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Parábola acerca del hijo del rico en el sótano

Parábola acerca del hijo del rico en el sótano

… Por lo visto hay que ser minucioso acerca del lenguaje de la Tshuvá (arrepentimiento), que debiera haberse llamado el lenguaje de la completitud. Solo para enseñar que todo está predeterminado, y que cada alma  se encuentra ya en toda su luz,  su bien y su inmortalidad.  Solo a través de  la concepción de “Nahama de Kissufa” (pan de la vergüenza) salió el alma en el secreto de las Tzimtzumim (restricciones), hasta que se viste en un cuerpo oscuro, y solamente a través del mérito propio ella vuelve a su raíz para alcanzar la restricción.  Y su recompensa es por medio de todo el terrible camino que hizo, que la totalidad de la recompensa es la adhesión verdadera. Es decir, que renunció al Nahama de Kissufa.  Pues su vasija de recepción se ha convertido en vasija de otorgamiento, igualándose a la forma del que lo formó.

Y con esto entenderás, si el descenso es por necesidad de elevación, es pensado como ascenso y no como descenso.  Y en verdad el descenso mismo es el ascenso. Porque las letras de la plegaria misma se llenan de abundancia.  Y en la plegaria corta, se acortará la abundancia, porque le faltarán letras.  Y así dijeron los sabios: “si Israel no hubiese pecado, no les hubiese sido dado más que el Pentateuco y el libro de Yoshua”.

¿A qué se asemeja esto? A un gran rico que tenía un único hijo joven.  Y fue aquél día y el rico estaba obligado a viajar grandes distancias por un período de muchos años. Y vio el rico que posiblemente su hijo derrocharía sus bienes por una mala razón.

Por lo tanto, actuó sagazmente y sustituyó sus riquezas por piedras preciosas, joyas y oro.  Y así construyó un gran sótano profundo en la tierra y depositó allí todo el oro, las piedras preciosas y las joyas, y también a su hijo lo metió allí.

Llamó a sus sirvientes que le eran fieles y les mandó que cuidaran a su hijo que no saliera del sótano hasta que haya cumplido veinte años.  Y que cada día  le bajasen toda clase de comida y bebida, sin embargo por ningún motivo le bajarían fuego y velas.  Y les mandó que revisaran las paredes de toda grieta, para que no bajaran allí los rayos del sol.  Y que para su salud lo sacaran del sótano todos los días durante una hora y que pasearan con él por las calles de la ciudad, pero con fuerte vigilancia para que no se escape. Y que cuando cumpliese los veinte años, entonces le diesen velas y abriesen una ventana y le permitiesen salir.

Es compresible que la pena del hijo fuera ilimitada. Y sobre todo en el momento en el cual paseaba fuera y veía que todos los jóvenes comían y bebían y se alegraban en las calles, sin vigilancia y sin límite de tiempo.  Y él encarcelado, y sus momentos de luz contados. Y si intentara escaparse, le hubiesen golpeado sin compasión. Y aun más se apenó y deprimió al escuchar que su padre mismo le rodeó de toda esa aflicción, pues los siervos de su padre estaban haciendo lo que él les mandó. Claro que piensa que su padre es el más cruel de todos los anteriores crueles, pues ¿quién escuchó algo semejante?

En el día en que cumplió los veinte años, los siervos de su padre le llevaron una vela tal como este les había encomendado, y tomó el  joven la vela y empezó a observar su entorno y ¿qué ve?, bolsas llenas de oro y propiedades dignas de reyes.

Solamente entonces entendió a su padre, que él es un misericordioso verdadero y que todo el sufrimiento que le causó no era sino para su bien, e inmediatamente entendió que los siervos ciertamente lo dejarían salir libre del sótano. Y así hizo. Salió del sótano y ya no hay vigilancia, no hay sirvientes crueles, sino, él es rico por encima de todos los ricos de la tierra.

Y en realidad no hay acá novedad alguna, porque es Iglei Meilta (una palabra que viene con recompensa).  Que fue un gran rico cada uno de sus días.  No obstante según su sensación él fue mendigo y pobre, aquél oprimido en lo profundo del abismo todos sus días. Y ahora en un momento enriqueció con una enorme fortuna, y subió “Mevira Amikta Le Igra Rama” (del hoyo profundo hasta la azotea más alta).

¿Y quién puede entender esta parábola? Quien entiende que “las maldades” son el sótano profundo en la alta vigilancia para no escapar de ella. Y en esto es sencillo, que el sótano y la alta vigilancia son “ganancias”. Y las misericordias del padre respecto al hijo, que sin esto no tendría de ninguna manera la posibilidad de llegar a ser rico como su padre.

Pero “las maldades” aquellas son “efectivamente maldades”, y no “transgresiones involuntarias”, ni “violaciones verbales”. Sino antes de haber regresado a su riqueza, domina el sentimiento antes mencionado en su completo sentido. Pero luego de regresar a su riqueza, ve que todo esto es la misericordia del padre, y no común crueldad, Dios no permita.

Y hay que entender que, toda relación de amor del padre con su primogénito depende del descubrimiento de la misericordia del padre sobre el hijo respecto a los asuntos del sótano, las tinieblas y la fuerte vigilancia, porque es un gran trabajo y una sabiduría profunda ver al hijo en las misericordias de su padre.

También en el sagrado Zohar hablaron de esto y dijeron:  que al que logra la Tshuváh, la Shejiná (Divina Presencia) se le revela, como una madre compadecida, que no vio a su hijo muchos días, e hicieron grandes y numerosas acciones para verse. Y a causa de esto llegaron a pasar ambos grandes  riesgos.

Y finalmente les llegó la libertad esperada con ansia, y merecieron verse el uno al otro, a lo cual entonces la madre cayendo sobre él y besándolo, lo consoló  hablándole a su corazón todo el día y toda la noche, y contándole la nostalgia y los riesgos de los caminos que la acosaron hasta aquél día, y como estuvo con él desde entonces, y la Shejiná no se movió, sino que sufrió con él en todos los lugares, a pesar de que él no pudo percatarse de esto.

Y este es el lenguaje del Zohar: “que le dice, acá estamos nosotros, acá cayeron sobre nosotros bandidos, y nos libramos de ellos. Acá estuvimos  escondidos Be Bira Amikta (en un hoyo profundo)”. Y quien es tonto no entenderá la importancia del amor, la hermosura y el placer inmenso que sale de estos cuentos consoladores.

Y la verdad es que antes que se encontraran cara a cara, hubo en esto  sentimientos de sufrimientos más duros que la muerte. pero en el secreto de la palabra נגע Néga (calamidad/plaga) debido a que la letra “Ayin” viene al final de la combinación, sin embargo en ocasión al cuento se habla del consuelo, donde la “Ayin” viene al principio de la combinación, evidentemente es ענג Oneg (placer).

Estos son dos puntos que no están esclarecidos, solamente luego del hecho de su existencia en este mundo. E imagínate un padre y un hijo, que esperaron con nostalgia el uno por el otro a lo largo de días y años.  Y finalmente se vieron a sí mismos. Pero el hijo es mudo y sordo, y no pueden entretenerse el uno con el otro.  Encontrándose la esencia del amor en los placeres como al alcance del rey.

 

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