Lo escuché
Hay una aclaración de “amargo y dulce”, y hay una aclaración de “verdad y mentira”. La averiguación de “verdad y mentira” se hace en la mente, y la de “amargo y dulce” se hace en el corazón. Por eso se debe prestar atención al trabajo del corazón, para que sea a fines de otorgar y no de recibir. Por parte de la naturaleza, lo único que el hombre percibe como dulce es recepción, y el otorgamiento es percibido como amargo. Y el trabajo de pasar de la recepción al otorgamiento se llama “trabajo del corazón”.
Por otra parte, la mente discierne entre “verdad y mentira”. Y para esto necesitamos trabajar por medio de la fe; es decir, creer con plena fe en los sabios. Esto se debe a que el trabajador no puede determinar por sí solo si algo es verdadero o falso.