Lo escuché
El asunto básico y principal consiste de incrementar la carencia, pues esa es la base sobre la cual se construye toda la estructura. Y la firmeza del edificio se mide de acuerdo a la firmeza de sus cimientos.
Hay muchas cosas que llevan a uno a esforzarse, pero que no lo conducen a la meta. Por eso, los cimientos terminan saboteando al edificio entero. Aunque de Lo Lishmá (no en beneficio de la Torá) uno llega a Lishmá (en beneficio de la Torá), pasará mucho tiempo antes de que uno regrese al camino correcto que le lleva hacia la meta. Por lo tanto, uno debe ver que la meta siempre se encuentra ante sus ojos, tal como está escrito en el Shulján Aruj: “Siempre veo al Señor ante mí”. Y aquél que se queda en su casa no es igual a aquél que está parado frente al rey. Aquél que cree en la realidad del Creador, y de que la Tierra entera está llena de Su gloria, se llena con temor y amor, y no necesita ninguna preparación u observación, sino solo anular completamente su propia naturaleza ante el rey.
Tal como podemos ver en la corporalidad, aquél que ama a su amigo de verdad, piensa solamente lo mejor de él y evita cualquier cosa que pueda perjudicarlo. Y esto se hace sin cálculo alguno, y tampoco requiere de un gran intelecto, puesto que es similar al amor natural de una madre por su hijo, y esta solo desea favorecerle. No necesita ninguna preparación ni inteligencia para amar a su hijo, ya que una tendencia natural no requiere de un intelecto que predisponga el hecho; sino que esto se realiza por medio de los mismos sentidos. Los mismos sentidos funcionan con verdadera devoción, pues esto es así por naturaleza; dado el amor que se siente por alguna cosa determinada, uno pone el alma hasta conseguir esa meta. Y en la medida en que no lo consiga, su vida no será vida.
De esta forma, quien siente como lo que está escrito en el Shulján Aruj, que su situación es similar, y que ciertamente se encuentra en un estado de plenitud, es porque tiene fe. Y mientras uno no sienta que se encuentra parado ante el rey, ocurre lo contrario.
Por ende, uno primero que nada debe considerar el estado de servidumbre; y debe lamentar no tener la debida fe, ya que la falta de fe representa su base; y uno debe rezar por el trabajo y el deseo para sentir esa carencia ya que si uno no la posee, no tendrá el Kli (vasija) dentro del cual recibir el llenado. Uno debe creer que el Creador escucha la plegaria de toda boca, y que uno también será salvado a través de la fe plena.