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1011. ¿Qué significa que las Velas de Januká estén colocadas sobre la izquierda, en el Trabajo?


¿Qué significa que las velas de Jánuka estén colocadas

sobre la izquierda, en el Trabajo?

Artículo Nº 11 1989-90

 

Nuestros sabios dijeron (Shabat, pág. 22): “Las velas de Januká están sobre la izquierda, para que, las velas de Januká estén a la izquierda y la Mezuzá (un pergamino enrollado y dentro de un estuche, que tiene escrito un verso específico de la Torá) a la derecha”. RaShI interpreta: “La Mezuzá está a la derecha, como está escrito: ‘Beiteja (tu casa) –Dérej Bi’atja (el camino por donde viniste), cuando una persona comienza a caminar, comienza a caminar con la pierna derecha’”.

En el libro Shaar HaKavanot (pág. 326), dice: “Pero el asunto de Januká y Púrim es diferente, pues ambos están en Hod, aunque con referencia al rezo de la mañana, nosotros explicamos que Jacob está en Nétzaj y Maljut está en Hod. De acuerdo con esto, un día corriente es más sagrado que Januká y Púrim, ya que ambos están en Hod. Pero el asunto es que en ese momento, ella recibe sus iluminaciones por sí misma, y no a través de su esposo; pues en un día corriente, Jacob absorbe su iluminación y la parte de la iluminación de ella de Nétzaj y de Hod. Después, él le da a ella su iluminación y se extiende desde Hod a través de él. Pero ahora, en Januká y Púrim, ella absorbe la parte de sus iluminaciones de Hod por sí misma y no a través de su marido. Debemos entender que esto, en el trabajo, significa que la Mezuzá está a la derecha y las velas de Januká a la izquierda. ¿Qué nos viene a enseñar esto? También debemos entender que, según lo que está escrito en Shaar HaKavanot, Januká y Púrim ambos son un solo discernimiento que se extiende desde Hod. ¿Por qué los dos absorben desde la misma raíz si en Púrim hay felicidad, una fiesta, y uno debe comer la cena de Púrim; mientras que en Januká nuestros sabios dijeron: “Estas velas son sagradas, no tenemos permiso para usarlas”?

En el trabajo, aprendemos que una persona contiene dentro de sí a todo el mundo. Significa que Israel y las setenta naciones están en una persona. En otras palabras, una persona contiene todas las malas cualidades que existen en las setenta naciones. Es sabido que las setenta naciones se extienden desde lo opuesto a las siete cualidades de la Kdushá (santidad), como en “Dios las ha hecho la una opuesta a la otra”, y cada cualidad consta de diez. Este es el significado de las setenta naciones, es decir, que cuando las setenta naciones gobiernan al Israel en una persona, esto se considera como que el pueblo de Israel está en el exilio bajo el gobierno de las naciones. Significa que los deseos y ansias controlan al Israel en él, y la parte de Israel no puede trabajar para beneficio del Creador, sino sólo por su propio beneficio. Según el razonamiento le es completamente imposible entender cómo, alguna vez, será posible librarse del dominio de las naciones del mundo de su interior. Esto se debe a que el esfuerzo que tanto ha hecho para salir de su dominio, fue inútil. Y, por el contrario, cada vez uno podría ver más claramente que es imposible salir de su exilio.

Por esto siempre debemos recordar la salida de Egipto, como está escrito: “que debes recordar el día en que saliste de la tierra de Egipto”, es decir, creer en lo que está escrito: “Yo soy el Señor, tu Dios, el que los sacó de la tierra de Egipto… para ser un Dios para ustedes”. Significa que como el Creador sacó al pueblo de Israel de Egipto, y fueron recompensados con: “Para ser un Dios para ustedes”, Él también puede liberarnos del dominio de las setenta naciones, para ser recompensados con eso mismo. Uno no debe decir que él es peor que la gente que estaba en Egipto. Que el Creador sólo tuvo el poder de liberarles a ellos de su gobierno. Pero cuando una persona ve su propia bajeza, se desespera y dice que debe ser peor que aquellos que estaban en Egipto. Aquí debemos creer las palabras del ARÍ, quien dice que el pueblo de Israel, antes de la salida de Egipto, ya estaba en las cuarenta y nueve puertas de impureza, hasta que el Creador se les reveló y los redimió. De esto se deduce que aun cuando uno ve que está en la bajeza absoluta, no debe escapar de la campaña, y debe creer que el Creador lo liberará del exilio de estar entre las naciones del mundo. Así, podemos ver que toda la base está construida totalmente sobre la fe, que sólo por la fe es posible salir del exilio. No debemos hacerle caso a nuestra razón, aunque una persona es juzgada según su razón. Pero cuando la persona tiene intelecto para ver su verdadero estado, esto le da la posibilidad de ir por encima de la razón. En otras palabras, uno no puede ir por encima de su razón sin la ayuda del Creador.

