Lo escuché el 4 de Trumá, 10 de febrero de 1943
Destino es un despertar que viene de Arriba, cuando no hay ayuda alguna de parte del inferior. Este es el sentido de “lanzar Pur”, que se refiere al destino. Hamán acusaba y decía: “tampoco observan ellos las leyes del rey”.
Esto significa que la esclavitud comienza para el trabajador en un estado de “Lo Lishma” (no en nombre de la Torá), es decir, para recibir beneficio propio. Por ende, ¿por qué se les ha entregado a ellos la Torá? Porque después se les concede el estado de Lishmá (en nombre de la Torá) y con ello, las Luces y el alcance superior.
Entonces aparece el acusador diciendo: “¿Por qué se les conceden estas cosas tan sublimes que no esperan y por las que ni siquiera han trabajado, estando, por el contrario, todos sus pensamientos y metas dirigidos hacia cosas que solo concernían sus necesidades personales, o sea, Lo Lishmá?”. Este es el sentido de “Los malvados podrán prepararlo, pero los justos lo vestirán”.
Esto quiere decir que antes se encontraba trabajando a nivel de malvado, es decir, Lo Lishmá, solo en beneficio del receptor. Luego es recompensado con Lishmá, esto es, que todo el trabajo entra en el dominio de la Kedushá (Santidad), es decir, todo es para otorgar. Este es el sentido de “los justos lo vestirán”.
Este es el significado de Purim, como en Yom Kipurim (Día del Perdón). Purim es un despertar que viene de Arriba, y Yom Kipurim es un despertar que viene de abajo, esto es, a través del arrepentimiento. No obstante, ahí también hay un despertar de Arriba, que corresponde a los destinos, habiendo allí un destino para el Señor, y el otro para Azazel. Y el Creador es el que comprueba.