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284. Acerca de “por encima de la razón”

Acerca de “por encima de la razón”
Artículo Nº 21, 1985-86



Con respecto a por encima de la razón, debemos usar dicha vasija entre una persona y su amigo y entre una persona y el Creador. Sin embargo, hay una diferencia entre ellos. Entre la persona y el Creador, esa vasija debe permanecer para siempre. En otras palabras, no se debe subestimar nunca la vasija llamada ‘fe por encima de la razón’. Pero entre amigos, si la persona puede ver la virtud de sus amigos dentro de la razón, es mucho mejor. Y, sin embargo, la naturaleza del cuerpo es opuesta −pues siempre ve los defectos de su amigo, y no sus virtudes. Esa es la razón por la que nuestros sabios dijeron: ‘Juzga a cada persona favorablemente’. En otras  palabras, aunque dentro de la razón la persona vea que su amigo está
equivocado, aun así debe tratar de juzgarle favorablemente. Y esto puede ser por encima de la razón. Es decir, aunque según la lógica no puede justificarlo, por encima de la razón, siempre puede justificarlo.
Sin embargo, si puede justificarlo dentro de la razón, es ciertamente mejor. Si, por ejemplo, ve que sus amigos están en un grado más elevado que el suyo, ve dentro de la razón cómo él se encuentra en la absoluta bajeza, comparado con sus amigos, ya que todos los amigos cumplen su asistencia al templo, y se interesan por todo lo que está ocurriendo entre los amigos, para ayudar a cualquiera todo lo que pueden, e inmediatamente implementan con hechos reales cada consejo que dan los maestros para el trabajo, etc.


Eso, ciertamente, le afecta y le da fuerza para sobreponerse a su pereza. Eso sucede tanto cuando necesita despertar antes del amanecer, cuando es despertado, como durante la lección, que su cuerpo también está más interesado en las lecciones, pues de otra manera sería el retrasado de entre sus amigos. Igualmente, con cualquier cosa que concierna a la Kdushá (santidad), debe tomarla más seriamente porque el cuerpo no puede tolerar la bajeza. Además, cuando su cuerpo observa a sus amigos ve, dentro de la razón, que todos están trabajando para el Creador y, entonces, su cuerpo también le permite trabajar
para el Creador. Y la razón por la que el cuerpo le ayuda a trabajar para el Creador, como se mencionó −es que el cuerpo no está dispuesto a tolerar la bajeza. En lugar de esto, cada cuerpo tiene su orgullo, y no quiere aceptar una realidad en la cual su amigo es más grande que él. Así, cuando ve que los amigos están en un nivel más elevado que el suyo, eso le provoca ascender en todos los sentidos. Este es el significado de lo que nuestros sabios dijeron: “La envidia hacia los escritores, incrementará la sabiduría”. En otras palabras, cuando todos los amigos ven que el grupo se encuentra en un nivel elevado, tanto en pensamientos como en acciones, es natural que cada uno deba aumentar su grado a un nivel más alto del que tiene, según las cualidades de su propio cuerpo. Eso significa que si la persona, por su naturaleza, no anhela grandes pasiones, y no se siente intensamente atraída por el honor, igualmente a través de la envidia, puede adquirir fuerzas adicionales, que por su naturaleza, no tenía al nacer. Sino que, la cualidad de la envidia dentro de ella, esa fuerza, procreó nuevas fuerzas, las cuales existen en el grupo. Y a través de ellos, recibe esas nuevas cualidades, es decir, fuerzas que no le fueron transmitidas por sus progenitores. Así pues, ahora tiene nuevas cualidades que el grupo ha procreado en ella.