Pero si ve que con su razón que puede seguir adelante, entonces no necesita Su ayuda. Y lo principal que se requiere de una persona es alcanzar su propia plenitud, es decir, ser recompensada con NaRaNJaY de Neshamá. Y esto viene, específicamente, por necesitar al Creador. Nuestros sabios dijeron sobre esto: “El que viene a purificarse, es ayudado”. Y El Zóhar dice: “¿Cómo es ayudado? Con un alma sagrada. Cuando uno nace, se le da un alma (Néfesh) al lado de una bestia pura. Si es recompensado más aun, se le da Rúaj”, etc. Por eso es algo grande el que la persona necesite que el Creador le ayude, pues la salvación de uno está en que se le otorguen grandes fuerzas desde lo alto. Y al recibir nuevas fuerzas poderes cada vez, es decir, una nueva alma, al final recibirá toda la NaRaNJaY que pertenecen a la raíz de su alma. De esto se deduce que un milagro implica algo que la persona no puede obtener. Es decir, es imposible para uno el obtenerlo, a menos que sea a través de un milagro desde lo alto. Sólo de esa manera se llama “un milagro”.

Por esta razón, cuando una persona llega a un estado donde ya tiene el reconocimiento del mal, que le es imposible salir del dominio de las naciones del mundo en él, e Israel en su interior está en exilio bajo las naciones, y no ve el camino por el cual poder salir de su dominio. Entonces el Creador lo ayuda, y le saca de entre las naciones del mundo, y todo se da vuelta de modo que es el pueblo de Israel quien los gobierna, esto es llamado “un milagro”. Esto se considera como que fue en la tierra de Egipto, que el Creador los liberó de esa tierra, es decir, que Él los sacó de la opresión de las aflicciones de Egipto. Cada persona que transite en el trabajo del Creador, debe creer que al igual que el milagro que sucedió en aquella ocasión, el Creador lo liberará también; pues es verdaderamente un milagro el que uno salga del dominio del amor propio, y se preocupe solamente de aquello que pertenece al beneficio del Creador. Y cuando una persona llega a eso, se considera que ha alcanzado Lishmá (en beneficio de la Torá). Significa que ya ha sido recompensada con fe en el Creador, y que tiene el poder para trabajar en favor del Creador, y esto se denomina “Lishmá”. También se llama “derecha” cuando uno se compromete en el camino del otorgamiento al Creador, es decir, que todo lo que hace es para beneficiar al Creador.

Esto es, la personal desea hacer Jésed (gracia/misericordia) en favor de Él, es decir, satisfacer al Creador. Sin embargo, deberíamos saber que una persona que quiera hacer todo por el Creador, es sólo la corrección de la creación y no es el propósito de la creación. Porque el propósito es que el hombre reciba deleite y placer en las vasijas de recepción. Sin embargo, debe existir una corrección en esas vasijas, lo que se llama “con el fin de otorgar”. La abundancia del propósito de la creación se llama Jojmá (sabiduría), que es la Luz de la vida, como en “La Sabiduría le dará la vida a aquel que la tiene”. Además, la Luz de Jojmá es llamada “izquierda”, pues todo lo que requiere corrección se llama “izquierda”, tal como está escrito “la mano débil, cuya fuerza se ha debilitado como la de una hembra” Esto se llama “izquierda”. Y, ¿cuál es la corrección que debe hacerse en la Luz de Jojmá? Es la derecha, que se llama Jasadim. En otras palabras, una vez que él ya ha sido recompensado con el propósito de la creación, que es el deleite y el placer llamado Jojmá, la Luz de Jasadim debe atraerse una vez más –o sea la abundancia que llega a las vasijas de otorgamiento–, ya que dijimos que se nos dio el trabajo en la Torá y las Mitzvot en la forma de: “Haremos y escucharemos”. Significa que al hacer y cumplir la Torá y las Mitzvot con hechos, también seremos recompensados con el estado de ‘escucharemos’. En otras palabras, uno debe cumplir la Torá y las Mitzvot, incluso mediante coacción.

