Lo escuché el 3 de Av, 8 de agosto de 1948
Existe una diferencia entre la corporalidad y la espiritualidad: en la corporalidad la fuerza precede al acto; pues está escrito que: “antes que llamen, Yo habré de contestar”. Esto está predeterminado según el final de la corrección, según lo cual nada se hace antes de tener la fuerza para hacerlo.
En cambio, en la espiritualidad, donde aún no existe predeterminación de acuerdo al final de la corrección, sino que se arregla de acuerdo al orden de consultas, el trabajo debe comenzar antes de adquirir la fuerza; pues está escrito lo siguiente: “que llevan a cabo Su mandato, obedeciendo Su palabra”.