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Carta no. 72

 

Carta 72

24 del mes de Nisan de 5725 (26 de abril de 1965)

 

Shalom y todo lo bueno para ti, amigo mío…

Te pido de todo corazón que tengas la bondad de escribirme cada vez cómo te encuentras tú y tus familiares en cuanto a bienestar y salud y provisión, pues estoy muy preocupado si no escucho de ti cómo estás.

Raban Gamliel dice: “todo el que no ha dicho estas tres cosas en Pesaj, no cumplió su obligación, y ellas son: Pesaj (saltarse), Matzá (pan ácimo) y Maror (hierbas amargas).

Debemos interpretar qué significa esto en la moral. Se sabe que el orden del trabajo es que el hombre tiene que comenzar y luego recibe ayuda de arriba. Es como dijeron nuestros antiguos sabios: “La tendencia del hombre lo supera cada día y busca matarlo y si no fuera porque el Creador le ayuda, no lo superaría”; de aquí que solo cuando el hombre desea trabajar es cuando recibe ayuda de arriba.

Pero existe una regla – uno recibe ayuda solamente cuando necesita ayuda, es decir que uno ve que no puede hacerlo solo pues de otro modo la solicitud de ayuda no es una solicitud real puesto que uno sabe que puede hacer todo solo, pero tiene pereza, y a los perezosos no se les ayuda, ya que solo quienes anhelan al Creador reciben ayuda, como dijeron nuestros sabios: “Se feroz como un tigre, liviano como un águila, corre como una gacela y se fuerte como un león”.

Por lo tanto, el orden del comienzo es el estado de Matzá, que proviene de las palabras Matza y Meriva (discordia), como está escrito: “cuando se rebelaron contra Dios”. Como dijeron los sabios: “Uno siempre debe molestar a la tendencia al bien sobre la tendencia al mal, como se dijo, 'Enójense, pero no pequen’”. Rashi interpreta: "Hagan la guerra a la tendencia al mal”.

Cuando uno lucha contra ella todos los días, uno ve que igualmente no se mueve ni un pelo, sino que por lo contrario, se torna peor, y entonces comienza a sentir amargura, lo cual se llama Maror.

Esto es según lo que escribió el sagrado Arí, que durante la redención, Israel ya estuvieron en las cuarenta y nueve puertas de la impureza y entonces se les reveló el Creador y los redimió. Es difícil de entender: ¿cómo es posible decir que antes de llegar Moisés y Aarón al pueblo de Israel como mensajeros de Dios, no estaban suficientemente en las puertas de la impureza, sino precisamente después de llegar Moisés y Aarón y ver todos los signos y señales que hubieron en Egipto, entonces cayeron tanto a las puertas de la impureza?

La cuestión es que todo depende de la sensación, porque uno no es capaz de sentir ninguna realidad verdadera por sus propios medios, como dijeron los sabios: “uno no ve sus propias faltas” y “uno aprende Torá solamente en el sitio donde su corazón desea”, y de todos modos no es capaz de ver la verdad tal como es. Más bien, poder ver la verdad es una ayuda de arriba.

Por esto es que antes de que Moisés y Aarón llegaran, no vieron la verdad, sino después de haber visto las señales lograron ver la verdad tal como es, es decir que vieron que ya están en  

 

el nivel más bajo de las cuarenta y nueve puertas de la impureza. Y entonces, fueron privilegiados con la redención, es decir, después de sentir la amargura fue que consiguieron dar una oración genuina sobre el estado en el que se encontraban. Resulta que también el Maror es ayuda de Dios, o sea, a través de Moisés y Aarón y las señas y las señales que el Creador les mostró.

Y entonces alcanzaron el Pesaj, es decir que Dios se saltólas casas de los hijos de Israel, que es el asunto del salto, o sea saltarse los niveles, pues naturalmente, quien aprende alguna sabiduría va añadiendo a ella, mientras que aquí fue al revés, que cada vez que descendían en la impureza, solo al ver su verdadero estado, entonces tenían la capacidad de pedir a Dios una oración genuina y entonces Dios les ayudaba.

Este es el asunto de “Pesaj, Matzá y Maror”, que deben ir juntos, porque de otro modo es imposible alcanzar la redención, puesto que las letras de la palabra Golá (exilio) y Gueulá (redención) son iguales y se diferencian solo en la letra Alef, que nos demuestra que solo después de que uno siente el exilio, entonces se revela a él la letra Alef, que es el estado de Aluf (Campeón) del mundo.

De este modo comprendemos lo que dijeron los sabios: “¿Qué es Maror? ‘Jása’ (lechuga), de ¿Y por qué se llama Jása? Porque el misericordioso nos ha tenido misericordia (jas).

Supuestamente es difícil de entender, ya que entendemos que una implicación de que el Creador nos había salvado debería haber sido con algo dulce, y no con algo amargo. Pero como se ha dicho, que al fin de que el hombre pueda recibir ayuda del Creador, este debe primeramente sentir la amargura del estado, y el asunto del Maror es imposible de percibir puesto que “uno no ve sus propias fallas” y puede ver su estado real solo con la ayuda del Creador. Por ello hay una implicación respecto al Maror – que Él nos ha tenido misericordia y nos ha mostrado nuestro verdadero estado que es amargo, entonces podemos alcanzar la salvación y la redención.

Que el Creador nos envíe pronto la redención completa.

De tu amigo, que te desea a ti y a tu familia

Paz y salud y mucho contento, Amén.

Baruj Shalom Ashlag

 

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