por lo bueno que es en sí mismo, sino en  la medida de su contribución a la sociedad como un todo. Y viceversa, no evaluamos el grado de mal de cada individuo. En cambio estimamos el daño que causa a su sociedad.

Resulta claro como el mediodía, tanto desde el punto de vista de la verdad como de la bondad, porque el todo contiene sólo aquello que está presente  en lo particular y el beneficio de la sociedad es el beneficio de cada individuo. Quien causa daño a la sociedad se daña a sí mismo. Quien beneficia a la sociedad recibe su parte, ya que lo particular siempre forma parte de la totalidad. El valor del todo es la suma total de sus partes.

De esto se desprende que la sociedad y el individuo son uno y lo mismo. No hay nada negativo en el hecho de que un individuo esté subordinado a la sociedad, porque  la libertad del individuo y la de la sociedad son una misma cosa. Las propiedades y acciones del bien o el mal únicamente son estimadas de acuerdo con su utilidad a la sociedad.

Huelga decir que lo mencionado anteriormente sólo se refiere a los individuos que cumplen con su deber en la sociedad, reciben mucho más de lo que necesitan y no se apropian de la parte de sus compañeros. Sin embargo, si ciertos miembros de la sociedad actúan en forma diferente, causan daño tanto a la sociedad como a sí mismos.

Todo lo mencionado anteriormente sólo subraya el punto débil que requiere corrección. De esta manera cada uno puede comprender que su beneficio personal y el beneficio de la sociedad son la misma cosa y de esta manera el mundo alcanzará su corrección completa. 

Cuatro categorías: la Misericordia, la Verdad, la Justicia y la Paz con respecto al individuo y a la sociedad

 

Ahora que hemos descubierto el significado verdadero de la bondad, debemos examinar de cerca los medios a nuestra disposición para alcanzar más rápidamente la felicidad.

Tenemos a nuestra disposición cuatro categorías para lograr este fin: la Misericordia, la Verdad, la Justicia y la Paz. Todos aquellos que han tratado de corregir el mundo utilizaron estas categorías. Mejor dicho, la Humanidad se ha desarrollado hasta hoy dentro de estas cuatro categorías,  la Providencia Divina ha conducido a las personas a su estado actual.

Como hemos dicho anteriormente, posiblemente lo mejor que podemos hacer sea tomar la ley del desarrollo bajo nuestro control. Nos liberaremos entonces de los sufrimientos que la historia nos depara para nuestro futuro.

De acuerdo con esto, vamos a investigar y analizar estas cuatro categorías para comprender qué nos han proporcionado hasta ahora y hallar en consecuencia qué ayuda  podemos recibir de ellas en el futuro.

Dificultades prácticas para establecer la "verdad"

 

Cuando revisamos "teóricamente" las propiedades positivas, naturalmente no tenemos nada mejor que la "Verdad". La Bondad, que  hemos definido anteriormente, toma en consideración la interdependencia entre el individuo y la sociedad,  cuando uno otorga y funciona apropiadamente dentro de ésta, recibe su parte correspondiente,  no es nada más que "Verdad". Está siempre en demanda, porque en la práctica esta cualidad no es aceptada por la sociedad. En la práctica esta falta de Verdad está predeterminada por esta. Hay cierta imperfección o factor, que impide a la sociedad aceptarla, y debemos descubrir cuál es. Si investigamos profundamente el significado práctico de la Verdad, descubriremos sin duda que es oscuro y sumamente difícil de visualizar.

La verdad nos obliga a equiparar a todos los individuos en la sociedad, para que cada uno reciba su parte de acuerdo con su esfuerzo, nada más ni nada menos. Ésta es la única base legítima que no plantea ninguna duda. Obviamente, las acciones de la persona que quiere beneficiarse con el esfuerzo de otra contradicen tanto el sentido común como la categoría de la Verdad.

¿Pero cómo podemos imaginar y comprender esta categoría para que sea aceptada por la sociedad? Por ejemplo, si obligamos a que todo el mundo trabaje igual  número de horas, la categoría de Verdad todavía permanecería oculta de nosotros. Además, descubriremos la mentira manifiesta respecto del estado físico y moral del trabajador.

Muy naturalmente, todos nosotros no podemos trabajar equitativamente. Siempre habrá alguien, que debido a su debilidad realiza en una hora un esfuerzo mayor que su compañero en dos horas o más.

También existe un problema psicológico, porque la persona lenta emplea más energía en una hora que aquella otra que trabaja durante dos horas. Desde el punto de vista de la Verdad absoluta no podemos obligar a una parte de la sociedad a trabajar para proveer las necesidades vitales más que a la otra.

En la práctica sucede que los miembros fuertes y emprendedores de la sociedad se benefician de los esfuerzos de otras personas y por lo tanto los explotan con mala intención, lo cual indudablemente contradice la categoría de la Verdad. Comparado con los miembros débiles y lentos de la sociedad, ellos mismos hacen muy poco esfuerzo.

Si tenemos en cuenta el derecho natural de "seguir a la mayoría", veremos que esa clase de Verdad basada en el número real de horas de trabajo es completamente irreal e imposible de implementar. La voluntad débil y lenta siempre representa la mayor parte de la sociedad y nunca permitirá que la minoría poderosa e industriosa disfrute de los frutos de su trabajo.

Entonces resulta claro que el principio basado en los esfuerzos individuales es totalmente impracticable. Se desprende que la categoría de la Verdad no puede ser el factor clave que determine el desarrollo del individuo y de la sociedad. Éste carece de algo que pueda proveer las condiciones de vida en el mundo totalmente corregido.

Más aún, nos encontramos con dificultades incluso más grandes viendo que no hay Verdad más clara que en la naturaleza. Cada persona muy naturalmente siente que es la única regla en el mundo del Creador. Está muy seguro de que todo y todos fueron creados con el único propósito de hacer le la vida más fácil y más cómoda. Por eso no siente obligación de dar algo a cambio.

Francamente hablando, la naturaleza de dada uno es usar la vida de todas las criaturas del mundo para el propio beneficio. Todo lo que la persona  le da a su vecino solo es realizado forzadamente, bajo coacción. Pero aún así obtiene ventaja de  su prójimo. Simplemente recurre a la astucia para que otra persona lo deje obtener lo que quiere.

Esto quiere decir que la naturaleza de cada rama está estrechamente relacionada con su raíz. Debido a que el alma del hombre emana del Creador Uno y Único, la persona siente que todas las criaturas del mundo fueron creadas para servirlo y deben someterse a su regla. Esta ley es indisputable e inviolable.

Las personas sólo difieren por las elecciones que realizan. Unos deciden usar la Creación para recibir los placeres más básicos, otros anhelan el poder y los terceros buscan honor y respeto. Además, a menos que les costara mucho, todos estarían de acuerdo en usar el mundo para conseguir todo eso junto: la riqueza, el poder y el reconocimiento. Sin embargo, la persona es forzada a realizar su elección de acuerdo con sus habilidades.

Esta ley puede ser llamada la "ley de la singularidad"; está grabada en el corazón del hombre. Posiblemente nadie puede escapar de su influencia; todos reciben su parte, el grande de acuerdo con su grandeza, el pequeño de acuerdo con su pequeñez. Esta ley no es ni buena ni mala; representa la realidad de la naturaleza y tiene derecho de existir como cualquier otra parte de la Creación. No existe la mínima esperanza de revocar o aún mitigarla ligeramente, ya que no hay chance de destruir la totalidad de la raza humana. De acuerdo con esto, no actuaremos contra nuestra conciencia diciendo que esta ley representa  la "verdad absoluta".

¿Cómo podemos convencer a un individuo prometiéndole  absoluta igualdad entre todos los miembros de la sociedad, cuando todo a lo que naturalmente aspira es a elevarse por encima de la sociedad? Después de todo lo que ha sido dicho, no cabe duda de que nada en la naturaleza del hombre puede estar más opuesto a esto.

Ahora entendemos que es absolutamente irreal que el individuo o a la sociedad  sean felices de acuerdo con la categoría de la Verdad, para que todos estén completamente de acuerdo con ella, como debe ocurrir en el estado de Corrección Final.

El uso de otras categorías en lugar de la categoría de la Verdad

 

Estudiemos ahora las tres categorías restantes: Misericordia, Justicia y Paz. A primera vista, inicialmente no fueron creadas para soportar la Verdad, que es muy débil y frágil en nuestro mundo. A partir de este punto la historia comenzó su movimiento lento y gradual hacia la organización de la vida de la sociedad.

En teoría todos los miembros de la sociedad aceptaron incondicionalmente la regla de la Verdad, pero en la práctica se opusieron a ésta violando el acuerdo. La Verdad ha estado destinada a ser usada por las personas más embusteras desde entonces. No se encuentra entre los débiles y los justos, porque ellos la usarían aún en pequeña medida.

En tanto no podían conducirse de acuerdo con la categoría de la Verdad, el número de débiles y explotados creció. Esto condujo al desarrollo de categorías tales como la Misericordia y la Justicia, porque el fundamento de la existencia de la sociedad obliga al fuerte y afortunado a ayudar al débil y miserable para no dañar a la sociedad como un todo.

Sin embargo la naturaleza de las cosas es tal que, en estas condiciones, el número de los débiles y miserables crece tanto que empiezan a amenazar a los fuertes, lo que conduce en consecuencia a discordias y choques. Esto sirvió como razón para la aparición de la categoría de la Paz en el mundo. Así que todas estas categorías: Misericordia, Justicia y Paz se originaron y desarrollaron debido a la debilidad de la Verdad.

Esto llevó a la separación de la sociedad en grupos. Algunos de ellos adoptaron la categoría de la Misericordia y la Compasión, esto es, donando parte de su propia propiedad a los menos afortunados; otros adoptaron la categoría de la Verdad, esto es, aceptaron el principio "lo mío es mío", "lo tuyo es tuyo ".

Hablando claramente, estos dos grupos pueden ser categorizados como "constructores" y "destructores". Los constructores son aquellos que se preocupan por el bienestar de la sociedad y por ello están dispuestos a compartir su propiedad con otros. Aquellos que son naturalmente propensos a la destrucción encuentran mucho más conveniente la categoría de la Verdad (es decir, el principio "lo mío es mío", "lo tuyo es tuyo"). No estando preparados en absoluto para sacrificar nada por los demás, tales personas prefieren proteger su propiedad aún si amenaza la existencia de la sociedad.

Esperanza de paz

 

Cuando las condiciones externas colocaron en oposición a estos dos grupos y los dejaron al borde de la ruina,  aparecieron en la sociedad los "constructores de la paz". Estas personas rechazaron el poder de la agresión y ofrecieron principios nuevos y justos (desde su punto de vista) para la coexistencia dentro de la sociedad.

Sin embargo, como regla estos "constructores de la paz" se originan en la categoría de los "destructores", partidarios de la Verdad y del principio "lo mío es mío y lo tuyo es tuyo". Esto se debe a que siendo fuertes y emprendedores sacrificarán sus propias vidas y la vida de la sociedad si ésta no coincide con sus opiniones.

Al mismo tiempo los "constructores" compasivos y misericordiosos, que creen que su vida y la vida de la sociedad están  por encima de todo, no están listos para colocarse a sí mismos y a la sociedad en peligro para forzar a la sociedad a que coincida con su opinión. Ellos son la parte débil de la sociedad usualmente aludida como cobarde y pobre de corazón. Es lógico que el valiente que está preparado para tomar riesgos gana siempre, por lo tanto se trata de algo natural que los "constructores de la paz" tengan su origen en el medio de los "destructores".

A partir de lo dicho anteriormente queda claro que la esperanza de paz a la que aspira nuestra generación con tanta impaciencia, es inútil tanto en relación con el "sujeto" como con el "objeto".

Los "constructores de la paz" de cada generación son sujetos, es decir personas que se supone establecen la paz en el mundo. Debido a que están hechos del material humano llamado "destructores", adhieren a la Verdad, es decir, viven de acuerdo con el principio "Lo mío es mío y lo tuyo es tuyo".

Naturalmente, estas personas defienden su opinión con tal fervor que están preparados para poner en peligro su propia vida y la de la sociedad. Esto les proporciona fuerza suficiente como para prevalecer sobre los "constructores", adherentes de la Misericordia y la Compasión, quienes en su cobardía están listos para compartir sus posesiones con otros con tal de preservar la paz.

Esto da como resultado que las demandas por la paz y la destrucción del mundo son las mismas, mientras que la necesidad de Misericordia y la construcción de la Paz también son idénticas. Por eso es imposible esperar que los destructores establezcan la paz.

La esperanza de paz es completamente infundada respecto del "objeto" (es decir, las condiciones para la existencia de la paz), porque las condiciones para que una persona viva feliz todavía no han sido creadas de acuerdo con la categoría de la Verdad. Siempre es y será una parte no muy numerosa  pero importante de la sociedad la que está insatisfecha con las condiciones actuales. Siempre son material dispuesto para nuevos constructores de la paz, cuyas generaciones se reemplazarán infinitamente unas a otras.

Paz para una sociedad particular y paz para el mundo entero

 

No nos debe sorprender el hecho de que mezcle las nociones de paz en una sociedad particular y paz en el mundo entero, ya que en realidad hemos llegado al nivel en el que todo el mundo puede ser considerado como un pueblo, una sociedad. En otras palabras, en tanto cada persona es sostenida por toda la especie humana, está obligada a servirle y cuidar del bienestar del mundo entero.

Ya hemos demostrado la dependencia del individuo respecto de la sociedad comparándolo con un pequeño engranaje en una inmensa máquina. Por lo tanto, resulta que el bienestar individual y el social son la misma cosa. Sin embargo lo opuesto también es verdad. En la medida que la persona se preocupa por su propio bienestar, ciertamente se preocupa por el bienestar de la sociedad.

¿Cuál es el alcance de esta sociedad? Está determinado por el espacio en el que un individuo recibe lo que necesita. Por ejemplo, en la historia antigua este espacio estaba limitado al círculo familiar. En otras palabras, la persona no necesitaba ninguna otra ayuda sino que era provista por los miembros de la familia. Por consiguiente, no tenía que depender de nadie más que de su propia familia.

En una época posterior, cuando las familias se asociaron para instalarse en pequeños pueblos y ciudades, la persona se hizo dependiente de su municipio. Más tarde, cuando los poblados y las ciudades se fusionaron en países, empezó a depender de los ciudadanos de su país.

En nuestra generación también el bienestar de cada individuo  es provisto por prácticamente todos los países del mundo. Asemejándose a un pequeño engranaje en un mecanismo enorme, la persona depende del mundo entero.

De acuerdo con esto, la posibilidad de establecer pacíficamente un orden bueno y feliz en un país particular es inimaginable. No hay forma de hacer esto antes de que sea obtenido en cada país del mundo, y vice versa. Debido a que hoy los países ya están conectados para proveerse unos a otros para las necesidades de la vida, no tiene sentido hablar sólo de las formas de establecer la paz dentro de un país o nación. Estas formas deben ser buscadas para  el mundo entero.

Aunque es sabido y adecuadamente sentido,  la humanidad misma no se da cuenta en absoluto de ello. ¿Por qué es así? Porque de acuerdo con el proceso de desarrollo en la naturaleza, una acción siempre precede a la comprensión del fenómeno. Sólo la realidad demostrará todo e impulsará a la especie humana hacia adelante.

En realidad las cuatro categorías se contradicen entre sí

 

Las cuatro categorías mencionadas: Misericordia y Verdad, Justicia y Paz inherentes a cada uno de nosotros y ocultas de las otras personas se separan en la naturaleza del hombre como resultado tanto del desarrollo cuanto de la educación y se contradicen entre sí. Entonces, si tomamos por ejemplo la categoría de la Misericordia en su forma abstracta, descubriremos que su poder suprime todas las otras categorías. Es decir que de acuerdo con las leyes de la Misericordia, las otras categorías no tienen cabida en nuestro mundo.

La Misericordia constituye la condición "lo mío es tuyo y lo tuyo es tuyo". A menos que la Humanidad actúe de acuerdo con esta categoría, toda la magnificencia y el valor de la Verdad y la Paz resultarán vanos. Si cada uno estuviera preparado para dar  todo lo que tiene a su prójimo sin recibir nada a cambio, el factor que fuerza a la persona a mentirle a su compañero desaparecería.

Debido a que la Verdad y la Mentira son interdependientes, en principio seríamos incapaces de decir algo acerca de la categoría de la Verdad. A menos que hubiera "falsedad" en el mundo, no existiría una noción como "Verdad", sin mencionar que también desaparecerían  las otras categorías que surgieron para sostener la Verdad.

En realidad el principio definido como "lo mío es mío y lo tuyo es tuyo" contradice la categoría de Misericordia y no puede tolerarla ya que,  desde el punto de vista de la Verdad, el principio " trabajar y ayudar a tu prójimo " está equivocado, porque corrompe a la persona, enseñándole a explotar a otros. Además, la Verdad sostiene que todos deben ser salvados  de los malos tiempos para no convertirse en una carga para alguien cuando los tiempos se hacen difíciles.

Por otra parte, no hay nadie que no tenga parientes o herederos de sus bienes, quienes de acuerdo con el principio de la Verdad tienen derecho prioritario antes que todos los demás. Así se desprende naturalmente que la persona que distribuye su propiedad entre otras personas queda como un mentiroso frente a sus relaciones y herederos si no les deja nada.

La Paz y la Justicia también se contradicen entre sí, porque para que se establezca la paz en la sociedad deben cubrirse cierto número de condiciones. Ellas permitirían que las personas inteligentes e industriosas se hagan ricas, mientras que las perezosas  y poco prácticas permanecerían pobres. Por lo tanto, la persona trabajadora recibiría su propia parte y la del perezoso. Estaría disfrutando de la buena vida, hasta que el perezoso se convirtiera en un mendigo.

Por supuesto que no es justo castigar a las personas ociosas e imprácticas tan severamente, porque no robaron nada a nadie. ¿Qué crimen cometieron estas personas miserables, si la Providencia Divina no las dotó con rapidez e inteligencia? ¿Deben ser castigados y sujetos a un sufrimiento que es peor que la muerte? Entonces, si la Justicia es una condición para establecer la Paz, la Paz es contraria a la Justicia.

La Justicia también contradice a la Paz, porque si el orden de división de la propiedad se corresponde con el principio de Justicia (es decir, dar objetos de valor considerables a personas ociosas e imprácticas). Huelga decir que los fuertes e industriosos no descansarán hasta que revoquen esta práctica que domina al fuerte y permite que el débil los explote. Por lo tanto no hay esperanza para la paz en la sociedad, porque la Justicia es opuesta a la Paz.

La propiedad de Singularidad en el egoísmo conduce a la destrucción y el exterminio

 

Podemos ver claramente cómo nuestras propiedades chocan y luchan una contra otra no sólo entre grupos de personas sino también en el interior de la persona. Las cuatro categorías rigen sobre la persona en forma simultánea y alternativa, y libran una guerra tal que el sentido común no puede establecer orden y armonía entre ellas.

A decir  verdad, el origen de todas nuestras confusiones no es sino la propiedad de la "singularidad" presente en cada uno de nosotros.

Aunque sabemos que esta propiedad magnífica y exaltada nos fue dada por el Creador (la fuente de toda la Creación), cuando este sentimiento de singularidad se asocia con nuestro egoísmo estrecho, se convierte en destructor. Es la fuente de todas las desgracias en el mundo, tanto pasadas como futuras. Está dicho que no hay nadie en el mundo que esté libre de esta propiedad. Todas las diferencias entre las personas solo están determinada por la manera en que es usada: para ganar poder, estima, etcétera.

Sin embargo, hay algo en común entre todas las criaturas: cada uno de nosotros aspira a utilizar a  los demás para su propio beneficio, usando todos los medios disponibles e ignorando el hecho de que construye su propia felicidad destruyendo la de su prójimo.

Es irrelevante cómo justifica cada uno sus acciones, porque "nuestros deseos controlan nuestros pensamientos" y no viceversa. Además, cuanto más grande y más importante es la persona, más siente su singularidad.

El uso de la singularidad como medio para el desarrollo del individuo y la sociedad

Ahora tratemos de comprender cuáles son las condiciones que serán aceptadas por toda la Humanidad cuando la paz prevalezca en el mundo, cuál es el poder  positivo de estas condiciones que proveerán una vida feliz al individuo y a la sociedad. Además, trataremos de encontrar cómo es realmente esta preparación de la especie humana para cubrir todas las condiciones especiales.

Pero primero regresemos al sentimiento de  singularidad en el corazón de cada persona, que despierta el deseo de aprovecharse de todo y de todos para el propio bien. La raíz de esta sensación proviene de la singularidad del Creador y se extiende a Sus ramas, las personas. Aquí surge una pregunta que exige respuesta: ¿por qué esta sensación se revela en nosotros de manera tan perversa que deviene en una base de todo el daño y la destrucción en el mundo? Es imposible dejar sin responder esta pregunta.

El hecho es que la singularidad tiene dos lados. Si lo miramos del punto de vista del Creador, es decir, desde el punto de alcanzar la semejanza con Su singularidad, esto solo compele a "dar", porque tal es la propiedad del Creador. No hay propiedad de recepción en Él, ya que no carece de nada y no necesita recibir nada de sus criaturas. Por lo tanto, la singularidad (continuación de la propiedad del Creador en nosotros) está destinada a ser realizada en nosotros en la forma de "otorgamiento", altruismo y recepción no egoísta.

Por otro lado, desde el punto de vista de la acción práctica de esta propiedad en nosotros, encontramos que funciona de una manera totalmente opuesta. Se manifiesta como recepción egoísta, es decir, como el deseo de ser la persona más rica, la más fuerte y única en el mundo. Por lo tanto, estos dos lados están tan opuestos y alejados entre sí como el Este del Oeste.

Esto nos proporciona  una respuesta a la pregunta anterior: ¿cómo la singularidad que emana del Creador, la Fuente de la vida en la Tierra se manifiesta, en nosotros como fuente de destrucción? Esto ocurre, porque usamos estos medios preciosos con una intención equivocada y opuesta, recibir para nosotros mismos.

La singularidad nunca actuará en nosotros como otorgamiento y altruismo. No podemos negar que entre nosotros hay personas en quienes la singularidad actúa en la forma de otorgamiento. Estas comparten su propiedad y logros con la sociedad.

