El primer grado en que el hombre nace
En El Zohar, Mishpatim (pág. 4, Item 11, en el comentario Sulam), está escrito, “Ven y ve, cuando una persona nace, se le otorga Néfesh del lado de la bestia; el lado de la pureza, del lado de aquellos que son llamados ‘Ángeles Santos’, los cuales a saber son del mundo de Asiyá. Si fue recompensado con más, se le otorga Ruaj del lado de los ‘Animales Santos’, los cuales corresponden al lado de Yetzirá. Si fue recompensado con más, se le otorga Neshamá del lado del Kisé (Trono), que corresponde al mundo de Beriá. Si fue recompensado con más, se le otorga Néfesh, en camino a Atzilut. Si fue recompensado con más, se le otorga Ruaj de Atzilut del lado de la columna central, con lo cual es llamado hijo del Creador, como está escrito -Ustedes son los hijos del Señor su Dios. Si fue recompensado con más, se le otorga Neshamá del lado de Abba ve Ima, las cuales son Biná, acerca de la cual fue dicho -Toda alma alabará al Señor, siendo completado en ellos el nombre HaVaYaH”.
De tal manera que la perfección del alma es cuando tiene NaRaN de BYA y NaRaN de Atzilut. Ésta es la perfección que Adam HaRishón tenía antes del pecado. Y sólo después del pecado es que él descendió de su nivel y, su alma fue dividida en 600,000 almas.
Y debido a esto es que la espiritualidad del hombre es llamada con el nombre de Neshamá (alma), incluso en el momento en que tiene sólo Néfesh de Néfesh, ya que hay una regla que dice, que cuando se menciona algún aspecto, siempre nos referimos a su aspecto más alto. Y en vista que el aspecto más alto del hombre es el grado de Neshamá, es por eso que de forma general se denomina a la espiritualidad del hombre con el nombre de Neshamá.
Y aunque cada persona nace con el grado más pequeño, en relación a esto se dijo en (Shaar HaGilgulim pág. 11b): “Pues cada persona puede ser como Moshé Rabeinu (Moisés) si quisiera purificar sus acciones. Según lo cual le es posible tomar otro espíritu, uno más elevado, de la altura de Yetzirá, así como Neshamá de la altura de Beriá”.
También con esto se entenderá el asunto de las famosas palabras de nuestros sabios: “Porque el espíritu del justo o sus almas, vienen y son impregnadas en el hombre en el secreto de aquello que es llamado Ibur (preñez), a fin de asistirle al Creador en el trabajo”.
De la misma manera es presentado en el Sulam (Introducción al Libro del Zohar, pág. 93): “El asunto es que el conductor del burro es el secreto de la ayuda para las almas de los justos, la cual ha sido enviada para ellos desde Arriba, a fin de elevarlos desde un grado al siguiente. Ya que de no haber sido por esta ayuda que el Creador envía a los justos, ellos no hubiesen podido salir de su grado para elevarse más Alto. Por eso, el Creador envía a cada uno de los justos, un alma Superior desde Arriba, a cada uno según su mérito y su grado, la misma que les ayuda en su camino. Esto es llamado ‘La preñez del alma de un justo’, denominándosela también como -La revelación del alma de los justos”.
Resulta de esto, que cuando se dice que no hay ninguna generación en la cual no haya alguien como Avraham, Itzjak y, Ya’akov, no significa que ellos nacieron de esta manera sin haber tenido otra opción. Sino más bien, significa que ellos son personas que tratan de ir por el camino de la verdad, aplicando el esfuerzo que sea necesario dar. Aquellas son personas que siempre reciben la ayuda desde Arriba por medio de la preñez del alma de los justos, con lo cual reciben la fuerza para subir a los grados superiores.
En resumen, todo lo que es otorgado desde Arriba es por medio de la ayuda, pero no sin algún trabajo y opción. Y la subsistencia del mundo depende de aquellos justos, los mismos que mantienen la abundancia desde Arriba, por medio de lo cual hay existencia Arriba.