Lo escuché el 22 de Adar, Tel Aviv, 9 de marzo de 1953
Él preguntó: “¿Por qué tenemos que atraer el estado de Jojmá, que es estado de conocimiento, si todo nuestro trabajo ha de realizarse por medio de la fe por encima de la razón?”.
Y respondió: “Si el justo de la generación no existiera a nivel del conocimiento, todo Israel no podría trabajar de acuerdo a la fe por encima de la razón. Sin embargo, precisamente cuando el justo de la generación atrae la iluminación de Jojmá, es que su mente ilumina sobre todo Israel.
Por ejemplo, si la mente de uno sabe y entiende qué desea, los órganos del cuerpo involucrados ejecutan la acción sin necesidad del intelecto; pues la mano, la pierna y el resto de los órganos del cuerpo hacen lo que tienen que hacer. Y a ninguna persona en su sano juicio se le ocurriría decir que si la mano y la pierna tuvieran un cerebro propio su tarea sería mejor. Por lo tanto, la mente no cambia a los órganos, sino que los órganos se organizan y coordinan de acuerdo a la grandeza de la mente. Esto quiere decir que si el cerebro posee una mente superior, todos los órganos funcionan acorde a ella, y se llaman “órganos superiores”. De forma similar, si la totalidad se adhiere a un verdadero justo que ya alcanzó el estado de conocimiento, podrá hacer cosas a nivel de fe. Y así sienten provisión plena y no les hace falta ningún estado de conocimiento.