Lo escuché durante una comida en la segunda noche de Rosh HaShaná, 5 de octubre de 1948
El asunto de la Granada, dijo, indica lo que nuestros sabios han dicho: “Aun los más vanos entre vosotros están llenos de Mitzvot, cual granada” (Talmud, Iruvín 19). Dijo: Rimón (granada) viene de la palabra Romemut (excelsitud), que implica el trabajo por encima de la razón. Y su significado es que “Los vanos entre vosotros están llenos de Mitzvot”. La medida del llenado es proporcional a cuánto uno pueda ir por encima de la razón, y esto se llama Romemut.
Sólo hay vacío en un lugar donde no hay existencia, como está escrito: “pende la Tierra sobre la nada”. Entonces, ¿cuál es la medida del llenado de ese lugar vacío? La respuesta es: de acuerdo a la medida en que uno se eleve por encima de la razón.
Esto quiere decir que el vacío debe ser llenado con grandeza, es decir, según el aspecto “por encima de la razón”; y se le debe pedir al Creador que le dé a uno esa fuerza. Esto significa que todo el vacío fue creado, que no sobreviene a la persona para que esta se sienta vacía, sino para que se llene con la grandeza del Creador. En otras palabras, para tomar todo por encima de la razón.
Y este es el sentido de “y Dios hizo que temieran los hombres ante Él”. Esto significa que todos estos pensamientos de vacío llegan a la persona para que sienta la necesidad de aceptar la fe por encima de la razón. Y para eso necesitamos la ayuda de Dios. Resulta que en ese momento uno debe pedirle al Creador que le proporcione la fuerza para creer por encima de la razón.
Y es precisamente en ese instante que uno necesita que el Creador le ayude, porque la mente externa le hace entender lo contrario. Por lo tanto, no hay mejor consejo que pedir ayuda al Creador.
Respecto a eso está escrito: “A diario el instinto supera al hombre; y de no ser porque el Creador le ayuda, uno no habría de prevalecer”. Así, vemos que solo entonces llega uno al estado en que comprende que nadie más le puede ayudar salvo el Creador. Y esto es “y Dios hizo que temieran los hombres ante Él”, que el asunto del temor es aspecto de fe, y solo entonces uno tiene necesidad de la salvación de Dios.