De eso se deduce que una persona tiene cualidades que los padres dan en herencia a sus hijos, y tiene cualidades que adquiere del grupo, lo cual es una nueva posesión. Y eso le llega, sólo por medio de la fuerza de conexión con la sociedad y por la envidia que siente hacia los amigos. Cuando ve que ellos tienen mejores cualidades que las suyas. Eso le motiva, a adquirir esas buenas cualidades que ellos tienen y que ella no, y así los envidia. Así, a través del grupo, adquiere nuevas cualidades, que adopta al ver que ellos se encuentran en un grado más elevado que el suyo, y les tiene envidia. Esa es la razón por la que ahora puede ser más grande, que cuando no tenía un grupo, ya que obtiene nuevas fuerzas a través del grupo. Sin embargo, esto puede decirse si verdaderamente ve a los amigos en un grado más elevado que el suyo. Pero, al mismo tiempo, la inclinación al mal le muestra la bajeza del grupo y le hace pensar: “Por el contrario, ese grupo al que deseas unirte no es para ti. Ellos se encuentran muchos grados por debajo del tuyo. Así, de ese grupo, no sólo no ganarás nada, sino que incluso las fuerzas que posees de nacimiento, y que son pequeñas, ese grupo tiene cualidades incluso menores que las tuyas. Así que, de hecho, deberías permanecer alejado de ellos. Y si quieres unirte a ellos, al menos asegúrate de que todos te obedezcan, es decir, sigan tu razonamiento de cómo debería comportarse el grupo: cómo sentarse cuando se reúnen, cómo estudiar, y cómo rezar. En otras palabras, que todos sean serios, y Dios no permita que sonrían o discutan con los amigos sobre asuntos mundanos: si se ganan la vida o cómo se ganan la
vida, fácilmente o con dificultades, si tienen un trabajo donde no sufren o si tienen dificultades con el patrón que le hace la vida imposible, o si sus compañeros no se burlan de él por ser ortodoxo, etc. Todos esos asuntos son triviales y es una pérdida de tiempo pensar sobre ellos, porque son sólo asuntos materiales. Él, por otro lado, vino a formar parte en una asamblea de amigos con un propósito elevado, que es ser un verdadero siervo del Creador”.


De eso se deduce que cuando desea olvidar su corporalidad –cuando, de hecho, su corporalidad le preocupa profundamente y no le hace caso y no quiere recordarla– los amigos llegan y empiezan a discutir la corporalidad de un amigo. Y él no se interesa sobre la corporalidad de su amigo, ya que ahora quiere espiritualidad: “Entonces, ¿por qué, de pronto, los amigos enturbian mi mente con asuntos mundanos que no me conciernen a mí en absoluto? ¿Para eso quiero olvidar mi corporalidad, para tener tiempo para pensar en la corporalidad de mis amigos, es posible? Así pues su cuerpo le dice: “Más vale que me escuches a mí y permanezcas lejos de ellos, y ciertamente tendrás más éxito. ¿Por qué confundir tu mente con tales absurdos?” De eso se concluye que cuando el cuerpo le muestra la inferioridad de sus amigos, ¿qué puede responderle a su cuerpo, cuando llega con los argumentos de un justo? En otras palabras, el cuerpo no le aconseja alejarse del grupo, como consejo para que sea malvado. Por el contrario, el cuerpo le dice: “Permaneciendo lejos del grupo, serás justo y pensarás sólo acerca de tu espiritualidad y, cuando sea necesario, también de tu corporalidad”.


Por lo tanto, si una persona cree que sin un grupo es imposible avanzar y alcanzar el amor al Creador, ya que ese es el trampolín para salir del amor propio y entrar en el amor al Creador, no tiene otra opción sino ir por encima de la razón. En otras palabras, debe decirle a su cuerpo: “El hecho de que veas que ellos realmente no están en el grado de anhelar alcanzar el amor al Creador, como tú lo anhelas –esto es así, puesto que tú eres mi cuerpo, y veo en ti que eres más santo que el resto de los cuerpos de los amigos, ya que tú deseas ser siervo del Creador. Veo que me aconsejas dejar a los amigos, porque sus cuerpos muestran su inferioridad y no tienen la fuerza para ocultar sus cualidades detestables, ya que la gente normalmente oculta su maldad a los demás, para que estos le respeten por tener cualidades sobresalientes. Pero aquí, su maldad es tan grande que son incapaces de superar el mal y ocultarlo para que otros no lo vean. Así pues, desde mi perspectiva, son ciertamente inferiores. Sin embargo, sin una sociedad no ganaré nada, a pesar de todas mis buenas cualidades. Así pues, por encima de la razón, observaré lo que los sabios dijeron (Avot, Capítulo 4): ‘Sé muy, muy humilde’. En otras palabras, debo ir por encima de la razón y creer que ellos están en un grado más alto que el mío. Y, entonces, en el grado de mi fe, podré recibir coraje y fuerza de la sociedad, y recibir de ellos lo que la sociedad puede dar”. De eso se deduce que la única razón por la que está aceptando amor a los amigos por encima de la razón es por necesidad, por no tener alternativa; pero, dentro de la razón, ve que él está en lo correcto.


