Lo escuché el 25 de Nisán, 1 de mayo de 1951
El honor es algo que detiene al cuerpo, y en esa misma medida daña al alma. Por ende, todos los justos que se vuelven celebres y respetados, deben ver esto como un castigo. Pero respecto de los grandes justos, cuando el Creador desea que estos no pierdan por volverse famosos por ser hombres justos, Él los guarda de ser honorables a los demás, para evitar que sus almas se vean perjudicadas.
Por lo tanto, de acuerdo con el honor que reciben por un lado, por el otro lado caen en un estado de conflicto. Estos justos sufren todo tipo de degradaciones. Para equilibrar el honor que se les da, en esa misma medida el otro lado les da humillación.