No hay necesidad de esperar el momento en que se tenga el deseo de cumplir la Torá y las Mitzvot, para luego cumplirla. Por el contrario, uno debe sobreponerse y cumplirla sólo en la acción, puesto que la acción traerá más tarde el ‘escuchar’, lo que significa que después la persona oirá la importancia de la Torá y las Mitzvot. En otras palabras, será recompensado con el deleite y el placer que se encuentra en la Torá y las Mitzvot. Este es el significado de lo dicho por Israel: “Haremos y escucharemos”. Así, en la derecha, lo que se llama involucrarse en Jésed, en las vasijas de otorgamiento; se trata de “cumplir” con que uno puede hacer todo por el beneficio del Creador y no en su propio beneficio. De esto se deduce que, según la regla “Haremos y escucharemos”, el acto afecta a la intención. Esto significa, necesariamente, que cuando uno recibe Jojmá desde lo alto, el acto debe ser hecho, de tal forma, que la intención sea como el acto.

De esto resulta que el acto de recepción afecta a la intención, lo que lo convierte, también, en “con el fin de recibir”. Por lo tanto, incluso durante el acto, cuando él atrae la Luz de Jojmá con el fin de otorgar, por la regla “Haremos y escucharemos”, todavía debe recibir la influencia del acto. Por ello, es necesario tener cuidado y extender las vestimentas, es decir, para vestir la Luz de Jojmá, donde haya el discernimiento de ‘Haremos’. ‘Haremos’ es el acto de otorgamiento, y también seremos recompensados con la intención de estar con el fin otorgar. Y también “Escucharemos” que el fin también será el de otorgar, al igual que el acto. Esto conservará la vasija de recepción, la cual recibe la Luz de Jojmá, para que pueda mantener la intención de otorgar sobre la de recibir en el momento del deleite y placer, y llegar a por ello estar en la forma de recibir con el fin de otorgar. Con lo antes dicho, deberíamos interpretar el significado de la Mezuzá, la cual debe estar a la derecha. Como la Mezuzá está manteniendo y cuidando a una persona, por eso existe un indicio de que la Mezuzá esté a la derecha. En otras palabras, cuidar pertenece a la derecha, que se considera Jésed, y los Kelim de Jésed son considerados la derecha, es decir, que no requieren corrección. Pero Jojmá es considerado izquierda porque se revela en vasijas de recepción y estas vasijas requieren cuidado. Por eso RaShI interpreta: “Beiteja (tu casa) – Dérej Bi’atja (el camino por donde viniste)”, es decir, que una persona comienza a caminar sobre la derecha. Esto debe ser interpretado como que el principio del trabajo espiritual es con la derecha, es decir, que las vasijas de otorgamiento serán con el fin de otorgar. Más tarde, uno comienza a trabajar en la izquierda, es decir, que corrige las vasijas de recepción para que sean con el fin de otorgar. Por eso está escrito que cuando uno comienza a caminar en la corporalidad, comienza con la pierna derecha. Y esto apunta a la forma espiritual, es decir, que al comienzo del trabajo del Creador, se debería empezar con la derecha, en integridad. En otras palabras, por todo lo que hace en el trabajo, debe dar gracias al Creador de haberle dado algún pensamiento y deseo de trabajar en la labor sagrada, de que, a pesar de todo, tiene alguna adhesión en la parte práctica de la Torá y las Mitzvot.

En ese momento, no debe pensar aun en la intención, pues también existen dos maneras de discernimiento en la intención: 1) La intención, es decir, quién es el que obliga al compromiso con la Torá y las Mitzvot. El entorno en el que se encuentra, pues todos los amigos están comprometidos con la Torá y las Mitzvot, todos rezan, y observan las lecciones de Torá en el templo, etc. O está cumpliendo la Torá y las Mitzvot sólo porque el Creador nos ordenó cumplirlas, y él cree en todo lo que dijeron los sabios y, en base a eso, cumple con la ley y los preceptos. 2) La intención se dirige por la recompensa que ha de recibir por observar la Torá y las Mitzvot. Algunos esperan recibir recompensa por su trabajo, como está escrito en El Zóhar, que existen tres razones para comprometerse en la Torá y las Mitzvot: a) para ser recompensado en este mundo, b) para ser recompensado en el mundo por venir, c) para no ser recompensado, sino sólo por la grandeza del Creador, pues Él es grande y gobernante.

