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Arvut (Garantía Mutua)

El Pueblo de Israel es responsable el uno con el otro


17 (cont.) Sólo después de haber pedido a cada persona que tome sobre sí misma la responsabilidad de cumplir la condición "Ama a tu prójimo como a ti mismo", es decir, que cuide de los demás no menos de lo que se cuida a sí mismo, y una vez que toda la nación haya aceptado y dicho unánimemente: "Haremos y escucharemos", serán dignos de recibir el método de la corrección.

Cada miembro de Israel se responsabiliza de que nada le falte a ningún otro integrante de la nación. Con esta responsabilidad global cada miembro de la nación se deja de preocuparse por las necesidades de su propio cuerpo, y puede observar el precepto "Amarás a tu prójimo como a ti mismo" en toda su extensión y proporcionar a cada miembro necesitado todo lo que posee, pues ya no se preocupa por la existencia de su propio cuerpo: ahora sabe que seiscientos mil amigos leales están dispuestos a atenderlo.

Por lo tanto, sólo después de salir de Egipto, cada uno de ellos tuvo la seguridad de que sus necesidades estarían cubiertas.

Sin embargo, incluso si sólo unos cuantos entre los miembros de Israel deserta y vuelve a la corrupción del amor propio sin consideración hacia sus compañeros, esa misma cantidad de necesidad depositada en las manos de esos pocos, sobrecargaría a Israel con la necesidad de atenderse a sí mismos. 

De este modo, junto con el cumplimiento de los mandamientos de la Nación de Israel de ser responsables unos de otros, hay otro aspecto negativo. Vemos que si una parte de la nación no quiere mantener la garantía, provoca que el resto de la nación permanezca inmersa en su amor propio sin encontrar nunca una salida a su corrupción.

18. Por lo tanto, la garantía mutua (arvut) es similar a dos personas en un bote, en el que, de pronto, uno de ellos de pronto comienza a agujerear el fondo. Su compañero le pregunta: "¿Por qué haces un agujero?", y él responde, "¿Qué te importa? Estoy perforando debajo de mí, no debajo de ti." De modo que el primer hombre le dijo: "¡Necio, ambos nos ahogaremos juntos!"

Del mismo modo, la gente inmersa en el amor propio erige una pared entre ellos y la corrección de "Ama a tu prójimo como a ti mismo", que constituye la escalera hacia el Creador, y todos nos ahogamos con ellos.

19. Rabí Eleazar, el hijo de Rabí Shimon, clarifica este concepto aún más, al decir que no es suficiente que todo el pueblo de Israel sea responsable el uno del el otro, sino que todo el mundo debe estar incluido dentro de esta garantía.

No obstante, es suficiente empezar con una nación para que dé comienzo la corrección del mundo.

Como dijeron los sabios, el Creador ofreció la Cabalá a cada nación del mundo, pero a todas les desbordaba el amor propio hasta el cuello y rechazaron aceptar el método para la corrección del egoísmo. Fue imposible incluso hablarles acerca de renunciar.

El Creador no encontró una sola nación que estuviera preparada para comenzar la corrección del egoísmo excepto el pueblo de Israel, cuyos antepasados Abraham, Isaac y Jacob habían llevado a cabo las correcciones antes de que el método fuera entregado a toda la nación. Debido a la elevación de sus almas, fueron capaces de lograr los niveles espirituales y adherirse con el Creador sin la realización previa de los aspectos prácticos de las acciones altruistas, las cuales no tuvieron posibilidad de observar.

La elevación de sus almas y sus logros espirituales influyeron sobre sus descendientes de tal manera que cada uno de ellos aceptó la responsabilidad de este sublime trabajo, y todos proclamaron como uno "Haremos y escucharemos" (Na'asé VeNishmá). Por lo tanto, por herencia, se vieron obligados a ser el pueblo elegido entre todas las naciones.