Sin embargo, es precisamente aquí, es decir, con respecto a los amigos, donde el ir “desde la razón” es más importante que el grado de “por encima de la razón”. Eso es así porque, en verdad, cuando una persona desea acercarse en Adhesión con el Creador a través del trabajo que desea hacer sólo para otorgar, el mal comienza a aparecer en ella. Y el asunto del reconocimiento del mal no es una cuestión intelectual. Más bien, es una sensación en el corazón. Eso significa, que debería sentirse como si ella fuera peor y más vil que el resto del mundo. Y si no ha llegado a sentirlo, sino que piensa que hay alguien que aun es peor que ella, entonces probablemente no ha obtenido el reconocimiento del mal. En otras palabras, el mal aun está oculto en su corazón y aun no le ha sido revelado. Eso es así porque sólo es posible ver el mal cuando él posee algo de bien. Por ejemplo, es imposible detectar algo sucio en la casa si está oscuro. Pero cuando enciendes una lámpara, puedes ver que hay suciedad.


Igualmente, si uno no lleva a cabo buenos actos, es decir, si no se dedica a la Torá y a la plegaria y desea acercarse al Creador, no tiene Luz que ilumine su corazón para que le permita ver el mal que hay en éste. De eso se deduce que la razón por la que aun no ve que hay más mal en su corazón, que en el de todos los amigos, es que aun necesita más bien. Por eso, piensa que es más virtuoso que sus amigos. Por lo tanto, resulta que si ve que sus amigos son peores que él, es porque carece de la Luz que brille para él y mediante la que verá el mal en sí mismo. Así pues, todo el asunto del mal que está en el hombre no está en la existencia del mal, ya que cada uno tiene este mal, llamado “deseo de recibir para recibir”, que es el amor propio, sino que toda la diferencia está en la revelación del mal. En otras palabras, no todas las
personas ven y sienten que el amor propio es malo y dañino, ya que la persona no ve que dedicarse a satisfacer su deseo de recibir, llamado “amor propio”, la dañará. Sin embargo, cuando comienza a hacer el sagrado trabajo, en el sendero de verdad, esto es, cuando desea obtener Adhesión con el Creador, para
que todas sus acciones sean para el Creador, a través de esto recibe un poco más de Luz que le ilumina cada vez, y entonces comienza a sentir que el amor propio es algo malo.


Eso es un proceso gradual. Cada vez ve que eso es lo que le obstruye obtener Adhesión con el Creador, ve cada vez más claro cómo el deseo de recibir es su enemigo real, tal y como el Rey Salomón se refirió a la

inclinación al mal como “un enemigo”. Acerca de ello, está escrito: “Si tu enemigo tiene hambre, aliméntale de pan, porque apilarás carbones ardientes sobre su cabeza”. Por lo tanto, vemos que, en verdad, la persona debe sentir que es peor que los demás porque, de hecho, es cierto. Y también debemos entender lo que nuestros sabios dijeron: “La envidia hacia los escritores, incrementará la sabiduría”. Eso es, precisamente, dentro de la razón. Pero, por encima de la razón, el mérito de sus amigos no es tan evidente como para decir que siente envidia de ellos, puesto que entonces eso le haría trabajar y esforzarse ya que sus amigos le obligan, debido a la envidia. Baal HaSulam interpretó una frase de Rabí Yojanán: “El Creador vio que los justos eran pocos. Él los situó y plantó en todas y cada una de las generaciones”, como se dijo: “Porque los pilares de la tierra son del Señor,  y Él ha establecido el mundo sobre ellos”. RaShI interpreta: “Los esparció a través de todas las generaciones”, para que sean una base, sustento, y fundación para la existencia del mundo (Yomá 78b). “Pocos” significa que fueron disminuyendo. Por lo tanto, ¿qué hizo Él? “Él los puso en todas y cada una de las generaciones”. Así, poniéndolos en cada generación, se multiplicarán. Debemos entender cómo se multiplicarán, si Él los plantó en todas y cada una de las generaciones.