Sin embargo, se trata de las dos caras de una misma moneda. Solamente hablan de dos aspectos del desarrollo de la Creación conduciendo a todo a la perfección. Empezando por la etapa que precede a la concepción, la Creación gradualmente asciende los niveles de desarrollo, uno tras otro, hasta que alcanza su máxima predestinación - la  perfección eterna inicialmente predestinada.

El orden en el desarrollo de estos dos aspectos o puntos es como sigue: el primer punto constituye el origen de la evolución,  el nivel más bajo, que se encuentra muy cerca de la inexistencia. Corresponde al segundo lado de la propiedad de  singularidad. El segundo punto es un nivel predeterminado, que la Creación alcanzará y en el que descansará y permanecerá eternamente. Corresponde al primer lado de la propiedad de singularidad.

Sin embargo, el período en el que estamos viviendo es tan avanzado que este ascendió por sobre muchos niveles. Superó el nivel más bajo (el segundo lado de la singularidad) y se acercó claramente  al primer lado. Por lo tanto, entre nosotros hay personas que usan su singularidad en la forma de otorgamiento. Hay pocos de ellos que hayan llegado tan lejos, porque nosotros todavía estamos en mitad de nuestro desarrollo.

Cuando alcancemos el punto más alto de la "escalera", todos nosotros utilizaremos solamente nuestra singularidad en la forma de otorgamiento, y nadie jamás pensará en usarlo para la recepción egoísta.

De acuerdo con lo antedicho, hallamos la oportunidad de echar un vistazo a las condiciones de vida de la última generación, cuando la paz prevalezca en el mundo entero y la especie humana alcance el punto más alto del primer lado. Entonces utilizará su singularidad en la forma de otorgamiento.

Debemos copiar esta forma de existencia en una extensión tal que nos servirá como patrón  y penetrará nuestra conciencia en medio de la agitación de nuestra vida.

Las condiciones de vida de la última generación

 

... Antes que nada, todos deben comprender apropiadamente y explicárselo a su círculo inmediato de relaciones que existe una interdependencia total entre la paz en la sociedad (que significa paz en el Estado) y la paz en el planeta. Mientras las leyes sociales no satisfagan a todos y mientras exista una minoría que esté insatisfecha con la forma en que es gobernado el Estado, tratará de desafiar la regla estatal y demandará un cambio de gobierno.

En caso de que esta minoría no sea lo suficientemente fuerte como para luchar abiertamente contra el régimen, hay una manera alternativa e indirecta de librarse de ella. Por ejemplo, dos estados pueden ser provocados y conducidos a la guerra, ya que muy naturalmente habrá muchas más personas insatisfechas durante la guerra. El disidente minoritario tendrá entonces una oportunidad de convertirse en una mayoría decisiva, de  derrocar al gobierno y de organizar uno nuevo que sirva mejor a sus propias necesidades. Entonces la paz para un individuo se convierte en un factor que afecta en forma directa la paz en el Estado.

Además, si tenemos en cuenta la parte siempre presente de la sociedad, para la cual la guerra es un negocio y una esperanza para ascender en la carrera, es decir, militares profesionales y expertos en armamentos con mucha influencia y agreguémosle otra minoría insatisfecha con las leyes existentes, tendremos una mayoría incontenible siempre lista, que aspira a la guerra y al derramamiento de sangre.

Debido a que la Paz en el mundo y la Paz  en un estado particular son interdependientes, incluso aquellos ciudadanos (inteligentes y emprendedores) que actualmente están satisfechos con el 

status quo
están interesados seriamente en su propia seguridad debido a la tensión que mantienen los elementos destructivos de la sociedad. Entonces si pudieran comprender el valor de la paz, seguramente estarían serían de adoptar el modo de vida de la última generación.

Sufrimiento versus placer mientras recibimos para uno mismo.

 

Si miramos de cerca el concepto anterior, veremos que todas las dificultades consisten en transformar nuestra naturaleza desde el deseo de recibir para nosotros mismos hacia el deseo de otorgar, ya que uno contradice al otro.

En presencia de esto el concepto parece completamente increíble. Sin embargo, si lo analizamos apropiadamente, comprenderemos que la contradicción entre la recepción egoísta y el otorgamiento no es nada más que un factor psicológico, porque en la práctica todas nuestras acciones son otorgamiento sin recibir ningún beneficio para nosotros mismos.

Aunque percibimos la recepción egoísta en diferentes formas, tales como la posesión de propiedad y todo lo que  deleita al ojo, el corazón y el estómago, es definido con una palabra: "placer". Entonces la esencia de la recepción egoísta no es nada más que la voluntad de recibir placer.

Y ahora imagine lo siguiente: si una persona pudiera ver todos los placeres combinados que recibe durante sus 70 años y todos los sufrimientos amargos y las privaciones que le suceden, probablemente preferiría no haber nacido en absoluto.

Siendo esto así, ¿qué gana el hombre en nuestro mundo, si solo disfruta el veinte por ciento del placer, comparado con el ochenta por ciento de sufrimiento? Si comparamos uno con el otro, el resultado será sesenta por ciento de angustia sin ninguna compensación.

Sin embargo, todo lo antedicho es un cálculo personal que hacemos mientras trabajamos en nuestro propio beneficio. A escala global una persona da mucho más de lo que recibe para su existencia y placer. Disponiendo que nuestra intención cambie de recepción a otorgamiento, podremos ser capaces de recibir el deleite en su total medida sin sufrimiento interminable.

 

 

Pláticas sobre espiritualidad

En memoria del cabalista rabino Baruj Ashlag, 1995 Autor: Rav Dr. Michael Laitman

El Creador actúa sobre nosotros usando varios elementos de nuestro mundo. El hombre debe entender que las cosas que le ocurren no son más que mensajes del Creador. Si el hombre responde correctamente a la acción divina entenderá claramente lo que el Creador espera de él y lo sentirá.

El Creador actúa sobre nosotros, no solamente a través de la gente en nuestro medio ambiente, sino que usa cada cosa que existe en nuestro mundo. La estructura de nuestro mundo es tal, que el Creador puede influenciarnos y situarnos cerca de la meta de la Creación.

Difícilmente sentimos alguna vez la presencia del Creador en las situaciones diarias que enfrentamos. Esto es por que nuestros atributos nos sitúan opuestos al Creador y hacen imposible para nosotros sentirlo. Tan pronto un hombre adquiere atributos similares a los del Creador, empieza a sentirlo a Él de forma proporcional.

Cuando enfrentamos problemas, necesitamos preguntarnos a nosotros mismos: ¿Por qué me pasa esto? ¿Por qué me está haciendo esto el Creador? Castigos semejantes no existen aunque muchos son mencionados en la Torá. Hay sólo "incentivos" forzando al hombre a progresar sobre lo que él siente de manera egoísta.

El conocimiento de las cosas es sólo un mecanismo auxiliar que nos ayuda a entender lo que sentimos. Cuando contemplamos nuestra vida como un gigantesco salón de clases con el omnisciente Creador actuando como maestro, y dándonos a manos llenas el conocimiento que estamos preparados a recibir. Esto progresivamente despierta en nosotros el sentimiento del Creador en nuestros recién nacidos órganos sensoriales de lo espiritual.

El Creador ha hecho una escalera para nuestro ascenso. Esta es una escalera en movimiento que apareció en el sueño de Jacob y fue descrita por el Baal HaSulam, el rabino Yehuda Ashlag y su hijo Baruj Ashlag.

Nosotros damos la espalda a la fuente del conocimiento simbolizado por esta escalera y sólo a través de esfuerzos seremos capaces de retornar y empezar a movernos hacia el Creador. Esta es la razón por lo que el Creador nos envía maestros, libros, así como compañeros de estudio.

El estudiante que sigue las enseñanzas de la Cabalá vive en el mundo físico, pero está sobrecargado por su egoísmo. Es por lo que no puede entender propiamente a los sabios que están físicamente cerca de él, pero que también se desarrollan en los mundos espirituales.
Si un estudiante puede dejar a un lado su razón, sus opiniones y sigue los caminos expuestos por los escritores de auténticos libros de sabiduría, él será capaz de unirse inconscientemente con los mundos espirituales.

Nosotros no vemos ni sentimos al Creador en nuestro mundo, por lo tanto, es imposible para nosotros hacer que nuestro egoísmo lo rodee a Él. Las enseñanzas de un maestro o profesor pueden penetrar al estudiante e inducir la fe en él. Eso está relacionado con el O.H.P. del maestro (Ozen: Oído, Hotem: Nariz, Pe: boca, representando los vasos espirituales de recepción) llegando hacia abajo al G.E. (Galgata y Einayim, representando los vasos de recepción) del nivel de abajo (por ejemplo, el del alumno). Elevarse al nivel del O.H.P., del maestro, significa unirse con su sabiduría y sus pensamientos. Igualmente si un estudiante se introduce en el O.H.P. de un texto de sabiduría, se eleva temporalmente y lo espiritual es revelado a él.

Siempre que leemos los trabajos de los virtuosos, el Baal HaSulam, Simon Bar Yochai, nos unimos directamente con ellos a través de la Luz Circundante, el Or Makif. Entonces somos iluminados y nuestros vasos de recepción purificados. Es importante, cuando leemos, tener en mente la altura del autor. Sea que esté vivo o muerto, realmente no importa.

Todo el tiempo nos podemos unir con él usando nuestros sentimientos cuando estudiamos sus trabajos. Hay muchos caminos que nos llevan al Creador y Él usa muchos medios para actuar sobre nosotros. Cualquier dificultad u obstáculo en la senda del estudiante, en particular la muerte de su maestro, puede ser considerada una oportunidad para transformarse a sí mismo a un nivel individual. 

Plática en una cena de la fiesta de Sucot, 1995

Todas las correcciones que toman lugar dentro del partzuf Z"A del mundo de Atzilut (el prototipo del hombre en nuestro mundo), están incluidas en un proceso nombrado "Sucot". El hombre, el vaso espiritual, el alma, es similar al estado de Z"A en el mundo de Atzilut. La Luz que el alma recibe viene de las interacciones de Biná, Z"A y Maljut en el mundo de Atzilut. Yehuda Ashlag dijo: "La Sucá reúne dos conceptos: el techo que lo cubre, hecho de ramas pequeñas y residuos vegetales. Similarmente si un hombre puede construir una protección contra los placeres de arriba, descubrirá al Creador y a Su gloria."

Cuando un hombre construye el techo de la Sucá, trata de simbolizar la construcción de la pantalla, el Masaj que lo habilita para reflejar el placer resultante de la percepción del Creador. Este trabajo es llamado "hombre de Ima" y es como una plegaria para recibir la fuerza para oponerse al egoísmo. Si la plegaria de un hombre es sincera, la fuerza es enviada a él y así puede recibir la Luz divina con la ayuda de una pantalla. Esta Luz es la Luz de la sabiduría y el entendimiento, la "Or Jojmá". Esta Luz lleva toda la información acerca del presente nivel espiritual del hombre y el grado alcanzado así como los "cómo y por qué" de los eventos que le ocurren.

Una vez que el hombre ha entendido los atributos de este grado espiritual, portará consigo el nombre de este grado. Cada nuevo grado mayor que alcance, corresponderá a más perfección y a nuevos nombres, mientras se mueva hacia arriba. Durante este proceso nuevos atributos son adquiridos.

La misión de las almas encarnadas en nuestro mundo es alcanzar el nivel que ellas mantenían antes de descender y entrar a la carne del cuerpo. Es la tarea del hombre durante una de sus vidas, a pesar de la oposición de su cuerpo, regresar a la raíz de su alma, el nivel espiritual en el cual moraba antes de la encarnación de ésta. Algunas almas sólo necesitan elevarse de nuevo a su nivel anterior. En este caso su senda, por la cual se elevan, esta compuesta de 6.000 grados llamados "años", de aquí la noción de los 6.000 años de existencia del mundo.

Hay también algunas almas especiales que no solamente necesitan regresar a su nivel anterior, sino además completar su progreso a través de los mundos de ABY"A y alcanzar el nivel de partzuf de SA"G en el mundo de Adam Kadmon. Este nivel es llamado "7000 grados" o "7.000" años, los cuales también pueden alcanzar el nivel del partzuf de A"B en el mundo de Adam Kadmon llamado "8.000 años" o aún más alto, al nivel de partzuf de Galgata llamado "9.000 años". Finalmente, algunas almas alcanzan el nivel de "10.000 grados" o "10.000 años" y su conocimiento y percepción las capacita para penetrar al Mundo sin Fin, el Ein Sof. Semejantes almas encarnarán solamente una vez en decenas de generaciones. La humanidad ha atestiguado muy pocas de esas almas. Los grandes cabalistas poseen un alma semejante.

Observando el mandamiento de la construcción de la Sucá se simboliza la fusión al más alto nivel entre el Creador y la creación. 

¿Cómo pasa todo esto?

Z"A que comprende 6 sefirot provee la orientación de acuerdo al origen de la Luz: norte, sur, este y oeste, arriba y abajo. Maljut recibe la Luz de sefirot de Z"A, de sus 6 atributos. Esto es por lo cual el etrog es aplicado primero que el lulav al abrir la puerta y pronunciar la bendición. Esto se refiere a la observancia del mandamiento de la Sucá y el lulav. Una persona cumpliendo un mandamiento no debe pensar que con gestos mecánicos completará acciones espirituales. Este nunca es el caso ¡El hombre no puede completar nada espiritual con la ayuda de sus manos, pies y labios! Una verdadera acción espiritual toma lugar solamente cuando un hombre localiza una pantalla contra sus deseos egoístas, abriéndose a sí mismo a la Luz divina y dedicando sus placeres al Creador.

La fiesta de Sucot dura siete días, en la imagen de la Luz entrando a las siete sefirot de Z" A de Biná. Cada día corresponde a un grado o nivel espiritual, una nueva Luz en una nueva sefirot. El séptimo día, cuando la Luz es transferida de Z"A a Maljut, es llamado "Simjat Torá" (la alegría de la Torá). Esta fase corresponde a la recopilación de toda la Luz recibida por Maljut, la cual desciende dentro de las almas en la Luz llamada Torá. Esta Luz no entra a la Sucá, sino que corresponde a una fiesta separada. La Sucá corresponde a la Luz que pasa a través de Z"A con la ayuda de una pantalla durante la celebración de los siete días de Sucot. Simkhat Torá corresponde al paso de la Luz de la Torá, Z"A dentro de Maljut y su unión completa.

La noche que precede a Simjat Torá es llamada "Lei hazana raba". Es una noche especial durante la cual toda la Luz Circundante se reúne alrededor de Z"A. Como dicha Luz está a todo el derredor Z"A, este grado es llamado "noche" antes de su transformación a Luz Interior,"Or Pnimi", la cual subsecuentemente entrará a Maljut.

Cualquier acto cumplido con una intención "dedicada al Creador" es espiritual, el mismo acto cumplido con una intención "auto-dirigida" es material y egoísta. Los primeros cabalistas descubrieron que es muy difícil observar físicamente los mandamientos, algo fácil para la gente religiosa, no obstante, debe hacerse un esfuerzo en observarlos. Una de las dificultades para el cabalista, es que el analiza todos sus pensamientos, acciones y eventos de acuerdo con su impacto en su camino espiritual. Mide la importancia de esos factores en su progresión, en su revelación con el Creador.

A medida que la conexión con el Creador adopta una mayor concentración y esfuerzos interiores contra el egoísmo, el hombre encuentra dificultades en cumplir las obras físicas supuestamente unidas a lo espiritual. Ninguna obra física puede tener influencia en el mundo espiritual, el Creador. La relación entre el hombre y el Creador esta hundida en el corazón del hombre. La observancia mecánica de los mandamientos sigue siendo necesaria porque ésta corresponde al deseo del Creador.

Todos los esfuerzos, por sí mismos, ayudan al hombre a progresar espiritualmente. Esos esfuerzos le ayudan a enfocarse en la existencia del Creador mientras estudia Cabalá, para poder entender Sus actos y alcanzar la meta de la creación. El egoísmo nos permite hacer algo sólo cuando es seguro el beneficio y derivar placer de este. Debemos pedir al Creador ayuda durante la plegaria para contener las fuerzas del egoísmo. Este es el único camino directo hacia Él y a medida que pasa el tiempo, la conexión entre el hombre y el Creador se clarificará por si misma y estará más firme. Gracias a este proceso, el hombre empieza a entender lo que le pasa, por que él experimenta ciertos sentimientos. Esos nuevos estados inducidos son usados como una catapulta que impulsa al hombre al siguiente grado o nivel espiritual.

¿Qué es un secreto o una enseñanza secreta? Un secreto continúa existiendo a menos que el hombre penetre en él. Lo mismo ocurre en la vida diaria que puede ser oscura e incomprensible un día, obvia y muy auto-evidente al otro. Solamente un individuo puede abrir las puertas de un secreto y hacer extenuantes esfuerzos para entender qué era lo que no estaba claro antes. No es posible medir los esfuerzos en nuestro estudio porque ellos pertenecen a la esfera de los sentimientos y son, por lo tanto, difíciles de expresar. Es difícil comprender lo que otra gente siente.

Generalmente, hablar sobre todos los esfuerzos hechos en nuestro mundo, responde a la misma actividad egoísta. Un hombre que transforma sus placeres al buscar fragmentos pequeños de Luz, generalmente se esfuerza en alcanzarlos usando objetos de nuestro mundo. Esto se basa en el hecho de que está motivado por necesidades egoístas. En Cabalá un esfuerzo es lo que el hombre no puede completar sin herir su propio ego. Después de haber probado toda clase de posibilidades en vano, el hombre dirige su mirada al Creador para enviarle sus demandas. Esta es una verdadera plegaria siguiendo un genuino esfuerzo. Sólo el Creador puede sacarnos de nuestro egoísmo, no hay nada que el hombre pueda hacer al respecto. Si el hombre aún vive bajo la impresión de que él puede mejorar espiritualmente, o que quedan algunas opciones, el egoísmo le impedirá llorar genuinamente por el Creador.

El egoísmo no traerá la benevolencia del Creador mientras el hombre no se convenza de que si él se rehúsa a seguir el camino de la espiritualidad está muerto y que la jornada sólo puede ser emprendida con ayuda del Creador. Este camino no es similar a ningún otro, porque es imposible percibir el siguiente movimiento. Cada nuevo movimiento toma lugar en completa oscuridad y la experiencia pasada queda sin uso en el entendimiento de la progresión futura de uno. Si este no fuera el caso, el hombre usará su razón en lugar de localizar su fe en el Creador por encima de su propio conocimiento y entendimiento.

La autenticidad de los esfuerzos propios y de la dirección apropiada, puede ser verificada si uno constantemente redirige sus pensamientos hacia el Creador. Uno debe saber que cada sensación nueva es enviada por el Creador porque ésta corresponde a Su deseo. El Creador nos da lo que podemos entender en el momento preciso. Este proceso es privado y no puede ser comparado con ningún otro. Todo lo que podemos hacer es estar conscientes de nuestro egoísmo, es decir nuestro enemigo, y encararlo en lugar de dejarnos llevar por su corriente. Esta etapa es compartida por todos los hombres, si bien es percibido algo diferente en cada uno de ellos.

No hay un lazo directo entre la intensidad de nuestro egoísmo y la duración de nuestra jornada espiritual. Nada pasa desde fuera, todo está basado en la energía que el hombre invierte en su petición por ayuda al Creador. Esta petición es difícil de formular porque el egoísmo se siente humillado en esta batalla.

Sin la ayuda del Creador y el despliegue de su Luz dentro del Kli, el Kli no se volvería altruista. Sin los atributos de la Luz, el Kli permanecería totalmente egoísta e incapaz de moverse hacia la espiritualidad. No hay otro camino para alcanzar la espiritualidad.

Después de haber explorado todas las opciones, el hombre está convencido que no hay una salida y su egoísmo está listo para aceptar ayuda. En orden de alcanzar este grado, el hombre debe poner permanentemente el plano espiritual por encima del físico, aún si él escoge una meta completamente egoísta en un principio (por ejemplo, el deseo de ganar algo de la espiritualidad).

Necesitamos usar todos los medios disponibles ahora en el mundo. A medida de que los deseos egoístas disminuyen, necesitamos seleccionar medios para mantener nuestro deseo de estudiar Cabalá. Ganar respetabilidad, honores y poder, son factores conductores seguidos por deseos verdaderos para sentir al Creador. Después se vuelve importante ante los ojos del hombre hacer algo para satisfacer al Creador. Nunca debemos descartar los medios a nuestra disposición y al mismo tiempo nunca olvidar que el Creador actúa sobre nosotros usando los diferentes elementos de nuestro mundo. 

De la cena "seudá mafseket" antes de "Yom Kipur" (Día del Perdón), 1996

"Talmid jajam", el estudiante del sabio, esos términos describen a quienes estudian directamente con el Creador. ¿Qué puede estudiar uno con el Creador? El único atributo del Creador es satisfacer Su creación. Si el hombre desea adquirir este atributo en orden de satisfacer al Creador, justo como el Creador satisface al hombre, él se transforma en el "estudiante del Creador".

Siempre y cuando el hombre haga esfuerzo para trabajar, el Creador oirá su llamada de auxilio. Este proceso deberá ser sincero, ya que uno no puede engañar al Creador. El progreso espiritual es una senda interior personal, no es necesario revelarlo a otra gente, porque entonces la plegaria de uno puede ser en vano. Cuando las impresiones espirituales empiezan a ser percibidas, no hay palabras para describirlas. Por lo tanto, un hombre buscando lo divino nunca debe hablar del nivel en el que se encuentra.

Cuando el hombre no piensa en nada más que en progresar hacia el Creador, cuando todo su tiempo y energía están dedicados hacia su progresión, el Creador cumplirá sus deseos.

Al principio el hombre debe saber lo que se requiere para su corrección, pero, no comprende claramente qué es un Kli (vaso) listo para recibir la Luz divina así como la naturaleza de esa Luz.

Los trabajos de Yehuda y Baruj Ashlag proveen instrucciones y métodos globales para progresar espiritualmente. Baal HaSulam nos ha dado especificaciones sobre cómo llevar nuestra progresión espiritual y llevarnos a nosotros mismos más cerca del Creador.