De este modo, los hijos de Israel aceptaron la condición de la garantía mutua (Arvut), mientras que las otras naciones no tomaron parte en ello porque la realidad misma dictó que este fuera el curso de los acontecimientos.

20. El final de la corrección del mundo llegará cuando todos se unan en un anhelo por el Creador. Entonces Él Se revelará, como dijeron los sabios: "Y el Señor será rey sobre toda la tierra. En ese día el Señor será uno y Su nombre será uno. Y la tierra se llenará del conocimiento del Señor, y todas las naciones fluirán hacia Él."

El rol de Israel hacia el mundo se asemeja al rol de nuestros antepasados hacia la Nación de Israel:
  • Las correcciones hechas por ellos ayudaron a sus descendientes a elevarse y convertirse en dignos de recibir el método de corrección.
  • De igual modo, el pueblo de Israel está obligado a ascender espiritualmente y preparar al resto de naciones para aceptar este trabajo elevado ("Ama a tu prójimo...").
Todos los preceptos que cada componente de Israel ejecuta con la intención "para beneficio del Creador" (complacerlo sin exigir ninguna recompensa a cambio), sirve como impulso para el desarrollo de la humanidad, dado que esto no se hace todo de una vez, sino a través del desarrollo gradual, hasta alcanzar una cantidad que pueda traer a todo el mundo la pureza deseada.

21. Cuando Rabí Eleazar, el hijo de Rabí Shimon, dice que el mundo es juzgado por su mayoría, se refiere al rol de la Nación de Israel a la hora purificar el mundo de su egoísmo hasta que sean dignos de tomar sobre sí mismos Su trabajo.

Este grado de pureza es el mismo que la Nación de Israel alcanzó para recibir el método de la corrección. En este nivel, las correcciones y el amor altruista sobrepasan al egoísmo.

Sólo entonces podrán decir como uno "¡Haremos y escucharemos!" (Na'asé VeNishmá) como lo hicieron los hijos de Israel.

Cada miembro de la Nación de Israel que hace una corrección, está contribuyendo a que prevalezca el amor altruista sobre el egoísmo.

Por lo tanto, cada corrección realizada por un integrante de Israel hace más virtuoso al mundo entero, dado que la decisión final es imposible sin su acción.

De este modo, Rabí Eleazar, el hijo de Rabí Shimon, no contradice las palabras de nuestros sabios acerca de que todo Israel es responsable el uno del otro. Simplemente habla de la corrección futura del mundo, mientras que nuestros sabios hablan del presente, cuando sólo Israel ha recibido el método para la corrección.

22. Rabí Eleazar, el hijo de Rabí Shimon, también habla del verso: "Un pecador perderá mucho bien", pues la persona que actúa en beneficio del Creador se siente tan inspirada como uno que actúa en favor de su semejante.

Él está obligado a realizar todas estas acciones en beneficio del Creador, sin esperanza de cara a amor propio o recompensa alguna por su esfuerzo. En este punto, tan elevado, el amor por el Creador se fusiona con el amor por el prójimo.

Incluso una sola acción de este tipo de una única persona, acerca a toda la humanidad hacia el amor altruista, haciendo que, a la postre, la balanza se incline hacia el lado del mérito, porque la decisión depende de cada uno de nosotros.

Es más, aquel que comete un pecado, el que no puede vencer y conquistar su amor propio corrompido, provoca que, tanto él como toda la humanidad se inclinen hacia el mal porque con la revelación de la corrupción del amor propio, la baja naturaleza de la creación se hace más intensa. De este modo, la persona se encuentra sustrayendo una cierta cantidad de bien de la balanza, algo que su amigo había colocado en ella. Así arrastra una persona a todo el mundo hacia atrás.

23. Todo lo anterior explica por qué el método de corrección sólo fue dado una vez que la Nación de Israel se hubo unido.

El propósito de la creación es para todo el mundo, independientemente de los diferentes orígenes, hasta el nivel más inferior de amor propio que gobierna a toda la humanidad tal y como los egipcios gobernaron al pueblo de Israel.