Debemos entender la diferenciaentre todos los justos estando en una sola generación o estando disgregados a través de todas las generaciones, como se entiende de las palabras del comentario de RaShI, que al esparcirlos a través de las generaciones los justos se incrementarán. Él, Baal HaSulam, dijo: “Teniendo justos en cada generación, habrá sitio para la gente que no tiene las cualidades innatas, para obtener Adhesión con el Creador. Sin embargo, mediante la unión con los justos que estarán en cada generación, mediante su adhesión a ellos, aprenderán de sus acciones y tendrán la posibilidad de adquirir nuevas cualidades a través de los justos que estarán en cada generación. Esa es la razón por la que Él esparció a los justos en todas y cada una de las generaciones, para que, de esa manera, los justos se incrementarán”. Y como fue dicho, puede obtenerse lo mismo a través de adhesión con los amigos –nuevas cualidades por las que estarán capacitados para obtener Adhesión con el Creador. Y todo eso puede decirse mientras ve los méritos de los amigos. En ese tiempo, es relevante decir que debe aprender de sus acciones. Pero cuando ve que él está mejor calificado que ellos, entonces no tiene nada que pueda recibir de los amigos.
Esa es la razón por la que dijeron que cuando la inclinación al mal llega y le muestra la bajeza de los amigos, debe ir por encima de la razón. Pero, ciertamente, será mejor y tendría más éxito si pudiera ver, desde la razón, que los amigos están en un nivel más alto que el suyo. Con ello podemos entender el rezo que Rabí Elimelej escribió para nosotros: “Permite que nuestros corazones vean las virtudes de nuestros amigos, y no sus defectos”. Sin embargo, entre la persona y el Creador, es un asunto completamente distinto. En otras palabras, es mejor “por encima de la razón”. Significa que si asume la fe por encima de la razón, su trabajo se encuentra en el sendero correcto. No ocurre así dentro de la razón, aunque el intelecto de la persona lo capte de manera diferente. En otras palabras, cada persona conoce y entiende que si no tuviera que creer, sino que Su Providencia fuera revelada a través del mundo, esto es, a todos los creados, ciertamente todo el mundo se esforzaría en la Torá y las Mitzvot, y no habría lugar para los seculares. Por el contrario, todos serían religiosos. Pero, siendo que Su Providencia no es revelada a los inferiores, sino que se debe creer, y la fe es un asunto difícil, ya que el Creador nos da el intelecto y la razón para ver cada asunto según nuestros propios ojos. Nosotros consideramos todo lo que concierne a la persona y su amigo, de acuerdo a nuestro mejor juicio, y ahí no hay nada que nos aporte distinciones excepto nuestras mentes, como nuestros sabios dijeron: “Un juez sólo tiene lo que sus ojos ven” (Baba Batrá 131). Se deduce que nosotros conducimos todos nuestros asuntos dentro de la razón, no por encima de la razón.


Y por ese motivo, cuando la persona comienza con el trabajo del Creador y le dicen que debe asumir la fe por encima de la razón, comienza a pensar: “Pero yo veo que el Creador nos da la razón para entenderlo
todo de acuerdo al intelecto, es decir, según la manera en la que comprende nuestra razón. Así, ¿cómo puedo asumir algo que va en contra de mi razón?” Es un asunto muy difícil para el cuerpo, entender que es más conveniente hacer el trabajo sagrado, por encima de la razón. Por encima de la razón se aplica en la mente y el corazón. Ese es el motivo por el que no todas las personas pueden entrar en el trabajo sagrado en la forma de otorgamiento, el cual es el trabajo por encima de la razón. Por ese motivo, cuando se enseña al resto del mundo el trabajo del Creador, la orden es como Maimónides dijo, que empiezan en Lo Lishmá (no en Su beneficio), hasta que ganan conocimiento y adquieren mucha sabiduría, y entonces se les dice que la esencia del trabajo es para otorgar, lo cual se llama “trabajar para el Creador”.
Sin embargo, debemos entender por qué es mejor trabajar para otorgar. Ya que la razón nos dice lo contrario, que si servir al Creador estuviera dentro de la razón, llegaría más gente que querrían ser siervos del Creador. Baal HaSulam dijo acerca de ello que uno no debe pensar, que el que Creador nos dé Su trabajo en la forma de “por encima de la razón”, es un grado bajo. Por el contrario, debemos creer que es un grado muy alto, porque sólo a través de ello, uno tiene la posibilidad de ser apto para trabajar por otorgar. De otra manera, tendríamos que caer en “con el fin de recibir”.


