Lo escuché en Sucot inter 1, 27 de setiembre de 1942
Está escrito: “Y el primer día tomarán frutos de árboles cítricos, hojas de palmera y ramas de árboles frondosos, y sauces de río” (Levítico 23:40).
Y debemos interpretar “fruto de cítricos” de la siguiente manera: el árbol s representa al justo, llamado “árbol del campo”. El fruto es la progenie del árbol, la progenie del justo, es decir, las buenas acciones, que deberían estar en forma de adornos en su árbol. “De año a año” significa un año entero, que son “seis meses con aceite de mirra, y seis meses con dulces fragancias”. Los malvados, sin embargo, son “como la paja que se lleva el viento”. Las “hojas de palmeras” son dos cucharas, que son las dos letras Hey, la primera Hey y la última Hey, con las cuales uno adquiere “una cuchara con diez monedas de oro llenas de incienso”.
Las cucharas quieren decir coerción, y que uno acepta el Reino de los Cielos por la fuerza. Significa que, a pesar de que la razón está en desacuerd, uno va por encima de la razón. Esto recibe el nombre de “acoplamiento forzado”. “Tmarim” (palmeras) viene de la palabra “Morá” (miedo), que es temor a modo de: “y Dios lo hizo de forma tal que los hombres debieran sentir temor ante Él”.
Y por causa de eso se le llama Lulav (rama de palmera). Esto significa que antes de ser recompensado, uno tiene dos corazones. Y esto es llamado “Lo Lev” (no corazón), es decir, que el corazón no está únicamente dedicado al Creador. Y cuando se le concede el discernimiento de “Lo” (para Él), es decir, un corazón para el Creador, esto es Lulav Además, uno debe decir: “¿Cuándo alcanzarán mis acciones las acciones de mis ancestros?”. Gracias a esto, uno alcanza a ser una rama de los sagrados patriarcas; y este es el significado de “ramas de árboles frondosos”, que son los tres arrayanes.
No obstante, al mismo tiempo, uno debe estar bajo la forma de “sauces del río”, sin sabor y sin fragancia. Y debe deleitarse con este trabajo, aunque no sienta sabor ni fragancia en este trabajo. Y entonces, este trabajo recibe el nombre de “las letras de Tu nombre unificado”, con lo que se nos concede la unión completa con el Creador.