Adar Álef, 1940, de camino a Gaza
“Quien cesa en las palabras de Torá y entra en mera conversación, se alimenta de los carbones de las retamas”. Esto alude a que cuando uno se dedica a la Torá sin parar, la Torá representa para él el fuego de una llama que quema la tendencia al mal, y así puede continuar con su trabajo. Pero si se detiene en medio de su estudio, aunque pronto lo retome, la Torá pasa a ser para él como los carbones de las retamas. Esto quiere decir que ya no puede quemar la tendencia al mal, y que el sabor de la Torá se ha estropeado para él, y que debe interrumpir su trabajo.
Por lo tanto, cuando retorna a su estudio, debe procurar admitir que no volverá a interrumpir su estudio por la mitad. Y mediante la decisión tomada para el futuro, la intensa llama de la Torá volverá a encenderse.