Por lo tanto, aunque habría más gente que trabajaría, si el trabajo hubiera sido dentro de la razón, nunca tendrían la posibilidad de lograr Adhesión con el Creador, que es el trabajo para otorgar. Por lo tanto, aunque hubiera un incremento en cuanto a la cantidad, en términos de calidad, sería imposible para el hombre el ser capaz de recibir el deleite y el placer que el Creador desea dar a los creados, de acuerdo a Su deseo, que es hacer el bien a Sus creaciones.
Por lo tanto, para que el deleite y el placer que los creados recibirán, no tengan defectos, esto es, evitar el pan de la vergüenza, existió la corrección del Tzimtzum (restricción) −ya que la abundancia superior no brilla salvo en donde hay equivalencia de forma. Eso se considera, que los creados reciben la abundancia en vasijas de otorgamiento. Y cuando no hay vasijas de otorgamiento, los creados deben permanecer en la oscuridad, que se llama “morirán sin sabiduría”.
Sin embargo, debemos saber que también hay luz de la Torá en Lo Lishmá, sobre lo cual nuestros sabios dijeron: “Uno siempre debe esforzarse en la Torá y las Mitzvot en Lo Lishmá, porque de Lo Lishmá uno llega a Lishmá, ya que la Luz en ésta, lo reforma”, después, uno debe alcanzar Lishmá. En otras palabras, debe llegar a trabajar por encima de la razón en mente y corazón. Pero, entre la persona y su amigo, sí puede trabajar en el amor de los amigos dentro de la razón, es decir, si trata de ver a los amigos como que
están en un nivel de santidad más alto que él mismo, esto es ciertamente mejor. En otras palabras, si ve dentro de la razón que los amigos están más cerca de la Adhesión con el Creador que él, esto es indudablemente mejor que si tuviera que creer por encima de la razón.


Así, en verdad, ve que está en un grado más alto que los amigos. Dentro de la razón, siempre ve a los amigos como inferiores. Sin embargo, cree, por encima de la razón, que debe decir:”es una Mitzvá (precepto), que debe creer que no es como él lo ve”. Ciertamente, si puede ver dentro de la razón que los amigos se encuentran en grados de santidad, es mejor todavía. De manera similar, podemos interpretar (Samuel, 16:7): “Pero el Señor le dijo a Samuel: ‘No mires su apariencia o lo alto de su estatura, porque
Yo lo he rechazado; porque no es como el hombre ve, porque el hombre mira la apariencia exterior, pero el Señor mira al corazón’”. Nosotros, por lo tanto, vemos que cuando el Creador envió a Samuel a ungir a uno de los hijos de Ishai, Samuel entendió a través de lo que vio en sus ojos, que Eliav hijo de Ishai era adecuado para ser el rey de Israel en lugar del Rey Saúl, pero el Creador no estuvo de acuerdo con su percepción. Al final, trajeron a David, quien estaba pastoreando el ganado, y David era pelirrojo, de bellos ojos y de hermosa apariencia, “Y el Señor dijo: ‘Levántate y úngelo, porque éste es’”.


¿Qué nos enseña eso? Aquí vemos dos cosas:


1) Desde la perspectiva de Samuel, él apreció que las virtudes de Eliav –de acuerdo a su mente− eran adecuadas para ser el rey de Israel. Pero el Creador le dijo: “Ahora, no sigas a tu razón”, ya que en lo que se refiere al Creador, la razón no tiene ningún valor. Más bien, como el Creador quiso coronar a un rey, a eso se le llama “entre una persona y el Creador”, donde no hay lugar para la razón: “Porque Mis pensamientos no son sus pensamientos, tampoco Mis modos son sus modos”. En cambio, ¿qué le dijo el Creador? “Porque no es como el hombre mira, porque el hombre mira la apariencia exterior, y el Señor mira al corazón”. De acuerdo a lo dicho antes, podemos interpretar que “Porque el hombre mira la apariencia exterior”, es bueno entre una persona y su amigo. En ese caso, es bueno si uno puede ir dentro de la razón, y que esto está de acuerdo con lo que uno ve. No es así con: “Y el Señor mira al corazón”. En otras palabras, con respecto a asuntos del Creador, uno no debe ver según sus propios ojos, sino por encima de la razón. Así pues, aquí se deben hacer dos discernimientos:


1) Entre una persona y el Creador: es mejor por encima de la razón.