¿Por qué ayunamos durante Yom Kipur? Si a una persona enferma se le pide no comer durante un día completo y vestirse de blanco para curarse de una enfermedad, lo haría por su propio bien. De esta forma muchos hombres cumplen obras apegadas a prescripciones religiosas. Los mandamientos que deben ser observados son sólo aquellos que corresponden a Su voluntad. Nosotros no entendemos cómo lo espiritual está conectado a nuestro mundo y cómo toman los mundos espirituales el aspecto de nuestro mundo material. El hombre estudia, si comprende que no entiende, ésta ya es una verdad. El Creador da al hombre esta impresión porque quiere acercarlo más a Él. En caso opuesto, si Él no quisiera que el hombre se le acercase, le daría satisfacción en su estudio, trabajo, familia. La progresión es posible sólo cuando hay un sentimiento de insatisfacción.

Generalmente el hombre está educado para sentir su propia perfección. Esto es como si los maestros despojaran del hombre las posibilidades de levantarse o caerse. En nuestras sociedades modernas la educación está basada en principios de auto-satisfacción. Esto mata al hombre porque su egoísmo es satisfecho.

Lo mismo se aplica en nuestro desarrollo espiritual, porque sólo el grado de insatisfacción alimenta la inspiración para ir más allá de los límites de los hábitos y la pereza, en orden de elevar la espiritualidad. Esfuerzos individuales en calidad y cantidad nos permiten alcanzar la meta que nos hemos fijado para nosotros mismos. Todos los esfuerzos por estudiar, discutir o diseminar la sabiduría de la Cabalá, beneficia grandemente a los que lo hacen. Se convierten en una puerta de acceso, permitiendo que otros en nuestro mundo se vuelvan familiares con el Creador.

Para que sea un conocimiento auténtico cabalista, debe estar insertado en el corazón del hombre y de sus sentimientos. Las ciencias pueden ser estudiadas pero no modificarán el carácter humano, no requieren del que busca una transformación de su apariencia existencial. Las ciencias solo tratan con una pequeña parte de la creación, la última parte que está confinada a los límites más estrechos de nuestro mundo. Hoy en día, no obstante, la ciencia ha empezado a descubrir que existe una relación entre la experiencia y el experimentador. En la Cabalá el investigador sólo puede obtener conocimiento si sus cualidades concuerdan con las del tema de su estudio.  

Cena de Rosh Jodesh Tishrei (la luna nueva). Sep, 1996

El universo está hecho de dos componentes: el Creador y su deseo de dar placer, así como, la creación y su deseo de recibirlo. El deseo de recibir placer cuando está conectado por una pantalla "a prueba de orgullo" es llamado "partzuf", un elemento espiritual. Cuando el partzuf permite que la Luz del Creador entre, y su efecto sea dedicado al Creador, Él realiza el "zivug de akaa". Esta acción es llamada "mandamiento". La Luz en el partzuf es llamada "Torá". Cuando un hombre cumple un mandamiento físico con una intención espiritual, recibe la Luz de la Torá. Su egoísmo es corregido y dos mundos son unidos.

Mientras se observan los mandamientos en este mundo, el hombre aún necesita definir qué quiere obtener. La observación mecánica no lleva al progreso espiritual y únicamente sitúa al hombre en un nivel "espiritualmente inanimado". Sólo la intención puede ayudar al hombre a entrar en un mundo espiritual y es la que define su nivel espiritual y el grado de percepción de la Luz espiritual, es decir, el Creador. "Un mandamiento sin intención es como un cuerpo sin espíritu", refiriéndose a que éste es cumplido en un nivel "espiritualmente inanimado".

La enseñanza de la intención adecuada es el propósito y tarea de la Cabalá. Esta representa la parte escondida de la Torá y está basada en enseñanzas preliminares en el estudio del hombre y en cómo definir sus verdaderas intenciones. Finalmente, el hombre se vuelve consciente de su egoísmo y verdadera naturaleza que fomenta su deseo de recibir placer sin considerar las opiniones, pensamientos y deseos de otra gente.

Cuando se embarca en este viaje espiritual, el hombre no sabe por qué se levanta temprano en la mañana, estudia y atiende lecturas. Todo esto toma lugar inconscientemente. Sólo una vez que el Creador se le haya revelado, el hombre entenderá que fue guiado a actuar de esa forma y así todo se vuelve más claro. Las palabras no pueden existir sin el hombre que las percibe. Sólo cuando el hombre percibe uno de los fragmentos de la infinita y suave Luz llama a "su mundo" el fragmento percibido. Por el contrario, todos los grados del mundo están latentes en el hombre. Esos grados de conocimiento espiritual corresponden a la adquisición progresiva de conocimiento localizado más allá de los límites de nuestro mundo.

El hombre es un punto egoísta en la creación y debe madurar espiritualmente para progresar. Sólo esta maduración - o sea la apertura del punto en el corazón - concuerda con el incentivo inicial, todas las otras acciones se apoyan en esto.

Nosotros estamos animados solamente por el deseo de sentir placer en todas las etapas de nuestro desarrollo. Este deseo es llamado "Klipá" (piel, cáscara), porque ésta fuerza protege al hombre mientras él no haya alcanzado el nivel donde desee remover la piel para disfrutar el fruto. El fruto es el Klipá enmendado, el deseo de otorgar sin retorno, para satisfacer, justo como el Creador. El Klipá es una fuerza espiritual. El cuerpo espiritual del Klipá está compuesto de una cabeza y un cuerpo. La cabeza del Klipá es llamada "conocimiento" y el cuerpo "deseo de recibir". La "cabeza" de un cuerpo espiritualmente puro es llamada "Fe por encima de la razón" y el "cuerpo" es llamado "la acción de otorgar sin retorno". Solo un estudio asiduo puede sacar al hombre por encima de estados no deseados en los cuales él se hunde sin ayuda. El estudio diario purifica nuestros pensamientos y nos mueve en la dirección correcta.  

Pregunta: ¿Por qué decimos "lejaim"- a la vida- cuando brindamos?

El vino simboliza la Luz de "Jojmá", la Luz de la vida. A fin de enfatizar que recibimos la Luz de la vida con la ayuda de una pantalla, decimos "lejaim". De esa forma la Luz recibida brilla sobre nosotros en el nombre de la vida. Esta no es recibida correctamente por vía de los deseos que no están reparados o enmendados. Si ese fuera el caso, la Luz desaparecería y llevaría a la "muerte espiritual".

Pregunta: "¿Hay preguntas equivocadas o inservibles?"

No, por que si hay una pregunta significa que un deseo necesita ser satisfecho, por consiguiente, la pregunta tiene el derecho de ser hecha. Aunque la respuesta sea un poco más compleja. Es algunas veces imposible dar una respuesta debido al hecho de que los sentimientos del que cuestiona difieren de aquellos del que responde. Uno debe encontrar una respuesta a sus propias preguntas.

Si un hombre tiene apuros espirituales esto significa que hay lazos entre él y el Creador. Aún y si no son claramente sentidos esos lazos, existen. Sólo el hombre puede encontrar sus propias respuestas aún si no puede entender qué es lo que está pasando.

El mundo espiritual no es nada más que el deseo de recibir y la pantalla (Masaj) que se opone a éste. La decisión tomada en el Kli (vaso) empieza como deseo (el Kli egoísta) o con la Masaj (un Kli espiritual otorgando sin retorno) o su unión (Kli espiritual recibiendo).

El hombre debe esforzarse para aceptar todo lo que le pasa porque todos los eventos son un medio de progreso espiritual. No hay una receta para cada caso en particular y el hombre debe encontrar lo que puede y lo que no, así como el aplicar los métodos expuestos por nuestros maestros. Cuando un hombre se da cuenta que después de haber tratado no puede escapar del pequeño universo de su egoísmo, le habla a Dios y clama por ayuda. El egoísmo siente que es el principio del fin. Sólo en esta situación sin salida puede el Creador ayudar al hombre, porque el hombre está listo para aceptar su ayuda.

Todos nosotros alcanzaremos el estado de "gmar tikun", la obtención de la corrección. Lo que sea que pase, todos alcanzaremos nuestra raíz en el "Ein Sof" (mundo sin fin.) Todo está encaminado a la corrección final, el fin de los deseos egoístas. La noción del Mundo sin Fin en todos los días de la vida, difiere radicalmente de su verdadero significado en Cabalá. El estudio de las verdaderas fuentes puede acelerar nuestra progresión hacia lo espiritual y permitirnos vivirlo en esta vida, por lo que es llamado el camino de la Torá. La progresión puede también ocurrir a través del sufrimiento, siguiendo la reencarnación del alma, pero, en cualquier caso el resultado es el mismo. El camino de la Torá no significa reducir el sufrimiento o evitarlo. Esta no es la fuerza conduce-Torá de aquel que sigue el camino de la Torá.

El hombre transforma el sufrimiento inducido por deseos egoístas mundanos a sufrimientos correspondientes a la falta de espiritualidad, acortando así acorta el tiempo para llegar a su meta.

Cena de Rosh Jodesh Tevet (la luna nueva), 1995

El deseo del hombre por conocer lo divino iguala las aspiraciones más intensas por conocerse a sí mismo. El egoísmo retraza las aspiraciones del hombre porque la naturaleza de éste es buscar auto-satisfacción y la saturación de sus deseos. Cada vez que el hombre se da por vencido en sus ilusiones, inmediatamente desea conocer al Creador, Su fuente, Su verdadera Naturaleza.

El Baal HaSulam estaba listo para hablar a todos, para buscar estudiantes y público en un periódico cuyos artículos más tarde se convirtieron en un libro: "Matan Torá" (El regalo de la Torá). La paradoja radica en el hecho de que antes hubiera cabalistas y no estudiantes, mientras que en la actualidad muchos desean estudiar pero no hay cabalistas.

Es la primera vez en la historia que enfrentamos semejante situación. El deseo de estudiar es fomentado de abajo mientras de arriba nos encontramos a nosotros mismos arrojados a la creciente oscuridad espiritual. Esta es una situación constructiva porque da testimonio al hecho de que si nuestro deseo de progresar espiritualmente es genuino, las respuestas recibidas serán proporcionales a su intensidad.

¿Qué define el poder del amor entre un hombre y el Creador? Es el grado de sufrimiento y pasión, el grado de sufrimiento debido a la ausencia de Luz dentro del Kli y la pasión que sigue la penetración de la Luz divina cuando la unión toma lugar. Esto significa que si un hombre puede sentir verdaderos deseos dentro de sí mismo, sus deseos serán llenados.

El problema de la gente que trata de entender o percibir los mundos espirituales es que ellos confían en la razón ignorando que ésta es el producto de nuestra naturaleza egoísta. Esta naturaleza evita que nos relacionemos con el mundo espiritual y generalmente los principiantes en Cabalá siguen este camino.

Estamos acostumbrados a incrementar primero nuestra percepción de cosas y después localizar la fe sobre la razón. Esto nos ayuda a entender que el Kli lleno con egoísmo concuerda con el deseo de sentir placer y no la intención de satisfacer al Creador. Un Kli espiritual es el deseo de satisfacer al Creador a través de nuestras obras.
Nosotros abrimos libros y estudiamos tratando de entender con nuestra razón. No obstante es imposible sentir lo que es deletreado por el intelecto. Lo mismo pasa con el umbral (Majsom), el cual separa a nuestro mundo del mundo espiritual.

La percepción de las cosas en nuestro cerebro es secundaria porque en él se procesa información y se satisfacen nuestros deseos. El cerebro es sólo un medio auxiliar, tan pronto como un hombre entiende que es la llave para mejorar sus sensaciones y no su conciencia de las cosas, el camino a la espiritualidad claramente se abre a sí mismo ante él.

El hombre generalmente no confía en sus sentimientos, primero quiere entender, luego sentir y actuar. Así es que, ¿por qué nos fue dado el cerebro si este es un obstáculo? Para que pudiéramos usarlo y al mismo tiempo progresar al localizar la Fe por encima de la razón. El camino para alcanzarlo está lleno de dificultades y se basa en la prueba y el error. Este camino ayuda al hombre a darse cuenta que todas las situaciones en la vida son ayuda enviada por el Creador para estimular la progresión espiritual.

El Creador envía toda clase de fuerzas que son traídas para que el hombre pueda mejorar su auto-control. Sin embargo, una regla de oro necesita ser aplicada y ésta es secreta. ¡Debemos ocultar nuestra meta a nuestro propio egoísmo y aún más a otra gente! El estudiante en Cabalá debe comportarse discretamente y no mencionar su meta al primero que llegue. Si éste principio no es cumplido, el estudiante puede acarrear contra él fuerzas negativas muy poderosas.

Cuando los estudiantes de Cabalá se juntan, no deben hablar de su amor por el Creador ni de sus sentimientos del uno por el otro porque al hacerlo sólo expresan sus opiniones personales y pensamientos subjetivos.

La distancia que separa al hombre del Creador es similar a una escalera con peldaños. Nosotros ocupamos el más bajo y el Creador el más alto. Nuestra tarea es subir esta escalera y alcanzar al Creador. Hay algunas formas de progresar. Una consiste en estimulación desde abajo, éste es nuestro camino, el hombre anhela espiritualidad y elevación, empieza a leer libros, etc. Otro camino es la estimulación desde arriba donde el Creador nos levanta y nos lleva más cerca de Él.

¿Cuál es la diferencia entre esos dos caminos? La estimulación desde arriba corresponde al constante enriquecimiento de nuestro mundo sin hacer caso de todas y cada una de las aspiraciones personales.

Aquellos que manifiestan aspiraciones personales son guiados hacia el estudio de la Cabalá y es preferible para el hombre aprovechar lo que le ha sido enviado. El hombre debe comportarse seriamente en este trabajo así como con las capacidades que son enviadas a él.

Hay treinta y dos chispas dentro de nosotros "lamed bet nitsoutsim", el "lev haven" o corazón de piedra. Esto corresponde a un tipo de egoísmo que solamente puede ser corregido cuando la Luz general llamada "Mesías" es corregida. Solo este tipo de Luz puede liberarnos del egoísmo. Necesitamos perseverar en nuestros esfuerzos para liberarnos a nosotros mismos del egoísmo y nuestro deseo asistente, el "Mesías" aparecerá y liberará al mundo de sus cadenas.
 

La Influencia del Creador

Una Metáfora Cabalística

"Desde atrás y desde delante, tú me abrazas" - dice una metáfora. Esto es, bien mediante un ocultamiento (desde atrás), o bien mediante revelación (desde delante) de la Fuerza Suprema al hombre, Él lo gobierna todo - con el propósito de conducir al hombre al objetivo señalado de antemano, "Él lo domina todo", - y todo retornará a su fuente. Esto es porque "no hay nada que esté libre de Él"; - nada existe fuera de Su poder. La diferencia reside tan sólo en la percepción del hombre "desde atrás" o "desde delante"; en otras palabras: cómo se manifiesta el poder global del Creador - en el "presente" o en el "futuro".

Es eso lo que ha hecho digno el hecho de mezclar este mundo con el mundo espiritual, la revelación del gobierno supremo sobre cada fuerza en el "presente" - en todo lo que sucede.

El hombre se da cuenta de que todo lo que acontece - es la "vestidura" externa del Poder Supremo, que oculta su control eterno e irrefrenable, que también en el "presente" rige toda la creación, cada decisión, pensamiento, acción.

Pero no se revela frente a cada uno de nosotros en el "presente", bajo la apariencia de un jinete - el Creador montando un caballo, la criatura, incluso cuando parece lo contrario , que el caballo dirige al jinete. En realidad, el caballo no haría ni el más mínimo movimiento si no fuera porque va dirigido por el látigo y las riendas del jinete. Aquel que recibe la revelación del gobierno del Poder Supremo de tal manera llama a esta revelación "el ocultamiento del rostro del Creador".

Y hasta que el hombre no entregue todos sus pensamientos, decisiones y acciones al Único Creador, los movimientos del caballo no parecerán obedecer al látigo y las riendas del jinete. Dará la impresión de lo contrario. Dicha conexión entre el hombre y el Creador es llamado el "lado opuesto".

Pero no hay que pensar que en esta condición uno se encuentra muy lejos del Control Supremo.

Pues verás que, "Con brazo fuerte y poderoso, y una locura desatada, yo rijo muy por encima de todos vosotros," que el miserable no sea rechazado, y que la creación entera fluya hacia sus raíces.

Y a pesar de la aparente ilusión de que el caballo conduce al jinete con su pobre voluntad, la verdad es que es el jinete quien dirige al caballo a voluntad - sin embargo esto no se revela ahora en el "presente", sólo será revelado en el "futuro".

Por lo tanto, en esta etapa hay una relación, pero también la antagonista "espalda contra espalda", lo cual significa no por voluntad de la criatura ni por voluntad del soberano.

Y los que obedecen la voluntad del Poder Supremo, y revelan su gobierno en el "presente", se relacionan con Él "cara a cara", es decir, por el libre albedrío del regente y el regido, - y una relación así es la voluntad del Poder Supremo.

La diferencia es que aquel que revela el verdadero gobierno en el presente, siendo feliz, no encuentra dolor; en su prosperidad, no encuentra necesidad; en su libre albedrío, no hay coerción.

Después de todo, cada esfuerzo es detectado por el Gobierno Supremo, y todo fluye y vuelve a su raíz. En este caso, surge la pregunta: ¿Cuál es el camino más deseable? - Es el que está en la voluntad de ambos, tal y como fue dicho: "¡Y vio que la luz era buena!"

 

Alcance de unidad del universo

El principal tema de investigación para la ciencia de la Cabalá es la interconexión de todas las partes del universo. Todos los elementos de la amplia realidad, de hecho, los cinco mundos gobernados por la ley uniforme de la naturaleza, se interconectan y se unen hasta crear un único todo cuyas partes están en él incluidas y unidas unas con otras.

Es más, el investigador del Mundo Superior descubre que todos estos mundos y la ciencia de la Cabalá están unidos en diez realidades llamadas las diez Sefirot (en hebreo, diez resplandores). Éstas ordenan todo en cinco partes, que forman un punto señalando el Mundo del Infinito.

El estudiante que se inicia en la Cabalá debe comenzar sus estudios desde un punto, y de allí moverse a las diez Sefirot en el primer mundo debajo del mundo del Infinito, llamado Adám Kadmón (en hebreo, prototipo del hombre). Posteriormente el estudiante descubre que los numerosos detalles que existentes en el mundo de Adám Kadmón continúan, se extienden, y se someten al orden de causa y efecto, a las leyes que encontramos en la astronomía, la física, y otras ciencias terrenales.

Por lo tanto, las leyes establecidas son completamente interdependientes, y la ley del desarrollo gradual de un fenómeno desde otro no puede ser transgredida . El desarrollo se mueve desde un solo punto a la multiplicidad en el mundo de Adám Kadmón. Este mundo engendra cuatro mundos más que van surgiendo uno de otro como las improntas de un sello. Continúan expandiéndose hasta que alcanzamos toda la variedad en nuestro mundo. A continuación , volvemos a nuestra investigación para incluir todos los detalles de la realidad, uno dentro del otro, hasta que alcanzamos el mundo de Adám Kadmón, las diez Sefirot, los cuatro niveles básicos, y finalmente el punto inicial.

Aunque el material sea todavía desconocido, puede investigarse, como en cualquier otra ciencia, por medio de la lógica. Por ejemplo, cuando estudiamos anatomía, vemos que ciertos órganos interactúan, aunque no tengamos ni idea del sujeto a un nivel más general: el hombre vivo, en este caso. No obstante, con el tiempo, después de llegar a la comprensión de esta ciencia mediante el estudio de componentes individuales, podemos deducir una regla general sobre cómo trabaja todo el cuerpo.

El mismo caso se presenta cuando una persona comienza a estudiar el mundo superior, un mundo del cual lo ignora todo, por ello sólo llegará a su conocimiento mediante la combinación de todos sus elementos. Deberá entender todos sus detalles, así como todos los factores, motivos, consecuencias y sus interacciones, hasta que alcance la sabiduría. Tan pronto como aprenda todo, hasta el más ínfimo detalle, logrará el conocimiento general.

Es solamente en la actualidad que el mundo entero comienza a estudiar la sabiduría de la Cabalá. La razón por la que esta ciencia no fue estudiada previamente no se encuentra en que sea inescrutable , ya que un astrónomo no tiene ni idea de estrellas y planetas, sin embargo estudia los procesos por los que atraviesan como una ciencia. El conocimiento de la sabiduría de la Cabalá no está más oculto para la humanidad de que lo está la astronomía. Sus detalles y procesos están bien explicados en los libros de texto cabalista, incluso en aquellos que destinados a principiantes.

El porqué de la ocultación de la sabiduría de la Cabalá es que los propios cabalistas la encubrieron durante miles de años hasta nuestra época, cuando el mundo experimenta una imperiosa necesidad de ella . No obstante, la humanidad ya ha desarrollado su egoísmo lo suficiente como para darse cuenta de las falacias y la muerte inherentes al estado de su desarrollo.

El Propósito de la Creación

Como nada de lo que fue creado por la Fuerza Gobernante Superior carece de propósito, no cabe duda que la fuerza en sí tiene un objetivo. Entre la múltiple realidad creada por la Fuerza Superior, concedemos un significado especial a la sensación racional humana que hace posible percibir el sufrimiento ajeno. Por lo tanto, si la Fuerza Gobernante Superior tiene una meta en la creación, el hombre es el objeto y todo fue creado exclusivamente para que el hombre alcance su destino espiritual. Deberíamos adquirir la capacidad de sentir la Fuerza Superior que nos gobierna del mismo modo que sentimos todo lo que nos rodea.

A raíz de lograr una semejanza con los atributos de otorgamiento y amor, surge dentro de la persona una sensación de placer incalculable hasta el punto de alcanzar una sensación maravillosa de contacto absoluto con la Fuerza Superior.

El concepto es revelado al alcanzar de la meta

Es bien sabido que el resultado de una acción está siempre presente en la idea original. Por ejemplo, alguien que quiere construir una casa, la dibuja en sus pensamientos y la convierte en su meta. En base a ese concepto, desarrolla un plan de construcción de modo que sea posible alcanzar con éxito la meta marcada.

Ocurre lo mismo en el universo. Después de descubrir la meta, uno entiende que el orden de la creación en todas sus manifestaciones viene determinado únicamente de acuerdo con esa meta. Y así, el hombre se desarrolla y asciende en su atributo de otorgamiento hasta que siente la Fuerza Superior como a su prójimo.