En este estado de esclavitud egoísta no había modo de negociar con ninguna otra nación salvo el pueblo de Israel, que había sido esclavizado en el brutal reino de Egipto durante cuatrocientos años terribles, y persuadirlos para que accedieran, incluso como una promesa sin base, a llevar a cabo el éxodo desde el estrecho marco del egoísmo hacia el amplio mundo del amor por el prójimo. Es sabido que el sufrimiento es la fuerza que obliga al hombre a purificarse del egoísmo.

Es más, ellos recibieron el concepto del propósito de la creación y la preparación interior para ello de sus antepasados.

La nación fue llamada Israel (en singular) porque todos ellos renunciaron como uno al amor propio, y todas sus aspiraciones se encaminaron a la realización de la condición "Ama a tu prójimo como a ti mismo". Sólo después de formar una nación (como un sólo hombre, con un sólo corazón) pudieron recibir el método Cabalístico.

24. Así, debido a las condiciones indispensables descriptas anteriormente, la Cabalá le fue dada sólo a la Nación de Israel, a los descendientes Abraham, Isaac y Jacob, dado que era inconcebible que cualquier extranjero tomara parte en esto. La palabra "Cabalá" significa "recepción" o "recibido".

Por lo tanto, la Nación de Israel había sido construida como una especie de puerta de acceso a través de la cual puedan brillar las chispas de purificación sobre toda la raza humana. Estas chispas se multiplican diariamente hasta que alcancen la cantidad deseada, hasta que se desarrollen y llegue a comprenderse el placer y la paz que se encuentran en la esencia del amor hacia el prójimo. Entonces sabrán cómo inclinar la balanza hacia el bien y cargarán sobre sí mismos esta responsabilidad, y el mal será erradicado del mundo.

25. De lo anterior, comprendemos que la Cabalá no le fue dada a los ancestros porque el precepto "Ama a tu prójimo como a ti mismo" es el punto central, el principal, mientras que el resto de las correcciones son sus partes. Esto no puede ser observado por un individuo sino sólo a través del consenso de una nación entera. Por esa razón, no fueron dignos de observarlo con anterioridad al éxodo de Egipto. Sólo cuando a cada miembro de la nación se le preguntó si estaba dispuesto a asumir esto y su respuesta fue afirmativa, se les entregó el método Cabalístico de corrección.

26. Sin embargo, ¿cómo preguntó el Creador a la Nación de Israel y cómo recibió la aceptación de observar este precepto?

El Creador le dijo al pueblo de Israel: "Por tanto, ahora, si obedecéis realmente mi voz, y observáis mi alianza, entonces seréis mi propio tesoro de entre todos los pueblos, pues toda la tierra es Mía. Y vosotros seréis para mí un reino de sacerdotes y una nación santa." Entonces toda la nación respondió como uno: "¡Haremos todo lo que el Creador nos tiene destinado!"

El significado de las siguientes palabras permanece poco claro:
  • ¿Qué es "voz?
  • ¿Qué es "alianza"?
  • ¿Cuál es la esencia del trabajo? Y
  • ¿Cuál es la esencia de la recompensa?
  • ¿Debe uno hacer un esfuerzo de corrección para llegar a ser el pueblo elegido, o viene dado como    un acto de benevolencia?
  • ¿Cómo puede uno aceptar este trabajo sin saber todo esto?
  • ¿Cuál es la diferencia entre "un reino de sacerdotes" y "una nación santa"?
27. "...Y ustedes serán para mí un reino de sacerdotes." Al igual que los sacerdotes no tienen ninguna propiedad en este mundo y sólo sirven al Creador, del mismo modo el pueblo, la tierra y la propiedad de la Nación de Israel deberán consagrarse sólo a Él. Cada uno debe trabajar para satisfacer las necesidades de su semejante para que nadie vuelva a necesitar preocuparse por sí mismo.