2) Entre una persona y su amigo: es mejor dentro de la razón. Ese es el motivo por el que el Creador le dijo: “No mires su apariencia”, ya que respecto a seguir lo que ven sus ojos, esto es bueno entre una persona y su amigo. Si puedes ver los méritos del amigo desde de la razón, mejor todavía. Pero no es así cuando quiero ungirle como rey.

Esa decisión Me pertenece, le quiero como rey. A esto se le llama “Entre una persona y el Creador”. Aquí el trabajo correcto es por encima de la razón, ya que, precisamente de esa manera, es posible alcanzar el “recibir para otorgar”. De otra manera, caerá en “recibir para recibir”, lo que causa la separación y el alejamiento de la Kdushá (santidad). Sin embargo, aquí surge una pregunta, después de que uno ha decidido ir por encima de la razón y no mirar a todas las cuestiones que el cuerpo, comienza a preguntar. Cuando empieza a trabajar en el sendero de otorgamiento y de la fe por encima de la razón, y supera todos los obstáculos –las cuestiones que el cuerpo le trae del mundo que le rodea– y cierra sus ojos y no desea ver nada que contradiga la mente y el corazón, sino que ha decidido ir sólo por encima de la razón;


Después de esa decisión, de pronto, algunas veces, aduce grandes excusas con las que el cuerpo debe estar de acuerdo. Así pues, ve que ahora está yendo dentro de la razón. Pero, qué puede hacer, cuando ahora ve, a través de las excusas que recibió desde arriba, que se dice a sí mismo: “¿Qué puedo hacer ahora que no tengo sitio donde poder trabajar por encima de la razón? Ahora veo que todo lo que hago para otorgar es como debe ser”. Así pues, ya no tiene ninguna pregunta sobre servir al Creador, que lo fuerce a trabajar por encima de la razón. Pero, como el trabajo es fundamentalmente por encima de la razón, ¿qué puede hacer cuando se encuentra en tal estado?


Baal HaSulam dijo que cuando una persona es recompensada con alguna revelación desde arriba y ahora siente que conviene ser siervo del Creador, de eso se deduce que hasta ahora había trabajado en la forma de “por encima de la razón”: el cuerpo no estaba de acuerdo con ese trabajo y siempre había tenido que sobreponerse, necesitando que el Creador le diera fuerza, para superarse por encima de la razón. Pero ahora ya no necesita la ayuda del Creador, ya que ahora siente que tiene una base en la cual construir su estructura. En otras palabras, ya tiene un apoyo en el cual confiar. Así pues, ahora está dañando la fe que usaba antes, ya que ahora puede decir: “Gracias a Dios, me deshice de la carga de fe, que fue una carga y un lastre para mí”. Pero ahora ya tengo una base dentro de la razón, porque ahora he recibido algún despertar desde arriba, con el que el cuerpo está de acuerdo, en que vale la pena observar la Torá y las Mitzvot. De ahí resulta que, mediante ello, está dañando la fe.


Y Baal HaSulam dijo que en ese momento, uno debe decir: “Ahora veo que la manera real es, de hecho, ir por encima de la razón. Y la evidencia de eso es el hecho de que ahora he sido recompensado con alguna iluminación desde arriba, es sólo porque he tomado sobre mí el ir por encima de la razón. Ese es el motivo por el que fui recompensado con que el Creador me acercara un poco más a Él y me diera algún despertar
desde arriba”. Y esta iluminación que ha recibido ahora de arriba, le da una respuestaa todas sus preguntas. Resulta que esto da evidencia de “por encima de la razón”. Así pues, ¿qué debo hacer ahora para continuar con por encima de la razón? Sólo hay que reforzar y empezar a buscar maneras de vestir
su trabajo, bajo la forma de “por encima de la razón”. De ahí se deduce que mediante ello, que no dañó su fe en absoluto, ya que caminaba en ella antes de ser recompensado con alguna iluminación desde arriba. Que incluso ahora no está recibiendo la iluminación como fundamento sobre el que construir la estructura de su trabajo. Más bien, está tomando la iluminación como testimonio de que se encuentra en el
sendero correcto, que es la fe por encima de la razón. Sólo mediante esa forma de trabajo, el Creador acerca a la persona a Él y le da lugar a acercarse a Él, ya que esa cercanía no le dejará caer en las vasijas de recepción, llamadas “dentro de la razón”, ya que el Creador ve que está tratando de ir sólo por encima de la razón.