El hombre gradualmente adquiere el atributo de otorgamiento como si fuese subiendo los peldaños de una escalera, uno tras otro, hasta alcanzar la meta. Además, debemos saber que tanto la cantidad como la calidad de estos peldaños están determinadas por dos realidades diferentes:
  1. La realidad material: el orden de la revelación de la Luz Superior desde arriba hacia abajo, de la fuente Primaria que determina la medida y la calidad de la Luz que emana de la esencia del Creador. Esta Luz pasa por una secuencia de ocultamientos hasta que da lugar a la realidad material y las creaciones materiales.
  2. La realidad de la Mente Suprema: Después de la revelación de la Luz Superior desde arriba hacia abajo, se inicia el movimiento contrario . Al ir subiendo los peldaños de la escalera espiritual, la humanidad continúa ascendiendo hasta alcanzar el propósito de la creación. Ambas realidades son investigadas en todo detalle por la sabiduría de la Cabalá.
Fuerza Dirigente Superior

Los cabalistas caracterizan a la Fuerza Dirigente Superior, a la que por lo general denominamos el Creador, como bondad absoluta. Así es como ellos la alcanzan en sus propias sensaciones. Es decir, Él no puede causar daño a nadie. Este hecho es apreciado por los cabalistas, que lo perciben como la Ley principal del universo.

Nuestro sentido común nos dice que la causa de todo mal es el egoísmo, "el deseo de recibir el placer en beneficio propio", (o simplemente "el deseo de recibir"). Esta apasionada búsqueda del propio bienestar, que viene impulsada por "el deseo de recibir", es el motivo por el que perjudicamos a nuestro prójimo, pues el deseo de recibir aspira ser satisfecho. Cuando la creación logre satisfacer su propio bienestar, entonces nadie en este mundo deseará dañar a su prójimo. Además, si ocasionalmente encontráramos a una criatura que perjudicara a otra por motivos diferentes a los del "deseo de recibir", la única razón sería el hábito originado en este deseo.

Ya que percibimos la Fuerza Gobernante Superior como absolutamente perfecta, queda claro que ningún "deseo de recibir" está presente en ella. Por consiguiente, no tiene razón alguna para dañar a nadie. Es más, posee el deseo de otorgar, el deseo de verter su bondad sobre los seres creados.

Cualquier sentimiento, bueno o malo, que las criaturas puedan tener es enviado por la Fuerza Superior, la cual posee un único atributo: el deseo de otorgar, de hacer el bien. De hecho , esta es la única ley que determina Su actitud hacia la creación. De ahí se deduce que, obviamente, lo único que todas las criaturas reciben de Él es bondad, fueron creadas exclusivamente para ser depositarias de su bondad

Por consiguiente, los cabalistas aluden a esta Fuerza como "la bondad absoluta."

El Gobierno Superior es intencionado

Vamos a examinar la realidad actual, que es gobernada y controlada por la Fuerza Superior, y veamos cómo esta fuerza sólo hace el bien.

Si nos fijamos incluso en el ser creado más pequeño que pertenezca a uno de estos cuatro niveles: inanimado, vegetativo, animado o hablante, veremos como esa criatura, así como toda su especie, son gobernadas intencionadamente en su desarrollo de causa y efecto. Es similar a una fruta en un árbol que tiene la meta última de madurar.

La botánica nos puede explicar las etapas por las que atraviesa una fruta desde el momento en que aparece, hasta que alcanza su objetivo final de madurez. Sin embargo, ninguna etapa previa nos deja adivinar siquiera la más mínima pista sobre el estado final de belleza y dulzura, sino que por el contrario, son diferentes a su forma final. Cuanto más dulce es la fruta al final, más amarga e imperfecta es en las etapas tempranas de su desarrollo.

Aún más asombrosa resulta la diferencia entre las especies en desarrollo y las maduras en los niveles "animado" y "humano." Un animal cuya mente sigue siendo pequeña una vez concluido su crecimiento, no atraviesa por ningún cambio considerable en el proceso de su desarrollo; mientras que en la mente humana, hacia el final de su desarrollo, tienen lugar cambios significativos . Por ejemplo, un becerro de un día se le llama toro porque ya es lo bastante fuerte para sostenerse, andar y evitar peligros a su alrededor.

A su vez, un humano de un día, un recién nacido, se asemeja a una criatura privada de cualquier sensación. Si alguien no familiarizado con las realidades de nuestro mundo analizara estas dos criaturas recién nacidas, seguramente llegaría a la conclusión de que el bebé nunca alcanzará su meta. Consideraría al becerro como un futuro gran héroe. Por lo tanto, si evaluáramos el desarrollo mental del becerro y del bebé, concluiríamos que este último es una criatura sin inteligencia, incapaz de sentir.

Por lo tanto, es asombroso que la Fuerza Superior que gobierna la realidad lo haya creado tan sólo como una forma de manejo intencionado, que no toma en consideración el orden de los niveles del desarrollo.

Pensando en este ejemplo, decimos que la persona experimentada es la más inteligente, pues sólo quien ha adquirido experiencia, es decir, aquel que ha tenido la oportunidad de observar las creaciones a lo largo de todas las etapas de su desarrollo hasta llegar a la etapa perfecta final, no teme a todas las imágenes deformes de la creación en las diferentes etapas de su desarrollo. Sólo cree en la belleza y la perfección del desarrollo consumado. La ciencia de Cabalá explica el significado del desarrollo gradual que es obligatorio para todo ser creado.

Por consiguiente, una investigación detallada del gobierno superior sobre nuestro mundo muestra que sólo puede ser intencional intencionado. Su manera de actuar bondadosa no se percibe hasta que la creación alcanza la etapa final de su desarrollo. Hasta entonces, la creación en desarrollo siempre se muestra ante quien la observa bajo una forma externa poco atractiva.

Dos caminos de desarrollo: el camino del sufrimiento y el camino de la Cabalá

Podemos concluir a partir del ejemplo mencionado, que la Fuerza Dirigente Superior posee el atributo de bondad absoluta y que nos gobierna intencionadamente. Esto proviene de su propia perfección sin rastro alguno de maldad. E implica que el propósito de su gobierno nos obliga a aceptar la orden de atravesar diversos estados conectados según la ley de causa y efecto, hasta alcanzar el bienestar deseado, alcanzando así el objetivo de la creación. Somos una esplendida fruta al final de su maduración. Este resultado está garantizado para todos nosotros.

La intención de la Fuerza Superior es conducirnos a la semejanza de su atributo de absoluta bondad. Esta meta dicta todas Sus acciones. Dos caminos han sido preparados para llevarnos hasta dicha meta:
  1. El camino del sufrimiento representa la pauta de autodesarrollo de la creación la cual, debido a su naturaleza, se ve obligada a seguir este camino pasando de una etapa a la siguiente, que va a estar conectada a la previa por medio de causa y efecto. Por este camino nos desarrollamos muy lentamente hasta que nos damos cuenta de la necesidad de elegir el bien, negar el mal y alcanzar esa unión intencionada que persigue la Fuerza Gobernante. Sin embargo, éste se trata de un camino largo, lleno de dolor y sufrimiento.
  2. El camino de la Cabalá es sencillo y agradable, capaz de hacernos merecedores de nuestra predestinación en un período corto de tiempo y sin sufrimientos.
De cualquier manera, nuestro objetivo final está predeterminado. Debe ser alcanzado, y no hay manera de evitarlo, pues la Fuerza Superior nos gobierna firmemente de dos maneras: a través de la vía del sufrimiento y a través del camino de la Cabalá. Al contemplar la realidad que nos rodea, podemos comprobar que nos manejan simultáneamente de estas dos maneras.


La esencia de Cabalá es conducirnos a la comprensión de mal

El propósito de todas las acciones del hombre en su anhelo por alcanzar el Mundo Superior, es la comprensión de la maldad que existe en su interior. Descubre que su egoísmo natural se interpone en su camino hacia el Mundo Superior. La única diferencia que existe entre seres creados es su grado de comprensión del mal. Una criatura altamente evolucionada distingue en mayor grado su maldad. Por tanto, reconoce el mal y lo rechaza en mayor medida que una criatura menos desarrollada y con una menor percepción de ello. Ésta lo deja dentro, pues no lo percibe como maldad.

La base de todo mal es el amor por uno mismo, al cual llamamos egoísmo. Este atributo es opuesto a la Fuerza Superior que sólo posee el deseo de otorgar.

La esencia del placer consiste en el grado de semejanza de las propiedades del hombre con las de la Fuerza Superior.

La esencia del sufrimiento y la impaciencia hay que buscarla en la oposición a las propiedades de la Fuerza Superior. Por eso el egoísmo en sí nos causa dolor al tomar conciencia de la diferencia entre nuestras propiedades y las de la Fuerza Superior.

El sentimiento de repugnancia hacia el egoísmo es diferente en cada alma. Una persona menos desarrollada no considera que el egoísmo sea un atributo malo y por lo tanto lo utiliza abiertamente sin avergonzarse. Una persona más desarrollada ya percibe un cierto grado de su egoísmo como malo y, por lo tanto, va a vacilar a la hora de usarlo en público aunque continúe usándolo en secreto.

Una persona altamente desarrollada siente el egoísmo como algo tan repulsivo que no puede tolerarlo. Por lo tanto, lo elimina completamente dependiendo de su nivel de comprensión, ya que ni lo desea, ni es capaz de recibir placer a expensas de otros. Las chispas de amor por el prójimo comienzan a despertarse en la persona. Se les llama altruismo, la base de la bondad. Este atributo se va desarrollando gradualmente. Primero, desarrolla un sentimiento de amor por sus familiares y quiere cuidar de ellos. Cuando el atributo del altruismo se desarrolla aún más, también crece en él un grado de otorgamiento hacia todos los que le rodean, su prójimo, su comunidad, y toda la humanidad.

El desarrollo consciente e inconsciente

Dos fuerzas nos empujan y obligan a subir por los niveles espirituales hasta que alcanzamos su cima, la meta final, cuando nuestras propiedades se hacen equivalentes a las de la Fuerza Superior:
  1. Una de las fuerzas nos impulsa sin tomar en cuenta nuestra elección o comprensión. Nos espolea por detrás; los cabalistas lo llaman "el camino de sufrimiento". Los sistemas éticos y educativos basados en el conocimiento empírico comprobable por la mente práctica provienen de ello. La esencia de este sistema es solamente la evaluación del daño causado por los crecientes brotes de egoísmo. Estos datos experimentales se recibieron "por casualidad," es decir, sin una comprensión consciente o una posibilidad de elección. Sin embargo, cumple con su objetivo de manera convincente, porque el grado del mal que se manifiesta y crece en nuestras sensaciones nos obliga a evitarlo, y así subir más alto.
  2. La segunda fuerza nos empuja por medio de nuestro conocimiento consciente. Nosotros mismos elegimos esta fuerza. Nos atraedesde el frente y los cabalistas lo denominan "el camino de Cabalá." Al tomar este camino y siguiendo el consejo de los cabalistas con la intención de transformar nuestros atributos y hacerlos equivalentes a la Fuerza Superior, rápidamente nos damos cuenta de nuestro mal y recibimos un doble beneficio:
  • No tenemos que esperar hasta que nuestras vivencias comiencen a empujarnos desde atrás, a través del dolor. Al mismo tiempo, nuestra intención de alcanzar semejanza con la Fuerza Superior nos ayuda a desarrollar ese mismo reconocimiento del mal sin sufrimiento. En el momento en que deseamos volvernos equivalentes a la Fuerza Superior, sentimos su pureza y dulzura. Se va desarrollando en nosotros el entendimiento de que el amor propio es algo mezquino. Esta creciente revelación del mal se desarrolla junto a un sentimiento de placer y tranquilidad que lentamente empieza a surgir en nuestro interior debido a la semejanza con la Fuerza Superior.
  • Ganamos tiempo porque actuamos conscientemente; tenemos el poder de lograr más y acelerar el proceso de nuestra corrección hasta que logremos la total equivalencia con la Fuerza Superior.
El propósito de la ciencia de Cabalá es beneficiar al usuario

La diferencia entre el método Cabalístico de la corrección y otros métodos educativos reside su propósito. ¿Qué principios debe seguir la persona corregida: los de sociedad o los de la Fuerza Superior? Esto es lo que distingue a la Cabalá de la ética, del mismo modo que la espiritualidad difiere de lo material. 

La ética fija su objetivo en la construcción de una sociedad feliz según la entiende una mente práctica siempre basada en las experiencias vitales. Dicho objetivo no promete al individuo ningún beneficio más allá de las limitaciones de la naturaleza. Si el objetivo no se encuentra fuera de alcance de la crítica, entonces ¿quién puede demostrar certeramente a la persona que obtendrá una justa participación de los beneficios, para hacerle renunciar a cierta parte de lo legítimamente suyo y entregarlo a la sociedad?

En contraste, el objetivo del desarrollo medianteel método cabalista, promete hacer a la persona feliz. Esto es así pues la persona que ha alcanzado el atributo de amor al prójimo se fusiona con la Fuerza Superior conforme a la ley de equivalencia de la forma. Trasciende las estrechas fronteras de su mundo cruel y entra en el mundo inmenso e infinito de otorgamiento a la Fuerza Superior y a los seres creados.

El sistema de la ética obliga a la persona a buscar la aprobación de la gente, lo cual se asemeja a alquilar algo teniendo que pagarlo al final de cierto plazo. El hábito que tiene el hombre en ese proceder le impide subir incluso por los niveles de la ética, pues se acostumbra a estos esfuerzos, siempre recompensados por aquellos que le rodean en premio a sus buenas acciones.

Mientras que la persona que estudia Cabalá para otorgar a la Fuerza Superior asemejándose a Sus acciones y sin recibir nada a cambio, realmente sube por esos niveles morales. Poco a poco, adquiere una nueva naturaleza de otorgamiento a su prójimo. No recibe nada para sí, sólo las necesidades básicas para mantener su existencia en este mundo.

Solamente de este modo el hombre podrá librarse realmente de su egoísmo natural y de todas las restricciones de la naturaleza. Ya que cuando aborrece cualquier recepción para su propio beneficio, cuando su alma se libera de todos los placeres corporales innecesarios y excesivos, cuando deja de ansiar la riqueza, el reconocimiento y el poder, entonces entra libremente al reino de la Fuerza Superior. Se le garantiza la protección contra cualquier daño, porque todo daño viene causado únicamente por el egoísmo.

Es obvio, por tanto, que la sabiduría de la Cabalá sirve a aquellos quienes la utilizan, mientras que no beneficia a aquellos que la ignoran. Además, aunque todas las acciones del hombre vayan dirigidas a su corrección, esto sólo supone un medio para alcanzar la meta de llegar a ser semejante a la Fuerza Superior.
 

La necesidad de aprender Cabalá

Pero si usted escuchara con el corazón a una famosa interrogante, estoy seguro de que todas sus dudas acerca de si debería estudiar Cabalá se desvanecerían sin dejar rastro. Esta es una pregunta amarga y justa que se hacen todos los que nacen en la Tierra: "¿Cuál es el significado de mi vida?" (Rabino Yehuda Ashlag, Introducción al Talmud Eser Sefirot, Secciones 2, 12-17, 44-57).

Generaciones siguen a generaciones en nuestro planeta y cada generación y cada individuo se ha hecho la misma pregunta acerca del significado de la vida, especialmente en tiempos de guerra, de sufrimiento global o de rachas de mala suerte que cada uno de nosotros está propenso a experimentar ¿Cuál es el propósito de nuestra vida, si las mínimas alegrías nos son tan valiosas, que la ausencia del sufrimiento nos parece como si hubiéramos alcanzado la felicidad?

Si estamos a merced de la Naturaleza, si somos lo que somos ¿por qué entonces fuimos creados por ella y tenemos que vivir con las cualidades que tenemos como seres semi-inteligentes, inteligentes sólo en el sentido de que nos percatamos del hecho de que nuestras acciones están determinadas por las características y rasgos propios con que fuimos creados y que no se puede hacer nada al respecto? En ese caso, no hay distinción con respecto a dónde la naturaleza no-inteligente y salvaje nos pueda conducir, provocando que batallemos unos con otros permanentemente, haciendo que naciones enteras, como animales salvajes guiados por el instinto, se enfrenten entre ellas en una pelea viciosa. No obstante, de forma subconsciente, no podemos conciliar la idea de vernos como seres inteligentes con este concepto.

Sin embargo, si la fuerza divina que nos ha creado existe, ¿por qué entonces no la percibimos, por qué se oculta a sí misma de nosotros? ¿Por qué si supiéramos lo que se espera de nosotros, no cometeríamos en nuestras vidas los errores por los que somos castigados a través del sufrimiento?

Sabemos cuánto tormento y dolor, que resultan ser peor que la muerte han sufrido la humanidad desde la creación del mundo ¿Y quién es la fuente de todo ese sufrimiento? ¿Quién lo causa sino el Creador?

¡Y cuántos ha habido en toda la historia de la humanidad que han estado dispuestos a sufrir cualquier dolor para comprender la sabiduría superior y lograr la elevación espiritual, quienes por sí mismos se sometieron voluntariamente a insoportables angustias y agobios a fin de encontrar al menos una migaja de percepción espiritual y de comprensión de las fuerzas superiores, de llegar a ser uno con el Creador y de poder ser Sus esclavos!

Sin embargo, todos ellos vivieron sus vidas sin obtener una respuesta alguna vez, sin lograr alguna cosa. Ellos dejaron este mundo sin nada, tal como habían venido a él.

Por lo tanto, ¿por qué el Creador ignoró sus plegarias? ¿Por qué se apartó de ellos? ¿Por qué vio con desdeño sus sufrimientos?

¡Y ellos sintieron Su desdén! subconscientemente sintieron que hay un propósito superior al universo y a todo lo que está ocurriendo, mencionado como la partícula del hombre que se une con el Creador. Y, aún inmersos en sus egocentrismos, mientras atravesaban una agonía insoportable, sintiendo el rechazo del Creador, repentinamente sintieron una abertura en sus corazones, los cuales habían estado hasta entonces cerrados a la verdad y sólo podían sentir sus propios dolores y deseos. Una abertura debido a la cual a ellos les fue posible sentir esa ansiada partícula de unidad penetrando en el corazón a través de sus quebrantadas barreras.

Y así todas sus cualidades fueron reemplazadas por otras opuestas a ellas y similares a las del Creador. Se percataron de que sólo en la profundidad de aquellos sufrimientos, y de ninguna otra manera, podían experimentar la unidad con el Creador, de tal manera que Él y la partícula de unidad con Él estén allí.

Y en el instante de experimentar esta sensación que se reveló a ellos por sí misma y sanó sus heridas, el Creador mismo los llenó con un gozo infinito, tan delicioso que no se podría imaginar algo más perfecto, de tal manera que sienten que ha valido la pena el sufrir toda esa agonía para el logro de esta perfección.

Y cada célula de sus cuerpos los convence de que cualquiera en nuestro mundo estaría dispuesto a pasar un tormento inimaginable con el fin de experimentar al menos por una vez en la vida, algo así como la bienaventuranza de estar unido con el Creador.

Y la razón del silencio del Creador como respuesta a los ruegos del hombre, se encuentra en el hecho de que el hombre está más interesado en su propio progreso que en la glorificación del Creador en su interior, lo cual debería ser su único objetivo, ya que si esto fuera así, todas sus acciones se realizarían sin dolor. De lo contrario, llorará solo en el desierto y dejará este mundo tal como entró en el, sin haber percibido al Creador.

Porque la partícula de unidad, el propósito de la creación, fluye en el corazón de aquel que está dedicado a la gloria y al amor del Creador, quien está convencido desde el fondo de su corazón de que todo lo que ha hecho el Creador, ha sido hecho para él, en vez de quejarse en forma egoísta de la injusticia de la ley divina.

Lo espiritual no puede ser dividido en partes separadas, pero el hombre puede comprender una parte del todo y luego otra, hasta que lo comprenda en su totalidad. Por eso es que todo depende de la pureza de la aspiración, por lo que fluye la Luz espiritual desde el interior de la parte del corazón del hombre que ha sido purgada de todo egocentrismo.

Cuánto más fácil sería la vida si el Creador no se ocultara a sí mismo de nosotros, sino que fuera claramente perceptible o visible para todos. No tendríamos dudas en lo absoluto de Su existencia, podríamos observar los efectos de Su ley en nosotros mismos y en el mundo circundante, para realizar la causa y el propósito de nuestra creación, para ver las consecuencias de nuestras acciones y Su respuesta a ellas, para discutir todos nuestros problemas con Él, para solicitarle Su ayuda, para buscar Su protección o consejo, para quejarnos de nuestros problemas y pedir que Él nos explique el por qué nos los ocasiona, solicitarle Su orientación respecto al futuro, estar en contacto frecuente con el Creador y cambiar nosotros mismos de acuerdo con Su consejo, de la forma que Él quiere que seamos y que sea lo mejor para nosotros.

Podríamos estar en constante comunicación con el Creador desde el momento de nuestro nacimiento, de igual manera que un niño se percata de su madre desde el momento en que nace (y el Creador estaría tan cerca del hombre como la madre del niño, ya que el hombre Lo vería como la fuente de su nacimiento, su Padre, la causa de su existencia y de toda su vida futura), podríamos aprender a vivir de la manera correcta observando Sus respuestas a nuestras acciones y aún a nuestras intenciones.

No habría necesidad de escuelas ni de educadores. Todas las naciones coexistirían simple y maravillosamente unidas por la causa común obvia a todos: la unificación espiritual con el Creador abiertamente visible y perceptible.

Todo estaría guiado en sus acciones por las leyes espirituales que serían del conocimiento común, las leyes de los mundos espirituales llamados mandamientos que serían obedecidos por todo el mundo de manera natural, ya que cada quien vería que el desobedecerlos significaría hacerse daño a sí mismo, como al saltar dentro del fuego o de un precipicio.

Si nosotros pudiéramos ver claramente al Creador y el obrar de Su ley sobre nosotros, el mundo y el universo, no nos quejaríamos ni aún bajo los más difíciles afanes, ya que estaríamos concientes de los beneficios para nosotros. Por ejemplo, cualquiera daría gustosamente todo lo suyo a un extraño, sin pensar en sí mismo, porque estaría consciente de la ley divina, vería las consecuencias beneficiosas de sus actos desinteresados, sabría que todos estamos bajo la autoridad del bondadoso y eterno Creador.