De esta manera, todas las actividades del hombre en este mundo son similares al trabajo del sacrificio en el Templo, porque aquellos que trabajan con el propósito de alimentar a su prójimo son como los sacerdotes que ofrecían un sacrificio al Creador. Es más, el precepto "Ama a tu prójimo como a ti mismo" es mucho más importante que el precepto del sacrificio.

Las palabras "un reino de sacerdotes" expresa la esencia del trabajo de "Ama a tu prójimo como a ti mismo", de organizar la sociedad de manera que todos los miembros sean sacerdotes, y ninguno posea otra propiedad que no sea el Creador.

Sin embargo, esto significa que el Creador es su única posesión, que no tienen ninguna otra propiedad, lo cual incluye todas las correcciones.

La corrección del egoísmo está dirigida a unir muchos deseos egoístas en un deseo puro llamado "el pueblo de Israel", para recibir la recompensa de "adherirse con el Creador", que es el propósito de la Creación.

Las palabras "una nación santa" señalan la recompensa de "adherirse con el Creador". Nosotros lograremos la santidad en nuestro anhelo por el Creador, como está escrito, "Ustedes serán... una nación santa, pues Yo, vuestro Creador, soy santo."

En consecuencia, las palabras "una nación santa" expresa la esencia de la recompensa de la adhesión con el Creador.

28. Ahora comprendemos totalmente que observar la alianza significa ser el pueblo elegido: "Vosotros actuaréis como un remedio para Mí, y las chispas de purificación del cuerpo pasarán a través de ustedes hacia todas las naciones del mundo, uniéndolas en un todo. Debido a que las naciones del mundo aún no están preparadas para ello, os convertiréis en Mi pueblo elegido dado que toda la tierra es mía, lo cual significa que todas las naciones del mundo Me pertenecen y se adherirán a Mí."

Por consiguiente, necesito una nación elegida de entre todas las naciones. Yo gobernaré sobre vosotros y vosotros seréis para Mí "un reino de sacerdotes", es decir, observaréis el precepto "Amarás a tu prójimo como a ti mismo", la esencia de la Torá y todos sus Mandamientos.

"Una nación santa" es una recompensa en su forma última, adherirse con el Creador, algo que incluye todas las recompensas que uno pueda imaginar.

29. Ahora podemos comprender completamente la esencia del trabajo, como fue explicado en las palabras "un reino de sacerdotes", que es la definición final de "Amarás a tu prójimo como a ti mismo". Es concebible que Moisés haya tenido que ocultar de la gente la esencia completa del trabajo al elevadísimo nivel espiritual de "un reino de sacerdotes", para evitar que Israel no quiera desprenderse de sus posesiones materiales y darle sus posesiones al Creador.

El Rambam escribe que está prohibido revelar el significado de "el trabajo puro" a las mujeres y los niños, lo que lo obliga a uno a no recibir recompensa, y esperar hasta que crezcan en sabiduría y puedan así comprender lo que esto significa verdaderamente.

Por lo tanto, el Creador advirtió a Moisés que se asegurara de ofrecerles la verdadera naturaleza del trabajo, tal y como queda expresada en las palabras "un reino de sacerdotes".

Moisés podría haber revelado el significado del placer y lo elevado de adherirse con el Creador para, de este modo, persuadirles en la aceptación del trabajo de sacerdotes y hacer que olvidaran sus posesiones en este mundo.

De este modo, a Moisés se le advirtió que no hablara de la recompensa incluida en las palabras "una nación santa". Si les hubiera hablado acerca de las cosas maravillosas que se encuentran en la esencia de la recompensa, habrían aceptado Su trabajo con el objetivo de lograrlo para sí mismos, algo que hubiera sido considerado como trabajar para uno mismo, para el amor propio.

Como resultado, vemos que con respecto a la esencia del trabajo que queda expresada en las palabras "un reino de sacerdotes", se le advirtió "no menos", y acerca del tamaño de la recompensa, expresado en las palabras "una nación santa", se le advirtió "no más".
 

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