De todo lo anterior se deduce que en cuanto a “por encima de la razón”, hay una diferencia entre una persona y el Creador y entre una persona y su amigo. Entre una persona y su amigo: si puede ver los méritos de los amigos dentro de la razón, es todavía mejor. Pero si desde de la razón sólo ve los defectos de los amigos, no tiene más opción que ir por encima de la razón y decir: “Todo lo que veo, oigo y siento está equivocado y no es cierto. Es imposible que estuviera equivocado sobre los amigos con los que elegí unirme, es decir, que hice un mal cálculo”. “O sea, yo pensaba que habría crecido en riqueza espiritual a través de ellos, ya que ellos tenían posesiones que yo no tenía. Por lo tanto, si fuera a unirme con ellos, podría elevarme a un grado más alto del que pensaba. Pero ahora veo que, de hecho, pienso de otra manera. Y escuché que Baal HaSulam dijo que lo único que puede ayudar a la persona a salir del amor propio y ser recompensado con el amor al Creador es el amor a los amigos. Por lo tanto, no tengo opción sino unirme con esos amigos aunque, en mi opinión, sería mejor permanecer lejos de ellos y no unirme a ellos”. Sin embargo, no tengo otra opción y debo creer por encima de la razón que, de hecho, todos los amigos están en un grado elevado, pero yo no puedo ver su virtud con mis ojos”. Esa es la razón por la que debo creer por encima de la razón. Pero cuando observa el mérito de sus amigos desde la razón, ciertamente puede derivar grandes beneficios de los amigos. Pero, ¿qué puede hacer? No tiene alternativa.


No obstante, es diferente entre la persona y el Creador. En un lugar en el que puede ir por encima de la razón, es mejor. Por ese motivo, donde uno puede ser asistido desde dentro de la razón, es decir, si es recompensado con alguna iluminación desde arriba, entonces puede decir: “Ahora veo que vale la pena ser un sirviente del Creador porque siento que tiene sentido el trabajo”. De eso se deduce que él tomó esta
sensación de encontrar significado en el trabajo, como base y fundamento sobre el cual construir su judaísmo. Ahora que entiende con su razón que vale la pena guardar la Torá y Mitzvot, toda su base está construida sobre esta condición. Eso significa que cuando encuentra significado en el trabajo, le conviene obedecer la voz del Creador. Así pues, si no encuentra significado en el trabajo, no puede guardar las Mitzvot del Creador.
Sabe que asumir el Reino de los Cielos debe ser “Con todo tu corazón y con toda tu alma”. En otras palabras, incluso si Él toma su alma, es decir, incluso si no tiene ninguna vitalidad, ni siquiera Néfesh, aun está obligado a ser siervo del Creador y a no presentar ninguna condición ante el Creador, diciéndole: “Si haces lo que deseo, de acuerdo a lo que entiendo que necesito −es decir, que siento una carencia en esto, y si Tú satisfaces mi necesidad−, prometo ser un siervo del Creador. Pero si Tú no satisfaces todos mis deseos –conforme a lo que yo entiendo que necesito− no puedo asumir todo lo que Tú me ordenas a través de Moisés”.
Sin embargo, uno debe asumir la carga del Reino de los Cielos sin ninguna condición, es decir, incluso por encima de la razón. Además, uno debe decir: “El tener que trabajar por encima de la razón no es porque el Creador no pueda darnos razón”. Más bien, debemos creer que todo es para nuestro beneficio. Resulta que entre una persona y el Creador debemos tratar de observar por encima de la razón y, si recibe algo de
razón, debe hacer según lo mencionado arriba.




 

 

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