Cuán natural sería esto y cuán antinatural e imposible lo es bajo nuestras condiciones presentes de ocultamiento de la ley, el entregarnos completamente al Creador, el dar nuestros pensamientos y deseos a Él sin reserva, ser lo que Él quiere que seamos, no tener el menor cuidado por nosotros mismos, no pensar en nosotros; por así decir, dejar de estar pendiente de nuestras individualidades, transferir todos nuestros sentimientos propios a Él, tratar de acceder a Él, vivir de acuerdo a Sus propósitos y a Su voluntad.

Todo lo citado anteriormente deja claro que sólo hay una cosa de la que se carece en nuestro mundo y esa es: ¡La percepción del Creador!

Esta es la razón por la cual ello debería ser el único propósito del hombre en este mundo, el único objetivo en el que el hombre no debería escatimar esfuerzos para lograrlo, ya que sólo en la percepción del Creador yace su salvación, de las calamidades de esta vida y de una muerte espiritual.

Los métodos de búsqueda para la percepción del Creador se denominan Cabalá.

La percepción del Creador se denomina fe. Un error común en la interpretación de esta palabra, consiste en pensar que la fe significa andar a tientas en la oscuridad, sin ver o percibir al Creador; es decir, tomando esta palabra en un sentido directamente opuesto a su verdadero significado. De acuerdo con la Cabalá, la Luz del Creador que se difunde en el hombre, la Luz del vínculo del hombre con el Creador, la sensación de unificación, es llamada la Luz de la fe o solamente fe.

La fe, la Luz del Creador, da al hombre una sensación de estar vinculado con lo eterno, una comprensión del Creador, un sentido de plenitud, una comunicación explícita con el Creador, de absoluta seguridad, inmortalidad, grandeza y fuerza.

Todo lo antes mencionado pone en evidencia que la liberación de nuestra temporal existencia, cargada de sufrimientos y de búsquedas agotadoras de placeres transitorios, se basa solamente en alcanzar la fe; es decir, en percibir al Creador.

En cualquier caso, la única causa de nuestros infortunios, de la inutilidad y temporal naturaleza de nuestra vida, es nuestro fracaso en percibir al Creador. La misma Torá nos dice: "¡Juzguen y vean por ustedes mismos cuán bueno es el Creador!"

La finalidad de este sitio es ayudar al lector a realizar sus primeros pasos en su manera de percibir al Creador. Quienes se den cuenta de la necesidad vital de percibir al Creador, llegarán a la decisión de estudiar los trabajos originales de la Cabalá: el libro del Zohar con los comentarios Sulam, los trabajos de Ari y los trabajos de Ashlag.

 

Prólogo al libro El Árbol de la Vida

1. A veces no podemos hallar el sentido a la aparente simplicidad de los textos Cabalistas. Su significado interior está oculto de todos, y sólo aquellos que alcanzan esta verdadera Sabiduría pueden entenderlo. Ésta se revela gradualmente como: 
  • Significado simple
  • Interpretación
  • Insinuación, y
  • Misterio

Sin embargo, podemos decir que el logro no empieza con el Significado simple, sino con el Misterio, cuando todo parece poco claro y por lo tanto misterioso, mientras que el Significado simple se consigue al final. 

2. Pero haciendo caso omiso de la vía de entrada para obtener el conocimiento Cabalista, hay una pregunta que permanece abierta: "¿Por qué los Cabalistas mantuvieron oculta esta información de las masas en forma tan concienzuda? ¿Cómo pudieron preservar este conocimiento de la gente a la que podría haberle cambiado radicalmente sus vidas?" 

Sin embargo descubrimos que restricciones similares han sido aplicadas no sólo por los Cabalistas, sino también por muchos científicos de las generaciones pasadas. Esta es una de las razones del lento desarrollo de las ciencias durante los siglos pasados. Por ejemplo, Platón advirtió a sus discípulos: "Nunca revelen conocimientos científicos a aquellos que no aprecien su magnitud". Aristóteles también advirtió respecto de transmitir la ciencia a personas indignas, que podrían abusar de ella, causando así un daño enorme. 

Pero los científicos de nuestra época actúan en forma diferente. Por el contrario, tratan de abrir las puertas de la ciencia para todos, sin ningún tipo de limitación o condición previa. Frente a esto, podríamos guardar rencor hacia los antiguos eruditos, que sólo revelaron sus conocimientos a un grupo cuidadosamente escogido de estudiantes, dejando que el resto de la gente vegetara en la ignorancia.  

3. La razón del acceso restringido a la información científica es que la humanidad está dividida en cuatro grupos:

  • Las masas populares;
  • Los gobernantes;
  • Los ricos, y
  • Los sabios.
Que se corresponden con los cuatro niveles del universo: 
  • Inanimado;
  • Vegetativo;
  • Animado, y
  • Parlante.
Por lo tanto, distinguimos tres niveles, que contienen tanto un poder útil como uno perjudicial: 
  • Vegetativo, el poder más débil, que atrae todo lo útil y repele todo lo perjudicial, y es similar a los niveles Animado y Humano. Sin embargo, no tiene sensaciones propias y constituye el poder común que afecta a todas la especies vegetales en el mundo a este nivel.
  • Animado, además del poder vegetal, cada criatura del nivel Animado tiene su propia sensación, que la guía hacia lo útil y la preserva del daño. Resulta que la significación de un individuo animal es igual a la significación de todas las especies de flora existentes. Esto se debe a que el poder general de todo el mundo vegetal se hace individual en cada criatura animal.
Este poder que actúa sobre el nivel Animado es muy limitado en términos de espacio y tiempo, es decir, esta sensación desaparece instantáneamente fuera del cuerpo. No puede ser sentida en el futuro ni en el pasado, únicamente en el momento de contacto actual.
  • Parlante - además de los primeros dos, este nivel consiste simultáneamente del sentimiento y de la mente, por lo que su poder no está limitado por el espacio y el tiempo para atraer todas las cosas útiles y evitar el daño, como ocurre en el nivel Animado. Éste puede obtener conocimiento acerca de todas las criaturas del pasado y el futuro.
Por lo tanto, descubrimos que la significación de cada persona iguala al total de las fuerzas de los niveles Vegetativo y Animado que existen en la realidad, tanto en el presente como en el pasado, mientras que el poder de cada individuo incluye todos sus poderes combinados.

Esta ley también puede ser aplicada a los cuatro grupos del nivel humano:
  • Las masas populares;
  • Los gobernantes;
  • Los ricos, y
  • Los sabios.
Todos ellos obviamente se originaron en el primer nivel, pero la significación y el derecho de existir de las masas populares está determinado por tres propiedades: Vegetativo, Animado y Parlante, que derivan de éste y están incluidas en el nivel humano. 

Para que las masas desarrollen y alcancen los niveles Vegetativo, Animado y Parlante, deben tener tres inclinaciones: 
  • Envidia;
  • Pasión, y
  • Ambición

Con la ayuda de ellas, las masas evolucionan gradualmente hasta alcanzar finalmente el nivel humano.

  • La envidia coloca a los científicos al frente de las masas, como está dicho: "La envidia incrementa la sabiduría". Aquellos que tienen fuertes deseos y disposición a la envidia, logran adquirir conocimientos y son similares al nivel Parlante de la realidad existente.
El poder que actúa en ellos no está limitado por el tiempo ni por el espacio. Éste abarca todo lo que ha existido en el mundo desde siempre. La persona envidiosa es universal; abarca toda la realidad, porque tal es la ley de la envidia: a menos que la persona vea algo que tiene su amigo, nunca tendrá deseos de ello. 

Por lo tanto encontramos que siente una deficiencia, no porque carece de algo, sino porque otra persona tiene lo que él no. Todas las personas en todas las generaciones son así y no hay fin para este poder. Gracias a esta propiedad las personas son capaces de lograr su misión grande y exaltada. 
  • Los deseos individuales caracterizan a los ricos; algunos de ellos poseen un deseo muy fuerte y consiguen acumular una gran riqueza. Este es el primer nivel del desarrollo de las masas. Se asemeja el nivel Vegetativo de la realidad existente, ya que el poder externo los compele a actuar de conformidad con las propiedades naturales, porque el poder del anhelo sobre el nivel humano se origina en el nivel Animado.
  • El deseo de honor y respeto crea gobernantes destacados, que tienen poder en un templo, en una ciudad, etc. Aquellos que tienen fuertes deseos y están dispuestos al reconocimiento adquieren poder. Esto constituye el segundo nivel del desarrollo de las masas. Se asemeja al nivel Animado de la realidad existente. El poder que actúa en tales personas es su esencia y los categoriza como un nivel humano independiente.
Sin embargo, las personas sin un deseo fuerte, que no se distinguen por algo especial, utilizan una combinación de las tres inclinaciones mencionadas anteriormente: ansían algo, envidian a otras personas y a veces anhelan la estima. Sus deseos están fragmentados, y, como los niños, llegan a querer todo lo que ven, y por consiguiente nada pueden conseguir. 

Es sabido que los poderes útiles y perjudiciales están equilibrados: pueden hacer mucho bien como provocar daño. Por lo tanto, el poder de cada individuo excede al de todo el mundo animal de todas las generaciones y épocas; consecuentemente el poder del mal en el hombre prevalece por sobre todos. Hasta que el hombre evolucione espiritualmente y sea capaz de utilizar sus poderes estrictamente con buenos propósitos, necesita estar protegido contra la adquisición de demasiados conocimientos. 

Debido a esto, los científicos de las generaciones pasadas ocultaron sus conocimientos a las masas. Temían que estudiantes indignos abusaran del poder del conocimiento en perjuicio del mundo. 

Pero cuando los niveles morales cayeron y los científicos comenzaron a anhelar tanto conocimientos como riqueza, empezaron a vender conocimientos científicos a las masas. Por lo tanto, el muro de protección levantado por los antiguos científicos se desintegró y muchas personas inescrupulosas se precipitaron a las universidades, dominaron la ciencia y ocasionaron la vergüenza sobre ésta al utilizarla en detrimento de la Humanidad.  

4. Podemos ver cuán estrictamente los Cabalistas limitaron el acceso de personas indignas a su sabiduría. Esta habla del propósito último del Universo y sólo puede ser utilizada para beneficio de la humanidad. Desde que esta sabiduría fue revelada por primera vez en el siglo XVIII A.C., fue ocultada por completo de las masas. Por lo tanto, surgieron muchas ideas equivocadas y falsas teorías alrededor de ella. 

Por otro lado, el Zohar afirma que llegará el momento en que la ciencia de la Cabalá será revelada a todos. No habrá necesidad de probar a quienes decidan estudiarla; las fuentes de su sabiduría estarán abiertas a todas las naciones. Tal libre acceso a la Cabalá sólo puede ser posible si todas las personas son completamente corregidas para la aplicación adecuada de este conocimiento. 

Sin embargo, como sabemos, durante su desarrollo, a lo largo de mil años, la humanidad se ha hecho tanto más egoísta que, cuando la Cabalá sea revelada a la gente, la insolencia prevalecerá y nadie tendrá miedo al pecado. ¿Cómo pueden conciliarse entonces estas dos declaraciones contradictorias? 

El hecho es que fue necesario proteger a la Cabalá de aquellos que no sólo envidiaban los conocimientos de sus colegas (cosa muy natural entre los científicos), sino que también ansiaban los placeres y el honor. En nuestra generación ya no existe el miedo a estudiantes deshonestos que vendan la sabiduría de Cabalá a las masas, porque pocas personas están interesadas en ella. 

Resulta inútil a los ojos de la multitud y no puede suministrarles ni riqueza ni estima. Por eso solamente aquellos que desean esta sabiduría se acercarán a la Cabalá. Todas las restricciones están levantadas y el estudio de la ciencia de la Cabalá le ayudará a la Humanidad a revelar el verdadero significado de la existencia. 

5. El Zohar y muchas otras fuentes Cabalísticas dicen que la diseminación de la ciencia de la Cabalá entre las masas elevará a la gente al más alto nivel de existencia, porque "el corazón de todos estará lleno de sabiduría". Por eso es tan necesario abrir escuelas Cabalísticas y escribir libros para difundir esta sabiduría entre las naciones del mundo. La ocultación de la Cabalá ha sido la principal razón para el desarrollo sumamente doloroso de la Humanidad durante siglos hasta el día de hoy. 

6. La ciencia de la Cabalá explica que se trata de un método para lograr el último nivel de existencia en cada individuo y en el todo, cuando uno pone en concordancia sus sensaciones y poderes con el más alto nivel - el Creador. Pero surge una pregunta: "¿Por qué fuimos creados por la Fuerza Superior en tal estado de imperfección? ¿Por qué debemos corregir y mejorar las acciones del Creador?". 

La respuesta puede encontrarse en la antigua parábola acerca de un rey que vivía en un castillo lleno de muchas cosas hermosas. Pero el castillo estaba vacío; nadie venía a visitar al rey. Para llenar el castillo con invitados, tuvieron que ser creados seres como nosotros, hechos de propiedades superiores e inferiores. Los mundos debían ser diseñados para traer al hombre al estado del Conocimiento Superno y el deleite. Entonces los mundos fueron creados para complacer a los seres creados. Debido a que ni el futuro ni el pasado conciernen al Creador, tan pronto Él concibió la creación y decidió deleitarla, Su decisión fue instantáneamente realizada en un estado llamado Mundo del Infinito. 

Potencialmente, todos los mundos que se originaron en el Mundo del Infinito están contenidos en éste. Entonces son todos los estados que la persona debe atravesar en su camino desde ser un ser totalmente opuesto al Creador a ser completamente semejante a Él. 

Un número de niveles que descienden desde el Mundo del Infinito hasta nuestro mundo y la entrada del alma en el cuerpo material fueron preparados para la corrección de la persona. Existiendo en el cuerpo y corrigiendo su deseo egoísta, la persona debe ascender gradualmente los niveles espirituales y lograr una completa igualdad con el Creador. Por lo tanto, debe regresar al estado primigenio de existencia en el Mundo del Infinito en el plan del Creador. El Creador lo llena con Su luz y la persona se fusiona con el Uno eterno, perfecto e infinito.  

7. Hay dos maneras de conseguir el objetivo descrito: 
  • Por el camino del retorno, cuando la persona escoge el camino breve a través de su propio esfuerzo. Ella controla el tiempo y sus propias sensaciones en el proceso de corrección.
  • A través del sufrimiento, cuando la persona es forzada a atravesar un largo y penoso proceso de corrección.
8. Esto nos ayuda a darnos cuenta cuán agradecidos debemos estar a nuestros maestros Cabalistas, quienes nos transmitieron su sabiduría y experiencia y con ello mitigaron considerablemente nuestros sufrimientos. Ellos nos salvan de una existencia que es peor que la muerte y nos ayudan para que ascendamos a las alturas de la perfección y la inmortalidad. El fundador del método de corrección fue el Arí (Rabí Itzjak Luria, 1534-1572), autor de la Cabalá Luriana. Gracias a él podemos alcanzar rápidamente y sin sufrimiento el propósito de nuestra creación. 

9. Muchos Cabalistas después de él han mejorado su método. Cada uno de ellos lo adaptó para las almas que descendieron a este mundo en su (correspondiente) generación.  

10. Como dijo el gran Cabalista Ibn Ezra: "Las acciones de todas las personas de este mundo deben apuntar a la corrección de sus corazones, porque el Creador requiere todos los corazones". En otras palabras, el propósito de la corrección es tratar al Creador como Él nos trata, esto es, lograr amor absoluto y otorgamiento. 

11. La correlación de fuerzas que llevan a la perfección de la persona es descrita como una parábola por el Cabalista llamado Simón en su libro "El Gran Midrash". 

"Cuando el Creador deseó crear al hombre, que gobernaría sobre sus propiedades naturales, Él solicitó su consejo: 
  • La Misericordia y la Justicia estaban de acuerdo con la creación del hombre;
  • La Verdad y la Paz no.
Las razones de ello: 
  • La Misericordia dijo, créalo, porque él posee la propiedad de la Misericordia.
  • La Verdad dijo, no lo crees, porque está lleno de falsedad.
  • La Justicia dijo, créalo, porque él administra la Justicia.
  • La Paz dijo, no lo crees, porque él es la discordia misma.
Al escuchar esto, el Creador arrojó a la Verdad al suelo, para que más tarde brotara de éste". 

Para comprender esta parábola necesitamos conocer los dos caminos opuestos de gobernar nuestro mundo: 
  • La regla sobre la existencia de este mundo aparece para proveer felicidad, amor y deleite. También parece controlar estas sensaciones. La Providencia Divina estimula la pasión y el amor en los padres llevándolos a concebir una nueva vida. Ella prepara para ella un lugar seguro en el útero de la madre, protegida de todo daño y le suministra todo lo necesario hasta que es lo suficientemente fuerte como para salir a luz en este mundo lleno de problemas.
  • Incluso después, la Providencia Divina no abandona a la criatura recién nacida, que se encuentra rodeada por familiares cariñosos, que hacen todo por ella hasta que se hace independiente. Los animales y las plantas reciben el cuidado de la Providencia Divina tanto como los seres humanos.
  • La regla sobre cada individuo es opuesta al primer tipo. Ésta crea caos, personas miserables y enfermas golpeadas por el Creador, cuya vida no es nada más que un camino doloroso hacia la muerte. En su sufrimiento aprenden a luchar para sobrevivir. Cuanto más evolucionada la criatura, más difícil tiende a ser su vida.
12. La creación como un todo y cada una de sus partes en particular consta de diez Sefirot, en las cuales contrastan dos propiedades muy distintas: 
  • Las nueve primeras Sefirot (la propiedad de otorgamiento) están llenas de Luz, y
  • Maljut (la propiedad de la recepción) carece de Luz.
Además, también hay dos tipos de Luz: 
  • La Luz Interior que llena el interior del Kli, y
  • La Luz Circundante que llena la parte exterior.
Tal distinción es causada por la disimilitud de las propiedades en una fuente; diferentes fuentes son necesarias para las Luces Interiores y las Circundantes. 

Sin embargo, éstas no son opuestas en el mundo espiritual, ya que Maljut está adherida a las nueve primeras Sefirot y adquiere la propiedad del otorgamiento en la forma de Luz Reflejada. Pero los deseos no corregidos (propiedades) no están conectados con las nueve primeras Sefirot, estando inmersas en los enormes deseos egoístas de placer. Debido a que la luz no puede entrar en los deseos no corregidos, permanecen vacíos y opuestos a las partes de la Creación que están llenas de Luz.  

El propósito por detrás de la restricción de la Luz es permitir que los deseos egoístas no afectados por la Luz (placer) sean corregidos, transformando el deseo egoísta de recibir placer en el deseo de otorgar y hacerse semejantes al Creador. 

Pero ¿cómo puede corregirse un lugar carente de luz, si el proceso completo de transformación del deseo egoísta en un deseo altruista solo ocurre bajo la influencia de la Luz? Este es el motivo por el cual es necesaria la criatura llamada "hombre en este mundo". Mientras se desarrolla, la persona recibe la luz desde los deseos de egoístas no corregidos y vive para ellos, adquiriendo así deseos no corregidos cada vez más grandes. Esta entonces procede a corregirlos con la ayuda de la Luz Superior deseando complacer al Creador y entonces logra asemejarse a Él. 

Estando alternativamente bajo la regla de estas dos fuerzas opuestas produce la sensación del tiempo en nuestro mundo. Cuando la persona corrige todo, la noción del "Tiempo" desaparece. O podemos colocarlo de modo diferente: necesitamos de la existencia del tiempo para hacer que estas dos oposiciones aparezcan en nosotros una después de la otra, primero en el proceso de desarrollo, y luego en el estado de corrección. 

13. A partir de esto es posible comprender que las Sefirot y sus propiedades tuvieron que ser rotas. Hay dos clases de luz en las diez Sefirot: 
  • La Luz Directa, la luz del Mundo del Infinito que desciende desde lo Alto.
  • La Luz Reflejada generada por Maljut desde abajo hacia arriba.
Ambas luces se fusionan en una. Después que la Luz Superior fue limitada de expandirse dentro de los deseos no corregidos, la Luz Directa que emana del Creador no ingresa en Maljut, mientras que la Luz Reflejada, siendo irrestricta, puede hacerlo. 

La necesidad de la existencia de los deseos no corregidos y el sistema de fuerzas egoístas proviene del propósito de restricción. Apunta a crear en el Hombre un enorme deseo de placeres, cuando es sostenido por el sistema de fuerzas egoístas. Este sistema requiere de una abundancia (la Luz), que no puede provenir de una estructura que constituye la última Sefirá, un espacio vacío carente de luz. 

Por lo tanto la ruptura de las nueve primeras Sefirot es necesaria y fue preparada con anticipación. Como resultado, una parte de la Luz Reflejada puede descender dentro del espacio vacío de Maljut y permanecer allí. 

La Luz Reflejada que desciende dentro de Maljut consiste en 10 Sefirot x 32 chispas de luz = 320 chispas. Estas 320 chispas descendentes están preparadas para sustentar la existencia de los niveles inferiores y llegar a ellos a través de dos sistemas paralelos: egoísta y altruista. Además, los niveles inferiores sólo pueden ser alimentados por uno de los sistemas a la vez: cuando un sistema es usado (elevado), el otro permanece inactivo (cae). 
  • Si la totalidad de las 320 chispas fueran recibidas a través del sistema egoísta, el sistema altruista paralelo de este mundo sería totalmente destruido.
  • Si la totalidad de las 320 chispas fueran recibidas a través del sistema altruista, todo sería corregido y el sistema de fuerzas impuras desaparecería.
  • Si nuestro mundo es sostenido alternativamente a través de la combinación de los dos sistemas, de acuerdo con las acciones del hombre, ambos lo conducirán a la corrección final.
Después de la ruptura de las 10 Sefirot y de la caída de 320 chispas de Luz dentro de los deseos egoístas, 288 de ellos (esto es, todos aquellos que descendieron de las primeras nueve Sefirot) se elevan nuevamente y se unen al sistema de fuerzas puras (altruistas). El sistema impuro (egoísta) de control y sustento de este mundo solo retuvo 32 chispas (320-288=32). Esto constituía el primer paso mínimo en la creación del sistema de fuerzas impuras. Pero en esta forma todavía es inadecuado para desempeñar su rol, y su creación es concluida más tarde como resultado de la ruptura de las 10 Sefirot de Adán. 

