El Tiempo de Ascenso
Cuando uno se siente a sí mismo en un aspecto de ascenso, ya que tiene un estado de espíritu alto, puesto que siente que no tiene ningún deseo sino sólo para la espiritualidad, le es bueno entonces profundizar en los secretos de la Torá, a fin de alcanzar su interioridad. Aun si uno ve que aunque se obliga a entender algo y todavía no sabe nada, de todas maneras vale la pena profundizar en los secretos de la Torá, incluso un centenar de veces en una sola cosa, sin llegar a la desesperación, queriendo decir, que no hay ningún aprovechamiento de esto, ya que no entiende nada.
Esto es así por dos razones:
1) Que al momento en que uno examina algún asunto anhelando entenderlo, dicho anhelo es llamado “una plegaria”. Esto se debe a que una plegaria está en el aspecto de carencia, lo que significa que uno anhela lo que carece, de tal manera que el Creador llenará su carencia.
La magnitud de la plegaria es medida según el anhelo, ya que para el asunto del cual más carece; entonces, el anhelo es más grande. Porque según sea la medida de la carencia, en esa misma medida así uno anhela.
Hay una regla que dice: En el asunto en el cual uno invierte el mayor esfuerzo, es entonces en ése, que el esfuerzo incrementa la carencia, queriendo recibir el llenado para dicha carencia. Siendo ésta llamada “una plegaria”, ó el aspecto del “trabajo en el corazón”, ya que “El Creador quiere el corazón”. Resulta que entonces uno puede ofrecer una verdadera plegaria.
Al momento en que se examinan las palabras de la Torá, el corazón está obligado a liberarse de los deseos que aún quedan, a fin de dar fuerza a la mente para que sea capaz de pensar y analizar. Si no hay ánimo en el corazón, la mente no puede examinar. Acerca de esto está escrito: “Durante el estudio, uno siempre aprenderá lo que el corazón anhela”.
Para que la plegaria de uno sea aceptada, ella está obligada a ser una plegaria completa. Por lo tanto, cuando se examina en una medida completa, luego uno obtiene de esto una plegaria completa, es entonces que la plegaria puede ser aceptada, porque “El Creador escucha una plegaria”. Pero hay una condición: la plegaria debe ser una plegaria completa y, no que existan dentro de ella cosas mezcladas.
- 1) La segunda razón es: que en vista que uno se ha separado de la corporalidad, encontrándose en alguna medida más cerca de la cualidad de otorgamiento; entonces, éste es el momento más apropiado en que se unirá con la interioridad de la Torá, puesto que ella se le descubre, dado que tienen equivalencia con el Creador. Esto se debe a que la Torá, El Creador e, Israel son uno. No siendo así cuando uno se encuentra en el aspecto de auto recepción, ya que en ese caso, pertenece a la exterioridad y no a la interioridad.