Así, el comienzo del trabajo de uno en la Torá y las Mitzvot es con el fin de ser recompensado. Y en eso, también decimos que existen dos discernimientos que hacer: 1) Algunas veces la persona aun no es sólida en su fe, en ser capaz de trabajar para el Creador, así que Él le recompensará, ya que de forma inconsciente carece de la fe para ser capaz de hacer buenos actos. Sin embargo, trabaja por sus amigos, ya que no desea ser despreciado por ellos. No es el Creador quien lo obliga hacer buenos actos, sino la vergüenza ante sus amigos si no lo hace. Obviamente la persona piensa que uno debe pensar que la bajeza más grande, es que los amigos le obliguen y no el Creador. Sin embargo, esto tampoco debería ser menospreciado. Por tales actos, también una persona debe estar agradecida al Creador −pues el Creador dio a los amigos el poder de hacerle actuar como ellos desean. Esto se considera como que el Creador está supervisándolo en ocultación. En otras palabras, el Creador se esconde en las vestimentas de los amigos, quienes lo obligan a hacer buenas acciones. Aquí deberíamos interpretar lo dicho por nuestros sabios (Avot, capítulo 3,20): “Y ellos recogen de una persona de manera consciente e inconsciente”. “Conscientemente” significa que una persona, de manera consciente, desea cumplir la Torá y las Mitzvot. En otras palabras, dice que el hecho de que haga buenos actos, es porque eso va de acuerdo al punto de vista del Creador. En otras palabras, el Creador es quien le obliga. “Y ellos recogen de él de manera inconsciente” significa que una persona hace buenos actos sin saber que está cumpliendo la Torá y las Mitzvot del Creador, ya que piensa que está cumpliendo la Torá y las Mitzvot por los amigos, es decir, que son ellos quienes le hacen comprometerse.

Esto es considerado que sin el conocimiento de uno, se está cumpliendo la voluntad del Creador, aunque piensa que está cumpliendo la voluntad de los amigos. Y si él así lo cree –que inconscientemente está haciendo la voluntad del Creador– es decir, que si él sabría que no puede realizar Su voluntad porque piensa que está cumpliendo sólo la voluntad de los amigos, esto se llama “ocultación del Rostro”. En otras palabras, el Creador se oculta a Sí mismo en la vestimenta de los amigos, y de esta forma, él hace la voluntad del Creador. 2) Si él da las gracias al Creador por ayudarle a través de la ocultación –es decir, que ahora tiene la elección de decir que está trabajando a causa de los amigos y no tiene contacto con el Creador, o que cree que el Creador se escondió a Sí mismo en la vestimenta de los amigos, y mediante ello cumple la Torá y las Mitzvot. Si elige y dice que sólo el Creador lo ayudó a ser capaz de hacer buenos actos al vestirse Él en una vestimenta de amigos, y da las gracias al Creador por eso– esto le aporta un gran ascenso: ser recompensado con la revelación del Rostro del Creador. En otras palabras, el Creador le da un pensamiento y un deseo de hacer la voluntad del Creador, pues ahora tiene alguna iluminación desde lo alto para ir por encima de la razón. Por eso el Creador le ayudó, para que a través del Ajoraim (posterior), más tarde sea recompensado con el Panim (anterior/rostro) del Creador. Significa que ha sido recompensado con ser recogidos sus actos conscientemente.

Por tanto, resulta que la Mezuzá es cumplir, lo cual es la derecha, llamada Jasadim (misericordia/gracia), en el momento en el que uno está en un estado de otorgamiento con el fin de otorgar. Esto se considera la “corrección de la creación”. Pero Januká y Púrim, dice el ARÍ, son considerados Hod, lo cual es la izquierda. Esto implica al propósito de la creación, que requiere de la corrección para ser capaz de recibir deleite y placer de una manera corregida, implicada en la abundancia llamada Jojmá. Por eso Januká está a la izquierda, para indicar a la Luz de Jojmá. Sin embargo, en Januká hubo el estado de Janu Ko (estacionado hasta ahora) que significa, como Baal HaSulam explicó, que allí hubo solo una pausa, y no el final de la guerra. En otras palabras, la luz del sol, llamada “izquierda”, estaba brillando, pero carecían de la vestimenta para conservar la Jojmá que viene en vasijas de la recepción, puesto que hay una adherencia al Sitra Ajra en las vasijas de recepción y allí había Luz de Jasadim, llamada “derecha”. Por eso el milagro se hizo sólo sobre la espiritualidad. Significa que la Luz del propósito de la creación estaba brillando, pero no la pudieron usar por falta de vestimenta de Jasadim, ya que está prohibido usarla. Este discernimiento es llamado “espiritualidad”, cuando aun no se ha materializado y entonces puede ser usada. Por eso está escrito que está prohibido usar las velas de Januká sino sólo verlas, por falta de las vestimentas. Pero en Púrim, tenían la vestimenta llamada Jasadim, como está escrito (Talmud Eser Sfirot, al final de la parte 15): “En consecuencia, como eso fue materializándola materia ya ha sido materializada, es decir, que podían usar la Luz de Jojmá con el fin de otorgar, en Púrim hay una fiesta y alegría”



 

 

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