Por lo tanto, encontramos que los dos sistemas opuestos controlan y sostienen la realidad existente con el monto necesario de Luz (320 chispas preparadas por la ruptura de las 10 Sefirot). Esta cantidad es suficiente para el funcionamiento de los dos sistemas. 

Para que el sistema altruista pueda sostener la existencia de los niveles inferiores, necesita contener por lo menos 288 chispas para llenar sus primeras nueve Sefirot. Esta es la manera en que solía funcionar antes de la ruptura de Adán.  

14. La Misericordia, La Justicia, la Verdad y la Paz constituyen los cuatro atributos principales del alma humana que conducen a la persona a la corrección completa y la similitud con el Creador. El alma consiste en 10 Sefirot de Luz Interior y 10 Sefirot de Luz Circundante. 
  • La Misericordia es la Luz Interior de las primeras nueve Sefirot del alma.
  • La Justicia es la Luz Interior del alma de Maljut.
  • La Verdad es la Luz Circundante del alma.
Como se ha dicho, las Luces Interiores y Circundantes son opuestas entre sí: 
  • La Luz Interior desciende a la Creación en la medida de su intención altruista; por lo tanto no puede entrar en Maljut.
  • La Luz Circundante desciende del Mundo del Infinito y rodea todos los mundos. Debido a que todas las partes del Mundo del Infinito son iguales, la Luz Circundante brilla también en el restringido Maljut.
Ya que estas dos luces son opuestas, requieren dos partes separadas de la Creación: 
  • La Luz Interior completa las primeras nueve Sefirot (parte interior);
  • La Luz Circundante brilla en los deseos restringidos (parte exterior).
La Luz Circundante que brilla en la parte restringida debe conducir a la Creación al otorgamiento y a hacer sus propiedades similares a las del Creador. Esto se refiere a la propiedad de la Verdad. La Verdad afirma que el hombre está hecho de falsedad, porque inicialmente carece de la parte exterior de la restricción. Se separó de la Luz, entonces la propiedad de la Verdad es incapaz de ayudar a la persona en su logro de la Luz Circundante. Por lo tanto, todos los mundos que fueron creados especialmente para este objetivo se vacían de sentido, ya que el hombre, que se supone es su único objeto, todavía no está listo para cumplir con lo que tiene predestinado. 

Sin embargo, las propiedades de la Misericordia y Justicia, que se refieren a la Luz Interior del alma, pudieron proveerla de todas las luces y la perfección. Por lo tanto concuerdan con la creación del hombre (ellas constituyen NHY que hace un Zivug de Akaá, por lo tanto se refieren a la Luz Circundante). 

La propiedad de la Paz dijo que el hombre es el origen de la discordia, porque no puede recibir la Luz Circundante. Estaría en conflicto con la Luz Interior, ya que estas dos luces opuestas no pueden coexistir en una vasija. 

De esto se deduce que Adán sólo carecía de la parte exterior que se refería a la propiedad de la Verdad, pero tenía un Kli externo referido a la propiedad de la Paz. Por este motivo las dos propiedades estuvieron de acuerdo con la creación del hombre. 

15. Se ha dicho que Adán y su mujer estaban desnudos y no sentían vergüenza. Esto quiere decir que carecían de la parte exterior y sólo tenían la parte interior originada en el sistema de los mundos altruistas. Por lo tanto no sentían vergüenza, es decir, que eran inconscientes de su deficiencia. 

Sin embargo, como sabemos, la sensación de deficiencia es un prerrequisito necesario para satisfacer un deseo. Se asemeja a una persona que descubre que está enferma y por lo tanto está lista para ser tratada. A menos que sea consciente de su dolencia, evitará el tratamiento médico. Esta función de experimentar la deficiencia le es dada a la parte exterior del alma. Es un vacío en la estructura de Adán, porque se origina a partir de un espacio vacío y le da a la persona las sensaciones de vacuidad espiritual, inferioridad y vergüenza. 

Por lo tanto Adán es obligado a regresar al estado en el cual es llenado y atraer a la Luz Circundante perdida, que está listo para llenar su Kli. Este es el real significado de las palabras: "Adán y su esposa estaban desnudos (es decir, no tenían Kli exterior), y no sentían vergüenza". Por consiguiente, eran inconscientes del propósito de su creación. 

Pero siendo similares al Creador en sus deseos de otorgar, ¿cómo pudieron Adán y su parte femenina equivocarse y caer en el egoísmo? 

16. Hay dos tipos de análisis a nuestra disposición para revelar y obtener la perfección: 

"El bien y el mal" es una fuerza activa del cuerpo, cuyas acciones son determinadas por las sensaciones de "dulzura y amargura". La persona evita la sensación de amargura, porque la hace sentir mal, y aspira a la "dulzura", que la hace sentir bien. El poder de tal análisis sobre los niveles Inanimado, Vegetativo y Animado es suficiente para llevarlo a la perfección deseada.  
  • "La verdad y la mentira" es otro análisis que solamente existe en el Hombre. En conformidad con su desarrollo todos rechazan el falso vacío y atraen la verdad. Este análisis provino del deseo egoísta, porque inicialmente el Creador solamente creó el análisis llamado "el bien y el mal", que resultaba suficiente en ese momento.
Si la persona en nuestro mundo fuera premiada por sus acciones buenas y altruistas, y castigada por las malas y egoístas, el bien sería percibido como dulce y el mal como amargo. Todos evitarían las acciones malvadas y egoístas y aspirarían a llevar a cabo únicamente acciones buenas y altruistas; por lo tanto, todos tendrían garantizado el logro de la perfección.  

Esta es la forma en que Adán fue creado inicialmente: las sensaciones agradables lo incitaban a realizar acciones altruistas, mientras que las sensaciones desagradables le impedían cometer actos egoístas. Esto resulta en que la elección de Adam consista en preferir la dulzura a la amargura, lo que le permitió conocer el deseo del Creador y actuar correctamente.  

17. Pero no era tan simple impartirle a Adán las propiedades egoístas. La pregunta concernía a las formas del análisis. Es sabido que la recepción del placer y la sensación de saciedad es el propósito de la Creación. Sólo que el relleno debe ser altruista, apuntado al otorgamiento. 

Por lo tanto el primer contacto con los deseos de recibir estaba justificado. Los deseos por sí mismo no están prohibidos, se encuentran exactamente donde la persona se supone que recibe el deleite del Creador. La intención egoísta por encima de estos deseos es lo que en realidad dificulta el logro del propósito. Sin embargo, si estos deseos pueden ser purificados de su intención egoísta, podrían ser aptos para ser utilizados en forma altruista. Tal era el propósito de Adán, cuando le fue adherido el deseo de recibir.  

18. Sucede que Adán no tenía los deseos de recepción que derivan de un espacio vacío, sino sólo los deseos de otorgamiento. Pero le fue revelado que tan sólo recibiendo en estos deseos enormes sería capaz de otorgarle al Creador. Por lo tanto se los adhirió con una intención altruista. 

Sin embargo, él pudo solamente resistir la primera recepción de la Luz por consideración al Creador. Luego deseó recibir placer para sí mismo, porque antes de que uno pruebe algo, todavía es posible resistir la tentación. Después, aparece un anhelo irresistible por el deleite ya experimentado y el proceso se sale de control. Sucede que la primera recepción de Adán fue con la intención por amor al Creador y la segunda para sí mismo. 

Como resultado de esto, surgieron grandes deseos vacíos en Adán, que entonces, en lugar de otorgarle al Creador, se preocupa por sus propias necesidades y olvida todo acerca de la vida eterna. Entonces ocurre la fragmentación de la vida en miles de millones de vidas humanas diminutas. Ellas son distribuidas uniformemente entre las personas en muchas generaciones, desde el principio hasta el final, cuando el propósito de la Creación sea finalmente conseguido. Esto se asemeja a una larga cadena. 

Sin embargo, las acciones del Creador, permanecen iguales: la Luz de la Vida que llenaba a Adán por completo simplemente se esparció a lo largo de esta cadena siguiendo incesantemente las vueltas en la rueda de propiedades cambiantes hasta que todas ellas son completamente corregidas. 

Lo que le ocurrió a Adán luego se extendió a la naturaleza: desde la eternidad y la unión con el Creador todo cayó al nivel más bajo, y de la misma manera que Adán, todo debe seguir el proceso de corrección de las propiedades. 

19. Como consecuencia del agregado de los deseos de recepción tuvieron lugar dos consecuencias negativas: 
  • Después de experimentar placer en los deseos de recepción, Adán adquirió deseos del espacio vacío. Esto condujo a la emergencia del odio y el alejamiento de la propiedad de otorgamiento del Creador.
  • 288 chispas que introdujeron los deseos de otorgamiento en los deseos de la recepción y sostienen la existencia del hombre y del mundo entero durante todas las reencarnaciones de las almas hasta el fin de la corrección.
A partir de esto se aclara el significado de los deseos egoístas en el hombre. Son como la dura cáscara de una fruta que la cubre y protege del daño hasta que madura. Sin ella la fruta se marchitaría antes de alcanzar su propósito. De modo similar, las 288 chispas que cayeron en el egoísmo mantienen la existencia del mundo hasta que éste logre el objetivo deseado. 

La segunda consecuencia consiste en el hecho de que el egoísmo del hombre utiliza el otorgamiento por amor a la recepción. 

Tratemos de imaginar el sistema de fuerzas egoístas: cualquier partícula del mundo material ocurre como una rama que proviene de su raíz en el Mundo Superior, que a su vez se desprende de un nivel todavía más alto, etcétera. La diferencia entre las ramas y sus raíces reside solamente en la materia de la cual están hechas. 

Sin embargo, todos los procesos en ellas son idénticos. Por lo tanto, obteniendo una rama en nuestro mundo podemos aprender acerca de su raíz en el Mundo Superior. 

El Zohar dice que todas las dolencias que quebrantan al cuerpo humano se originan en el sistema de fuerzas egoístas. Por consiguiente, estudiando el nivel Animado de la naturaleza, descubrimos que todo que existe en los cuerpos se obtiene con la ayuda de los placeres que mejoran y enriquecen su vida. 

Por lo tanto, la Providencia grabó en el joven la habilidad de encontrar satisfacción y placer en todas partes, incluso en forma implícita, porque tienen la intención de multiplicar la vida, de recibir placer para crecer y desarrollarse. Éste es el propósito verdadero del placer. Por lo tanto, descubrimos que la Luz del placer engendra la vida. 

Sin embargo, esta Ley sólo es efectiva en relación con el nivel general del placer. El deleite sentido por un individuo en el nivel Animado indica una regularidad inversa. Por ejemplo, una persona tiene una lesión o una irritación en la piel que la compele a rascarse sobre la mácula. La acción misma le causa placer y la induce a continuar. Sin embargo, este placer contiene el mal, y a menos que la persona resista la tentación perjudicial, su rascadura incrementará el deseo y el placer finalmente se convertirá en dolor.

Cuando la herida empiece a curar, habrá una necesidad más grande de rascarse que antes, y a menos que la persona dome este deseo pernicioso, la zona lastimada se deteriorará gradualmente y llegará a un final funesto, el envenenamiento de la sangre e inclusivo la posibilidad de morir.

Por lo tanto, descubrimos que la persona se muere como resultado de recibir placer, porque es una parte separada de placer recibida por un individuo. La muerte ocurre en esta etapa a pesar del deleite generalmente sentido por todo el nivel.

Entonces un deseo egoísta es una voluntad de recibir en forma egoísta para uno mismo sin la inclinación de darle a alguien más. Es imposible satisfacerlo, y tales intentos solo conducen a un aumento de las demandas, como fue ilustrado en el ejemplo de la piel lastimada. El fin de todos los deseos egoístas es como un salto de la muerte, y la persona es sentenciada a abrir su boca (debido a que debe recibir placer para existir) y muere. 

20. Como resultado de las dos consecuencias mencionadas anteriormente, la estructura de los deseos del hombre (creado para recibir sustento del sistema de los mundos superiores) también se transformó. Esto se debe a que cada acción completa es llevada de manera tal que sus elementos no son ni excesivos ni deficientes. Una acción parcial es realizada de modo que sus elementos no están interconectados y siempre encontramos en ellos o el exceso o la deficiencia. 

Esta ley exige inequívocamente que el Uno perfecto deba realizar acciones perfectas. Sin embargo, cuando el hombre pasa del sistema de mundos puros hacia el sistema de mundos egoístas, muchos nuevos deseos son adheridos a él mismo como resultado del pecado y la adhesión de partes adicionales a su estructura espiritual. No hay necesidad de ellos en esta etapa, porque él no recibe nada para su existencia. 

De acuerdo con esto, la persona es obligada a satisfacer sus deseos más de lo que necesita, pero debido a que los deseos adicionales no pueden recibir lo que necesitan, el monto excesivo permanece en el cuerpo y será obligado a emerger después. Por lo tanto todo el organismo trabaja al máximo hacia la muerte. 

Analicemos las dos clases contradictorias de Providencia: 
  • Control sobre la existencia de las personas;
  • Control sobre el sustento de las personas, que pasaron del sistema altruista al egoísta como resultado de la adquisición de un gran deseo de recibir para sí mismo después del pecado. La pérdida de una pantalla ha llevado a la oposición y el conflicto entre el sistema altruista de los mundos y los cuerpos humanos en este mundo.
Debido a que el sistema de los mundos puros ya no puede sostener su existencia, para evitar la destrucción del Universo y permitir que éste sea corregido, la Luz general consistente en 288 chispas fue entregada al sistema de control egoísta para que pudiera sustentar a la Humanidad durante el período de corrección. 

Como producto de esto, el orden del Universo se confundió, porque las acciones egoístas generaban el mal, pero si la abundancia de la Luz disminuye, lleva a la destrucción y el sufrimiento. La creciente abundancia de Luz incrementa la fuerza de la separación en los receptores, de acuerdo con la ley: "Quien recibe 100 quiere 200, quien recibe 200 quiere 400". 

El placer que separa fue descrito en el ejemplo de la lesión en la piel, cuando el egoísmo crece y "se devoran vivos uno al otro". La vida del cuerpo se acorta, ya que el incremento de la recepción conduce al salto inevitable hacia la muerte. 

Sólo el estudio de la Cabalá es capaz de atraer la Luz espiritual Superior hacia el estudiante, transformando gradualmente sus propiedades y haciéndolas similares a las de los mundos puros de BYA (sistema altruista). Las personas retornarían entonces al amor y la equidad como antes del pecado de Adán, recibirían la Luz Superior y se fusionarían con el Creador. 

21. A partir de lo dicho resulta claro por qué fueron omitidas las respuestas de las 4 propiedades humanas principales concernientes a la creación del Hombre (ver ítem 11). La creación de ese hombre contradice incluso las propiedades de Misericordia y Justicia, porque él disminuye su influencia desde abajo y es "sostenido" por el sistema de fuerzas impuras. 

Por lo tanto, se ha dicho que el Creador "puso la Verdad en el suelo", pero las propiedades restantes dijeron: "Levanta la Verdad del suelo", es decir, que incluso la Misericordia y la Justicia se arrepintieron, porque nunca estarían de acuerdo con la humillación de la Verdad. Esto ocurrió cuando los deseos de recibir fueron adheridos (pecado), cuando la Verdad creció débil y dejó de tomar parte en el control de la realidad existente. El análisis natural de "dulce y amargo" ya no fue utilizado (ver ítem 16), porque la Luz que aseguraba la existencia de las 288 chispas fue emanada por el sistema altruista.  

Sin embargo, después que los deseos adheridos recibieron la luz (al probar el fruto del Árbol del Conocimiento), surgió un enorme deseo de recibir para uno mismo, así como dos oposiciones a lo espiritual. Las 288 chispas de abundancia que sostenían la existencia pasaron al sistema de los mundos egoístas y se confundieron nuevamente. Esto llevó al surgimiento de una nueva forma en el Universo con un principio dulce y un final amargo, porque las 288 chispas de deleite causaban la muerte, la mentira, la destrucción y el caos.  
Está dicho: "Él tomó la Verdad y la arrojó al suelo". A través de esto el hombre recibió el poder de la mente basado en el análisis de la verdad y la mentira. El hombre está sentenciado a utilizarlo durante todo el período de corrección, porque sin él es impotente (ver ítem 16). 

Únicamente la Luz Superior atraída con la ayuda de las acciones correctas descritas por la Cabalá, pueden hacer que el análisis del hombre sea corregido y liberarlo del sistema de fuerzas egoístas. 

22. Debido a que Adán cayó en las propiedades egoístas (cometió el pecado del Árbol del Conocimiento), la Luz Superior desapareció de él y se dividió en muchas almas individuales. Nada cambia, sólo aparece una nueva forma, cuando la Luz que previamente llenaba la Creación (Adán) se desplegó a través de la cadena infinita de las propiedades cambiantes de las almas hasta que el fin de la corrección es alcanzado inevitablemente. 

Cada uno de nosotros está conectado con la cadena completa de las almas y las generaciones. A partir de esto vemos que, a decir verdad, la persona vive para satisfacer las necesidades de todas las almas, ya que cada uno de los eslabones dirige la Luz a toda la cadena. 

Como se ha dicho en el ítem 15, Adán fue obligado a caer en el egoísmo, porque tuvo que adquirir los deseos externos para la recepción de la Luz Circundante, de modo que los dos opuestos pudieran emerger en una vasija. En su estado pequeño el hombre es sostenido por el sistema egoísta y su deseo de recibir crece hasta que alcanza el tamaño deseable. Cuando consigue el estado grande y empieza a estudiar la sabiduría de la Cabalá parece ser capaz de convertir los grandes deseos de recibir en otorgamiento. Éste es el propósito principal llamado "la Luz de la Verdad" (ver ítem 14). 

Sin embargo sabemos que antes de asociarse con el sistema altruista, el hombre debe dejar una vez más cualquier forma de recepción del sistema de egoísta. Tenemos instrucciones de lograr la propiedad del amor con todos nuestros corazones y nuestras almas. 

¿Pero qué es el uso de las correcciones, si el hombre pierde todo que consiguió previamente? Por esto el poder de los justos y de los pecadores está perfectamente equilibrado en cada generación. Por otro lado, vemos que decenas de miles de personas sin ningún valor juzgan a una persona justa. Esto se debe a que en la Creación hay dos clases de reglas de Providencia:
  • A través del poder de la cualidad, y
  • A través del poder de la cantidad.
Los poderes de aquellos que son gobernados por el sistema egoísta son pequeños e insignificantes. El poder creado de la cantidad no requiere ninguna cualidad. Expliquémoslo a partir del ejemplo de las fuerzas cualitativas de los leones y los tigres, que superan a la de cualquier hombre. Comparado con ellos tenemos la fuerza de las moscas que no poseen prácticamente ninguna cualidad. 

Sin embargo ningún hombre pelearía contra ellas debido a su gran número. Estas vuelan libremente por la casa del hombre y se sientan sobre su mesa, mientras él se siente demasiado débil para oponérseles. 

Por otro lado, en relación con los bichos, reptiles y otros intrusos no invitados, cuyo poder cualitativo excede por mucho al de las moscas caseras, el hombre no se relajará hasta que los conduzca fuera de su departamento. Esto se debe a que la naturaleza no los dotó con el poder de la cantidad, como sí lo hizo con las moscas. 

De acuerdo con esto, está claro que un gran número de personas comunes deben ciertamente darle razón a cada persona justa para darse cuenta de sus bajas inclinaciones en la total ausencia de cualquier cualidad en ellos. De este modo todas las personas se ayudan unas a otras para conseguir la perfección final.
 

La Sabiduría de la Cabalá y la filosofía

Definición de la espiritualidad

La filosofía considera que lo espiritual genera lo material y que el alma crea el cuerpo. Este postulado es problemático porque, en ese caso, debe existir la conexión entre lo espiritual y lo material.La ciencia de la cabalá postula que lo espiritual no tiene ninguna relación con lo material. No existe ninguna manera que lo espiritual pueda tener contacto con lo material y de algún modo ponerlo en movimiento.

Además, la ciencia de la cabalá, como cualquier ciencia, postula que sólo se puede discutir lo que se puede sentir e investigar. Por lo tanto, incluso intentar definir lo espiritual implica distinguirlo y separarlo de lo material. Entonces, primero se requiere sentir y comprender lo espiritual, y para eso se requiere la ciencia de la Cabalá porque ella permite sentir el Mundo Superior.

La esencia de la Fuerza Gobernante Superior (el Creador)

La ciencia de la Cabalá no trata de la esencia de la Fuerza Superior misma ni intenta formular sus leyes. La Cabalá se define como una ciencia experimental y no habla de lo que no alcanza pero no niega lo que está fuera de su alcance porque definir un fenómeno inexistente no es menos valioso que definir uno existente. El proceso de observar una esencia de lejos y definir todos sus componentes inexistentes también se considera como una evidencia y una cierta comprensión. De hecho, si la esencia estuviera demasiado lejos, no sería posible distinguir incluso sus componentes inexistentes.

Por lo tanto, el principio básico de la cabalá postula que "no se puede dar nombre a lo inalcanzable" porque el nombre significa el comienzo de una comprensión. La Luz Superior o la sensación de la Fuerza Gobernante Superior (el Creador) y sus acciones, que se alcanza dentro de la vasija del alma, se describe en la Cabalá no en menos detalles que en los análisis y los experimentos de las investigaciones materiales.

Lo espiritual es una fuerza sin cuerpo

La Cabalá define "lo espiritual" como algo que no tiene ninguna relación con el tiempo, el espacio y la materia. Lo espiritual constituye una fuerza sin cuerpo.

La vasija espiritual es llamada una fuerza

Cuando se habla acerca de una fuerza en lo espiritual, no se trata de la Luz Superior por sí misma porque la Luz se encuentra fuera de la vasija, que es el órgano de sensación y comprensión, y por lo tanto es inalcanzable: la Luz procede desde la esencia del Creador y equivale a ella. Es decir, somos absolutamente incapaces de comprender la Luz Superior para darle nombre y definirla porque el nombre "luz" es metafórico y no puede considerarse verdadero. Por lo tanto, una "fuerza" sin cuerpo se refiere a una "vasija espiritual". Definiendo la luz, un cabalista no habla de su esencia sino que expresa la reacción y la impresión de la vasija al contacto con la luz dentro de sí misma.

