Lo escuché el 5 de Av, 25 de julio de 1944, durante la conclusión de El Zóhar
Está escrito: “Quienes aman al Señor, detestan el mal, etc.; y los librará del poder de malvados. Y cuestiona: ¿Cuál es la relación entre “detestan el mal” y “Él los librará del poder de malvados”?
Para entender esto debemos primero traer a colación las palabras de nuestros sabios: “El mundo no fue creado sino para quienes son totalmente justos o para quienes son totalmente malvados”. Él pregunta: ¿Vale la pena crear el mundo para los totalmente malvados, y no para aquellos que no son totalmente justos?.
Él contesta: desde la perspectiva del Creador, no hay nada en el mundo que tenga dos significados. Esto solo ocurre solamente desde la perspectiva de los receptores, es decir, según la sensación de los que reciben. Esto significa que los que reciben pueden sentir un buen sabor en el mundo o un terrible sabor amargo, pues cada acto que hacen lo calculan de antemano, porque ninguna acción es llevada a cabo sin un propósito. Pueden desear mejorar su situación presente o perjudicar a alguien, pero las pequeñas cosas no ameritan un operador determinado.
Por lo tanto, aquellos que aceptan los modos de según los cuales del Creador dirige al mundo, determinan si es bueno o malo dependiendo de cómo se sientan. Por eso, “quienes aman al Señor”, quienes comprenden que el propósito de la Creación es beneficiar a Sus creados, entienden que, para llegar a sentirlo, es necesario alcanzar la adhesión y la proximidad al Creador.
De este modo, si perciben cierta lejanía de parte de Él, lo denominan “malo”. En ese estado, uno se considera malvado, ya que un estado intermedio sería irreal. Dicho de otra forma, o bien uno siente la existencia del Creador y Su Providencia, o bien uno imagina que “la Tierra ha sido entregada al poder de los malvados”.
Dado que uno siente que es una persona veraz, es decir, que no puede engañarse diciéndose que siente algo cuando en realidad no lo siente, de inmediato comienza a implorarle misericordia al Creador para que lo libere de la red de la Sitra Ajra y de todos los pensamientos ajenos. Al suplicar de manera sincera, el Creador escucha la plegaria (y quizás este sea el significado de “El Señor está cerca de todos aquellos que lo invocan con sinceridad”). En ese momento, “Él los librará del poder de malvados”.
Mientras uno no sienta su verdadero ser, es decir, la medida de su propia maldad a un nivel suficiente como para despertar e implorar al Creador dada la aflicción que siente al reconocer su maldad, no podrá merecer ser redimido. Esto se debe a que aún no ha encontrado el Kli (vasija) para que su rezo sea escuchado, llamado “desde lo más profundo del corazón”. Esto se debe a que uno aún cree que existe algo de bien en él. Esto quiere decir que aún no ha descendido hasta lo más profundo de su corazón, donde todavía cree que tiene algo de bien, y no percibe con qué amor y temor se relaciona se refiere a la Torá y las Mitzvot; y por eso no ve la verdad.