¿De qué nos sirve la regla, “Amarás a tu prójimo”?
¿De qué nos sirve la regla “Y amarás a tu prójimo como a ti mismo”? – que a través de ella podemos llegar al amor a Dios. Si es así, ¿qué beneficio hay en el cumplimiento de las 612 Mitzvot? – primero que nada, hay que saber lo que significa Klal (regla). Es sabido que una regla está construida sobre muchos particulares, sin los cuales es imposible tener una regla. Por ejemplo, cuando hablamos de una Kehilá Kadishá (comunidad sagrada), la cual es la concentración de muchos particulares, nos referimos a los individuos que se han reunido y conectado en un solo conjunto. Y luego del Minyán se asigna un líder, etc. Este grupo se llama “Minyán” (“diez hombres”) o “Edá” (congregación, asamblea), en donde debe haber al menos diez personas, entonces podemos decir “Kedushá” (“Sagrada”) en el rezo.
Y sobre eso está dicho en el Sagrado Zohar “Kol Bi Asará, Shjinta Shariá”, que significa: En un lugar en donde hay diez personas ya hay espacio para la inspiración de la Shejiná.
Y según esto resulta que la regla “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”, está construida en base a las 612 Mitzvot. Es decir, que si cumplamos las 612 Mitzvot, podremos llegar a la regla de “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. Resultando que, los particulares nos facilitan llegar al general. Y cuando tengamos el general, entonces podremos llegar al amor a Dios, como está escrito, “mi alma anhela a Dios”.
Y aunque la persona no es capaz de cumplir todas las 612 Mitzvot. Por ejemplo, la Redención del Hijo, porque si le ha nacido primero una hija ya no puede cumplir la Mitzvá de la Redención del Hijo. O por ejemplo, las mujeres, que están eximidas del cumplimiento de aquellas Mitzvot que tienen que ver con los tiempos, como los “Tzitzit” y los “Tefilín”. Pero debido a que “Todo Israel es garante el uno del otro”, encontramos que por medio de todos se cumple todo, Esto es considerado como si todos hubieran cumplido todas las Mitzvot, conjuntamente. Y es por eso que por el mérito de las 612 Mitzvot, se puede llegar a la ley de “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”.