La vasija y la luz

Es posible comprender la luz, es decir la impresión de la luz por la vasija. De este modo, se comprenden al mismo tiempo la materia y la forma porque la impresión es una forma y la fuerza es la "materia". Sin embargo, la sensación del amor que se genera de este modo en la vasija se define como una "forma sin materia". Si se abstrae el amor de un regalo, como si el amor nunca hubiese sido vestido en un regalo concreto y sólo hubiese constituido un nombre abstracto (el amor del Creador), en este caso se define como una forma y su obtención se llama la "recepción de forma". Esto constituye una investigación concreta porque el espíritu de este amor se queda en nuestra comprensión como la esencia de la luz, es decir como un concepto totalmente abstracto del regalo.

La materia y la forma en la Cabalá

Aunque la sensación de amor por la vasija es el resultado de un regalo, es incalculablemente más importante que el regalo mismo porque esta sensación de amor se valora por la grandeza del que regala y no por el valor del regalo. Entonces, son el amor y la atención [del que regala] que otorgan a este estado el valor y el significado infinitos. Por lo tanto, el amor se abstrae completamente de la materia que es la luz y el regalo. De hecho, sólo se queda la comprensión del amor, mientras que el regalo se olvida y se borra del corazón. Por consiguiente, esta parte de la ciencia de la Cabalá se llama "la comprensión de la forma" y es la parte más importante.

Los mundos Atzilut, Briá, Yetzirá yAsiyá

Los cabalistas distinguen cuatro grados de amor, similares a los grados de amor en este mundo. En el momento de recibir el regalo, el receptor todavía no considera que el que regala lo ama, especialmente si él es una persona importante y su estatus es más alto que él del receptor. Sin embargo, como el número de regalos crece constantemente, el receptor siente que se puede percibir aún a la persona importante como alguien que ama verdaderamente y es igual. La ley de amor postula que las personas que se aman deben sentir la igualdad entre ellos.

Por consiguiente, la Cabalá define cuatro grados de amor:

1. Hacer un regalo se llama el mundo de Asiyá.

2. Aumentar el número de regalos se llama el mundo de Yetzirá.

3. La revelación de la esencia del amor se llama el mundo de Briá. Aquí,  comienza el estudio de la forma porque en este grado el amor fue separado del regalo: la luz deja el mundo de Yetzirá y el amor se queda sin la Luz, sin sus regalos.

4. Después de la separación final de forma y materia, la persona obtiene fuerzas para subir del estado de la oscuridad al grado del mundo Atzilut, donde vuelva la sensación de la forma que se viste en la materia, es decir,  la Luz y el amor se sienten como uno.

La fuente del alma

Todo lo espiritual se percibe como una fuerza separada del cuerpo y, por lo tanto, no tiene ninguna imagen material. Lo espiritual es una propiedad separada y no tiene contacto con el mundo material. Pero si este es el caso, ¿cómo puede lo espiritual generar lo material y ponerlo en movimiento?

La fuerza es la materia

Una fuerza por sí misma es una verdadera materia, no menos que toda la materia del mundo real. A pesar que la fuerza no tiene una imagen que puede ser percibida por nuestros sentidos, esto no disminuye su valor.

Tomemos, por ejemplo, el oxígeno que compone la mayoría de los materiales en el mundo. Una botella con oxígeno puro, que no interacciona con otros materiales, parece vacía. De hecho, el oxígeno es un gas que no puede ser percibido, visto, olido, sentido ni tocado. Lo mismo es cierto para el hidrógeno.

Por otro lado, al combinar estos dos elementos, ellos se convierten inmediatamente en un líquido: agua que es buena para tomarla. Si agregamos el agua a la cal viva, el agua será absorbida inmediatamente por la cal y se convertirá en una sustancia sólida, como es la cal misma. De este modo, el oxígeno y el hidrógeno, elementos químicos imperceptibles, se convierten en una sustancia sólida.

Lo mismo puede ser dicho acerca de las fuerzas que actúan en la naturaleza. Normalmente, las fuerzas no se consideran como la materia porque son imperceptibles por nuestros sentidos. Por otro lado, vemos que las sustancias sólidas y líquidas, que se perciben en nuestro mundo, pueden ser transformadas en gas al calentarlas. Éste, al enfriarlo a cierta temperatura, puede convertirse nuevamente en sólido.

De aquí está claro que todas las imágenes perceptibles se originan de las bases que son imperceptibles y que no consideran la materia. Por lo tanto, todas las imágenes conocidas y establecidas en nuestra mente, a través de las cuales  determinamos la materia, no son permanentes y no existen por sí mismas. Su forma es un derivado de diferentes factores, por ejemplo, el calor y el frío.

Entonces, la esencia de la materia es la fuerza contenida en ella. Sin embargo, las fuerzas todavía no se nos relevan por si mismas, similar a los elementos químicos.Tal vez, se nos revelarán en el futuro.

La fuerza que es igual en lo espiritual y lo material

Por un lado, todos los nombres que hemos entregado a los objetos materiales, basándose en las imágenes materiales, son absolutamente inventados porque estos nombres derivan de nuestra percepción en los cinco sentidos. Por lo tanto, estos nombres no son permanentes y no existen por sí mismos.

Por otro lado, cualquiera definición de una fuerza, que hacemos negando su conexión con la materia, también es inventada. Sólo debemos considerar la realidad concreta, hasta que la ciencia no se desarrolle en su forma perfecta.Es decir, todas las acciones materiales que vemos y sentimos deben ser analizadas con respecto a la persona que las realiza. Debemos comprender que la persona y también la acción consisten en materia, en su esencia. De otro modo, sería imposible comprender esta acción.

Las luces y las vasijas

Considerando que la Cabalá es una ciencia real, ella busca comprender verdaderamente el universo, cuando ninguna pregunta difícil puede negar un hecho real.

El universo entero consiste en la vasija (el deseo) y la luz (el placer). La diferencia entre la vasija y la luz se manifiesta en la primera creación cuando se separó de la Fuerza Superior. La primera creación es más fina y más llena que cualquier otra siguiente. Esta creación recibe el deleite de la esencia de la Fuerza Superior que desea llenarla con el placer.

El placer puede ser medido por el deseo de recibirlo. Cuando el deseo de recibir es más grande, se siente como el placer más grande en el momento de satisfacer el deseo. Por lo tanto, la primera creación, "el deseo de recibir", se divide en dos categorías:

1. La esencia del receptor - el deseo de recibir, el cuerpo de la creación, la vasija para recepción del placer.

2. La esencia del placer recibido - la luz del Creador que fluye constantemente hacia la creación.

El universo entero y cualquiera de sus partes siempre consiste en dos cualidades, el de deseo de recibir placer y el deseo otorgarlo, que se incluyen una en otra. Estas dos cualidades son compuestas porque el "deseo de recibir", que es esencial en la creación, no existía en la Fuerza Superior. Por eso, es llamado la creación, algo que no existe en la Fuerza Superior. La abundancia recibida es similar a la esencia de la Fuerza Superior, así que una enorme distancia la separa de un cuerpo recién creado.

Cómo lo espiritual puede producir lo material

Desde la primera vista, es difícil de comprender cómo lo espiritual puede producir y sostener algo material. Pero eso es difícil de comprender sólo considerando lo espiritual como no conectado de ninguna manera con lo material.

Considerando la opinión de los cabalistas, quienes descubren que cualquier cualidad de lo espiritual es semejante a la de lo material, resulta que estas dos cualidades son similares y la diferencia entre ellas sólo está en la materia. Específicamente, lo espiritual tiene materia espiritual y lo material tiene materia substancial. Sin embargo, todas las cualidades que actúan en la materia espiritual, actúan también en la materia sustancial.

Existen tres afirmaciones erróneas en la comprensión de la conexión entre lo espiritual y lo material:

1. El poder del pensamiento humano es la esencia de hombre, su alma inmortal.

2. El cuerpo es la extensión del alma y su resultado.

3. Las sustancias espirituales son sencillas y no compuestas.

Estas aseveraciones erróneas fueron destruidas por la psicología materialista. Hoy en día, cualquier persona que desee comprender la Fuerza Superior puede hacerlo, a través de esfuerzos en utilización de la metodología para su comprensión: la ciencia de la cabalá.


 

Una Ley

El hombre quien cumple incluso sólo una ley del mundo superior inclina a sí mismo y a todo el mundo al bien.

La corrección de la creación está en la intención

La corrección de la auténtica naturaleza humana, sus deseos egoístas, debe ser realizada sólo con el propósito de convergencia con la Fuerza Superior y similitud con ella, adquiriendo la calidad de otorgamiento, es decir, con el propósito de recibir placer de ella como ella desea de otorgarnos placer. El deseo humano de recibir placer está creado por la Fuerza Superior y no es contrario a ella.

El contrario de ella es la intención de recibir placer "para sí mismo". Es la intención "para sí mismo" que es llamada el egoísmo, no el deseo mismo de recibir placer. El mismo deseo de recibir placer o, como dicen los cabalistas, deseo de llenarse, es inmutable, sólo éste ha sido creado, sólo éste existe, además del Creador mismo. El Creador creó sólo el deseo de recibir placer de Él, de su luz, de la sensación de Él.

De nosotros depende sólo cómo aplicar nuestro único natural deseo de recibir placer: para sí mismo o para el Creador.

El recibir placer "para sí mismo" está restringido por los límites de nuestro mundo.

Es imposible llenar un deseo egoísta porque, al llenar el deseo, el placer lo anula y el deseo no permanece en nuestros sentidos.

Para que el hombre pueda existir hasta que comience a mantener la intención correcta y que pueda llenarse con ilimitado e infinito placer, él posee sólo un micro-deseo que es capaz de recibir una pequeña chispa del placer, "ner dakik". Todos otros ilimitados e infinitos placeres pueden sentirse sólo en la intención para el Creador.

De esto vemos que el Creador creó el deseo de recibir con el propósito de utilizarlo no de una manera directa de "recibir placer para sí mismo", sino de manera inversa de "recibir placer para Él". En este caso, llegamos a ser semejantes a Él. Cambiando la intención egoísta de "recibir placer para sí mismo" a una intención altruista de "recibir placer para la Fuerza Superior", el hombre llega a ser enteramente semejante a la Fuerza Superior porque es la intención que determina la acción.

Es imposible hacer una transición inmediata de la intención egoísta para sí mismo a la altruista para la Fuerza Superior. Tal cambio en los pensamientos, los hábitos y el estilo de vida de la persona requiere una transformación gradual. Las maneras de recibir placer están dictadas al hombre por la sociedad; por lo tanto, se requiere tal entorno que cambie los valores de recibir por los de otorgar.

De este modo, el hombre hará la transición de la intención para sí mismo a la intención para otros.

Entonces, ¿qué método entrega al hombre la posibilidad de alcanzar rápida e inequívocamente los atributos de la fuerza superior? La única manera de adquirir la intención para otorgar está en pensar y preocuparse de sí mismo sólo en la medida requerida para la existencia y, en el resto, preocuparse por el bienestar de la sociedad. De este modo, el hombre llega a ser semejante a la Fuerza Superior por su atributo. Tal cambio es sólo posible en una sociedad particular, creada especialmente para cambiar al hombre.

Dos ventajas del cumplimento de la ley de otorgamiento en la sociedad

  • El hombre cumple con la ley de otorgamiento porque eso está incentivado por la sociedad e incluso por toda la humanidad.
  • El cumplimiento de la ley de otorgamiento para la humanidad prepara al hombre para cumplir esta ley con el propósito de convergencia con la Fuerza Superior.

Sólo en este caso el humano tiene la energía para cumplir el acto de otorgamiento. La sociedad, alabando sus actos, le proporciona con eso la energía para otorgar, al principio sólo para recompensa. El hombre apunta a la admiración por parte de la sociedad. No obstante, el hábito de otorgar se hace gradualmente su segunda naturaleza y el hombre ya lo desea por sí mismo.

Estos actos de otorgamiento evocarán el descenso de la Luz Superior Correctora que lleva al hombre a la semejanza con el Creador según el principio: desde la intención "para sí mismo" a la intención "para el  Creador".

Esta preparación es uno de los medios para llegar a la meta porque, acostumbrándose a trabajar para otros y para sus bienes, y no para sí mismo, el hombre llega al cumplimiento de la ley de otorgamiento para el Creador, y no para sí. Según el plan de la creación, su intención tiene que hacerse de esta forma.

Parte de la metodología que determina la relación del hombre con su compañero

La metodología de convergencia con la fuerza superior consiste en dos partes:

  • Las relaciones del hombre con el Creador;
  • Las relaciones del hombre con su compañero.

Lo más eficiente y útil es centrarse en la relación del hombre con el compañero. A través de eso, se adquieren también los hábitos en la relación del hombre con el Creador.

La acción, el pensamiento, el habla

Cualquier esfuerzo de corrección incluye la acción, el pensamiento, y el habla.

  • La acción, si está orientada hacia el Creador, comprueba por sí misma la intención. La acción y la intención están orientadas hacia un objeto, hacia el Creador. En este caso, pueden existir dos tipos de intención: para sí mismo o para el Creador. La acción con la intención que no es "para el Creador" no alcanza al Creador. Si en el hombre aparece una constante corregida intención de otorgar, el Creador se revela al hombre, es decir, en la medida de semejanza entre ellos. Por supuesto, el Creador siempre y completamente siente al hombre pero esta sensación es unilateral. El hombre comienza a percibir al Creador sólo en la medida de la similitud con Él. La manera más eficiente para llegar a ser semejante a la Fuerza Superior es recibirse de uno mismo el deber de dedicar todo su tiempo libre al servicio de otros, obligatoriamente teniendo como el objetivo final la convergencia, a través de dicho servicio, con el Creador. Las acciones con respecto a la relación entre las personas se basan en la conciencia humana que obliga al hombre a actuar así. Sin embargo, tales acciones no traen ninguna corrección y, por lo tanto, no le hacen al hombre acercarse al Creador. Por eso, el hombre debe imaginar que él hace cualquier acción para complacer al Creador, para ser semejante a Él, de mismo modo otorgando desinteresadamente. Tal intención, en combinación con buenos actos, acercará el hombre al Creador, tal que sus atributos sean semejantes a lo espiritual, como la impresión es semejante a la imprenta. De esta manera, el hombre estará listo para recibir la abundancia superior.
  • El pensamiento en las relaciones entre las personas es una base más grande que en las relaciones del hombre con el Creador. COMENTARIO DEL TRADUCTOR: sería bueno ver esta frase en el idioma original (hebreo).
  • El habla significa la solicitud a la Fuerza Superior sobre la corrección y modificación de la intención de "para sí mismo" a "para otros". Eso hay que solicitar durante cualquier acción pero especialmente durante el estudio de la Cabalá.

Dos tipos de otorgamiento de placer al Creador

  • Consciente. La humanidad no debe esperar que llegue el momento cuando tendrá una posibilidad de obtener inmediatamente la semejanza al Creador. Sin los esfuerzos prolongados en el periodo del ocultamiento del Creador y sin el trabajo en un grupo no será posible llegar a la intención "para el Creador". Ayer, hoy y en el futuro, cualquiera que quiera lograr la conexión con el Creador tendrá que empezar el trabajo permaneciendo en la intención egoísta y sólo después de haber cumplido todas las instrucciones llegará a ser semejante al Creador en la intención para el Creador. El camino a este estado no está limitado en el tiempo pero depende sólo de la disposición del hombre y su control sobre el corazón. Por eso muchas personas se han caído y se caerán haciendo este trabajo "para sí mismos", ellos morirán sin haber alcanzado a la sabiduría. Al mismo tiempo, su recompensa es grande. La mente humana no puede valorar el significado del placer que ellos otorgan al Creador.
  • Subconsciente.Incluso cualquiera que comienza estudiar la Cabalá y que hace cualquier acción con cualquier intención, porque él no está listo todavía cumplir de otra manera, también le otorga placer al Creador.

El deber de cumplir los 613 mandamientos

El alma del hombre consiste de 613 deseos particulares. La corrección de la intención de estos deseos de "para sí mismo" a la intención "para el Creador" permite a uno sentir la conexión y la unión con el Creador en cada deseo corregido. Cada manifestación del Creador en el hombre se llama la "revelación del Creador" o "su nombre". En otras palabras, los nombres del Creador son alcances de medidas particulares de la abundancia general del Creador. Cada persona debe atravesar todos los niveles de alcance y alcanzar la revelación general completa (nombre) del Creador.

Sabiduría verdadera

Los cabalistas del pasado presentaban la metodología de comprensión individual. Aquí se presenta el camino general inmutable, explicando las criaturas espirituales sin materializarse. Esta última explicación es la más útil para la comprensión. El éxito de la presentación crecerá en generaciones posteriores porque ellos estarán más preparados para comprender la sabiduría verdadera.

El éxito de la comprensión depende de la magnitud del líder espiritual de la generación, de la generación misma, o de ambos factores.

 

 

La Cabalá como una enseñanza moderna

noticia percepcion de la realidadPercepción de la Realidad Circundante Mucha gente no está muy segura de que la Cabalá pueda ser considerada una ciencia. Incluso si es considerada como ciencia, ¿se trata de una ciencia natural como la física, la química y otras, o es similar a semi-ciencias como la filosofía y la psicología? O quizás, sea una ciencia especial que requiere de los investigadores no sólo conocimiento, sino una característica especial con la que uno no nace. Nosotros consideramos como ciencia una investigación de la realidad circundante que pueda ser registrada, repetida, reproducida. Del mismo modo que investigamos el mundo con nuestros cinco sentidos y con la ayuda de dispositivos que amplían el rango de su sensibilidad, así, adquiriendo un sexto sentido adicional (pantalla, alma), analizaremos también las alteraciones percibidas, vamos a registrarlas y resumirlas en un único todo. Estas observaciones han sido realizadas a través de muchos siglos y han sido confirmadas por miles de investigadores-cabalistas. La diferencia entre los investigadores cabalistas y los no-cabalistas radica en el hecho de que el cabalista investiga la realidad con ese sentido adicional que puede ser adquirido por cualquiera que lo desee. Por otro lado, los científicos han descubierto recientemente que la imagen del mundo es completamente subjetiva y está determinada totalmente por el observador. De ser así, todas las ciencias pueden ser definidas como el conocimiento que una persona obtiene con sus sentidos innatos, mientras que la Cabalá resulta ser una ciencia sobrenatural, porque sólo puede ser percibida una vez que la persona adquiere un sentido adicional. Es ciertamente inusual descubrir de pronto una oportunidad potencial para adquirir un sentido adicional y recibir en él información complementaria acerca del mundo que uno, normalmente, acostumbra a sentir con sus cinco sentidos. Sin embargo, tan pronto una persona esté dispuesta a aceptar este supuesto, todo lo demás empieza a percibirse de manera muy natural y la investigación del mundo desde este sentido adicional podrá denominarse ciencia sin lugar a dudas. Los logros del cabalista son reales, repetibles y reproducibles tanto por él como por los demás. En realidad, todos los libros cabalísticos representan los medios para sintonizar ese sentido de percepción y describen la información percibida. Es similar a las conclusiones que elabora un físico o un químico. Cualquiera podría repetir el mismo experimento y obtener resultados similares. Siendo esto así, podemos concluir que la Cabalá es una ciencia mucho más real que las otras, porque toma en consideración desde el principio el hecho que el entendimiento de una persona depende totalmente de sus sentidos. Dominar un sentido que percibe la realidad circundante de acuerdo a sus propios atributos es algo absolutamente nuevo para una persona. Esto lo eleva a un nivel superior de comprensión, lo convierte en un investigador, porque al cambiar sus propiedades percibe imágenes absolutamente nuevas. Todas ellas son muy reales, y sólo el ajuste gradual de este sentido revela las diferencias entre ellas. Debido a una comprensión equivocada de lo que sienten y logran los cabalistas, la gente, erróneamente, les atribuye : Milagros diversos, sortilegios, manipulación con fuerzas sobrenaturales; Utilización de pulseras rojas, exorcismos, agua bendita, así como prácticas de brujería. De lo citado anteriormente vemos claramente el error de asociar la Cabalá (la ciencia de la realidad circundante) con religión, misticismo o cualquier otra esfera de acción de la actividad humana. Aspecto Histórico de la Sabiduría de la Cabalá La Cabalá se remonta hasta la antigua ciudad caldea de Ur (Mesopotamia). Las crónicas de ese tiempo narran la historia de un habitante de Mesopotamia llamado Abraham, que fue el primero en investigar la relación entre la percepción de la realidad circundante y el desarrollo volitivo de un sexto sentido. El método para este tipo de desarrollo recibió el nombre de “Cabalá” y comenzó a difundirse entre los descendientes y discípulos de Abraham. Con el transcurso del tiempo el grupo creció y se convirtió en una nación de alrededor de 3 millones de personas. Dado que sólo los seguidores de este método pertenecían al grupo, difícilmente puede ser llamado una “nación”. Este era un simple grupo de cabalistas que investigaban lo que percibían con el sexto sentido. En el momento en que todos sus miembros lograron una sensación adecuada del mundo con el sexto sentido, este grupo se autodenominó “pueblo de Israel”.. Lo que aquí se está enunciando de manera tan normal supone una nueva forma de ver la historia de la humanidad, y sólo la inercia psicológica nos impide aceptar esta percepción de nosotros mismos y del mundo. Los miembros de este grupo cabalista desarrollaron una percepción adicional de la realidad superior en sus descendientes, los cuales la adoptaron de una manera muy natural. Esto prosiguió hasta que el grupo entero perdió de pronto la habilidad de percibir el mundo superior. Hasta entonces, los judíos habían constituido un grupo que vivía en las sensaciones del reino espiritual. Pero, posteriormente se transformaron en una nación común. Sin embargo, dado que la existencia del grupo sólo se justificaba por el grado de percepción espiritual, dejaron de constituir un fenómeno especial en el mundo. Muy al contrario, se adoptó inmediatamente una imagen de nación dispersa entre los otros pueblos del mundo. Sin una sensación del mundo superior, este grupo no tiene ningún derecho a llamarse el “pueblo de Israel” (vivir observando las leyes del sexto sentido), donde Israel significa “Isra-El” (aspiración hacia lo espiritual). Habiendo perdido la sensación del mundo superior, en lugar de las acciones espirituales, el grupo comenzó a poner en práctica sus interpretaciones físicas. Obligación de transmitir este método de percepción De acuerdo con la ley general de la naturaleza, llegará un momento en que toda persona en este mundo tendrá que revelar su sexto sentido y alcanzar el universo entero en él. Basándose en este propósito de la Creación, los cabalistas están obligados a: Enseñar a su propio pueblo el método de desarrollo del sexto sentido espiritual; Transmitir este método a toda la humanidad. El incumplimiento de esta misión constituye la verdadera explicación del antisemitismo, el resentimiento que los pueblos del mundo sienten hacia lo que ellos consideran el mal comportamiento de los judíos, por no abrir a todos el método de corrección que traiga la verdad y la bondad al mundo entero. A decir verdad, el mismo pueblo judío, subconscientemente, tiene este sentimiento arraigado de responsabilidad no cumplida. Por otro lado, podemos afirmar que en el momento en que los judíos dejaron de percibir el mundo superior a través de la Cabalá, se produjo el surgimiento del Judaísmo como práctica masiva de rituales religiosos, seguido después del Cristianismo y del Islam . Precisamente porque el pueblo judío conservó cierta memoria de aquello que alcanzaron sus ancestros, lo reemplazaron con ritos y tradiciones superficiales. La idea misma de un nivel diferente de percepción del mundo ha desaparecido por completo. Los judíos dejaron de entender que sus ancestros vivieron en un nivel espiritual totalmente diferente. El gran cabalista Baal HaSulam describe esto en una parábola acerca de una persona que vive muy lejos de su hogar olvidado hace tiempo, hasta que, por casualidad, encuentra un libro acerca de un maravilloso país lejano. A medida que va leyendo, comienza a recordar que el lugar maravilloso descrito en el libro es su patria. Del mismo modo, todos nosotros tendremos que redescubrir la sensación del mundo superior.    
Leer más...
 

La perfección y el mundo

Sabemos que la esencia de los mandamientos del Creador reside en el amor. Deberíamos conceder la máxima atención y compasión a todos los miembros de la sociedad, así como hacemos con nosotros mismos. Intentemos ver si podemos llevar esto a la fe.

Quizás sea posible verificarlo también en la práctica. Creo que el lector apreciará mi disgusto por la mera especulación vacía de contenido. Nuestra generación sabe mejor que otras, cómo pueden implementarse en la práctica muchas falsas filosofías. Millones de personas pueden sufrir porque algunas ideas teóricas, tomadas como fundamentos, resultan ser falsas o engañosas. Y así, la teoría entera puede derrumbarse...

Pero es posible que estudiando el mundo y sus leyes, y basando nuestras conclusiones sobre hechos, podamos llegar a la conclusión de que es necesario seguir las exigencias del Creador.
Si observamos el orden existente en la Naturaleza, quedamos maravillados por el increíble control que revela (tanto en el micro como en el macrocosmos). Tomemos por ejemplo algo muy cercano a nosotros: el propio ser humano.

Una célula paterna llega a un lugar seguro y protegido en el interior de la madre. Allí recibe todo lo que necesita para crecer y desarrollarse. Nada puede dañarla hasta que nace y se vuelve un organismo separado. Más tarde, la Naturaleza incluso implanta en los padres el afecto indispensable por su bebé. De esta forma el niño está absolutamente seguro del amor y del cuidado de quienes lo rodean.

Así como el hombre, también los animales y las plantas cuidan mucho a sus retoños y a las generaciones siguientes. Sin embargo, después de que el nuevo organismo -el nuevo individuo-, ha nacido, se ve obligado a entablar una lucha por la supervivencia que se intensifica a medida que el tiempo transcurre. Esto contrasta vivamente con el calor y el cuidado que lo rodeaban al comienzo. Esta asombrosa contradicción respecto al control de este mundo, ha ocupado las mentes de la humanidad desde tiempos remotos, provocando la formulación de numerosas teorías.

Evolución. Esta antigua teoría no considera necesario resolver la contradicción. El Creador ha hecho el mundo y lo controla todo. Pero como, según los evolucionistas, carece de sentimientos o pensamientos, crea a cada especie según leyes físicas rigurosas. Una vez que surge, la especie se desarrolla de acuerdo a la evolución, en estricta adhesión al principio de la "supervivencia del más fuerte". Al llamar al Creador con el nombre de "Naturaleza", esta teoría enfatiza su carencia de sentimientos y emociones.

Dualismo. Sabemos que la increíble sabiduría de la Naturaleza excede por completo las posibilidades humanas. Por lo tanto, predecir y "programar" futuras creaciones y organismos debe incluir algún tipo de retroalimentación. También el lado que da (la Naturaleza) debe tener intelecto, memoria y sentimientos, porque es imposible pretender que reine sólo el azar en todos los niveles de la Naturaleza.

Siguiendo el hilo de este pensamiento se llega a la idea de la existencia de dos fuerzas: una positiva y la otra negativa, que poseen intelecto y sentimiento y transmiten estas cualidades a todos los que crean. El desarrollo de esta teoría del dualismo trajo aparejada la creación de algunas otras.

"Muchos dioses". Al analizar las acciones de la Naturaleza y clasificarlas como rasgos de carácter, surgieron ciertas religiones (como la griega antigua) que postulan muchos dioses. Según esta creencia, cada dios controla un cierto poder o un cierto campo.

Ausencia de control (descontrol). Recientemente, con la aparición de nuevos instrumentos y nuevos métodos tecnológicos, muchos científicos han descubierto un vínculo de unión entre varios campos de nuestro mundo. De esta forma se abandonó la teoría del control del mundo por "muchas fuerzas", surgiendo algunas nuevas ideas. Básicamente afirman que debe haber una fuerza que nos une y que controla sabiamente el mundo entero. Dado que la humanidad es tan pequeña y despreciable en comparación con esta fuerza, somos abandonados (como humanidad) a nuestros propios recursos.

Mientras tanto, a pesar de todas las teorías acerca de la creación de este mundo y su control, la humanidad sigue sufriendo. Y el hombre no comprende por qué la Naturaleza, que lo trató con tanta ternura y cuidado en el útero materno, se vuelve luego tan despiadada. Al envejecer, pareciera que necesita aún más de los cuidados de la Naturaleza. Y surge una pregunta: ¿no seremos nosotros mismos la causa de la crueldad de la Naturaleza hacia el mundo viviente?

Todas las acciones de la Naturaleza están entrelazadas. Por lo tanto, si infringimos alguna de sus reglas, todo el sistema se desequilibra, tanto si postulamos a la Naturaleza como "rectora", como si aceptamos la idea de un Creador muy sabio, al que le adjudicamos un cierto plan y un cierto objetivo.

Ya sea la Naturaleza o el Creador (distinción poco importante, en principio), actúan sobre nosotros a través de ciertas leyes y reglas. Debemos obedecerlas porque son objetivas y coercitivas y por lo tanto, es importante para nosotros comprenderlas. (Casualmente, según la Cabalá, el valor numérico de la palabra Elohim: Dios, es igual al valor numérico de la palabra Teva: Naturaleza. Esto demuestra el vínculo que nos une con el Creador a través de las leyes de la Naturaleza).

Sabemos que si no observamos estas leyes y estas reglas sufriremos. Resulta bastante obvio que el ser humano necesita de la compañía de otras personas; si alguien decidiera de repente aislarse de la sociedad, se condenaría a una vida colmada de sufrimiento. No podría ni siquiera proveerse de todas las cosas que necesita.

Es la propia Naturaleza la que dispone que el hombre viva en sociedad, con sus semejantes. En dicha vida, se ve involucrado en dos operaciones: "obtiene" de la sociedad todo cuanto necesita, y por otro lado, tiene que "dar" para garantizar su producción y su trabajo a la sociedad. El que quiebre alguno de estos compromisos, provoca un desequilibrio y merece ser castigado por la sociedad. Cuando alguien es culpable de "obtener" demasiado (¡por ejemplo robando!), el castigo viene inmediatamente. Pero, por el otro lado, cuando alguien se niega a "dar" de sí a la sociedad, el castigo por lo general no aparece. De allí, que la condición de "dar" (tus talentos y habilidades a la sociedad), con frecuencia no se cumple.

Por su parte, la Naturaleza actúa como un juez, castigando a la humanidad de acuerdo a su desarrollo. Según la Torá, el cambio de las generaciones en nuestro mundo significa sólo la aparición y desaparición de los cuerpos de la gente. Por otro lado, el alma que llena el cuerpo es el "yo" principal de la persona y transporta sus deseos, su carácter y sus pensamientos escritos en un "portador" material: las células cerebrales. Esta alma no desaparece, tan sólo cambia de portador. El número de almas es limitado (constante) y va rotando. Al bajar a nuestro mundo "vestidas" de nuevos cuerpos, ellas pasan a constituir una nueva generación humana.

Entonces, en relación a las almas, todas las generaciones -desde la primera hasta la última-, pueden ser consideradas como una sola generación. Su vida se remonta al nacimiento de la humanidad, hace algunos milenios. Continuará hasta la muerte de la humanidad, sin importar cuántas formas diferentes adopte cada alma en los diversos cuerpos. La muerte no afecta al alma, pues ésta se compone de una "materia superior", del mismo modo que cortarnos el pelo o las uñas no afecta nuestro cuerpo ni su vida.

Luego de crear y entregarnos sus mundos, el Creador nos encomendó una tarea: esforzarnos para encontrarlo y converger con Él. Esto debería realizarse mediante el crecimiento espiritual, uniéndonos y elevándonos a nosotros mismos. Pero surge un gran interrogante: ¿debe la humanidad obedecer la voluntad del Creador? La Cabalá revela un cuadro completo de las distintas maneras en que somos controlados y el resultado es sorprendente. Resulta que, ya sea por propia voluntad o a través del sufrimiento, llegaremos eventualmente a la misma conclusión. Puede suceder en esta vida o en la próxima, puede suceder a través de la influencia de fuerzas físicas, sociales o económicas. Tarde o temprano cada uno de nosotros, y eventualmente toda la humanidad, deberá aceptar la idea: ¡La meta y propósito de la Creación son nuestra meta y nuestro propósito en la vida!

Al final de todas las generaciones, todos alcanzarán esta meta. La única diferencia que hay es la ruta que se elija para alcanzarla. Quien se esfuerce por lograr esta meta se beneficiará doblemente: él recibirá placer por "converger" con el Creador en lugar de sufrimiento. Lo dramático es que la humanidad todavía no imagina todas las desgracias que tendrá que enfrentar. Sabemos que el objetivo final ya está establecido y que las leyes de la Torá son inmodificables. Y así, sea por nuestro propio sufrimiento personal o por alguna catástrofe global periódica, cada uno de nosotros es conducido hacia la idea correcta.

Debemos seguir los mandamientos del Creador. Debemos liberarnos del egoísmo y de la envidia y desarrollar sentimientos de compasión, ayuda mutua y amor.

 

Amor hacia el Creador y amor hacia los seres creados


"Ama a tu prójimo como a ti mismo",
es la ley general del universo.


Lo general y lo particular

Esta declaración es una de las expresiones más famosas y más citadas. A menudo es parafraseada con otra expresión: "No le hagas a tu prójimo lo que no quieres que te hagan a ti". Aunque esta frase es bien conocida, permítanos averiguar si interpretamos correctamente su significado.

La palabra "general" apunta a la suma de particulares, que en su combinación forman este "general". En este caso la ley, "ama a tu prójimo como a ti mismo", indica que la corrección de las seiscientas doce propiedades egoístas del hombre conforma la propiedad, "ama a tu prójimo como a ti mismo".

Es difícil comprender cómo este precepto puede ser "general" para todas las correcciones que la Providencia Divina nos obliga a completar enviándonos sufrimientos.

Quizás esta propiedad pueda servir como instrucción "general" referida a la actitud de la persona hacia la sociedad. ¿Pero cómo esta propiedad de, "Ama a tu prójimo como a ti mismo", determina la actitud de la persona hacia el Creador?

Desde la sabiduría de la Cabalá, que es un método para la corrección y la elevación del hombre hacia el nivel del Creador, está claro que el propósito de esta ciencia es conducirnos a un estado en el que podamos cumplir el mandamiento, "Ama a tu prójimo como a ti mismo".

Apuntando al precepto, "Ama a tu prójimo como a ti mismo", la Cabalá quiere decir que todo el universo fue creado de acuerdo con esta ley, y que únicamente nuestro mundo funciona de acuerdo con la propiedad opuesta de "amarse a uno mismo". Si el hombre en este mundo desea existir en armonía con la ley general del universo, está obligado a cambiar y adaptarse a ésta. La causa de todo el sufrimiento en el mundo reside en nuestra oposición a esta ley general.

En principio, tenemos que comprender qué significa la frase "como a ti mismo". El significado literal es amar al prójimo tanto como nos amamos a nosotros mismos. Pero en este caso, la instrucción es totalmente irrealizable.

Incluso si la declaración dijera: "Ama a tu prójimo como él te ama", muy pocas personas podrían cumplirlo en su completa medida. Sin embargo, sería aceptable. ¡Pero es completamente imposible amar al prójimo como a uno mismo!

Aunque no hubiera nadie más en el mundo, excepto nuestro amigo, seguiría siendo imposible decir nada de un mundo lleno de personas. Suponiendo que la persona empiece a amar a todos como se ama a sí misma, no tendría tiempo en absoluto para amarse a sí misma. Sin embargo, en su amor hacia sí misma, ésta satisfizo sus propias necesidades en forma constante, completa y voluntaria.

No obstante, la persona no tiene ningún deseo ni razón suficiente para satisfacer las necesidades de la sociedad. Aún si tuviera tal deseo, encontraría imposible implementar el significado literal de la instrucción, "Ama a tu prójimo como a ti mismo". ¿Entonces cómo la Providencia Divina, las leyes generales del universo, obligan a las personas a hacer lo imposible?

Sin embargo, uno posiblemente no podría pensar que la declaración exagera. Además, ellos dijeron que el hombre debía anteponer las necesidades de su amigo a las propias.

Una corrección

Hay solamente una corrección práctica con respecto a la sociedad, pero conduce a la cohesión con el Creador.

Sin embargo, ¿por qué el Creador no pudo crearnos inicialmente en ese estado exaltado y ahorrarnos la carga de las correcciones?

Es imposible disfrutar los frutos del trabajo inmerecidos debido a la falta de aspiración hacia ellos, que es la grandeza del Creador. Podemos conseguir esta grandeza a través de nuestro propio esfuerzo, y sentir legítimamente que todo el placer que recibimos de Él es merecido y no un obsequio.

¿Cuál es el origen de la sensación de bajeza en el momento en que recibimos un obsequio? Hay una ley, "La naturaleza de la rama es similar a su raíz". Esto quiere decir que todo lo que existe en la raíz es útil y grato para la rama. Y viceversa, que lo que está ausente en la raíz es percibido por la rama como algo detestable y perjudicial.

Debido a que el Creador dador es nuestra raíz, sentimos nuestra bajeza mientras recibimos. 
El propósito de la Creación es adherirse al Creador. Esto puede conseguirse a través de la equivalencia de forma entre la Creación y el Creador, entre la rama y la raíz.

La equivalencia consiste en la corrección gradual de las propiedades egoístas. Estudiando Cabalá la persona gana el poder y los medios para adherirse a la Raíz.

Dos partes en el método de la Cabalá: Las correcciones de las relaciones con el Creador y con el prójimo.

Aunque hay dos aspectos en el método de la Cabalá: 
  • Las correcciones de las relaciones con el Creador,y
  • Las correcciones de las relaciones con el prójimo,
Su aplicación práctica y su propósito son los mismos: actuar por el bien del Creador. No hay ninguna diferencia si la persona trabaja para el bien de su prójimo o para el bien del Creador, porque siente que todo lo que está más allá de ella no existe.

Por lo tanto, la persona debe comenzar con acciones "por el propio bien " y pasar gradualmente a la intención "por el bien del Creador", primero para su propio placer, y después, por amor.

Completando la corrección de "ama a tu prójimo", la persona logra la propiedad del otorgamiento y el amor hacia el Creador. No siente ninguna diferencia entre ellos porque todo lo que está más allá de su cuerpo y su beneficio personal es percibido como lo mismo, sea ese otorgamiento a su amigo o al Creador.

Por lo tanto, "Ama a tu prójimo como a ti mismo" es un propósito final de todas las correcciones, y la sociedad circundante está hecha de modo tal que, mientras evita las malas acciones (porque están dirigidos al prójimo) la persona puede obtener las propiedades espirituales.

El hombre sabe que si coloca la satisfacción de las necesidades de su prójimo por encima de las propias, esto constituirá cierta medida de otorgamiento. Él no lo hace con el objetivo de "amar al Creador con todo su corazón y toda su alma" porque, de hecho, son la misma cosa. Efectivamente, también tiene que querer a su prójimo con todo su corazón y con toda su alma.

Eso es el verdadero significado de las palabras "como a ti mismo". El hombre indudablemente se ama a sí mismo con todo su corazón y toda su alma. Puede engañarse con respecto a su amor hacia el Creador, mientras que su prójimo está siempre frente a sus ojos.

El método de la Cabalá es dado a toda la Nación

Todavía queda una pregunta, ¿Cómo podemos desear y adquirir la propiedad espiritual, aunque parezca imposible?

El método cabalístico fue dado a toda la Nación. La siguiente condición fue colocada ante las personas: ¿todos en la Nación están preparados para asumir la condición de "Ama a tu prójimo como a ti mismo" como medio para adherirse al Creador?

Y solamente después de que cada uno y todos estuvieron de acuerdo y dijeron, "Haremos y escucharemos", esto se hizo posible, porque si la totalidad de las 600.000 personas se cuidaran unas a otras con amor verdadero, nadie tendría que preocuparse por su propia existencia, ya que el resto de las personas proveerían todas sus necesidades.

Responsabilidad mutua

El mundo es creado y gobernado por la ley del otorgamiento universal. Esta ley abarca a toda la Creación y nos compele a lograr su satisfacción, ya sea avanzando concienzudamente a lo largo del camino de la Cabalá, o forzados por el sufrimiento. Por lo tanto, como resultado, la humanidad tendrá que observar la ley de la responsabilidad mutua.

Además, está muy claro que sólo cierto número de personas pueden observar las condiciones de la responsabilidad mutua. En este caso, pueden crear en los otros la sensación de confianza, que les permitirá cambiar al otorgamiento sin tener que preocuparse por sus propias necesidades. Esta condición psicológica no depende del número de personas, sino de la estima de su grandeza en cada individuo.

Sin embargo, si personas irresponsables fueran miembros de tal grupo o nación, privarían a todos los demás de su soporte y ayuda, por lo que el resto del grupo no podría dedicarse a otorgar y a amar a sus semejantes.

Por lo tanto, si alguna parte de la nación viola lo acordado bajo condición de responsabilidad mutua, se convierte en causa de sufrimiento para la nación entera.

Rabí Shimón Bar Yojai proporciona el siguiente ejemplo: Iban varias personas en un bote, cuando una de ellas comenzó de repente a hacer un agujero en el piso. Su amigo le preguntó: "¿Por qué estás agujereando?"Y el amigo le respondió: "¿Qué te importa a ti, estoy agujereando debajo mío, no debajo tuyo". Debido a que toda la humanidad está conectada inicialmente en un sistema, los sujetos egoístas e irresponsables se someten y someten a los otros al sufrimiento.

Cada individuo y el mundo entero son juzgados según la mayoría; por lo tanto, la persona que hace una corrección agrega felicidad al mundo, mientras que el transgresor causa desgracia y pesar. Esta ley comprende a toda la humanidad, ya que una nación es insuficiente para la corrección completa del mundo. Está dicho: "Porque la Tierra estará llena del conocimiento del Señor... y todas las naciones fluirán hacia Él".

Por lo tanto, la responsabilidad es impuesta al mundo entero, de modo que una nación, sin la ayuda de todos los otros pueblos, será incapaz de lograr el propósito deseado.

Por lo tanto, cada corrección hecha por un individuo afecta al mundo entero, conduce al establecimiento de la ley del amor y el otorgamiento, hasta que "la Tierra esté llena del conocimiento..." De modo similar, cada transgresión cometida por un individuo afecta el mundo. Evoca fuerzas de compensación (percibidas por nosotros como sufrimientos) que nos instan a que nos corrijamos.

¿Por qué le fue dado el método de la Cabalá al Pueblo de Israel?

Aunque toda la humanidad está destinada a conseguir el propósito de la Creación, la cuestión de por qué el método de la Cabalá fue dado a una nación no a todos los otros pueblos del mundo puede ser explicada de este modo: 
  • Solamente una persona (Abraham) fue escogida para empezar a dominar el principio del amor y el otorgamiento;
  • Sus discípulos y descendientes se transformaron gradualmente en una nación, sus hijos recibieron una educación cabalística, aunque en esencia constituían el mismo grupo cabalístico;
  • La Nación, es decir, el grupo de cabalistas, descendió de su nivel espiritual al nivel de otras naciones y fue dispersado entre ellas;
  • Las naciones del mundo y el Pueblo de Israel aumentan su egoísmo y llegan a tal grado, que el método de corrección y el ascenso al nivel del Creador debe ser revelado.

Lecciones:

http://files.kab.co.il/video/spa_t_norav_bs-ahavat-ashem_2009-05-13_lesson_bb.wmv

http://files.kab.co.il/audio/spa_t_norav_bs-ahavat-ashem_2009-05-13_lesson_bb.mp3

http://files.kab.co.il/video/spa_t_norav_bs-ahavat-ashem_2009-05-13_lesson_bb.wmv

http://files.kab.co.il/audio/spa_t_norav_bs-ahavat-ashem_2009-05-13_lesson_bb.mp3

                                                                                                                                                                                                                                               

Biblioteca

Suscribete al Newsletter

semester

¿HAY SOLUCIÓN PARA EL ANTISEMITISMO?

Canal de Cabalá

The Books

Cabala_para_no_inciados-S-1
Cabalá para No Iniciados
Adquirir

Rescate_De_La_Crisis_Mundial-S-1
Rescate de La Crisis Mundial
Adquirir

Share On